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Despues del Eclipse por _NEKO_

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Notas del capitulo:

Al Fin escribire algo aqui siiiii
Quiero dedicar este espacio para uno de mis lectores favorito, Tonny19

Sin ti esta actualizacion no habria llegado cariño <3 mil gracias por seguir atento a este pequeño y poco popupar fic, te ami mil

Ese día amaneció extrañamente nublado, Steve se despertó temprano y solo pudo dirigir su mirada hacia su pecho en donde se encontraba Tony dormido aun, parecía que se había cansado bastante y una parte de ello lo hacía sentirse culpable, ya se lo agradecería de una forma especial, se sentía como si al estar con él pudiera estar en paz, y no podía negarlo, le gustaba, le gustaba Tony, poco a poco se comenzaba a enamorar de él, pero cuál era la razón, ¿Porque él era la diferencia?

Regreso en si cuando pudo observar que su teléfono estaba iluminado, lo tomo para ver algo que quizá no hubiese deseado en ese momento, tenía un mensaje que decía “Estoy afuera de tu departamento, podemos hablar por favor”, proveniente de su novia, sintió un escalofrió recorrer su espalda, suspiro y se apartó un poco Tony sosteniéndolo para que no se despertara y dejándolo suavemente en la almohada, solo con un pantalón deportivo y los vendajes de las heridas salió para atender a la chica, Tony había despertado en el momento en el que el rubio atravesó el marco de la puerta, y aun adormilado se sentó en la cama para despertar poco a poco y alcanzar a Steve.

 

-Y bien, ¿Puedo pasar al menos? – pregunto una hermosa chica pelirroja quien entro al apartamento recibir una respuesta positiva a su pregunta, -Sabes porque estoy aquí no, que es lo que está pasando Steve, desde hace semanas estas extraño, estas distante, me dejaste plantada, jamás habías hecho eso, no contestas mis llamadas o mis mensajes, puedo ver claramente que estas herido, pero eso me hace preocuparme aún más-

 

-Perdona, sinceramente el trabajo me ha dejado sin energías y no quiero causarte un mal momento, estoy en un caso muy peligroso y tampoco quiero que nos vean juntos, aun si me infiltro y me disfrazo no quiero que me vean contigo– le estaba mintiendo…pero, el jamás mentía, no podía, por la misma razón no era quien interrogaba, no podía mentir, pero lo estaba haciendo…

 

Tony se levantó con un poco de frio y tomando un abrigo de Steve para ponérselo como si este lo abrazara salió del dormitorio para buscar al rubio, comenzó a caminar hasta que pudo escuchar la voz del capitán, fue un poco más a prisa, comenzó a pensar que era lo que desayunarían

-Señor Rogers, que es lo que le…- no termino de decir cuando sintió la mirada de otra persona en ese lugar, unos ojos color esmeralda en los cuales se podía ver sospecha

 

-¿Y bien…? Esto como se puede explicar– le pregunto al capitán quien simplemente se quedó sin nada más que decir sintiendo la mirada de su chica ya que esta lo había abrazado para darle un beso el cual Tony pudo ver prácticamente a detalle

 

-Ohhh, usted debe de ser la novia de Steven, yo soy su compañero de departamento, disculpen las molestias estaba por retirarme, creí que desearía desayunar algo pero preferiría no ser un estorbo– se dio media vuelta para regresar al dormitorio, en la cama aun distendida solo se quitó el abrigo y lo dejo por allí, tomo uno de sus trajes para arreglarse, con el pensamiento en blanco, no tenía nada más que pensar o algo así

 

-Recuerdas que necesitaba un poco de dinero, pues el anuncio que publique dio resultado y estamos compartiendo el departamento por el momento– eso era verdad, pero, se estaba escudando en una verdad que le comenzó a calar un poco

 

-Bien ya que estoy aquí te parece si desayunamos juntos, al menos permíteme eso, después de tanto tiempo de no ver a mi hombre me gustaría compartir un agradable desayuno con el- ofreció con una cálida sonrisa a la cual Steve acepto con una cierta duda en el rostro y tomado de la mano de la pelirroja fueron hasta la cocina para preparar algo, el clima estaba frio, había un poco de viento y el cielo estaba nublado pero no parecía que lloviera

 

Ya con su traje se dio una última mirada al espejo y salió del lugar, paso por una de las entradas que daban al comedor por uno de los pasillos y vio a los dos, solo les dirigió una mirada y paso de largo sin despedirse para salir sin decir nada más, Steve escucho la puerta principal y casi como si tuviera grilletes en los pies atado a esa silla, quería ir, no estaba bien, pero porque maldita sea, estaba con su chica, tenían dos años de relación, porque ahora todo parecía no estar bien, al parpadear estaba bien y después quería salir corriendo detrás de Tony, pero lo que más le preocupo fue lo que paso en su misión anterior y lo que escucho hablar sobre los Stark, él estaba en peligro, Tony mismo se lo había confesado, no podía decirle adiós a Peggy, era cierto que estaba siendo grosero con ella, pero ahora las cosas eran diferentes

 

Tony caminaba por una de las calles principales de la ciudad, tenía las manos en los bolsillos y sin inmutarse veía las tiendas, los escaparates, todo lo que estaba cerca, quería comprar muchas cosas, pero todo comenzaba a ser con intención de llevarlo con Steve, compartirlo con Steve, apenas había pasado casi un jodido mes y estaba postrado ante ese malito militar como si fuera una infección o algo así, con su sonrisa perfecta, sus cuerpo ardiente, educado, atento, por ese infeliz que comenzaba a hacerlo sentir feliz y sabía que estaba mal porque ahora el único lastimado era él.

 

Steve buscaba la excusa perfecta para poder terminar ese desayuno lo más pronto posible, debía de llamarle a Tony, su conciencia casi se lo exigía, hasta que su teléfono volvió a sonar, era una alarma que le indicaba ir al entrenamiento especial, pero era claro que ese día no iba a poder asistir en sus condiciones

-Perdóname cariño, debo atender esta llamada– se levantó y como si fuese uno de los mejores actores del mundo salió unos segundos del comedor buscando la expresión perfecta, regreso con una mirada un tanto fría haciendo que obviamente se preocupara la chica -Me acaban de llamar de la base, es urgente que vaya puesto que hay una amenaza, prometo compensártelo– le dijo con una mirada un tanto torcida para hacer juego con la expresión logrando que su novia le creyera totalmente

 

-Cuídate mucho entendido, estaré esperando tu llamada, más te vale que te vea pronto tonto– se acercó a él con intención de darle un beso pero Steve se giró “accidentalmente” logrando que ese beso solo fuera en la mejilla-

 

-Te lo prometo, mándame un mensaje cuando este bien en tu casa desacuerdo!– y acompaño a su “chica” a la salida principal la cual se despidió cálidamente de él, pero claramente ya no hacía que sus emociones explotaran, ya no más, cerro al puerta y fue lo más pronto posible para ponerse solo unos jeans, una camisa blanca y una chaqueta de piel negra, pudo sentir que el aire estaba muy fresco y fue cuando recordó que Tony solo llevaba puesto un traje sencillo por lo que tomo un abrigo largo (gabardina) para cuando lo encontrara.

 

Tony caminaba por las calles de la ciudad bajo ese nublado cielo, a donde iba, que haría, pero la principal cuestión era, porque se sentía así, porque se sentía molesto, solo había visto a Steve besar a su novia, no era nada mas allá, pero algo en su pecho le calaba, tal como si estuvieran clavando una aguja en un muñeco voodoo de él, sabia lo impredecible que era y quedarse allí viendo como esa mujer estaba al lado del rubio hacia que su estómago generara un vacío, porque maldita sea se sentía así, es cierto que había pasado poco tiempo compartiendo el mismo departamento que el rubio, pero al estar en sus brazos sentía como si fuesen años, como si ese fuera su lugar y fue cuando una fuerte ráfaga de viento frio lo envolvió generando escalofríos en todo su cuerpo, por la prisa de seguir viendo como esa arpía besaba a Steve no pudo ni siquiera tomar un abrigo, pero si a él se le antojaba podría comprar uno nuevo, o la misma tienda, pero sabía que no podía hacer transacciones muy altas y al revisar si llevaba su billetera solo se dio cuenta que llevaba apenas $50 dólares nada más, se detuvo presa del frio y pudo ver en la calle de entrante un café rustico, se veía bastante acogedor y era lo contrario a lo que el acostumbraba pero aun así debía resguardarse un poco, más aun al ver que se acercaba una tormenta.

Entro en el lugar y fue atentado por un joven bastante guapo con una cálida sonrisa, de tez clara pero de cabello negro puro y brillante

 

-Bienvenido, por dios pero sí parece que te congelas, acompáñame por favor– fue al lado del moreno quien se abrazaba por el frio de aquellas ventiscas, lo guio hasta unas mesas bastante adorables, con toques renacentistas, parecía un café de cuento de hadas por dentro, y al estar cerca de una espaciosa y agradable chimenea por fin sintió como iba recuperando temperatura

 

-Muchas gracias por el lugar, era totalmente lo que necesitaba, podrías traerme por favor la especialidad de la casa, te lo agradecería mucho– pidió de forma amable, el chico era muy atractivo, no podía portarse de otra forma, y aunque no quisiera, había logrado sacar esa imagen de Steve con su novia de su mente para cambiarla por esa sonrisa tan galante

 

El azabache asintió y salió del lugar dejando a Tony solo, mientras que seguía calentando un poco su cuerpo giro su mirada hacia las demás mesas dándose cuenta que estaba un poco solo, más que él, veía las mesas acomodadas perfectamente, parecían estar talladas a mano, el lugar era como una de esos salones de casas adineradas en tiempo del renacimiento, era un lugar muy agradable, pero porque estaría solo, sumido en sus pensamientos observo que en un estante cerca de él había una gran multitud de libros, obras, poesías, todo tipo de cosas para leer mientras se disfruta de un delicioso café, tomo uno de ellos siendo lo que parecía un libro de bocetos y escritos a mano, lo tomo y regreso a su lugar, comenzó a hojear doradas paginas hasta ver una letra bastante familiar, y no era obstante, al final de aquel escrito que parecía no estar terminado estaba firmado.

 

“Un solo intento basta en este momento

para poder saber

si aun nos queda tiempo para estar en medio

de lo que va a suceder

 

Conmigo no hay peligro ven te necesito

la distancia no es

motivo del olvido aqui estoy yo contigo

y para siempre yo estare”

 

S. Grant R.

 

-Parece que encontraste el diario anónimo, antes este era un lugar donde venían muchas personas quienes tenían historias un tanto peculiares, ese libro existe desde hace más de 30 años desde que mi familia abrió el lugar, y cada vez que alguien tiene algo que decir, o más bien escribir, puede hacerlo para que los demás visitantes que lo lean se den cuenta que todos tenemos cosas ocultas que necesitamos de externar y firmarlo no con tu nombre directo, pero si una pista, el destino puede ser muy extraño a veces sabes– dejo el café amablemente a Tony junto a una rebanada de pastel que parcia recién hecho y una pluma de tinta china si es que quería escribir algo en aquel libro

 

Tony dio un pequeño sorbo a su café sintiendo un delicioso sabor a vainilla junto a la cafeína casi exquisita, eran granos puros y él podía saberlo fácilmente junto a pequeños malvaviscos que flotaban en él, probo el pastel siendo un sencillo pastel de chocolate con fresas, pero tal como lo vio estaba recién hecho y parecía como si el pan se derritiera en tu boca de lo delicioso que estaba, suspiro al sentir aquel sabor, pudo recordar esa sensación cuando tuvo su primer beso, pero después de haber tenido un trágico final con esa relación juro olvidar todo lo posible, además de que en ese entonces era ciego, así que sería más fácil, no recordaría rostros, menos voces que con el tiempo cambiarían y terminarían convirtiéndose en ecos del pasado, y solo eso, aunque nunca había vuelto a sentir y recordar aquel momento regresando como un flechazo la escena de Steve con su novia, tomo la pluma allí mismo continuo el texto que había leído completando lo que parecía una canción.

 

Steve corría por todos lados, sentía como si el alma lo había abandonado totalmente, no había rastros de Tony y no era para menos, sabía que había personas detrás de el y era un peso fuerte que no podía dejarlo tranquilo, apretó el abrigo que llevaba del moreno pero se desestabilizo al escuchar un potente rugido del cielo seguido por un rayo que ilumino todo encima en el manto celeste, aunque fuese apenas la tarde, era claro que se acercaba una tormenta, pero lo importante era saber dónde estaba Tony, una vez el aliento comenzó a fallarle se detuvo y recargo sus palmas en las rodillas, pero allí en su mente se plasmó una pregunta clave, que es lo que había, o mejor dicho que estaba pasando con él, había mucho tiempo que no se sentía así, como si tuviera un hilo atado a Tony, pero eso no le importaba en lo mínimo, mucho menos la tormenta que parecía acercarse, su madre siempre le dijo que hiciera caso de  su intuición y hasta ahora eso no le había fallado en lo más mínimo, y si el instinto le decía que siguiera adelante, lo haría ciegamente, siguió buscando hasta que después de casi dos horas recorriendo las calles cerca pudo ver a Tony caminar hacia un pequeño parque, la lluvia aun no caía pero era como si el cielo estuviera manteniendo a todos en suspenso, corrió lo más rápido que pudo hasta llegar al moreno y sin importarle lo mas mínimo lo abrazo por la espalda.

 

-Oye, suéltame, ¡auxilio!, intentan asaltarme– grito el moreno al sentir el agarre alarmando a todos a su alrededor

 

-Me tenías jodidamente preocupado, porque te fuiste así – le reclamo el capitán con un deje de enojo y felicidad al mismo tiempo

 

-No me gusta ser un mal tercio sabes, y era claro que yo no debía de estar allí – tembló un poco ya que recién había salido de aquel café, al cual regresaría las veces que pudiera y aun cuando aquel misterioso chico le ofreció su propio abrigo, pero lo rechazo

 

Steve al escuchar aquello solo pudo apretar más el abrazo un poco más hasta que la espalda de Tony se pegara totalmente a sus pectorales, Tony simplemente no pudo evitarlo, no pudo si quiera detenerlo o pensarlo, cerrar los ojos y soltar un suspiro desde lo más profundo de su pecho, se sentía tan jodidamente bien estar en los brazos de ese maldito y endemoniadamente sexy rubio

 

-De ser así me hubieras dicho para que ella fuese quien se fuera y no tu– y tal como vomito verbal Steve hablo sin siquiera pensar en lo más mínimo, pero era la verdad, una verdad que estaba comenzando a convertirse en una alma en pena rondando su mente hasta lo más profundo de su pecho -Por ahora es mejor que regresemos porque está a punto de caerse el cielo-

 

Comenzaron a caminar de regreso rompiendo ese abrazo que Tony hubiese deseado que durara por siempre, más aun por lo que había dicho el rubio “para que se fuera ella y no tu”, sintió un vuelco en el corazón, se sentía feliz, era claro que se lo había dicho a él, más aun al sentir como Steve le colocaba una gabardina que había llevado para el a causa del frio cuando lo encontrara, ¿Era buena idea seguir adelante con aquello que estaba sintiendo?

 

******Mientras tanto*****

 

-No lo sé Pepper, crees que ya sea buena idea el darle todo esto a Steve, después de lo que paso con su padre y las terapias que lo forzó a llevar no sé si este preparado ya– hablaba un hombre moreno con un traje de militar sentado en un lujoso restaurant en las Bahamas frente a una hermosa rubia

 

-Creo que ahora más que nunca lo necesita, después de que Tony recupero la vista es más que su derecho, yo me encargare de hablar con él y darle esto, es lo único que no desapareció, aunque digamos que Tony jamás se enteró que existía– dijo sintiéndose complacida mientras tenía una foto de ellos en la preparatoria cuando recién conocieron a Steve -Si no lo hacemos ahora que pude contactarte no sé cuánto tiempo más tengas después de tu siguiente misión

 

El  moreno piloto apodado como Halcón sostuvo una pequeña caja en donde había un sinfín de cartas -No fue fácil el estar ocultando esto del grandote, hasta yo sentía dolor de ver como terminaba al no saber ya nada y peor aun cuando regresaba de ese maldito psiquiatra, espero y su padre se esté retorciendo en el infierno al cual iré yo– bajo la mirada al sentir ese flashback de cuando Steve y el estuvieron juntos en la militar

 

-No es necesario que te auto castigues, el padre de Steve te pago y tu necesitabas ese dinero, así que basta de eso, es mejor que resolvamos esto lo antes posible, partiremos a los dos días después de que te liberen de esta misión, ¿Entendió?– Pregunto y solo recibió el clásico saludo militar de Sam actual piloto maestro de las fuerzas armadas como señal de aprobación

 


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