-No pasaron ni 20 minutos cuando Luna estaba en aquella casa, asustada y pérdida- ¿Qué pasa con Onew? –La joven miraba a los padres de su amigo buscando respuestas.
Yong Hwan: Esta en su habitación, se siente mal y pidió verte.
Shyn Hyen: ¿Cariño? –La mujer, miro con terror a su esposo, teniendo en cuenta la situación en la que se encontraba su hijo. Sin embargo, la mano del hombre detuvo la conversación de su esposa.
Luna: ¿Puedo subir a buscarlo? –Yong Hwan asintió mientras la débil mujer se quedaba callada sin decir nada. Ni siquiera volteó a ver a la pobre chica.
Luna, subió las escaleras, encontrado un leve aroma a galletas de jengibre en el aire. Cuando abrió la puerta de la habitación de Jin Ki, esta se encontraba a oscuras. Aun así pudo disipar la sombra de su mejor amigo.
Termino de entrar acercándose a JinKi. Sin embargo, con lo que no contaba es que la puerta fuera cerrada con llave a su paso.
Luna: ¿Onew? –La chica termino de acercarse a su amigo, quien se mantenía acostado en su cama cual si fuera una figura viviente.- ¿Estas bien?-
-Los ojos de Jin Ki se abrieron de golpe, dejándole ver a la rubia aquel grisáceo escalofriante.- Tu puedes ayudarme.- Esas fueron las últimas palabras de Jin Ki tras abalanzarse hacia Luna, devorando su boca, imponiéndole su voz de alfa a la omega asustada.
-Jin Ki sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, sabía que esa chica no era lo que quería, pero si lo que necesitaba para calmar la sangre caliente que estaba llenando su cuerpo. Aun teniendo entre sus brazos a Luna, en su cabeza, seguía estando la imagen de Taemin.
Tomo un día para que Jin Ki volviera a su estado original. Sus sabanas estaban manchadas de sangre y semen.
Sus ojos se dirigieron al cuerpo desnudo y lleno de hematomas de la chica que yacía tranquilamente dormida a su lado. Fue entonces que la culpa y terror llego a su cuerpo. Él no quería eso, no quería nada de eso.
Luna: ¿Onew?- El joven, se encontraba ocultando su rostro con sus manos, ahogando sus sollozos.- ¿Cariño que tienes?- El sobrenombre lo puso rígido. Ahora el oscuro avellana de sus ojos se dirigió al cuello de la omega. Su semblante se suavizo cuando lo vio limpio.- ¿Onew, está todo bien?
Jin Ki: Esto no debió pasar, Luna. Todo esto está mal.- El castaño se levantó de la cama yendo hacia el baño de su habitación encerrándose en él.- Tú no eres las persona con la que quiero estar.- Fue entonces que la imagen de Taemin volvió a su cabeza.- Perdóname Taemin. Te juro que no quise hacerlo.
(…)
Taemin seguía tocando el piano mientras toda su clase de música se encontraba perdido en aquellas notas tan melancólicas y dolientes. Así se sentía su corazón desde hace una semana que no sabía nada de Jin Ki, después de que este se fue. Cuando su canción termino, todos aplaudieron, sintiéndose embobados.
Profesora: Eso fue hermoso, Taemin.
El chico volvió a su lugar dejando que pasara el siguiente.
Jimin: Algo te está pasando y no quieres contarme. ¿Tiene que ver con el chico que hace poco venía a verte?
Taemin: Creo que Jin Ki Hyun ya no volverá.- Dijo con un tono amargo. Y es que desde aquella noche su rostro triste seguía en su cabeza. – Lo extraño.
Algo en Taemin había cambiado, su extraña dependencia de estar con Jin Ki empezaba a crecer, y al no verlo se sentía ansioso. Sin embargo, esa sensación acabo cuando logro ver la figura del mayor fuera de su instituto.
El pequeño corrió hacia los brazos del mayor, que le sonrió con cariño, aceptando con afecto el abrazo.
Taemin: Tenía tantas ganas de verte.
-Jin Ki sentía un nudo en su garganta al escuchar tan bellas palabras.- Yo también.
Los ojos de alrededor se encontraban en Jin Ki. Aquellos ojos acusadores obligaron a bajar a Taemin y alejarse. El joven, un poco aturdido por el reaccionar del mayor, se alejó.
Taemin: ¿Por qué no había venido a verme?
Jin Ki: Pasaron cosas.
-Taemin intentaba entender lo que el mayor le decía, pero no fue así. En su pequeña cabeza no había una explicación de porqué Jin Ki ahora se veía tan diferente a lo que era antes. Su aroma ahora se sentía maduro y alejado de lo que una vez fue.- Esta bien, Hyung.- El pequeño empezó a sentir miedo de aquello.- ¿Vendrás hoy conmigo?
Jin Ki: Solo por un momento, hay algo de lo que tengo que hablarte.
Taemin tomo la mano del mayor, solo que esta también se sentía diferente. No estaba la misma calidez que antes sintió. Ahora sentía que estaba con otra persona. Negó con su cabeza disipando aquellos pensamientos.
Los ojos de Jin Ki se encontraban idos. A pesar de estar nuevamente con Taemin, la culpa lo estaba invadiendo. Había traicionado al omega que había escogido como pareja.
Para ambos fue una tarde incomoda, sin palabras o gestos alegres. Su mundo se había invadido de amargura.
Taemin: ¿Hyung, sucede algo? este no eres tú.
-Y si sucedía algo. Las manos de Jin Ki viajaron al pequeño rostro del menor, acunándolo por última vez.- Yo… me iré.
Taemin: ¿Entonces no veremos mañana?
-Jin Ki negó.-Taemin.
Taemin: ¿Pasado mañana?- Las manos de Taemin tomaron las de Jin Ki. Haciendo que este se quebrara y terminara por abrazarlo.- ¿Hyung?
Jin Ki: ¿Qué se supone que haga contigo, Taemin?
Seo Hyun: ¡Suéltalo!- La mujer corrió tan rápido cuando los vio. Le arrebato a Taemin de sus brazos haciéndolo enojar. Jin Ki aún no sabía cómo controlar a su alfa que hace poco acababa de despertar.- No permitiré que tu padre y tú lastimen a mi pequeño.
Seo Hyun, a pesar de ser una omega, tenía esa fuerza de defender a su cachorro de cualquier daño.
Jin Ki: Solo vine a despedirme de él, Seo Hyun.
Yong Hwan: ¡Jin Ki!- El joven, al escuchar su nombre de aquel hombre se tensó de odio.- Ya fue suficiente, vámonos.
Jin Ki: Quedamos en que sería hasta las seis de la tarde. Aún quedan dos horas.
Yong Hwan: Lo que te di es más que suficiente.- Jin Ki empezaba a emanar ira al no poder obtener lo que quería.- Debemos irnos.
-Los ojos del joven cambiaron a grises.- No iré a ningún lado.- La rabia había nublado su razonamiento usando su voz de alfa.- Taemin, ven conmigo.
-El pequeño chico empezó a moverse zafándose del cuerpo de su madre.- ¿Mamá?
-Seo Hyun intento volverlo a tomar, pero Jin Ki fue más rápido y se lo arrebato.- Déjalo ir… por favor.
-Jin Ki no lo soltó.- ¡Déjenos en paz!- Tomo a Taemin entre sus brazos, saliendo corriendo de ahí.
Seo Hyun: ¡No! –La mujer fue detrás de él tratando de recuperar a su hijo que no paraba de verla.
Taemin: Hyung bájame, quiero ir con mi mamá.
Jin Ki: Tú te quedaras conmigo, Taemin. Desde ahora seremos nosotros dos.
Seo Hyun: ¡Taemin! –La mujer empezó a llorar con desesperación asustando a su hijo.
-Fue entonces que Taemin empezó a patalear, forcejeando con Jin Ki- ¡Quiero bajar! ¡Suéltame!
-Jin Ki lo levanto, viendo a los ojos a Taemin.- ¡Deja de moverte! –El terror se apodero de Taemin cuando vio aquel auto acercarse.
Taemin: ¡Hyung!- Ambos voltearon a ver el auto, pero ya era demasiado tarde.
Cuando Taemin abrió los ojos, este se encontraba protegido en los brazos de Jin Ki. Se empezó a mover haciendo que Jin Ki también reaccionara.
Jin Ki: ¿Qué paso? – Taemin se lo quitó de encima y corrió hacia su madre que yacía en el piso llena de sangre.
Taemin: ¿Mamá? –La mujer no reaccionaba.- ¡Hyung… mamá! ¡Ayúdame! –Jin Ki permanecía inmóvil en su lugar, asustado.- ¡Hyung! –Cuando reacciono, se levantó acercándose, pero la mano de su padre lo detuvo.
Yong Hwan: Vámonos.
Jin Ki: Seo… Seo Hyun me salvo, tenemos que ayudarla.- El hombre vio a la omega llena de sangre mientras su hijo lloraba aun lado de ella.-
-Yong Hwan, con todo el pesar negó y jalo a Jin Ki junto con él.- Debemos irnos.
-Taemin, al ver las intenciones del hombre, corrió hacia Jin Ki, tomando su mano.- ¡Ayúdenla por favor! –El niño no paraba de llorar.
Jin Ki: ¡Papá, debemos ayudarla!
Yong Hwan empujo a Taemin y jalo nuevamente a Jin Ki que empezó a forcejear. La gente se empezó a amontonar.
Taemin renuncio a ellos, empezando a pedirle ayuda a la gente de alrededor.
Jin Ki: ¡Suéltame, él me necesita! –el joven seguía forcejeando hasta que su padre lo estrello en la puerta del auto, sacándole el aire.-Tae… min
Yong Hwan: Te equivocas Jin Ki, hay alguien más que te necesita.- El hombre se acercó a su hijo susurrándole algo en el oído.- Ahora, tienes la opción de subir al auto e irnos, o volver con Taemin y su madre. Tú decides.
Una palidez sin igual se apodero de Jin Ki mientras empezaba a llorar en silencio. Trago el nudo que por fin traspaso su garganta y subió al auto, dejando atrás a su primer amor.