Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

GOTAS DE SANGRE EN LA NIEVE ~ {Shijima x Cardinale} por chibi fujoshi 374

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Se quedaron casi un mes en aquel hospital, Cardinale era quien hablaba sin detenerse, aunque siempre tenía un temor constante de que alguien llegará por la puerta, pero eso no parecía afectar su personalidad bulliciosa e inquieta, no paraba de hablar y preguntar el por que había publicado cierta cosa en cierta fecha en su muro de Facebook, por que suspiraba en algunas ocasiones, si se sentía cómodo en la cama, que si no quería que lo llevará al baño, o si no quería bañarse... en ocasiones eso le hacía sentir demasiado incómodo, aunque en parte era algo reconfortante que el rubio estuviera tan pendiente de el.
 
-"en verdad nunca se calla" - pensó mientras sonreía al verlo hablar nuevamente, esta vez diciendo cosas sobre el hospital y la horrible comida que les servían.
 
-...no es agradable, en verdad no tiene sabor alguno, yo se cocinar... además que no puedes comer nada sólido, ¿tengo que licuar la comida? - pregunto curioso y bastante preocupado por ese hecho - crees que el filete tenga buen sabor si esta licuado? - su expresión podía ser  interpretada como si fuese algo de vital importancia, lo cual consiguió que Shijima sonriera divertido ante la actitud del rubio.
 
Shijima negó con la cabeza, definitivamente eso debía tener un sabor asqueroso y no quería que Cardinale preparará algo así, si lo hacia le tiraría con la sartén en la cabeza.
 
Mientras el rubio seguía hablando y hablando sin parar Shijima comenzó a pensar que es lo que sería de el ahora, no tenía como comunicarse, la única forma de hacerlo ahora era si asentía o negaba con la cabeza... eso era muy limitante y frustrante.
 
Observó sus manos con temor y miedo, tenía que aprender a hablar con señas y eso no le parecía para nada atractivo, es más eso sólo le hacía sentir que sus sueños y metas habían terminado ahí, sin más, no podria ser un maestro, ¿como iba a dar clases si no podia tan siquiera hablar?, eso lo llenaba de rabia y enojo.
 
-¿sucede algo Shijima? - pregunto con curiosidad al notar que este no le prestaba nada de atención y tenía el ceño fruncido en una expresión de molestia, Cardinale sonrió al ver que el pelirrojo negó con la cabeza - espera un momento... - se sentó a su lado y comenzó a bucar algo en su celular y tras mostrarle la pantalla a Shijima, este hizo una mueca de desagrado - oh vamos, no es tan malo... además té servira... mira - le entregó el celular y comenzó a hacer algunas señas con la mano.
 
Shijima no quiso prestarle mucha atención pero la curiosidad lo invadió ¿qué es lo que le estaba diciendo?, sólo por ello comenzó a revisar el celular y los movimientos que Cardinale hacia con la mano.
 
-《tu y yo amigos》 - era lo que intentaba decir; de una forma muy básica y muy tosca con su casi nulo conocimiento del lenguaje sordomudo.
 
Eso logró sacar una sonrisa de parte de Shijima, como es que ese chico le hacía ver eso desde un lado positivo?, tenía que admitir que su actitud era contagiosa.
 
-《tu y yo, amigos》 - repitió el pelirrojo mirando los ojos verdes del rubio, lo cual pareció incomodarlo, Cardinale dejo de sonreír y desvió la mirada, no le gustaba que lo mirarán tan fijamente y por tanto tiempo, se sentía vulnerable de esa forma y se quedo sin palabras por primera vez en esas semanas - "y ahora que le pasa?" - Shijima se preocupó bastante al ver como la actitud del rubio había cambiado.
 
-perdón, sólo... estaba pensando en otra cosa - dijo con una sonrisa nerviosa, y luego se sentó a su lado - ya que nos vamos hoy, creo que debo preparar tus cosas - dijo revisando los cajones aunque lo único que tenía era una bolsa de plástico, a él tampoco le había llamado nadie, nadie había ido a visitarle, lo único que recibió fue aquellas rosas que llegaron cada dos días y el simplemente las tiraba a la basura apenas las veía.
 
Un momento... ¿por que la policía no había ido con ellos?, es decir, eso era un intento de asesinato, para ambos, pero no había visto a ningún oficial, y Cardinale ni siquiera parecía interesado en ello, eso era raro, no entendía lo que pasaba, luego se encargaría de ello, por ahora no quería pensar demasiado en eso.
 
Esa noche ambos salieron de aquel lugar, subieron en un taxi en dirección a la casa de Shijima, quien cargaba las cosas de ambos ya que Cardinale aun tenía las vendas en su pierna y cojeaba bastante, no quería darle un peso extra más aun cuando al parecer apenas podía soportar su propio peso.
 
Con señas le indicó por donde ir, era un complejo de departamentos bastante grande, Shijima lo guió en silencio hasta que llegaron a una puerta en especial, una que estaba en un rincón, el ambiente era bastante frío, y el pelirrojo se veía nervioso de abrir la puerta.
 
-wow... no sabía que eras minimalista - dijo al ver aquel lugar, el cual estaba casi vacío, sólo podía ver una cama, un Buró, y un pequeño armario en la habitación del pelirrojo, no podia ver que había en el resto de las habitaciones por las luces apagadas.
 
-《callate》 - aprender esa seña había sido realmente escencial al tener un amigo extremadamente hablador.
 
-¿qué? No me calles este lugar no tiene personalidad, ni una foto, ni un cuadro...ni siquiera libros, crei que eras universitario - dijo cruzandose de brazos.
 
Shijima escribió en un pequeño papel "biblioteca" dando a entender que leía los libros ahí, no tenía ninguno en ese momento.
 
-ok... necesito 10 metros de tela y 20 de encaje de color amarillo - dijo sonriendo con cierta diversión - es broma... por cierto... el color amarillo me encanta, ¿a ti no? Es muy alegre y le da vida a todo - dijo mientras revisaba el armario de Shijima, el cual sólo tenía 5 camisas de color crema y 3 pantalones grises una chompa de lana color café y otra de color negra.
 
Shijima intento alejar al rubio de sus cosas y negó repetidas veces con la cabeza intentando que entendiera que no le gustaba que usmearan entre sus cosas.
 
-eres aburrido - Cardinale soltó una leve risa, demasiado animado para el gusto de Shijima, quien paso de el para ir a su cama, quería dormir - eh.. oh... buenas noches Shijima... descansa - dijo al ver como este se había recostado dándole la espalda, se sentía ignorado.
 
Ese lugar era demasiado pequeño y vacío para su gusto, suspiro recordando lo que tenía antes, podría considerarse que vivía en una jaula de oro.
 
Claro que lo recordaba, una casa entera de tres pisos, con una terraza y varias habitaciones, la suya era tan grande que la habitación de Shijima sólo se compraba con el tamaño de su armario, tenía un jacuzzi y también una habitación especial donde solía diseñar ropa, por alguna razón le gustaba, y... y Izo le hacía prometido que lo ayudaría a ser un gran diseñador, pero nunca llegó a nada en los últimos años que vivió con el, tenía que ser un idiota, no sabía como había caído en esa trampa, debió darse cuenta cuando no lo dejaron salir ni siquiera para ir a ver a su único amigo,  Afrodita, quien ademas era su amigo de la infancia, de quien ya no supo nada desde que se habia ido con Izo, vivía encerrado en aquella casa, vivía como un ave enjaulada, sin tener contacto con el exterior.
 
Izo llegaba cuando quería y con hermosas palabras le hacía sentir que todo estaba bien, lo seducia con maestría, de forma tan sutil que ni el mismo se había dado cuenta del engaño, el mismo aseguraba estar enamorado de Izo, aun ahora, aunque comenzaba a dudarlo, nadie lástima a alguien que ama ¿verdad? Pero... quizás no debió querer escapar... Izo sólo lo hacia por que el era fundamental, por que lo quería... Izo lo necesitaba para estar bien.
 
El gruñido de su estómago lo sacó de sus pensamientos, tenía hambre, asaltar la cocina de Shijima no debía ser tan malo, sonrió dejando de lado esos pensamientos y fue a buscar algo de comer.
 
La descepcion lo invadió al revisar la cocina... no había nada, sólo algunas sopas instantáneas y una lata de atún, ese lugar era decadente.
 
-morire de hambre aquí - dijo sentándose en la unica silla que habia en el lugar, no tenía sueño y decidió caminar para explorar ese pequeño lugar.
 
Había aprendido algo en esas dos horas de quedarse sólo y sin poder dormir, ese departamento tenía sólo una habitación, una cocina, un baño y una pequeña sala, con un sofá al que le faltaba una pata y una mesa para dos, una silla, y sin televisión... tenía que ser una broma... moriría de aburrimiento ahí.
 
Salió afuera al "patio" se tenían en común los departamentos en aquel lugar, y dedujo que Shijima había comprado el más barato, por que podía ver a simple vista que los otros eran más grandes, y había gente muy animada el departamento de Shijima era el más apartado.
 
Pero se sentia con suerte al ver en un rincón de el patio a un par de ebrios jugar cartas al parecer de una reunión familiar donde casi todos habían quedado ebrios.
 
-hey... puedo unirme? - Cardinale se acercó de forma casi felina y sonriendo con malicia.
 
 
 
[.........]
 
 
 
Era de mañana, Shijima apenas despertaba el lugar estaba como siempre, bien todo en orden, no creía que fuera tan reconfortante estar lejos del hospital, se removió en la cama y sonrió, sintio un aroma extraño el cual le costó reconocer, se sentó recordando que ahora tenía un acompañante, se puso de pie para ir a buscarlo y lo halló en la cocina fritando huevos, en la mesa vio un par de tazas de te.
 
- buenos días Shijima... - dijo sonriendo calidamente - te hice el desayuno... bueno más o menos, yo me comere estos, pero hice esto para ti - dijo dándole un plato con huevos duros y una cucharilla - tienen textura suave así que no debería ser un problema.
 
-"de donde sacó dinero?!" - se preguntaba mientra hacia una seña con la mano la cual Cardinale entendió de inmediato.
 
-ah... bueno... um... estafe a tus vecinos en un juego de poker - dijo con simpleza - conseguí suficiente dinero para comprar huevos, aceite, te de sopar, pan y algunas ropas para mi... también te compre esto - dijo mientras le entregaba una bolsa.
 
Shijima comenzaba a preguntarse si el rubio no se había robado todo eso, abrió la bolsa de plástico y vio algunas figuras extrañas, parecían pequeñas estrellas o brillos de color amarillo bastante pequeñas en una bufanda de color rojo.
 
-es... es para ti... crei que té gustaría tener esto, para que no se note tus vendas... y tu cicatriz - dijo señalando su cuello, se acercó a Shijima y rodeó el cuello de este con esa bufanda - estaba en oferta así que tenía que aprovechar - le giño un ojo y se alejó para comenzar a comer su desayuno.
 
Shijima no se movió de su lugar, observaba la bufanda como si estuviera hecha de oro o algo asi, era calido, en realidad ni el diseño ni el color le gustaban, pero el detalle era lindo, sintio la suave textura y sonrió, tener a ese chico en su casa no parecía ser mala idea... se sentía basante contento, sentía una calidez en el pecho.
 
-cometelo o te lo quitaré - advirtió mientras tomaba su te, Shijima asintió con la cabeza y comenzó a comer el desayuno tan simple que había preparado su compañero, pero por alguna razón era el más delicioso que había probado.
 
 
Continuará....
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).