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El tìo Victor por minima

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Tío Victor 10

-Así que… ¿tú prima?-

-Quiso venir a América para sus vacaciones, como no conoce a nadie en el país quiso venir a verme primero-

John miro a la joven mujer y el abogado, la historia quedaría más creíble si dijera que era su sobrina o hija en opinión del jefe de policías debido a la notoria diferencia de edad, pero esa era la fachada que decidieron.

-Un gusto conocerlo sheriff Stilinski, Tesia Kostka- la mujer extendió la mano y saludo al hombre. Su acento era muy marcado y parecía que no tenía tanta practica hablando el inglés, aun así su plática era elocuente.

-Puedes decirme John, Tesia. Te sugiero que te relajes un poco, después de todo estas en tus vacaciones. Y si necesitas cualquier tipo de ayuda no dudes en llamarme- la mujer parecía joven, pero aquel porte tan estricto y severo denotaba un obvio carácter militar.

Si quería pasar un poco más desapercibida debía parecer más una mujer relajada de vacaciones visitando un familiar a algún cadete listo para cumplir las órdenes de su comandante.

-Gracias por la sugerencia y oferta, señor John. Tomare en consideración de ser necesario-

En estos momentos estaban en su casa, podían hablar con más libertad pero aun así mantenían la fachada, según el abogado por sugerencia del Doctor Doom lo hacían para evitar cualquier oído indiscreto.

Al parecer con eso no solo se refería al agudo oído de hombres lobo, después de todo los cazadores no se quedarían tan tranquilos después de capturar a dos figuras importantes de su sociedad, tal vez incluso ahora ya la casa del sheriff o donde estaban siendo recluidos Christ y Allison Argent estaban siendo vigilados.

-¿Y cuáles son tus planes?-

-Pasear, acampar. He escuchado que el bosque es agradable en esta época-

Así que empezaría de inmediato con su trabajo, no se sorprendía, las personas que trabajaban para Doom eran siempre muy capaces y devotos con su trabajo, el mismo abogado incluido.

A veces era un poco perturbador la devoción que le tenían a este hombre, su cuñado, pero su mujer le explico la versión de Latveria y no solo la de las noticias sensacionalistas. Si un pueblo que estuvo décadas reprimido por un tirano tiene la oportunidad de deshacerse de este, obviamente recibirían como su salvador aquel que les quito a su malvado gobernante especialmente cuando trajo prosperidad y paz a su pueblo, aun si sus métodos fueran drásticos.

-El bosque es inmenso, solo debo recordarle que hay ciertas propiedades privadas, algunos de sus dueños regresaron recientemente, le prestare un mapa para que no tenga problemas con ellos-

-Se lo agradecería-

En este punto no le sorprendería de que Tesia supiera de que propiedad privada estuviera hablando o de quienes debía cuidarse, los Hale y su “manada”.

Dios, eso sonaba como un grupo de motociclistas criminales.

Tal vez sería mucho más sencillo si solo se tratara de eso, pero no, hombres lobo, cazadores, y ahora tenía enfrente a un miembro elite de la fuerza militar de uno de los países más avanzados tecnológicamente que estaba ahí para una misión secreta para cazar a un hombre y sus posibles secuaces que lo estaban ayudando a esconderse, ¿Cuándo su vida se convirtió en una extraña película de acción, ciencia ficción y espionaje?

¿Cómo su hijo logro vivir con toda esta presión estos meses?

-¿Y vienes sola Tesia?-

-Sí. Más que suficiente-

-Ya veo- John no quería sonar para nada que subestimaba a la mujer, Doom ya había demostrado que tenía los recursos suficientes, los hombres adecuados para cada trabajo y planes que parecían siempre ir de acuerdo a sus objetivos.

Así que si el creía que solo esta mujer era necesaria para rastrear al hombre que le hiso daño a su hijo, debía creerlo.

-Recuerda, si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme-

-Entendido-

*+*+*+*

-Buenos días sus excelencias-

-Que tenga una maravillosa mañana-

-Es un día esplendido-

Saludos y buenos deseos eran lo que estaban recibiendo el par de hombres que estaban paseando por las calles de la pacifica ciudad, Stiles aún estaba en la silla de ruedas con su tío a su lado mientras que la gente que pasaban a su lado los saludaban con grandes sonrisas, era obvia la alta estima en la que tenían a su gobernante el pueblo de Latveria.

-Me siento un poco raro con tanto saludo- comento en voz baja, no estaba acostumbrado a que la gente en general fuera tan amistosa, tal vez no hacia su persona directamente pero al estar parado junto a su tío parte de esos saludos eran dedicados hacia él.

-Solo son amables Stiles- dijo su tío Víctor comprensiblemente, tanta atención podría ser abrumadora en un principio.

-Aun no puedo creer que este al lado de un gobernante de un país. Bueno, una cosa es saberlo y ahora caminando por las calles se nota más-

-Me gusta ver con mis propios ojos el estado de mi país y estar en contacto con mi gente. Ver sus caras felices y la paz en la que vive me llenan de satisfacción por mis esfuerzos-

-Wow-

Como ya había dicho Stiles, una cosa era saber que su tío Victor era gobernante de un país, y otra verlo por sí mismo, y otro nivel era caminar (aunque él seguía en silla de ruedas) junto a este por la calle, cierto que ya llevaba varios días ahí, pero solo dentro del castillo/mansión/fortaleza del gobernante, alias la casa de su Tío, y es como parte aun del shock de por fin haberle contado la verdad a su padre y casi morir por una hemorragia interna que se tardó un poco en procesar en donde estaba y con quien estaba, no solo con su tío y en el país natal de su madre, sino también con el gobernante de este país y dentro de sus dominios, eso era un poco abrumador también como para procesarlo o saber que decir.

Fue así que algunas preocupaciones llegaron a su mente.

No pensaba antes de hablar, ¿Y si lo avergonzaba con alguno de sus comentarios?

Ahora estaba en silla de ruedas, pero su torpeza era legendaria, ¿y si causaba un accidente estrepitoso? Tal vez debía avisarle de ante mano a su tío que no lo pusiera cerca de algún tesoro del país o cosas por el estilo.

Ahora si combinaba todo eso, ¿y si causaba un escándalo internacional y diplomático?

Una cosa era causar desastres y ser hijo del sheriff, si, recibía críticas y posiblemente tenía un expediente policiaco en la estación del sheriff con multas y su nombre obviamente aparecía como testigo en las últimas escenas del crimen más atroces de la historia de su ciudad, pero eso se quedaba en un pueblo pequeño, y siendo el sobrino del gobernante de un país era más que obvio que habría más miradas curiosas y críticas hacia su persona.

¿Por qué no había pensado en eso antes?

¿Estaba realmente bien que la gente supiera que su tío Víctor estaba relacionado con alguien como él?

Ciertamente Stiles puede ser descuidado y distraído como cualquier adolecente, pero por un infierno que también tenía una montaña de inseguridades y miedos igual o más grande que cualquier adolecente normal.

Una mano se posa en su hombro y alza la vista para ver a su tío, a pesar de la máscara que lleva puesta con su mirada cálida y amable siente que le dedica una sonrisa reconfortante.

-Ven, quiero presentarte a algunas personas-

Siguieron andando por el pueblo, no traían escoltas o guardaespaldas. Lo cual sería extraño o inaudito para cualquier gobernante de la mayoría de los países, pero no aquí, como ya le había mencionado Victor Doom a su sobrino este acostumbraba a pasear libremente por las calles de su amado país, la gente lo admiraba y respetaba, y por si alguna extraña razón hubiera una amenaza entre ellos para él, Doom era más que suficiente para defenderse y suprimir dicha amenaza.

Llegaron a un gran edificio parecido a una enorme mansión, pero no era una vivienda cualquiera porque varios chicos entraban y salían de esta con mochilas y libros en mano, era una escuela.

Aparte de la apariencia muy elegante del lugar otra cosa que la hacía destacar de otras escuelas que había conocido a lo largo de su vida era el par de hombres con ropa colorida pero no autóctona del país, eran en realidad dos monjes budistas.

Uno de ellos al alzar su vista y notar la presencia de su tío sonrió y dio una breve reverencia.

-Bienvenido su excelencia, oh, y saludos a su joven sobrino también-

-Buenas tardes monje Rati y monje Lhakpa, les presento a mi sobrino Mieczyslaw Stilinski-

-Hola, pueden llamarme Stiles, sé que mi nombre puede ser un trabalenguas- consiente de la dificultad de su nombre ofrece su apodo rápidamente, pero también esta la razón de que solo su madre y su tío lo han llamado por su nombre de nacimiento sin problemas, su padre también lo ha hecho, pero la mayoría de las veces hay un desliz en su lengua o acentúa una letra que lo hace sonar diferente a como su madre lo hacía.

Y después de la muerte de su madre, nada fue lo mismo, el nombre que le había dado como muchas otras cosas que su madre dejo atrás era algo doloroso de recordar en un principio, ahora no hay tanto dolor, pero su nombre sigue siendo un tema sensible a veces, ahora solo es su tío a quien conoce que logra decir su nombre tan fluidamente como su madre lo hacía.

-Es un placer conocerlo joven Stiles, como dijo su excelencia yo soy Rati y mi compañero es Lhakpa, somos profesores de esta escuela y humildes servidores de su excelencia-

-Oh, eso es… ¿increíble?- no quería que sonara como pregunta, realmente no, pero esa última parte sonó un poco extraña.

Sabía que la gente estaba muy agradecida con su tío, pero la forma en que lo dijo este monje, la parte de “servidores”, fue como si no solo se refería a ser ciudadanos de Latveria agradecidos con su nuevo gobernante. Además que el supiera los monjes budistas o lo que fueran ellos no estaban afiliados a ningún gobierno o gobernante.

-Rati y Lhakpa son parte de una tribu de monjes del Tibet que me acogieron en un momento de necesidad, así como me ayudaron me han seguido apoyando hasta ahora y yo les ofrecí venir a Latveria cuando me hice cargo-

-No sabía que habías ido al Tibet-

-Aún hay muchas cosas que no te he contado, pero no te preocupes, más adelante te las contare, tenemos mucho tiempo para eso-

Stiles conocía apenas una fracción de la vida de su tío, y este procuraría que supiera todo de él de su propia boca y no de terceros, suficiente tenía con la prensa amarillista internacional, gracias al cielo su querida prima no dejo que esas noticias lavaran el cerebro de su sobrino a tal punto que le temiera.

No era ningún santo, no era un héroe para la mayoría del mundo, pero defendía lo que era suyo y a los suyos con tal fiereza que la lealtad de los que lo seguían era genuina.

Más adelante le contaría sobre sus andanzas, huyendo del ejercito norte americano al negarse a cumplir su contrato de hacerle armas, como en esta huida termino en un lugar tan apartado como el Tibet y como esta tribu separada a las demás lo acogieron y como le ayudaron y el viceversa.

Como poco a poco el hombre termino de forjarse hasta ser el Doctor Doom, había tiempo para esas historias, pero ahora era necesario atender otros temas.

*+**+*

Mira la estación de policía con cierto nerviosismo, sabe que él fue que sugirió la idea pero no es como si se sintiera del todo cómodo con ello, aún tiene ciertos problemas al estar frente a imponentes figuras de autoridad.

Como un eco al fondo de su mente puede escuchar la voz de su padre, advirtiéndole si alguna vez le dijera como era la disciplina en su casa seria mucho peor. Ha enfrentado a monstruos en persona y ahora es uno, pero no puede evitar que su piel se ponga de gallina con el solo recuerdo de su progenitor.

Supone que esto es a lo que llamarían demonios internos.

Se trata de tranquilizar repitiéndose que su padre ya no está, y que solo preguntara como un compañero de escuela preocupado por su compañero de laboratorio que no ha aparecido en días, la cuartada perfecta según él para sacar información.

Tiene entendido que el sheriff sabe sobre los hombres lobo, lo que paso con los Argent, y seguramente se pondrá a la defensiva si toca esos temas, ¿pero tarea y compañero de escuela? Parece una forma de sacarle información o alguna pista al menos sin que se ponga a la defensiva.

Al entrar ve los rostros de los policías concentrados en sus asuntos o algunos curiosos mirándolo de reojo, cree ver caras nuevas pero no esta seguro, después de todo no conoce a todos los policías pero después lo del tiroteo…

Se dirige a la recepcionista, el lugar huele aun a yeso fresco, donde albañiles seguramente tuvieron que venir a resanar paredes por los hoyos de las balas.

-Muy buenas tardes, ¿se encuentra el Sheriff?-

-Buenas tardes, ¿Quién lo busca?- pregunta la mujer al verlo frente a ella, no lo reconoce como ninguno de los hijos de los policías.

-Soy compañero de su hijo, Stiles; somos compañeros de laboratorio y no ha respondido a mis mensajes-

-Oh- la sonrisa cortes de la mujer disminuye un poco y parece sentir un par de miradas intensas en su nuca.

¿Acaso dijo algo mal?

Isaac pudo pensar que su idea fue buena, de echo lo es, pero no es el único que se le ha ocurrido llegar con una fachada falsa para sacar información de lo que paso al hijo del sheriff, principalmente periodistas que buscan encontrar los detalles de la jugosa noticia, alguno fue tan descarado como para fingir ser un maestro por teléfono tratando de sacar información.

Por lo que las miradas sospechosas a Isaac al comunicar su intención no se hicieron esperar.

-Permítame un momento- la mujer toma su teléfono de escritorio y le marca a su jefe comunicando que un chico viene a buscar a su hijo, todo esto sin apartar la mirada del joven rubio.

Es una de las reglas no escritas en la fuerza que si te metes con uno de ellos o con su familia te metes con todos de ellos, por lo que al saber lo que le había pasado a Stiles, el cual la mayoría lo había visto crecer en la estación de policía, se ponían a la defensiva inmediatamente a la mención de su nombre recientemente.

Pasa un par de minutos realmente incomodos antes de que el sheriff salga al área de recepción, las arrugas parecen más marcadas en su rostro, tiene una barba descuidada, su mirada parece más severa y casi parece otra persona.

-Lahey, tiempo sin verte-

-Hola sheriff-

-Pasa a mi oficina-

Isaac lo sigue aun sintiendo las miradas y agradeciendo la privacidad de la oficina del sheriff.

-¿Te envió Hale?- cuando la puerta se cierra no tarda en preguntar el sheriff sacando un poco de balance a Isaac.

-¿Qué?-

-Tú y Stiles no han sido precisamente muy cercanos hijo, aunque puede que eso haya cambiado recientemente, aunque apenas me he enterado de algunos secretos de los que mi hijo me ha ocultado-

Entonces sabe sobre los miembros de la manada.

-Yo… vine por iniciativa propia- no suena muy convencido.

-¿Y viniste a que precisamente?-

-¿Cómo esta Stiles? No lo he visto en la escuela desde, bueno, la noche del partido…-

-La noche en que fue secuestrado por Gerard Argent y sus hombres, la noche en que atravesó la pared de una bodega con su Jeep, la noche en que lo encontré tirado en mi jardín delantero y tuve que llamar a una ambulancia. ¿Esa noche chico?-

-…si señor-

-Ya le dije a Hale que está en un lugar mejor, con un familiar; como compañero de laboratorio te hare saber ya le avise al director suplente que mi hijo no regresara a clases por el resto del año escolar, continuara sus estudios en otro lugar, así que tendrás que buscar otro compañero de laboratorio-

-… no me ha respondido señor-

-Stiles está bien, seguro, sanando. ¿Cómo has estado tú Lahey?-

-¿Yo señor?-

-Sí, tú. Mi hijo no fue el único afectado esa noche después de todo, los padres de Erica Reyes y Vernon Boyd ya levantaron un acta de desaparecidos, seguimos buscándolos, es difícil levantar un caso sin evidencia física, pero al menos tenemos el informe médico de Stiles-

-Yo…-

-Los Argent ya no te harán daño a ti tampoco, creo… creo que tal vez no tengas mucha fé en figuras de autoridad, pero cree cuando te digo esto-

-… de acuerdo, yo… me tengo que ir ahora-

-Chico… aun soy el sheriff, si necesitas ayuda aquí estaré-

Isaac salió de la estación con más preguntas que respuestas, incómodo y extrañado.

El sheriff sabia de los hombres lobo, de todos ellos al parecer o al menos los de la manada Hale y de Scott; sabía lo que había pasado esa noche, en la bodega; ¿Erika y Boyd? Hace tiempo que no pensaba profundamente en ellos, se supone que se habían ido, pero lo que dijo el sheriff le dio a entender otra cosa.

¿Realmente los Argent ya no presentaban una amenaza?

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