Minho no dejaba de ver con cierto encanto su mano, siendo sostenida por la del omega que seguía platicando con el hombre.
-Taemin dio una reverencia despidiéndose del policía.- ¿Tienes tu maleta, cariño?- Minho asintió algo confundido. Taemin tomó la suya y salieron del lugar, aun sosteniendo la mano del joven.- Te soltare una vez que estemos fuera. Ese tipo nos está viendo.
Minho: Eres muy inteligente. Has salvado el pellejo de ambos.
Taemin: Se llama aprovechar las circunstancias.- La sonrisa de Taemin seguía con él.- De vez en cuando en buena usarla.- El omega, le regalo un giño al joven, haciendo que este se sintiera más nervioso de lo que estaba. Si el chico, con solo sujetarle la mano ya se sentía extraño. Aquel acto, hizo que su corazón empezara a latir exageradamente.
Taemin fue el primero en soltar su mano cuando estuvieron fuera.
Taemin: Aquí nos separamos.- El castaño, le dio una reverencia a Minho como despedida.- Disfruta tu estadía aquí. Y procura no meterte en más problemas, am…
Minho: Mi nombre es Minho.
Taemin: Es un gusto conocer, Minho. Soy Taemin.- Cuando el omega vio pasar un taxi lo detuvo.- Nos vemos.- El chico no dijo nada más y subió al auto, dejando a Minho con un sentimiento de pérdida. Pero, él no fue el único, ya que Taemin no dejaba de ver la figura del joven desde la ventana trasera.
Minho: ¿Qué Minho, acaso aun eres un niño para que alguien te saque de problemas?- El propio castaño se reprendió por lo sucedido, parando un taxi para ir a su destino.
Taemin había llegado a la casa de una amiga. Por nada del mundo iba a regresar al instituto a recibir una reprimenda de su abuela.
-Cuando la pelinegra abrió la puerta, no pudo evitar abrazar al castaño.- Ha pasado tanto tiempo, Koharu.- El chico le regalo una sonrisa a la omega.
Koharu: Hay que entrar.- La joven le ayudo a meter su maleta mientras este se quitaba sus zapatos.- ¿Y qué te trae por aquí, chico pianista?
-Taemin, cuando era más joven, intento hacer baile junto con Jongin. Se sorprendió lo bueno que era, al igual que Jongin. Pero su sorpresa fue mayor cuando conoció a Koharu, su compañera de baile. Eran el mejor dúo de su época. Y ahora ella trabaja para grandes estrellas.- Es extraño saber que estas aquí. ¿Qué no estabas en Estados Unidos?
Koharu: ¡He pedido vacaciones! –Grito la chica desde la cocina, preparando un poco de té.- Hace poco me torcí el tobillo y el doctor me pidió reposo. Entonces, heme aquí.- La chica le enseño el vendaje a su amigo con amargura.- Pero está bien, sobre exigirme fue un error. Ahora entiendo por qué dicen que todo acto tiene sus consecuencias. ¿Y qué hay de ti? Hace tres días fui a buscarte al instituto y me dijeron que estabas de vacaciones en Seúl.
-Taemin torció su boca tratando de evitar hablar del tema. Pero su amiga no paraba de incitarlo a hablar.- Me encontré con Jin Ki Hyung.- Los ojos de Koharu se avivaron al escuchar aquel nombre que tanto mencionaban los amigos del omega. Si bien, sabía un poco del pasado de Taemin, y Jin Ki era una de esas cosas que era seguro no debía mencionar.- Arreglamos nuestros malentendidos; nos reconciliamos y empezamos una relación hace un mes.
-Koharu seguía sorprendida pero se alegró por el castaño.- ¡Eso es maravilloso, Taemin! Es bueno saber que ustedes dos al fin pueden estar juntos después de tanto.-Sin embargo, Taemin no parecía del todo contento.- Hay un pero en esto… ¿Verdad?
Taemin: Lo amo, Koharu. Sé lo que siento por él. Pero sabes, cuando estoy a su lado, no soy seguro de mí mismo. Y cuando me dijo que se casó, se separó y tuvo un hijo… sentí que yo no concordaba en su vida. Que estaba sobrando ahí.- Taemin, no sabía porque estaba llorando, pero no podía parar.-
-La chica, abrazo al joven que se estaba derrumbando en sus brazos.- Taemin, no puedes pensar de esa manera. Si él te contó todo esto es porque no quería esconderte la verdad.
-Taemin se separó, tomando las manos de la joven.- Ese es otro problema, y por el cual estoy aquí. Jin Ki hyung es un alfa muy sobre protector. Tiene miedo a actuar debido a que no quiere lastimarme más de lo que ya lo hizo. Fue por eso que después de un mes, me conto toda la verdad.
Koharu: Eso sí que no está bien.
Taemin: ¡Estaba enojado, Koharu! ¡Quería gritarle y reprocharle porque no saco el tema antes! – El omega empezó a alzar la voz, hasta que llego a la parte que comprendió porque no había hecho todo eso.- Pero después de ver su rostro sumamente mortificado, me di cuenta que nunca habíamos hablado de nuestro presente. Estábamos tan aferrados a componer el pasado, que olvidamos por completo el presente.
Koharu: ¿Entonces?
Taemin: No tengo el valor de enfrentarlo como soy ahora. No estoy listo para mostrarle el Taemin que me he convertido. Un miedoso y débil omega que no puede soportar saber que tiene un hijo. Es por eso que tome mi maleta y regrese a Japón. Necesito tiempo para encontrarme y poder enfrentar al nuevo Jin Ki.
Koharu: ¡Oh Taemin! –La omega se volvió abalanzar hacia él, acurrucándolo en su pecho.- Puede que no fuera la mejor decisión. Pero a veces huir no es tan malo.
Taemin: Por favor dime que no me equivoque.
Koharu: Y aunque fuera así, ya estás aquí. Así que Taemin, búscate a ti mismo. Y cuando estés listo, busca a tu persona amada.
-Taemin, cerró sus ojos ante aquellas palabras de aliento. No parecía la decisión correcta para muchos, pero lo que dijo su amiga lo hice sentir bien.- ¿Puedo quedarme aquí contigo?
-La joven se separó de él, tomando sus mejillas, apachurrándolas.- Okairi, Jimin-Kun.
-El joven sonrió con ternura hacia la azabache.- Tadaima, Koharu- Chan.
Taemin había decidido dormir en la sala por miedo a lastimar más el pie de su amiga. Sin embargo, aquella era una excusa ya que no sabía precisamente si sus pesadillas lo iban a volver a levantar a mitad de la noche. Y fue así. Eran las cuatro de la mañana cuando se había despertado hiperventilando y sudoroso.
Restregó sus manos en su rostro para después sentarse, abrazando sus piernas. Sus pesadillas se habían vuelto más constantes desde que había encontrado a Jin Ki.
Taemin: Mamá ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti? -Ese día, Taemin estaba decidido a ir a buscar a su psiquiatra y ver qué es lo que podía hacer sin tener que regresar a sus medicamentos.
(…)
Jin Ki, seguía acostado en su cama, viendo el lado vació en ella. No lo pensó dos veces en tomar la almohada de Taemin e inhalar su aroma. Aún estaba ahí el aroma a malvaviscos.
Se levantó de la cama tomando su celular, dejando la almohada de lado. Eran las seis de la mañana cuando marco el número del omega. Cuando la contestadora lo mando nuevamente a buzón aventó el aparato a la cama, haciendo su cabello hacia atrás por la frustración. Miraba su teléfono con la intención de llamar a los amigos de este, pero sabía que dentro de poco tenía que ir a trabajar y muy probablemente estos no le dirían donde estaba. Además, aún tenía el tema de ir a buscar a su hijo a Japón.
Cuando llego a la oficina, su padre ya lo estaba esperando ahí. El hombre, estaba leyendo el periódico mientras bebía su café.
Yong Hwan: Recibí una llamada de Luna. Me dijo que Minho está en Japón.
-Jin Ki, dejo su saco en el perchero.- Planeo ir hoy a buscarlo.
Yong Hwan se levantó del sillón yendo hacia él.- No lo creo. Hay una reunión de último minuto en Nueva York y tenemos que irnos en 30 minutos.
Jin Ki: Tendrás que ir solo. No pienso alargar más este asunto con Minho.
Yong Hwan: No te preocupes por él. He mandado a unas personas a buscarlo. Esta misma noche lo pondrán en un vuelo directo a nuestro destino.- Jin Ki veía seriamente a su padre. Respiro con resignación, tomando su saco, acompañando al hombre canusco.
Tanto Jin Ki como Yong Hwan iban subiendo al auto del hombre mayor, en donde minutos después llegaron Jimin y Jongin.
-Una vez que llegaron a recepción, fue Jimin el que pregunto por el paradero del novio de su amigo.- ¡Cómo que se fue a Nueva York! –El grito de Jimin hizo alertar a Jongin.- ¡Y cuando regresa!
Recepcionista: No lo sabemos. Él y su padre se acaban de ir.
-Jimin estaba más y más furioso con él mayor. Jongin lo noto y lo alejo de la recepcionista agradeciéndole su atención.- Recuerda que estas esperando y no puedes alterarte.
Jimin: ¡Acaso no escuchaste! ¡Taemin se acaba de ir, y él lo único que hace es ir a una junta!
Jongin: Y fue Taemin el que le pidió tiempo. Yo por lo menos me siento tranquilo que se lo haya dado.
Jimin: ¡Está haciendo lo mismo que años atrás, Jongin! ¡Lo está dejando ir nuevamente!
Jongin: Jimin.- El alfa tomo de los hombros a su hermano, tratando de calmarlo.- Quiero que me prometas una cosa.- El chico lo miro con cierto odio.- Prométeme que no te meterás más en esto. Si Taemin le pidió tiempo a Jin Ki es porque quiere estar solo, y cuando dijo solo, es porque nos incluyó en esas palabras.
Jimin: ¡Pero!
Jongin: No me hagas hablarle a Yoongi.
-Los ojos filosos de Jimin querían perforar a su hermano mayor.- No te atrevas.
Jongin: Entonces prométemelo.
-El omega, trago su enojo, quitándose de encima las manos de su hermano.- Lo are solo porque Taemin lo pidió. Pero si me llega a llamar, ten por seguro que no te lo diré.- Jimin, se subió sumamente enojado al auto de su hermano, que estaba igual de enojado que él, pero debía de mantener la calma. Alguien debía de hacerlo ante desastrosa situación.
(…)
Minho se había hospedado en un hotel. Sabía que su madre ya estaba enterada que estaba en Japón debido al uso de su tarjeta de crédito. No espero más y llamo a la mujer.
Luna: ¡Woa! No esperaba que te tomara tres días llamarme desde tu repentino escape de la universidad.
Minho: Buenos días para ti también mamá. No espera, haya es de noche. No puedo creer que a esta hora estés despierta.
Luna: Y todo gracias a cierta persona.
Minho: Espero que esa persona sea Donghae. –La risa burlesca del chico hizo enojar a su madre.-
Luna: Tu padre ya sabe que estas en Japón.- La burla de Minho acabo cuando su madre menciono al hombre.- Así que no dudes en que vaya a buscarte.
Minho: No lo hará, nunca lo hace. Él dejo de interesarse en mí cuando cumplí los 16 años.
Luna: Minho, tu padre te ama.
Minho: Y no lo dudo. Pero una cosa es el interés, y otra el afecto, madre.- El joven suspiro haciendo que su madre se sintiera un poco mal.- Eso no importa. De todas formas, aunque venga a buscarme no pienso regresar.
Luna: Hijo, el profesor ya hablo conmigo. El problema se resolvió. Todos en la universidad saben que eres inocente.
Minho: ¡Eso es bueno mamá! Pero ya es demasiado tarde para arrepentimientos. Escucha, me quedare un tiempo aquí. Así que no te preocupes por mí y descansa. Y si llego a ver a mi padre, hablare con él y le diré lo que tengo planeado hacer.
Luna: Minho…
Minho: Buenas noches, mamá. Descansa.- El joven, colgó su teléfono, dirigiéndose a la salida. Hoy estaba decidido a conocer los alrededores.