“¡Devuélvanme a mi pequeño!” suplicaba Frigga… Los doctores tuvieron que anestesiarla de nuevo
“Fue él. Ese desgra..ciado me lo qui..to” dijo sucumbiendo al sueño.
Darcy comprendía a quién se estaba refiriendo. Si él tenía que ver en todo esto, se encargaría de hacer justicia con sus propias manos, no dejaría que la muerte del pequeño quedara inmune. La policía misteriosamente ya había archivado el caso, por más que ella trato de evitarlo no logro gran cosa.
Lo único que le habían dicho era que la responsabilidad recaía sobre la madre por haber sido tan descuidada. Esto la enfureció, sabia como Frigga había amado a esa criatura y como lo había cuidado de que no cayera en manos del miserable de su padre. Muchas veces le advirtió que debían denunciarlo, pero el amor de su vida estaba pávido. Sólo deseaba alejarse lo más lejos que pudiera de Odín.
No se quedaban mucho tiempo en una sola ciudad sino que a los meses ya se mudaban, cualquier auto sospechoso hacia que se pusiera alerta. Esto la entristecía, más por Loki que no podía llegar a ser amigos y llevar una vida normal como otros niños. Lo más triste era que estaba sola velando las piernas del menor, rezando para que su alma encuentre la paz. Después lo llevaría al crematorio donde finalmente sus restos descansarían en una urna donde seria resguardado por su madre apenas se recuperara de tanto dolor, aunque bien sabía que su alma se había desgarrado y jamás habría una cura para ello….
En las afueras de la ciudad, dos amantes se amaban con frenesí, sin querer separarse ninguno de los dos…
“¿Cómo sobrevivieron?”, pregunto a su esposo….
El viento fue incrementando su fuerza, al observar el cielo este parecía a estar a punto de rajarse en miles de pedazos con cada azote que emitía los relámpagos…. El presenciarlo nos escarapelaba el cuerpo. Cada vez que el cielo se iluminaba, nos preguntábamos si podríamos llegar a sobrevivir o seriamos engullidos por el mar como un simple bocado. Las olas tan inmensas como tenebrosas habían alcanzado la cubierta del barco, mientras sentíamos como si los truenos fueran azotes sobre nuestros cuerpos.
El Capitán Fandral daba instrucciones y nos arengaba con fuerza de que no perdamos la fe. Pero muchos ya lo estaban perdiendo, otros oraban a un Dios que aplacara su furia y nos regocijara con un día más de vida. Yo solo deseaba poder ver a mi adorado Tony una vez más.
De pronto las luces del barco colapsaron envolviéndonos en una perpetua oscuridad. El caos reino por un momento y así hubiera continuado de no ser por el rigor de nuestro valiente líder quien subió al mástil más alto y nos ordenó que no claudicáramos y siguiéramos adelante. Aún recuerdo su rostro firme ante el viento que lo golpeaba, como si él estuviera retando a la misma tormenta…. Esa energía que lo envolvía nos transmitió aliento de seguir luchando, durante varias horas estuvimos sacando el agua. Mi amigo trataba de arreglar la radio de la cabina sin éxito, seguía sin funcionar pero sé que no se rendiría tan fácilmente….El barco estaba zarandeando con más fuerza, pude presenciar varios tiburones como ávidos por comernos de una vez.
Por mi cabeza cruzó la pregunta ¿A cuantas personas habrán devorado en una tormenta similar a lo largo de los siglos? Sin duda nosotros seriamos su siguiente festín sino encallábamos rápido en un puerto seguro…
Perdimos la noción del tiempo mientras luchábamos por mantener el barco en equilibrio y nuestras vidas con ello, no sé cómo pero hoy te puedo asegurar que si existe un Dios. Un barco pesquero inmenso había llegado a nuestro rescate. Apenas subió el último hombre se comenzó a alejar, vimos a lo lejos como nuestra herramienta de trabajo se incendiaba puesto que un poderoso relámpago cayo desatando su fuerza sobre el mástil.
De haber caído unas horas antes, no estaría aquí a tu lado y abrazándote con todas mis fuerzas, amor mío….
“Dices eso Steve, pero sé que tu corazón ya ansia regresar una vez más. El mar siempre fue mi rival”
Dijo con tristeza Tony, yo lo amaba pero extrañaba el sabor a mar, respirar ese aire puro. Lo abrace con todas mis fuerzas y le hice el amor como nunca antes lo había hecho…
“Te amo, y sabes que siempre regresare a tus brazos”…Él asintió y nos besamos con pasión…
A la mañana siguiente, me desperté y me preocupe al no sentirlo a mi lado. Cuando lo vi entrar con una charola del delicioso desayuno que siempre me prepara y brindándome su más bella sonrisa…
“Puedo saber del porqué de tu felicidad” lo observe ansioso
Sin duda amaba esa sonrisa, era como observar el sol de cada mañana….
“Te recuerdas del pequeño que rescate, Tony. Me llamarón y me acaban de informar que se está recuperando…….”