Capítulo 7: Desfile parte VII
-Idiota... –mencionó Bucky con ira. –¿Cómo te atreves a tocar a mi Anthoska?
-¿Estás bien, Tony? –preguntó Steve con preocupación, después de todo ambos fortachones habían notado el escurrimiento de la pintura en el rostro del menor y eso solo significaba que Wade hizo que el amor de su vida llorara. En definitiva, querían molerlo a golpes.
-Chicos... –habló Tony, estaba pegado al pecho de Steve mientras éste lo abrazaba protectoramente y con el ceño fruncido viendo a Wade. –Estoy bien...
-¿A tocar a tu qué? –se confundió Wade reincorporándose y arreglando su traje. –Anthoska me suena a tormenta de nieve. –dijo divertido.
Ambos fortachones tuvieron un tic en la ceja demostrando su coraje, por Dios, ¿cómo podían soportarlo?, ¿cómo es que Tony lo soportaba? Pero Wilson utilizó gasolina para jugar con fuego y ahí tenía las consecuencias: dos novios enojados. Wade se lo buscó.
-Te advertimos que dejaras a Tony en paz. –Steve se enojó, soltó al castaño menor y se posicionó delante de él para protegerlo.
-Espero que sepas caminar sin piernas. –habló Bucky oscureciendo la mirada.
-Me alegra que no hayan llegado antes o de lo contrario me hubieran asesinado... –se burló Wade, lo que mencionó sorprendió a Stark ya que éste no comprendía que era lo que realmente buscaba Wilson.
-Wade, creo que deberías callarte... –Tony se preocupó por el destino de su acompañante del desfile, el mismo entendía que sus novios eran sobreprotectores sin importar cuanto se opusiera aunque tenía una vaga idea del por qué eran así con él.
-Lo único que diré es que se sacaron la lotería con la salchichita. –sonrió. –Y no lo digo por su bella actitud de panecito con azúcar, claro que no. –negó con la cabeza. –Lo digo porque su trasero es esponjoso y delicioso... díganmelo a mí que ya tuve la oportunidad de estrujar sus nalguitas. –finalizó Wade poniendo sus manos en frente y haciendo movimientos extraños con ellas. –Sin mencionar que también toqué su “paquete”.
-¡Wade! –gritó Tony, no tenía ni la más mínima intención de comentar aquello con sus novios al menos no por el momento pero tal parece que su amigo si quería morir.
Eso último fue la gota que derramó el vaso, Barnes y Rogers se acercaron a Wade con intenciones de golpearlo, nadie más que ellos podían tocar a su lindo castaño. Wade solo los provocó porque le encantaba la adrenalina y porque si se le antojaba probar a Stark, y ahora gracias a es se iba a armar una pelea.
Como pudo, Wilson se escabulló de los fortachones brincando por las bancas mientras Steve y Bucky se giraban para ir tras de él. –Fue un placer participar contigo salchichita, hagámoslo de nuevo en la pastorela... yo seré tu diablito y tú serás un lindo pastorcito. –no se percató que la ventana al pasillo estaba cerrada por lo que de un salto quiso salir por ahí, sin embargo, se estrelló contra la misma puesto que no se lanzó con la fuerza suficiente para romperla. –Ay... aquí si limpian muy bien las ventanas...
-Por fin te agarramos pedazo de basura. –insultó Bucky, no se detuvo y le tendió una patada a Wade en el estómago. –Para la próxima que te atrevas a tocarlo no tendré piedad... –oscureció su mirada.
-Si les sirve de consuelo. –tosió Wade tratando de recuperar el aliento. –Me detuve antes de rellenarlo porque es lindo y... –fue interrumpido.
Steve también lo pateó la única diferencia es que él lo pateó en el rostro solo para callarlo. –Deberías aprender a cerrar la boca. –dijo con seriedad y frialdad en sus palabras.
-Steve... James... –habló Tony, por más imbécil que fuera Wade, no era tan malo para que le gustara verlo lastimado. –Ya déjenlo... por favor...
Ambos chicos vieron a su lindo novio, suspiraron y se alejaron de Wade, era cierto, eran posesivos con su castaño pero ese tipo se lo merecía por tocar lo que no le pertenece. –Lo siento... –se disculparon los dos con el menor.
-¡Aw! ¿A poco no es lindo? –finalizó Wade recostado de boca abajo y recargando su cabeza en sus manos ya que sus codos los utilizaba como soporte en el piso, sus pies solo se movían de abajo hacia arriba como si de un niño se tratara.
Y de nuevo aparecieron los tics en los novios de Stark. –Vámonos a casa... ¿si? Jarvis me dijo que estaba bien que hoy me quedara con ustedes... –se sonrojaron los más altos.
-Y yo escuché que su papá decía “¡Nada de hacer cochinadas!”. –Wilson imitó a Howard.
Steve suspiró. –Tienes razón canelita... –caminó hacia Tony y le acarició la cabeza. –Lo mejor es descansar...
-Podemos ver películas de terror. –propuso Bucky acercándose al menor.
-¿Estoy invitado? –preguntó Wade con una sonrisa.
-No sé cómo te atreves a preguntar eso... –Rogers se llevó una mano a su rostro.
-Supongo que eso es un no.
-Así es. –afirmó Barnes. –No te quiero cerca de mi Anthoska.
-Por cierto. –Habló Tony atrayendo la atención. –Wade, agradezco que me hayas acompañado en el desfile, pero la próxima vez que hagas lo mismo, te electrocutaré tu hombría. –sonrió con malicia. Los fortachones se sorprendieron puesto que nunca habían escuchado a Tony decir algo como eso y mucho menos mostrar una sonrisa fría y perturbadora ¿De quién lo había heredado? –Vámonos chicos... –la terna salió del salón rumbo al departamento de los fortachones.
-Fue mi imaginación o se veía muy encantador... –dijo Wade a la nada. –Oh rayos. –se levantó. –Ahora tengo un problema que atender. –Miró su entrepierna. –Ahora es turno de “Manuela” de dormir a la Wadesalchicha.
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Iban caminando por los corredores de la escuela, Tony iba en medio de los más altos. –Lo siento chicos... no quería que se enojaran...
-No te preocupes Anthoska, igual lo hubiéramos golpeado. –se encogió de hombros.
-No hay nada de que disculparse Tony, a la próxima déjanos participar contigo... –habló Steve tiernamente.
-Gracias chicos... –finalizó Stark con una sonrisa.