POV Levi.
Ya es todo, perdí completamente la jodida cordura, no se cuanto tiempo paso desde que Eren murió, pero ya perdí completamente la cuenta de los días que habían pasado. Aunque muy en el fondo, siento que el no ha muerto, no entiendo del todo a ese pequeño sentimiento.
Me encontraba en la habitación, después de limpiarla como 7 veces, estaba observando el techo, junto a Wolf, un pequeño dinosaurio de peluche que poseía Eren, se lo que piensan, me volví completamente loco, pero entiéndanme, no todo el mundo puede pasar tanto tiempo con un cuerpo que no es suyo, en una casa que no le pertenece, junto a un montón de personas que no conoce y aparte vivir lo que otra persona vive, es algo con lo que cualquier persona perdería la cordura.
Wolf, era prácticamente lo único con lo que podía hablar, porque si hablaba con Mikasa o el rubio como sea que se llame, porque pensarían que estoy loco, bueno que Eren esta loco, y me mandaría al manicomio. Asi que en mi retorcida mente, escuchaba la voz del condenado peluche, y creo que ya me volví jodidamente loco.
"¿Qué haces?" En mi demencia escucho la voz del peluche, como la voz de una niña, ¿Es raro que lo haya bautizado con un nombre de barón?
-Observo el techo. -Respondo, mientras miraba a dicho lugar como si fuera lo mas interesante del mundo.
"Oh, ya veo... ¿Estas feliz?" Pregunta, yo solo fruncí el ceño con enojo, ¿Cómo mierda se le ocurre preguntar eso?
-No, no estoy para NADA feliz. -Le dije entre dientes.
"Pensé que lo estabas, ya que estas vivo" Maldito muñeco, rechine los dientes con furia.
-Para que te quede claro, no estoy feliz. -Murmure entre dientes.
"Deberías estarlo, ya que estas vivo y aparte estas destruyendo lo que queda de Eren, pues el destruyo lo que quedaba de ti" Mis ojos se abrieron con impresión y observe al peluche.
-¿Qué? -Pronuncie, estaba estupefacto por lo que dijo ese muñeco.
"Solo mira lo que queda de Eren, no creas que no me di cuenta de que dejaste de mirar los espejos, aparte cortaste los lazos con su familia y amigos, eres un ser egoísta, si en verdad lo apreciaras, hubieses cuidado lo poco que queda de él, pero solo te importó el hecho de que tú cuerpo fue calcinado, pero no que su alma este ardiendo en el infierno."
-Cierra la boca que no sabes nada. - Respondí iracundo, ese muñeco me estaba colmando la paciencia.
"Lo dices solo porque sabes que tengo razón"
-Suficiente. -Tome a Wolf, y lo arrojé por la ventana más cercana y lo maldije por lo bajo. No quería que me dijera lo desgraciado que soy.
(.....)
Eran las 12:02 am, me encontraba durmiendo, pero de alguna forma no soñé absolutamente nada, un extraño ruido sordo provocó que me removiera en las sabanas, abrí los ojos con pesadez, me senté en la cama para luego tallarme los ojos.
El ruido volvió, pero más fuerte, era que estaban tocando la puerta, revise la hora con el celular de Eren y eran las 12, mierda, ¿Quien en su sano juicio toca la puerta a media noche?
-Tch, ya voy. - Pronuncie lo suficientemente alto para quien quiera que se encuentre afuera me escuche. Abrí la puerta para mandar al diablo a quien sea que este afuera, y golpearlo hasta que se desangre, tenia el ceño completamente fruncido.
Al abrirla, mis ojos se abrieron al ver lo que estaba en frente de mi, no sabia si estaba soñando, o era el alma de Eren que quería llévame al infierno junto a él. Pero ¿Saben qué es lo mas extraño? Es que no veía mi cuerpo en frente de mi, si no que veía al verdadero Eren en frente de mi sonriendo con nerviosismo.
-H-Hola, Levi... y-yo -Lo escuche pronunciar, sin duda era Eren, inconscientemente lo abracé, el correspondió al abrazo fuertemente, luego de algunos segundos lo escuche sollozar.
Acaricie su cabello, porque podía verlo, no me veía a mi mismo, si no al verdadero Eren.
"Estas destruyendo lo que queda de Eren"
Fruncí el ceño con enojo, odio cuando alguien más tiene razón, en especial sobre algo que me irrita. Me aferre más a Eren, y pude sentir como temblaba, nos mantuvimos en esa posición un buen tiempo, no sabría decir cuanto exactamente.
Luego todo el peso del cuerpo de Eren cayo sobre el mío, me alarme al instante, y lo revise para asegurarme de que estuviera bien. Suspire aliviado al ver que solo se había dormido, puede que por el cansancio, su respiración era lenta y pausada. Lo cargue al estilo princesa hasta que llegamos a su habitación.
Lo puse en la cama con delicadeza, como si se fuera a romper con algún movimiento brusco, lo cubrí con las sabanas, acaricié un poco su rostro. Sacudí mi cabeza ante la acción y me retire de la habitación.
Busque algunas sabanas en la habitación de Mikasa y me acomode en el sillón de la sala de estar, hoy dormiría allí, tal vez a la mañana siguiente me de cuenta de que todo esto fue un sueño.
(.....)
-¡AAAAHGR! -Me levante abruptamente del sillón ante aquel grito agónico, fui lo mas rápido que pude a la habitación en donde se encontraba Eren y la escena que vi fue totalmente aterradora.
Eren gritaba, mientras se removía agonizante entre las sabanas, su mano derecha cubría la parte inferior de su abdomen, la expresión de su rostro era de dolor.
Me acerque con rapidez, no sabia que hacer en este tipo de situación, no sabia que estaba pasando con la persona que estaba en frente de mi. Lo observaba con desesperación, trate de hacer que se calmara, pero fue inútil. Lo único que se me ocurrió fue tomarlo de las muñecas para mantenerlo quieto, me subí encima suyo para sostenerlo con más fuerza. Sus gritos cesaron y comenzó a tranquilizarse, pude respirar nuevamente.
Incline mi cabeza hacia atrás mientras recobraba el aliento, luego lo volví a observar, por lo que pude ver su mano cubría la parte inferior de su abdomen, con cuidado revise la zona, y lo que observe me dejo perplejo.
En su abdomen estaba plasmado el numero "13" no podía comprenderlo, pero era más que obvio que Eren ha estado sufriendo todo este tiempo, una sensación de culpa invadió todo mi cuerpo, ese muñeco tenia razón, solo estuve pensando en mi, más no en Eren, quien fue el que tuvo que cargar con mis problemas.
-Eren... -Susurre, mientras observaba su rostro para después acariciarlo, no se por cuantas cosas tuvo que pasar, pero de seguro fueron muchas.
Me baje de encima de este, me acoste al lado suyo, solo por esta vez, dormiré con él, no quería dejarlo solo. Luego de un par de minutos mis parpados comenzaron a pesar, hasta que quede completamente dormido.