Eraser Head:
No puedo creer que el director nos haya cachado en pleno beso, maldición… es tan vergonzoso, estúpido y sensual Yagi, si no fuera tan… tan… abierto, esto no hubiera pasado, además ¿Qué le pasa al director? Por Dios, nos tomó una foto. Como sea… a veces pienso que le gusta “eso”.
Después de seguirle el jueguito a Yagi me fui de ahí, tenía unos asuntos que atender con mis alumnos, espero que All Might haya hecho una buena elección eligiendo a Midoriya, en fin. El día de hoy por ser primer día de clases es corto, como quien dice media jornada.
Llegué al salón y como siempre los adolescentes son demasiados escandalosos, ah, pero yo quería ser profesor. Luego de darles algunas indicaciones y de que su siguiente profesor llegara por fin pude retirarme a terminar el papeleo de mi grupo.
Entré a la sala de maestros, y me dispuse a hacer mi trabajo, por alguna razón Midnight se me quedaba viendo raro… pero no le tomé importancia, solo espero que no sea nada grave. De rato a la sala de maestros entró Mic, no hay día en que no sea escandaloso.
-¡Shouta! –se dirigió hacia mi velozmente.
-¿Cuántas veces te he dicho que no me llames por mi nombre durante el trabajo? –pregunté malhumorado, lo volteé a ver.
-No lo sé, cómo unas… -el rubio comenzó a contar con los dedos. –Perdí la cuenta cuando íbamos por el número 500.
-¿Qué quieres Mic? –le pregunté, solo quería terminar con mi trabajo e ir a casa, de solo recordar que a partir de hoy viviría con Yagi me avergonzó.
-Te traje un regalo. –me extendió una bolsa de papel que se encontraba cerrada. Tomé la bolsa y la abrí, sentí los ojos ajenos sobre mí, ¿Qué rayos planeaba?
-Mic… Esto es… -no pude completar la frase porque Hizashi me interrumpió, pero lo que me sorprendió fue que me lo haya susurrado al oído.
-Shouta, mi instinto me dice que tú eres el pasivo cuando estas con All Might, por lo que te regalo lo que está en la bolsa. –se rió. –No vaya a ser que un día de estos llegues en una silla de ruedas o te deje inválido.
Sentí como los colores se me subían a la cabeza, me estaba poniendo rojo, estúpido Mic, además… ¿Cómo se le ocurre regalarme esto en la escuela? ¿Qué voy a hacer si un estudiante me ve el regalo? –Jamás te pones a pensar en las consecuencias ¿Verdad? –le dije con un tic en el ojo.
-¡Vamos Shouta! –me palmeó el hombro. --¡Yo sé que lo deseas!
-¡Baja la voz! –lo siseé. –Todavía no estoy listo como para que los demás se enteren.
-Oh… -fue lo único que dijo el rubio.
-¡Oh Vamos Eraser! –Midnight se unió a la conversación. –Todos sabemos que tú eres el que muerde la almohada de All Might. –dejó su trabajo de lado.
-¿¡Qué!? –me sorprendí. “¿Cómo rayos es que esa mujer lo sabe?”
-¿Ya ves? –comenzó el de lentes. –No soy el único que lo sabe.
Me avergoncé, suspiré cansado, me aseguré de cerrar bien aquella bolsa, y me dispuse a seguir con mi trabajo. –Solo cállense metiches…
Por fin la jornada de trabajo había terminado por lo que decidí irme a casa, “a casa con Yagi” me avergoncé, carajo, a pesar de todo lo que hemos hecho ¿Por qué todavía me avergüenzo?
Llegué a la casa, supuse que All Might todavía no llegaba, se tomaba muy enserio su trabajo y no lo culpo, este mundo puede ser muy cruel si se lo propone, dejé la bolsa que me dio Mic en la mesa, me dirigí al cuarto y me dejé caer sobre la cama, vaya día había tenido… pero no es un problema que no pueda consultarlo con la almohada.
All Might:
Después de que mi Aizawa-kun se fuera, yo también pensé que debía de encargarme de mis asuntos… solo había un problema… ¿Qué se supone que debo hacer? Hoy no tenía clases porque mañana sería mi primer día como profesor, suspiré… “Veamos, ¿por dónde debería empezar?
La jornada de trabajó terminó y por fin pude irme, pensé en irme junto a Aizawa-kun puesto que hoy comenzaríamos a vivir juntos… pero decidí no hacerlo, ser demasiado empalagoso no está bien.
Rumbo a mi casa encontré diversos villanos haciendo de las suyas, “¿Qué es que no se cansan?” en fin, cuando llegué a mi casa y me adentré en ella me destransformé, pude notar que Aizawa-kun ya había llegado porque vi sus botas en la entrada, es demasiado ordenado.
Me adentré a la sala, no lo vi por ningún lado, así que lo llamé varias veces por su nombre y no me contestó, caminé hacia la habitación principal y ahí lo vi, estaba profundamente dormido mientras abrazaba una almohada, podía escucharlo respirar, “Que adorable” pensé, sin pensarlo saqué mi celular y le tomé una foto. –Esta foto será mi fondo de pantalla… -me di media vuelta y lo dejé descansar. –Creo que haré la cena… -dije para mí mismo, cuando pasé por la mesa algo llamó mi atención; se trataba de una bolsa de papel.
Me acerqué hasta la bolsa y sin dudarlo la abrí, no pude evitar que la sangre saliera de mi boca por la impresión, me avergoncé. –No sabía que Aizawa-kun gustara de esto… aunque… podríamos intentarlo…
Sonreí pícaramente, mi gatito es un pervertido… me gusta… dejé de lado mis pensamientos indecorosos y me dispuse a hacer la cena, tal vez podríamos utilizarlos más tarde. De nuevo se me vino aquel pensamiento, pero esta vez distinto, “El símbolo de paz es un pervertido” me sonrojé.
Sin más me puse a trabajar en la cena, cuando terminé y preparé la mesa, iba a ir a despertar al bello durmiente pero cuando entré a la sala él ya estaba despierto y sentado en el sofá mientras veía las noticias. Me volteó a ver y de inmediato desvió la mirada. A veces me preguntaba cómo es que a veces iba con toda la disposición y sin vergüenza alguna y en otras ocasiones era todo lo contrario, sin duda era un bipolar, Mi bipolar.
-Hola… -lo escuché decir bajito. Sonreí, me parecía tierno sus acciones.
-Preparé la cena, ¿tienes hambre?
-Si…
La cena pasó normalmente, sin interrupciones ni problemas, debía admitir, cuando Aizawa-kun está comiendo no conoce a nadie. De vez en cuando yo sacaba una que otra platica y él solo me asentía.
-Me voy a bañar. –me dijo mientras se levantaba de la silla y se encaminaba hacia el baño de nuestra habitación.
-Tal vez te caiga de sorpresa. –dije para mí mismo, aunque él no me escuchó. –Y así usemos los juguetes de la bolsa…