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Lo que vio... por Ckonny Nickole

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Naruto creía haber descubierto un secreto inquietante.

Nunca antes había visto a su primo Menma tan concentrado en su vida como en ese momento.

Naruto no entendía qué tenía de malo Charasuke en la cara para que su primo lo estuviese mirando de esa manera tan intensa en secreto cada vez que se reunían a pasar el rato.

Y es que eso no era lo único extraño que había notado en Menma. La reciente cercanía entre su primo y el de Sasuke era casi preocupante, sobre todo cuando Charasuke le sonreía a Menma de vez en cuando de una manera juguetona que solo creía que hacía con las chicas con las que coqueteaba. 

Menma se había vuelto tan misterioso y discreto en sus asuntos que a Naruto le impresionaba haberlo descubierto con la mirada fija en la boca de Charasuke cuya lengua salía de vez en cuando para saborear el helado que sostenía en su mano derecha.

Esa mirada de ojos azules siempre sombría y desinteresada brillaba con intensidad cada vez que la paleta helada entraba casi por completo en la cavidad bucal de Charasuke. Ahí es cuando Naruto se preocupaba de que Menma tuviese alguna infección a la garganta porque parecía que estaba acumulando saliva demasiado rápido haciéndole tragar duro.

— ¿Qué miras tanto? —Reconoció el tono enojado de Sasuke en su pregunta.

—A Menma, ‘ttebayo —Respondió de inmediato dejando de lado la observación a su primo para concentrarse en el chico que le gustaba sentado a su lado y con el cual acababa de iniciar una relación hace días.

—Hm —A Sasuke no pareció convencerle su respuesta sincera— ¿Seguro que no es a Charasuke a quien miras?

Naruto sonrió de inmediato al notar los celos entre líneas haciendo que el moreno se sonrojara por sentirse expuesto.

—Tsk. Olvídalo.

—Sasuke —Lo llamó tomándole del brazo para impedir que se levantara del sofá en el que estaban sentados a metros de sus primos que decidieron irse al comedor de la cocina abierta de la casa de Charasuke.

—Cállate, no digas nada.

Pero por supuesto que iba a sí iba a decir algo— El único que me gusta eres tú, ‘ttebayo.

—Te dije que te callaras, maldición —Replicó el Uchiha frustrado.

Supo que la vergüenza de Sasuke era mayor a su enojo porque este no impedía el agarre que ponía en su brazo, el cual suavizó. Su mano se deslizó desde el codo hasta los dedos que acarició sutilmente antes de entrelazarlos con los suyos en una caricia reconfortante que su novio permitió sin chistar.

Ah, sentía una dicha cada vez que acariciaba alguna parte de Sasuke después de haberlo estado esperando por tanto tiempo. Aún no entendía como ambos podían pasar del caos a la tranquilidad de un momento a otro producto de sus personalidades tan diferentes pero compatibles entre sí.

—Sasuke —Tenía toda la intensión de disipar cualquier rastro de enojo que quedara en esa cabecita complicada del Uchiha pero apenas había abierto la boca para hablar un fuerte golpe proveniente de la mesa de la cocina llamó su atención.

En ese instante Menma se levantó de la silla del comedor para ir hacia la puerta de entrada con los puños apretados dando un portazo que remeció el cuadro colgado al lado de la puerta al salir. Charasuke había dejado de comer su helado y ahora se relamía las gotas que habían ensuciado sus dedos sin inmutarse por la reacción el otro.

¿Qué había pasado ahí?

La sonrisa que dibujaron los labios del moreno segundos después le dieron la sensación de haberse perdido de algo grande.

Sasuke decidió en ese momento que ya era hora de irse por lo que no tuvo la oportunidad de averiguar qué había pasado allí exactamente.

Como él no era la clase de persona que le gustaba darle muchas vueltas a los asuntos, decidió ignorarlo por el momento.

— ¿Necesitas ayuda con la mudanza? —Preguntó Sasuke al salir del departamento de Charasuke.

Animado por la oscuridad en las calles buscó la mano del Uchiha para tomarla discretamente antes de responderle.

— ¡Ya casi acabamos ‘ttebayo! —Respondió recordando que llevaba un par de días empacando sus pertenencias.

Naruto agradecía que sus padres siempre le dieran su apoyo incondicional en cualquier cosa, de lo contrario no habría sido fácil encontrar un departamento que estuviera cerca de la universidad, y al mismo tiempo, cerca de su novio.

—Charasuke mencionó algo de que Menma viviría contigo.

Ups.

—Pues…—Dudó un poco en continuar con lo que iba a decir. Sobre todo porque Sasuke comenzaba a apretarle la mano— Él fue quien encontró el lugar y a mi madre le gustó la idea de que no viviera solo aun ¡Dijo que  podría quemar la casa si nadie me supervisaba!

No necesitaba el silencio de Sasuke para saber que a este no le agradaba mucho la idea de tener a alguien más con quien compartiera espacio ahora que por fin podían estar juntos todo lo que quisieran.

Demonios, no quería volver a esos días en los que solo podía compartir con Sasuke por medio de una pantalla de celular dado a la distancia entre ambos.

—Pero —Se atrevió a añadir — Si quieres ir a quedarte un día de estos, puedo sobornarlo para que nos deje a solas ‘ttebayo. De seguro no le molestaría quedarse con Charasuke una noche  —De repente el recuerdo de su primo saliendo enojado del departamento del Uchiha llegó a su cabeza— Aunque parece que esos dos están peleados.

—No, no lo están —Aseguró su novio más convencido de lo normal.

Él simplemente arqueó una ceja curioso pero Sasuke retomó el tema de la mudanza hasta que ambos tuvieron que despedirse.

Ese día cenó un ramen de edición limitada que le había enviado su madre y se arropó cómodamente en la cama de la habitación de invitados del viejo amigo de su padre, Jiraya, quedándose dormido después de enviarle un mensaje de buenas noches a Sasuke.

El día de la mudanza llegó tan rápido como lo había sido su estadía en casa de Jiraya.

Pensó que sería algo divertido, cansador pero divertido. La idea de iniciar nuevos ciclos en su vida le ponía de excelente humor, sobretodo sabiendo que sus amigos cercanos se sentían de la misma forma, ya que apenas se enteraron de que se mudaba comenzaron a organizar una salida para festejar la ocasión.

Si, pensó que sería divertido…

Hasta que se topó con un Menma que pateaba las enormes cajas con sus pertenencias como si fueran cosas sin importancia.

Respingó cuando escuchó el ruido de loza quebrándose en uno de los arrebatos de su primo.

— ¡¿Qué diablos estás haciendo, idiota?!

—Cierra la boca, tarado.

— ¡Agh! ¡Por tu culpa nos llevará más tiempo ordenar todo esto, ‘ttebayo!

Una de las cejas de Menma se alzó interrogante— ¿Pensabas en ordenar?

¿Qué clase de pregunta era esa? Por supuesto que…

—No —Respondió con sinceridad rascándose la mejilla con el dedo avergonzado.

—Entonces no molestes —Fue la clara advertencia de Menma antes de seguir desempacando como la persona bruta que era.

Naruto estaba a nada de ir a meterse a la “habitación del caos” en donde se había encerrado su primo para darle una de sus charlas motivadoras buscando ayudarlo con lo que sea que lo tuviera tan enojado últimamente porque no era la primera vez que lo veía así, pero el celular abandonado de este vibrando sobre la madera del suelo parecía más tentador que su plan.

Sacudió la cabeza ¡No! ¡No podía meterse en los asuntos de Menma! Dejó que el celular vibrara e intentó  seguir en lo suyo pero el aparato resultó ser imposible de ignorar. La persona que enviaba todos esos mensajes parecía necesitar de atención con urgencia por lo que se preocupó un poco.

“Debe ser algo grave”   Pensó sin asociar el enojo inexplicable de Menma con todos esos mensajes y llamadas entrantes.

Tomó el celular después de comprobar que este no dejaría de vibrar por más que lo ignorara notando que estaba desbloqueado.

-Tienes 21 mensajes nuevos de Charasuke-

Observó la puerta cerrada de la habitación y luego el celular varias veces.

— ¿Debería ‘ttebayo?

Respondiéndose a si mismo apretó la burbuja del chat correspondiente al Uchiha.

Charasuke 13:53.
Contesta.

Charasuke 14:00.
¿Me estas ignorando? ¡¿Es en serio?!

Charasuke 14:05.
Soy yo el que debería estar enojado…

Charasuke 14:20.
Menma…

Charasuke 14:22.
Esto es difícil.

Charasuke 14:38.
¿Podemos hablar?

— ¿Qué estás haciendo?

La clara voz enojada de Menma a sus espaldas le hizo respingar asustado. Casi se le cae el celular de la impresión.

De un manotazo su primo le arrebató el aparato para leer por su cuenta todos esos mensajes.

Naruto no supo interpretar la expresión en el rostro de su primo por lo que terminó por posar una mano en su hombro preocupado.

— ¿Te peleaste con Charasuke?

—Ese idiota es el único que pelea —Respondió guardando el celular en sus bolsillos— Que no esté actuando como víctima ahora.

Entonces había tenido razón desde el comienzo ¡¿Por qué Sasuke le contradijo entonces?!

—Menma, ¿Pasó algo con Charasuke? —Se atrevió a repetir poco importándole la mirada de pocos amigos de su primo— ¡Desde hace días que andas raro ‘ttebayo!

—Eso a ti no te importa.

Bufó. Su primo era imposible a veces. No dudaba en que Charasuke tuviera sus buenas razones para estar enojado con Menma, pero entonces ¿Por qué lo estaba buscando para arreglar las cosas con este?

No lo entendía. A veces la diferencia de personalidades entre Sasuke y Chara, sobre todo porque los Uchihas se veían prácticamente iguales a simple vista.

Cuando Sasuke se enojaba no le enviaba mensajes y mucho menos lo llamaba, sino que era él mismo quien debía hacerlo para disculparse. Al parecer Charasuke funcionaba al revés.

Menma volvió a encerrarse en su habitación sin decir ni media palabra. Por su parte, no le quedó de otra que desempacar en medio del ambiente tenso que parecía invadir de pronto el lugar.  

Creyó que las cosas mejorarían a medida que pasaban los días. Ya se habían instalado por completo para entonces y los amigos de ambos no paraban de enviar mensajes invitándolos a festejar la mudanza.

—No voy a ir.

Ahora de pronto era él quien parecía estar metido en un problema que incluía a uno de los primos Uchihas.

—Pero, ¡Sasuke! ¡Tú nunca sales, deberías socializar más! —Y ese fue su estúpido intento por convencer a su asocial pareja para que saliera a festejar con él.

—Acabas de mudarte hace unos días, tus amigos deberían ser más considerados y dejarte descansar.

— ¿Y eso qué ‘ttebayo? ¡No necesito descansar más! ¡Anda!

— ¿Me estas escuchando? Acabo de decir que no iré. Zoquete.

Sinceramente, así como Sasuke era capaz de despertar un montón de emociones agradables en él, también tenía esa capacidad para hacerlo enojar como nadie podía hacerlo y para cuando ya se había dado cuenta estaban alzando la voz y lanzándose un par de cosas de la sala del Uchiha.

Tenía que terminar con eso.

Como pudo lo jaló hacia la cocina cerrando la puerta tras de él arrinconándolo en el fregadero.

—Suelta el tostador, Sasuke —Pidió un poco asustado al percatarse que el moreno estiraba la mano para alcanzar el aparato que sabía que iría directo a su cabeza. 

Ambos jadeaban como si hubieran corrido una maratón. Sus miradas brillantes producto de la adrenalina que corría por sus cuerpos parecían no querer despegarse del otro.

Era su oportunidad.

Ni siquiera lo pensó, tampoco es como si fuera alguien que pensaba antes de actuar de todas formas. Sus labios buscaron los contrarios en una caricia que no fue muy bien recibida al comienzo.

—Agh, no me muerdas —Alegó lamiendo su labio inferior herido por los dientes de Sasuke.

—Te lo mereces.

Reviró los ojos, sin ganas de querer seguir discutiendo así que volvió a buscar esos labios que esta vez correspondían gratamente.

Su lengua enrollándose en la contraria y sus cuerpos frotándose. El suspiro perdido de Sasuke en su boca le puso los pelos de punta obligándolo a parar.

—Espera —Pidió afirmándose del mueble a su lado. Su rostro estaba más sonrojado que antes y Sasuke parecía estar en las mismas condiciones.

—Itachi podría volver pronto —Dijo entonces Sasuke rehuyéndole la mirada para luego irse a la sala para ordenar el desastre que habían armado al parecer.

Lo siguió de inmediato, observándole la espalda con atención.

—Vamos a terminar esto en otro lugar —Entonces se decidió. Sus amigos podían esperar.

Salió de la gran casa Uchiha jalando rápidamente a este de la muñeca.

— ¿Dónde vamos? —Preguntó Sasuke sin poner resistencia.

— A mi departamento — Respondió casi echándose a correr.

Escuchó a Sasuke decir algo sobre Menma pero no le prestó atención. Estaba tan excitado que solo podía pensar en una cosa.

Agradecía vivir realmente cerca de su novio. Las llaves de su puerta resbalaron de sus manos en más de una ocasión producto de la urgencia.

—Sí que serás tarado —Había alcanzado a decir Sasuke antes de que lo acallara con un beso.

El camino hacia su habitación le pareció eterno. Crack, ¿Qué había sido pisado? A la próxima se aseguraría de ordenar.

—Este lugar es un asco —Observó Sasuke en medio del beso.

—No pensé… que te traería pronto —Se excusó lanzando su chaqueta al suelo— La cama está bien —Aseguró.

—Eso me tranquiliza.

Suspiró de alivio al escucharlo. No perdió tiempo en empujarlo hacia la cama. Sus manos eran rápidas al igual que su boca. Succionar los pezones de Sasuke mientras este se retorcía de placer en medio de los saltos que daba sobre su miembro era su espectáculo favorito.

Los gemidos de Sasuke articulando su nombre eran la música perfecta para el ambiente.

Sasuke era perfecto, sin dudas.

—Estas… apretando mucho ‘ttebayo —Le hizo notar masturbando el pene del otro— Me encantas, Sasuke…

—Dilo… otra vez —Pidió el mencionado con las mejillas rojas al igual que sus orejas por el esfuerzo que estaba haciendo por no disminuir el ritmo.

—Sasuke, ah —Gimió Naruto sintiendo su orgasmo aproximarse. A juzgar por el movimiento de arriba debajo de su novio que se volvía más torpe supo que este no duraría mucho tampoco— Te quiero, Sasuke…

Los brazos de este le rodearon dando el ultimo brinco. Se corrió en medio del dolor que le producían las uñas del Uchiha en su espalda que se afirmaba en él buscando sobrellevar el orgasmo.

Estuvieron unos minutos en silencio disfrutando únicamente de la cercanía del otro antes de que volvieran a besarse.

— ¿No vas a decirlo tú, Sasuke? —Cuestionó con una sonrisa de oreja a oreja al moreno molestándolo.

Sasuke podía ser muy tímido para esas cosas por lo que se avergonzaba con facilidad cuando debía demostrar afecto verbalmente y por eso le gustaba molestarlo.

Él sabía de los sentimientos de Sasuke sin que este tuviese que decírselo.

Sasuke pareció estar debatiéndose consigo mismo en ese momento y cuando este parecía haberse decidido se escuchó un fuerte aviso desde el pasillo que mató todo el momento.

— ¡Voy saliendo!

Cierto, Menma vivía con él.

Por suerte su primo era desinteresado con todo lo que no le incluía.

De todas formas se dedicó los días posteriores a enviarle enormes testamentos de mensajes explicando su situación pese a que este ni siquiera mostraba interés en preguntarle al respecto.

A decir verdad, Menma parecía últimamente más interesado en su celular que de su alrededor. Desde hace días que había notado un cambio bastante drástico en el estado anímico de su primo.

Los primeros días de la mudanza Menma se la había pasado encerrado en su habitación, en donde lo escuchaba maldecir con mucha frecuencia. Sabía que eso se debía a las constantes  y misteriosas peleas que estaba teniendo con Charasuke porque en más de una ocasión había abierto la puerta de su habitación descubriéndolo en plena pelea telefónica con el Uchiha que le reclamaba cosas que no entendía desde el otro lado de la línea.

“¡Se lo que dije, pero esto es insoportable!” Había alcanzado a escuchar que decía Charasuke antes de que Menma literal lo sacara a patadas de su habitación. Que Sasuke le comentara que Chara no paraba de ir a meterse en su casa comprobaba aún más su teoría de que algo raro estaba ocurriendo entre esos dos.

Los siguientes días se repitió la misma rutina interminable hasta que un día cualquiera la paz llegó a su departamento sospechosamente.

Fue exactamente después de que Menma se perdiera toda una noche para luego regresar al siguiente día con un estado de ánimo tan agradable que le asustó.

—Hey, compré el ramen de edición limitada para la semana.

Había dicho entonces su primo con un montón de bolsas del supermercado que dejó en la cocina manteniendo la mirada fija en su celular.

Y su estado de ánimo parecía mejorar conforme pasaban los siguientes días.

— ¿Estás seguro que Charasuke no está muerto?

Le había preguntado muerto de miedo a Sasuke pensando en que quizás el buen humor de Menma se debía a que por fin había logrado deshacerse del Uchiha.

El “¿Qué demonios tienes en la cabeza?” que le respondió Sasuke lo dejó más tranquilo pero no por eso menos extrañado. 

Entonces una nueva idea pasó por su cabeza, ¿Y si Menma ahora se texteaba con otra persona ignorando a Charasuke? Tenía sentido, su primo podía haber conocido a  alguien esa noche que salió y ahora se mensajeaba con ella, distrayéndolo de sus problemas con el moreno.

Esa opción en su cabeza se mantuvo por un solo día porque al siguiente Charasuke apareció por la mañana con una sonrisa luminosa que lo diferenciaba de Sasuke.

—Hola, Naruto ¿Cómo estás? —Lo saludó el Uchiha apenas le abrió la puerta pasando sin esperar invitación de su parte.

Confirmó la hora en el reloj  inmediatamente.

— ¿Qué haces aquí tan temprano? —Le preguntó curioso recibiendo un guiño coqueto por parte del moreno.

—Secreto —Respondió el chico sacando de su bolso dos envases plásticos.

— ¿No crees que exageras? —Preguntó Menma apareciendo en la sala ya arreglado pues debía ir a una entrevista de trabajo en un par de horas.

La sonrisa que le dedicó Charasuke a Menma apenas lo vió le hizo sentir un vuelco en el pecho.  

Casi, casi, podía jurar que esa expresión era la misma que hacia su Sasuke cuando se encontraban después de mucho tiempo sin verse. ¡BAH! Que Charasuke se pareciera tanto a su novio le hacía ver cosas extrañas.

—Es una ocasión importante —Aseguró Charasuke acercándose a Menma con uno de los envases en sus manos— Te traje el desayuno.

— ¿Lo hiciste tú?

—Dijiste que querías que lo hiciera, así que… —Se encogió de hombros el moreno— También traje para ti, Naruto.

— ¿Eh? ¿Enserio ‘ttebayo?

—Tsk.

No entendió por qué Menma había chasqueado la lengua como desagradado por algo, pero el golpecito que le dio Charasuke en su hombro junto a un “¡Yah! No seas así” pareció ser suficiente para controlar su mal humor, el cual mejoró aún más mientras comía lo que Chara había preparado.

¡Es que era delicioso! Sentía que podía desmayarse en cada bocado que le daba a ese bento improvisado extra que trajo el moreno para él.

No fue hasta que ambos desaparecieron por la puerta que reparó en la mejoría entre esos dos.

Su relación parecía demasiado buena para ser verdad, considerando que no hace mucho se gritaban día y noche.

Se comenzaba a preguntar qué había pasado entre ellos para que las cosas se hubiesen resuelto mágicamente. Por suerte Sasuke era mucho más listo que él en esos aspectos.

—Están raros ‘ttebayo —Le dijo a su novio viendo como Menma seguía a Charasuke apenas este se ofreció a ir por los bocadillos a la cocina.

Sasuke mantenía su mirada fija en la película que se reproducía en el televisor.

—El otro día Menma se desveló mensajeándose con Charasuke —Recordó las muchas notas de voz que su primo reproducía en mitad de la noche cuando creía que dormía. Como sus habitaciones estaban un poco lejos solo alcanzaba a distinguir la voz del moreno y no lo que este decía en aquellas notas— Sasuke… —Insistió posando la mano en el muslo de su pareja para que le pusiera atención.

—Preguntemos —Decidió Sasuke apegándosele un poco más.

Iba a reclamar que era una pésima idea porque no quería meterse en los asuntos de los demás pero el extraño ruido proveniente de la puerta de la cocina se lo impidió. Buscó qué pudo haber causado ese sonido repentino pero solo estaba Charasuke de pie en la puerta y Menma que salía detrás de él.

— ¿Ustedes dos se traen algo? —Fue la pregunta que hizo Sasuke aparentemente igual de curioso que él por la situación.

—Yo también tengo esa duda ‘ttebayo.

Él ya sabía que era mala idea preguntarles directamente, pero no se esperaba que terminaran en una pelea ridícula cuya arma mortal fuera una lata de cerveza.

— ¡Sasuke! —Gritó alarmado poniéndose en medio de los Uchihas— ¡Menma, ayúdame maldición!

El mencionado siguió bebiendo de su cerveza como si nada hasta que por fin se dignó a agarrar a Charasuke que intentaba golpear a Sasuke en vano.

— ¡Mi rostro, Sasuke! —Se quejó el moreno creyendo que le quedaría alguna cicatriz permanente o algo por el estilo.

—Es solo un moretón, exagerado —Lo calmó Menma tomándolo de los brazos para que dejara de removerse— Tsk, vamos por hielo.

— ¡Ne, Sasuke! ¡Calma! —Pidió por su parte a su novio que parecía tener toda la intensión de soltarle otro golpe a su primo— Vamos afuera, ‘ttebayo. Anda —Prácticamente lo obligó a salir, consciente de que le reclamarían por no ponerse de su lado.

—Ese estúpido  —Se quejó Sasuke molesto por tener la ropa mojada con cerveza— Me vengaré.

Y ahí iban las venganzas. No quería ni imaginar lo que le deparaba a Charasuke en el futuro.

— ¡Oye, oye! Quizás lo tomaste desprevenido y por eso reaccionó así —Ni él se creyó su explicación, pero con tal de traer armonía al mundo era capaz de decir lo que fuera.

De todas formas tenía que aprovechar ese don de la palabra con el que fue bendecido.

Sasuke pestañeó como queriendo preguntarle en silencio si estaba hablando en serio.

— ¿Qué? —Cuestionó entonces el moreno— ¿De qué lado estás? Zopenco.  

—De la tranquilidad, ¡NO ME GOLPEES! —Se quejó apenas recibió un golpe en la cabeza— Agh, pensé que dejarías de ser tan violento y bastardo.

—Y yo creí que comenzarías a usar más la cabeza, idiota.

Suspiró. Sabía exactamente cuándo debía ceder a su favor y este era uno de esos raros casos, ya que, por lo general cuando Sasuke le buscaba pelea, él se la daba.

—Está bien, soy un idiota. Ahora cálmate, joder.  

—Tsk.

Odiaba tanto ese silencio incomodo que se formaba entre ambos después de discutir. Sasuke se cruzó de brazos claramente indignado.

Sin dudas, Sasuke era una persona difícil de tratar, pero al mismo tiempo, sabía que era el único que podía lidiar con su forma de ser, porque Sasuke también cedía a él.

— ¿Vamos a pelear por esto? —Preguntó entonces.

—Tú eres el que parece querer hacerlo.

—Yo no quiero pelear contigo, ‘ttebayo —Aclaró queriendo poner fin a toda esa discusión sin sentido.  Es que la paciencia comenzaba a escapársele de las manos.

Por suerte Sasuke pareció entenderlo porque deshizo su postura desafiante, relajándose visiblemente.

Apenas bajó la guardia lo abrazó haciendo respingar al otro en sorpresa.

— ¿Qué demonios?

—Ya cállate, bastardo —Le cortó— Intento reconciliarnos.

—Sí que eres idiota.

Agradeció esas manos rodeándole la espalda devolviendo su abrazo. “¡Por fin!” pensó victorioso, ya vería luego como lograba hacer que Sasuke se disculpara con Charasuke pero por mientras se conformaba con que estuviera más tranquilo.

Se mantuvieron abrazados un buen rato disfrutando del calor ajeno. Maldición, no quería soltarlo nunca.

Sasuke suspiró — ¿Y ahora qué?

—No mates el momento —Se quejó sin soltarlo.

Observó la puerta de la entrada de la casa de Sasuke unos segundos antes de decidirse a besarlo. Un beso que pretendía ser simple y cariñoso pero que terminó siendo de esos intensos que hacen ruido cada vez que los labios se separan.

No podía evitarlo, los labios de Sasuke eran demasiado adictivos para él.

Lástima que Sasuke se separara como si quemara apenas se escuchó un ruido de palmas provenientes desde la puerta.

Sus ojos se abrieron más de lo normal e inmediatamente sintió que el calor subía hacia sus mejillas al ver a Menma y Charasuke aplaudiéndoles como si nada, ¡¿Hace cuánto que estaban ahí?!

—Ains~ Se ven lindos juntos —Fue el comentario de Charasuke que sonreía divertido por la situación— ¡Demonios! Debimos haber apostado.

—Yo habría ganado de todas formas, eres demasiado lento —Replicó Menma sin inmutarse.

— ¡No es mi culpa! ¡Sasuke es muy discreto y cuidadoso!

Menma soltó una carcajada observándolos a ambos— Diría que no mucho.

Le costó un poco entender a qué se refería con eso pero el sonrojo alarmante en la blanca piel de Sasuke pareció darle la respuesta.

Cierto, Menma los había escuchado aquella vez.

— ¡Menma! —Se quejó avergonzado— ¡No-nosotros… deberás!  —No tenía idea sobre qué decir en ese momento, pese a que Menma ya sabía de su relación con Sasuke desde antes, tener que decírselo a Charasuke le resultaba un poco ¿Vergonzoso?

—Salgan de mi casa.

Nunca antes había agradecido la actitud desconsiderada de su novio como en ese momento.

Se pasó las siguientes horas en la casa de Sasuke después de que Charasuke y Menma acataran la orden de este sin chistar. Aparentemente tenian la intensión de retirarse desde el comienzo a quien sabe dónde y a qué.

Fue cuando terminó de limpiar la sala, lanzando la dichosa lata de cerveza que su cerebro pareció hacer sinapsis por unos momentos.

¿Por qué Charasuke había reaccionado así con una simple pregunta? Conociéndolo este habría respondido sin problemas lo que sea que se traía con Menma…

A menos que eso fuera algo peligroso y secreto. Se preocupó, su primo siempre había sido medio gánster con ese aire de misterio  envolviéndolo y Charasuke despreocupado de la vida.

Debía ser eso, ¡De seguro andaban metidos en una pandilla! Joder, tendría que tener una seria conversación con Menma apenas llegara al departamento.

Cuando dieron las once de la noche decidió que era hora de volver. Se tomó su tiempo mientras caminaba de regreso a su hogar para ensayar el sermón que tenía preparado a Menma en caso de que sus sospechas fueran ciertas.

Estaba decidido a terminar con el misterio esa noche.

Llegó a su departamento sintiéndose un poco extraño, como que de pronto se sentía nervioso. Quizás se debía a que estaba demasiado impaciente por interrogar a Menma.

Abrir la puerta nunca le habia resultado tan dificultoso como en ese momento. El silencio que le recibió dentro le puso más nervioso que ante, como si su cuerpo quisiera advertirle que no era un buen momento para llegar.

—Mh~

Dios, ¿Qué había sido eso? Abrió los ojos como platos.

—Menma… ahí no.

Su boca se abrió igual de sorprendido. Eso era un gemido de Charasuke.

—Relájate, estas muy tenso, joder.

—Mh~ es que se siente tan bien. Ah…

Pestañeó varias veces intentando procesar lo que escuchaban sus oídos. Seguía parado en el recibidor como idiota.

— ¡Ah, Menma!

Ese gemido más alto que los demás le hizo despabilar y decidió asomarse a mirar en el lugar de donde provenían los ruidos.

La cocina.

Ah, así que era eso lo que estaban escondiendo.

Salió cautelosamente del departamento  esperando que su presencia no fuera notada recargándose en la puerta apenas estuvo fuera. Escuchaba el pulso en sus oídos.

Sacó su celular.

—Sasuke —Llamó a su novio con la voz temblorosa— ¿Puedo quedarme en tu casa? Menma… está ocupado con Charasuke.

—Sin vergüenzas —Respondió Sasuke desde el otro lado de la línea entendiendo perfectamente lo que quería decir.

 

Notas finales:

¡Volví! Tomen esta actualización rápida nuevamente en disculpas a las molestias ♥ 

¿Qué parte creen que sigue ahora?

Muuuchas gracias por leer y darse el tiempo de dejar sus votos y/o comentarios ♥ De verdad lo aprecio mucho!
Nos vemos!


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