Heechul se acostó en su cama, se abrazó a su peluche favorito -un gato gigante llamado "Mr. Rosadito" el último regalo de su padre antes de morir- y suspiró. Estaba feliz de poder tener una vida tranquila y a decir verdad, estaba un poco emocionado ante la idea de ir al colegio. Antes tuvo que abandonar la escuela, pero no por la razón que todos creían, y ahora tenía la oportunidad de retomar sus estudios sin miedo a que alguien lo molestara.
— Heemin, soy Wookie ¿puedo pasar? — tocó un par de veces la puerta y esperó la respuesta.
— Claro Wookie. — se sienta en la cama siempre abrazando a su peluche.
Wook entró en la habitación llevando una cajita metálica en sus manos. — Heemin, quiero presentarte al chico que me gusta. — abre la cajita metálica que traía en sus manos y saca varias fotos. — Este es Yesung oppa, es el presidente del club de música. — Ryeowook le muestra una de las fotos donde se miraba a un muchacho tocando un piano, tenía los ojos cerrados y se podía ver que el chico disfrutaba la música. Pasa la foto y le muestra otra donde el mismo chico estaba de pie en un escenario, mirando hacia la audiencia.
— Es un chico bastante atractivo, y se ve que ama la música. — Heechul sonríe al ver al objeto de admiración de su primo, Wookie era todo ternura, pero a leguas se miraba que el tal Yesung era nada tierno, al contrario, se miraba medio emo o algo por el estilo.
— Es el muchacho más guapo de toda la escuela y su voz es realmente hermosa, desde el momento en que escuché su voz, me enamoré perdidamente de él, creo que fue amor a primera oída o algo así. — Ryeowook suspiró soñador.
— ¿Y alguna vez has intentado acercarte a él? ¿Le has dicho de tus sentimientos? — Heechul lo miró con un pequeño brillo de travesura en sus ojos.
— ¿Qué? ¿Confesarle mis sentimientos? Eso es imposible, él ni siquiera me determina. — Ryeowook hizo un tierno puchero.
— ¿Por qué no? Estoy seguro que también piensa que tu voz es hermosa, ayer me dejaste anonadado mientras cantabas en la pijamada. De niño tenías una linda voz, pero ahora ha madurado y no tengo que ser un experto para decirte que eres muy bueno.
Ryeowook negó con desesperanza. — Ojalá el me escuchara de la misma forma, pero cada vez que él está en la sala, me pongo tan nervioso que me es imposible cantar, simplemente me congelo y mi voz desaparece, ¡es horrible! ¡Soy un tonto! — Ryeowook tapó su rostro avergonzado.
— No eres un tonto, Wookie. — Heechul se acercó para abrazar a su pequeño primo.
— ¡Sí lo soy! Se supone que tengo una oportunidad para acercarme a él, pero me quedo como un tonto frente a la persona que me gusta.
— Ohhhh... Bueno, eso suele suceder, después de todo es el chico que te gusta, tienes miedo de no ser lo suficientemente bueno para impresionarlo.
— ¿Tú crees que es normal? — Ryeowook descubrió su rostro. — ¿A ti te pasó alguna vez?
Heechul negó. — No, nunca me ha pasado, pero nunca me ha gustado tanto alguien como para querer impresionarlo.
— ¿Ah no? — Wook se acomodó en la cama y miró a su primo con curiosidad.
— No, generalmente son los chicos los que se preocupaban por impresionarme, pero ninguno lograba deslumbrarme. — se encoge de hombros. — Aún sigo esperando a mi príncipe azul, aunque a decir verdad, no me gustan los príncipes, están realmente sobrevalorados.
— Entonces, ¿qué clase de hombre te gustan, Heemin? ¿Cuál es tu chico ideal?
— No tengo en sí un chico ideal, creo que eso es algo tonto. Encontrar a la persona indicada no es como ir al supermercado, no podemos idealizar algo, hacer una lista y esperar que aparezca alguien que cumpla con todos los requisitos. Es por eso que hay tantos divorcios hoy en día, y que los noviazgos duran tan poco. Yo simplemente le doy la oportunidad al chico que quiera salir conmigo, una cita es suficiente para saber si hay alguna chispa. A veces el amor nace así, con la persona que tiene menos requisitos de tu lista, y no puedes hacer nada para evitarlo.
— Pero ¿no hay ni una cosa que esperes de esa persona? Debe haber alguna forma en que sueñes al hombre de tu vida.
— Claro que tengo sueños, como dije, no me gustan los príncipes azules, antes soñaba con un hombre que sea valiente, fuerte, que tenga clase y estilo, pero ahora solo quiero alguien a quien que no le moleste caminar entre la gente y hacer locuras, pero lo principal de todo, es alguien que me vea a mí y solo a mí, que me ame aunque tenga un carácter endemoniado y que sea fiel. — Heechul frunció los labios al recordar su última relación.
— Entonces no importa quien sea, dices que puedes enamorarte de cualquier persona, ¿no? — mira un poco confundido a su primo.
— Tampoco así, aunque no tenga requisitos en pro, si tengo una lista de contras, hay ciertas cosas que no tolero en las personas, por ejemplo, yo simplemente no puedo estar con alguien que trate como menos a una persona que es de una clase social inferior a la suya, tampoco puedo estar con alguien que no ame a los animales, y definitivamente no puedo estar con alguien que crea que lo merece todo solo por el simple hecho de nacer dentro de una buena familia.
— Ya entiendo, o al menos eso creo. No importa la clase social, status económico, apariencia física, cociente intelectual o sentido del humor, siempre y cuando ame a los animales, te adore con locura y no sea un niñito mimado. — Ryeowook enumeró con sus dedos para que no se le escapara ni un solo punto.
— Bueno, hay un solo requisito en mi lista, el hombre de mis sueños tiene que ser muy, muy alto, con brazos fuertes que me abracen y me hagan sentir protegido. — Heechul cerró los ojos y se abrazó a sí mismo.
— ¿Cómo Siwon? — Siwon era el hombre más alto que Ryeowook había conocido, y como practicaba deportes, tenía brazos fuertes, además tenía un perro llamado Bugsy al que quería mucho y no era un chico antipático ni mucho menos estirado o clasista. — Creo que él podría encajar contigo.
Heechul dejó su mundo de fantasía y abrió los ojos de golpe. — ¿Siwon? ¿El gigantón idiota con complejo de Don Juan de Marco? — negó efusivamente. — Prefiero morir soltero y lleno de gatos antes de si quiero considerarlo una opción.
— Pero es muy guapo y es casi todo lo que tú quieres...
— Wookie, ¿es que acaso no me escuchaste? Dije que quería un chico fiel, maduro y buena persona en general. Él cree que por ser guapo todos los donceles caeremos rendidos a sus pies. — rueda los ojos al recordar la escena del beso. — Es tan molesto, no me agrada para nada.
— No lo sé, tú mismo dijiste que el amor puede nacer en cualquier lado y no se puede hacer nada para evitarlo, tal vez termines enamorándote de Siwon.
— ¡Ahhh! No lo digas, ¡no lo digas! — se lanzó a los postes de su cama y tocó varias veces dando pequeños golpes. — Toco madera, toco madera. Yo nunca, nunca podría enamorarme de Siwon.
— Mamá dice que no es bueno escupir al aire, porque te puede caer en el rostro. — Ryeowook disfrutaba de la reacción exagerada de su primo.
Heechul miró a su primo frunciendo el entrecejo. — Eres muy malo Ryeowook. ¿Acaso quieres echarme algún tipo de maldición o algo? No estoy escupiendo al aire, solo estoy seguro de lo que digo, entre ese gigantón idiota y yo, nunca va a pasar nada.
Después de esa conversación, Heechul y Ryeowook pasaron la mañana platicando sobre muchas cosas, pero principalmente sobre chicos, mientras Heechul decoraba los feos cuadernos que le habían dado para que tomara sus apuntes, quería al menos darles un poco de color para sentirse algo menos aburrido mientras los usaba.
El almuerzo llegó y como de costumbre en la familia, comieron todos en la mesa, esa era una nueva experiencia para Heechul, pues él estaba acostumbrado a comer en cualquier lugar, siempre y cuando tuviera tiempo.
Se sintió en familia por primera vez desde que tenía memoria. No recordaba haber tenido una comida en familia con sus padres, su mamá siempre lo llevaba de un lado a otro para que modelara y su padre trabajaba mucho.
Luego vivió solo con su tía, y no era que la tía Susy no lo amara o no cuidara de él, pero la ella se preocupaba más por mantener su carrera y su vida en orden, justo como su madre. Con ellas el sentimiento en familia estaba por todo el lugar.
Pero este sentimiento era diferente, era cálido y llenaba su pecho de alegría, poder estar todos reunidos, comiendo mientras platicaban y bromeaban unos con otro, era algo que Heechul decidió atesorar y disfrutar tanto tiempo como pudiera.
El almuerzo terminó, pero el sentimiento de estar en su hogar mantuvo en el pecho de Heechul. Subió corriendo a su habitación para ir por sus cosas, tomó sus cuadernos y algunos lapiceros de colores. Por alguna razón amaba los lapiceros y lápices, los tenía en muchos estilos y colores, era dueño de una hermosa colección de trescientos cuarenta y tres lapiceros y doscientos cincuenta y cuatro lápices.
Bajó nuevamente a la sala y justo cuando estaba pisando el último escalón, escuchó el timbre, su estómago dio un salto, su tortura estaba a punto de comenzar.
“Que sea guapo, por favor, que sea guapo”.
Heechul cerró sus ojos deseando que su tutor fuera muy apuesto y poder distraerse mientras recibía las clases, o realmente podría morir de aburrimiento.
Fue Key quien se encargó de abrir la puerta. — Hola, Leeteuk, te estábamos esperando, pasa adelante, perdón por hacerte venir en vacaciones, pero es una situación especial.
El joven entró en la sala y saludó al hombre mayor con un beso en la mejilla. — Buenos días, Key, no se preocupe por nada, el director me explicó todo y estoy más que feliz de poder ayudarles, además puedo aprovechar y ver a mis pequeños patitos, y también podría conseguir un poco de sus deliciosos pasteles, a mamá se le ha dado por cocinar y créame que aún no le sale muy bien.
Heechul había mantenido los ojos cerrados todo el tiempo, pero escuchar una voz más aguda que característico tono grave y profundo de las voces varoniles lo descolocó y abrió los ojos, encontrándose con un bonito muchacho de su edad, a leguas se notaba que era un doncel como él. Hizo un puchero y suspiró derrotado.
— Al menos es bonito. — Heechul se acercó al muchacho y sonrió extendiendo su mano. — Kim Heechul, la situación especial, y tú eres mi tutor, Leeteuk, ¿no?
Leeteuk miró fijamente a Heechul, su primer pensamiento fue que estaba un poco confundido, el nombre y la voz eran masculinos, pero su apariencia era completamente femenina, sin duda era un muy andrógino, su segundo pensamiento es que le parecía conocido, solo que no sabía decir donde lo había visto antes.
— Espera, dijiste que al menos era bonito, ¿a qué te refieres con eso? — Leeteuk frunció el ceño, el chico era un poco raro.
— Oh bueno, yo realmente esperaba un tutor muy guapo para no aburrirme con las clases. No te ofendas, no eres tú, soy yo, las cosas de la escuela me parecen muy aburridas en general. — Heechul sonrió. — No eres el tutor mega masculino que esperaba, pero eres un doncel muy bonito.
— Ohhhh… El director me dijo que ibas un poco atrasado por eso quería que te nivelara un poco para que pudieras entrar en el mismo grado que Kangin y Ryeowook. No será ningún problema para mí, porque voy un año arriba de los chicos. — cambió completamente de tema, el chico realmente era raro y muy confiado.
— No seas tan formal, no estamos en la escuela, así que puedes llamarme Jonghyun sin ningún problema. — Jonghyun entró a la sala y le sonrió al recién llegado. — Como ya hicieron las presentaciones, podemos pasar a la biblioteca, creo que allí podrán estudiar con tranquilidad.
Los tres se dirigieron hacia la biblioteca. Heechul no había estado en la habitación, así que cuando entró se quedó asombrado, era el espacio más grande de toda la casa. Las paredes estaban llenas de estantes de libros, en el centro de la habitación había un escritorio y varios sillones, frente al escritorio, había una pizarra blanca, con tres marcadores y un borrador, supuso que su tío la había puesto ahí para sus clases. Era la biblioteca más bonita que había visto.
“Es la única biblioteca que has visto, punto”.
Heechul ignoró su propio pensamiento y se adentró en el lugar, él amaba leer novelas, pero realmente nunca había tocado un libro con el fin de llenarse de conocimiento, su lectura estaba más dirigida a las novelas románticas.
— De verdad que es muy bonito, al menos tenemos un buen ambiente. — Heechul dejó sus cosas en el escritorio y se sentó en la silla giratoria.
— Bonito y libre de distracciones. — Jonghyun sonrió a su sobrino y caminó hacia la puerta. — También es un espacio completamente insonorizado. Buena suerte chicos. — salió de la biblioteca rezando por que Leeteuk le tuviera un poco de paciencia a su sobrino.
— Entonces Heechul, lo primero que debemos descubrir cuanto sabes. — Leeteuk dejó su mochila también en el escritorio y sacó un libro de matemáticas. — Veamos… — hojeó el libro hasta que encontró un tema que consideraba el chico debía saber. — ¿Sabes lo que es un binomio?
— ¿Un binomio? — Heechul asintió, tomó su cuaderno y lo abrió en la segunda página. — Son esas cosas que los espías usan para mirar desde lejos. — con sus manos formó dos círculos y los llevó a sus ojos simulando que estaba viendo a lo lejos.
Leeteuk casi cae de espaldas por la respuesta recibida. — Esos se llaman binoculares, no binomios. — Soltó un suspiro y tomó uno de los marcadores, esta sería una dura tarea. — Un binomio es una expresión algebraica que se compone de dos términos donde se enla…
Heechul se quedó viendo la pizarra donde Leeteuk estaba escribiendo, quiso poner atención, de verdad lo intentó, pero a mitad de la explicación, su mente se fue completamente a la deriva.