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Entrelazados por la suerte por KitaChise

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Notas del capitulo:

Hola! Muchas gracias a los que comentaron y los que han leído! <3

Quiero hacer una aclaración para este capítulo, lo que está en letras cursivas y en negrita son los pensamientos de Sasuke 

Y eso, disfruten!

Infancia II

 

“-Nombre: Uzumaki Naruto

-Edad: 3 años

-Padres: Kushina y Minato

-Hermanos/as: Ninguno.

-Situación actual: Huérfano.

-Informe policial:

Al llegar al domicilio se halló el cuerpo sin vida de Namikaze Minato, el cual se encontraba a tan sólo unos metros de la puerta de entrada en una posición extraña por lo que se deduce que hubo forcejeo antes de recibir diversos disparos en todo el cuerpo. La habitación confirmaba nuestra hipótesis de lucha ya que se encontraba una mesa rota y muchas cosas desparramadas en el suelo.

Al revisar las habitaciones restantes se halló el cuerpo inerte de Uzumaki Kushina, en un enorme charco de sangre que contrastaba con su pelo rojizo,  junto a su hijo Uzumaki Naruto quien intentaba despertarla desesperadamente gritando y sollozando su nombre. La Sra. Kushina presentaba diversas lesiones y dos disparos en su garganta y frente.

A duras penas se logró sacar al menor de esa escena ya que se negaba a dejar a su madre. Posterior al doble homicidio presenciado se llevó al menor a un centro hospitalario.

Estado psicológico: TEPT

Recomendaciones: En constante vigilancia y en caso de que presente síntomas alarmantes llevar inmediatamente al centro hospitalario”

Sakura soltó el aire que sin darse cuenta estaba conteniendo. Cuidadosamente cerró la carpeta. Suspirando cerró los ojos.

-¿Sakura?-Una dulce voz la sobresaltó, al abrir los ojos vio a Shizune tocándole el hombro con delicadeza. Ella era la mano derecha de Tsunade, una chica de cabello castaño corto.

-¿Shizune-san? ¿Qué sucede?- dijo la pelirosa incorporándose.

-Es la hora de la cena, al parecer te quedaste dormida- dijo esbozando una sonrisa.

-¡¿QUÉ?!- salió corriendo y despidiéndose rápidamente de su superiora.

Con la mirada buscó a Sasuke, aliviada al verlo sentado en una mesa comiendo solo, como de costumbre.

Con paso apresurado fue a la habitación en dónde dormía Naruto, es necesario decir que compartía dormitorio con otros niños. El rubio estaba hecho un ovillo destapado y chupándose el dedo. Se sentó al borde de la cama y suavemente lo movió.

-Naruto, es hora de la cena-dijo acariciandole tiernamente el cabello desordenado.

Se despertó de golpe, mirándola extrañado.   —Oh, es verdad papá y mamá ya no están aquí- murmuró bajando la mirada apenado.

El pecho de Sakura se apretó.

-Venga, vamos-

Lo tomó en brazos y se dirigieron al comedor.

Sus ojos buscaron inmediatamente al pequeño azabache, al encontrarlo brillaron emocionados. Ella siguió su mirada y divisó al pelinegro. Se acercó a su mesa.

-Sasuke-kun- dijo Sakura sacándolo de sus pensamientos, el cual la miró con el ceño fruncido y una mueca de disgusto. Hasta que vió al pequeño rubio en sus brazos. Al igual que Naruto sus ojos brillaron por un segundo. Ella sonrió tiernamente por la extraña y dulce conexión que al parecer ambos compartían por el otro. -Lo dejo a tu cuidado, yo iré a buscar su comida-

Estaban sentados uno frente al otro, el rubio no dejaba de mirarlo con curiosidad por lo que el corazón del pelinegro comenzó a latir frenéticamente haciendo que se sonrojara levemente y bajara la mirada a su plato.

 

“¿Qué le pasa a este niño? ¿Por qué me mira tanto? ¿Tendré algo raro? Tsk, como si me importara lo que piensa de mi”.

 

Levantó la mirada desafiante. Naruto ante esto no se dejó intimidar sino que al contrario, le regaló la sonrisa más dulce y brillante. Sasuke se sonrojó hasta las orejas.

 

“ ¿Por qué tiene que ser tan hermoso y tierno? Y ¿Por qué pienso eso de él? Es un chico. Y ¿Por qué cuando estoy con él mi corazón se vuelve loco?”

 

-Nee nee ¿Cómo te llamas?-preguntó Naruto con tono alegre. Esto sobresaltó a Sasuke.

El mayor abrió la boca para decirle su nombre pero su voz no salió. Había olvidado por ese pequeño rubio todo lo que había vivido, que no podía hablar y que tampoco quería pronunciar nunca más una palabra. Apretó sus manos en puños.

Sakura llegó con el plato del chico. Naruto la miró con el ceño fruncido.

-Sakura-chan ¿Por qué él no me habla? ¿No le agrado?-dijo haciendo un puchero.

Sasuke sintió una punzada en el pecho, por alguna razón no quería que ese pequeño kitsune pensara por un momento que no le agradaba porque era todo lo contrario le gustaba demasiado.

 

“Estúpido ¿Qué estás pensando? Él no me gusta para nada”

 

-Ah, no creo que se trate de eso- dijo ella- Lamentablemente por alguna razón Sasuke-kun no habla-

-¿Es por eso que está comiendo solo?-murmuró.

-Si y no, es complicado-dijo acariciando la cabeza del pelinegro, el cual soltó un bufido molesto.

El rubio se volteó para mirar al azabache. De alguna manera, ese chico a pesar de no hablar le transmitía diversas emociones, pero la que más destacaba era la tristeza. Su pequeño corazón se contrajo.

Sin pensarlo agarró su mano y la apretó fuertemente.

-Nunca más estarás solo, porque yo estaré contigo-dijo sonriendo.

El corazón del azabache se detuvo por segundos. No podía dejar de sentir una especie de adoración por ese niño, a pesar de haberlo conocido hace un par de horas. ¿Qué le había hecho ese pequeño kitsune?

Desde ese momento, Naruto no se separó más de Sasuke. Para las personas que los veían les daba entre gracia y ternura, ya que si Sasuke caminaba Naruto lo seguía y como éste era más pequeño( y además rubio), parecía un pollito siguiendo a su madre.

Y al azabache parecía no molestarle, de hecho se veía mucho más cómodo que antes. Realmente la presencia de ese rubio le hacía muy bien.

Sasuke paró en seco por lo que el rubiecito chocó con su espalda. El mayor se giró y le indicó con un dedo que debía esperarlo afuera, extrañado Naruto miró hacia la puerta de enfrente y logró distinguir un dibujo de un baño. Asintió hacia el pelinegro y éste le dedicó una fugaz sonrisa y entró rápidamente.

Se sentó a esperarlo en unas sillas plásticas para niños que estaban alrededor de una mesa del mismo tipo.

-¿Cuánto se demorará en volver?-murmuró inflando los cachetes.

-¿No te cansas de seguirlo?-dijo una voz curiosa de un chico.

Tarde se dio cuenta de que estaba rodeado de niños que lo miraban con curiosidad.

-¿Por qué no vienes a jugar con nosotros mejor?-sonrieron todos asintiendo a lo que dijo ese niño.

-Eh…y-yo no s-sé, Sasuke volverá en cualquier segundo- susurró mirando inquieto.

-¡Venga vamos!-gritó emocionado el varoncito de cabellos rojos.

-¡Juega con nosotros Naruto!-dijeron varios a la vez.

Naruto pasaba de una mirada a otra muy inquieto. Cabe destacar que desde el homicidio de sus padres, no confiaba para nada en desconocidos. Excepto por Sakura y Sasuke, en los que confió inmediatamente, lo cual todavía le extrañaba.

-Es mucho más divertido jugar con nosotros que con ese bicho raro que no habla-rió el pelirojo. Los demás le imitaron. El desagradable niño lo agarró de sus manitos y lo comenzó a arrastrar.

-N-No e-es un bicho raro-susurró Naruto resistiendose con el ceño fruncido y a punto de llorar.-Él es e-especial pa-para mi- Intentaba retener lo más que podía las lágrimas que pulsaban por salir.

Todo ocurrió muy rápido, sin que nadie lo notara Sasuke se interpuso entre ellos y el rubio, tomando la mano de éste suavemente.

Al notar que Naruto estaba a punto de llorar, los fulminó con la mirada a tal punto que dejaron de sonreír, totalmente intimidados.

-No lo toquen ¡El es mío!- gritó Sasuke furioso.

Todos los niños e incluidas las cuidadoras quedaron estupefactos ante las palabras del azabache, no por lo que dijo en sí, sino porque ¡Había hablado! ¡Sus primeras palabras en meses!

Naruto lo miraba con emoción, era la primera vez que escuchaba su voz y por Dios, era música para sus oídos. Una de las voces más bellas que había escuchado.

Sasuke se llevó a su rubio lejos de esos engendros mal nacidos, aún sosteniendo su mano firmemente pero a la vez con un agarre dulce. Se detuvo en el lugar en dónde se conocieron por primera vez, con cuidado tomó a Naruto y lo sentó en la banca.

El pelinegro seguía furioso, mantenía los brazos cruzados en su pecho, refunfuñando. Miró a Naruto quien lo miraba fascinado, se puso colorado hasta las orejas. Recién analizó todo lo que había hecho, en ese momento su cuerpo actuó por sí solo, lo único que pensaba era en proteger a su kitsune.

-Sasuke- dijo el menor llamando su atención y sonriendo dulcemente. Éste se acercó más con curiosidad. El rubio se inclinó y le dio un tierno beso en sus labios.

 

Notas finales:

Espero leernos pronto, muchas gracias <3


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