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Secret & Forbbiden Love por N3K0-Ch4N

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-Vamos, Gohan ¡dímelo!

-N-No sé de qué estás hablando, Goten-respondió el semi-saiyajin mayor levemente sonrojado sin mirar a su hermanito.

-Oh, por favor, Gohan. Tu sabes de que hablo ¡vamos! Quiero que me cuentes todo, necesito detalles tanto implícitos como explícitos ¿qué pasó ayer entre tú y Trunks? ¿acaso ahora son algo más que amigos?-preguntó Goten entusiasmado.

Ya era de noche cuando Gohan llegó a su casa, ahora se encontraba en su habitación intentado terminar su tarea pero no pudo avanzar mucho, pues su hermano menor, Goten había entrado en su habitación con una sonrisa que asustó un poco al semi-saiyajin mayor sin poder adivinar siquiera que estaba tramando el pequeño. Ahora Goten estaba sentado en su cama esperando impacientemente la respuesta de su hermano, finalmente tuvo el valor para reconocer que estaba perdidamente enamorado de Trunks y esa misma tarde tuvo la teoría de que quizás Gohan le confesaría sus sentimientos, lo cual no estaba muy lejos de la realidad y en efecto, Goten tenía razón porque eso fue lo que sucedió esa misma tarde.

-¿Y qué quieres que te diga Goten? No tengo mucho que contarte-respondió Gohan sin dejar de hacer su tarea.

-Pero yo quiero saber, Gohan. Soy tu hermano, se supone que nos contamos todo-dijo Goten intentando contener sus ganas de abalanzarse sobre el otro semi-saiyajin para obligarlo a sacar su respuesta a la luz.

-¡Está bien, te contaré lo que pasó! Ayer fui a buscar a Trunks directamente de la escuela, fuimos a un edificio abandonado para poder conversar sin que nadie nos interrumpiera, primero que nada le pregunté qué pensaba de mi, mejor dicho, que veía en mi como persona y fue ahí cuando le confesé que le gustaba… pensé que lo mejor sería olvidar lo que pasó, pretender que aún podíamos seguir siendo amigos, entendí que quizás no correspondería mis sentimientos pero inesperadamente me dijo que él también sentía lo mismo por mi y…-a partir de ese punto de la narración Gohan sintió su sonrojo incrementar mientras miraba a su hermanito-b-bueno, él y yo nos besamos… fue una experiencia muy agradable…-reacciona- ¡Ok! Ya te dije todo lo que tenias que saber ¿ya estás feliz?-

-Por supuesto que sí ¡dioses! No puedo creer que esto esté pasando, es un sueño hecho realidad para mí ver a mi Onii-chan y a mi ex mejor amigo juntos-dijo Goten emocionado-lo sabía ¡el Truhan es real!-

-¿Eh? ¿Tru-han? ¿Qué es eso?-preguntó Gohan sin entender a que se refería su hermanito.

-No es nada de lo que debas preocuparte, Onii-chan-respondió Goten poniendo una sonrisa "inocente", se levantó de la cama y se dirigió a la puerta-tengo que irme a mi cuarto, mamá no sabe que estuve aquí y si no me ve durmiendo me matará-

Gohan se rió levemente, conociendo la actitud de su madre, lo más probable era que le preguntaría a Goten si ya estaba durmiendo o no, despidió a su hermanito con la mano y este solo le devolvió el gesto con una sonrisa, salió de la habitación cerrando la puerta con cuidado e intentando hacer el menor ruido posible. Cuando escuchó la puerta cerrarse y los pasos de Goten alejarse hacia su habitación, Gohan volvió a trabajar en su tarea por un par de horas más hasta que el sueño comenzó a vencerlo, intentó hacer un esfuerzo por mantenerse despierto pero no pudo lograrlo, así que se levantó de su silla, apagó la luz de su escritorio y se preparó para dormir.


Mientras tanto en la Corporación Capsula, Trunks había llegado a casa antes de que sus padres sospecharan su repentina ausencia en la escuela, después de haber dejado su mochila en su habitación y darse una ducha rápida, estaba con Bulma y Vegeta cenando en el comedor de aquel inmenso edificio, bueno, solo Bulma cenaba tranquilamente mientras que Vegeta comía lo más rápido posible ya que quería volver a seguir entrenando antes de ir a descansar pero sin olvidar su comportamiento en la mesa, Trunks los miro por unos segundos para después desviar su mirada hacia su plato el cual aún tenía comida que apenas tocaba, Bulma notó esto y se preocupó un poco por él, hace unos días todo estaba bien y ahora veía que su hijo estaba algo desanimado sin ninguna razón, la primera vez que quiso hablar con él terminó alejándola, quizás ahora que estaban en la mesa podrían hablar.

-Trunks ¿estás bien? No has tocado tu comida desde que llegaste-preguntó Bulma preocupada, el semi-saiyajin de cabellos lilas reaccionó y elevó su mirada hacia su madre-temo que algo malo te esté pasando, hace unos días estabas bien, quizás se deba a algo relacionado con la escuela, por cierto ¿cómo te está yendo en la escuela? No me has dicho nada últimamente ¿hay alguien te esté molestando?-

-M-Me está yendo bien, supongo…-respondió el menor en voz baja casi audible, jugando con los granos de arroz en su plato-creo que no hay nadie que me esté molestando, ya no peleo con mis compañeros como lo hacía antes, mamá-

-Esto es una completa pérdida de tiempo-comentó Vegeta de la nada, Bulma y Trunks lo miraron si entender de que estaba hablando-Trunks no debería estar en lugares como ese, debería quedarse más tiempo en casa entrenando en la cámara de gravedad-

-¡Vegeta! ¿qué rayos estás diciendo? Trunks a pesar de tener tus genes saiyajin también es humano, él necesita ir a la escuela como cualquier niño-respondió Bulma-entiendo que sea inteligente como yo pero no creas que va a estar encerrado aquí entrenando todo el día-

-A mi no me das ordenes, Onna ¡Trunks es mi hijo y yo decido que es lo mejor para él! Debería estar entrenando más en lugar de dedicarse a una cosa tan absurda como estudiar, para eso está Gohan, él ya nisiquiera entrena por estar estudiando.

-¡Te equivocas!-le gritó Trunks, Vegeta se sorprendió por el repentino grito proveniente del niño y volteó su mirada molesto hacia él haciendo que Trunks se arrepintiera instantáneamente de haber elevado el tono de su voz contra su padre-quiero decir, te equivocas… Gohan es casi tan fuerte como el señor Gokū y creo que hasta podría superarlo y superarte a ti si quisiera-

-Escúchame bien, niño. Porque no pienso repetir esto, ningún soldado de clase baja va a superarme en fuerza a excepción de Kakarotto y sería bueno que tú también entrenaras más para poder superar a Gohan-le dijo Vegeta enojado-además ¿cómo sabes eso? ¿has estado volviendo a verlo?-

-B-Bueno, yo… yo…

-Lo has estado viendo a mis espaldas ¿no es así? ¡te ordene estrictamente que no volvieras a ver a Gohan y me desobedeciste!-dijo Vegeta-no entiendo que le ves de especial a ese bastardo pero te lo advierto, vuelves a juntarte con él y la pagarás muy caro ¿entendiste, niño?-

Trunks lo miró molesto desde su posición por unos segundos, no le importaba si su padre le impedía ver a Gohan, él seguiría visitándolo a sus espaldas, volvió a mirar a su madre y después volvió a ver su plato de comida. Ya no tenía ánimos para seguir comiendo, acababa de perder el hambre luego de aquella "conversación" con su padre, se levantó de su silla y se dirigió corriendo hacia su habitación, Bulma quiso levantarse para ir hablar con él pero Vegeta la tomó de la muñeca fuertemente obligándola a sentarse otra vez.

-Deja que se vaya, Onna. Que se esconda en su habitación y llore, después de todo es un saiyajin débil, estoy decepcionado de ser su padre-dijo Vegeta sin quitar su expresión de molestia y frustración de su rostro.

Bulma suspiró cansada, supuso que Vegeta tenía razón por esta vez y dejaría a su hijo en paz, volvió a sentarse y siguió comiendo junto a su esposo. Trunks escuchó las palabras del príncipe saiyajin y eso solo lo hirió aún más, contuvo las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos azules y subió rápidamente las escaleras al pasillo del segundo piso de la Corporación Capsula para ir a su habitación, mientras subía las escaleras se secó las lágrimas e intentó calmarse recordando lo que paso esa tarde, no era momento para estar triste, por fin Gohan le había confesado que lo amaba, creyó que tendría que esperar años hasta que eso sucediera pero finalmente paso y ahora podían ser más que amigos; obviamente nadie debía saberlo aún o desatarían terribles consecuencias, no solo para ellos, sino también para sus amigos y sus familias, prometió ser paciente y cuando el momento llegara, le diría a sus padres de su relación con Gohan.


La lluvia caía con fuerza la mañana siguiente, la mayoría de los estudiantes de la preparatoria Orange Star corrían apresurados al interior del edificio para mantenerse a salvo de la lluvia que los empapaba completamente. Dentro de uno de de los salones de clase, Videl se encontraba observando las gotas de lluvia caer con fuerza contra el cristal de la ventana y a los estudiantes caminando al interior de la escuela llevando paraguas, impermeables o corriendo lo más rápido que podían pero con cuidado de no resbalarse con el cemento mojado, entre todos los estudiantes que vio, se le hizo extraño no ver a Gohan ¿qué había pasado? ¿acaso no había podido salir de su casa? ¿estaba enfermo? Tenía tantas preguntas en su cabeza que debían ser respondidas pero ahora no era el momento, salió de su trance al escuchar a la profesora entrar al salón de clases, rápidamente todos volvieron a sus asientos.

-Buenos días, alumnos-saludó la profesora viendo a cada uno sus estudiantes-¿están todos? ¿falta alguien?-

-S-Sí, profesora, falta Gohan-kun, él no ha venido a clases hoy-respondió Erasa desde su asiento, la profesora notó que el asiento donde solía sentarse Gohan estaba vacío.

-¿Qué? ¿otra vez? ¿es en serio? No entiendo qué pasa con ese chico y porque ahora tiene tantas ganas de faltar a mis clases, sobre todo cuando llueve-dijo la profesora molesta. Videl escuchó las palabras de la profesora atentamente, en parte tenía razón, Gohan nunca faltaba a la escuela pero ahora había cambiado mucho, es más, ya ni siquiera le hablaba o le decía que pasaba con él, dirigió su vista hacia la ventana mientras la profesora copiaba los ejercicios de ese día en la pizarra.

-Gohan-kun ¿dónde estarás? ¿por qué no viniste a clases hoy?-pensó Videl con una mano apoyada sobre su mejilla y el codo sobre su escritorio sin dejar de ver el cielo lluvioso.


Gohan entró corriendo a su casa cerca del mediodía completamente empapado, muy cansado y con el gi que llevaba puesto manchado de lodo, se sentía débil luego de pasar un largo rato entrenando, lo único que quería hacer era darse un baño caliente, cambiar sus ropas sucias por un pijama limpio y recostarse en su cama para descansar un poco. Antes de ir calentó comida para Goten que sacó de la nevera, quizás volvería a casa con hambre luego de la escuela y cuando terminó, subió las escaleras que conducían a su habitación, a la de su hermanito, desde luego, también al baño, abrió la llave de la ducha dejando que el agua corriera cambiando de fría a caliente, se quito el gi poniéndolo a lavar en el cesto de ropa sucia que había allí junto con sus calcetines y ropa interior para después entrar a bañarse tal como se lo había propuesto cuando llego a casa luego del entrenamiento que tuvo ese día, mucho antes de que comenzara a llover. Cuando terminó de bañarse y se puso su pijama, bajó las escaleras con una manta cubriendo su cuerpo, no supo porque de repente empezó a tener mucho frío, se dirigió a la sala y se recostó en el sofá envolviéndose más en la manta sin dejar de temblar, quizás se estaba enfermando, sentía un feo nudo en su garganta ¡maldita lluvia! ¿por qué estás cosas le tenían que pasar a él?

Se quedó acurrucado bajo la manta y trato de dormir, pero pasaban los minutos y no lo lograba, además su nariz comenzaba a picar y sentía su cuerpo muy caliente, se acomodo de forma que quedara contemplando la lluvia salpicar el cristal de la ventana para poder conciliar el sueño, estaba muy mal, no sabía que le estaba pasando, además de tener el cuerpo caliente y la nariz picándole, le dolía mucho la cabeza, se maldijo a sí mismo por entrenar bajo la lluvia pero no era el mejor momento para forzar su mente, su dolor de cabeza no hizo más que empeorar, le punzaba mucho, cerró fuertemente los ojos intentando ignorar ese dolor insoportable y no lo logró, se durmió a los pocos segundos, el dolor era mucho más fuerte que él.

No supo cuanto tiempo estuvo durmiendo, abrió los ojos viendo todo borroso al principio, una pequeña figura borrosa se acercaba a él con una toalla mojada en la mano, le costó un poco distinguir la figura, pues pensó que se trataba de su hermanito Goten que había vuelto de la escuela y lo encontró en ese estado, pero no, cuando aclaró su visión, grande fue su sorpresa al ver a Trunks poniendo la toalla mojada sobre su frente, apenas sus ojos oscuros se chocaron con los azules del niño se sobresalto haciendo que la toalla cayera al piso.

-¡¿T-Trunks?!-dijo Gohan viendo al pequeño semi-saiyajin que se encontraba frente a él-tú… ¿qué estás haciendo aquí?-

-Hola, Gohan-lo saludo Trunks volviendo a tomar la toalla mojada colocándola en un recipiente con agua fría.

-¿Cómo entraste en mi casa? Espera… ¿mis padres o Goten saben que estás aquí?-preguntó Gohan quedando sentado en el sofá con la manta cubriendo parte de su cuerpo.

-Cuando llegue no había nadie, pensé que habían salido porque las luces estaban apagadas pero entré y vi que solo estabas tú-respondió Trunks retorciendo la toalla mojada para volver a pasarla con cuidado por el rostro de Gohan-además, pude notar que tenías fiebre y lo único que puedo hacer es ayudarte a bajar tu temperatura-

Gohan se sonrojó más (si es que eso era posible) pues con la fiebre era casi imposible distinguir el sonrojo en su rostro, no se sabía si era por lo que dijo el menor o si se debía al hecho de que la fiebre estaba aumentando. Durante unos minutos, Trunks intentó hacer que la temperatura en el cuerpo de Gohan bajara pero no estaba dando resultado, la fiebre era cada vez más fuerte y el pequeño semi-saiyajin estaba comenzando a preocuparse, ya no sabía qué hacer, además, Gohan estaba comenzando a delirar por la fiebre. Trunks pensó en ir dejar a Gohan solo por un momento e ir volando bajo la lluvia rumbo a la Corporación Capsula a buscar ayuda pero apenas se alejó del sofá, sintió una mano cálida sostener su muñeca con fuerza.

-Trunks… Trunks… no…

-¿Gohan?-Trunks giro su mirada, deshizo el agarre que aplico el adolescente en su muñeca y se arrodilló hasta quedar a su altura-Gohan ¿qué sucede? respóndeme-

-Trunks, no quiero que te vayas-dijo Gohan removiéndose en el sofá, no tenía su manta consigo, pues se la había quitado debido a que tenía mucho calor en su cuerpo y con la manta sudaba más-no me dejes…-

-Gohan, tranquilo, no me ire muy lejos, solo pensaba volver por…-Trunks no pudo seguir hablando, sintió como Gohan lo cargaba y lo apoyaba contra su cuerpo, rodeó su pequeña cintura con sus brazos en un intento de abrazarlo y retenerlo lo más cerca posible.

-¡No te vayas! Por favor, quédate conmigo, no me dejes solo…-dijo Gohan sin dejar de abrazar al menor.

Trunks se quedo quieto por unos segundos, sabía que Gohan estaba delirando pero no quería dejarlo solo, apoyó sus pequeñas manos sobre su pecho, cruzó los brazos sobre este y apoyó su cabeza en ellos, poco a poco cerró los ojos y al instante se quedo dormido junto a Gohan quien no dejó de abrazarlo en todo momento. La tarde avanzó, la lluvia cesaba de a ratos y de nuevo caía con intensidad, un par de semi-saiyajines se encontraba durmiendo cómodamente en el sofá hasta que la puerta de la casa se abrió y entraron Chi-chi y Goten, la mujer pelinegra cargaba unas bolsas con ropa para su hijo menor y como pudo cerró la puerta empujándola con su pie, dejó las bolsas en el suelo y caminó a la cocina para preparar la cena.

-Gohan, estamos en casa-dijo Chi-chi llamando a su hijo, no obtuvo respuesta por parte del semi-saiyajin mayor. Caminó un poco más hasta llegar a la entrada de la sala, encontró a su hijo recostado en el sofá con una manta tirada en el suelo, respirando entrecortadamente y el rostro sonrojado pero no estaba solo, Trunks estaba durmiendo acostado sobre su estómago-¡Gohan!-

Rápidamente se acercó para verificar que le estaba pasando a su hijo, Goten al escuchar el grito de su madre fue hacia la sala a ver que estaba sucediendo. Asomado en la entrada del la sala, pudo ver a su madre colocando su mano en la frente de Gohan y sintió como este estaba ardiendo en fiebre… a su lado pudo ver un pequeño recipiente con agua y una toalla mojada, sus ojos miraron otra vez a Trunks quien descansaba cómodamente en el pecho del adolescente, sonrió un poco al saber que el menor había venido esa tarde para intentar cuidar a Gohan.

-Mamá-la llamó Goten sacándola de su trance-¿qué está pasando? ¿qué pasa con Gohan?-

-No lo sé, Goten. Tiene mucha fiebre, creo que deberíamos llevarlo al hospital-respondió Chi-chi, con cuidado tocó el hombro de Trunks y lo sacudió un poco para despertarlo-Trunks, despierta-

-Mmm… ¿q-qué?-dijo Trunks abriendo los ojos con pereza, al abrirlos se encontró con Chi-chi arrodillada frente al sofá y Goten se encontraba junto a ella-¡Eeek! ¿c-cuánto tiempo me dormí? ¿qué no estoy en mi casa?-

-No, Trunks. No estás en tu casa, estás en mi casa-respondió Goten-¿te quedaste aquí solo cuidando a Gohan?-

-Y-Yo… s-supongo que sí…-dijo Trunks levemente sonrojado pero no tanto como lo estaba Gohan por causa de la fiebre.

-Trunks, será mejor que vuelvas a casa, yo me encargaré de Gohan-le dijo Chi-chi, Trunks rápidamente bajó del sofá en el que había estado descansando esa tarde.

-Está bien, volveré mañana para ver cómo está Gohan-respondió Trunks, abrió la puerta de la casa y salió volando de allí, por suerte ya no estaba lloviendo y había salido de la casa justo cuando Gokū estaba volviendo hacia allá luego de pasar un largo día entrenando. Aterrizó en la entrada de su casa y entró dejando manchas de lodo por todo el piso accidentalmente, se le hizo raro no ver a su esposa o a sus hijos esperándolo por lo que caminó un poco más hasta llegar a la sala, además tenía hambre, no había comido nada desde hoy por la mañana.

-Chi-chi ¡ya llegue a casa! Tengo hambre ¿preparaste algo de comer?-preguntó el saiyajin de cabellos alborotados.

-¡Gokū! ¿cómo puedes venir a preguntar algo así? Gohan no se encuentra bien, ha tenido fiebre toda la tarde, Trunks se quedó para cuidarlo pero no pudo hacer nada por él, tenemos que llevarlo al hospital para que lo revisen-dijo Chi-chi viendo a su esposo preocupada y luego a su hijo quien aún seguía recostado en el sofá murmurando palabras incomprensibles, Gokū lo miró por unos segundos y de pronto supo lo que tenían que hacer.

-Sé quién puede ayudarnos a curar a Gohan, Chi-chi-dijo Gokū, su esposa y su pequeño hijo lo miraron atónitos sin entender bien de que estaba hablando-envuelve a Gohan con una manta y entrégamelo, no te preocupes, volveré enseguida.

Chi-chi rápidamente tomó la manta que estaba en el suelo y envolvió a Gohan con ella lo mejor que pudo, Gokū cargó a su hijo en sus brazos sosteniéndolo con fuerza pero no demasiada para que no se caiga, caminó hacia la puerta y salió volando de allí, Chi-chi y Goten contemplaron como Gokū se llevaba a Gohan lejos a quien sabe dónde.

-Por favor, Gokū, ayuda a Gohan… solo espero que sepas lo que estás haciendo-pensó Chi-chi contemplando el cielo nocturno opacado por las nubes.


Gokū se dirigió volando lo más rápido que podía con su hijo en brazos hacia la habitación del tiempo, necesitaba ver a Dende y pedirle que curara a Gohan, era la única opción que tenía disponible y la única opción en la que verdaderamente confiaba, no podía permitir que Gohan fuera examinado por un medico humano que de seguro sospecharía de su condición de saiyajin, lo mejor que podía hacer por su hijo era dejar que el pequeño namek verde lo curara, había considerado en darle una semilla del ermitaño pero enseguida recordó que dichas semillas no curaban enfermedades. Cuando aterrizó en la habitación del tiempo, encontró a Dende y a Mr. Popo sentados frente a una pequeña mesa jugando una partida de ajedrez, Dende de vez en cuando interrumpía su partida para beber la taza de té que tenía junto a él, pero ahora ambos tuvieron que dejar de jugar para ver a Gokū acercarse corriendo con Gohan en sus brazos ¿qué había pasado ahora?

-Gokū, buenas tardes-lo saludo Mr. Popo sin abandonar su característico acento hindú-¿has venido para usar la habitación del tiempo?-

-No, vine para que me ayuden con Goha, no se encuentra bien, creo que está enfermo-respondió el saiyajin, Dende se acercó a ver al semi-saiyajin a quien conocía desde que era un niño y pudo ver que tenía el rostro levemente sonrojado debido a la fuerte fiebre que acababa de tener.

-Tiene mucha fiebre ¿cuánto tiempo lleva así?-preguntó Dende al sentir la temperatura del adolescente, la cual era más alta de lo normal y además seguía delirando y llamando a Trunks débilmente.

-No lo sé, estaba así cuando llegue, Chi-chi me dijo que Trunks se quedó cuidándolo por un par de horas pero no pudo ayudarlo-respondió Gokū-¿crees que puedas curarlo?-

-Recuéstalo en el suelo y déjame ver qué puedo hacer por él-respondió Dende, Gokū obedeció y con cuidado colocó a su hijo en el suelo mientras Mr. Popo iba a buscar una almohada para apoyar la cabeza del semi-saiyajin en ella, el pequeño namek cerró los ojos, elevó sus brazos y movió sus manos por el cuerpo del adolescente pronunciando unas palabras de su planeta natal totalmente incomprensibles para Gokū, cuando terminó, bajó sus brazos y abrió los ojos-bien, con eso bastará, no puedo hacer nada más por él, tardará unos días en recuperarse, la fiebre es demasiado fuerte-

-¡Muchas gracias, Dende!-le dijo Gokū sabiendo que ahora Gohan se encontraba un poco mejor, cargó nuevamente al semi-saiyajin en sus brazos y se alejó volando de allí rumbo a su casa no sin antes despedirse de Mr. Popo.

Cuando aterrizó en la habitación del tiempo, encontró a Dende y a Mr. Popo sentados frente a una pequeña mesa jugando una partida de ajedrez, Dende de vez en cuando interrumpía su partida para beber la taza de té que tenía junto a él, pero ahora ambos tuvieron que dejar de jugar para ver a Gokū acercarse corriendo con Gohan en sus brazos ¿qué había pasado ahora?

-Gokū, buenas tardes-lo saludo Mr. Popo sin abandonar su característico acento hindú-¿has venido para usar la habitación del tiempo?-

-No, vine para que me ayuden con Goha, no se encuentra bien, creo que está enfermo-respondió el saiyajin, Dende se acercó a ver al semi-saiyajin a quien conocía desde que era un niño y pudo ver que tenía el rostro levemente sonrojado debido a la fuerte fiebre que acababa de tener.

-Tiene mucha fiebre ¿cuánto tiempo lleva así?-preguntó Dende al sentir la temperatura del adolescente, la cual era más alta de lo normal y además seguía delirando y llamando a Trunks débilmente.

-No lo sé, estaba así cuando llegue, Chi-chi me dijo que Trunks se quedó cuidándolo por un par de horas pero no pudo ayudarlo-respondió Gokū-¿crees que puedas curarlo?-

-Recuéstalo en el suelo y déjame ver qué puedo hacer por él-respondió Dende, Gokū obedeció y con cuidado colocó a su hijo en el suelo mientras Mr. Popo iba a buscar una almohada para apoyar la cabeza del semi-saiyajin en ella, el pequeño namek cerró los ojos, elevó sus brazos y movió sus manos por el cuerpo del adolescente pronunciando unas palabras de su planeta natal totalmente incomprensibles para Gokū, cuando terminó, bajó sus brazos y abrió los ojos-bien, con eso bastará, no puedo hacer nada más por él, tardará unos días en recuperarse, la fiebre es demasiado fuerte-

-¡Muchas gracias, Dende!-le dijo Gokū sabiendo que ahora Gohan se encontraba un poco mejor, cargó nuevamente al semi-saiyajin en sus brazos y se alejó volando de allí rumbo a su casa no sin antes despedirse de Mr. Popo.


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