POV Levi.
Me encontraba en mi casa, todo parecía estar normal, recorrí todas las habitaciones hasta llegar al baño, me detuve abruptamente en la entrada y me acerque al espejo del mismo con lentitud, ya que me aterraba la idea de que siguiera en este cuerpo que no es mío. Cuando vi mi reflejo, pude mirar mi rostro, como si nada hubiese ocurrido. Gire mi rostro de un lado al otro observando detenidamente cada fracción, y en conclusión si este es mi cuerpo.
Suspire ya un poco relajado, supongo que solo fue un sueño de esos en los que sientes que todo es tan real, que caes en la ilusión y en verdad piensas que es así. Escuche la puerta principal abrirse y me dirigí al lugar lo más rápido que pude al lugar de donde provino el ruido.
Cuando llegue me encontré con esa desagradable persona, que desde lo más profundo de mi ser no pude odiar. Lucia tan hermosa como el primer día en que la conocí.
-Ya llegue~ –Me besa en la mejilla apenas me le acerque, esos putos besos ácidos, literalmente me está quemando por dentro. –Iré a preparar la cena.
-No, tú… –La tomo de la muñeca con brusquedad. –Te largas de mi casa, te deje bien en claro que no quería tú mugroso trasero aquí ¡lárgate! –Grite ya cansado de esta horrible situación, odio verla, odio oír su estúpida voz, odio tener que recordarla y extrañarla. ¡Odio sentirme de esta puta forma! ¡Odio sentirme dependiente de alguien!
Ella me sonríe como solía hacerlo antes de que todo esto sucediera. Estaba a punto de correrla a patadas, literalmente, pero sentí mi cuerpo inmóvil, y toda la escena se desvaneció, entonces esto era un sueño… Luego de eso imágenes de los momentos que viví con Petra aparecieron fugazmente atormentándome a más no poder…
~Bip, Bip, Bip~
Me levante abruptamente de la cama, respirando agitadamente mientras algunas gotas de sudor resbalaban de mi frente. Eso fue un sueño, un puto sueño. Salí de la cama directo al baño, me mire en el espejo y genial, seguía en este cuerpo.
No tenía ni la más mínima idea de cuál era el cepillo dental de este mocoso, y ni siquiera pienso poner un cepillo que fue usado por otra boca en esta boca, puede que no sea mi cuerpo, pero no voy a reducirme a ser un cerdo. Me di una ducha larga, ya que me quede pensando en el sueño de anoche, el ángel ¿no tenía algo que decirme? Tch, ni sé para qué me vino a atormentar si no me va a terminar de contar la situación.
Salí del baño con una toalla alrededor de mi cintura y otra para ayudar a secarme este cabello que parece que tiene vida propia. Me acerque a la cocina y pude ver una nota pegada en el refrigerador.
"Eren fui a trabajar en la cafetería, regresare tarde, pero te deje en la mesa de la cocina tú desayuno, si me necesitas, llámame.
PDTA: Recuerda que el dentista te dijo que debes cambiar de cepillo cada tres meses, así que te compre uno hace algunos días atrás, está en la mesa de la sala de estar
Mikasa"
Después de leer la nota salí corriendo a buscar el cepillo, en verdad necesito lavar esta boca.
Luego de varios minutos de lavado intensivo, salí del baño y fui directo al cuarto a buscar algo de ropa, me vestí con una camiseta cuello "V" de color verde claro, un pantalón deportivo gris y en cambio mis pies los cubrí con unas pantuflas de dinosaurio que tenía este mocoso en su cuarto.
Comencé una larga y dura ronda de limpieza por la casa, no fue tan difícil ya que era pequeña, pero me encargue de que quedara a mi gusto.
Volví nuevamente a la cocina, normalmente estoy acostumbrado a preparar yo mismo mi propio desayuno, no sé qué tan aseada sea esa tal Mikasa. Prepare pan tostado, huevos revueltos con tocino y un té negro para acompañar.
Termine de desayunar y lave los utensilios que use. Me senté en el sillón de la sala de estar, esperando a que el mocoso llegara, la verdad es que no discutimos la hora en que tendría que llegar. Suspire con pesadez, mientras recordaba el papeleo, los proyectos, las juntas toda la empresa se ira a la mierda con ese mocoso a cargo.
Me levante abruptamente del sillón, no le advertí sobre Petra, ¡Oh, santa mierda! Esa loca se va a aparecer en la puerta de mi casa, y lo va a extorsionar, tal vez incluso lo viole… ¡Va a follar con esa tipa con mi cuerpo! Eso no lo voy a permitir.
Busque desesperadamente cualquier tipo de zapatos, me valía mierda todo. Tengo que ir a mi casa a buscar al estúpido mocoso de mierda, traerlo a patadas aquí y resolver este puto problema, porque no voy a tolerar seguir en este cuerpo que no me pertenece.
Camine hacia la puerta dando pasos ruidosos, agarre las llaves de la casa, y abrí la puerta con brusquedad. Al abrirla me encontré conmigo mismo a punto de tocar la puerta. Me quede sin aliento ¿En verdad soy tan jodidamente pequeño? Fruncí el ceño, y vi en mi propio rostro algo que nunca creí ver, miedo… ese jodido mocoso…
-Ya era hora de que llegaras, idiota. –Le recrimine, y él suelta una carcajada con nerviosismo. Este sujeto hace que tenga miedo de mí mismo, no es que no tenga sentido del humor o algo, solo que no suelo reír o sonreír a menudo, de hecho nunca.
-Perdón, pero tuve un inconveniente al venir hacia acá. –Se excusa. Suspiro cansado y le jalo del antebrazo llevándolo hacia adentro de la casa.
-Entra de una vez, quiero resolver este problema lo más rápido posible. –Entramos en la casa y nos sentamos en el sillón en donde me encontraba hace unos minutos.
Hubo un gran silencio durante unos largos y sofocantes minutos, en los que me sentí incómodo de verme a mí mismo, sentado en frente de mí, y supongo que él se sentía igual porque no me quitaba el ojo de encima, ni un puto segundo.
-Entonces… –Trata de comenzar una conversación, pero yo solo me que en silencio. –Aún no puedo creer el hecho de que hayamos cambiado de cuerpo. –Vuelve a reír nerviosamente, lo miro estupefacto.
-No sonrías, es raro. –Le digo sin dejar mi impresión de lado.
-¿Por qué es tan raro que sonrías? ¿Te ves cómo caníbal o qué? –Me pregunta, por lo que frunzo el ceño notoriamente, muy molesto, este pedazo de idiota. Y volvió a poner esa cara de horror que tanto me molesta.
-No me veo como caníbal, solo que no sonrío como un idiota como ALGUIEN. –Lo digo mirando al mocoso en frente de mí. –Lo hace.
-¡Hey, para que sepas me han dicho que soy todo un casanova cuando sonrió! –Se defiende de manera infantil, me pareció algo lindo, así que relaje un poco mi rostro y una sonrisa ladina se coló en esta estúpida cara. –¡Ves! Tú también piensas lo mismo.
-Yo en ningún momento te mencione. –Ante este comentario, el pobre idiota se quedó mudo.
-S-SÍ… P-pero… ¡Por tus expresiones era obvio que te referías a mí! –Se defiende, o por lo menos trata de hacerlo, ya que es muy malo haciéndolo. No pensé que hacer molestar a un mocoso fuera tan entretenido.
-Ya deja eso de lado. –Le digo para que deje fruncir tanto el ceño, que hasta a mí me asusto ver esa mirada de mal perdedor en mí propio rostro. – ¿Un ángel malhablado no te atormento anoche mientras dormías?
-No, porque no pude conciliar el sueño anoche. –Me responde mientras se rascaba un poco la nuca, y en su rostro de detonaba la palabra "cansancio"
-Ah, se me olvido decírtelo, yo sufro de insomnio. –Le dije de forma relaja y él solo me mira con cara de trastornado.
-Eres de lo peor. –Infla mis mejillas, se cruza de brazos y gira su rostro hacia el lado contrario, dejándome más estupefacto que antes. Nunca me imaginé haciendo algo tan infantil como eso.
-No te comportes como niño malcriado con mi cuerpo, que es más extraño que verme sonreír. –Le digo con enojo.
-¡JUMP! –Eso fue lo único que obtuve como respuesta. Ese mocoso… Pensé, mientras me imaginaba las mil y un formas de torturarlo, pero obviamente no le haría absolutamente nada a mi propio cuerpo… Va a sufrir cuando resuelva la forma de volver a mi cuerpo.
-Escucha mocoso, no te comportes como un retrasado, estamos aquí para resolver este problema-
-Tal vez hubiese sido mejor haberme quedado con Petra… –Lo oí murmurar, y sentí más ganas de golpearlo que antes.
-Repite lo que dijiste, pedazo de mierda. –Sisee con enojo, no, con furia contenida, porque enojo no es una palabra lo suficientemente fuerte como para describir lo frustrado que estaba. Él mocoso se gira y me mira con reproche.
-Que hubiese sido mejor haberme quedado con Petra, ella parecía más amable que tú. –Me recrimina, me dieron muchas ganas de reírme a carcajadas en su cara.
-¿Amable dices? Pues déjame romper tus ilusiones mocoso, ella no es más que una zorra. –Escupí, y él me mira con sorpresa.
-¿Por qué todos dicen lo mismo? –Pareció más una pregunta para sí mismo, que para mí. Por lo que suspire y desvíe la vista de ese estúpido mocoso.
-No debo contarte de mí vida personal porque no te incumbe. –Me cruce de brazos, y volví a mirarlo. – ¿Qué fue lo que sucedió con ella?
-P-Pues… –Desvía la vista y… ¿Un sonrojo? ¡¿Acaba de sonrojarse?! Ese sujeto está haciendo mierdas que no debería con mi cuerpo. –Cuando venía para acá ella apareció en la puerta de tú casa, me pregunto si podía pasar y no pude decirle que no, así que deje que pasara. –Estaba a punto de darle la paliza de su vida, pero me contuve, es tú cuerpo Levi, es tú cuerpo. –Entonces ella me comenzó a hablar sobre los felices que eran ustedes. –Fruncí el ceño. –Y me dijo que todo lo que decía Kuchel era mentira, que en verdad ella es tú prometida…
-No creas esa mierda, desde hace mucho tiempo le deje claro que no quería nada con ella. –Lo interrumpí y luego lo vi un poco neutral. –Continua.
-Intento besarme… bueno, besarte un par de veces, pero cada vez que lo hacía me sentía más incómodo y trataba de esquivarla, pero esa mujer no se rendía en ningún momento. –Me dijo exasperado. –Al final tuve que fingir una llamada e irme de allí. –Me explico y yo casi le saltaba encima y lo ahorcaba.
-¿Dejaste a Petra adentro de la casa? –Le pregunte con voz infernal y él niega efusivamente con la cabeza.
-L-La saque antes de irme. –Balbucea y yo me relajo un poco, tener a Petra adentro de mi casa, es como tener un demonio, no se va hasta conseguir lo que quiere.
-Ahora que lo pienso…– Cierto me salte ese detalle importante. – ¿Cómo fue que llegaste aquí? Supongo que no sabe conducir ¿O sí?
-No, todavía no tengo la edad, le pedí a Hanji-san que me trajera. –Me explica, me sentí un poco más relajado, menos mal que no toco a ninguno de mis autos de colección o si no iban a rodar cabezas.
-¿Le pediste a esa loca que te trajera? ¿Cuántas leyes de transito violo al traerte aquí? –Pregunte porque ya conocía a esa cuatro ojos, cuando conduce es como un animal. La he tenido que sacar de la comisaria por violar muchas leyes de tránsito y por no pagar multas.
-Ninguna, la verdad creo que fue el viaje más lento de roda mi vida. –Y él lo hace de nuevo, sonríe creo que nunca me acostumbrare a verme a mí mismo sonreír. Y además creo que se va a acabar el mundo ¿Anteojos conduciendo como una persona por primera vez en toda su vida? No lo creo.
-Eso no te lo creo, aunque-
Fui interrumpido por el sonido del celular del mocoso, estaban recibiendo una llamada. Rodé los ojos con fastidio, me levante del sillón, fui a la cocina, agarre el celular y vi que la llamada era de Mikasa. Deslice la pantalla táctil, para contestar la llamada.
-¿Qué sucede? –Pregunte tratando de sonar lo menos grosero posible. Me acerque al lugar en donde se encontraba Eren mirándome confundido, y le hable en silencio diciéndole "Mikasa" y el solo hace una expresión alivio, hace una ademan para que me acerque, me arrebata el celular y le pone el altavoz.
-Eren, ¿cómo estás? ¿Ya desayunaste? ¿Te sientes mal? –Hace un bombardeo de preguntas al otro lado de la línea, nos miramos mutuamente y me susurro lo que tenía que responder.
-¡Y no seas grosero! –Me grita en voz baja, mientras le quito el celular y trato de sonar como lo haría este imbécil.
-Sí, Mikasa, estoy perfectamente no te preocupes estoy bien, jeje. –Suelto una risa que hasta un retrasado sabría que es falsa, pero creo que ella es peor que un retrasado.
-Jeje, me alegro mucho Eren, ¿las cosas están bien por allá? –Eren me vuelve a susurrar otra cosa y yo simplemente rodé los ojos.
-Sí, creo que me estoy comenzando a mejorar, muy pronto iré a ayudarte en la cafetería, Mika. –No pude sentirme más estúpido.
-Recuerda que tienes que descansar, Eren. Y bueno creo que hoy regresare un poco tarde, ya que Historia tenía razón hoy nos llegaron muchos clientes. –Eren me dijo otra mierda más y yo lo mire con reproche, y el solo me dijo "¡Hazlo o nunca colgara!" no tuve más elección que hacerlo.
-Oh, Mika si es así entonces no quiero quitarme más tiempo, no me gustaría ser un estorbo para ti. –Digo y el mocoso levanta los pulgares sonriéndome. No quiero decirlo, no quiero decirlo.
-No eres un estorbo Eren, pero ya tengo que volver al trabajo, Historia no puede seguir cubriéndome más tiempo, adiós te quiero. –Me responde y ¡No quería llegar a esta parte!
-SÍ también te quiiiiii~ –No podía decirlo, es horrible.
-¿Qué sucede, Eren? –Me pregunta, y Eren me mira con cara de horror.
-Te quieeeee~ –No podía salir, entonces Eren comenzó a darme palmadas en la espalda para que las palabras salieran.
-¿Eh?
-Te quiero. –Dije después de que Eren prácticamente, casi me sacara un pulmón.
-También te quiero Eren, cuídate. –Cuelga la llamada, y casi ahorcaba al estúpido mocoso.
-¿Por qué me hiciste decir eso? –Le pregunte entre dientes, mientras lo mataba con la mirada.
-Porque si no lo decías ibas a dar sospechas, además es mi hermana ¿qué esperabas? –Se defiende.
-Pues esa hermana tuya o es muy sobreprotectora o tiene cierto aire incestuoso. –Cuando dije eso parecía que él me quería ahorcar.
-Mikasa es muy sobreprotectora conmigo desde que mamá murió, entonces déjate de esas ideas locas. –No sé, pero a mí me parece demasiada sobreprotección, cualquier imbécil se daría cuenta de que está enamorada del mocoso, aunque no sé pueden sacar conclusiones antes de tiempo.
No sé cuándo paso, pero cuando desperté me encontré con Mikasa muy enojada, a un rubio trapito tratando de tranquilizarla, un cara de caballo ayudando al rubio, una castaña atracando la cocina, una chica rubia mirándome con cierta decepción, otra castaña tratando de calmarla. Me talle los ojos un poco, mira hacia alrededor, y cuando mire hacia abajo me quede sin aliento.
Estaba encima del mocoso en una posición muy comprendedora, yo estaba sin camisa, Eren tenía la camisa de botones desabrochada, estaba abrazándome, y este estaba dormido como si no hubiera un mañana. ¿Qué mierda paso aquí? La verdad no recuerdo mucho de lo que sucedió. Corrección no recuerdo nada.
-Mira ya despertó. –Escuche al rubio decir, mientras la peli-negra se me acerca a una velocidad inhumana, y todos los demás se alejaron para ver el espectáculo a una distancia segura. Me quite de encima de mi propio cuerpo y me senté a un lado.
-Eren. –Comienza a decirme ella con un tono de voz infernal. –Me vas a explicar que fue lo que sucedió aquí…
Ni yo mismo sé que fue lo que sucedió…