Taemin había llegado al hospital junto con su madre. Ahora se encontraba en un asiento de la sala de espera, siendo observado por varias personas, cuchichiando sus pesares.
-Cuando el doctor salió, se quedó observando a Taemin. - ¿Pequeño, donde está tu padre? necesito hablar con él de tu madre.
-Taemin negó infinitas veces mientras él doctor seguía pidiendo hablar con alguien mayor.- Doctor, ¿Dónde está mi mamá? ¿Ella está bien?
Doctor: Necesito hablar con un adulto.
Taemin: Entonces, si soy un adulto, ¿podré volver a verla? –El doctor trago en seco al escucharlo.- ¿La tendrá aquí y me dejara verla cuando sea más grande, como usted?- El doctor, no sabía que contestarle.
-Una de las enfermeras que atendió a la mujer fue con ellos acercándose a Taemin, abrazándolo, acariciando su espalda.- Tu mami, dijo que hiciera esto por ti. Ella dijo que tenía que irse, pero que nunca te olvidaras que te amaba con todo su corazón.
Fue entonces que los ojos de Taemin se aguaron, comprendiendo aquellas cálidas palabras. Su madre, ya no iba a volver.
En el funeral de su madre asistieron las personas que trabajan en el bar.
Leteeuk: ¿Qué hay de la familia de tu Seo Hyun, no has sabido de ellos? –Taemin negó. Hace días que vivía solo en el cuarto de hotel. Tenía comida gracias al viejo hombre que en esos momentos estaba sentado a su lado.- ¿Y de tu padre?
Taemin: Ellos viven en Japón. Los de protección a menores se comunicaron con ellos, pero aún no saben cuándo vendrán.- Taemin, hace rato que se encontraba observando aquel piano que adornaba la sala continua a él. No dudo en levantarse e ir a él.
Jugando con las teclas, marcando el tono, dejando fluir aquel dolor que no podía sacar. Su padre se había ido, su madre también, y Jin Ki también lo había hecho. Todos lo dejaron atrás una fría noche.
Los presentes del funeral observaban con pesar al pequeño castaño. Incluso una mujer mayor de vestimenta cara que se acercó con mucha autoridad. Era una alfa.
-Cuando Taemin termino de tocar, se topó con los ojos de aquella señora- ¿Quién es usted?
-La mujer lo analizaba de pies a cabezas. Negando ante el parecido a Seo Hyun, pero encontrando en sus ojos avellana a Yong Hyun.- Tocas muy bien para tener seis años.
Taemin: Tengo ocho. Pronto cumpliré nueve. Pero aun no me dice su nombre.
-La mujer le extendió la mano a Taemin.- Soy Yoon Ha, tu abuela. Ahora Taemin, tengo dos opciones para ti. Puedes tomar mi mano y venir conmigo a Japón, o quedarte aquí y dejar que los de protección a menores se hagan cargo de ti.
-Taemin dudaba en tomar la mano de aquella mujer rígida.- ¿Por qué tendría que ir con usted?
Yoon Ha: Porque no tienes nada que retenga aquí. ¿O sí? –Taemin miro a su alrededor, viendo a todos los que trabajaban en él bar. A Jimin y Jongin no les permitieron asistir debido a que eran muy pequeños.
-Cuando la mujer estuvo a punto de bajar la mano, Taemin la tomo.- Tiene razón, no hay nada. – Ni siquiera en su corazón había algo por lo cual deseara quedarse.
Ese mismo día, se despidió de Jimin y Jongin con la esperanza de volverlos a ver.
Cuando llego a Japón, su abuela lo llevo directamente a un internado.
Yoon Ha: Aquí es donde trabajo. -Dijo la mujer mostrándole los alrededores al pequeño.- Este es un instituto de música clásica, y yo, soy la maestra de canto y directora del lugar.- Taemin seguía escuchándola, callado, recorriendo con sus ojos el lugar.- Aquí podrás mejorar tu piano, Taemin.-
Taemin: ¿Usted cree que pueda?
-Yoon Ha muestra un semblante rígido al joven.- Lo harás.
Taemin: Pero soy un omega. Usted sabe que los…- La mujer alzo su mano, indicándole al pequeño que dejara de hablar.-
Yoon Ha: Esconderemos tu identidad hasta que tu celo se presente. Nadie de aquí sabrá lo que eres. De eso me encargo yo.- Los ojos de su abuela le inspiraban miedo. Sin embargo, eso no lo detuvo a obedecerla y comenzar de nuevo.
10 años después…
Taemin tenía 18 años cuando su primer celo llego. Estaba en su habitación, rasguñando su almohada tras no poder pasar el calor que su cuerpo sentía. Necesitaba que alguien lo ayudara.
Taemin: Abue…la- Taemin fue hacia la mujer que yacía en el escritorio de su oficina.- Due… le.- La mujer lo miraba sin interés.
Yoon Ha: Ya te di los supresores. Pronto harán efecto, vuelve a tu habitación.
Taemin: No funcionan.
Yoon Han: ¿Y que se supone que haga? Si los demás se enteran de tu género perderás el estatus que has ganado. ¿Eso quieres? ¿Quieres volver a ser el pequeño Taemin indefenso de ocho años? –Taemin apretó sus puños ante la frialdad de la mujer. ¿Pero que esperaba?, desde que se conocieron su abuela nunca le mostro cariño o comprensión. Lo único que hasta hora le había enseñado era la fortaleza y música. Convirtiéndolo en alguien frío y deseado.- Vuelve a tu habitación y encuentra la solución ahí. Tengo mucho trabajo. –Taemin, con pasos tambaleantes se empezó a retirar hasta que su abuela lo detuvo.- Hoy recibí una carta de los Park. ¿No sabía que eras amigo de sus hijos?
-La palidez de Taemin era mayor ante tanto dolor. Aun así le contesto educadamente a la mujer.- Son los niños que se despidieron de mí cuando me fui. Iban conmigo a la misma escuela.
Yoon Ha: Al menos Seo Hyun cumplió con su promesa.
-Taemin arrugo su frente con extrañeza.- ¿Qué promesa?
Yoon Ha: Cuando tu padre murió, le prometió en su tumba que te daría lo mejor.
-La boca de Taemin empezó a temblar. Empezó a caminar rápido hacia su habitación a pesar del dolor. Una vez que cerró la puerta se deshizo en su cama en lágrimas.- ¿Qué tanto diste por mí, madre?
Con el recuerdo de su madre, a veces venía a su mente Jin Ki. Sus partes empezaron a calentarse con solo imaginarse al chico. Taemin, paso su mano por su miembro, masajeándolo, recordando la voz de aquel joven que una vez quiso. Sin embargo, sus intenciones de masturbarse pararon cuando también recordó que lo había abandonado a su suerte junto con el cuerpo de su madre.
Quito su mano de su erección y abrazo su almohada, atrapando sus gritos desesperados. Ahora que era mayor podía comprender lo que sentía por Jin Ki: amor. Y por si fuera poco, odiaba ese amor.
Unos meses después, entraron al mismo colegió Jongin y Jimin. A pesar de estar en áreas distintas, pudo dejar ir un poco de su frialdad con la felicidad que le daban sus amigos… o eso pensó. Tanto Jongin como Jimin fueron obligados a callar el género de Taemin, dejando un lazo entrecortado en él y Jimin, haciéndolo más fuerte con Jongin, quien lo seguía a todas partes, cuidándolo.
Taemin: No tienes que hacerlo.
Jongin: Pero quiero hacerlo.- En los ojos del joven había algo que ponía nervioso a Taemin. A pesar de que hace poco había pasado su calor, cada vez que Jongin lo tocaba su cuerpo se acalambraba.- ¿Taemin? –La mano del moreno se alzó a su mejilla, acariciándola cual si fuera porcelana.
Taemin, en acto de reflejo, se recargo en la mano, frotándose, mostrándole a Jongin sus ojos azulados cual si fueran el cielo. Su omega, era lo único que ahora estaba presente.
En un arrebato, Jongin lo jalo y beso con desesperación. Taemin lo acepto. Aquel había sido su primer beso. Un beso amargo y necesitado que no tenía nada por lo cual arriesgarse.
Jongin: ¿Taemin?
-Cuando el chico abrió sus ojos nuevamente, se encontró con aquel que era uno de sus mejores amigos.- Ven conmigo.
El pasillo se encontraba vació debido a que eran horas de clases. El recorrido fue corto, hasta que llegaron al área donde se hospedaban Taemin y su abuela.
Al entrar, se dio cuenta que no estaba la mujer, jalando a Jongin hasta llegar a su habitación. Cerró la puerta y sentó a Jongin en su cama mientras se quitaba la ropa lentamente, sin despegar sus ojos del mayor.
-Jongin empezó hacer lo mismo, sin romper el contacto visual.- ¿Estás seguro?
- Una vez que Taemin se encontraba en ropa interior, se sentó a horcajadas en Jongin, besándolo nuevamente.- Claro que no. Pero mi único defecto es que nunca he estado seguro en todo lo que he hecho desde que vine aquí.-
Jongin no volvió a decir nada, dejándose llevar por la situación y el chico que quería sentirse querido a como dé lugar.
El moreno acaricio con sum cuidado el cuerpo de Taemin, haciéndolo sentir bien, haciéndolo gemir cuando sus manos tocaron su entre pierna.
Taemin se encontraba jadeando en sus labios.
Jongin: necesito ver que estés bien lubricado o te dolerá. –Los dedos del moreno viajaron hasta su entrada, encontrando aquel líquido resbaladizo. Metió dos de sus dedos sin previo aviso, haciendo quedar sin aire a Taemin.- Relájate, pronto se pasara la sensación extraña.- La voz excitada de Jongin lo empezaba a estimular más.
Jongin, empezó a meter y sacar sus dedos y como acto de reflejo Taemin se movió con ellos, gimiendo ante la sensación placentera que había llegado a su cuerpo.
El alfa, desabrocho sus pantalones, dejando ver su miembro erecto. Taemin parecía un poco cohibido ante aquello. Cerro sus ojos y dejo que el mayor se hiciera cargo de todo.
Cuando Jongin alineo su miembro en su entrada y fue empujando, su espalda se arqueo ante la intromisión.
Jongin: Lo are lento, así que necesito que te relajes.- Taemin asintió, dejando que el alfa siguiera con lo que estaba. No supo cuando Jongin estaba arriba de él, en lo que su cuerpo abrazaba su almohada. Cuando Jongin intento quitársela se negó.
El alfa entro por completo en él, haciendo el vaivén lento, acostumbrando a Taemin a ello. Taemin en cambio, permanecía con los ojos cerrados, pensando en aquel chico que alguna vez amo.
Jongin: ¿Taemin, estas bien?- La voz agitada de Jongin lo saco de su ensoñación. Cuando acarició su mejilla y se acercó a besarlo de nuevo. Se dejó llevar por el deseo haciendo los movimientos más bruscos. Jongin se percató de aquello he hizo sus movimientos más rápidos, dándole a Taemin el orgasmos que deseaba.
Cuando Jongin estaba a punto de venirse, salió de Taemin, dejándole esa sensación de vació cuando el también llego a su clímax.
Ambos yacían acostados en la cama con la respiración entre cortada. Después de unos minutos, Taemin fue el primero en levantarse y vestirse.
Taemin: Jongin, quiero que entiendas que solo porque hicimos esto ya somos pareja.
-Jongin se encontraba extrañado con lo que decía Taemin.- ¿De qué estás hablando?
Taemin: Lo que trato de decir…- Camino hasta él, tomando su mejilla con delicadeza.- Que esto, solo fue sexo. Los dos sabemos que no somos para el otro.
-Jongin respiro profundo, pasando su enojo.- ¿Estás seguro que quieres que sea solo eso? Taemin… esta fue tu primera vez.
Taemin: Y te agradezco que hayas sido amable.
-Jongin, con la mirada que le daba Taemin, supo que no iba a cambiar de opinión.- Esta bien. ¿Aún podemos seguir siendo amigos? –La sonrisa de Taemin volvió, asintiendo a la pregunta.
Sin embargo, la amistad que ahora compartía con el hermano de su mejor amigo no era del todo bella.