Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siempre Juntos por Shizuka Tenoh

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hoolaaa a todos, lamento la demora, pero problemas con mi pc, me impidieron hacerlo ayer.

Mañana intentare subir otro a modo de compensación...

Personalmente este cap me gusta mucho... no todo puede ser miel sobre hojuelas y a pesar de que queria un conflicto algo mas duradero, mis dedos ni caso me hacen!! >.< Ellos solo escriben por cuenta propia...

Bueno, no los demoro mas, que disfruten su lectura!

 

Capitulo 19: Alemania

No se veían luces encendidas en la segunda planta de la casa cuando bajó del auto y le dijo al chofer que esperara a unas manzanas de distancia, por lo que sacó sus llaves y entró. Revisando cada una de las habitaciones se dio cuenta que la casa estaba vacía y la frustración amenazó con derribarlo, pero aun no podía darse por vencido.

Sacó su teléfono al tiempo que se paseaba como león enjaulado por la habitación de su novio, rogando a los dioses que le contestara cuando, para su sorpresa, sintió unas llaves en la entrada. Se apresuró por la escalera, llegando abajo al mismo tiempo que Tezuka abría la puerta.

- ¿Se puede saber dónde estabas? – preguntó Atobe mas brusco de lo que pretendía deteniéndose frente a él.

Sin decir una palabra o dar muestra alguna de sorpresa por verlo ahí, el chico de lentes se quitó los zapatos, paso por su lado y subió a su cuarto.

- ¿Kunimitsu? – preguntó antes de que desapareciera en el segundo piso.

Fue tal su asombro por la actitud de su novio, que no supo si seguirlo, esperarlo o simplemente irse, pero el chico regresó al cabo de unos minutos vistiendo unos jeans oscuros y una camiseta blanca, dejando al pobre de Atobe con la mente en blanco por lo bien que se veía. Los recuerdos de la noche anterior y de esa misma mañana llenaron su embotada cabeza con imágenes muy vividas que enviaban escalofríos por su espalda. Le tomo unos segundos darse cuenta de que Tezuka le había preguntado algo.

- ¿Qué?-

- ¿Qué haces aquí? – repitió con tono cansado

- ¿Qué hago…? – Preguntó sin dar crédito a lo que oía – Vine a buscarte.

- Bueno, ya me encontraste – contesto dándose la vuelta y caminando hacia la cocina.

- Eso es obvio, pero… - dijo sin poder salir de su aturdimiento por el tono que estaba utilizando su novio y caminando tras él–Kunimitsu, necesito que me acompañes. Yuriko no esta bien y…

- Si tu prometida no se encuentra bien, deberías volver y acompañarla. – lo atajó

- No digas eso – protestó de pie en la entrada de la cocina - Vine aquí para explicarte…

- No hay nada que explicar – sentenció el joven apoyándose en la encimera a su espalda y cruzando los brazos sobre el pecho.

- ¡Claro que sí lo hay! – Exclamó levantando la voz sin notarlo – Necesito que escuches lo que…

- Viniste aquí para consolarme – Dijo mirándolo fijamente, sin alterar su voz pero con una frialdad que no le había escuchado en mucho tiempo.

- Eso no es… 

- Viniste aquí pensando que estaría desolado – continuó sin hacerle caso.

- Kunimitsu, te equivocas…

- Viniste aquí a explicarme por qué no fuiste capaz de darme la cara. De enfrentar la verdad y decirme que me enviarías lejos.

- ¡Para, por favor! – Pidió dando un paso hacia él con las manos alzadas.

- Viniste aquí a pedirme que entienda tus verdaderas intenciones – Siguió hablando a la vez que se enderezaba  y avanzaba despacio a su encuentro – Porque nunca quisiste dañarme, ¿verdad?

- No sigas, por favor… - la angustia que se filtraba en su voz comenzaba a oprimirle el pecho.

- Se a que viniste Keigo – dijo deteniéndose a un paso de distancia – lo que no entiendo es ¿qué te hizo pensar que yo quería verte?

- Yo… -

Era la primera vez que se enfrentaba de verdad a un Tezuka enojado, (pues se notaba que lo estaba),  y se había quedado con las palabras atoradas en la garganta. Quería decir mil cosas y no era capaz de articular sonido alguno.

- ¿Por qué no me lo dijiste? – demandó con el mismo tono frio.

Se quedo en silencio por un momento, pensando en la mejor manera de explicar lo que quiso hacer, sin llamar aun más la atención de esa frialdad e intentando no pensar en la chica que estaba inconsciente en su casa.

- Cuando le entregué los documentos al entrenador Sakaki, jamás se me paso por la mente que llegaría el día en que estaríamos juntos. Lo hice con la intención de reparar el daño que te había causado, pero también por este amor que siento por ti y que nunca creí poder confesarte. Pensé… - se detuvo buscando las palabras pero Tezuka habló primero.

- En cuanto me dijeron que la entrenadora quería verme, supe que algo pasaba – Estaban lo bastante cerca como para sentir el calor de su cuerpo, pero lo único que podía sentir era hostilidad viniendo de su novio, una que lo mantenía clavado al piso, por lo que dejó que continuara – Y solo hizo falta que mencionara la dichosa clínica para saber que ese algo tenía que ver contigo… para tener la certeza, de que estabas detrás de todo eso.

- Yo… solo quería… - no era capaz de mirarlo a los ojos, y las malditas palabras se negaban a salir.

- ¿De verdad creíste que no me daría cuenta? – cerró la distancia y le tomó las manos. Él lo miró - ¿Creíste en serio que soy tan frío como para separarme de ti solo por esto?

- Kunimitsu, yo… -

- Ya hemos hablado de esto, Keigo… nos llevo más de un año estar juntos- habló con cansancio -  Sé que te culpas por mi lesión, pero te equivocas. Jugué contra ti hasta el extremo porque así lo quise. Y lo de Alemania… - suspiró arrugando levemente el ceño – Solo puedo estar agradecido contigo. Entiendo que debió ser difícil para ti hacer todo esto y mantenerlo después de confesarnos.

- Pero, estabas enojado… - lo miró con sorpresa

- Estoy enojado… – sonrió arrogante – pero quería verte y ver tu reacción. Darte la oportunidad de explicarme, porque por lo visto, para esto sí te falto valor.

- Lo siento, de verdad – dijo bajando la mirada, pero Tezuka le tomo del mentón para alzar su rostro y antes de poder decir nada mas, un beso suave y dulce se posó en sus labios.

- Te amo, Kei – susurró contra su boca – Nada de lo que hagas cambiará eso.

- Te amo – respondió y volvió a besarlo.

Se quedaron abrazados y en silencio, sintiéndose mutuamente, hasta que notó las manos de Tezuka en su espalda, subiendo y bajando lentamente, entonces fue consciente de los labios que besaban su cuello y la suave respiración que lanzaba pequeñas corrientes eléctricas a su entrepierna. Había estado tan preocupado pensando que todo acabaría cuando descubriera lo de Alemania, que no se le pasó por la mente que hace menos de un día su relación había cambiado, dando paso al deseo carnal.

Las manos de su novio subieron por su pecho y la poca cordura que comenzaba a dejarlo le hizo esforzarse por hablar.

- Kunimitsu, necesito regresar a la mansión… - Las manos se detuvieron al instante  pero antes de que pudiera alejarse de nuevo lo abrazó y continuó – quiero que me acompañes.

- Keigo… no sé si sea buena idea… -

- Yuriko está enferma – explicó – cuando salí para verte seguía dormida, pero quiero estar ahí cuando despierte.

- ¿Qué pasó? – preguntó alarmado, mirándolo con el ceño fruncido.

- Te lo explicaré en el camino, pero debemos irnos ahora – le pidió

- De acuerdo – aceptó – iré por una chaqueta.

- Podrías llevar tus cosas para mañana… - dijo casi en un murmullo algo ruborizado.

- Aun no es tan tarde como para volver a casa luego… - respondió deteniéndose en la puerta de la cocina, con una sonrisa oculta en el rostro.

- Puedes… pasar la noche – no tenia valor para mirarlo. Su cara se ponía cada vez más roja, algo nada normal en él – ya sabes… quedarte conmigo…

- Si eso es lo que quieres… - dijo con una nota divertida en la voz y no pudo evitar buscar sus ojos. Estaba sonriendo y tenía una mano alzada hacia él.

- Es lo que mas deseo – se acercó tomando su mano y la besó en la palma.

Tezuka lo observó por unos segundos, pasó una mano por su cintura apegándolo a él, y la otra en la nuca para acercar los labios a su oído y susurrarle seductoramente:

- Luego no te quejes si te cobro la palabra –

Atobe sintió la lengua de su chico en el lóbulo de la oreja, y se le erizó por completo la piel, anticipando sus labios en el cuello… pero Tezuka ya no estaba ahí…

- Dame unos minutos para preparar mis cosas.

- Te espero aquí – dijo pero antes de salir de la cocina lo llamo – Kunimitsu, Lo siento.

El chico lo miró extrañado pero no dijo nada, solo esperó a que continuara y así lo hizo.

- Yo… de verdad, nunca pensé que estaríamos juntos cuando supieras lo de Alemania. Solo quería ayudarte. No soportaba la idea de saber que tenía los medios para ayudarte y no hacerlo.

- Gracias, Kei – fue todo lo que dijo y luego de darle un casto beso en la mejilla se fue a su cuarto para arreglar su bolso.

 

Al menos, lo peor ya había pasado. Se reprochó mentalmente por haber sido tan estúpido y cobarde, y más aun por no confiar en su novio. Porque el chico tenía razón; habían pasado demasiado tiempo conteniendo sus sentimientos como para tirar todo por la borda justo ahora. La clínica en Alemania era la mejor del mundo, no tardaría en recuperarse. Además, y para fortuna de ambos, contaba con los medios para que esa separación no fuera tan extrema. No seria difícil encontrar un momento para viajar y acompañarlo. 

 

Notas finales:

Y llegamos hasta aqui por hoy...

Proximo capi: Sospechas!

Un interesante conversacion con el mayordomo de Atobe, le dara indicios a Tezuka de lo que ha hecho su novio en el pasado año de silencio emocional...

Nos leemos!! y por favor, dejen sus opiniones... buenas o malas, pero comenten pleaseee!!

 

Cariños, 

 

Shizu.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).