Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vampiros. por Seiken

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Shura empezaba a moverse con demasiada dificultad, agradeciéndole a los dioses que Saga fuera tan poderoso como para poder matar a Shaka con solo proponérselo. 
 
—Aun sigues siendo muy poderoso Saga... 
 
Shura sabía a donde irían esos dos, pero también creía saber, que Kiki abandonaría a Shaka con Saga, una vez que tuviera a su toro en sus manos. 
 
Kiki se marcharia a Lemuria, saldría de esa ciudad apenas pudiera hacerlo y la única forma, para una criatura como él, era por barco, ya que estaban en una ciudad costera. 
 
Shura se apresuró a buscar alguna clase de rastro de Kiki, quien sosteniendo a su amado entre sus brazos trataba de usar uno de los barcos que decían transportaban metales, pero en realidad, se especializaban en llevar no humanos a su destino. 
 
—¡Kiki! 
 
Grito furioso, todos sabían de quién se trataba, era el segundo al mando de los Walden, un hombre poderoso, con quién no deseaban entrometerse, así que en vez de darle ayuda al vampiro, se hicieron a un lado. 
 
—¡Deja ir a ese niño y te perdonaré la vida! 
 
Le advirtió, viendo cómo los no humanos se escondían de su mirada, los puestos se cerraban y el barco se disponía a salir al mar. 
 
—¡Tú estabas muerto! 
 
El tesoro del cielo no te mataba, únicamente separaba tu consciencia del mundo exterior, de incapasitaba para sentir cualquier cosa, y eso debía saberlo Kiki. 
 
—Solo mientras Shaka estuviera vivo, pero Saga es por mucho más fuerte que cualquiera, mucho más que Shaka, tú o yo. 
 
Kiki maldijo en voz baja, abandonando a Harbinger a sus espaldas, mataría a Shura, para poder marcharse con su toro a Lemuria, en donde podrían comenzar de nuevo. 
 
—Lo único que quiero es una nueva oportunidad. 
 
Shura negó eso, no quería una nueva oportunidad, quería repetir su pasado y creía que tenía el poder para forzar a ese toro a amarle.
 
—Ese es el problema de los vampiros, nunca entienden que su pasado se termino, que la fragilidad humana es aquello que los hacer hermosos.
 
Kiki no le dejaría seguir hablando y atacó, esperando poder matarle, destruir su cuerpo, una hazaña que los demonios de la noche no pudieron lograr, aunque si lo intentaron. 
 
—¡Solo guarda silencio! 
 
Harbinger abrió los ojos, para ver la pelea que transcurría delante suyo, escuchando un sonido como de un estallido pequeño, era Saga, a su lado estaba Aldebaran, malherido, pero no lo dejaría solo. 
 
—¡Harbinger! 
 
Saga estuvo a punto de meterse en ese combate, pero Shura con una sola mirada le ordenó detenerse, quedarse en donde estaba. 
 
—Esta bien... es todo tuyo... 
 
Pronunció, manteniendo a los dos toros seguros, al mismo tiempo que Shura peleaba con Kiki, empezando a ganar terreno poco a poco. 
 
—Aun puedes hacer las cosas bien Kiki, darle su espacio, dejarle libre para que al menos te recuerde con cariño. 
 
No, no estaba dispuesto a eso y redobló sus intentos por matar a Shura, quien al ver su negativa, su necedad supuso que no había nada que hacer, tenía que matar a Kiki. 
 
—Entonces lo siento... 
 
De su espalda brotaron unas alas como creadas por las sombras, de su mano una espada que uso en contra de Kiki. 
 
—No me dejas otra alternativa.
 
Kiki maldijo en voz baja, encajando su mano en el costado de Shura, pero este clavo su mano en el corazón del vampiro de menor edad, que escupió sangre inmediatamente, cayendo de rodillas. 
 
—Al menos lo intente... 
 
Pronunció llevando sus manos a su costado, volteando a ver a Harbinger, que sin darse cuenta lloraba su muerte, haciendole sonreír. 
 
—Tu y yo habríamos sido felices... eso era lo único que deseaba. 
 
Pronunció, convirtiéndose como Mu en una estatua de piedra, de cenizas, que se perdió con una ráfaga de viento. 
 
—Nosotros tenemos una maldición, estamos condenados a llorar eternamente a nuestros seres amados, no soportamos la perdida de sus vidas, pero aún así, no cambiamos nada por tener la oportunidad de amar y ser correspondidos. 
 
Shura estaba triste, había hecho lo correcto en muchas formas, liberado a ese niño del peligro, a Kiki de su maldición, pero nunca se sentía bien después de hacer lo correcto en casos como ese. 
 
—Shura, ayúdame a llevarlo, hay muchas cosas que atender... 
 
Shura asintió, cargando a Harbinger en sus brazos, les llevarían a un hospital, en donde curarían sus heridas, en donde ambos esperaron, Saga porque mostraba interés en el toro mayor, el ni siquiera sabía la razón de eso. 
 
—He estado pensando en lo que dices, en la maldición del vampiro, pero no creo que únicamente la sufra el vampiro, todos los inmortales sufrimos algo parecido. 
 
Shura no respondió, fumaba tanto o más que Saga, y en ocasiones habían compartido charlas demasiado profundas, los dos enamorados de dos seres que nunca les corresponderían. 
 
—Pero yo creo que lo que nos destruye es el temor a sufrir la misma pérdida... 
 
Shura asintió, temía no ser correspondido como pasó con Radamanthys, que amaba perdidamente a su pintor, aunque sólo estuviera a su lado durante una semana. 
 
—Y no nos damos la oportunidad de amar de nuevo, a alguien diferente... 
 
Saga se daría la oportunidad de amar a alguien nuevo, de cortejar a ese joven toro, ese amable toro de cabello largo. 
 
—Yo intentaré querer a alguien más, seducirle y ser feliz a su lado, no por siempre, pero si por el tiempo en que podamos serlo. 
 
Shura suponía que estaba hablando del toro mayor, lo había visto protegerlo, actuar como todo un perro guardián para los estándares del profundo. 
 
—Tu deberías hacer lo mismo, amar a alguien más que no sea Radamanthys, darte una oportunidad de ser feliz... 
 
Shura sonrió, pero eso no era para el, o eso pensaba, aunque suponía que podría darse una oportunidad, con alguien que comprendiera la existencia del otro mundo, de los no humanos y no tuviera miedo de ellos. 
 
—Te gusta ese toro, lo he visto en tus ojos, en tu preocupación... 
 
Shura asintió, le gustaba su fuerza, su necedad y su valentía, además no era nada feo, aunque se preguntaba cómo podía empezar una relación de nuevo. 
 
—Tu perseguiras a Aldebaran, se nota que te gusta... 
 
Era un buen chico, era todo lo contrario a lo que fue Minos y eso le sorprendía. 
 
—Es una buena persona y paso la prueba de fuego, me ha visto y no ha tenido pesadillas. 
 
Shura rió al escucharlo, porque de hecho, Saga no era nada agradable, era un monstruo, una criatura aterradora, pero era una buena compañía. 
 
—Pues te deseo mucha suerte con eso...
 
Intento marcharse, pero Saga sostuvo su brazo con uno de sus tentáculos, apagando el cigarrillo y lanzandolo al bote de la basura. 
 
—Piensa en lo que te digo, ese toro de mal carácter tiene todas las cualidades que te gustaban de él.
 
Eso era cierto, pero que podría decir al respecto, él no era como Saga, no se atrevía a seducir a un completo desconocido. 
 
—Yo no soy como tú... 
 
Saga se encogió de hombros, con una expresión que decía claramente que no le creía. 
 
—Entonces porque estás aquí velando por su bienestar... 
 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).