Cuando Taemin despertó, se encontraba en su cama. Sus pasos lo llevaron a la cocina, donde su madre se encontraba sentada, tomando algo mientras suspiraba como si su alma saliera en cada uno de ellos.
Taemin: ¿Mamá, qué haces, porque no vienes a la cama?- La mujer veía desde su asiento el pequeño cuerpo de su hijo.- ¿Mamá?
Seo Hyun: Ven aquí.- La mujer abrió sus brazos hacia Taemin, quien corrió hacia ella, recibiendo un abrazo apretado y cálido.- Cariño, por favor, promete que ya no iras al bar.
Taemin: ¿Por qué?
Seo Hyun: Ese lugar es peligroso para un niño pequeño como tú.- La mujer deposito un pequeño beso en su frente.- Y no quiero que nadie te lastime.
Taemin: Esta bien. Desde ahora te esperare en casa.
Seo Hyun: Eres un bueno niño, Taemin.- Sin embargo, esa no era la razón por la que Seo Hyun le había prohibido ir. Sabía que aquel joven no iba a cumplir su promesa. Sus ojos lo decían todo.
Y cual si fuera acto de magia ahí estaba Jin Ki.
Seo Hyun: Dije que cumpliría mi promesa, pero por lo que veo tú no.- Los ojos de Jin Ki cayeron en la mujer que permanecía de brazos cruzados.- Tu padre solo viene los fines de semana.
Jin Ki: Lo sé.
Seo Hyun: No quiero pensar que estas aquí por cierto niño que conozco.
-Jin Ki le lanzo una mirada afilada a Seo Hyun.- Yo tampoco quiero esto…- Y fue el primero en bajarla, rascando su cabeza con nerviosismo.- Pero no puedo evitarlo. En mi cabeza solo están sus ojos.
Seo Hyun: ¡Es un niño!
Jin Ki: ¡Lo sé, demonios! –Ambos ahogaron sus gritos cuando empezaron a llamar la atención.-
Seo Hyun: Sígueme.- La mujer llevo al chico a una mesa. Cuando se sentaron, Seo Hyun no paraba de observarlo.- ¿Cuántos años tienes?
Jin Ki: 17.
Seo Hyun: ¿Cómo entraste aquí siendo menor de edad?
Jin Ki: Les dije que era el hijo de Yong Hwa.
Seo Hyun: No eres muy listo. Si tu padre se entera que estuviste aquí te meterás en problemas.- La mujer empezó a masajear su frente ante el estrés que le estaba formando el joven.- Hablare con Leteeuk para que no diga nada. A cambio, cumple con tu promesa.
Jin Ki: Ya te dije que no puedo.- El castaño permanecía reacio a cambiar de opinión.- Necesito saber qué es lo que me pasa con tu hijo.
Seo Hyun: Estamos hablando de un niño de 8 años que no sabe qué es exactamente una unión, ¿Cómo esperas que sepa del amor?
Jin Ki: Puedo esperar…- Jin Ki se congelo tras escucharse. Sus nervios lo traicionaron, levantándose de la mesa.- Lo siento, no sé ni lo que estoy diciendo.
Jin Ki iba pasando las calles de aquel lugar con rapidez, hasta que un aroma a bombones se apodero de su nariz, encontrándose con la pequeña figura del castaño.
Taemin también de detuvo tras verlo. Solo que sus sensaciones eran diferentes, como si hubiera algo en aquel joven que le pedía que se acercara. Camino hacia él, quedando frente a frente.
Taemin: Eres el chico de ayer.
-Jin Ki se agacho, quedando a la altura de Taemin. Su mano tembló cuando la llevo hacia el cabello del pequeño, acariciándolo.- ¿Eres Taemin, verdad?
-Las mejillas del menor se ruborizaron, asintiendo.- ¿Quién eres tú?
-La sonrisa del mayor se ensancho. Su corazón no paraba de latir.- Soy Jin Ki. Mucho gusto, Taemin.
-Aquella sonrisa, hizo sentir feliz a Taemin, contagiándose.- Mucho gusto, Hyung.
El gesto, hizo comprender todo a Jin Ki. Aquel niño, era su omega.
Seo Hyun salió corriendo tras de Jin Ki. Cuando lo vio cerca de Taemin sus sentidos de madre se alertaron. Corrió hacia ellos para separarlos, pero cuando vio la sonrisa de su hijo su corazón se oprimió. Él, hace mucho que no sonreía.
-Los ojos de la mujer se dirigieron al cielo.- Cariño, ¿Qué se supone que haga con esto? – Seo Hyun empezó a retroceder, haciéndose de la vista gorda. Lo iba a dejar pasar, solo por esta vez.
Un mes pasó ante los ojos de Seo Hyun. Se sentía agotada e intranquila. Entre semana se encontraba a Yong Hwan con sus infinitas insinuaciones, y entre semana se encontraba a Jin Ki, buscando y preguntando por Taemin.
Jin Ki: No te vez bien.- Dijo el chico mientras la veía sentada aun lado de Taemin.- El chico poco a poco fue invadiendo su privacidad, al punto de estar sentado en la mesa de su casa.
Taemin: Mamá ha estado trabajando mucho para poder pagar mis estudios.
-Jin Ki volteó a ver nuevamente a la mujer, que se había levantado para dejar los trastes en la loza.- Si gustas puedo ayudarte con eso. No me molestaría pagar parte de los estudios de Taemin.- Las palabras del joven le cayeron como un baldazo de agua helada a la mujer.-
Taemin: ¿Mamá?
Seo Hyun: Taemin, despídete de Jin Ki, es tarde y tú tienes que hacer tus deberes.
Jin Ki: No se preocupe, aún es temprano. Además, puedo quedarme a ayudar a Taemin con su…
Seo Hyun: ¡He dicho que se despidan!- El grito de la mujer asusto a ambos.
JinKi se agacha, quedando a la misma altura de Taemin. Este acaricia su cabello prometiéndole que lo iba a ver pronto, dirigiéndose a la puerta.
Seo Hyun, sale junto con él hasta la salida del hotel. Quedando en el mismo lugar donde anteriormente había despedido al padre del muchacho.
JinKi: ¿Se encuentra bien?- Fueron las palabras del joven tras ver el semblante rígido de la omega.
Seo Hyun: Esto no puede seguir así. Tengo que parar todo antes de que se salga de control.
JinKi: ¿Qué quiere decir?
-Seo Hyun, toma de los hombros al castaño, haciendo que por ningún motivo se hiciera el desentendido a lo que iba a decir.- Tienes que parar esto, JinKi, te estas metiendo en un serio problema al interesarte en Taemin.
-El chico quito las manos de la mujer, alejándose de ella.- No… no puedo. ¿Cree qué no lo he intentado? Es horrible ver la cara de las personas cuando me ven con Taemin al no poder disimular lo que siento por él. ¡Les doy asco! –El cuerpo del joven empezó a temblar.- Pero aun así, cuando veo su sonrisa, sus ojos; cuando escucho su voz, empiezo a sentir que vale la pena arriesgar todo por él.- Una risa amarga sale del joven mientras las lágrimas de Seo Hyun resbalan por sus mejillas.- Ya es tarde para alejarme, Seo Hyun.
Yong Hwan: ¿Qué estás diciendo? –La voz del hombre salió rígida, rasposa, cómo si la ira se estuviera apoderando de ella. El hombre se acercó a su hijo, tomándolo de la camisa con brusquedad.- ¡Qué demonios está pasando aquí!
Seo Hyun, tomo del antebrazo a Yong Hwan tratando de hacer que soltara a Jin Ki, solo que el brazo del hombre se empezó a tensar más, lanzándole una mirada fría a la mujer.
Al soltarlo, lo deja caer en el empedrado de la calle. Yong Hwan, atrapa el brazo de la mujer, ahora sujetándola con fuerza a ella.
Yong Hwan: ¿Es por él que no me aceptabas? ¿Querías a mi hijo?
-Seo Hyun mostraba dolor ante el forcejeo.- Te estas equivocando. Nosotros no tenemos nada. Ahora suéltame.
Yong Hwan no estaba escuchando.- ¡Tiene 17 años, Seo hyun! ¡Eso solo un niño!
-Taemin, al ver que su madre no regresaba, bajo a buscarla encontrándose al señor Yong Hwan forcejeando con ella.- ¡Dejala!- El pequeño, corrió hacia ellos, tomando la pierna del hombre para morderla. El hombre, al sentir el dolor intento patearlo con fuerza, solo que fue sorprendido con el cuerpo de su hijo, que envolvía al pequeño con sumo cuidado, llevándose él el golpe.
Yong Hwan fue disminuyendo su fuerza en Seo Hyun, quien corrió hacia los dos menores que yacían en el piso. La expresión del hombre azabache era escalofriante, y más por lo que estaba pasando por su cabeza.
-Jin Ki, se levantó del piso, dejando con cuidado a Taemin en los brazos de su madre.- No dejare que le hagas daño…- Los ojos de Jin Ki eran grises. Su alfa estaba a la defensiva.- Él es mío.
-La boca de Yong Hwan se secó. Las palabras no querían salir al ver tal escena. Su único hijo estaba segado por aquel pequeño omega.- D-debemos irnos.- Un ligero temblar salió de aquel imponente hombre, tomando a su hijo.- No volveremos aquí.- Su agarre se hizo más fuerte cuando Jin Ki empezó a forcejear, queriendo volver con Taemin.- Todo esto es mi culpa. Pero no te preocupes Jin Ki, también lo solucionare.
-Los ojos grises del joven apuntaban con desesperación a Taemin, que lo veía con miedo. El niño, evito las miradas que le lanzaba, escondiendo su rostro en el pecho de su madre.- ¡Eres mio, Taemin! ¡Suéltame, debo ir con él! ¡Tengo que protegerlo!
Yong Hwan le empezaba a costar trabajo arrastrar a Jin Ki con él. Fue entonces cuando se dio cuenta. Su hijo estaba entrando en su primer celo como alfa.
Con extrema complicación logro meter a Jin Ki al auto, logrando arrastrarlo a su casa.
La madre del joven, aterrorizada al verlos los empezó a seguir.
Shyn Hyen: ¿Qué está pasando?
-Yong Hwan, logro encerrar a Jin Ki en su habitación. Solo que él joven no paro ahí. Empezó a patear la puerta queriendo salir.- Llama a Luna.
Shyn Hyen: Pero…
Yong Hwan: ¡Rápido!
-La voz de alfa de su esposo, la obligo a bajar las escaleras y tomar el teléfono para hablarle a la joven omega.- Lo siento por la hora, pero Jin Ki te necesita.