Muchas escuelas ya habían salido de vacaciones por lo que los estudiantes no se preocupaban por desvelarse hasta tarde ya que al día siguiente no se tendrían que levantar temprano ni preocuparse por tareas y trabajos que tuvieran que realizar, ni por esos fastidiosos exámenes finales.
El 11 de Diciembre estaba muy cerca y con ello el cumpleaños de "Dani" también, así que decidió organizar una fiesta en donde invitaría a los estudiantes de la academia en donde estudiaba.
Recientemente Dani se había convertido amiga de un peculiar chico de baja estatura, cabello castaño y ojos color chocolate. De vez en cuando pasaban tiempo juntos o almorzaban los dos para platicar sobre cualquier cosa de la vida, acciones que no les agradó a los novios del chico ya que pensaron que Dani iba con otras intenciones hacia su pequeño novio. Sin duda siempre pensaban de más.
Era 9 de diciembre y los dos amigos se reunieron en una tienda del parque para almorzar y pasar el rato, y de una vez Dani invitaría al contrario a su fiesta.
-¿Sabes? Voy a hacer una fiesta el 11 para celebrar mi cumple. –habló Dani como si nada mientras daba bocado a su panquesito. –Por cierto, estás invitado y puedes llevar a los dos mastodontes que te cargas como novios...
-Es el martes ¿Cierto?
-Así es... ¿irás?
-Por supuesto que sí. –le sonrió el castaño.
-No vayas si no llevas un regalo. –dijo Dani completamente seria.
-¿Qué? –se confundió.
-Nada Tony, nada... pero es en serio. –le señaló con el dedo índice.
-¿Está bien?... –a veces Tony no lograba comprender a Dani, lo confundía pero igual la pasaba bien. –Me aseguraré de llevarte una tarjeta de "suerte para la próxima". –se rio.
-¡Oye!
-Pero sí tú empezaste...
-Lo admito... –de repente Dani fijó la mirada en los dos chicos que se acercaban. –Oh... se acercan tus celostinos, Tony...
-Los invité a pasar el rato... ¿No te molesta? –se preocupó Stark.
-Nop, ¿Cómo crees? –Dijo con sarcasmo Dani.
Pasaron unos cuantos segundos hasta que los dos fortachones se acercaron por completo a ellos, los saludaron y se sentaron junto a ellos en la mesa. –¿Qué han estado haciendo chicos? –preguntó Steve.
Dani sonrió. –Solo estamos comiendo, nada más... además de disfrutar de la compañía de Tony, ya entienden... es complicado no prestarle atención.
-Nosotros le daremos toda la atención que necesite. –comentó Barnes. –Además, vamos a tener una cita así que si no es mucha molestia...
-¡James! –regañó el menor.
-No te preocupes Tony, ya me iba... –se levantó de la mesa y dejó el dinero de lo que había ordenado para comer. –Nos vemos en la fiesta entonces. –se retiró del lugar.
-Si... –respondió el castaño menor.
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El día de la fiesta llegó, ya pasaban de las 8 de la noche y poco a poco los invitados iban llegando a la casa de Dani para celebrar, algunos solo iban a comer; otros solo iban a criticar; varios iba a tomar alcohol hasta desfallecer; y los sobrantes solo iban a disfrutar sin dejar de lado a los que solo iban a hacer "desmadre".
Conforme avanzaba la fiesta, ésta se ponía un poco más loca y en el primer momento en el que los fortachones soltaron a Tony, Dani lo arrastró para bailar con él ante las miradas de Thor y de Loki que solo vieron a Dani con rareza por sus acciones.
-Tiene valor para sacar a Tony a bailar cuando Steve y Bucky fueron por comida... –habló Thor con un plato en mano de comida,
-Siempre es divertido ver como provocan a los "cerebro de musculo", eso te incluye a ti por supuesto. –Se burló Loki.
-Nunca cambias ¿Verdad, hermano?
Mientras tanto Dani y Tony bailaban como podían, en primera porque había un poquito más de gente de la que se esperaba en su fiesta y en segunda porque ambos no sabían bailar muy bien, se diría que se acercaban a ser principiantes.
-Por cierto Tony, ¿Cómo te ha ido con ellos? Se ven tan lindos, sobre todo cuando se turnan para besarse... –A Dani se le iluminaron los ojos de tan solo recordar.
-¿Q-qué? ¿Cómo sabes eso? –preguntó Tony confundido y avergonzado.
-Eh... es que a veces los espío... los espiamos de hecho...
-¿Quiénes?
-No hay quien no lo haga, Tony... –se burló con honestidad Dani.
-No puede ser... –el castaño se avergonzó hasta ponerse rojo.
-Vaya Dani... ¿Bailando con nuestro rollito? –preguntó con sarcasmo Steve.
-Así son las cosas. –Dani se encogió de hombros.
-Bueno, ahora nos lo llevaremos. –Avisó Bucky. –Nos toca bailar con él...
-Pero yo quiero comer. –se quejó Tony.
-No sé de qué se preocupan ustedes dos, chicos. –Dani habló con fastidio, a veces le cansaba la actitud de aquellos fortachones sobreprotectores. –En fin. –se retiró del lugar y antes de que avanzara lo suficiente como para que no se escuchara cuando hablara, se detuvo. –Por cierto, tengo Novio... –sonrió y siguió caminando.
Los fortachones se sorprendieron bastante, no querían incomodar a Dani pero a veces actuaban a sí por instinto. –Dani. –Llamó Tony con una sonrisa.
-¿Sí?
-Feliz cumpleaños...
Nosotros también te deseamos un feliz cumple... –hablaron Steve y Bucky un poco apenados.
-Gracias chicos... –finalizó Dani. –Por cierto, me voy con mi novio porque acaba de llegar.