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Cambiando tu destino. por ZXKILer161

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Notas del capitulo:

Wenaaaaas~ aqui estoy feliz de la life, porque POR FIN, tengo mi primera historia terminada :'D, Me gustaria decir algunas emotivas palabras, pero no se me ocurre nada xD, espero les guste.

POV Normal.

 

La peli-negra se levanto del suelo, de manera en que quedo sentada en el mismo, observo sus alrededores, confundida de el lugar en donde se encontraba, sintió una fuerte punzada en su cabeza, con delicadeza poso su mano derecha en aquella zona, al tocarse soltó un pequeño quejido, apenas hiso un leve contacto y le ardió de sobre manera. Volvió a mirar su alrededor, y se dio cuenta de que aun seguía en la casa de Jean, su corazón se acelero al recordar lo sucedido, estaba atrás de uno de los muebles de la sala de estar, con ayuda de la espalda de dicho objeto se levanto torpemente, dio un paso en falso y resbalo con algo, cerró los ojos cayendo sentada nuevamente en el suelo, luego los abrió lentamente, encontrándose con un charco de sangre, su respiración se volvió agitada al ver aquello.

 

Con ayuda del mismo mueble se levanto para intentar llegar a la puerta, manchando todo el suelo con ese liquido, junto a las paredes, ya que se apoyaba levemente de ellas al sentirse tan débil, tomo la perilla de la puerta, para su fortuna esta estaba abierta, salió del lugar, al pasillo del edificio, apoyándose de una de las paredes para no caer. Cuando una de las obreras del lugar la observo y se asusto de sobre manera.

 

-¡Dios mío! –Exclama al verla, se acerca a ella a paso apresurado al ver su estado. – ¿Qué le sucedió? –Indaga con notable preocupación, ayudándola a sostenerse, pero la peli-negra la observo y cayo inconsciente, la mujer la sostuvo como pudo para llamar a emergencias.

 

Al poco tiempo, los paramédicos llegaron, junto a un vehículo policiaco, ya que la mujer al llamar estaba muy alterada, conto lo sucedido y eso era algo que la policía debía revisar.

 

Una vez en la escena, los paramédicos atendieron a la peli-negra que no despertaba de su inconsciencia, fue llevada al hospital, mientras que la policía se hacía cargo de interrogar a los vecinos, para ver si encontraban algún indicio de lo sucedido, pero solamente los que se encontraban al lado y en frente, junto a la recepcionista, lograron dar un testimonio concreto.

 

Algunos dijeron haber oído una discusión en la habitación, pero nada fuera de lo común, luego hubo un silencio, que era simplemente extraño, pero nada para alarmarse, ya que eso era muy normal, pensaron que era una simple pelea de parejas que termino en “ya saben qué”, es decir sexo, pero lo que más alerto fue que el dueño de la habitación salió a paso apresurado del lugar, con una expresión nerviosa en su rostro.

 

La recepcionista lo vio, pero como ese sujeto siempre salía de ese lugar sin saludar o decir un “Buenos días” como hacían los otros residentes, solo bufo porque siempre es un gran patán. Ella vio como esperaba un auto negro y se vio en el vehículo para no volver. Y eso fue lo que dijo.

 

Mientras que la peli-negra fue llevada a la clínica más cercana ya que había perdido una cantidad considerable de sangre, así que si no se apresuraban, habría cierta posibilidad de perderla en ese instante. Llegaron a la clínica y rápidamente la atendieron logrando estabilizarla.

 

Luego seguía saber quién era, pero como no encontraron ninguna identificación teléfono celular para saber un poco más de la victima decidieron buscar en la casa en donde sucedió todo eso para ver que conseguían.

 

Pasaron un par de minutos y le reportaron al hospital que habían conseguido la identificación de la chica, junto con su celular, así que llamaron al contacto de su padre, quien resulta es un doctor, y este ordeno que la trasladaran inmediatamente a su hospital. Y así realizaron la acción, teniendo en cuenta el estado en el cual se encontraba.

 

Una vez allí Grisha se encargo de avisarle a Eren, quien no tardo mucho tiempo en llegar. En la habitación del hospital, el castaño se sentía demasiado temeroso, ¿y cómo no hacerlo? Sí acababa de salir de una experiencia paranormal, para no decir fuera de la realidad, en ese lugar podía ver la camilla en la cual se encontraba su hermana, estaba prácticamente dormida, su respiración era pausada. Eren se acerco a paso lento a donde se encontraba, observando una venda en su cráneo, eso lo enfureció, a pesar de que no parecía tener otra herida visible, quedo en frente de la camilla y con delicadeza acaricio la mejilla con el pulgar de su hermana adoptiva.

 

El tacto era frio, un suspiro escapo de sus labios, el verla así le entristecía de sobre manera, luego le dio un pequeño beso en la  frente, como solía hacerlo después de un largo día de trabajo y la veía totalmente agotada, tratando de hacer el rol de segunda madre.

 

Su teléfono comenzó a vibrar desde el bolsillo de su pantalón, lo saco del mismo, dándose cuenta de que era un mensaje de Levi, una pequeña sonrisa boba se coló en sus labios.

 

Levi: Hey mocoso, te espero en mi casa, necesitamos hablar.

 

Se mordió el labio inferior algo indeciso, pero después decidió responder como era debido.

 

Lo siento, no puedo ir, Mikasa tuvo un accidente, y estoy en el hospital

 

Pasaron alrededor de cinco minutos, y nada que Levi respondía, no es que estuviera desesperado, pff, para nada, solo que ignoraremos la parte en la cual Eren se quedo viendo la pantalla del aparato esperando la respuesta del peli-negro.

 

Levi: Está bien, te veo después.

 

En cierto punto se molesto un poco, porque ósea ¡Habían pasado un montón de cosas! ¡Perdió la virginidad con ese viejo enano y este lo trataba como si se recién conocieran! Es decir, el muy, MUY desgraciado lo trataba como si fuera un niño, y eso lo ponía de mal humor.

 

Un pequeño quejido lo saco de su momento de maldecir al más bajo, se giro sobre su hombro para darse cuenta de que la peli-negra se había removido un poco de la camilla, y eso lo sobresalto, al ver como ella se movía incómodamente en ese lugar, así que se acerco para ayudarla a sentirse cómoda.

 

POV Levi.

 

Sé que es demasiado temprano como para visitar a Petra, pero no pude evitarlo, tenía que confrontarla de nuevo, porque a pesar de sé perfectamente de que pudrirá en la cárcel, hay algo que rebota en mi cabeza “¿Por qué?” quiero saber porque me hiso esto, no lo sé una parte de mi preferiría no saberlo, pero otra me dice que no viviré en paz hasta saberlo. Me encontraba caminando por los pasillos grises de aquel lugar, a la sala de visitas, obviamente la privada. Estuve esperando un par de minutos, mientras que un guardia la iba a buscar.

 

Al poco tiempo, apareció dicho guardia con la peli-roja esposada, este lugar era como la sala de interrogatorio, un bombillo iluminando, una mesa de metal que nos dividía y sillas del mismo material.

 

-Solo tienen 15 minutos, como le prometí. –Dice el guardia para salir del lugar dejándonos a ambos solos, Petra sonreía de manera sínica. Fruncí el ceño por esta acción, aunque quien debería estar riendo soy yo, porque ella esta esposada y yo estoy vivo.

 

-¿Me extrañaste tanto? –Pregunta con su típica voz sínica, chasquee la lengua en respuesta. –Adoro cuando haces eso. –Maldita lanzada, fruncí un poco mis labios.

 

-Compórtate que no es prostíbulo. –Al decir esto, ella lanza un bufido en respuesta.

 

-No eres divertido. –Se queja tratando de sonar inocente, cosa que todos sabemos que no es.

 

-El tiempo se acaba. –Dije para mirarla fijamente. –Solo vine porque necesito respuestas, y no me ire hasta que respondas.

 

-Son 15 minutos cariño, recuérdalo. –Responde con simpleza.

 

-Me vale mierda, puedo estar aquí 5 horas si es necesario. –Y lo que decía es verdad.

 

-Ah, claro, olvido que eras “Don soborno” –Bromea, pero a mí no me pareció nada divertido. –¡Vaya que humor! No sé cómo pude estar contigo tanto tiempo.

 

-Por mi dinero. –Recrimine con enojo.

 

-Claro es verdad, por eso. –Afirma con tanto cinismo que me enfureció.

 

-No sé cómo pude estar con una puta como tú todo este tiempo. –Le recrimine con el ceño notablemente fruncido. 

 

-Pues ¿acaso no es obvio? –Hace algunos gestos coquetos, chasquee la lengua nuevamente.

 

-Ya dejemos esto de lado. –Dije para acariciar un poco mis sienes, cálmate Levi, solo encontraras respuestas, te largas y eso es todo.

 

-Claro porque Don Soborno no puede pagar sus sobornos. –Dice irónica y mi mandíbula se tenso, ya comenzaba a preguntarme porque mierda estaba aquí… ah, claro por eso.

 

-Solo vine a preguntarte ¿por qué hiciste todo esto? Sé que es por el jodido dinero, pero ¿qué te llevo a hacerme esto? –Pregunte cortante, y pude ver como aquella sonrisa hipócrita desaparecía.

 

-¿En verdad quieres saber? –Su mirada se volvió sombría y fue como un momento extraño, nunca la había visto de este modo. Asentí para mirarla indiferentemente. –Cuando era niña, mi padre siempre trabajaba duro para mantenernos. –Comienza su relato, desviando la mirada. –A mi madre y a mí, trabajaba en la empresa de tú padre. –Suelta con odio en sus palabras. –Llegue a mi adolescencia, y en ese instante a mi padre lo acusaron por robar dinero, cosa que él jamás haría. –Afirma con enojo. –Pero eso a tú padre le valió un bledo, a pesar de que él trabajo fielmente durante muchos años de su vida. –Un suspiro nostálgico escapo de sus labios. –Mi padre fue despedido y cayó en una gran depresión, ya que por su edad era muy nulo conseguir trabajo, entonces comenzó a beber, cada día era peor, por lo tanto todo ese peso recaía entre mi madre y yo… -Su mirada se perdió en una esquina de la habitación. –Un día llegue del trabajo de medio tiempo que había conseguido, mi padre había tomado mucho y mi madre le estaba reclamando, ambos peleaban, ignore aquello porque era algo cotidiano para mí. –Sus ojos se volvieron cristalinos. –La pelea se intensifico a tal grado q-que… –Su voz se quebró en ese instante, y cubrió su rostro con ambas manos, que se encontraban esposadas. –Él se suicido… en frente de mamá, en frente de mí, con una pistola que guardábamos para emergencias.

 

-… -Quede mudo en ese instante al verla llorar desconsoladamente, conocía perfectamente esa historia, su padre el día que despidió al padre de Petra llego a casa contándole aquello a su madre, pero no le prestó atención.

 

-P-Por su culpa mi padre no está aquí. –Susurra aun cubriéndose el rostro. Se levanta de la silla y se acerca a mí para intentar golpearme, pero detuve sus manos antes de que impactaran en mi rostro. – ¡Por su maldita culpa! –Grita mientras de sus ojos caían lágrimas amargas.

 

Un guardia al ver el escándalo provocado en la habitación, entra abriendo la puerta de golpe, encontrándose con la escena de Petra intentando zafarse de mí agarre. La toma bruscamente de los hombros alejándola de mí, yo solo mire como se la llevaban del lugar, y como otro guardia se disculpaba por lo sucedido, me quede estático en mi lugar, para luego salir del lugar.

 

Llegue a mi auto, entrando en el vehículo, una vez en el asiento del conductor puse mis manos en el volante para soltar un suspiro de frustración, alejo todos aquellos pensamientos para conducir a su casa.

 

Durante el camino la confesión de Petra iba atormentándolo de tal forma que llego a sentirse un poco culpable, pero ¿De qué debería sentirse culpable? Si él no ocasiono la desgracia de su padre, fue el viejo Kenny que lo causo, así que todo lo que hiso su padre no tienen nada que ver con él, así que ella no tenía derecho a culparlo, porque lo que estaba haciendo solo era un mero capricho.

 

Me estacione en la cochera de mi casa, hogar que mi madre había estado cuidando desde que se entero de mi “muerte” y cuando se entero de que no era verdad, tuvimos un reencuentro súper dramático digno de una telenovela. Baje del vehículo posicionando mi mano derecha atrás de mi nuca para hacerme un pequeño masaje por la tensión acumulada, mientras sacaba las llaves de la casa, supongo que mi madre no ha de estar, ya que me dijo que estaría algo ocupada.

 

Introduje la llave en la cerradura para abrir la puerta y adentrarme en mi casa.

-¡Levi! –Me sobresalte al escuchar a mi madre llamarme por mi nombre, pude ver que recién salía de la cocina con una taza de café en sus manos.

 

-¿No estabas ocupada? –Pregunte, pero ella solo se cruzo de brazos y frunció el ceño.

 

-¿Así saludas a tú madre? Yo no crie de este modo. –Reclama y yo me acerque para insertar un beso en su mejilla.

 

-Hola mamá, me alegra que estés bien y esas cosas. –Dije sin interés. –Ahora ¿no estabas ocupada?

 

-Lo estaba, pero resulta que teníamos visita. –Arquee una de mis cejas, la cuatro ojos no podía ser, estaba muy ocupada coqueteando con el detective Moblit y Erwin tampoco puede ser, está en una cirugía importante en estos momentos. La única persona que podría venir es…

 

-Oh, mierda… -Murmuro para ir a la cocina encontrándose con el castaño, sentado en una de las sillas de la mesa de la cocina, con una taza de café en sus manos al igual que su madre. – ¿Qué haces aquí? –Al decir esto Eren se sobresalto para mirar al peli-negro que tenía una expresión seria.

 

-Levi. –Pronuncia apenas me ve. Pero no respondió a mi pregunta.

 

-¿No estabas con Mikasa en el hospital? –Pregunte acercándome a él, y este luego baja la mirada.

 

-Sí, pero el tiempo de la visita se acabo, así que decidí venir acá, y me encontré con tú mamá. –Explica.

 

-Sí, y además de que hablamos de algunas cositas, ¿cómo es posible que ustedes tengan algo y no me lo dijeran? –Pregunta y luego fulmine con la mirada al castaño que solo se encogió de hombros con una sonrisa nerviosa.

 

-No es nada del otro mundo mamá. –Trate de restarle importancia al asunto.

 

-¡Claro que sí lo es! Al fin te conseguiste a alguien mejor que Petra y eso me alegra. –Sonríe dulcemente. –Aunque tenga pipi, no te ofendas Eren.

 

-No se preocupe. –Responde el susodicho con una sonrisa nerviosa.

 

-Mamá, por favor. –Reproche por lo bajo.

 

-Por cierto Levi. –Dice Eren interrumpiendo el momento de una pequeña batalla verbal entre mi madre y yo. – ¿Por qué querías que viniera acá? –Pregunta y en ese momento recordé el porque necesitaba que Eren estuviera allí.

 

-Mejor los dejo solos. –Dice con un rostro pícaro mi madre y no pude evitar regañarla por lo bajo.

 

Luego el castaño y yo nos quedamos solos en la cocina, me senté en una de las sillas, de modo que quede en frente de él, hubo un pequeño silencio entre ambos.

 

-Entonces… -Dice para animarme a hablar, yo solo suspire para mirarlo.

 

-Quise que vinieras, porque quiero que. –Hice una pequeña pausa ¿en verdad voy a hacer esto? Pude mirar la ansiedad en su mirada así que continúe. –Te mudes conmigo.

 

-¿Eh? –Pronuncio confundido. – ¡¿Eh?! ¡¿EEH?! –Exclama no pudiendo creerlo, creo fui muy rápido.

 

-Si no quieres está bien, no te obligare a nada. –Dije con simpleza, pero en verdad me iba a sentir extraño si me rechazaba.

 

-No, no. –Niega con las manos y cabeza. –Digo si me gustaría. –Un pequeño sonrojo invadió aquellas mejillas canela, dándole un toque adorable.

 

-¿Entonces es un sí? –Indague tratando de sonar cortante, pero estaba ansioso.

 

-Sí- -Responde. Para cuando me di cuenta me había levantado de la silla en donde me encontraba sentado y me acerque al rostro del castaño, besando sus labios. Y ese fue solo el comienzo…

 

2 años después.

 

Dos años después Petra fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, por lo tanto, ahora vivo con Eren…

 

Me desperté por los molestos rayos del sol que se colaban por la ventana, entre abrí un poco los ojos encontrándome con la figura de Eren durmiendo plácidamente acunado en mi pecho, sonreí un poco por la escena, porque si él supiera que lo estaba viendo como vino al mundo se muere, es enserio, pasaron dos años y aun no se acostumbraba a que lo viera desnudo, parecía un niño pequeño.

 

Acaricie su mejilla con delicadeza, mientras observe como este murmuraba cosas incoherentes, era lo mismo siempre.

 

Luego la puerta del cuarto se abre abruptamente dejando ver a una niña pequeña, de cinco años, cabello rojizo ojos color verde, llevaba puesto un vestido rojo de puntos blancos, era Isabel, y detrás de ella mi mamá, ella planeo esto.

 

-¡Papá! ¡Papá! –Se abalanza sobre mí, abrazándome del cuello, mientras mi madre me lanzaba una sonrisa burlona, le dije a Eren que era mejor dejar a Isabel con Hanji, pero tuvo que venir Miss chantajes y convenció al castaño.

 

-Buenos días Levi~ -Saluda burlona mi madre. Mientras que Eren aun seguía en el quinto sueño.

 

-Aah~ -Isabel suelta un suspiro de desilusión, por lo que arquee una de mis cejas. –Papá eres malo, volviste a jugar twister con mami y no dijiste nada. –Inflo sus mejillas, y yo me quede helado, menos mal que sigues siendo inocente Isabel.

Notas finales:

Chuchuwa chuchuwa, chuchuwawawa! jajaja deberia de dejar hacer esto, pero en fiiiiiiiiiiiiin, al fin puedo decir esto... Hemos llegado al final de esta historia así colorin colorado, este cuento ha acabado, los leo en otro fic, bye cuidense de Petras locas xD Adiosito~


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