Los años pasaron, el tiempo que compartí con el equipo de BC Sol me hizo sentir como en casa,
Free era el amigo más cercano que tenía. Éramos compañeros, íbamos a la par en todo lo que hacíamos así que para ambos era todo un reto enfrentarnos.
Aun así la cima de la montaña era solitaria.
Defenderla todo el tiempo era mi deber, la caída desde ahí sería dura así que no podía darme el lujo de perder.
Entreno para divertirme, defender la cima, mi reputación y asegurarme de romper las conexiones oscuras con los beys.
Siendo el más fuerte del mundo.
Una mejora me llevó a ser parte del destino de un nuevo blader.
Aiga Akaba era un chico testarudo y orgulloso de todo lo que hacía, me pareció interesante que no saltara sobre mí como todos los chicos de su edad hacen al ver al campeón mundial.
Nos enfrentamos en una batalla corta pero un poco dura para mi, cuando hice estallar a su Achilles sentí algo familiar pero que decidí ignorar.
Debí ponerle más atención.
En un parpadeo el chico ascendió rápido con la intención de derrocarme del trono y por desgracia mía lo logró.
El presentimiento de antes ahora tenía sentido, ese niño tenía una conexión oscura con su bey así como la tuvo Red Eye. Me sentía responsable por eso, sino fuera por mi el no estaría consumido por la avaricia y el poder de su bey.
Tal vez ese niño rompió a Winning Valkyrie pero nunca sería capaz de romper nuestra conexión.
Mejore a Valkyrie, retomaría mi puesto como campeón mundial y haría lo inimaginable para destruir ese lazo oscuro.
Free me ayudó a entrenar día y noche, cuando por fin logré ganarle me concentre en una estrategia que me aseguraría destruir el lazo oscuro de bladers y sus beys.
Con todo planeado nada podría salir mal.
No tome en cuenta encontrarme a Shu de nuevo.
-¡Valt! -Corrió directo hacia mi, le salude lo más relajado posible.
-¡Shu! Tanto tiempo -Estire mi puño y ambos los chocamos, lo contemple un momento. Su cabello estaba más largo y él había crecido al igual que yo, parecía que había madurado y se veía muy bien. Sentí que el calor amenazaba con subirme a la cara y rápidamente desvié la mirada.
-¡Mi..miren lo que traje..! -El pan bey de mamá les gusto a todos, en breve debía reclamar mi título pero antes estaba la batalla de Aiga contra Hartz.
Shu y yo nos dirigimos al estadio, un poco incómodos después de tanto tiempo sin vernos. Lo mire y algo tímido decidí comenzar la conversación.
-A..Audaz me contó que decidiste ser entrenador
-Ah..eso, así es. Me di cuenta que el blading competitivo no era lo mío -Rasco incómodo su nuca desviando la mirada.
-Me parece estupendo -dije sonriendo, me volteo a mirar un poco sorprendido.
-¿E..eso crees?
-Si claro, hacer lo que tu quieras es fabuloso ¿verdad? -Me sonrió felizmente, sin atreverme a regresar el gesto mire hacia el frente.
-Mi..mira, creo que el duelo ya va a comenzar ¡Apresurémonos! -Corrí al lugar y extrañamente Shu también comenzó a correr, en el pasado él hubiera seguido caminando tranquilamente.
No me di cuenta que no me molesto verlo de nuevo.
Llegamos y tomamos buenos asientos para presenciar la batalla, Aiga perdió y ahora era mi turno de regresar a la cima. Mire a Valkyrie y escuche la aprobación que me daba por lo que estaba a punto de hacer.
Por desgracia no logre lo que quería, el final explosivo contra Hartz tuvo lugar y gané mi puesto de nuevo, pero mis intenciones eran eso y más.
-¡Valt sabía que lo conseguirías! -Sin esperarlo Shu me recibió con un abrazo que apenas fui capaz de regresar.
-S..si, ¿podrías soltarme por favor? Es que me asfixias -mentí e inmediatamente me soltó.
-¡Valt! -Un grito me llamó la atención, voltee y me encontré a Aiga quien me miraba desafiante- ¡Enfrentame de nuevo!
Cerré los ojos, me concentré en el trabajo que decidí cargar sobre mis hombros, miré a Aiga pensando en que tal vez funcionara mi nueva estrategia con el, le sonreí ampliamente.
-Está bien.
Nos dirigimos a la azotea de la sede para que nadie nos interrumpiera, Shu, Fubuki y Ranjiro también fueron con nosotros; por mi estaba bien, mientras el rumor se expandiera más, mejor para mi.
Batallamos ferozmente, Achilles era un rival fuerte al que debía derrotar cueste lo que cueste. En el último movimiento pude verlo claramente.
-¡Aaaagh! -grito Aiga con furia invocando el lazo oscuro con Achilles. Mire a Valkyrie listo para atacar y terminar con esto de una vez por todas.
-¡Achilles! -grite y todos me miraron con sorpresa incluyendo a Aiga- ¡Encontré tu talón, hazlo Valkyrie!
Un impacto certero en el único punto débil de Achilles y este se hizo añicos.
El silencio reinó después de tan inesperado suceso, tome a Valkyrie dispuesto a irme.
Mire a Aiga un momento, se encontraba estupefacto por lo ocurrido mirando las piezas rotas de Achilles, sin decir nada me retire.
Por solo un instante miré a Shu, este retrocedió unos cuantos pasos atemorizado.
En la salida Free me esperaba para regresar a BC Sol.
-¿Lo hiciste? -pregunto curioso en la entrada de la sede, lo vi con decisión.
-Si.
Después me entere que Aiga pudo recuperarse y con la ayuda de Shu fue capaz de mejorar a Achilles.
Mentiría si dijera que no me puse algo celoso.
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Días después sin tener una noticia más de esos dos me encontraba en el gimnasio mirando concentrado una batalla que se disputaba entre Silas y Free hasta que un golpe fuerte se escuchó en el lugar, un poco confundidos miramos el origen de aquel sonido y me tope con que se trataba de Shu, quien agresivamente abrió la puerta.
-¡Tú! -Con pasos rápidos y furiosos se dirigió hacia mí, sin entender muy bien qué sucedía no dije nada- ¡No tenias porque hacerlo!
-¿Hacer que? -No recuerdo haber hecho algo que molestara a Shu en especial.
-¡Romper a Achilles! -Silas y Free no dijeron nada en todo el tiempo, mire a Free y el comprendió lo que quería.
-Ya me aburrí de esto, vamos a entrenar afuera Silas -Ambos tomaron sus beys dispuestos a retirarse, agradecí que no hubiera nadie más que nosotros tres en el lugar, Silas paso a mi lado y susurró "Dale una lección". Espere a que cerraran la puerta para seguir con la conversación.
-Normalmente suelen gustarme las visitas sorpresa pero odio que la gente me grite enojada -conteste un tanto indiferente, creo que estar tanto tiempo con Free me ha hecho daño.
-¡Romper a Achilles fue completamente innecesario! -Reclamo furioso, no entendía que lo enojaba tanto de todo este asunto.
-Creo que no debería preocuparme tanto por él, después de todo me entere que ayudaste a Aiga a su reparación y ahora está como nuevo y más fuerte que nunca -dije intentando no escucharme molesto.
-Así es y no fue tan fácil si me lo preguntas -Sus palabras parecían reclamos, un poco molesto voltee a mirarlo.
-No se que es lo que te enoja de todo este asunto, fue a Achilles a quien rompí, no a Spriggan ¡En todo caso Aiga debería ser quien viniera a reclamarme, no tu! -Me dirigí molesto a la salida, Shu se puso delante de mí sin dejarme espacio para pasar, lo mire desafiante- Hazte a un lado
-No hasta que te disculpes con Aiga -Me paralice un momento, no sabía que Aiga era tan importante para Shu.
-¿Acaso ese niño te importa? -pregunte atemorizado por la respuesta, él no contestó así que intente irme una vez más pero Shu no me dejaba- Si el niño te importa tanto no te preocupes, el es responsabilidad mía, por eso hice lo que se tenía que hacer.
Nuevamente intente pasarlo de largo y falle, el me tomó de los hombros rudamente.
-¿De que estas hablando? -pregunto sin comprender nada, suspire intentando calmarme un poco.
-La única manera de romper un lazo oscuro entre un bey y su blader es rompiendo una de las partes involucradas, la opción obvia era destrozar a Achilles -Shu me miró estupefacto, me zafe de su agarre encaminándome a la salida.
-No quiero que termines como yo...-Apenas y fui capaz de escuchar el susurro que Shu emano desde el otro extremo del lugar, voltee a mirarlo confundido.
-¿Qué quieres decir con eso? -Levantó la mirada y pude ver en sus ojos un inmenso dolor que no había contemplado antes en nadie.
-No quiero que termines como yo...siendo Red Eye -Ese nombre es algo que he intentado olvidar, la furia me invadió de pies a cabeza.
-¡Te equivocas! -grité pero él no se vio para nada afectado- ¡Yo no terminaré siendo alguien como Red Eye, mi lazo con Valkyrie es completamente legítimo!
-Yo nunca he dudado de eso -La extraña respuesta de Shu me dejo callado, el me miro tristemente- Lo que quería decirte es que no quiero que tú destino se transforme en destruir beys, cada bey que destruyes quedará en tu consciencia para toda la vida.
Sorprendido miré a Shu, jamás me había puesto a pensar en sus sentimientos. Sus ojos parecían tan apagados, llenos de arrepentimiento y culpa, lentamente me acerque a él.
-Las cosas horribles que hice siendo Red Eye son algo de lo que me arrepiento y lamentaré por el resto de mi vida -Recordé la actitud de Red Eye y el odio que emanaba todo su ser a pesar de que el siempre fue amado por todos sus conocidos.
-Shu...
-No tienes que decir nada -Me interrumpió- Sé que has dado tú mejor esfuerzo para...no odiarme -Abrí los ojos sorprendido, al parecer yo era muy malo fingiendo.
-¿C..como lo...?
-¿Como lo se? Te conozco desde siempre, tú nunca te detienes con la gente pero conmigo eres inusualmente frío, solo verte un día me basto para descubrirlo -No sabia que decir, a pesar de que me esforcé mucho en que Shu no se enterara de lo que sentía me leyó como a un libro- No te culpo, yo también me odio.
De nuevo puso esa terrible expresión de arrepentimiento, apenas conocí que podía poner esa cara y ya la odiaba con todo mi ser; Shu no debería de verse así, él siempre tenía que sonreír, su sonrisa es hermosa.
-No lo vuelvas a hacer Valt, no rompas otro bey en tú vida -Shu se acerco a mi y me tomó nuevamente de los hombros pero está vez lo hizo con delicadeza, no intente detenerlo.
-Bi..bien, lo prometo, eso haré -Prometí un poco tímido, hace mucho tiempo que Shu no estaba tan cerca de mi y eso me ponía nervioso.
-No...es suficiente -Sorpresivamente me abrazo y mi corazón comenzó a latir a mil por hora, apenas y podía recordar la última vez que Shu y yo nos abrazamos, me quedé completamente inmóvil sin poder corresponderle- Valt... -De la nada acercó su cara a la mía, por puro instinto me moví intentando alejarme de él. Me tomó del brazo y me atrapó de nuevo con más fuerza- No te vayas.
Un buen rato se quedó ahí sin intentar nada de nuevo, sus brazos eran muy cómodos pero no quería que notara la rapidez con la que latía mi corazón.
-Shu...
-Regresa conmigo -No sabia que decir, Shu realmente estaba necesitado de afecto, recordé el dolor que sentí cuando descubrí que Shu era Red Eye y por alguna razón estaba seguro que no era nada comparado con el dolor que le causó a Shu el arrepentimiento de todo lo que hizo y yo en lugar de estar ahí para apoyarlo me fui como un cobarde, deje que lidiara solo con la culpa sin nadie que lo apoyara.
La culpa nació en mi corazón.
-Shu...yo no puedo volver -Me apretó más fuerte entre sus brazos pero sin llegar a lastimarme, escuche pequeños sollozos provenir de él.
-Por favor, vuelve a mi lado -El llanto de Shu se intensifico, mi corazón comenzó a dolerme.
Me miró con los ojos llorosos y tocó mi rostro delicadamente con una de sus manos-
-Te amo.
Mis ojos se abrieron sorprendidos, Shu no dijo nada más y recargo su cabeza sobre mi hombro; inconscientemente elevé mis brazos para finalmente corresponder su abrazo.
El mundo se detuvo en ese instante para mi, en el pasado soñé muchas veces con escuchar esas dos palabras de parte de Shu pero después de que se complicó todo entre nosotros creí que nunca pasaría.
Las lágrimas de Shu mojaban lentamente mi hombro, mi corazón se estrujaba cada vez más mientras escuchaba sus lamentos.
-Por eso...por eso quiero que volvamos a ser los mismos de antes -Levantó el rostro y pude apreciar como las lágrimas aún fluían de sus ojos, arrastrándose por todo su rostro hasta desbordarse en sus mejillas- De..desearía... -Respiro escandalosamente antes de continuar- que..volvieramos a ser niños, que juguemos juntos...que no nos preocupara nada más que...nada más... que volver a vernos el día siguiente para seguir jugando -Aun no dejaba de abrazarme, su respiración se normalizo lentamente, entrelazo sus manos con las mías y continuó- Quiero regresar a esa época y detener el tiempo, para que así no te fueras de mi lado.
No pude soportarlo más, mi corazón dolía demasiado en cambio estoy seguro que mi expresión era completamente indiferente. Solté sus manos y me aparte del abrazo casi asfixiante en el que Shu me había atrapado, el me miro sorprendido ante el acto.
-Yo no -dije mientras miraba a Shu directamente a los ojos, este abrió los ojos ampliamente.
Las lágrimas pararon de rodar por su rostro, su nariz agitada por el llanto dejó de moverse, el sonrojo provocado igualmente por el llanto desapareció dejándolo totalmente pálido y el ligero temblor en sus manos se detuvo completamente dejando a Shu inmóvil.
Sentí como si hubieran pasado años desde que hable, casi imperceptiblemente la temblorosa boca de Shu se abrió en un intento inútil de emitir algún sonido, antes de que pudiera hablar continué.
-No quiero volver a la infancia -repetí decidido, el bajo la mirada sin embargo no se movió de su lugar.
-¿P..por qué..? -Estoy seguro que esa pregunta apenas y pudo salir de su boca, parecía que alguien le había robado el aire. Forme fuertemente un puño con la mano derecha y continúe.
-Porque...cuando éramos niños.. tú... tú eras inalcanzable -Shu alzó rápidamente la mirada sorprendido- Tú eras Shu Kurenai, el segundo miembro más poderoso de los cuatro supremos, todo el mundo siempre tenía los ojos puestos sobre ti mientras que yo...-Suspire ligeramente y continúe- yo era solo otro blader más, nada especial -Shu me miró desconcertado, sin esperar a que me interrumpiera continúe.
-Shu Kurenai era la envidia de todos los bladers a donde quiera que fuera, aunque yo nunca envidié nada de eso por que...por...-Un nudo muy fuerte se formó en mi garganta, junte todo el valor que pude para seguir- ¡Por que yo te amaba! -mire directamente a Shu cuya expresión de sorpresa evoluciona cada vez más- ..pe..pero a pesar de todo y..yo no estaba a tú lado, siempre iba tras de ti, siguiendo ciegamente tus pasos sin saber a dónde me llevarían exactamente pero nunca dudé porque se trataba de ti, Shu.
Seque unas pequeñas lágrimas que se formaron en mis ojos, Shu aun seguía estático; imagino que estaba digiriendo lo que acababa de decirle.
-Pero cuando te convertiste en Red Eye...me perdí, él ascendió tan rápido que no era capaz de ver ni siquiera su rastro -Tome a Valkyrie y lo mire armándome de valor- Fue entonces cuando comprendí que el mundo no era tan perfecto como yo creía y me di cuenta que la cima no era algo que se podía compartir con las personas que más nos importan. Comencé a formar mi propio camino, uno con el que te pudiera alcanzar y frenar toda la destrucción que dejabas a tu paso; luego me encargue de quedarme ahí, para que las personas que amo... -Mire de nuevo a Shu, sus ojos parecían que se desbordarían en cascadas nuevamente- ...no volvieran a salir heridas por mi culpa. No quiero ser un niño de nuevo porque ahora -tome su mano mientras deslizaba la otra suavemente por su rostro- Ahora puedo pararme junto a ti, tomar tu mano, tocar tu cara y decirte lo mucho que te he amado, desde siempre lo he hecho.
Abrace fuertemente a Shu, enterré mi cara completamente escarlata sobre su hombro y sentí que él también envolvió sus brazos alrededor de mi.
El llanto que tanto tiempo contuve salió naturalmente, la ansiedad que invadía mi cuerpo se fue con las lágrimas así como el miedo y el odio en mi corazón.
Por fin lo hice, el tiempo sanó mis heridas y la distancia entre nosotros permitió a mi corazón descansar del rencor que le tenía, no se exactamente cuando pero en ese momento caí en cuenta que ya había perdonado a Shu.
Después de un rato abrazados nos separamos levemente, acaricie su mejilla mientras el acuno mi rostro con sus dos manos; vi una sonrisa sincera plasmada en su rostro que después de mucho tiempo fui capaz de regresar.
Me perdí en la felicidad que emanaba ese brillo escarlata de sus ojos; acerque mi rostro al suyo y él hizo lo mismo hasta que el deseo de mi vida por fin tomó forma.
Era la forma que moldeaban los labios de Shu con los míos.
La calidez de los labios de Shu sobre los míos me volvían loco, nunca antes en mi vida había besado a alguien pero estaba seguro que los besos de Shu eran los mejores del mundo.
Cerré los ojos mientras sentía como el calor invade mi rostro, las mariposas que hace mucho no revoloteaban en mi estómago regresaron está vez con más fuerza, sentía mil escalofríos recorrer todo mi cuerpo, no quería que esta sensación terminará.
Más pronto de lo que quería el aire comenzó a faltar, alargamos el beso hasta más no poder y nos retiramos casi asfixiándonos.
Después de tomar el aire que tanto necesitábamos nos miramos y reímos, eramos unos tontos que moriríamos por no saber besarnos adecuadamente.
Entrelace mis manos alrededor de su cuello y sin dudarlo le plante otro beso que correspondió al instante, como si de magia se tratara la sensación anterior se intensificó aún más.
-Valt...
-Shu...
Dejando pequeños lapsos de tiempo entre los besos que vinieron después pronunciamos nuestros nombres como si tan solo decirlos nos conectaran aún más.
La cabeza comenzaba a darme vueltas mientras besaba a Shu por puro instinto, abrí un poco mis ojos y contemple que el estaba en las mismas condiciones, el sonrojo más grande que había visto en mi vida tenía lugar en su cara provocando increíblemente que mi corazón se acelerara.
Eche mi cabeza hacia atrás y el compenso el desequilibrio tomándome con fuerza de la espalda y posicionándose un poco arriba de mi, creí que iba a caerme cuando mis piernas comenzaron a temblar y los brazos de Shu también lo hicieron, no por estar cansados pero sí por las sensaciones de nuestros labios que aun seguían conectados.
-Te amo -dije cuando nos separamos de uno de los besos más largos que nos dimos.
-Yo también te amo -susurro cerca de mis labios, nuevamente nos conectamos en este nuevo idioma que solo compartiremos entre los dos.
El rechinido de la puerta rompió la magia.
-Muy bien Free, mañana enfrentaremos a los...¡¡¿Q..Qué demonios está pasando aquí?!! -Nos separamos rápido del beso pero sin dejar de abrazarnos, volteamos al mismo tiempo y miramos a Cristina quien se encontraba en la puerta mirándonos estupefacta, sostenía entre sus manos una agenda que pronto tocó el suelo.
-Eeh..yo.. -No sabia que decir, no tenía nada que decir, era obvio lo que estaba pasando.
-Pss Cristina -Un susurro fuera del gimnasio nos llamó a todos la atención, vi ligeramente a Silas y a Free quien nos miraba con indiferencia, ambos asomados en una ventana cerca de nosotros, Silas le hizo una seña con la mano para que se acercara a ellos- Por aquí...
-Esto...yo...yo no vi nada -Apresurada tomó su agenda del piso y salió a paso acelerado con Silas, cerrando la puerta tras de sí.
Contemplamos la puerta un largo rato como si en cualquier momento fuera a estallar, después nos miramos mutuamente y los colores se nos subieron a la cabeza.
Una inexplicable vergüenza nos invadió provocando que nos soltáramos, por nuestra posición caí de bruces en el suelo pero me levanté rápidamente.
-Bu..bueno cre..creo que iré un mo..momento..¡Por allá! -Señale la puerta que daba hacia el comedor, sin mirar a Shu me retiraba paso a paso caminando tieso como un robot.
-S..si, yo saldré a tomar algo de aire -dijo Shu tan avergonzado como yo, no se como logre llegar pero di con el comedor.
Apenas cerré la puerta me recargue sobre ella, me deslice hasta dar con el piso y quedar hecho un ovillo, abrace mis piernas avergonzado y escondí mi rostro completamente rojo entre ellas.
Recordé los besos que me di con Shu pero también recordé a Silas y Free viéndolo todo afuera, tan solo pensar en que observaron a detalle lo que paso ahí me avergonzaba mucho.
Corrí acelerado a mi habitación como si pudiera huir de la pena con eso.
Me tire en la cama, a pesar de la vergüenza que sentía en ese instante estaba feliz por que al fin Shu y yo hicimos las paces.
Y vaya forma de hacerlas...
Sin darme cuenta me quede dormido.
Abrí los ojos y lo primero que vi fue el rostro pacífico de Shu, aun adormilado lo toque pensando que se trataba de un simple sueño pero cuando comenzó a moverse me di cuenta que era real.
Con más delicadeza delinee con mis dedos sus rasgos faciales anotando en mi mente cada uno de los detalles que habían cambiado en estos dos años.
Shu comenzó a abrir lentamente los ojos, me miró con una tranquila expresión y le sonreí de regreso.
-Buenos días -dije mientras acariciaba su mejilla, me regreso la sonrisa un poco adormilado.
-Buenos días Valt -Acercó su rostro mientras cerré los ojos esperando el ligero contacto de nuestros labios.
Después de ese ligero beso me levante de la cama dispuesto a arreglarme, pero antes recordé algo.
-Oye -llame la atención de Shu quien buscaba sus zapatos- ¿Como fue que llegaste aquí? Hablo de mi habitación.
Me miró un poco confundido pero rápido se recompuso.
-Bueno, ayer después de...tomar aire... -me sonroje un poco ante el recuerdo- tus amigos me invitaron a cenar, debo decir que son muy convincentes.
Podía imaginar la escena de Silas y Cristina jalando a Shu dentro del comedor.
-Y la dueña del equipo...Cristina, me invitó a quedarme a pasar la noche aquí; ella fue quien me trajo a esta habitación pero antes de que pudiera decirle que ya estabas ocupando el lugar, me di cuenta que la puerta estaba cerrada por fuera -Lleve mi mano a la cara avergonzado, no podía creer que ella hizo eso- Como solo había una cama pues...no me quedó de otra más que dormir contigo.
Un ligero sonrojo nació en los rostros de ambos, sobe mi nuca intentando disimular la felicidad que me llenaba en ese instante.
-Bu..bueno ¿quieres ir a desayunar? Los desayunos que Anch prepara son los mejores... -Inventé esa excusa para salir de la habitación y que no mirara lo avergonzado que estaba, tomé el pomo de la puerta pero rápidamente se levanto y me tomó de la mano acorralándome contra la puerta.
-Espera -Lentamente comenzó a subir su mano por todo mi brazo hasta llegar a mi cuello deteniéndose en la quijada. Nervioso fui incapaz de moverme, acercó su rostro al mío; sentí su aliento detrás de mi oreja y con una voz grave susurro- Aun no me has dicho que te quedaras conmigo.
Un escalofrío recorrió mi columna vertebral, trague un poco ante esta nueva imagen de Shu, se veía tan provocador que podría jurar que era casi incapaz de negarle nada.
Casi...
-Yo..no puedo irme de aquí -La cara de Shu paso de ser provocadora a estar sorprendida.
-¿Por qué no? -pregunto soltando mi quijada.
-Porque tengo responsabilidades en BC Sol así como tú las tienes como entrenador, no puedo abandonar todo ahora que he regresado a la cima -Lo mire serio, el no dejaba de observarme fijamente y luego de un pequeño lapso de tiempo suspiro resignado.
-Veo que realmente no es una excusa para evitarme -Sonreí un poco divertido ante las ocurrencias de Shu, el me abrazo fuertemente y yo le correspondí- No quiero dejarte.
-Yo tampoco, me alegra mucho estar contigo -Palmee su espalda intentando confortarnos a ambos.
-Tengo miedo -Mire un poco confundido a Shu, ya nos reconciliamos, no había nada que temer- No quiero que dejemos de vernos como los últimos dos años.
Un hermoso calor inundó mi pecho, acaricié con delicadeza la cabeza de Shu.
-No lo haremos, te llamare todos los días si es necesario -El levanto la mirada, sonriente continué- Recuerda que ahora estoy a tú altura, hace tiempo que dejamos de acorralarnos mutuamente -Tome su mano entrelazando nuestros dedos- Sin importar donde nos encontremos siempre estaremos juntos.
Levante un poco el mentón indicando silenciosamente a Shu lo que quería, él sin protestar unió sus labios con los míos, ambos dibujamos una sonrisa cuando nos separamos.
-Me acostumbraría muy fácil a esto -Reí ante las palabras de Shu, un nuevo beso estaba por comenzar hasta que sentí que la superficie tras de mi desapareció.
-¿Es cierto lo de Shu, Valt? Solo me voy una semana y aquí ocurre de todo...
-¡W..Waaaa! -Shu intento tomarme para no caer pero sin querer lo jale conmigo, termine un poco adolorido en el suelo con Shu encima de mi.
Mire hacia arriba topandome con Kitt estupefacto ante lo ocurrido, aunque tal vez lo estaba aún más por la escena en que nos encontró.
-Lo..lo siento...-Dijo Kitt mirándonos, me puse de mil colores, Shu y Kitt también lo hicieron y finalmente este ultimo salio corriendo sin decir nada más.
Shu se levanto y estiro su mano para ayudarme a levantarme, sonreí ante esa escena tan familiar y sin dudarlo la tome.
No se que nos depararía el futuro, de la única cosa que estaba seguro era que Shu estaría siempre presente en mi vida, así como yo lo estaría en la suya.
Juntos, recorriendo lado a lado nuestros propios caminos.