Draco tomaba las manos de Harry, pasando, suavemente su varita sobre estas, esperando que todos los trozos de cristal saliesen de las heridas abiertas del moreno.
—Sé que debe escocer, pero necesito que te mantengas quieto…
La mirada de Harry estaba lejos de la del rubio, quien buscaba alguna señal, alguna respuesta en relación a todo lo que le decía, sabiendo que el estado de embriagues del moreno, debería estar un poco más controlado.
—Potter, sé que debes estar un poco más sobrio, pero si necesitas, puedo llamar a tu elfo y pedirle que te traiga un café cargado o podemos ir a San Mungo…
—No…— Malfoy se sorprendió ante la voz del moreno, ante el tono de este, en como parecía dolido, en como la tristeza parecía escapar de su cuerpo por su garganta. —Me encuentro bien, solo, me lavaré la cara para hablar lo demás, lo de Scorpius…
Draco retiró su varita, por un momento había olvidado lo que lo había llevado a visitar la casa del moreno, por lo que ahora, parecía tener una barrera invisible, que lo alejaba, que lo separaba de golpe del otro.
—Mi hijo y tus hijos sufren, Albus se ha ido a quedar en la mansión varios días de las últimas semanas…
—Lo lamento…
—Tus hijos no me molestan, jamás lo harían, ellos han estado con Scorpius en sus peores momentos, lo que no logro comprender, es como tú, que durante los años que te conozco, fuiste un padre abnegado, ahora te comportas como un salvaje y que ahora, bueno, se embriaga de esta manera…
Harry se levantó, miró el desastre que ahora estaba a su alrededor, en varios días no se sentía así de sobrio, por lo que ahora, simplemente se acomodó en sofá nuevamente y respiró, deseando que la sensación del alcohol, no se hubiese espantado de esa manera de su cuerpo.
—Lo descubrí cuando tenía 5 años, pero junto conmigo, mi tía Petunia lo supo también…— Una sonrisa amarga llamó la atención del moreno — Recuerdo como me gritaba, como me decía que alguien en este mundo de desviados, me había…—La voz de Potter se quebró. — Ella dijo que probablemente me había convertido en algo tan asqueroso por alguien, por una persona que se aprovechó, una persona que me tocó…—Las manos de Harry comenzaron a temblar, el llanto, simplemente salía desde su pecho, de manera profunda.
—Potter no entiendo…— El rubio lo miraba inquieto, hasta que las piezas empezaron a calzar en su cabeza. — ¿Scorp es gay?
Harry sintió el nudo en su garganta, dejó salir un sollozo, Malfoy jamás le creería, si en el mundo mágico todo era como fue con sus tíos, el mundo lo odiaría, el mundo lo culparía, por desviar a dos chicos, por arruinarles el futuro, todos creerían que él había sido quien había llevado por el mal camino, nunca le perdonarían lo que hizo.
—Lo siento tanto…
Draco por su parte, estaba un poco sorprendido, supuso que Harry había visto alguna situación entre su hijo y Albus, que probablemente eso había llevado a su actitud, pero no comprendía lo suficientemente bien a que era lo que se refería el moreno con todo, que era eso de que él había sido “tocado”
El rubio sabía que el mundo Muggle estaba lleno de prejuicios, había conocido por sus negocios, las criticas y el cuestionamiento social, en especial de esas personas que mantenían preferencias sexuales distintas a lo normalizado, el ser heterosexual, pero jamás esperó ver esa critica tan arraigada en las creencias del moreno.
—Potter, ¿te das cuenta de la estupidez que me estás diciendo? —Harry parecía un muchacho siendo reprendido por su padre. — Si mi hijo y tú hijo, asumo que Albus, están manteniendo ese tipo de relación, no tiene nada que ver con que tú lo seas, la homosexualidad, en ningún caso es contagiosa.
—Pero…— Potter había comenzado a llorar, gimoteando al tratar de armas una oración completa. — Mis tíos, ellos lo dijeron, ellos querían que yo fuese normal, ellos querían que no defraudase aún más a la familia…
Draco lo entendió solo entonces, Potter sabía de la homosexualidad, pero el golpe, la sensación de descubrir a su hijo, lo había llevado a una crisis nerviosa, lo había llevado a un bloqueo doloroso, un retroceso.
El rubio se puso de pie, pero solo al tomar algo de distancia, puso escuchar el fuerte sollozo que ahora escaba de los labios del otro.
—Potter…—Draco puso una mano sobre el hombre del moreno, esperando calmar al otro, quien se había puedo de pie.
Draco notó la respiración acompasada de Potter, así que, simplemente acercó el cuerpo del otro, esperando darle fuerzas.
—Potter…
—Perdón Draco, lo siento…