Aunque Draco había decidido ayudar a Potter y aunque había preguntado a su hijo como se sentía con la presencia del moreno, la verdad es que ni el mismo podía cumplir ninguna de sus promesas en relación con ambos, primero por Harry, quien luego de la última crisis de nervios, había pasado por fiebres muy altas y bajas de presión demasiado anormales, incluso había tenido explosiones mágicas, que habían terminado por arruinar sus noches de sueño en más de una ocasión.
—Vamos Potter, necesito que te recuperes. — Había hablado con un psicomoago que le había ayudado con Scorpius, cuando las explicaciones de la muerte de Astoria lo habían superado, por lo que, al escuchar que lo que Harry estaba pasando era, nada más y nada menos que una posible depresión, sumado a alguna crisis de angustia y probablemente, en algún grado difícil de determinar algo de estrés postraumático, lo que, en palabras del especialista, podría haberlo matado.
—¿Draco? — Harry hablaba de manera entre cortada, podía sentir el aire a su alrededor demasiado frío. — No me siento bien…
—Y no lo harás Harry, tienes fiebre, una no tan alta como hace unas horas, pero ahora trata de seguir durmiendo, te falta descanso.
—Debo marcharme, tú hijo…
—Scorpius lo comprende, sabe que no puedo sacarte enfermo de mi casa, uno por los periódicos, todo asegurarían que quiero matar nuevamente a Harry Potter, con algún título tendencioso, por lo que ahora, te mantendrás en la mansión hasta que estés sano y podamos encontrar un lugar para ti
—Pero que bien para mí, quizá podrías meterme a una alacena, podrían apagarme las luces, incluso dejarme sin comer, hay muchas terapias en internet que incluyen todas esas cosas para quitar una enfermedad como la mía.
—Y esa es una de las cosas que tenemos que ver con psicomago, es un profesional…
—No puedo gastar mi dinero en eso, quiero que los chicos tengan el suficiente dinero incluso cuando salgan de la escuela…
—No quiero que te preocupes por eso, este psicomago es muy bueno, me ayudó mucho cuando Tori falleció y me ayudó mucho con Scorp
Harry sentía los ojos tan pesados y realmente, por mucho que quería mirar a Draco, por mucho que buscaba agradecerle al rubio, decirle que no quería que gastase en él, que se preocupara de cada cosa que le pasaba, que él en realidad, estaría bien solo o lo suficientemente bien para poder cuidar a su familia y dejarle el dinero suficiente, pero el sueño o quizá la fiebre terminó por noquearlo.
Draco lo vio cerrar los ojos y nuevamente, con un suave movimiento de varita, dejó el cuarto en penumbras, esperando que el sueño lograse recuperar un poco más al moreno.
Salió del cuarto dejando salir un profundo suspiro, faltaba menos de una semana para que su hijo y los de Potter partan a la escuela, se había preocupado de conseguir todo lo necesario e incluso pensó en comentarle a Harry la presencia de sus hijos mayores en la Mansión, pero simplemente se contuvo.
Por su parte, el heredero de los Malfoy miraba a los dos chicos sentados en su cama, quienes lo miraban con atención, hasta que James, luego de un largo y profundo suspiro, terminó por hablar. —Quieres decir que nuestros padres son gays.
—Eso…— El rubio lo miraba un poco incomodo, James solía ser una bomba de tiempo y ellos se conocían hace bastante tiempo, como para saber que, todo podía salirse de control, en especial la magia del mayor de los Potter.
—Y nuestros padres resultaron ser pareja, es decir, llevamos años conociéndonos y probablemente llevan años…—Albus levantó la mirada, fijando su vista en su hermano, quien parecía tomarse su tiempo en buscar la palabra que no quería salir de su boca. — Juntos, como pareja
—Si…—Scorpius dejó de caminar y se sentó junto a Albus, quien no había quitado la vista de su hermano.
—La actitud de papá, es decir, esto de enviarnos con la abuela, de que estemos con mamá incluso lo de mover las cuentas de oro.
—¿Las cuentas? — La voz del menor de los Potter salió acelerada. — ¿Cómo?
—Mamá me lo dijo, no me explico el motivo, pero al parecer tenemos cuentas a nuestro nombre desde siempre, pero ahora está ella como responsable de estás hasta que seamos mayores, ella es nuestra albacea…
—Es decir que papá nos abandonará por irse con el Señor Malfoy…—Albus sonaba molesto y fue el momento de que Scorpius se interpusiese.
—Al no, ellos no planean huir si es lo que piensas, la verdad…— Scorpius tragó en seco y agregó. — Su padre está aquí y la verdad es que no está nada bien, se encuentra débil, hace unos días descubrí todo esto y lo hablé con mi padre, el señor Potter tuvo una crisis, no comprendo a la perfección que pasa con él, parece estar enfermo, muy enfermo.