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BROTHERS'S LOVE por Alleisys

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Notas del capitulo:

¡Bellezas! Espero que hayan pasado unas maravillosas fiestas al lado de sus familiares y seres queridos, de mi parte nada más que desearles ¡Feliz Navidad, Año nuevo, Feliz Reyes… y feliz aniversario a BL! ¡Por Dios! No puedo creer que esta historia ya haya cumplido un año, y es que este fic fue la mejor medicina que pude tener en aquellas épocas tan complicadas por las que pase, verdaderamente le debo mucho a esta historia. Planeaba subir esta capitulo el mismo 4 que cumplíamos un año pero les cuento un poco de mi desgracia.. Yo pase el año nuevo en Roma y – Aproposito, un capitulo de BL si o si, se desarrollara en Italia, quede prendada del la belleza e historia de sus ciudades. No tengo idea de cual será o como será pero de que un capítulo se desarrolla allí ¡De todas maneras! – y… mi vuelvo salía para Barajas el 3 en la noche, pero desgraciadamente hubo un retraso en el vuelo que me hizo perder el metro y tuve que pernoctar en el aeropuerto, llegue a mi casa a las siete de la mañana y en verdad quería matar a alguien, pero bueno. El capitulo ya estaba al 95% pero me tomo un poco mas de lo esperado la ultima parte y por eso la actu tan tardada, pero bueno ¿Qué importan mis problemas? ¡Todas estamos aquí para lo mismo! Así que buen provecho y nos vemos abajo, prepárense porque aquí van a pasar muuuuchas cosas.  

 

Su mente era como un barco a la deriva en plena tormenta, sus pensamientos batallan contra una invencible marea en busca de una respuesta a todos sus miedos. Mientras, sus ojos se perdían en aquel infinito y blanco techo del baño ¿Siempre había estado así de viejo y opaco? Nunca se tomó el tiempo para recapacitar en hechos tan irrelevantes como los de ahora con lo rápido que trascurría su día a día.

No podía recordar cuando fue la última vez que se dio un poco de su tiempo para sí mismo, mientras que su cuerpo – Que se encontraba en una aparente sincronía con su mente. – Era completamente cubierto por el agua de la bañera.

¿Cuánto tiempo llevaba en esa posición? Una hora o tal vez dos, no estaba seguro.

A lo lejos, podía escuchar una armoniosa voz cantando en su lengua madre, pero a pesar de la perfección de su entonación, sentía un profundo desprecio hacia cada palabra de esa canción.

Sin apartar la vista de su objetivo, contorneo los moretones que se habían formado en sus caderas, así como las marcas rojizas que descansaban sobre el contorno de su cuello hasta el tórax. Diluyéndose con los rasguños que el mismo se había provocado al tratar inútilmente de borrar aquellas horribles huellas de su cuerpo.

Que además eran la prueba viviente de su mayor y más grande vergüenza.

Nuevamente, la voz de Édith Piaf volvía a retumbar con mayor fuerza sobre su cabeza, y él no quiso hacer otra cosa más que reventarse los tímpanos. 

¿Y la razón?

Era simple, porque al igual que aquella letra, a pesar de haber vivido una situación tan deshonrosa y denigrante, él tampoco se arrepentía.

Y por eso sentía tanto desprecio hacia ese hombre; porque a pesar de haberse entregado a Charlotte Katakuri; en contra de sus principios...

 …Lo había disfrutado.

 Y esa era razón suficiente para odiarse a sí mismo, casi con la misma intensidad con la que despreciaba a ese sujeto.

 Recordar sus caricias, sus fuertes brazos sosteniéndolo mientras llevaba su cuerpo al límite. Las incansables embestidas que no estaban dispuestas a dar tregua y recibían como respuesta las notas más altas de sus gemidos.

 Con solo cerrar los ojos, el recuerdo de su viril cuerpo y aquellos contorneados músculos, aparecía frente a él.

 El solo pensarlo le causaba escalofríos...

 Aunque quisiera, no podía borrar de su mente aquella mirada tan bestial y sedienta de más; al contrario, tal vez nunca podría llegar a hacerlo del todo.

 Pudo escuchar unos sonoros golpes en la puerta, pero ni siquiera percibía la necesidad de responder, solo quería permanecer en esa bañera por los próximos cinco mil años.

 Sin embargo, y para su desgracia, la insistente voz de Niji no estaba dispuesta a darle tregua hasta que recibiera una confirmación de su parte. 

 – Ichiji, ¡Sal de una jodida vez! Tenemos que volver al hospital.

 Se levanto bruscamente de la tina, pero antes de llegar a su cubrir su torso, diviso aquel espejo de cuerpo completo que se encontraba frente a él y reparo en su cuerpo. Apartó la vista de aquella molesta imagen, creyendo inútilmente que de esa forma conseguiría desaparecer aquellos trazos, pero no.

 No habría forma de que pudiera hacerlo nunca.

 Esas marcas tatuarían por siempre todo su ser.

 –..Ya voy.

 

………………………………………………………

 

 

–Mockey D. Luffy, paciente de diecinueve años derivado del Royal In–

 –Solo me interesa el cuadro clínico – Pronuncio indiferente ante una de sus estudiantes.

 –L-Lo lamento D-Doctor Trafalgar, no se volverá a repetir. – titubeo asustada una de sus jóvenes internas.

 No le agradaba estar cerca a ese chico, con solo verlo, recordaba la imagen de Reiju siendo sacada – como si de una moneda de cambio se tratase – del quirófano. Era inconcebible para él, que el chico que se encontraba inconsciente sobre esa camilla – aun sin desearlo – haya dictaminado el futuro de Reiju.

 Y en aquellos momentos de tanta discordia consigo mismo, lo que menos deseaba hacer, era instruir a sus inútiles estudiantes.

 –Continua..

 –C-Claro.. Vitales estables a ocho horas de recibir una cirugía por trasplante de medula a causa de un mieloma múltiple con afectación al tejido óseo. Su temperatura se encuentra en la escala adecuada y hasta el momento no presenta riesgo de infecciones.

 –¿Qué cuidados debemos tomar con este caso en particular? – Lanzo la pregunta al aire e instantáneamente habían más de diez manos levantadas.

 –Isuka – Pronuncio el nombre de una de sus mejores estudiantes, dándole la palabra a una jovencita de cortos cabellos naranja y ojos chocolate. 

 –Vigilar detenidamente algún disparo en la producción de osteoclastos e hipercalcemia, así como un electro cada cinco horas para controlar su presión cardiaca – Contesto con seguridad. Era una jovencita muy capaz y de grandes habilidades, en un futuro no muy lejano sería una gran doctora, pero había algo en ella que no lograba convencerlo del todo. Quizás tenía algo que ver con la falta de humanidad que mostraba constantemente con todos los pacientes a los que trataba… – y personalmente; lo mantendría en zona de aislamiento, restringiendo las visitas al máximo para minimizar el riesgo de infección. Además de aumentar la dosis de electrolitos de 2,1 a 3 litros por hora para mantener su cuerpo hidratado en todo momento.

 –Bien y ¿En caso de que presente una falla reu–

 –Buenos días.

 Su pregunta se vio interrumpida por la inesperada aparición de una mujer, una muy bella mujer, si tuviera que admitirlo. Se veía un poco cansada pero no por ello menos hermosa. Dueña de un cabello rubio rosáceo, largo y ondeado en las puntas. Además de tener un rostro particularmente hermoso, del que destacaban unas curiosas pecas cafés, que eran en parte opacadas por las grandes ojeras que adornaban sus parpados – L-Lamento la interrupción, pero estoy buscando al Doctor Trafal–

 –Soy yo, pero no atiendo a nadie en estos momentos. – Respondió cortante – Además, no puede ingresar en esta zona, es área restringida. Así que le tendré que pedir que se retire.

 –Doctor Trafalgar – Koala, que apareció detrás de la recién llegada, llamo la atención del oncólogo con su comprensiva voz – Esta mujer es la madre del paciente.

 Ahora que lo pensaba, si había algo peor que enseñarles a esos ineptos a como ser doctores, y era tener que lidiar con la familia que, teóricamente, le robo la oportunidad de vivir a su paciente, a su verdadera paciente.

 Solo necesito de esa información para que con una simple mirada, todos sus estudiantes desaparecieran de la habitación.

 A medida que la mujer se dirigía hacia su dirección se puso rígido. Ella lo veía un poco sorprendida, como si hubiese esperado a una persona completamente diferente, pero no le molestaba, él mismo reconocía que distaba mucho del arquetipo común de un médico. 

 Haría esto rápido, normalmente se tomaba todo el tiempo del mundo para lidiar con los padres de sus pacientes, atendiendo todas sus dudas y escuchando todos sus temores, pero este no era un caso normal.

 –Disculpe mi actitud anterior, Señora, no tenía idea de quien era, Soy el doctor Trafalgar D. Wa–

 –Doctor Trafalgar Donquixote Water Law… – Tuvo que respirar hondo para no exaltarse ante aquel primer comentario y que esa aquella mujer pudiese terminar de hablar. El grado de desidia que experimentaba cada vez que escuchaba su apellido completo era desproporcional. Jamás le gusto que lo relacionasen con esa familia, y no precisamente por su padre.

 – …Cirujano pediatra con especialización en oncología, hematología y medicina intensivista. Graduado con honores de la universidad de Cambridge y primero de la clase en Johns Hopkins. Además de ser el ganador más joven del premio Lasker en la historia.

 –Veo que me ha investigado bien.

 –Quería saber todo lo posible sobre la persona que intervendría a mi Luffy. – Articulo algo compungida la mujer.

 –No tendría por qué dudar de mi profesionalidad. Considero que, al menos, tengo una ligera idea de lo que hago.

 –De hecho es todo lo contrario, lo último que haría seria poner en tela de juicio su habilidad como médico. En realidad, yo vine p-porque..– Inesperadamente la mujer se lanzó a sus brazos, abrazándolo fuertemente, sorprendiendo a su vez al joven galeno por unos cortos segundos.

 –¡Gracias! ¡Muchas, Muchas Gracias! – Era inevitable no emocionarse al conocer a la persona que había salvado la vida de su hijo. – No tiene idea de cómo se le agradezco ¡Siempre estaré en deuda con usted!

 A pesar de ver las finas gotas que recorrían su rostro y la emoción con la que esa mujer le hablaba, él no sentía nada más que desdén.

 – No tiene que agradecerme en lo absoluto, es mi trabajo.

Pero en contraste con su extrema frialdad y su mirada arrolladora, ella nunca borro la sonrisa de su rostro – Claro que tengo, vera, cuando supe que mi Luffy tenía cáncer – No pudo evitar girar la vista hacia la camilla en donde aquel pelinegro se encontraba profundamente dormido, a pesar de ser tapado por esas gruesas cortinas transparentes, podía ver a su hijo dormir plenamente, algo que no pasada desde hace meses. – Sentí que el mundo se había acabado para mí. No existe nada más horrible que ver a tu hijo sufrir sin poder hacer absolutamente nada por ayudarlo.

Pero su mirada siguió impasible y a pesar de seguir sollozando, la mujer se separó de él para abrirse paso hacia la camilla y al ver ese minúsculo movimiento tuvo que reaccionar.

–Manténgase alejada del paciente. – Su orden fue directa – La cirugía de su hijo consistió en destruir todas las defensas de su sistema inmunológico para remplazarlas por células madre completamente nuevas. Lo que significa que, en estos momentos, él no cuenta con una protección hacia agentes patógenos, algo tan simple como un resfriado podría matarlo.

Pero la mujer ni se inmuto ante las rudas palabras del joven galeno – Descuide Doctor Trafalgar, lo último que haría en el mundo seria poner en riesgo la vida de mi hijo. Solo quería verlo un poco más de cerca, la paz que me causa el verlo dormir.. no se puede describir con palabras – murmuro la mujer mientras colocaba sus manos sobre la gruesa cortina incolora, como deseaba poder sentir el rostro de su niño en esos momentos.

–..Técnicamente Luffy no es mi hijo – susurro de espaldas a Law – Su padre y yo nos casamos cuando él apenas tenía tres años; yo me había divorciado siendo muy joven del padre de mi primer hijo y Dragon había perdido a su esposa en un accidente de tránsito a los pocos meses del nacimiento de Luffy – Hizo una pausa para volver su vista hacia Law– Quizás yo no lo traje al mundo, pero de una forma inexplicable, también es mío.

Nadie mejor que él podía entender ese sentimiento, también compartía la idea de que los vínculos sanguíneos estaban de más. Aunque la ciencia dicte lo contrario, a su punto de vista, era innecesario compartir el mismo material genético con otra persona como para considerarse familia.

Esos vínculos se construían con el pasar de los años, no simplemente “nacían”.

–Fue por eso que cuando mi suegro me informo que aquí en Londres había un donador compatible con el mal de mi hijo, no dudamos ni un segundo en dejar todo lo que teníamos en Edimburgo para venir hasta aquí. No existe un mayor tesoro que nuestros hijos para nosotros.

Y si bien Dragon había seguido los pasos de su padre, haciéndose de una prominente carrera como militar y ella había gozado de grandes épocas bajo los reflectores. En cierta forma, de no haber sido por su suegro, que era un condecorado marine y héroe de guerra con muchas conexiones y alcance económico, jamás hubieran podido financiar la cirugía de Luffy.

Aunque no podía evitar sentirse algo culpable; ellos tuvieron la oportunidad de salvar a su hijo, pero ¿Cuántas familias habían tenido que renunciar a esa esperanza solo por no contar con los recursos necesarios? Era tan injusto que la diferencia entre la vida y la muerte se decidiera por algo tan superficial como el dinero. 

Ante esas palabras, Law solo bajo la mirada. No tenía nada que opinar al respecto e incluso llego a sentirse algo fastidiado consigo mismo, ya que por lo visto, esa mujer no era una mala persona. De hecho, era todo lo contrario, se veía como una madre que era capaz de dar la vida por su hijo, pero aun así no podía evitar pensar en el incierto futuro de Reiju…

–Tengo que ver a otros pacientes, con permiso seño–

–Por favor llámame Rogue, me hace sentir algo vieja con el «señora» – Le pidió con una dulce sonrisa.

–Siga las instrucciones que le di al pie de la letra y si tiene alguna pregunta, no dude en consultarlo con cualquier miembro de mi equipo – Sin devolverle la mirada se dirigió rumbo a la salida. – Koala, mantenme informado de cualquier cambio – Le dio una última orden a la enfermera para recibir una confirmación por parte de esta y salir del lugar. Necesitaba un poco de café, no había dormido en toda la noche y aun le quedaba un largo día por delante.

Sin embargo, Rogue, con una ligera sonrisa cincelada en el rostro, se quedó observando un poco más a ese peculiar joven. Habían pasado muchos años, pero aun podía recordar al pequeño niño que solía acompañar a Rosinante cuando asistía a los eventos de Doffy y por lo visto, no había cambiado nada.

– Su personalidad difiere mucho de la de su padre, o tío.

–¿Ah? ¿Qué cosa dijo? – Koala, casi se atraganta al escuchar aquel comentario, quedándose muy sorprendida ante sus palabras – ¿Cómo es que usted conoce a la familia Donquixote?

Rogue le devolvió una sonrisa llena de nostalgia, esa pregunta la había hecho recordar sus glorias de antaño – Porque hace muchos años, pose para un par de revistas y tuve la oportunidad de trabajar para la línea Donquixote.

La castaña la observo por largos minutos para luego contener la respiración completamente anonadada – ¿!No me digas que usted es.. Gold D. Rouge¡? – ¿¡Un par de revistas!? ¿Acaso estaba bromeando? ¡Esa mujer fue una de las supermodelos pioneras de Inglaterra! Ahora que la veía detenidamente, era imposible no darse cuenta, era como si los años no hubiesen pasado para ella, se veía casi igual que hace veinte años.

La rubia solo encaro una ceja sorprendida. Hace mucho que no la llamaban por ese nombre, no era que le molestara. Sin embargo, había pasado mucho tiempo desde que alguien la relacionaba con Roger.

–S-Si, soy yo y disculpa que te cambie el tema pero – Soltó una risa inocente – ¿Has visto por aquí a un jovencito de cabello negro y con unas pecas como las mías? Se quedó dormido junto a mí en la sala de espera, pero cuando desperté él ya no estaba.

–Oh no, disculpe no lo he visto, pero si desea puedo mandar a buscarlo.

 –Te lo agradecería mucho, se trata de mi hijo mayor, Ace.

………………………………………………………

 

Para Sanji toda la situación era muy particular. Siempre había estado acostumbrado a que las personas se abrieran con él, viéndolo como alguien en quien confiar sus problemas, tormentos y dolencias; mostrándose tal cual eran.

Era una especie de habilidad que tenía, automáticamente irradiaba un aura de serenidad y confianza – Herencia de Sora, tal vez – pero en esta ocasión era todo lo contrario. Era Zoro quien lo confortaba, era Zoro quien le aconsejaba y lo más importante, era Zoro quien lo escuchaba. Se sentía tan a gusto al hablar con él; era casi surrealista, como si se conociesen de toda una vida, aunque eso fuera físicamente imposible.

Su conversación se explayo por horas; en los que para Sanji transcurrieron solo minutos. Nunca había podido hablar tan libremente sobre su turbulento pasado, porque una parte de él desea enterrarlo para siempre, mientras que la otra parte, sabía que era arriesgado comentar del tema, pero con Zoro nada de eso importaba.

Compartió con él peliverde el momento más oscuro de su vida e increíblemente, Zoro también le comento un par de cosas de la suya. Como el hecho de que era adoptado, al igual que su hermana – De allí el que no se pareciesen en nada –. Además de que pasó su infancia entre Londres, Glasgow y Bucarest – Los últimas dos, más que nada por ser los lugares de nacimiento de sus padres – Lo cual consideraba algo positivo, cuando él era niño, viajo muy contadas veces a Londres a ver a su abuelo. Sora le solía decir que la razón por la que no iban tan seguido era por falta de tiempo, pero solo después comprendió que era porque Judge no deseaba que su esposa se relacionase nuevamente con su antigua vida.

En todo el tiempo que Zoro hablo muy sutilmente de su pasado. Una parte de él tenía curiosidad por preguntarle en que parte de la historia, entraba Robin a su vida. Le parecía tan extraño, ahora que conocía un poco mejor a ambos ¿Qué habría pasado entre ellos, para que no se pudieran ni ver? Al menos por parte de Zoro, ya que Robin era quizás la persona más apacible que jamás había conocido. Desgraciadamente, sabía que si lo hacía rompería en mil pedazos la burbuja que habían creado entre ambos, por lo que cambio su interrogante hacia otro rumbo – ¿Dónde aprendiste a hacer esto? – pregunto refiriéndose al nuevo vendaje que rodeaba su brazo.

De pronto, el peliverde dejo de tomar agua y Sanji lo vio fijamente, se veía mucho más joven de lo que aparento en esa fiesta, sin todo ese traje y vestido únicamente con una simple playera azul y unos pantalones negros.  

–Mmm.. Se podría decir que mi trabajo me obliga a saber una que otra cosa para poder.. ¿Cómo decirlo? – Ni él sabía que definición darle.

–¿Ejercer?

–Sobrevivir – corrigió.

– Mierda.. ¿Eres militar?

–¡No! No, claro que no– Le negó divertido – Lo mío nunca ha sido seguir ordenes de otros, como te habrás podido dar cuenta, pero estas cerca.

–¿Policía?

–Dejemos de centrarnos en mi ¿Te parece? – Se veía un poco incomodo – ¿Qué hay de ti? ¿Planeas estar toda tu vida hundido en trabajos que apenas y te dan tiempo para ir al baño?

No le tomo importancia a la forma tan tosca en la que se lo planteo, pero a pesar de que la respuesta parecía ser bastante clara, aun no tenía una idea del todo clara en su mente. Si bien en un principio apenas y podía dormir, lo vio como un sacrificio necesario para asegurar el futuro de Reiju pero… ahora las cosas habían cambiado completamente. 

–Honestamente, no tengo la más mínima idea – Llevo sus manos a uno de sus bolsillos para sacar una cajetilla y apenas se puso un cigarro en la boca para poder encenderlo, este salió volando.

– ¡Oye! 

–No intentes evadir mi pregunta y por si no lo sabias, fumar es un hábito bastante malo – Él nunca pudo comprender esa manía por parte de Mihawk, no sabía si aun la conservaba, pero esperaba que no. 

–¡No la evado! Es solo que–

–Tu ya sabes que hacer, solo que no te atreves a lanzarte al océano por miedo a ahogarte – Zoro procedió a levantarse del frio piso y estirarse un poco, valla, estar más de cinco horas sentado sobre concreto sí que era incómodo. – Te daré un último consejo; solo hazlo. Ya no tienes más que perder, Sanji – Por último, se colocó la sudadera, ya había transcurrido mucho tiempo y si bien no cumplió su verdadero objetivo con su visita a ese hospital, tampoco podía decir que estaba inconforme. 

–¿Ya te vas?

–No, tu eres que el que se ira – Lo vio fijamente, dando una advertencia encriptada – Alguien te está esperando ¿No es así?

Sanji solo pudo sonreír tristemente ante esas palabras.

– Tienes razón.

Zoro le tendió la mano para ayudarlo a ponerse de pie, pero antes de que pudiera tomarla. Sorpresivamente la puerta del sótano se abrió, encendiendo las alarmas de Zoro y Sanji.

– ..Oh no– Antes de que Sanji pudiera reaccionar él peliverde lo tomo entre sus brazos y lo acorralo contra una de las columnas del lugar. Tratando de hacer el mayor esfuerzo por pasar desapercibidos entre los grandes anaqueles de aquel pasadizo.

La inesperada cercanía con Zoro tomo por sorpresa, sus cuerpos se encontraban tan cerca que Sanji podía sentir todo el trabajado torso del peliverde contra sí…

–Zo.. –

–Shhh, si nos descubren estaremos en problemas – Le ordeno mientras observaba de reojo por detrás de la pilastra.

Quizás el peliverde no se daba cuenta pero la presión que estaba ejerciendo sobre su cuerpo le estaba haciendo daño – Idiota ¡Me estas..!–

–¡Joder, Sanji! ¿Acaso no puedes cerrar la.. – Pero cuando le devolvió la mirada al rubio para silenciarlo de una buena vez, se encontró de lleno con sus ojos, tan claros como diamantes y fueron suficiente como hacerlo callar a él. Nunca había visto unos ojos como esos, que le permitiesen llegar incluso hasta el alma de Sanji.

Ambos compartieron ese efímero momento, viéndose fijamente y siendo separados por una muy fina corriente de aire, quedando inmóviles en el proceso, pero antes de que cualquier cosa fuese a ocurrir, los oídos de Zoro retuvieron algo que desgraciadamente no podía pasar desapercibido para él.

«–¿Por qué la puerta estaba con pestillo? –

«–De seguro habrá sido el Doctor Momonga, suele usar todos los almacenes de medicamentos como Hoteles. –

«– Dios, eso lo sabe hasta el mismo director, pero bueno ¡Hablemos de lo verdaderamente importante! ¿Saben si Tsuru ya le asigno una enfermera? Porque les juro que, si a mí me pusiera a cargo del Señor Newgate, haría todo lo que estuviera en mis manos para casarme con ese hombre y dejar este horrible trabajo de una vez. –

«– Jajaja ¡Eres una puta! Pero desgraciadamente para ti, por lo que leí en una revista, Newgate Marco suele ser un hombre muy discreto con su vida privada. No se le conoce ninguna pareja, pero descuiden, tengo entendido que tiene muchos hermanos y ¡Todos son hombres!

«– ¡Vamos chicas, controlen sus hormonas! Hasta el momento la momia de Tsuru no ha dicho ni una palabra. Saben lo molesta que suele ser cuando se trata de pacientes famosos y está hecha una furia desde aquel incidente de la mañana. Sin mencionar que varios arreglos florales y regalos destinados a muchos pacientes fueron robados y la vieja esta que busca como una demente al culpable. –

«–Pobre Tsuru, meceré descansar en paz. ¡Joder! A quien engaño, esa bruja se lo merece –

Ser testigo indiscreto de aquella curiosa y por momentos absurda conversación entre esas tres enfermeras, cambio completamente el semblante de Zoro – Oh Marco, vas a agradecer que te encuentres en un hospital, porque cuando te vea ¡Juro que voy a matarte! – Escupió molesto. Ahora sabia porque Franky no le quiso mencionar nada sobre el cabeza de piña.

«¿Escucharon eso?

«–Yo no escuche nada.

«–Debe ser el sonido de tu cabeza rogando por algo de sueño luego de 19 horas de turno, será mejor que nos apresuremos en llevar los marcapasos, aún nos queda trabajo por hacer en el piso de cardiología.

No paso mucho tiempo antes de que aquel singular grupo de mujeres abandonara el lugar para que Zoro soltase inmediatamente a Sanji, y solo cuando lo hizo fue que el rubio finalmente pudo volver a respirar con normalidad.

Pero solo cuando los zafiros de Sanji posaron su visión en Zoro, para encararlo por lo sucedido hace unos segundos, el rubio pudo denotar cierto aire de sorpresa en la mirada del peliverde.

–Zoro ¿Te encuentras bi–?

–No es nada.. debo irme. – Le interrumpió inexpresivamente el mayor y rápidamente se dirigió a la salida del lugar, pero antes de abrir la pesada puerta de metal se detuvo por unos fugases segundos.

– Se que va a ser difícil, pero trata de no regarla más, cejas de caracol.

Sanji solo pudo reír en sus adentros por aquel estúpido apodo. Le hubiera encantado alargar, aunque sea por unos segundos más aquella charla que calo en él de forma tan inusual, pero entendía a la perfección que ya le había robado mucho tiempo al reloj de arena y ya era hora que volviese a la realidad.

 

 

………………………………………………………

 

Una parte de Sanji, deseaba con todas sus fuerzas que Reiju se encontrase dormida cuando él cruzase la puerta de la habitación en la que se hallaba internada. Ya que no sería capaz de explicarle todo lo que había ocurrido en las horas que ella estuvo inconsciente. No quería que la niña lo rodeara de preguntas, que él sabía, no sería capaz de responder.

¿Cómo explicarle que habían perdido la última esperanza que le quedaba de vida?

Al menos el hospital tuvo la decencia de llevarla al piso de oncología y no dejarla en UCI o tirada por algún pasadizo. Mas cuando el rubio se adentró en la habitación, solo tuvo que posar sus ojos en cierto hombre que se encontraba sentado de espaldas a la puerta, vigilando el profundo y acompañado sueño de Reiju, para que Sanji se paralizase en ese mismo lugar.

–¿Vi-Viejo? – Se había quedado en una pieza del asombro que le causaba encontrarse a su abuelo en esos momentos, pero allí estaba él, con su cabello rubio platinado y ese bigote que sobresalía en gran medida de su rostro, aquel rostro que se había endurecido en gran medida con el pasar de los años.

Parpadeo en interminables ocasiones, completamente confundido ante la situación. Pero antes de que orquestara alguna palabra, la agotada pero prominente voz del anciano aplaco todos sus argumentos.

–Sanji… Tengo más de noventa años. Muchos pensarían que vivir tal cantidad de tiempo es un privilegio de los que pocos pueden gozar, pero yo… – Hurgar en sus memorias, era algo de Redleg Zeff hacia en muy contadas ocasiones – Sobreviví a una guerra, perdí a muchos de mis amigos e incluso a mí mismo en el proceso y lo único que me dieron a cambio, fue una medalla y el título de veterano. ¿Sabes de que me sirvió eso, muchacho? De nada. – Sanji no se atrevió a opinar en lo absoluto, solo tuvo que ver la prótesis de su abuelo para saber a lo que se refería – Creí que nunca volvería ser el de antes, hasta que conocí a tu abuela – Por unos segundos, su voz se suavizo al recordar a su amada esposa – ella me hizo el hombre que jamás creí llegar a ser. Tuvimos una buena vida y fuimos bendecidos con la mejor hija que pude desear. Pensé que todo estaría bien, pero en un parpadeo, ella falleció y una parte de mi jamás lo pudo superar…

Hubo un prolongado silencio por parte del mayor luego de aquellas palabras. Para Sanji, que era él más cercano a su abuelo, era extraño ver a Zeff de esa forma.

–Pensé conocer lo que era el dolor, pero entonces tuve que afrontar la muerte de Sora – un hecho que marco su vida definitivamente – ¿Qué clase de castigo divino hace a un padre tener que enterrar a su propia hija? Y Ahora, como si la vida no me hubiese quitado ya demasiado.. – Hizo una leve pausa para respirar pesadamente – Me obliga a seguir viviendo para ser testigo de cómo mi nieta sufre y se marchita lentamente. ¿Qué clase de privilegio es este?

–Viejo, no tienes porque..–

–¡No! ¡Quiero que te calles y me escuches con atención, maldito mocoso! – Bruscamente el anciano se puso de pie para enfrentar a su nieto, haciendo que la silla cállese al piso toscamente, al ser empujada por la furia del mayor – ¿¡Porque me ocultaron el estado tan crítico de Reiju!? ¿¡Por qué nunca te dignaste en mencionar que Yonji había tenido una cirugía en la cabeza!? ¿¡Porque tuve que enterarme de todo por una endemoniada llamada de este hospital!? Y para colmo de males, me pidieron que viniera a ver a mi nieta, ya que ninguno de sus hermanos ni su tutor legal, y me refiero a ese pelirrojo estúpido, ¡Se encontraban con ella! ¿Qué clase de basura tienen ustedes en la cabeza?

Sanji ni siquiera pudo contener la dura mirada de Zeff, el anciano tenía toda la razón de estar molesto. Desgraciadamente para su abuelo, el no mantenerlo informado de la situación fue uno de los tantos acuerdos a los que llegaron luego de Yonji tuviera su cirugía. Ichiji había dado un punto muy razonable y Sanji junto a Niji estuvieron de acuerdo.

«Ese viejo ya ha tenido que soportar mucho dolor en su vida como para que nosotros de demos otro más–»

La única razón por la que acepto engañar a su abuelo – a pesar de verlo casi todos los días en el trabajo y que este no parase de preguntar por Reiju – Era porque no quería que el sintiese la misma angustia y desasosiego por el que ellos estaban pasando, no nuevamente.

Siempre pensó que podrían hacerse cargo de todo, pero.. Quizás nunca estuvieron listos para una responsabilidad de tal calibre.

 –Nosotros solo.. –

“Esta en nuestra naturaleza humana el herir a otros, es algo que no se puede evitar.”

 

Callo cuand a su mente llegaron las crudas palabras de Zoro, él tenía razón. Por más que lo hicieran con una buena intención, no cambiaba el hecho de que le habían ocultado la verdad a Zeff, la única persona que les tendió una mano y hasta les dio un hogar cuando Judge los dejo en la más absoluta nada sin importarle que Reiju fuera solo una niña.

–..Hicimos lo que consideramos la mejor opción, no queríamos que pasaras por esto nuevamente.

Sin embargo, esa respuesta tan incongruente solo consiguió reavivar la colera del viejo – ¿¡Mejor opción!? ¿Me vas a decir que ocultarme la situación de mis nietos es lo mejor para mí? ¿Por quién me tomas? ¿¡Acaso crees que yo..–!?

Sanji esperaba que el sermón de Zeff se alargara al menos por los próximos veinte minutos. No obstante, el mayor detuvo sus alaridos de un momento a otro. Él anciano agacho la mirada y se dispuso a levantar la silla que se encontraba en el piso, solo para descansar sobre esta nuevamente. El rubio observo como su abuelo llevaba una de sus manos hacia las prominentes arrugas que tenía en la frente, solo para terminar cubriendo sus ojos. Paso sus dedos por aquellas marcas de vida que lo habían acompañado por tanto tiempo, siendo espectadoras de todas sus alegrías, pero también de muchas de sus desgracias. Ahora, luego de tanto tiempo y por unos escasos segundos.. sus ojos volvieron a cristalizarse de lágrimas de impotencia y dolor.

–Vie.. Abuelo ¡Escúchame! Aun podemos encontrar una forma de ayudar a Reiju, nosotros–

–No te molestes en presentarte mañana en el restaurante, estas despedido. – Las duras palabras del mayor dejaron a Sanji boquiabierto ¡No! ¡Zeff no podía hacerle eso!

–¿Q-Que estás diciendo? Viejo, sé que cometimos un error, pero eso no tiene nada que ver con–

–¡Ya me escuchaste! ¡No quiero verte más en mi restaurante! – Con ese último dictamen, Zeff se puso de pie, arrastrando disimuladamente su prótesis y saliendo del lugar con la frente en alto, pero cuando paso por el lado de Sanji se detuvo por unos cortos segundos para destinarle unas últimas palabras.

–Todo este tiempo permití que ustedes se hicieran cargo de Reiju porque pensé que era lo mejor para ella. A fin de cuentas, yo ya estoy muy viejo como para cuidar a una niña y ustedes son sus hermanos, pero por lo visto me equivoque y ahora solo queda una cosa por hacer..

Sanji comprendido instantáneamente el mensaje de Zeff y un sentimiento de horror se coló por todo su cuerpo..

–V-Viejo.. – Sin impórtale un comino fue fuese su abuelo, Sanji tomo fuertemente de los hombros a Zeff para que esos mismos ojos azules se vieran frente a frente – ¿Acaso perdiste la cabeza? ¡No puedes estar proponiendo tal estupidez!

–¡Solo mírala Sanji! – El rubio menor se tomó unos segundos para voltear la vista hacia su hermanita, profundamente dormida en aquella camilla, tan frágil y etérea a la vez. Estaba siendo consumida por una lucha que cada día les quitaba más terreno y que no iba a parar hasta que quedara un único vencedor.

–Reiju merece mucho más que un hospital. No tengo idea de lo que está rondando por sus cabezas, en especial por la de ese tomate bueno para nada – Su voz hizo mayor énfasis cuando menciono a Ichiji – Solo les pido, que sea cual fuese la decisión que tomen. No olviden que es lo que ella representa, y si serán capaces de vivir sin eso en sus vidas. 

Sus palabras fueron arrolladoras, y estuvo pensando en ellas por varios minutos luego de que su abuelo se fuera. Aborrecía la idea pero… ¿Y si él tenía razón? ¿Acaso era lo mejor para Reiju el seguir sometiéndola a rigurosos tratamientos y doloras sesiones de quimioterapia? ¿O era lo mejor para ellos? Aferrando todas sus esperanzas hacia el pobre y debilitado cuerpo de una niña.

No había respuesta... o quizás, su mente no le quiso dar la respuesta que su corazón ya había respondido.

Sus ojos se perdieron en Reiju, era la niña más hermosa que jamás había visto, y no lo decía por ser su hermano, ella era una pequeña ninfa..

Su pequeña ninfa..

–¡Sanji! – La voz de Cosette se hizo presente en la habitación. La joven enfermera, tenía una enorme sonrisa en el rostro y antes de que Sanji pudiera pensar o decir cualquier cosa, la tierna enfermera se le adelanto.

–¡Es Yonji! La doctora Robin me acaba de confirmar que ha despertado y está preguntando por ustedes y por Reiju.

 

………………………………………………………

 

Cuando Marco finalmente recupero la conciencia. Lo primero que le llamo la atención, fue sentir, o mejor dicho – no sentir – de la mitad de su cuerpo para abajo, añadiendo a que las partes en las que contaba con un poco de sensibilidad parecían haber sido pisoteadas por una manada de elefantes furiosos.

 

Ahora entendía porque muy pocas personas se ofrecían como donadores de medula ¡El dolor era de los mil demonios! Sin mencionar lo fastidiosas que podían llegar a ser las enfermeras de ese bendito hospital cuando entraban a su habitación cada dos segundos preguntándole si deseaba algo y ese algo estaba escondió entre muy obvias insinuaciones sexuales.

 

Lo único que deseaba en esos instantes era un poco de tranquilidad, pero desgraciadamente para Newgate Marco, eso sería lo último con lo que contaría cuando nuevamente volvieron a llamar a la puerta de su habitación. Decidido a ignorar los constantes y hasta algo fuertes golpes de la puerta, prefirió hacerse el dormido para que lo dejaran en paz. Sin embargo, cuando el sonido de la perilla girándose se hizo presente, pudo escuchar una forzosamente aguda, para nada agraciada y hasta tosca voz de lo que el supuso, era otra enferma.

–¡Señor Newgate! Despierte, es hora de su supositorio.

–¿¡Que!? – De la impresión sus ojos se alzaron desesperadamente al compas de su pulso cardiaco. Solo para ver como la supuesta enfermera resultaba ser un hombre, que cubierto en ropas médicas, empezaba a partirse de la risa frente a él. Mientras se sacaba la cofia que llevaba en la cabeza solo para liberar unos despeinados pero inconfundibles cabellos verde agua.

–Zoro.. ¡Eres un grandísimo hijo de puta!

–A mí también me da gusto verte, Marco. – Le contesto ya más calmado, pero no por eso menos divertido.

El rubio soltó un bufido sorprendido, no negaría que le alegraba ver a su mejor amigo, pero toparse con Zoro en aquella situación, era algo verdaderamente extraño, más aún si tenían en cuenta el lugar – Esto sí que es una sorpresa, y no creas que no me alegra verte pero ¿Qué haces aquí?

– Te aseguro que lo último que pensé fue encontrar el trasero del vicepresidente del conglomerado Newgate descansado en un lugar como este.

–¿Me creerás si te digo que estas son las peores vacaciones que he tenido en mi vida? – Marco se cruzó de hombros, pensando por unos momentos su siguiente movimiento, quizás no era lo más indicado pero era necesario que Zoro, al menos, estuviera al tanto de un detalle muy importante –Antes que nada, ignoro si lo sabes o no pero tengo que decirte que..

–Robin trabaja aquí, lo sé. ¡Gracias por haberme dicho que se hizo doctora!

Marco frunció los ojos por las palabras de Zoro. El tema de Robin siempre terminaba con ambos agarrándose a golpes o en el mejor de los casos mandándose mutuamente a la mierda.

–No sé si recuerdas al idiota que entraba en un ataque de ira cada vez que mencionaba a Robin por nuestras llamadas y además ¿Me puedes explicar cómo rayos sabes eso? – La respuesta llego como un rayo a su cerebro e intuir la respuesta lo preocupo de sobremanera.

– ¡Espera! ¿¡No me digas que tu–!?

–Me tope con ella hace unos días y solo diré que nuestro encuentro salió bastante mal..

–Oh.. ¡Maldición, Zoro! – Se palmeo el rostro molesto – Escucha, si volviste tiene que ser para finalmente cerrar todas las heridas que ocasionaste en el pasado y no par–

–¡Imbecil! ¿Acaso olvidaste porque me fui en primer lugar?

–¡Claro que no! Pero resulta que no eres el mejor dando explicaciones, pelmazo. Yo ni siquiera tenía idea de que habías dejado el país, ¡Hasta que Shanks apareció en la puerta de mi casa, desesperado preguntando por ti! y.. ¡Agh! Joder..– Tuvo que detenerse cuando un fuerte dolor se posiciono sobre su columna y tuvo que llevar sus manos hacia el vendaje que cubría su espalda baja. Por eso quería esperar a que le dieran de alta para poder encontrarse con Zoro, sabía que esto pasaría.

–¿Qué rayos te paso? – Zoro no se preocupó por el aparente dolor de Marco, lo había visto soportar peores cosas cuando eran más jóvenes. Sin embargo, el rubio sí que se tomó varios segundos para contestarle.

–…Me inscribí a un programa de donantes de medula ósea.

Zoro, al escuchar esas palabras solo frunció el ceño, no molesto, pero si sorprendido – ¿Hablas en serio?

–Si. – Marco arrastro la última letra con un profundo cariño – ¿Sabes porque lo hice?

El peliverde únicamente permaneció callado y con la mirada en el piso.

–A pesar de que no lo creas posible, tu y yo hemos tenido mucha suerte en nuestras vidas. Ambos fuimos educados por familias muy amorosas y de gran renombre en este país ¿Dime cuantos pueden darse el lujo de tener ambas cosas? …Nunca nos faltó nada

–Define no faltar nada, mi vida fue estiércol en su máxima expresión hasta antes de que Mihawk y Shanks me sacaron de ese mugroso orfanato.

–Tú mismo te has respondido, antes.

–Marco, ¡No eres mi jodida conciencia! y tampoco lo serias aunque el puesto estuviera vacante.

Marco no era un hombre que pensara sus acciones diez veces antes de hacerlas, pero al menos con Zoro, si debía tener ciertas precauciones. Debía de tener mucho cuidado al mencionar ciertos temas, que eran muy peligrosos de tocar y no lo decía por su integridad física, sino por la integridad mental de Zoro.

–¡De acuerdo! No insistiré más con el tema. Solo quiero que sepas algo, y es lo mismo que te he repetido desde aquella vez en la que tuve que ir hasta el otro lado del mundo solo para volver a verte – El peliverde recordaba eso, fue la primera vez que se encontraba con Marco luego de su partida de Londres, y recordaba aún más la gran golpiza que se dieron aquel día.

–Tienes que dejar ir el pasado... es hora de que rehagas tu vida. Ya no tiene sentido que sigas enfrascado en una búsqueda sin fin con el objetivo de encontrar tu redención, cuando ni tú mismo eres capaz de perdonarte.

–Es fácil para ti decirlo, no perdiste nada a diferencia de mi – Que le costó el repudio de sus amigos, la vergüenza de sus padres y el herir a la persona que, en cierto momento, considero como el amor de su vida.

Todo por una promesa, que a pesar de lo que acarreaba consigo cumpliría sin dudarlo.

–..Te equivocas, yo perdí a mi mejor amigo – Nuevamente, su vista se posó sobre Marco, sorprendido. Quizás por eso el hijo del viejo Shirohige, era de las mejores personas que había conocido en su vida – Me alegra que hayas vuelto a casa, y a pesar de que me haría muy feliz que siguieras adelante con tu vida, sé que no lo harás. – Al menos no por el momento – Te ayudare en todo lo que pueda, pero eso sí. Pase lo que pase, Robin no debe salir lastimada ¿Entendido?

–Lo último que quiero es que ella salga herida, nuestra historia termino hace mucho pero.. aunque no lo parezca, aun le guardo mucho cariño.

–Mmm...

–¿Qué? – Pregunto dubitativo el peliverde.

–Nada, es solo que.. es extraño que lo admitas.

A la memoria del rubio vieron los recuerdos de aquellas épocas, en las que todo era relativamente tranquilo. Nunca había visto una faceta de Zoro como la que mostraba cuando estaba al lado de Robin. A pesar de todos los factores que tenían en contra y la clara desidia de la familia de Zoro hacia la morena…

Ellos eran felices.

Por su parte, él había llegado a tenerle mucho aprecio a Robin – y a pesar de encontrarse en una posición compleja por su relación con Zoro, – ambos habían logrado mantener una sólida amistad con el pasar de los años.

–Bueno, será mejor que me valla, tengo ciertas cosas que hacer y tú necesitas tiempo para recuperarte, en ese estado de semi paraplejia no le sirves a nadie.

– ¿Por qué será que te tienes que ir? – La exagerada y sarcástica expresión de Marco al hacer la pregunta, casi hace a Zoro soltar una risa, casi – ¡Déjame adivinar! Conociéndote, ¿Hoy empiezas a trabajar no es así? – El ligero asentimiento del peliverde fue seguido por las risas de Marco. 

–Es mi primer día y ya voy dos horas tarde. – Cuando saco su teléfono para ver la hora, no se sorprendió de lo tarde que era, ni siquiera se inmuto a pesar de ser consciente de la gran reprimenda que se ganaría.

– Zoro.. cualquier persona que te viera jamás pensaría que trabajas para la–

Ambos amigos detuvieron su conversación a escuchar unos estruendos seguido de unos gritos fuera de la habitación. En un parpadeo un jovencito de revoltosos cabellos negros ingreso a la habitación, apenas vio a los dos mayores les hizo un gesto de silencio mientras observaba hacia la puerta.

–¡Maldición! – Su voz sonaba agitada y antes de que Zoro o Marco pudieran reaccionar, el chico ya se había metido debajo de la camilla del rubio –¡No les digan que estoy aquí!

–¡O-Oye! ¿Qué crees que hac..–?

«–¡Escucharon eso!

«–Creo que vino de aquel pasadizo.

Marco pudo reconocer al instante las voces de varias mujeres y antes de que el peliverde – y de paseo él – se metieran en un problema innecesario, reacciono.

–¡Zoro, escóndete!

–¿De qué hablas?

–Idiota, robaste ropas médicas y te metiste a un área restringida ¡Sera mejor que te escondas sino quieres meterte en aprietos! El director de este hospital es amigo de mi padre y no quiero escándalos.

Cuando una rubia en un ajustado traje de enfermera ingreso a la habitación, se quedó sin palabras al ver de quien se trataba el paciente.

– Oh, señor Newgate. Lamento mucho la interrupción, pero estamos buscando a cierta persona ¿No habrá visto a un jovencito de altura media con cabello azabache?

–No, para nada – Sabía que estaba mintiendo descaradamente, pero si ese chico podía molestar, aunque sea un poco a todas esas odiosas mujeres que no paraban de acosarlo desde la mañana, entonces le debía un favor.

–P-Pero lo vimos correr hacia esta dirección.

–¿Me está llamando mentiroso?

–¡No! ¡No! Por supuesto que no señor Newgate, perdone la interrupción – pero antes de que la joven se retirarse de la habitación, un ruido proveniente del baño de la habitación llamo su atención.

¡Joder, Zoro!

La enfermera miro dudosa a Marco – Me permite, señor Newgate – y se dirigió rumbo a los servicios higiénicos, pero antes de que pudiera girar la perilla..

–¡Disculpa! – el llamado de Marco la detuvo en un instante – Siento un ligero dolor en la espalda desde que desperté, me dijeron que sería normal, pero por si las dudas ¿Crees que podrías llamar algún médico para que me revise?

Por más que hubiera querido, no podía negarse a la petición de ese hombre, así que, con una sonrisa forzada, asintió – Por supuesto señor Newgate. En seguida llamare al Doctor Trafalgar Law, él fue el encargado de realizar su intervención.

Y apenas la mujer se retiró de la habitación, el jovencito que había llegado intempestivamente salió de su escondite

– Uff.. Buena actuación, Señor Newgate – Le sonrió con un ligero matiz de burla.

Ahora que Marco lo veía de cerca, su cabello oscuro y muy rizado, caía justo por debajo de sus orejas, no era un joven muy alto pero tampoco un enano, pero sin duda lo que más llamaron su atención fueron las particulares pecas que decoraban todo su rostro.

No sabía porque, pero le gustaban, las encontraba muy tiernas, le daban un aire de inocencia único.

–¿Cómo te llamas? – Le pregunta fue directa e inesperada.

–Ace, solo Ace – El pecoso le tendió la mano acompañada de una relajada sonrisa y Marco instantáneamente la tomo – ¿y usted tiene nombre? o prefiere Señor Newgate.

–Puedes decirme Señor Newgate todo lo que quieras.

– Usted es muy raro, señor Newgate – Ace solo atino a ser una mueca extrañado, pero no le dio importancia – ¡Bueno! Estoy seguro de que fue un placer el haber disfrutado de mi presencia, desgraciadamente para usted, me tengo ir – Pero antes ¿Sabe dónde puedo encontrar la habitación 690?

–Ah.. Es esta – Respondió el rubio señalando hacia el número que se mostraba en la puerta de la habitación.

–¿Qué? ¿Enserio? – Ace se giró hacia el ingreso. Viendo aquel número por varios minutos para luego responder con una gran sonrisa en el rostro – ¡Tiene razón! ¡Es esta!

–¿Acaso tienes algún problema de visión?

–No para nada, ¡Soy disléxico! – Le comento con orgullo, nunca había visto su dislexia como una limitante, es más, siempre pensó que eso lo hacía especial.

–Oh, ya veo y ¿Porque estás buscando esta habitación?

–¡Cierto! Casi lo olvido – De repente, el pecoso saco de entre sus ropas una flor, era una Common Daisy y se la tendió. Marco pudo observar que le faltaban varios pétalos y estaba casi marchita, pero a pesar de su apariencia acepto el presente.

– Como se trata de usted entonces me puedo presentar correctamente. Mi nombre Ace, Portgas D. Ace. Soy el hermano mayor del chico al que usted salvo donándole su medula.

Marco observo al chico sorprendido, no espero que ellos fueran a buscarlo a él. Técnicamente tenía prohibido tener contacto con la familia que recibiera el trasplante.

–Se lo que está pensando, y no soy idiota. Se que no está permitido, pero no podía aguantar las ganas de conocerlo y agradecerle personalmente por salvarle la vida a Luffy. Ah.. también perdone lo de las flores. De haber sabido que era hombre hubiera buscado algo más masculino, pero tenía entendido que era una mujer o algo así. Las enfermeras no paraban de hablar sobre una chica que había salido de la sala de operaciones. Así que robé unos cuantos arreglos florales de recepción para traerle un gran presente pero las enfermeras me descubrieron y solo pude conservar esa flor – Se llevo la mano detrás de la nuca, riéndose de sus propias ocurrencias.

–No.. está bien – Marco veía con mucha ilusión aquel presente, ese regalo destilaba inocencia pura, al igual que ese jovencito, sonrió desde lo más profundo de su ser.

– Es perfecta, Ace.

Ace abrió sus ojos en gran medida por aquel gesto, no era el hombre más atractivo del mundo pero.. su sonrisa tenía algo especial.

–B-Bueno, debo irme – Pronuncio el jovencito, atropellando sus palabras – Mi madre debe estar preocupada por mí y quizás mi hermano despierte pronto. Tal vez no tengamos permitido conocernos, pero créame que le hablare a Luffy sobre el hombre que salvo su vida. ¡Hasta pronto señor New–!

–Marco, solo Marco. – Le corrigió el mayor con una sonrisa.

Únicamente cuando Ace salió de la habitación fue que Marco recalco en la existencia de Zoro, ya que escucho un fuerte portazo de la puerta del baño privado – ¡Oye, ten cuidado! No queremos que esas locas regresen hasta–

Ni siquiera tuvo que terminar su frase para darse cuenta de que Zoro estaba muy molesto – Oye ¿Qué es lo que pasa contigo?

–Me voy, avísame cuando te den de alta. – Su tono autoritario y cortante no sorprendió a Marco, sino la forma tan desesperadamente rápida con la que salió del lugar.

No podía dejar de caminar y a pesar de tener la mirada fija en una dirección, su cabeza era un completo torbellino. En cuyo vórtice solo se encontraba un único pensamiento, más específicamente, un nombre en particular y uno que deseo jamás volver a escuchar.

Trafalgar Law.. ¿¡Como es posible que ese imbécil sigua trabajando aquí!?

Cuando Zoro tuvo la desgracia de conocerlo, Law solo era un estudiante más de Cambridge, – Al igual que él – Nada en comparación con la eminencia medica en la que se había convertido con el pasar de los años, o al menos eso había leído, pero podía admitir sin ningún remordimiento que aborreció a ese sujeto desde el día que lo conoció.

Todo por tratar de ocupar un lugar que nunca le correspondió y jamás le corresponderá..

 

 

………………………………………………………

 

Estaba comprobado científicamente que uno de los mayores miedos del hombre, junto con la muerte y la perdida de autonomía; era el fracaso. Ahora, si Ichiji tomaba en cuenta esos factores, entonces podría decir que había batido un récord al conseguir juntas las tres cosas en su turbulenta vida.

–¡Ya te dije que tuve una emergencia!.. ¡Si! ¡Si! Mañana abriré la tienda…¡No puedo quedarme hasta tan tarde, mi hermana sigue en el hospital!.. ¡Claro! Como yo sé cuándo es que Reiju tendrá otra recaída… ¿¡Sabes que!? Puedes irte directamente al ca.. No puede ser, ¡Ese malnacido corto la llamada!

–Niji, estoy seguro que Jango no debe ser el mejor jefe del mundo, pero por lo que más quieras, no pierdas tu trabajo por un simple arranque de rabia. – Él peliazul le había mencionado de camino al hospital sobre su corto encuentro con una asistenta social el día que operaron a Yonji y lo último que necesitaba añadir a su lista era entrar en un litigio con Servicios Sociales.

–¡Es fácil para ti decirlo! Tú tienes un trabajo decente.

Trabajo decente… si claro.

Antes de ingresar al hospital, ambos hermanos se detuvieron por unos instantes en la puerta del mismo. Retrocedieron el tiempo aproximadamente un año atrás, cuando vieron ese mismo edificio blanco por primera vez.

Solo era un simple resfriado...

Y en menos de nueve meses, la vida de Reiju había pasado por una metamorfosis de la que prácticamente no había retorno.

Estaba por seguir su camino hasta que sintió que la mano de Niji tomándolo ligeramente del hombro.

–Ichi… Se que no es el mejor momento, pero necesito que seas honesto conmigo, porque de lo contrario no podre ayudarte ni defenderte de las incansables preguntas que estoy seguro, Sanji y Yonji – si es que algún día llega a despertar – te harán – Niji afilo la mirada ante los pozos azules del pelirrojo.

– Ese dinero ¿Cómo fue que lo conseguiste?

Bien, ahora estaba seguro de que ese estudio no eran más que puras patrañas. Había algo peor que la muerte, o al menos para él; la vergüenza. Jamás le revelaría a nadie lo que paso entre Katakuri y él. Ese fatídico hecho, lo que paso aquella noche y las condiciones que acordaron. Serian un secreto que Vinsmoke Ichiji se llevaría hasta la tumba e incluso más allá.

–Creo haberte dicho que fue la firma quien financio todo.

–¡No me veas la cara de estúpido! ¿Quieres que crea que una firma como esa, te forro en dinero de la noche a la mañana?

–Niji, ¿De que vale que me preguntes sobre algo que ya no tiene importancia? – Hablo entre dientes el mayor. Quizás la razón por la que se encontraba tan decepcionado y molesto consigo mismo, no era por lo que tuvo que hacer, sino el hecho de que ese sacrificio no sirviera para nada.

–Entonces, ¿Que se supone que haremos ahora?

–¡No lo sé! ¿¡Quieres que te diga eso!? ¡¡No tengo ni puta idea!! –¿¡Porque siempre todo tenia que depender de él!? – ¡Ahora lo único que ronda por mi cabeza es como le voy a explicar a Reiju que solo le quedan semanas de–!

Callo ante el puñetazo que recibió directo en la mejilla.

–..Eres un desgraciado ¡Olvidas que Reiju es solo una niña! ¿Cómo es posible que si quiera pase por tu cabeza el decirle que va a morir como si fuera algo normal? Nunca me habías dado tanto asco.

No supo reconocer si fue el golpe o las palabras de Niji, pero, valla que le había dolido. Se quedo unos minutos sobre el frio pavimento, mientras que su hermano seguía su camino sin ni si quiera dignarse a devolverle la mirada. 

La actitud de Niji lo dejo anonadado..

Finalmente había logrado salir de ese círculo de autodestrucción en el que estuvo envuelto por tanto tiempo.

Pero, ¿Qué había de él?..

Todo lo que había hecho, no podía ser en vano. Siempre había conseguido levantarse, por más fuerte que fuese la caída. En especial con aquellos momentos que más marcaron su vida, primero con la perdida de Sora – a la que ni siquiera pudo llorar debidamente, porque tenía que estar allí para sus hermanos y una recién nacida Reiju– Luego cuando Judge renegó de ellos, echándolos de su hogar como si fueran animales – Por su culpa – y les dio como última advertencia que nunca se mostraran frente a él nuevamente.

Ya lo habían perdido todo dos veces, e incluso después de eso, él logro reponerse. No hubo tiempo para lamentarse, tenía que velar por ellos y no podía dejar a Reiju sin un techo. Recordaba perfectamente todas las cosas que pasaron para llegar hasta Inglaterra, para ponerlos a salvo..

Sin embargo, Ahora..

¿Cómo era posible caminar con una neblina tan densa a su alrededor?

Logro divisar al peliazul cuando estaba hablando con una enfermera. Apenas logro alcanzarlo cuando Niji estaba a punto de ingresar hacia el ascensor.

Ni siquiera le devolvió la mirada, era obvio que estaba molesto, e Ichiji no insistió en todo el trayecto ¿Qué podría decirle? Se mantuvo en silencio hasta que el elevador del hospital abrió sus puertas y se percató que no estaban en el piso de oncología o en UCI.

–Oye Ni, ¿Qué haces? Reiju no–

–Cállate y sígueme Ichiji – Ignoro las dudas de su hermano y continúo su camino – Sanji ya se encuentra allí y él nos está esperando – El sonido de las cuerdas vocales de Niji apenas fue percibido por el pelirrojo.

–¡Ni..-!

–Ichiji, ¡Vuelvo a escuchar tu voz y juro que te rompo el cuello! Amenazo ferozmente el segundo de los Vinsmoke y continúo su camino.

–E-Espera ¿Qué crees que estás haciendo? – Choco contra la espalda del peliazul cuando inesperadamente, este se plantó frente a una puerta y sin tocar, entro. 

–¡Oye Ni..-!

–¡Ya era hora, señoritas!

Escuchar esa voz, hizo instantáneamente que sus pupilas azules buscasen con desesperación al dueño de aquellas palabras. Fue solo cuando lo vio – Sentado sobre esa camilla de hospital con un pésimo intento de sonrisa galantesca – que Ichiji sintió que no todos sus esfuerzos fueron en vano...

 

………………………………………………………

 

–Creía haberte dicho que no te metieras en esto, Doffy – Violet piso con fuerza el acelerador de su Mercedes AMG-GT, ante la discusión conyugalque estaba teniendo con su esposo a través de una llamada telefónica. – Esto no debe ser de conocimiento público ¡No quiero tener a la presa detrás de mi hermana!

–Mi querida Violet, no sé si eres consciente de la magnitud de este acontecimiento, pero sin duda, esto merece ocupar todas las portadas de los periódicos en Inglaterra.

Claro que lo entienda, ¡Doflamingo era el sinónimo de la opulencia en su máxima expresión!

–¡Con la cena de hoy es más que suficiente! – Le exclamo fastidiada – ¡No quiero que te inmiscuyas en nada más! ¿Entendido?

–Amada mía ¿Me puedes explicar porque tienes ese humor? En la mañana saliste como un rayo al encuentro de Charlotte Smoothie y ahora cualquiera que te escuchara, pensaría que estuviste batallando contra una hidra – Hizo una pausa para soltar su hipnotizante risa – o quizás ese fue el caso.

–Te veo esta noche, Doffy. – Ni siquiera le dieron ganas de responderle. Doflamingo era de los pocos hombres que lograba sacarla de quicio.

Aunque Violet siempre le reconocería algo, era un maestro para leer a las personas y su comportamiento. Había aprendido mucho de él y aunque Doflamingo tuviera miles de defectos, esa atracción y carisma natural fácilmente podían compensar la balanza a su favor.

Pero se equivocaba en algo. Smoothie no era una hidra, no, claro que no. Era la mismísima Medusa en persona, ya que si esos afilados y absorbentes ojos te agarraban desprevenidos. Terminabas hecho piedra; congelado, sin palabras ni argumentos ante su vil y calculadora mirada.

Pero al menos había llegado a un par de conclusiones luego de la charla con su íntima amiga; primero, tenía que informarle de toda la situación a Katakuri. No podían permitir que Oven y Daifuku actuaran con tanta libertad. No tenía ni idea de lo que esas dos víboras le habrían comentado a la albina, pero tampoco había que romperse mucho la cabeza para llegar la conclusión de que estaba íntimamente ligado con Kaido y la decisión de hacer a Katakuri su heredero universal, incluso por encima de sus otros dos hijos y el segundo; alguien había dejado abierta la jaula de esos dos. Lamentablemente, para la desgracia de aquella persona, ella conocía muy bien de quien se trataba...

Solo era cuestión de hacer unos cuantos movimientos desde la pantalla táctil de su flamante deportivo para que al tercer pitido se escuchara una irritada voz desde el otro lado de la línea.

–Mas te vale que haya una buena razón para despertarme en plena madrugada.. Violeta.

–Oh cariño, disculpa, pero teniendo en cuenta el cambio de horario en Nueva York, ya deben ser mas de las cuatro de la mañana y si añadimos el tipo de estilo de vida que llevamos; dudo mucho que haya interrumpido tu estimado sueño.

–¿Qué es lo que quieres?

Valla, estaba de mal humor.. que sorpresa.

Pero no era el único.

–Quiero que me expliques porque demonios permitiste que Oven y Daifuku pactaran un encuentro con Smoothie y aun peor ¿¡Porque nunca se te ocurrió mencionármelo!?

Por el silencio que prosiguió al otro lado de la línea, estaba segura que lo había tomado por sorpresa.

–..Escúchame bien, porque solo voy a repetir esto una vez. Si esos dos estúpidos hablan o no con la versión femenina de Katakuri, no es mi problema.

¿¡Estas de coña!? – Era inevitable para ella soltar maldiciones en español cuando en verdad llegaba a molestarse – ¿Tienes idea de lo que podría pasar si esos dos–

–Cuida ese tono conmigo, Violeta – Su advertencia fue simple pero efectiva – y no, no soy idiota. Cuando esos dos me comentaron de la visita de Smoothie a América, no le vi el menor problema ¿Y sabes por qué? Porque las palabras de unas ratas valen menos que nada para cualquier persona con dos dedos de frente, y estoy seguro de que Smoothie es igual o incluso más perceptiva que Katakuri con respecto a eso. Además, ¿No crees que hubiera sido aún más extraño que Oven y Daifuku no se encontrasen con su hermana, teniendo la oportunidad de hacerlo?

–Eres un.. – Nunca le agrado ese aire de superioridad que siempre mostraba, pero al menos sus fundamentos eran validos – ¡Bien! pero eso no explica porque no me mantuviste al tanto de esa reunión.

La cínica risa que soltó del otro lado de la línea la hizo levantar los ojos. – Porque te conozco –Era increíble como un hombre podía tener ese nivel de autoconfianza. – Y sé que cuando estas molesta, te dejas llevar por ese órgano que está en tu tórax, más que por el que está en tu cabeza. Lo que te recuerdo, es un defecto fatal para las personas como nosotros.

Aunque odiase admitirlo, él estaba en lo cierto, si ella hubiera estado al corriente de todo habría preparado una estrategia mucho más invasiva y Smoothie se hubiera dado cuenta de que algo no andaba bien.

– ..¿Entonces qué?

Sigue cumpliendo con tu labor, Violet, yo haré lo mismo desde aquí y de esa forma mantendremos a todas las bestias bajo control en sus jaulas.

Era más fácil decirlo que hacerlo, pero con el pasar de los años había logrado entender a la perfección como se desenvolvía el juego. Desgraciadamente, ellos solo eran los alfiles y como tal, aunque sus movimientos fuesen de gran escala, hasta cierto punto, eran limitados. No podían competir en igualdad de condiciones contra el rey o la reina. Una cosa era manejar a los jefes de departamento, los Senior Parthers y hasta incluso a algunos de los COO de la firma, pero otro caso muy apartado eran King y Queen.

¿Y Katakuri? Bueno, a él podría considerarlo como el dueño del tablero..

Apropósito, tengo entendido que la arpía está en Inglaterra ¡Buena suerte con eso!

–¡Agh! Ni me lo menciones, tuve la desgracia de encontrarme con ella hace dos noches y sigue igual de insoportable que siempre. No puedo creer que Katakuri mantenga cerca de el a alguien tan desesperante, molesta y arrogante como esa–

–No seas hipócrita Vi, tu eres igual.

–¿Disculpa? – La indignación que sintió al ser comparada de tal forma fue incalculable.

–Hey, tranquilízate estoy de tu lado, pero no negare que esa mujer es tan capaz como tú y entiendo perfectamente porque Katakuri la tiene tan cerca.

–Eres un asco.

–Gracias.. y aprovechare el motivo de tu llamada para adelantarte que pronto hare una corta visita a Londres.

– ¿¡Qué tu qué!? – Recibió esa noticia como un golpe certero. Tuvo que pisar el freno muy toscamente para evitar chocar con el auto de adelante.

–Pronto nos volveremos a ver, Violet. Que tengas un buen día.

–Espera, ¡Lucci!–

Pero era demasiado tarde, la llamada había sido cancelada.

¿Qué.. Que estaba pasando? ¿Por qué precisamente él vendría a Inglaterra? Solo había una persona que podía autorizar ese viaje, pero no tenía el más mínimo sentido..

¿¡Por qué Katakuri habría de necesitar explícitamente la presencia de Rob Lucci en Londres!?

 

………………………………………………………

 

A medida que Ichiji lo iba poniendo al día de todos los acontecimientos que habían ocurrido desde que estuvo inconsciente, experimento una vorágine de emociones inenarrables. Era como si su realidad estuviese completamente distorsionada. Escuchar como sus hermanos tuvieron que aceptar el chantaje de un hijo de puta solo por salvar su trasero de ir a prisión ¡Perder todo el dinero que por el que cada noche arriesgaba su vida en ese mugroso octógono! Y la forma en la que Reiju perdió el trasplante que finalmente cambiaria su vida.

Era demasiado para procesar en tan pocos minutos, pero por lejos lo peor fue, cuando con el corazón en la boca pregunto por el estado de Reiju y de haber sabido la respuesta antes...

Hubiera preferido morir en aquella cirugía a haber sido el causante del paro cardiaco de Reiju…

–No, ¡No! ¡Es imposible que y-yo! Y-Yo jamás..

«–Eres un imbécil Niji ¿Por qué trajiste a esa niña?..

«– Reiju largo de aquí, no quiero ver tu cara ¡¡Tú la mataste!!...

«–¡No, y-yo no fui! ¡N-no fue mi culpa!..

«–¡No Sanji! Si lo golpeas sus suturas se abrirán nuevamente y el trauma podría ser irreversible...

«–¡Lárgate Reiju! o te dejare peor que esos dos…

–No.. No podría haber hecho eso.. – pero aquellas miles de imágenes que estrepitosamente comenzaron a llenar su cabeza en segundos, haciendo que los recuerdos volvieran como municiones cargadas y listas para apuntar directamente hacia su alma.

Cubrió su rostro – Avergonzado de sí mismo – había cometido el error mas grande de su vida y jamás se perdonaría a si mismo por eso.

–Yonji, ¡Basta! – Niji trato de razonar con su hermano menor, aunque sin apartar su vista de aquella horrible visión del cielo de Londres ¿Por qué siempre estaba nublando en ese maldito país? ¿Por qué nunca salía el sol?

–N-No ¡Soy un monstruo! – Ni siquiera podía contener el llanto de la rabia y decepción que sentía de sí mismo – ¿¡Como pud–¡?

–¡Joder! Deja de llorar. – Le rugió devolviéndole la mirada con fuego en los ojos – ¡Si la hubieras matado entonces allí tendríamos un problema y podría entender que te sintieras como la mierda! Pero ella está viva, ¡Te equivocaste y ya! Supéralo.

–..Niji, toda la mierda que hemos tragado en los últimos días, Yonji la ha tenido que digerir en solo minutos. No tienes que ser tan duro con él. – Sanji había permanecido callado en todo momento. Ni siquiera cuando vio a Yonji fue capaz de decir una palabra. Únicamente pudo abrazarlo, Como jamás lo había hecho en su vida – y a pesar de todas las preguntas de Yonji sobre lo que había ocurrido, el solo fue capaz de contestar algunas hasta que Niji e Ichiji, finalmente aparecieron.

Tsk.. quizás lo hayas olvidado, Sanji, pero en la situación en la que estamos, ¡No contamos con mucho tiempo de sobra!

–¡Ichiji! – Antes de que el pelirrojo gritara el nombre del peliazul y fuera a iniciar otra discusión con su segundo hermano, la desesperada voz de Yonji lo intercepto. – ¿Cuál es el plan? Digo, ¿Tienes un plan, no es así?

Quizás la peor respuesta para todos en esa habitación fue el inexpugnable silencio que le siguieron a las desesperadas preguntas de Yonji.

El pelirrojo tenia una de sus manos clavadas sobre su hombro, había llegado a presionar con tal fuerza por sobre su ropa, que su delicada piel empezó a sulfurarse por el duro contacto.

–Yo.. – Sanji llamo la atención de todos sus hermanos cuando finalmente se atrevió a romper con el toxico silencio. –.. Zeff estuvo aquí hace unas horas, me tope con él en la habitación de Reiju.

–Lo que faltaba... – Ichiji se sobo la sien en un nulo intento de calmar su creciente migraña, mientras escuchaba a lo lejos a Niji maldecir como diez veces y a Yonji bajar la mirada avergonzado. Maldita sea, ¡Zeff lo descuartizaría con un cuchillo de cocina en cuanto lo viese!

–Se los digo porque, hablo conmigo y.. creo que tiene razón. Estamos siendo muy egoístas con Reiju.

–¿De qué mierda hablas, Sanji? – Niji había usado un tono rasposo e hiriente cuando formulo su pregunta.

–Lo que trato de hacerles entender es, ¿Quién necesita más el trasplante? ¿Reiju o nosotros? – Ichiji estaba seguro de que ya estaba empezando a rasgarse las capas de la piel a medida que escuchaba al rubio – ¿No creen que ella merece algo más que estar encerrada entre las paredes de este hospital? ¿Piensan que ella en verdad es feliz en esta prisión invisible que nosotros le hemos creado? Estoy seguro de que si fuera por Reiju, a ella le encantaría volver a la escuela y tener la vida de cualquier otra niña.

–¡Habla claro joder! – Niji no estaba para mierdas cripticas.

–Sabes de lo que hablo –Tampoco es que fuera la gran ciencia, quizás no era un genio como Ichiji ni tan perspicaz como Niji pero había algo que entendía perfectamente y hasta mucho mejor que sus hermanos..

Transcurrieron unos cuantos minutos sumidos en el más profundo mutismo hasta que Yonji desencajo su mirada, viendo horrorizado a Sanji – ¿¡No estarás sugiriendo que..!?

–¡Sanji! Mas te vale que todas las estupideces que están saliendo de tu boca sean producto de la pérdida de sangre que tuviste a manos de Yonji, porque de lo contrario.. –

–¡Ella no merece esto Niji! Si es que así es como va a terminar... al menos debemos darle un final feliz.

–¡Ojalá tú y ella pudieran cambiar lugares! Te juro que no movería ni un maldito dedo para intentar salvarte ¡Es más! Te vería morir mientras como palomitas de maíz – Ahora Niji estaba completamente seguro de que Sanji había perdido la cabeza.

Su mente era incapaz de aceptar una derrota, no, jamás.

A fin de cuentas, no todo estaba perdido. Finalmente contaban con el alcance económico suficiente. Solo necesitaban encontrar un donante. Podrían buscar alternativas en otros países hasta hallarlo. Había leído sobre muchos estudios en Suiza y Dinamarca, tenían muy buenas estadísticas contra la leucemia linfática en adultos. ¡Quizás en niños el efecto pudiera ser incluso mayor!

Sanji ni siquiera tomo enserio las acidas palabras del peliazul, porque sabía que era la frustración de Niji la que estaba hablando, pero no podían seguir ignorando una realidad que tocaba cada vez más fuerte a su puerta y por más que ellos no quisieran abrirle la puerta… esta abría de entrar de todas formas.

–¡Niji! ¡Tienes que aceptarlo de una jodida vez! No pudimos encontrar un donante para Reiju en casi un año ¿¡Crees que aparecerá por arte de magia en estas pocas semanas que nos quedan!?

–¡Eso no interesa! Podemos hacer tiempo, solo tenemos qu–

–…Niji– El peliazul dirigió su mirada hacia Ichiji, esperando que el pelirrojo se solidarizada con su causa y de paso lo ayudara a lanzar a Sanji de la ventana del hospital. Sin embargo, solo reparo en los dedos de Ichiji, los cuales reposaban sobre su hombro y se encontraban completamente cubiertos por una tonalidad rojiza que sobresalía de su camisa.

 

………………………………………………………

 

 

–No puedo creerlo ¿Él te dijo eso? – Robin estaba asombrada luego de que Law le contara sobre su encuentro con Ichiji hace un par de horas.

Ambos médicos se habían encontrado de forma casual en la sala de descanso. Luego de todo lo que había pasado en la noche. Robin apenas y había tenido tiempo de comer algo – Aunque con todo lo ocurrido, su apetito prácticamente se había desvanecido – y Law necesita otro express si quería permanecer despierto las próximas doce horas. 

–Robin, dejémoslo ahí ¿Bien? – Si Ichiji lo había dispuesto de esa forma, entonces él acataría su pedido. Quizás era lo mejor, había estado muy involucrado con esa familia y con Reiju.

–No trates de engañarme, estoy segura de estas igual de afectado que ellos con toda esta situación – Conocía a Law demasiado bien como para ver a través de ese tono de indiferencia, él estaba decepcionado de sí mismo, no solo los Vinsmoke habían fallado en tratar de salvar a Reiju.

– ..Todo esto, te hizo recordarlo ¿No es así?

Esas palabras lograron romper el muro de hielo del oncólogo en segundos. Law abrió lo más que pudo sus oscuros ojos, viendo con la quijada entreabierta a Robin. Esto sí que era algo increíble, era la primera vez que ella lo mencionaba en tanto tiempo – ¿A ti no?

Mas la morena solo le devolvió una sonrisa melancólica. Su mente viajo hacia sus muy preciadas memorias. – Cada día, Law. Cada día…

Law siempre tuvo en muy alta estima Robin, ya que si había una mujer a la cual admirar en su vida. Sin duda era a ella. Una persona que había visto el lado más horrible de la humanidad y aun así seguía de pie con una sonrisa en el rostro.

Law.. Law – Se sorprendió de que la morena lo haya estado llamando por varios minutos.

–Dime.

–¿Ya viste a Mar..? Digo el paciente Newgate. – Se autocorrigió, dentro de sus instalaciones Marco solo era un paciente más, aunque Sengoku y Sakazuki insistieran en lo contrario.

A Robin le tomo desprevenida la llamada del rubio hace unas semanas, para darle la noticia de que se había inscrito al programa de donantes y ella, como no era para menos, le agradeció la gran contribución que significaba su aportación. Por eso le dolió tanto la forma en la que se había dado su turbulenta donación. Le hubiera encantado decirle toda la verdad a Marco; estaba convencida que alguien como él jamás se quedaría de manos cruzadas ante tal injusticia, pero las leyes establecidas por el comité de trasplantes y la NHS prohibían que cualquier información que no fuera clínicamente relevante para el paciente fuese revelada.

Por eso no se había atrevido a visitarlo a pesar de estar a solo siete plantas de distancia…

A pesar de que Robin trato de mostrar una aparente normalidad, fue inevitable que Law notara cierto dejo de preocupación en sus palabras y su respuesta era obvia; «por supuesto que no». Su beeper había sonado hacia una media hora, pero apenas vio el nombre Newgate, lo ignoro por completo. Ya había tenido que lidiar con muchas cosas solo en las primeras horas de la mañana como para añadir a ese sujeto. Además, estaba completamente seguro de que no se trataba de nada serio, porque de lo contrario Sengoku o Akainu lo hubieran sacado hasta del mismísimo infierno solo para que fuera a atenderlo.

Se abstuvo de dar una réplica cuando sintió un movimiento de su bolsillo, al sacar su Iphone pudo ver el nombre Corazón brillando en la parte superior de la pantalla.

–Te he dicho mil veces que no me llames mientras estoy trabajando..

–Ay Law, hijo, ¡Pero si en ningún momento contestaste mis mensajes!

–Y ahora menos, voy a colgar.

–¡Espera! ¡Espera! Dios, ¿Por qué desde niño has tenido que ser tan cortante? ¡Yo lo hice todo bien! Siempre fui un padre muy guay ¿Recuerdas cuando..–?

–¿Qué quieres Cora? – Ya estaba cansado de escuchar al dramático de su padre y además pudo escuchar las ligeras risas de Robin detrás de él.

–¡Recordarte la cena que tenemos para esta noche! Hablo enserio jovencito, la familia siempre es primero. Además, te prometo que esto no tiene nada que ver con ninguna pasarela, se trata de Rebe

–Pues lamento decepcionarte, pero he tenido una noche muy difícil y el día no parece que vaya a mejorar, así que tendré que declinar de tu invitación. Además, va a ser en su casa y prefiero mil veces introducir mis manos a una trituradora industrial a compartir el mismo oxigeno con el odioso de tu hermano.

A pesar de que sintió a Cora alejarse de la línea, pudo escuchar la fuerte corriente de aire que salieron de los pulmones – Es tu tío, y por si lo olvidaste te recuerdo que también es mi casa; así como la tuya.

–Y yo te recuerdo que no vivo allí desde hace varios años.. – Mas específicamente desde que se fue a Maryland para estudiar en Johns Hopkins. Un hecho que hasta ahora Corazón no era capaz de superar..

Por favor Law.. hazlo por tu viejo y débil padre.

¿Viejo y débil? Pero si Cora estaba en mejor estado físico que él..

–No te prome–

–¡Entonces le diré a Babyfive que añada otra silla a la mesa! Te estaré esperando hijo y recuerda esto siempre, ¡Te quie–

Corto la llamada antes de que Corazón si quiera pudiera terminar su frase.

Fufufufu, se nota que Rosinante es un papá muy dulce.. – Solo había podido tratar con el padre de Law un par de veces, pero fueron más que suficientes para considerarlo como una persona maravillosa. Era imposible no encariñarse con él.

–Lo es, quizás demasiado para mi gusto, pero al menos.. – Guardo silencio cuando escucho que tocaban al otro lado de la puerta.

Un frio “Adelante” de su parte, dio ingreso a la vieja Tsuru – Oh no, lo último que necesito ahora es a esta vieja, pensó.

A pesar de que Robin la saludo cordialmente, la veterana enfermera la ignoro y se dirigió directamente al joven oncólogo; colocando una suma de papeles sobre la mesa donde él se encontraba.

Law pregunto de forma silenciosa de que se trataban y la arrugada mujer solo contesto

“…Simple papeleo, Doctor Trafalgar”

Cuando Tsuru se retiró, Law considero tirarlos a la basura sin ni siquiera darles una hojeada, pero al escuchar el gemido de sorpresa de Robin y sus continuas palabras. No pudo seguir ignorando lo que esas hojas tenían escrito.

–Law, es sobre Reiju…

 

………………………………………………………

 

 

Ni siquiera tuvo que abrir los ojos para que el aroma a desinfectante le confirmara que se encontraba en el hospital, de nuevo. ¿Había vuelto a tener otra recaída? ¿Cuántas habían sido en lo que iba del mes?, quizás cuatro o cinco.

Era extraño, pero cada día que pasaba, sentía su cuerpo más agotado. Le era más difícil respirar e incluso algo tan básico como digerir se había convertido en una tarea sumamente complicada.

Contantemente se preguntaba ¿Cómo era que se combatía al cáncer?

¿..y cómo es que ella aún seguía de pie?

A medida que vivía en carne propia todo el doloroso proceso. Pudo entender que se trataba del algo más espontaneo, porque nadie te podía asegurar que siguiendo los tratamientos adecuados o tomando todas las medicaciones necesarias pudieses sobrevivir..

Entonces recordó a Apis. La conoció cuando llego por primera vez al departamento de oncología pediátrica. Le conto que estaba allí porque luego de cuatro años de chequeos negativos, presento una recaída. Su melanoma se encontraba de vuelta y esta vez se había expandido hasta los pulmones. Sin embargo, ella siempre mantuvo su sonrisa, Apis le exclamo completamente decidida que si ya había vencido al cáncer una vez, lo volvería a hacer nuevamente. Durante sus sesiones de radio, y las terapias en conjunto con el doctor Trafalgar, era la que más positiva se mostraba e inconscientemente llenaba a todos los demás niños de valor, incluida a Reiju. No obstante, un día ella simplemente desapareció, y jamás la volvió a ver. Ni en los pasillos de oncología, ni en las terapias, ni en la sala de quimio. Pensó entonces que Apis había logrado curarse. Se alegró mucho por ella, pero también lamento que nunca se pudieron despedir.

Tuvieron que pasar un par de meses para que Reiju comprendiera en toda la extensión de la palabra, que su querida amiga había sucumbido al cáncer, falleciendo a solo tres meses de presentar su recaída..

¿Acaso ese era su destino también?

No...

Ella no podía morir.

Ichiji, Niji, Sanji y Yonji habían hecho mucho por ella. Se encontraba muy cansada, pero no podía hacerles eso a ellos.

¡Jamás se perdonaría el dejarlos solos!

Ahora tenía que centrar todas sus fuerzas en que le diserten el alta. Solo esperaba que esta vez fuera pronto, no quería que sus hermanos estuvieran metiéndose en más deudas por ella. Quizás nunca se dieron cuenta, pero Reiju veía como Ichiji se quedaba hasta altas horas de la noche haciendo cuentas para que pudieran llegar a fin de mes, como es que Sanji trabajaba sin descanso todos los días y apenas tenía tiempo para dormir, como Niji había detenido su vida para cuidar de ella y de cómo Yonji tenía la costumbre de salir por las noches y no volver hasta pasadas las seis de la mañana, con el rostro hinchado y lleno de moretones.

Sabía que lo hacían por ella, y aunque el Doctor Trafalgar siempre le recalcaba que lo hacían con la mayor de las convicciones, era inevitable que se sintiese como una carga para ellos. A fin de cuentas, ella y su cáncer, eran un ancla que estaba arrastrando a toda su familia hacia lugares tan inhóspitos como desconocidos.

¿Por qué le tuvo que dar cáncer?

Nunca dejaría de hacerse esa pregunta…aunque la respuesta no tuviera explicaciones.

¿Acaso fue una especie de castigo?

Creyó que todas sus pesadillas habían terminado cuando se fueron de Paris. Finalmente podría empezar una nueva vida con su verdadera familia, pero ¿Por qué a ella precisamente?

E inclusive ahora, llorar era una tarea extremadamente agotadora... pero inevitable.

–Tienes un rostro muy hermoso como para permitir que alguien vea tus lágrimas, Reiju.

Al escuchar esa voz, sus parpados se abrieron inmediatamente. Por unos instantes creyó ver a la mujer más bella que sus ojos hubieran visto. Ni siquiera parecía humana, ¡Era un ángel! Tenía cascadas doradas por cabello y los ojos más bonitos que hubiera visto jamás... ¿Acaso estaba soñando?

Pero poco a poco, su visión se fue difuminando hasta que esos cabellos se tornaron escarlatas..

– I-Ichi.. – Su sollozo se incrementó al ver a su hermano mayor apoyado en el barandal de su cama, viéndola con una sonrisa mientras pasaba una de sus manos por su mejilla, llevándose consigo aquellas gotas saladas de sus rojas mejillas, y no estaba solo.. – Niji.. Sanji, ustedes también... –

Si bien era agotador llorar, el sonreír no. De hecho, era todo lo contrario.

–Hola princesa ¿Cómo estás? – Sanji siempre tenía una magia innata en él, siempre lograba hacerla sonreír.

Estaba a punto de contestarle ansiosamente hasta que hizo contacto con Niji, su mirada se encontraba completamente perdida... –Ni.. ¿Qué te pasa? ¿Acaso te sientes mal? ¿¡Y qué paso con tu brazo!? – Pregunto alarmada haciendo referencia al vendaje que sostenía su mano izquierda.

Pero Niji solo le devolvió una sonrisa melancólica. Era la primera vez que lo veía tan vulnerable. ¿Acaso era por su culpa? No.. ¡Quería de vuelta el extrovertido y acido humor del peliazul!

–No es nada, mocosa. – Le insistió, sosteniendo su brazo, restándole importancia a sus verdaderas emociones – ..Me alegra que estés bien.

Sus palabras, aunque sencillas, hicieron que Reiju le devolviera el gesto con una apacible sonrisa. Ichiji espero un tiempo prudente para que Reiju y Niji terminaran su corta conversación para volver a hablar.

–Reiju ¿Cómo te sientes? – Le pregunto intrigado, a fin de cuentas, su opinión era la más importante.

La pequeña vio por largos minutos a tres de los cuatrillizos para luego bajar la vista, al ver sus manos se sorprendió de la cantidad de intravenosas que tenía en ambos brazos. Supuso que esta vez su recaída debió haber sido más seria que las anteriores, sino jamás hubiera habido razón para colocarle tantos antibióticos.

–Yo.. – Se sentía tan mal de que sus brazos tuvieran esa cantidad de punzadas, a veces hasta era inevitable que sintiera miedo de su propio cuerpo, pero al levantar la vista y ver a las personas que la rodeaban… Pudo olvidar todas sus heridas y únicamente ser absorbida por una gran sensación de protección, se sentía segura… Se sentía casi completa – No podría estar mejor ahora.

–Reiju..– Niji tomo la palabra, pero antes de que pudiera continuar, la puerta empezó a sonar a medida que pedían permiso para ingresar hacia aquella habitación. 

La niña abrió infinitamente la vista cuando vio a Yonji en el marco de la puerta, sobre una silla de ruedas. Se notaba que tenía la respiración pesada y se veía nervioso, como si tuviera miedo de Reiju. Lo cual era sorprendente si tenían en cuenta que ella era una niña de menos de metro y medio de estatura contra el metro noventa del peliverde.

Si que era un cobarde, ni siquiera se atrevía a ingresar a esa habitación. Ichiji le había dicho que esperase afuera hasta que hubiesen hablado con Reiju, pero las ansias lo estaban carcomiendo vivo, y no pudo aguantar ni un segundo más, tenía que ver a su hermanita. Había cometido un terrible error ¡Tenia que pedirle perdón!

–Ho-Hola Reiju.. – Que idiota ¿¡Acaso eso era lo mejor que podía decir!? ¡Por qué siempre tenía que ser tan imbécil! – Yo, Yo quería–

–..Yonji – No podía creer lo que sus ojos veían – ¡Yonji! ¡Estas bien! – Sin poder contener su emoción, Reiju bajo inmediatamente de la camilla, empujando ligeramente a Ichiji en el proceso, y sin importarle la presencia de los otros dos, tomo su porta sueros y lo arrastro lo más rápido que podía con sus frágiles piernas hacia el encuentro con el peliverde.

Sentir las pequeñas manos de Reiju enroscándose sobre su cuello, su fuerte respiración y las lágrimas que brotaban de sus ojos al verlo, hizo que Yonji sacase a flote esa fragilidad que solo sus hermanos y la pequeña conocían. Ambos habían experimentado una experiencia que casi les cuesta la vida, y era inimaginable pensar que luego de tantos días grises, ambos estuvieran juntos nuevamente.

–Y-Yonji, estas a salvo, ¡Que alegría! – Para ella, aquel episodio nunca había ocurrido. Todo era un amargo recuerdo que prefería olvidar. Lo único que importaba, era que finalmente todos estaban juntos nuevamente.

Su familia estaba completa.

Reiju observo por unos instantes a Yonji para luego devolver la mirada a sus otros hermanos mayores. Con los ojos llenos de lágrimas, hablo en su idioma natal, necesitaba decir esas palabras nuevamente.

Rogue, bleu, jaune, vert. Allons á la maison, ¡Sil vou plait! – El francés de Reiju era una plegaria en tiempo de guerra. Una oda a la belleza..

La petición de Reiju había sido clara, al igual que el intercambio mental de palabras entre Niji e Ichiji. No había nada más que el peliazul pudiera decir ante eso..

Sanji reavivo la imagen de una hermosa bebe ¿En qué momento el tiempo había pasado tan rápido? Recordó que, al ser los cuatro tan parecidos y con nombres tan similares. Reiju solo podía diferenciarlos por el color de sus cabellos y empezó a llamarlos de acuerdo a estos.

Para Yonji, sus palabras tenían otro significado. Ya que antes, el apenas y podía ver a Reiju. Porque el solo mirarla, era demasiado doloroso. No podía ver en ella otra cosa que no fuera a la razón por la que su madre había muerto. Sin embargo, ahora más que nunca deseaba escuchar esas palabras todos los días.

Era inevitable para Ichiji no sentir un ligero sentimiento de culpa, si él no los hubiera dejado solos desde un principio, quizás hubiera podido evitar la reacción en cadena que termino por absorber a cada uno de ellos. Pero no había razón para lamentarse por errores pasados. Los cinco finalmente estaban reunidos nuevamente y ahora.. con un único propósito en mente. 

Bueno… al menos tres de ellos.

Y aunque una pequeña parte de él le decía que quizás estaba cometiendo un error. Llegado al punto en el que se encontraban, era lo mejor para Reiju. A fin de cuentas, ya no sabía hacia donde apuntaba la brújula y para bien o para mal; estaban juntos en esto..

–Yon – En verdad odiaba interrumpir ese momento, pero...

Su llamado fue percibido por el peliverde, a través de sus ojos, Yonji le hizo una petición silenciosa «Solo unos minutos más». Pudo sentir la intensa mirada de Niji sobre él, y Sanji había cruzado los brazos, presionando aligerante su puño. Un tic que solía presentarse cuando se ponía extremadamente nervioso y adquiría unas ganas irrefrenables por fumar, para tratar de calmar un poco su cabeza.

Yonji arrastro ligeramente su silla de ruedas con Reiju sentada sobre él. Solo para que al llegar a donde se encontraban los Vinsmoke restantes, Ichiji tomara entre sus brazos a Reiju, cargándola por debajo de los hombros y la sentase encima de él.

Vos souhaits sont des ordres, mademoiselle.

Merci, Ichiji.

Reiju nunca dejaría de asombrarlos, era el ser más fuerte que jamás habían conocido. A pesar de haber vivido tanto dolor siendo tan joven, su mirada podía transmitir una paz innegable. 

–..Reiju, tenemos que hablar – Ichiji obtuvo la completa atención de la niña con característica seriedad – ¿Recuerdas la promesa que te hice de ir ver Ana Karenina?

– Si claro ¿Por qué? ¿A-Acaso Iremos? – Al ver ni una pisca de gracia en el rostro de Ichiji, supo que no estaba bromeando. La expresión de Reiju paso del asombro a la alegría absoluta –¡No puede ser! ¿Es enserio, Ichi? – No pudo controlar la emoción ante las palabras de Ichiji.

A fin de cuentas, para ella la lectura había convertido uno de los mejores pasatiempos con los que pudo contar al pasar tanto tiempo en casa y a medida que devoraba libros y libros, no pudo evitar caer enamorada ante la literatura rusa. La hechizante prosa de Tolstoi, el realismo de Gorki y la crudeza de Dostoyevski. Obras como La madre o Crimen y Castigo, solo eran la punta del Iceberg. Sin embargo, Ana Karenina era su debilidad.

Quizás al estar tan ilusionada con la noticia, no callo en cuenta de furiosa mirada que Niji mostraba hacia sus hermanos, y de cómo chasqueo los labios, molesto. Mientras se dirigía a la ventana para no tener que desgraciar a su vista con sus horribles rostros.

Algo que resultaba ilógico si tenía en cuenta que compartían exactamente los mismos rasgos..

Y a pesar de que Reiju no recalco en la actitud de Niji, si pudo hacerlo en otro detalle que recordaba claramente – Espera un segundo Ichi, hay algo que no llego a comprender. Pensé que el Drury Lane recién estrenaba la obra en seis meses.

…Seis meses…

Ese maldito número se repitió como una infinidad de replicas en la mente de Sanji.. ¿Qué sería de ellos en seis meses? No lo sabía, ni deseaba averiguarlo. A pesar de ello, si sabía que sería de ellos en las próximas seis semanas..

–Permite que yo te lo explique Reiju. – En momentos como ese agradecía tanto el haber aprendido a forzar sus emociones con Sora. Reiju necesitaba esto, mucho más de lo que ellos necesitan de la niña. – Tal vez Ichiji sea un gran economista, pero es un pésimo comunicador.

–¡Y que lo digas Sanji! – El peliverde le respondió con una falsa sonrisa, siguiendo el juego de Sanji – Yo ni siquiera fui a la universidad y se cómo expresar mis ideas mejor que él.

–…Estúpidos – A pesar de que comprendía el encriptado lenguaje de Sanji, estaba seguro de que ese insulto lo decían desde el fondo de sus pensamientos.

Sanji ignoro la desidia con la que Ichiji lo insulto y continuo el hilo de su conversación con la pequeña –Tienes razón Reiju, en Londres, la obra recién se estrenará el próximo año, pero.. – Hizo una pausa apropósito para ver divertido como la curiosidad de Reiju crecía cada vez más – Ichiji en ningún momento menciono que veríamos la obra en el Drury Lane

«–¡Reiju merece más que un hospital! Solo les pido, que sea cual fuese la decisión que tomen. No olviden que es lo que ella representa, y si serán capaces de vivir sin eso en sus vidas. 

Pensar en las palabras de su abuelo le dio la convicción necesaria. Esta decisión no los hacia felices, pero en esta situación, lo que ellos sintiesen había dejado de importar..

–Iremos al mismísimo Bolshói.

–¿¡Q-Que!? ¿¡Iremos a Rusia!? – Por unos instantes sintió sus pulmones quedarse sin oxígeno y creyó que tendría otra recaída.

–Rei.. – Sanji trato de tranquilizarla, pero fue en vano.

–P-pero ¿Qué hay de sus trabajos? y-y el abuelo y-y.. el hospital ¿Acaso–

–Reiju –El pelirrojo logro calmar todas las dudas y temores de su hermana con su llamado.

Sabía que era una noticia algo inesperada, pero sin contar las opiniones de ellos. Esta sería una de las cosas que harían más feliz a Reiju. No más hospitales, no más tratamientos, no más agujas... no más dolor, para ninguno.

La discusión que tuvieron en la habitación de Yonji se amplió por horas. Mas que nada porque, a pesar de que Sanji, Yonji e inclusive él, estaban de acuerdo con que esto era lo que Reiju más deseaba, Niji no era capaz de aceptarlo. Dejarlo todo de lado, para cumplir el último deseo de Reiju era una reverenda estupidez a sus ojos. E incluso les grito por diez minutos seguidos de que eran unos «cobardes». Para él, el camino a seguir era claro. Tenían que quedarse y luchar, no podían tirar todo lo que habían conseguido por la borda.

Ichiji lo medito con mucho cuidado. A fin de cuentas, se trataba de la vida de Reiju. ¿Si Niji estaba en lo cierto? ¿Si no todo estaba dicho? Era una posibilidad. Desgraciadamente, eso significaría someter a su pobre hermana a más días de dolor y angustia… algo con lo que ella no contaba ni merecía.

Si no podrían conseguir otro donante de medula, al menos le daría un buen uso al dinero de Katakuri y le brindaría a su hermana los mejores momentos de su vida…

 …de lo que le quedaba de vida…

Si por lo menos le podía dar eso, haría un último esfuerzo y fingiría ser feliz por ella, solo hasta que el momento llegue y Reiju se pueda ir con una sonrisa en el rostro.

Aunque eso quizás signifique el golpe definitivo de su vida.. lo llevaría a cabo, solo por ella.  

–..Nada de esas cosas tienen relevancia ahora, Reiju. Ya no tienes por qué seguir sufriendo, esta será la última vez que estemos en un hospital… Tu cáncer y todo lo que este relacionado con él, se quedan aquí..

Esas palabras lograron embargarla completamente. Llenándose de una emoción tal, que no había experimentado desde que su calvario había empezado. Las cadenas invisibles que la amarraban a su desdichada enfermedad y a una lucha constante; y sin tregua, de conocer amigos para luego perderlos, de luchar contra la leucemia para luego recaer.. finalmente se habían roto.

Sentía que se estaba liberando del cáncer a pesar de saber que su cuerpo aún se encontrase lleno este.

Los gemidos y llantos no se hicieron esperar; pero no eran llantos de dolor, sino de alegría.

Finalmente podía ser libre.

Gracias, Gracias – Sus palabras eran apenas entendibles entre tanta emoción, pero solo con ver su reacción..

Estaban convencidos de que era lo correcto.

El llanto de Reiju fue creciendo a medida que rojo, amarillo y verde la abrazaban... Sentir ese calor, era lo único que necesitaba... pero faltaba alguien.

Fue entonces que su vista se posó en Niji, había apoyado su vista sobre la venta y se percató que tenía los hombros tensos. Ni siquiera tuvo que llamarlo cuando este volteo. Por un momento pensó que estaba alucinando cuando vio que el peliazul pasaba rápidamente la parte transversal de su manga por sus azules ojos.

No.. era imposible que Niji haya estado llorando.

–¡Escúchame bien, mocosa! – Demando molesto.

–¡Niji! ¡No te atrevas a-! – Antes de que Sanji le objetara cualquier cosa y de que Yonji lo amenazara de muerte, los mando a callar.

–Reiju.. – Esto seria, por lejos, lo más duro que tendría que hacer en su vida – ..Mas te vale que te guste Moscú ¡Porque no nos vas a exponer al jodido invierno ruso, solo por la historia de una maldita neurótica con serios problemas de amor propio! ¿Está claro?

A pesar de las duras palabras, Reiju se sonrojo ante estas. Ella podía entender el verdadero mensaje tras los fuertes comentarios de Niji. – Solo alguien como él podía llegar a ser tan dulce y acido a la vez –Termino tendiéndole una mano al peliazul que, a regañadientes, él sujeto.

– Niji, la historia va mucho más allá que los problemas entre Ana y Alekséi, pero está bien. ¡Estoy segura de que nos divertiremos mucho!

 

 

………………………………………………………

 

 

Se habían quedado toda la tarde planeando lo que harían las próximas semanas. Realmente estaba sorprendido, hacía mucho que no veía a Reiju tan ilusionada. – y no podría estar más feliz por eso – A medida que fueron pasando las horas, solicito que trasladaran a Yonji a la misma habitación de Reiju para que todos pudieran permanecer juntos.

No habían pasado mucho tiempo de aquello, pero fue inevitable que Niji y Sanji sucumbieran ante el merecido descanso que sus cuerpos les exigían. A fin de cuentas, a diferencia de él, sus hermanos no habían dormido en absoluto por casi dos días.

Y solo ahora, en la oscuridad de la noche e iluminado únicamente por la fuerte luz de luna, era que Ichiji velaba silenciosamente el sueño de cada uno desde el sofá.

Una escena imborrable, un momento único que deseaba por un instante, se hiciese eterno..

Le causaba gracia que Sanji prácticamente tuviera amarrada a Reiju de sus brazos e increíblemente, la niña parecía estar cómoda en esa posición, Yonji no paraba de roncar en la camilla continua – y de seguir así, más temprano que tarde lo asfixiaría con una almohada – Niji había optado por el sofá más grande y gracias a Cosette; que trajo mantas y almohadas extras; no terminaron titiritando de frio.

Quizás fue la soledad, o el simple hecho de encontrarse en paz consigo mismo. Lo que le permitió a Ichiji ver desde otra perspectiva todo lo que había vivido hasta ahora. Por mucho tiempo estuvo tan obsesionado con el futuro, que nunca fue capaz de detenerse a pensar que su presente se esfumaba frente a sus ojos.  

Ya estaba harto de cometer ese error.

Había dejado pasar mucho tiempo, y era hora de disfrutar del tiempo que les quedaba.

..Del poco tiempo que les quedaba..

Y para eso, sabía bien lo que tenía que hacer… mañana a primera hora estaría en la firma.

Con ese pensamiento claro en su mente, se dispuso a ir dormir, aunque fuese solo unas cuantas horas. Estaba convencido de que mañana sería un día muy largo y necesitaba descansar. A pesar de que ese incomodo y horrible sofá hiciera esa tarea casi imposible.

Sin embargo, al sentir una sombra por el rabillo del ojo, supo que su sueño se pospondría un poco más. No tenía que verlo para saber que era él, ninguna otra persona en ese hospital tendría un sombrero tan extraño.

 –¿Qué haces aquí?... Law.

No fue brusco, ni irrespetuoso. De hecho, francamente estaba sorprendido de ver al oncólogo nuevamente. A fin de cuentas, ese sujeto había puesto en riesgo su carrera por ellos y la forma en la que él le devolvió el favor... no fue precisamente la mejor.

–No es por ti – Le enfatizo el mayor.

–De eso no tengo dudas. Supongo que debe ser por la solicitud de alta para Reiju ¿No es así?

Ni siquiera había la necesidad de responder, era obvio. Necesitaban la autorización del médico titular de Reiju – su autorización – para que esta pudiera salir del hospital.

 

Tuvo que leer repetidas veces el contenido de las hojas que le llevo Tsuru para que su cerebro pudiese asimilar adecuadamente la información que se encontraba en esos papeles. Desgraciadamente, la solicitud era clara. Al ya no existir, al menos virtualmente, un tratamiento efectivo contra la enfermedad de Reiju. Los Vinsmoke habían solicitado al hospital un alta inmediata para poder llevarse a la pequeña.

 

Su primera reacción, fue el querer llamar a servicios sociales para solicitarles que declarasen en incapacidad a los Vinsmoke ¡No podía creer que después de todo lo que había ocurrido, decidieran abandonar todas sus esperanzas! pero – gracias a una especie de ente superior o algo así – Robin se encontraba a su lado en esos momentos; y fue ella quien logro hacerlo entrar en razón sobre la gran estupidez que estuvo a instantes de cometer.

Robin logro conseguir que él admitiera una realidad que tanto Sengoku como la morena habían podido reconocer, pero que él aun no lograba aceptar del todo; y era que..

Hacía mucho que Reiju había dejado de ser solo una paciente a sus ojos. 

Y por ese mismo motivo, debía estar completamente seguro de cierto asunto.

–Solo preguntare esto una única vez – El oncólogo se acercó sigilosamente hacia el mayor de los Vinsmoke y viéndolo directamente a los ojos fue que hablo – ¿Están seguros de que desean hacer esto?

En vez de soltar una respuesta acida e hiriente, Ichiji solo mostro una sonrisa melancólica –Hoy.. fue la primera vez en mucho tiempo que vi a Reiju tan contenta. Quizás fue por el hecho de que finalmente estaría libre de este horrible lugar, o tal vez el sueño de conocer la utópica ciudad de la que tanto ha leído a través de las palabras de Chejóv… Si te soy franco, no lo sé cuál es la razón, pero tampoco me interesa.

–Mi único deseo es que la felicidad en los ojos de Reiju no desaparezca nuevamente.

Law se mantuvo en un silencio absoluto, analizando cuidadosamente cada palabra dicha por el pelirrojo, y únicamente cuando llego a una conclusión fue que le devolvió la mirada.

–…Hare todos los procedimientos necesarios para que Reiju salga del hospital mañana. – Y tan rápido como llego; se fue de la habitación. Dejando a Ichiji, nuevamente, sumido en el más absoluto mutismo.

Empezó a recorrer los vacíos y oscuros pasadizos del hospital en silencio... ¿A cuántos niños había visto por esos mismos corredores? Y ¿A cuántos había perdido en el proceso...?

A través de las palabras de Ichiji, pudo recordar la historia de cierto niño.. Uno que vivía en las calles, que dormía entre cajas de cartón y robaba comida constantemente solo para poder sobrevivir.

Para que ambos pudiesen sobrevivir..

«–Hermano, quizás ya no deberías hacer esto ¿Qué pasara si un día te descubren? 

«–Descuida, voy a estar bien.

«–P-Pero.. Quizás deberíamos...

«–Nosotros vamos a estar bien. ¡Deja que me encargue de todo! – Trato de reconfortarla con una cálida sonrisa – ..Yo siempre te protegeré, Lami.

Aquellos cálidos abrazos que le brindaba con su minúsculo cuerpo eran razón suficiente para luchar cada día por sobrevivir..

 

………………………………………………………

 

Apenas ingreso, no les prestó atención a los grandes y excéntricos diseños de las paredes, tampoco a los jarrones de colección o de cerámica china, ni a las inmensas arañas de cristal que señalaban el camino de aquel amplio corredor. Avanzo a pasos raudos y duros, pero antes de continuar el camino hacia su objetivo, Babyfive apareció frente a él para tratar de detenerlo, desgraciadamente para la joven ama de llaves, fue inútil.

–¿Qué es lo que te pasa, idiota? ¡No te puede presentar así frente al Joven amo! –

–¡Oye Law! Espera... – A lo lejos creyó escuchar la voz de Buffalo, pero lo ignoro.

Necesitaba verlo..

–La verdad no creo que sea para tanto…

La nerviosa risa de Rebecca no lo engañaba..

–Ay ¡No seas tan modesta! ¿Tienes idea de todas las chicas que morirían por estar en tu posición?

Escuchar su voz solo lo hizo avanzar a mayor velocidad...

–¡Vamos Rossi! Déjala en paz.

De inmediato pudo reconocer a la esposa de Doflamingo..

–En esto concuerdo plenamente con Rosinante. En verdad has logrado algo apoteósico, y no solo hablo por mi cuando digo que estamos inmensamente felices por ti, Rebe..–

Doflamingo tuvo que detener su discurso ante la imagen que se posó frente a sus ojos y que hundió en la absoluta sorpresa a los otros tres comensales de esa mesa, pero, aún más al Donquixote menor, que vio horrorizado la imagen de su hijo sobre el marco del comedor..

–¿L-Law?

Corazon estaba sin palabras... parecía que su hijo hubiera dado una verdadera maratón por su vida, ¿Qué rayos le había pasado? Su respiración se encontraba fuera de control y estaba lleno de sudor a pesar de estar a solo cuatro grados allá afuera, pero de lejos, lo que más le asusto fue esa mirada en los ojos de Law..

Era la misma mirada tan carente de vida que vio cuando sus caminos se cruzaron por primera vez..

Rebecca fue la primera en reaccionar al ver es estado del pelinegro, trato de levantarse para ir hacia él, pero de inmediato su intento fue retenido por una cautelosa Violet que la devolvió a su asiento de un rápido tirón.

Él único que debía actuar en esta situación esa Rossi…

–¿Me puedes explicar que está pasando aquí, Rosinante? – Los cuestionamientos de Doflamingo no se hicieron esperar. ¿Qué rayos pasaba por la mente de ese chico como para aparecerse frente a ellos de esa forma?

–..Hijo – Corazón trato de llamar su atención, ignorando las palabras de Doffy, pero, Law ni siquiera se detuvo a escucharlo.. – ¡Law! ¡Regresa aquí!

Sin decir ni una palabra, el pelinegro siguió su camino por el pasadizo hasta terminar en el jardín interno de la mansión Donquixote. Empezó a caminar en círculos por la gran arboleda, pisando sin cuidado alguno a las pobres begonias que se cruzaban en su camino.

Logro sentir sus latidos a una gran velocidad, era bradicardia sin duda. Tuvo la necesidad de desabotonarse los primeros botones de la camisa ¿Acaso era un ataque? No.. imposible. No había señales de fatiga, presión alta o aturdimiento.

¿Entonces porque sentía que no podía respirar?

–¡Law! – Antes de que Corazón llegara hasta el, tuvo que agacharse para dejar salir nuevamente las arcadas que están contenidas en su tráquea. – ¡Maldición! Babyfive, agua ¡Ahora!

–¡N-No! – Solo arrodillado ante su propio vomito pudo darse cuenta de lo patético que se veía, y no deseaba que nadie más que no fuese Cora lo viese en un estado tan deplorable. – S-Solo es una crisis de ansiedad.

–¿Qué dijiste? – Corazon se detuvo al escuchar la confirmación de Law, No podía ser posible.. ¡Habían pasado años desde que Law había dejado de tener ataques de pánico! ¿Por qué precisamente ahora? ¿Qué fue lo que le paso para que desencadenase ese estado nuevamente?

Con solo ver a su hijo, Corazón sintió que se partía en dos.. aquel frívolo y duro hombre; en esos momentos no era nada más que un frágil y herido niño.

Como el mismo niño al que el rescato de una muerte segura hace más de veinticinco años..

–Law.. hijo, ¿Qué paso? – Al ponerse a su altura, lo tomo entre sus brazos sin importarle que su costoso saco se manchara de aquel jugo gástrico.

–C-Cora – ¿En qué momento había empezado a temblar? – Hoy cometí un terrible error..

–Ohh.. hijo ¿Así que de eso se trata? – Quizás la razón por la que ambos compartían un vínculo tan especial, era porque Corazón conocía y comprendía perfectamente todos los miedos y temores de aquel joven de apariencia tan siniestra. Porque sabía que detrás de ese muro de hielo, existía una de las almas más bondadosas que jamás hubiera visto. – Estoy seguro de que no es nada que no se pueda arreglar, tus pequeños pacientes son unos tigres ¡Siempre encuentras la forma de salvarlos a todos! 

Cuando Law le comunico que cambiaría su especialidad de cardiología a Oncología pediátrica; se sintió increíblemente orgulloso, pero también muy triste – y no solo eran por los más de doscientos cincuenta mil dólares que pagaría en Johns Hopkins – Sino, porque sabía que su hijo tendría que estar en constante contacto directo con la muerte.

Y para alguien con tantos traumas infantiles como Law, no estaba del todo seguro de que fuera lo más adecuado – Le tomo mucho tiempo poder superar su trastorno de pánico, prácticamente toda su infancia – Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta que ese era el verdadero camino de su hijo.

–N-No ¡No! Cora, esta vez no ¡No la pude salvar!

–Law…

Law siempre supo que cada error significaba la muerte de una persona y aun podía recordar claramente las caras de cada uno de los niños que había perdido. Pero Reiju era diferente, ella había logrado tocar una parte muy recóndita de su mente. Una a la que solo otras dos personas pudieron llegar..

–Cora… – Nunca admitirá esto en circunstancias normales, pero en vez, en verdad necesitaba desahogarse – Extraño mucho a Lami…

El dolor en el pecho del rubio solo aumento al escuchar aquella desgarradora revelación de su hijo. Nunca sería capaz de borrar de su mente ese fatídico pero también maravilloso día. – En el que sus caminos se cruzaron por primera vez – Pero, tener que ver a un pobre pequeño que ni siquiera sabía diferenciar entre la vida y la muerte.. Tratar de hacer reaccionar al cadáver de su hermana…

Nunca borraría esa imagen de su cabeza.

Aquel niño, que se encontraba oculto tras un oscuro callejón, que entre sus brazos sostenía a lo que parecía ser una niña, pero…. Ella no se movía.

«–.. Lami, ¡Ya pude conseguir comida! –

Corazón no pudo creer el estado tan deplorable de ambos niños, eran prácticamente esqueletos.

«–¡V-Vamos Lami! ¡Abre la boca! ¿Acaso estas dormida? ¿¡L-Lami!?

Únicamente podría atribuir al destino su encuentro con Law. Porque de no haber sido el caso ¿Qué hubiera sido de la vida de aquel pobre chico si él no lo arropaba entre sus brazos? Quizás hubiera sido seguir el camino de su hermana o algo incluso peor…

Él nunca vio al galardonado y afamado médico, para él era su hijo, Law. El mismo niño que se cruzó en su camino aquel día de crudo invierno; el mismo niño despertaba en las noches a gritos por las crudas pesadillas que lo perseguían constantemente; y el mismo niño que ahora volvía a tomar entre sus brazos, consolándolo por un error que como siempre él no había cometido, pero aun así aceptaba cargar con la culpa..

–Law… No pude haber criado a un mejor hombre. En verdad no me equivoque cuando decidí incluirte en mi vida.

 

………………………………………………………

 

Antes de que Sanji terminase de contar su relato a Thatch, en el que entre muchos detalles, le explicaba el verdadero motivo de su larga ausencia. Su jefe ya tenía una de sus manos raspando fuertemente su entrecejo y es que no era para menos. Nunca fue partidario de usar su posición casi aristocrática, ya que lo consideraba algo muy bajo – A menos claro, de que estuviese relacionado a hermosas mujeres despertando en su cama – pero ¡Ojalá Sanji se atreva a decirle el nombre de ese maldito hospital!  Para así poder aplastarlos con todo el peso del Conglomerado Newgate.

¡Joder! Si hasta él se sentía indignado y ni siquiera tenía un parentesco con la hermana de Sanji. ¿Cómo era posible que existiesen tales hijos de puta respirando en el mundo?

Soltó todo el aire contenido sus pulmones y le levanto de la silla de su escritorio para ir hasta el rubio y agacharse hasta ponerse a su altura – Sanji, en verdad eres una persona admirable. No tienes idea de lo que vales, hijo.

–..Thatch, yo… no te digo esto porque quiera tu lastima – Lo último que deseaba era dar pena frente a su jefe, pero sabía que tenía que ser completamente honesto con Thatch.

–¡Y lastima es lo último que tendrás de mí, estúpido! Lo que trato de decirte, es que en verdad te has ganado mi respeto. Digo, no es que no lo tuvieras, pero; enfrentar todo lo que tú y tus hermanos han enfrentado; pocos serian capaz de llevar tal responsabilidad sobre sus hombros.

–Gracias Thatch..

–Y ahora... ¿Cuándo planean irse? – El no aceptaba ni repudiaba la decisión que habían tomado Sanji y su familia. A fin de cuentas ¿Quién era él para hacerlo de todas formas? Cumplir el último deseo de una niña moribunda no era algo egoísta, de hecho, era la mayor muestra de sacrificio y desinterés que había visto en mucho tiempo.

–En dos días, aún tenemos que hacer un par de cosas aquí. – Trato de sonreír, pero no podía evitar sentirse un tanto decaído, no era por estar inconforme con la decisión, pero pensar que era el último viaje que harían con Reiju, en verdad lograba derrumbarlo – No soy muy fanático de las temperaturas extremas, pero Reiju está muy emocionada.

–Sabes.. – Thatch se froto el cuello mientras buscaba las palabras adecuadas, quería hacer algo por el chico, pero en verdad no sabía cómo. La situación de Sanji era muy compleja – Uno de mis hermanos, Jozu, tiene una residencia de invierno en Arbat, le podría decir que se las preste durante todo el tiempo que estén en Moscú.

–No, Thatch, no es necesario. Ya te estoy causando muchos problemas dejándote sin cocinero, no quiero que.. –

–¡Vamos Sanji, no seas ingenuo! Si no me hubieras dicho lo que paso, aun así, te hubiera despedido y me hubiera quedado sin cocinero – No lo decía enserio, pero quería que el rubio entendiese su punto – Además, créeme, a él no le importara, y en verdad hasta nos harían un favor si la usan. Ese idiota compro la propiedad hace ocho años y nunca ha puesto un pie en Rusia desde entonces.

..Claramente eso también era mentira. Para la World Cup de Rusia, prácticamente toda su familia se mudó a esa casa y él la usaba al menos una vez cada seis meses..

Sanji tomo con mucho aprecio el ofrecimiento de su jefe; Thatch era una buena persona, – con unos cuantos problemas de faldas y alcohol – pero agradable, a fin de cuentas. No pudo haber tenido un mejor ambiente laboral, y posiblemente esa era una de las razones por las que le dolía tanto renunciar... 

Pero por Reiju, haría cualquier cosa. Incluso dejar un trabajo que en verdad amaba..

–Descuida Thatch – Se levanto de la mesa y en un último adiós a su exjefe, le tendió la mano – y en verdad, gracias por todo.

El suspiro de derrota del mayor fue muy sentido por Sanji; pero aun así Thatch le devolvió el apretón con fuerza – No Sanji, soy yo quien tiene que agradecerte. Fuiste el mejor cocinero que pude tener. ¡No tan bueno como yo, por supuesto!, pero, me hubiera gustado enseñarte muchas cosas más. Eres toda una promesa en este mundo tan competitivo que es la alta cocina; y si es que algún día decides regresar a Londres, recuerda que aquí siempre tendrás las puertas abiertas.

¿Regresar? Esperaba que al menos quedara una parte de él pudiera regresar..

Quiso responder a las halagadoras palabras del castaño pero antes de hacerlo, la puerta de la oficina de Thatch sonó de un portazo, y detrás de esta se encontraban Rika y Vivi, ambas con lágrimas con el ojos..

Agh, ¿Estuvieron espiándonos? ¡Les dije que espera..! – Pero antes de que Thatch terminase su frase, ambas chicas ya estaban adheridas al rubio.

–¡Sanji! – Su nombre era lo único que podía entender entre las miles de palabras llenas de gemidos que salían de Rika – ¡T-Te vamos a extrañar mucho!

–Sanji, tu.. – Vivi a pesar de estar un poco más tranquila que su amiga, por dentro se sentía igual de impotente – Tu en verdad… Estoy segura de que Sora debe estar muy orgullosa de ti, eres un chico maravilloso.

–Chicas.. – Rayos, lo último que deseaba era llorar – Gracias por apoyarme en todo, jamás se los podre pagar..

–No Sanji.. soy yo la que... –

–Vivi, tu estuviste conmigo desde el principio, incluso desde antes. No sé qué hubiera sido de mi sin tu ayuda.

–S-Sanji.. – Las lágrimas de Vivi se acumulaban desbordantes en sus ojos, ¿Por qué todo debía terminar de esa forma? 

Ella era una de las pocas que, había visto en primera persona toda la metamorfosis por la que pasaron Sanji y su familia. La Vivi de hace nueve años jamás hubiera creído que los Vinsmoke pudiesen sobreponerse a todas las desgracias y perdidas a las que se tuvieron que enfrentar. Ellos lograron romper sus cadenas, y ahora; habiendo llegado al epilogo de sus caminos. Lo que más deseaba, era que la misma razón que los unió, ahora más que nunca, los mantuviera juntos para siempre.

–Sa-Sanji.. yo.. yo – Ni siquiera podía continuar, pensar que la pequeña que conoció siendo apenas una bebe, recordar el sacrificio de la madre de Sanji – A la que consideraba una de las mujeres más admirables que jamás pudo conocer – y la forma tan cruel en la que el padre de Sanji los elimino de sus vidas.. Ellos habían soportado muchas cosas, y no era justo.

–Vivi, está bien. Ya no llores más, por favor. – Ella no le debía nada, Vivi ya había hecho suficiente por él y su familia. 

–Esto es inaudito – Si para ella era muy difícil aceptarlo, no se imaginaba como debió haber sido para los cuatrillizos – ¡Se supone que yo debería estar consolándote y no al revés!

Pero lo más sorpréndete, vino cuando los tres chicos escucharon un ligero gemido del lugar donde se hallaba Thatch, el cual se estaba cubriendo el rostro, tratando inútilmente de ocultar su semblante frente a sus jóvenes empleados.

–Señor Thatch ¿A usted también le duele que Sanji se valla, no? – Pregunto Rika al ver los ligeros, muy ligeros, espasmos de su jefe.

–N-No digas tonterías, dulce Rika.. Y-Yo, yo solo recordé que este idiota quemo mi costosa estufa... N-Nada mas.. Agh ¿A quién engaño? Vamos ¡Vengan aquí! Solo haremos esto una vez.

–Señor Thatch, a veces usted es tan estúpido. – Los presentes no pudieron evitar soltar unas risas tras el comentario de Vivi, y entre los cuatro, se dieron un último gran abrazo.

Uno que Sanji en verdad disfruto, porque quizás, esa sería la última vez que los vería..

–Esto es tan raro – No dejaba de ser algo insólito para Sanji ver a Thatch en esa situación, pero al menos se llevaría un buen recuerdo de ese lugar.

–Lo sé.. ¡Y si se lo dicen a alguien juro que yo–!

–¡¡Thatch!! ¡Tenemos un problema!

Apenas escucho el grito de Squard, – jefe de meseros del restaurante – como si los chicos quemaran, Thatch los soltó en un santiamén.

–Squard ¿Qué es lo que quieres? ¿¡Que no ves que nos estamos lamentando por mi estufa!

–¡Al diablo con tu maldita estufa, Thatch! ¡Tenemos cosas más importaste con las cuales lidiar! Hay un miembro de la familia Charlotte en la puerta y..– El viejo capitán de meseros tuvo que devolver la vista de donde vino al escuchar los fuertes gritos que estaban tomando lugar en el primer piso del restaurante y que todos los presentes en esa habitación pudieron escuchar claramente.

–¡Señorita Charlotte! No puede ingresar allí, es área restringida.

–¿Tienen idea de con quien están tratando? Para mí no existen las “áreas restringidas”.

–Squard ¿Qué diablos? – No podía permitir que esa clase de escándalos ocurrieran en su restaurante.  

–Oh no… no puede ser – Sanji pudo reconocer esa voz, pero no.., ¡Era imposible que..!

Squad trato de hacer un último intento por detener su paso, pero fue inútil.

–¡Acércate un solo centímetro más y juro te arrepentirás de haber nacido!

No había duda, ese tono tan altanero y desafiante... solo podía ser el de ella.

A medida que el viejo Squard retrocedía el paso, todos pudieron ver a la persona a la que pertenecía esa fuerte voz y el bello rostro que se perdía tras la mirada furiosa de una jovencita con largos cabellos toffie…

–¡Oh, Dios mío! ¡Esto no puede estar pasando! – Rika se llevó las manos al rostro completamente anonada. Este debía ser por lejos el mejor día de su vida – T-Tu eres..

–..Pudding – Bien, de todas las cosas que le habían pasado, por mucho, esta era la más extraña y no era para menos ¿Cómo rayos fue que ella lo pudo encontrar? – ¿Pe-Pero que estas..?

Cuando la castaña pudo reconocer la voz de Sanji, de inmediato sus duras facciones se suavizaron.

 – Sanji, ¡Finalmente te encuentro!

 

………………………………………………………

 

Cuando Ichiji puso un pie frente al imponente edificio de la firma, no fue capaz de suprimir el inmenso pavor que le causo ver nuevamente esos vidrios polarizados. Sentía que no veía el edificio desde hace décadas. Inconscientemente, había hecho su trayecto lo más extenso posible hasta The City, pero eso no evito, que tarde o temprano llegara a su destino en algún momento tendría que enfrentar las consecuencias de sus actos..

No.. ¡No podía permitir que sus emociones le jueguen en contra nuevamente!

¡Era Vinsmoke Ichiji! y quizás ya no contaba con los privilegios y beneficios de su linaje, pero jamás iba a agachar la cabeza ante nadie. ¡Ni mucho menos ante él!

Y con su orgullo en alto se dispuso a ingresar hacia aquel rascacielos. Sin embargo, desde el momento en el que paso su ID, por la barrera de acceso, y a medida que se adentraba cada vez más y más dentro de aquella poderosa firma. Pudo percatarse de algo...

Todas las personas con las que se cruzaba tenían la mirada fija en él..

Ignorando todos los vistazos, se abrió paso lo más pronto posible al ascensor. – Quizás solo eran suposiciones suyas – Pero no pasaría mucho antes de que Ichiji se golpease de lleno con la realidad, ya que, al poner un pie en su piso de trabajo. Absolutamente todos los miembros del departamento de convalidad financiera; incluyendo a los empleados senior, junior, asistentes y practicantes, posaron sus ojos en él.

Tratando de evitar el incómodo momento, apresuro su camino lo más que pudo hacia las oficinas centrales e ignorando a todos los presentes, se encerró directamente en su pequeña oficina.

–..¿Qué es lo que está pasando? ¿Acaso todos se volvieron locos? – Se preguntó en voz alta.

¿Por qué todo el mundo lo vería como si fuera un bicho raro o algo por el estilo?

–Eso mismo digo yo.. Ahora, me puedes explicar ¿¡Qué demonios haces aquí Vinsmoke!?

El fuerte grito que escucho a sus espaldas, lo hizo voltearse de inmediato y quedar hecho piedra al ver a nada más y nada menos que a Drake..

¡A X Drake!

¡¡A X Drake, en su oficina!!

–D-Drake ¿Cómo que..? ¡Esta es mi oficina! ¿¡Qué haces tú aquí!? – Le reclamo ofuscado ¡Esto ya debía ser el colmo!

–¿Acaso una piedra te callo en la cabeza?

Antes de que Ichiji le contestara de la forma más refinada posible «Que se fuera hacia el mismísimo infierno y que no se molestase en regresar.» Recapacito por unos segundos las palabras de Drake, y no pudo más que llevarse la mano al rostro por su estupidez..

¡Había sido nombrado como el nuevo jefe de Contabilidad hace menos de una semana! Maldición, su cabeza estaba hecha un desastre desde hace días.

–¿Ya terminaste tu debate mental, Vinsmoke?

–¡Esto no me puede estar pasando!

–..Lo mismo digo – Pronuncio derrotado el castaño. ¿Cómo era posible que alguien como él haya terminado rebajado de esa forma? y aun peor ¡A causa de un estúpido niñato! Estaba completamente convencido que su padre, aquel que prácticamente entrego su vida entera a aquella firma, se estaba revolcando en su tumba en esos momentos.

Y lo peor era que, aun tenía que cumplir una última orden directa del desgraciado de Queen...

–Bien, Vinsmoke. – Se apresuro al levantarse de su silla – Ahora que tus queridas vacaciones finalmente terminaron, ven conmigo.

–Espera un segundo Drake, yo.. – Rayos, como iba a explicar esto –..Necesito hablar con King y Queen sobre–

–¡Harás lo que se te venga en gana luego de que te explique todo lo que tienes que hacer de ahora en adelante! – Lo corto de inmediato – Además, aunque quisieras no podrías hablar con los desastres; ellos junto con él CEO se encuentran en Alemania en estos momentos.

¿Qué cosa?

Eso significaba que ¿¡Katakuri se encontraba fuera del país!? Entonces en verdad se fue hacia Múnich luego de.. nuestro encuentro.

Quizás era la primera vez en su vida que algo salido de la boca de Drake lograba ponerlo de buen humor ¡Que Katakuri no estuviera en Londres reducía a menos cero sus problemas! 

Solo por eso le siguió la corriente al castaño sin replicar – A fin de cuentas, nada en el mundo cambiaria su decisión y no quería que después de hoy, King y Queen tuvieran aún más razones para poner una recompensa por su cabeza – Empezaron a caminar atreves de los iluminados pasadizo del lugar y fue solo cuando pasaron al lado de Bonney, que Ichiji pudo sentir un aura nada agradable.

–Buen día, Ichiji – A pesar del cortes saludo Bonney tenía una mirada cargada de desprecio, pero sorprendentemente para Ichiji, no estaba dirigida hacia él ¡Sino a Drake!

¿Qué tanto podía cambiar en solo cuatro días de ausencia?

Cuando finalmente llegaron a su destino, Drake abrió la puerta e ingreso directamente, pero fue Ichiji el que hizo una ligera pausa, deteniéndose por unos instantes ante la enorme puerta de cedro.

 

Vinsmoke Ichiji

General Manager of Finance & Accaunt

 

Era increíble... su asenso ya era un hecho.

Sin darse cuenta, sus dedos trazaron aquella placa que metal que brillaba intensamente en el ingreso de la gran oficina que antes era propiedad de Drake; y ahora llevaba su nombre.

¿Esto en verdad estaba pasando?

–¡Apresúrate Vinsmoke!, no tengo todo el tiempo del mundo.

–¡Pues será mejor que te hagas tiempo, Drake! No estas tratando con cualquier asistente. Te recuerdo que ahora yo, doy las reglas aquí.

Ya estaba harto de la actitud de ese mediocre resentido. Por primera vez en su vida, alguien fue capaz de reconocer su talento y no por ser “el hijo de…”. Así que, aunque solo fuera a disfrutar un día de lo que con tanto esfuerzo se había ganado, lo haría con creses.

–¿¡Que cosa dijiste!? – La cara de Drake no tenía precio.

–Y dirígete a mi como Señor Vinsmoke.

–¡Escúchame bien, hijo de…! – Antes de que Drake cometiera el que quizás sería su ultimo error en esa firma, se contuvo. – C-Claro Señor Vinsmoke.

–Perfecto – Y con una convicción absoluta se adentró a lo que era su nueva oficina – Ahora, explícame todo con lujo de detalles.

–Como quieras… –

Wow estaba seguro de que en cualquier momento le explotaría la cabeza a ese hombre.

Pero Ichiji ignoraba que Drake le tenía un pequeño regalo de bienvenida y la sonrisa de Drake se tornó cínica cuando señalo con la mirada todos los files que se encontraban desbordando el escritorio.

Vamos a ver si ahora quieres seguir jugando, payaso; pensó el castaño.

–¿Q-Que? ¿Qué rayos es esto? – ¿Por qué se habían acumulado tantos documentos?

–Oh, lo lamento señor Vinsmoke – Ichiji pudo sentir inmediatamente el sarcástico gesto de burla en las palabras de Drake – pero una de las principales responsabilidades del departamento se basan en hacer los balances de todos los ingresos que conseguimos a través de los juicios, asesorías, clientes y audiencias que maneja la firma a nivel mundial.

–¡Eso ya lo sé! Pero no explica porque–

–Y es deber exclusivo del jefe de departamento; supervisar, agendar y distribuir cada uno de los porcentajes de ingresos hacia toda el área. De esa forma aseguramos un trabajo organizado y equitativo, pero como tú has estado ausente por tantos días, no se ha hecho ningún reparto y te recuerdo que la firma sigue funcionando aun sin ti ¡Así que todo se ha acumulado!

–P-Pero se supone que King y Queen.. –

–¿Pensaste que cuando les pediste días libre a Los desastres solo para hacer tu maldito informe de proyección financiera, ellos se encargarían de hacer tu trabajo? ¡Que iluso! Fueron ellos mismos quienes ordenaron que no se tocara absolutamente nada para que apenas volvieras te hicieras cargo de todo personalmente.

–Esto no puede ser posible.. – ¡Le tomaría semanas organizar todo! Eran… demasiados reportes.

–Si yo fuera tu empezaría de una buena vez, porque hay algo incluso más tedioso que todo este estúpido papeleo y es tener que lidiar con los COO – Y quizás la única razón por la que podría decir que no extrañaría su puesto.

–¿COO? ¿A qué te refieres?

–Me refiero a los mayores hijos de puta de esta firma – Y eso era decir poco viniendo de él – , Son los encargados de las nueve sedes que tiene Emperors a nivel mundial. ¿Qué pensabas? ¿Qué solo me dedicaba a rascarme las pelotas y ya? Porque créeme que ellos pueden llegar a ser incluso peores que una indigestión. Estoy seguro de que ya deben haber llenado tu mensajería con amenazas de muerte por no haberles mandado sus cómputos generales, ya que, ahora tu eres el único que puede ver las cifras de los balances de totales en todas las sucursales de la firma.

–P-Pero ¡Eso no tiene sentido! Se supone que las otras sedes también cuenta con su propio departamento de contabilidad.

–Eso solo es en la teoría, ellos se encargan de ingresar las cifras de sus ingresos y hacer aproximaciones. No tienen acceso a los números finales; y eso se debe a que el señor Charlotte, junto con King y Queen establecieron un nuevo sistema de desarrollo en donde cada una de las sucursales desconocieran sus ingresos y los de sus congéneres. De esta forma le permitirían a la junta directiva tener absoluto control sobre todo el dinero que sale y mas importe aun entra en las cuentas bancarias de la firma. Además, eso obligaría a las otras sedes a competir entre sí por la búsqueda de nuevos clientes y casos. Un método un tanto agresivo pero efectivo; a fin de cuentas aquí solo importa la supervivencia del más apto. Así que buena suerte, Señor Vinsmoke.

–¡Espera un segundo Drake!

¡Acaso esto era una especie de prueba o algo por el estilo! ¿Cómo lograría terminar todo esto en un día? ¡No! Debía pensar rápido y avanzar, pero.. ¡Sería imposible terminar todo a tiempo! ¡Joder! ¿Por qué solo estas cosas le pasaban a él?

 –¡Agh, al diablo!

 Ichiji no aparto de su escritorio por las próximas seis horas. Lo primero que hizo fue contestar las miles de notificaciones que habían en su bandeja de entrada, y como le advirtió Drake, la mayoría pertenecían a los COO. Algunos eran muy respetuosos al dirigirse hacia él, otros no tanto. Inmediatamente analizo y mando todas las cifras necesarias a los jefes de las sucursales y dio por sentado el asunto. También había miles de felicitaciones por su ascenso, la gran mayoría, de personas que ni siquiera conocía pero que estaba seguro, trabajaban en la firma y solo buscaban adularlo.

 Apenas termino de contestar todos los mensajes, procedió a organizar las montañas de documentos que habían sobre su escritorio, leía miles de contratos y analizaba un sin fin de boletas de pago por minuto. Sin embargo, su mayor sorpresa fue ver los millardos de billetes que cobraba la firma en honorarios a sus clientes. Había empresas que despilfarraban miles de millones de dólares por solo estar bajo la protección de ese bufete, y muchas de esas eran compañías mundialmente conocidas..

 ¿Qué rayos? ¿Acaso nunca perdían un solo juicio? ¿Qué clase de entrenamiento recibían esos abogados?

 Supo que tenía que hacer una pausa cuando se acabó la tinta del tercer lapicero que llevaba usando. Al sobar su mano, se percató que se había formado una pequeña ampolla en su dedo angular, pero lo dejo pasar.

 Podrían llamarlo loco, pero de alguna forma, se sentía muy cómodo. A pesar de tener una infinidad de trabajo amontonado, y estar contra el reloj – por muy claros motivos – una parte de él no deseaba que el día terminase. Y es que, a sus veinticuatro años, había logrado algo que siempre creyó imposible.

 Dejar de lado la sombra de su apellido y lograr ser alguien por sí mismo.

 Sabía que de encontrarse en una situación diferente, tal vez hasta hubiese disfrutado mucho de su nuevo puesto. Quizás por eso fue hasta un poco doloroso para el redactar su carta de renuncia, en la que alegaba razones familiares como principal motivo para dejar vacante su lugar en la firma.

 La carta iba dirigida explícitamente hacia Queen y es que en verdad estaba en deuda con él, ni siquiera lo conocía y le dio la oportunidad que jamás espero. Aunque eso no cambiaban los deseos homicidas que tenía sobre aquel hombre por llenarlo de trabajo hasta los dientes.

 Antes de seguir hundiéndose en más papeleo, pensó que lo mejor era entregar la carta de una vez. Se dirigió nuevamente hacia el ascensor principal y esta vez, muchos de los empleados lo saludaron efusivamente, varios de ellos felicitándolo por su reciente logro. De manera respetuosa les devolvió el saludo a cada uno; excepto a Bartolomeo, quien fue el único que intento lanzarse hacia él para agradecerle, por lo que el peliverde consideraba «El fin del reinado opresivo de Drake». Aunque casi le asienta un buen golpe por su atrevimiento, le causo mucha gracia su comentario.

 Llego de lo más calmo hasta último piso de la firma, y como no era de otra forma. Encontró a Rebecca en su puesto de siempre, aunque, se veía un poco diferente. Quizás algo... ¿Estresada?

 –Si, Si muchas gracias... No, no se preocupe…. Perfecto, los veo este fin de semana entonces ¡Adiós!

 Se podía ver a kilómetros que la joven había estado contestando llamadas todo el día. Aparentemente, aunque Katakuri estuviera fuera del país. Su secretaria aún tenía mucho trabajo por hacer.

 Cuando su cabellera rojiza entro en contacto con los ojos cafés de Rebecca, ella alzo su sonrisa de inmediato.

 –¡Hola Ichiji! ¿En qué puedo ayudar al nuevo jefe de contabilidad financiera? – Pero antes de que el joven economista pudiera responder, el teléfono empezó a sonar nuevamente – Jode.. Dame un segundo Ichiji. Esta cosa lleva sonando todo el día.

 –Descuida Rebecca, tomate tu tiempo. – No tenía ningún apuro.

 –Buenos tardes, oficina de…– Supuso que la habían interrumpido, por como Rebecca comenzó a girar los ojos – Si.. gracias… Claro, claro. Sera este sábado…. Si muchas gracias, hasta luego – La joven corto la llamada con tal fuerza que la pobre contestadora hizo un ruido un tanto extraño.

 –Ichiji, no aguanto más – Le lloró agotada – ¡Necesito desconectar este teléfono! ¡Ya estoy harta de esta maldita cosa!

 –Si estás muy ocupada entonces yo–

 –¡No, no para nada! Quédate un poco más. Es insufrible estar sola en ese lugar cuando ni los desastres ni el jefe están aquí.

 Valla paradoja, para él era todo lo contrario..

 –Apropósito, que bueno que pasaste por aquí, ¡Así me ahorras el tener que ir a buscarte! – Vio como la extrovertida pelirosa empezó a buscar entre uno de los cajones de su escritorio, para sacar lo que Ichiji reconoció como una tarjeta color rosa pálido y muy estilizada – Aquí tienes, esta es tuya y puedes llevar a un acompañante.

 Al ver como Rebecca le tendió una carta, recordó la razón por la que fue hasta allí en primer lugar e inmediatamente le entrego un sobre blanco a la joven.

 –Whow Ichiji ¿Qué es esto? ¿¡No me digas que tú también..!?

 –Es para Queen. – Le aclaro – Por favor, necesito que se la hagas llegar lo más pronto posible.

 –Mmm.. comprendo – A pesar de ver la carta algo escéptica en un principio, Rebecca no le tomo mayor importancia y la guardo entre los miles de papeles que iban dirigidos hacia los directores – Descuida, pasado mañana estará de regreso en Londres y apenas lo vea se la entregare.

 –Gracias Rebecca y ¿Me puedes explicar cuál es el significado de esto? – Le pregunto curioso al ver la carta, que más parecía una invitación, ya que llevaba su nombre escrito en esta y únicamente estaba decorada una C entrelazada con a una R en la parte central.

 –¡Oww! Bueno.. yo… ¿Cómo explicarlo? – Inmediatamente Rebecca se sonrojo completamente por la pregunta – Creo que nunca te lo mencione... y no porque no me agrades ¡De hecho es todo lo contrario! pero.. yo.. yo no suelo comentar esto a todo el mundo… pero… Veras.. yo.. yo me voy a..

 Y antes de que Rebecca pudiera revelarle el significado oculto tras ese sobre, la contestadora de su escritorio volvió a sonar y esta vez, ya no fue la dulce Rebecca quien contesto..

 –¡Joder! ¿Qué rayos es lo que quieren? ¡A menos de que no sea para comunicarse con la oficina central del CEO de esta firma, pueden irse a tomar por…!

Rebecca ¡Mujer! ¿Qué mosco te pico? – La secretaria al momento de presionar con excesiva fuerza la contestadora, activo accidentalmente el altavoz, e Ichiji pudo escuchar la voz de un hombre, que se percibía muy oxidada, tras lo que el pelirrojo creyó, eran muchos cigarros.

Oh... ¡Eres tú Pauli! – Suspiro relajada la joven – Perdona, pero han estado llamando todo el día y.. ¡Detente ahí un minuto! ¿¡Porque precisamente tu estas llamando? – No, no podía ser ¡Solo había una razón por la que Pauli llamaría a la oficina! Y de ser esa ¡Estaría en graves!

¡Graves problemas!

–¿Cómo que porque llamo? ¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Para lo que llamo los cinco días de la semana! ¡Pido permiso para aterrizar, el jefe está aquí! ¡Vamos! No nos hagas esperar todo el día..

..El Jefe está aquí..

..¿El Jefe está aquí?..

..¿¡El Jefe está aquí!?..

¿Por qué. El universo. Estaba encaprichado. Con joderle. La vida?

¡Debió haber mandado su maldita renuncia por correo y no haber regresado nunca en ese maldito edificio!

Se quedo completamente paralizado ante las palabras de ese desconocido y en un estado de catatonia tal, que no pudo caer en cuenta de que Rebecca se encontraba igual o incluso peor que él.

–¿Qué está sucediendo, Pauli? ¿Por qué aun no tienes permiso para descender?

¡Joder¡ ¡Joder! ¡Joder! Ya no había dudas ¡Era él! ¡Oh mierda, tenía que salir de allí! Lo último que necesitaba en el mundo era ver a ese malnacido otra vez.

No lo sé, je

Rebecca corto inmediatamente la llamada y se apresuró a guardar en un santiamén todas las cartas rosa pálido que se encontraban encima de su escritorio.

–Re-Rebecca, me tengo que ir – Ignoro que sus palabras se atropellaran entre sí y de inmediato se dio la vuelta rumbo al ascensor, pero antes de dar un solo paso más. Pudo experimentar la dolorosa sensación de las largas unas de Rebecca clavándose en su brazo.

–¡No, Ichiji! ¡Por favor! ¡No me dejes sola! – Se sentía tan desesperada, se suponía que su jefe ¡Volvería en dos días! y por eso acordó con Cracker que le darían la noticia juntos a primera hora ¡Katakuri iba a explotar cuando se enterase de lo que paso en la muestra de arte! Mas aun teniendo en cuenta su muy marcada opinión sobre el tema, y no quería enfrentarlo sola, ya que por más aprecio que le tuviese cuando su jefe realmente llegaba a molestarse, en verdad daba mucho miedo…

–¡Rebecca suéltame! ¡Hablo enserio! – Maldición, esa mujer le había enterrado las uñas hasta los huesos.

–¡Yo también! No tienes idea de lo que me pasara si te vas.

–¡¡No me importa!! ¡Suéltame ya, o voy a–!

Pero ninguna de sus amenazas surtieron efecto cuando de nueva cuenta el ascensor de la firma se abrió frente a ambos chicos, para darle paso a la única persona con poder absoluto dentro de esa firma, en uno de sus miles de trajes de diseñador, calzado italiano y junto a su inseparable bufanda.

Ichiji sintió que sus piernas fallaron al verlo nuevamente, pero esta vez era incluso peor. Estaba rezando internamente para que un movimiento telúrico de magnitud diez, echara abajo Londres y se lo llevase a él consigo.

–Me cago en la leche.. – Hablo sin pensarlo y desconocía si el pelirrojo sabia español, pero ya ni siquiera le importaba que hasta su propio jefe quien podía hablar su idioma natal incluso mejor que ella la escuchara.

–…Justo la persona que quería ver. – La ambigüedad de su comentario consiguió ponerle la piel de gallina a ambos jóvenes, a pesar de que Katakuri tenía un claro receptor..

Pero bueno… antes de que nada, siempre estaban las prioridades.

–Buenas tardes Rebecca ¿Tienes los..–?

–¡J-Jefe! – Lo llamo con un entusiasmo extremo – Q-Que bonita sorpresa encontrarlo aquí.. Dios ¡Que bien se ve! ¿A-Alguna vez le he dicho que el azul marino es su color? ¿Qué tal Alemania? ¿Llego a probar una Weisswurst? Me han dicho que son deliciosas ¡Oí que las negociaciones en Múnich salieron m-muy bien! ¡Y es que no era para menos! Sabe, yo nunca dudo de sus habilidades para..– Su joven secretaria continuo hablando sin parar como si se tratase de un disco rayado y Katakuri solo la pudo ver con una ceja alzada hasta que su muy limitada paciencia tuvo suficiente.

–Rebecca, guarda silencio.

La tranquila pero autoritaria voz hizo que la chica bajara la mirada rápidamente – C-Como diga, jefe.

–Ahora, ¿Tienes los reportes de–?

–¡De los COO! ¡Por supuesto jefe! – Reconocía que estaba actuando como una idiota, pero no sabía que decir ¿Y si ya le habían dicho algo? ¿Y si él ya estaba al tanto de toda la situación? ¡Oh no! ¡Era seguro que la iba a despedir! Se levanto desesperada de su asiento dispuesta a ir al archivador. – Es más ¡Iré por ellos en este instante!

¿Qué es lo que le pasa a esa chica? – Desde que esa bomba de energía rosada empezó a trabajar para él, siempre había sido muy enérgica, pero esta vez.. estaba mucho más inquieta de lo normal.

Mientras tanto, Ichiji ignoro la vergonzosa escena que planto Rebecca frente a Katakuri y la uso como cuartada para ir escabulléndose lentamente hacia el ascensor. ¡Pon fin! Estaba a solo unos centímetros de finalmente tocar el bendito botón, hasta que llego a sus oídos unas palabras para nada agradables..

–¿Acaso te vas a escabullir como una sucia rata otra vez?

¡No seas estúpido, no respondas! ¡Eso es lo que él quiere! ¡¡No caigas en su juego, pelirrojo idiota!!

–¿Perdón? ¿Cuál es tu maldito problema? – Como se odiaba a sí mismo...

¡Joder! Se está acercando

Retrocedió al sentirse acorralado, Katakuri no se aproximó en exceso, pero si lo suficiente como para que Ichiji escuchara a la perfección su masculina voz retumbando en sus tímpanos.

–¿Con que quieres saber cuál es mi problema? ¡Que empleado tan preocupado! Te diré cuál es mi maldito problema, Vinsmoke. Resulta que hay un nuevo jefe de departamento en mi firma que cree que puede hacer lo que se le venga en gana y faltar al trabajo cuando le plazca, pero no solo eso. ¡Tiene millardos de reportes de mis otras sucursales a nivel mundial empolvándose en su escritorio, esperando por ser procesadas! Y La cereza del pastel es que, en vez de estar encadenado a su oficina haciendo un trabajo por el que le pago una cantidad nada despreciable de dinero, ¡Lo encuentro aquí! Perdiendo el tiempo con mi secretaria a la que por lo visto, le está contagiando sus malos hábitos. Y como todo buen CEO que toma en cuenta la opinión de sus empleados, dime ¿Cómo crees tú que debo proceder?

Cuantas ganas tenia de darle una patada en las..

–¡Quizás debería empezar por dejar de ser tan mezquino con sus empleados! – Sabia que ese comentario no le haría ninguna gracia al mayor ¡Pero le importaba un comino!

Era consciente que aún no se sentía del todo listo como para enfrentarlo, pero tampoco iba ocultarse de Katakuri para siempre. Aunque jamás aceptaría que el Charlotte en verdad lograba intimidarlo como los mil demonios, también era ese mismo hombre el que lograba llenarlo de coraje con su maldita actitud.

Pero aun así ¡No iba a permitir que ningún desgraciado pisoteara su orgullo nuevamente! ¡Y mucho menos un maldito ingles con trastornos obsesivos compulsivos, tendencias sadomasoquistas y claros signos de megalomanía!

No obstante, ver los sangrientos ojos de Katakuri centellar ante sus palabras lo hicieron bacilar por unos segundos, pero fue únicamente la risa burlesca del mayor, lo que hizo que su rabia se reavivara nuevamente.

– ¿Qué es tan gracioso?

Katakuri ignoro su pregunta cargada de insolencia e inmediatamente se apartó de su lado. Dirigió su mirada hacia el corredor del cual repentinamente reapareció Rebecca, trayendo consigo unos extraños sobres de color gris y de mucho espesor.

¿Cómo sabía que ella iba a aparecer?

–¡Jefe, aquí tie–!

–Dime las horas exactas de llegada y a que sucursal pertenece.

–Ahh.. un momento – Tuvo que revisar por unos instantes los horarios de envió e impresión – Frankfurt; cuatro horas, Nueva York; tres horas con cincuenta y cinco, San Francisco; tres horas con cuarenta; Doha; tres horas con veinte, Sao Paulo; tres horas, Johannesburgo; dos horas con cuarenta, Seúl; dos horas con cinco, Sídney; una hora con diez y Tokio; treinta minutos.

–Déjalos en mi oficina, por favor. – Una vez dada su orden, Ichiji pudo sentir de nueva cuenta esos ojos de color vino encima de el – Vinsmoke, ven conmigo.

Tsk ¡Si claro! A otro perro con ese hueso..

–Disculpe señor Charlotte, pero como usted mismo menciono; tengo mucho trabajo por hacer así que será mejor que regrese a mi–

–No te estoy consultando, niño.

Suficiente. En verdad quería matarlo.

¡Bien! No tenía por qué transfigurar sus palabras. Sería ridículo pensar que él se atrevería a tocarlo estando dentro de la firma. Podría esperarlo de cualquier otro idiota, pero Charlotte… Por lo poco que habían compartido – Al menos laboralmente – Era alguien demasiado enfocado en su trabajo. ¡Era imposible que cruzase por su mente el intentar algo con él en esas circunstancias!

…¿O sí?

–Rebecca –

–¡Nada de interrupciones! A la orden, jefe. – Con solo escuchar el tono autoritario del mayor, la pelirosa comprendido inmediatamente sus deseos y mientras ella se retiraba de aquel enorme reciento que era la oficina principal de la firma, Katakuri ingresaba con su omnipotente presencia seguido por un Ichiji en extremo cauteloso.

–A-Apropósito – Antes de retirarse definitivamente de allí, Rebecca recordó un minúsculo, pero completamente desagradable detalle – Ahora que menciona lo de interrupciones, la arpi– digo la señorita Hazard estuvo llamando en la mañana y–

–Si vuelve a llamar, simplemente dile que no tengo tiempo para ella.

–Sera todo un placer.

Sabía que no era de su incumbencia, pero no pudo evitar preguntarse quién era La señorita Hazard. Parecía ser que Rebecca la conocía bien, y por la cara que puso cuando la nombro; estaba convencido de que la pelirosa no sentía ni la más mínima pisca de aprecio hacia esa mujer ¿Acaso sería una inversora o cliente de la firma?

–¿Tienes alguna idea de lo que son estas cosas, Vinsmoke? – El llamado de Katakuri lo saco de sus pensamientos, solo así fue cuando se dio cuenta de que ya se encontraban dentro de su oficina, con las puertas cerradas tras de sí y con la mirada borgoña del Charlotte frente a él..

El mayor se encontraba apoyado sobre su elegante escritorio de cristal y con una pose altiva le señalo con la mirada los sobres que Rebecca había traído anteriormente.

–Una pila de papeles.

–Vamos, trata de esforzarte un poco más. Se muy bien que no eres tan estúpido como aparentas.

–¡Eres un…! – Las fuertes punzadas de sus propias uñas clavándose sobre sus palmas, gracias a un reflejo inherente de su cerebro, lo hicieron interrumpir sus palabras.

–Estos sobres contienen dentro de sí un sinnúmero de cifras, cifras muy importantes tanto para mí como para esta firma, ya que son los reportes semanales completos de las nueve sucursales de Emperors.

–Si, si, ¡El papanatas de Drake ya me explico eso! – Le exclamo con un toque de exasperación.

–Bueno entonces tengo dos teorías; o te lo explico mal, algo poco probable ya que lleva haciendo el mismo trabajo por más de cinco años, o tú, no entendiste absolutamente nada.

–¿¡Cual es el punto!? – Aborrecía tanto que lo minimizase.

– El punto, mi diminuta y estúpida cereza, es que toda esta “pila de papeles” ¡Debió haber estado en mi oficina ayer! – Inmediatamente la voz de Katakuri se volvió tórrida – pero como cierto jefe de contabilidad financiera, que estoy seguro conoces. Ni siquiera se le paso por la mente que tenía responsabilidades que cumplir y se fue a solo Dios sabe dónde a perder el tiempo, genero una acumulación innecesaria de documentos, además de retrasar el trabajo de las cabezas de mis otras sedes.

–¡King y Queen me autorizaron a–!

–No metas a esos dos en esto y aprende a aceptar tus errores ¡Ellos solo te dieron dos días! ¿Me puedes decir quien te dio permiso para asentarte ayer? Porque no recuerdo haber sido yo.

–Bien ¡Me cometí un error! ¡Lo siento! ¿Ya estas contento?

–No Ichiji, no lo estoy. Porque si de verdad lo sintieras, estarías rogándome para que no te saque a rastras de aquí.

–¿Qué cosa dijis–?

–¿¡Crees que esto es un juego, niño!? – Ichiji automáticamente retrocedió ante el fuerte impacto del energético puño de Charlotte contra su escritorio, fue un verdadero milagro que aquel grácil buro de cristal no se hiciera pedazos por la fuerza del mayor.

Había sido duro e hiriente, pero posiblemente fue la fulminante mirada que le dio, junto a sus palabras cargadas de desprecio hacia su persona, lo que hicieron a Ichiji conocer una nueva faceta de Katakuri… Sentir sus pulsaciones disparatadas y la mirada fija en ese par de mares de sangre, únicamente confirmaron sus más profundas emociones.

Miedo… tenía miedo de ese hombre.

Y fue tan solo esa mirada perdida, que trataba de refugiarse inútilmente en una capa de falso orgullo, lo que hizo caer en cuenta de su error, quizás – solo quizás – se había pasado de la raya. Tuvo que respirar hondo para continuamente soltar todo el aire contenido en sus pulmones y redirigir su mirada hacia en perturbado pelirrojo, que lo veía como si fuera un auténtico demonio.

–Escucha Ichiji, solo quiero que entiendas algo. Así yo esté de acuerdo o no, ya no eres más una simple abeja obrera. Ahora estas a cargo de muchas personas y cada error que cometas traerá consigo un efecto domino que no solo te afectará a ti, sino que arrastraras a otros también. Trata de ponerte en mi lugar, esta firma le da trabajo a más de diez mil individuos y protege los intereses de millares de empresas. ¿Quieres saber porque regrese antes de mi viaje a Múnich? Es simple, porque recibí miles de llamadas de mis COO, irritados hasta el hartazgo de no poder entregar sus reportes semanales, debido a que el único departamento que no les había entregado sus cifras actualizadas… era el tuyo.

Eso explicaba los mensajes tan altisonantes de algunos COO y porque Katakuri había preguntado a Rebecca por las horas de llegada de cada uno de los informes...

Podría debatir eternamente sobre la actitud de Katakuri, podría odiarlo por haberle hecho una propuesta totalmente indecente; incluso podría criticarle su falta de tacto y brusquedad cada vez que se dirigía a su persona; pero jamás pondría en tela de juicio su profesionalismo.

En verdad era una persona que se preocupaba por el bien de su empresa y los suyos...                                                           

–Lo siento, es enserio. – Quizás era algo poco ortodoxo, pero luego de recapacitar en silencio sus palabras… Pudo encontrar en ellas un significado mucho mas grande que una lección laboral.

 

Ahora estas a cargo de muchas personas y cada error que cometas traerá consigo un efecto domino que no solo te afectará a ti, sino que arrastraras a otros también.”

 

En aquella frase podía encontrar los vivos reflejos de todos y cada uno de sus hermanos; y en especial de Reiju… No había segundo en el que no se cuestionase a sí mismo, si en verdad no estaba cometiendo un error. Pero a esas alturas, la marea era ya tan potente, que no conseguía evitar ser arrastrado por esta. Le había hecho una promesa a su hermanita – promesa que por nada en el mundo se planteaba romper – Mas sin embargo... ¿Él en verdad deseaba abandonarlo todo?

¿Acaso aun existía algo que lo amarrase a?

–Acércate, mi espinela...

Creyó que su mente le estaba jugando una mala pasada, pero el decreto de Katakuri había sido muy claro. Ichiji levanto la mirada súbitamente para chocar contra la avasallante presencia de aquel Adán.

Esa mirada tan carente de dudas..

–Aquí estoy bien – Se apresuro en pronunciarse, ese intervalo de diez metros que los separaban era la mínima distancia a la que se arriesgaría de estar cerca del mayor.                             

–No hagas que yo tenga que ir hasta allá.

El énfasis de su expresión hizo que ipso fácticamente sus extremidades empezaran a desplazarse. Katakuri no estaba bromeando, y la parte más racional dentro de él le decía que no era lo más sensato hacerlo enfadar nuevamente. Decidió que era suficiente cuando estaba a solo unos pasos de distancia del Charlotte.

–¿Acaso me tienes miedo?, mi dulce espinela… dije que te acercaras.

–¡Por supuesto que no! – Por supuesto que sí, pero jamás se iba a tolerar el mostrarlo. – Y por si no lo notaste ¡Ya estoy cerca!

–Como quieras – Apenas Katakuri hizo tan solo el amague de querer avanzar, Ichiji sintió su alma en vilo.

–¡Alto! – Se vio en la instintiva necesidad de alzar su brazo, poniendo una barrera entre ambos y evitando el avance de Katakuri – ¡No te atrevas a invadir mi espacio personal!

–Sin duda eres toda una caja de sorpresas, Ichiji.. – En la vida había sentido que su nombre se escuchara tan bien, era un tono en extremo varonil y perfectamente acentuado; que invita a cualquier persona que lo oyera a un círculo vicioso de lasciva absoluta – ¿En verdad me vas a hablar de invasión al espacio personal? – En el momento que finalmente pudo reaccionar, ya era demasiado tarde. Su muñeca ya había sido alcanzada con brusquedad, únicamente para ser arrastrado a la fuerza; dándose de lleno contra aquel formidable tórax y eliminando en el proceso el más mínimo rastro de distancia entre ambos –..Cuando fuiste tú el que apareció, literalmente, en la puerta de mi pent-house.

–¡Katakuri, suelta–! – Ni siquiera pudo terminar cuando el granate, muy astutamente, levanto su mentón, para que Ichiji combatiese frente a frente contra aquella hipnotizante mirada carmesi.

Shh.. – Aquella densa corriente de aire salida de sus labios, logro erizarlo y desarmarlo en segundos.

Llegado a ese punto, Ichiji tuvo que invocar toda su determinación interior, no quería dejarse llevar por sus deseos más primitivos, pero es que era tan difícil con ese malnacido susurrando sobre sus labios. Como si se tratase del mismísimo Satán llamando a las puertas de San Pedro, únicamente para invitar a aquel ser celestial a cometer el mayor y más placentero de los pecados..

–¡Vamos Visnmoke! Tú lo sabes incluso mejor que yo, deseas esto... casi tanto como me deseas a mí.

Los frenéticos latidos que empezaron a golpear de forma descontrolada su caja torácica, eran la prueba más fidedigna que podría obtener, del poder que ese hombre ejercía sobre su cuerpo..

–No eres nada más que un bastardo cínico, Charlotte – Recito esas palabras desde lo más profundo de su ser –…y no te imaginas el desprecio que siento hacia ti.

Sus labios colisionaron súbitamente; llamándose, buscándose y adentrándose cada vez más en la boca del contrario. Envolvían sus lenguas en una lucha de poder; una lucha por demostrar quién de los dos sería el sometido y el sometedor. Una lucha sin tregua en la que ninguno de los dos daría su brazo a torcer, marcando al contrario con duros raspones y mordidas voraces. Hasta que el sonido de un fuerte ¡Clap! Seguido del gemido de Ichiji revoto en toda la habitación, Katakuri había concentrado más fuerza de la usual en el manotazo que le dio a las sublimes posaderas del pelirrojo, haciendo que este arqueara su cuerpo de tal forma que le diera un acceso directo a su apetitoso cuello, el cual ataco mientras hurgaba de la forma más sórdida posible en todo su cuerpo..

Solo él podía amaestrar a ese ente de fuego oculto en la fachada de un jovencito de hipnotizantes cabellos escarlatas y obtener el tan anhelado botín de guerra; los exquisitos y apasionados gemidos de Ichiji.

¿Cómo era posible que con palabras tan vulgares y movimientos bruscos, Katakuri lo pudiera arrastrar hacia ese estado de necesidad?

– No volveré a repetir esto, así que te recomiendo que prestes atención – Le susurro mientras saboreaba con su lengua el dulce sabor de los jugosos labios de Ichiji. – Nuestro acuerdo, no tiene ninguna relación con los asuntos laborales. Esta va a ser la primera y la última jugarreta que te pase. Vuelve a cometer una sola insubordinación más y desearas nunca haber puesto un pie en mi firma ¿Entendido, Vinsmoke?

Katakuri podía ser tan apasionado como arrollador en igual medida; pero no por eso tenía que aceptar todas sus estúpidas, autoritarias y obsesivas reglas.

¡Aunque hubiera aceptado entregarle su cuerpo, jamás le iba a entregar su alma! Porque era suya..

Y solo suya.

Señor Charlotte – Apropósito, degusto sugestivamente cada una de aquellas letras – Con todo el respeto que se merece… puede besar mi trasero.

Se arrepintió de soltar esas palabras incluso antes de que salieran de su boca, ya que fue como si el mismo se hubiera auto infringido un tiro en la pierna al ver como una desmesurada y sedienta sonrisa se abrió paso en el rostro de Katakuri. 

–..Sera un placer, mi espinela.

 ¡Pelirrojo Idiota! De todo en infinito abanico de palabras que existían en el vocablo ingles

¿¡Tenías que escoger precisamente esas!?

Su cuerpo cayo víctima del rudo contacto de Katakuri – Que impetuoso y violento, busco abrirse paso entre las ropas tan ajustadas al cuerpo de Ichiji y que pedían a gritos ser hechas pedazos por él – Despertó de la ensoñación solo cuando su cuerpo termino siendo alojado en aquel curioso e indescriptiblemente fastuoso despacho de cristal.

–¡E-Espera! – Le era casi imposible articular más de una palabra con los labios de Katakuri sobre los suyos, que buscaban llenar cada centímetro de su boca con la esencia del contrario – Ka-Katakuri ¡Basta! – Debía evitar a toda costa que lo tomase allí mismo – Tu mismo acabas de decir que el trabajo es primero y no lo mezclaríamos con… – Ni siquiera sabía que palabra usar para describir lo que sea que tenían – ..esto.

–Tienes toda la razón, Ichiji, pero.. – Fue imposible para el pelirrojo hacerle frente a la fuerza bélica que ese desgraciado poseía. No era rival para los vehementes brazos de Katakuri, que de un solo movimiento se enroscaron a sus endebles y níveas extremidades, colocándolas por encima de su roja cabeza y dejándolo a completa merced del granate. – En estos momentos hay una labor mucho más importante con la que tienes que lidiar y se encuentra explícitamente aquí.

–¡Kata…Ahg-! – Enseguida pudo detectar un sabor metálico que empezó a esparciese por sus labios, inconscientemente se había mordido con más fuerza de la que debía para impedirle la salida a los incontrolables quejidos que empezaban a apoderarse de su cuerpo al sentir la apabullante hombría de Katakuri colisionar indómitamente contra el núcleo de su cuerpo.

–No trates de engañarme Ichiji, por más que finjas que me desprecias, el cuerpo no miente. Deseas con todas tus fuerzas que te empotre contra este maldito escritorio y te joda hasta que pierdas el conocimiento... de nuevo – Esas dos últimas palabras ocultaban consigo un dejo de jocosidad plena.

–¡No! Eso no es..

¿Por qué? ¿Por qué únicamente con su presencia, Katakuri lograba arrastrarlo hasta esas circunstancias tan..?

–Ichiji, no quiero que pienses en nada más, solo.. mírame.

Esa palabra

Recordar esa endemoniada palabra, era reavivar esa noche.. Aquella noche tan trágica como indomable. Verlo directamente a los ojos, era entregarse voluntariamente a él. Sentir su piel, era un grito desesperado de su cuerpo por ser marcado…

–Hoy vamos a estrenar mi oficina ¿Esta claro?

Katakuri lo volvía débil; lo volvía adicto...

Adicto a él.

–S-Si..

 

………………………………………………………

 

 

–Cracker, creo que no te das cuenta de la magnitud del asunto ¡En verdad te necesito aquí!

El pelilila finalmente le había cogido el móvil luego de sus incansables llamadas. Suponía que debía estar muy ocupado con la muestra, pero necesitaba de Cracker ahora más que nunca. Tenía mucha suerte de que Ichiji hubiera estado en el piso cuando su jefe llego – y en verdad deseaba que su reunión se prolongara lo más posible – pero sabía que en algún momento el Charlotte mayor saldría de esa oficina y el solo pensamiento la hacía temblar del miedo.

Rebecca, no entiendo nada de lo que está pasando, pero, no puedo simplemente irme corriendo a la firma de mi hermano y abandonar la exposición. Hay muchos periodistas haciendo notas de mis obras, sin mencionar que en la noche será la subasta ¡Que te recuerdo financiará en gran parte nuestra–!

–¡Cracker! – Su voz se alzó en una fuerte suplica que decayó instantáneamente – …No me dejes sola en esto – Escuchar el semblante tan apagado de alguien que destilaba alegría como Rebecca, logro afectar al joven artista. – No te imaginas lo orgullosa que me siento por ti; sé que esa exposición y que la Real Academia de Artes finalmente reconozca tu talento ha sido el sueño de toda tu vida; pero yo–

–Alto ahí. – La corto – Antes que nada; el sueño de mi vida no es nada de lo que está en este lugar, eres tú. Así que deja de hablar… Ay, ¡Maldición! ¿Como le dicen ustedes?.. «gilipolleces». Y con respecto a lo otro, entiendo tu miedo, pero no te ofendas si te digo que es un pensamiento completamente estúpido ¡Mi hermano jamás prescindiría de ti por algo como eso! – Inclusive a veces llegaba a pensar que Katakuri quería mucho más a Rebecca que a él– Además, por si las dudas tome todas las medidas necesarias para que fuéramos nosotros los que le diéramos la noticia personalmente. Así que en verdad dudo mucho que Katakuri sepa algo.

–¿¡Cómo puedes estar tan seguro!? ¿Qué hay de toda la prensa que estuvo presente ayer, los invitados o..? –…Tu familia ¡Que si antes me detestaban, ahora desean verme a cuatro metros bajo tierra! Nunca se atrevería a decir esos comentarios en voz alta, porque sabía lo mucho que su pareja adoraba a los suyos, pero es que ellos eran tan.. complicados.

La gran mayoría de los Charlotte únicamente la veían como una oportunista que engatuso al hermano de su jefe ¡Cuando su historia era completamente distinta! Sin mencionar que por el simple hecho de tener un lazo sanguíneo con Vi, la habían tachado con el peor concepto posible que se podía tener de una mujer.

–Becca..

Por un segundo olvido que Cracker seguía al otro lado de la línea

No tienes por qué callarte si algo no te parece. Se que estás pensando en mi familia, pero ya te lo he dicho mil veces, si ellos no te aceptan ¡Es su problema, no el nuestro!

Tampoco es que Cracker fuera un idiota, sabía que la única razón por la que gran parte de su familia no era capaz de aceptar a Rebecca, – Aparte de que no cumplía con los estándares necesarios a ojos de su madre para ser su pareja – era por la maldita de Violeta, aunque al menos el odio contra esa mujer estaba más que justificado. ¡Inclusive él era uno de sus más grandes detractores! Jamás le perdonaría a esa descarriada lo que le hizo a su hermano, y si hace unos años le hubieran dicho que terminaría perdidamente enamorado de la hermana pequeña de la perra española, de seguro se hubiera cagado de la risa, pero..

El corazón nunca entiende lo que la razón comprende..

Escucha, ya me tengo que ir, los duques de Cambridge acaban de llegar y quiero mostrarles la exposición personalmente. Solo confía en mí y deja de taladrarle la cabeza ¿Quieres? Estoy absolutamente convencido de que mi hermano no tiene ni idea de lo que paso, y eso es porque, si Katakuri estuviera al tanto de lo ocurrido ¡Ya no estaría respirando en estos momentos!

Quizás esa una de las tantas razones por las que Rebecca no tenía dudas de la decisión que había tomado al decidir arriesgarlo todo por estar al lado de Cracker, él siempre lograba sacarle una sonrisa, incluso en los momentos más tensos.

– ¡Rebecca, no te rías! – Le reclamo – Estoy hablando en serio, yo soy el que más se la está jugando de los dos con todo esto y lo hago porque– Lo interrumpió antes de que le pudiera decir las palabras que ella sabía de sobra.

– Te amo, Simba – …y porque ella las quería recitar primero.

Conocía al pelilila desde niños, y sabía que cuando a Cracker le decían esa clase de cosas, tendía a quedarse sin palabras, terminando siempre por sonrojarse.

–…Y yo a ti, Nala – Ni siquiera se despidió cuando corto la llamada, porque para ellos dos..

No existía la palabra «Adiós».

Durante mucho tiempo creyó que su relación con Cracker estaba destina al fracaso; y no porque ella lo quisiese así, sino por lo difícil que fue lograr que él se abriera con ella. Aunque debía reconocer que la desconfianza era una característica natural en todos los Charlotte Por fuera solo destacaba el gran apellido, una poderosa trasnacional y la incalculable fortuna; pero ella había sido testigo de lo que se ocultaba tras todos esos títulos; una madre en extremo descuidada y miles de padres, pero ninguna figura paterna.

Una familia que solo se había mantenido unida por el esfuerzo de unos niños – A los que ni siquiera se les permitió ser niños – Que se obligaron a sí mismos a madurar, solo para cuidar de los más pequeños. La misma familia que cuando se les arrebato a la piedra angular de sus vidas – Una de las personas por las que más cariño y admiración sentía en el mundo También fue como quitarles la luz de sus ojos..

El mismo Cracker le admitió que le tomo años superar la partida de Katakuri a los Estados Unidos, a sus propias palabras, siendo solo un niño le arrebataron a la persona que más amaba en el mundo.

«Cuando Katakuri regreso a Inglaterra para iniciar sus estudios en Oxford; ¡Yo me sentí tan feliz! ¡Por fin mi hermano volvería a casa!, pero la persona que vi... no era ni por asomo la que yo tanto añoraba...»

«En solo cuatro años viviendo con esa bestia, casi logra que Katakuri se vuelva una maquina..»

Cualquier persona hubiera pensado que Cracker solo estaba exagerando – A fin de cuentas, como casi todos sus hermanos, era un celopata compulsivo cuando se trataba de Katakuri – Sin embargo, el tener el dis-gusto de haber conocido al padre de su jefe, era razón suficiente como para darle validez a todas las palabras de Cracker…

Nunca había conocido a nadie tan brutal y desalmado como ese hombre.. era como si disfrutase de hacer pedazos a la gente.

 ¿Y quién mejor que un desalmado sin escrúpulos para liderar una firma de abogados?

Sus divagaciones hicieron que se perdiese por incontables minutos en su mente, reaccionando únicamente cuando su S9 volvió a vibrar entre sus manos y al leer el nombre del receptor, si bien no se sorprendió, si la tomo desprevenida..

–…¿Camie? ¿Está todo bien? Es extraño que llames a mi línea personal Era una de las recepcionistas que trabajaban en el Hall del bufete. La había conocido cuando cierto día se apareció en el último piso de la firma, diciéndole que el Señor King personalmente la había mandado a llamar. Aunque no la pudo tratar mucho, valla que logro agradarle, se veía como una persona muy risueña, pero también algoingenua. Por eso mismo le recomendó que se mantuviera lo más alejada posible del depravado de King y no se tomara enserio sus galanteos.

Al haber trabajado por más de cinco años para su querido jefe, había logrado tener mucho contacto con la junta directiva, y digamos que… sabia más de lo que ella hubiera deseado conocer sobre los – para nada discretos – affairs de casi todos los miembros de la dirección en Emperors…

Al menos el jefe era la única excepción.

–¡Rebecca, por fin! – Se escuchaba preocupada – He estado llamando insistentemente a tu anexo pero no lograba hacer conexión.

Joder, probablemente esa cosa se descompuso luego de todos los golpes que le di – ¿Así? ¡Que extraño, tía! Le encargare personalmente a Page que lo revise, pero dime ¿Sucedió algo allá abajo?

–¡Si! Ni te lo imaginas, hace unos minutos alguien se presentó en recepción con el ID Platinium de la firma.

–¿¡Que cosa!?

Todas las personas que laboraban en el bufete contaban con una identificación que los reconocía como miembros de Emperors; y variaban de material dependiendo de la relevancia del trabajador en la firma, pero lo que acababa de decir Camie era prácticamente imposible. Solo había seis personas con ese tipo de ID en toda la compañía; dos de ellas estaban en América, King junto con Queen aún seguían en Alemania, Vi le había dicho que estaría en Whole Cake todo el día y el jefe… ¡El jefe estaba en su oficina!

–¿A quién pertenecía la identificación? – Tenía que haber un error ¡Era inviable que existiera una séptima copia! Ese ID debía pertenecer a alguno de los directivos.

–¡Por eso mismo te llame! La identificación que tenía era la del mismísimo CEO y no tuvimos otra opción más que dejarla ingresar, pero

–¡Oh no! ¡Ni se te ocurra decirme que le diste acceso a las plantas superiores de la firma! ¿¡Pero qué es lo que tienes en la cabeza, Camie!? ¡Debieron llamar a seguridad en ese mismo segundo! ¿Cómo es posible que–?

¡Alto ahí! Tal vez había escuchado mal pero..

– ¡Espera! – Sabia que tenía que asegurarse, pero… como odiaba hacer esa pregunta – ¿Acaso dijiste... dejarla?

La respuesta de Rebecca llego como un misil cuando las puertas del fino acentor de cristal se reabrieron. Dándole paso al mismísimo satán escondido en una sonrisa vanidosa y con un bolso Prada.

–¡Valla! Se nota que Kati no escatimo en gastos con este lugar, todo se ve tan vanguardistay muy chic ¡Me encanta… Aunque quizás abusaron un poco del mármol.

¡Agh, no!          

¡No!

¡Coño, no! ¡¡Camie, te daré un buen par de hostias si logro salir de aquí!!

Preferiría mil veces tener que lidiar hasta con la mismísima madre de Cracker.. ¡¡A tener que lidiar con esa hijaeputa!!

 

………………………………………………………

 

Ya no quería esperar más, sabía que estaba siendo un completo estúpido, pero en esos momentos su cerebro se encontraba completamente desconectado del resto de su cuerpo. Únicamente ansiaba el tacto de Katakuri, añoraba los besos de Katakuri y anhelaba la mirada de Katakuri..

–¡Ya deja de perder el tiempo, Charlotte! Si me vas a coger, hazlo de una vez. 

–Vinsmoke.. – Con una maestría admirable, Katakuri empotro sin esfuerzo la parte frontal de su cuerpo contra la mesa de cristal; haciendo que su rostro chocara contra el gélido material – Vuelve a darme órdenes y te hare algo peor que dejarte inconsciente.

–Quisiera verte intentándolo – Solo Katakuri lograba corromperlo y llevarlo hasta un estado de salvajismo puro.

Y era impensable para alguien como Katakuri que un simple mocoso lograra llevarlo hacia tal estado de necesidad. Hacía tanto que no sentía un deseo tal por estar dentro de una persona – Había perdido la cuenta de los miles de cuerpos que se habían paseado por sus brazos; siempre pidiendo más, mientras el exigía sus cuerpos hasta el límite – Pero Ichiji… Desde la primera vez que lo vio en ese ajustado traje en aquella condenada gala, moviéndose con suma elegancia y paronimia a cada paso que daba, marcando sin saberlo aquella apetitosa figura que era sinónimo de deseo. Sintió unos insaciables deseos por acorralar al chico contra una de las fuentes de aquel lujoso hotel y cogérselo hasta el hastió. También aceptaba que en su primer encuentro, Ichiji le pareció en extremo idiota; un perdedor con demasiado alcohol en el cerebro y una bocota muy grande, pero cuando pudo conocer mas afondo a aquella fiera escarlata; no pudo estar más que satisfecho con lo que veía.

Siempre fue partidario de jamás mezclar el trabajo con nada, pero Ichiji.. Ichiji fácilmente podía ser la personificación de sus más bajas y sucias perversiones. Ese condenado pelirrojo era la mezcla perfecta entre inocencia e insolencia y no había nada que desease más que amaestrar a aquel diablo, que ambos ardieran juntos en el más profundo del averno; y que él lo hiciera en lo más profundo de Ichiji..

A pesar de ser un completo hijo de puta, por lo visto Dios – o quien quiera que estuviera allá arriba – aún conservaba una pequeña pisca de fe en él, haciendo un último esfuerzo por salvar su ya condenada alma, al poner en su camino un apolíneo como Ichiji. Sin embargo el, como todo buen pecador, se encargaría de profanar una y otra y otra vez a ese ser que se había convertido en su nuevo y único objetivo. Tenía muchos planes para él y le importaba un carajo si Ichiji estaba de acuerdo o no... por estaba completamente convencido que al final, terminaría doblegándose por completo ante él y su voluntad...

–Solo trata de no gritar mucho.

Cuando Ichiji finalmente pudo escuchar el sonido del zipper de Katakuri descender; sus mejillas fueron atacadas por un fuerte escarlata; sentía sus ojos lagrimear de deseo, únicamente deseaba hacerse uno con aquel portento de hombre. Su ser se encontraba al límite y aunque su psique jamás lo llegaría a aceptar, no le interesaba que el edificio entero lo fuese a escuchar; porque solamente deseaba a Katakuri desatando toda su fuerza sobre él.

–¡Es-Espera! – Inesperadamente Ichiji tomo una fuerte bocanada de aire – No te atrevas a estropear mi ropa otra vez ¿Entendido? No sé si tienes un extraño fetiche por romper cosas, pero si tanto quieres verme desnudo puedo hacerlo yo mismo. ¡Así que te lo advierto! no arruines mis cosas o sino–

–Descuida Ichiji – El semblante de Katakuri cambio completamente, sus labios formaron una sonrisa orgullosa y prepotente – Lo único que deseo romper en estos momentos, es a ti.

Demonios, ese hombre era tan… tan… A diablo ¡Que rompa lo que quiera!

No habia nada más que perversión absoluta en lo que hacían y creyó estar listo para ese momento, pero antes de que Katakuri fuera a dejarlo completamente desnudo de un movimiento, el fuerte sonido del intercomunicador en el escritorio del CEO empezó a rechinar haciendo un pitido nada agradable a los oídos de Ichiji. Sin embargo, eso no fue impedimento para que Katakuri empezara a forzar el ajustado pantalón de Ichiji, deseando liberar la parte más codiciada de él, le daba absolutamente igual la maldita línea.

E Ichiji hubiera compartido su opinión, si el maldito sonido tan solo se hubiera detenido –Ka-Katakuri.. quizás sea impor–

–No me interesa.

–Pe-Pero no deberías–

El mayor gruño por lo bajo y el contacto entre sus pieles ceso, solo para tomar con desmesurada fuerte aquel maldito artefacto que como nunca antes, deseaba destruir con todas sus fuerzas.

– ¿Qué demonios pasa Rebecca? ¡Creí haberte dicho explícitamente que nadie debía interrumpirme!

–..Ay Jefe – Incluso Ichiji pudo sentir el incontrolable miedo que Rebecca emanaba atreves del altavoz – ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! Enserio lo siento pero es que–

–¡Habla ya!

–Yo jamás lo interrumpiría, pero es que se trata de–

En ese preciso momento, Ichiji pudo escuchar un sonido extraño, no podía distinguirlo pero quizás se trataba de un.. ¿Forcejeo?

–¡Oye, Charlotte!

Bien… Ahora Ichiji estaba seguro de que esa jamás podría ser Rebecca; primero porque ella nunca se referiría a Katakuri de esa forma tan agresiva y segundo porque ¡Era una voz completamente diferente!

–¿Cómo te atreves a decirle a esta niña que no tienes tiempo para mí? ¡Eres un completo asno! Primero me dejas plantada largándote a Múnich sin darme ninguna explicación y ahora esto.

Enseguida sintió la excarceración de Katakuri y lo oyó maldecir por lo bajo al mismo tiempo que soltaba al pellirrojo y este rápidamente se recompuso se recompuso sobre el escritorio.

–Siéntate allí y mantente callado, Ichiji. – Le ordeno de mala gana.

 –Oye ¿Me estas escuchando? ¿Acaso estas con alguien allá adentro?

–¡Te repetí miles de veces antes de irme de Nueva York que no te quería ver en la nueva firma! ¿No podías haber llamado antes?

–¡Claro que lo hice, idiota! Pero no se te dio la gana de contestar tu maldito celular y por si no lo sabias Señor «La tengo tan grande como mi ego» ¡Si te llame! Pero como siempre, tu solo haces lo que se te salga de los cojones y ya. Pero descuida, no vengo a interrumpir tu preciado tiempo laboral, sino a sacarte de una vez por todas de esta maldita cueva tuya. Aprovechemos que ya es la hora del almuerzo y que muero de hambre ¡Llévame a comer! ¿Si?

Ichiji se quedó absolutamente pasmado tras escuchar esas palabras ¿Esto en verdad estaba pasando?

¿¡Acaso existía algún ser humano que podía hablarle de esa forma a Katakuri!?

El pelirrojo escucho perfectamente el crujido de las articulaciones en el cuello de Katakuri, el cual trato de juntar toda la poca paciencia que tenía en su cuerpo a pesar de que se encontrase muy molesto.

–Ichiji – Lo llamo de un rápido avistamiento – Lo que sea que valla a salir de la boca de esa mujer, no la escuches ni te lo tomes enserio.

–¿Por qué me dices eso?

–Porque va a entrar en este preciso momento…

Dicho y hecho, la extraña habilidad de Katakuri para ver el futuro acertó de nueva cuenta, cuando de un portazo las puertas de la oficina fueron abiertas e Ichiji finalmente pudo ver de quien se trataba la persona que le hablaba a Katakuri con una confianza desmedida.

Wow..

Fue lo único que pudo pensar cuando la vio. Era alta, muy alta ysu piel era de porcelana, llevaba el cabello largo y verdoso con ligeras ondas. Sus ojos eran dorados, casi tanto como la costosa pedrería que colgaba de su cuello. También llevaba un vestido blanco sin mangas demasiado corto para su gusto, pero que destacaba perfectamente bien a su delgada figura y sus enormes.. pechos. ¡Bien! Debía admitirlo, era sexy pero.. ¿Quién diablos era ella?

–¡Katy, ya llegué!

¿Katy? Bien la magia solo duro diez segundos, ahora solo quería vomitarle encima. Ichiji inmediatamente le regreso la mirada al recién mencionado solo para ver a Katakuri sobándose en entrecejo.

–¿Qué es lo que haces aquí, Monet?

Ouch, el nuevo gran CEO esta de mal humor ¡Arreglaremos eso más tarde! Ahora-

¿¡Que cosa dijo!?

–Creo que no me escuchaste – El mayor ni siquiera le prestó atención a sus palabras, no tenía tiempo para los juegos de esa maldita – ¿Qué es lo que haces aquí?

Pero lejos de amedrentarse, la recién llegaba avanzo campante hacia la parte central de la oficina, más cuando estaba a unos metros de distancia de ambos y estando a un segundo de re abrir sus labios pintados de un rojizo mate, desvió unos cuantos grados su vista, al percatarse de una presencia de más..

–Valla, no sabía que tenías reuniones con practicantes ¡Que jefe tan generoso!

–No soy ningún practicante – Antes de que Katakuri pudiera responder, su voz salió disparada.

Era oficial, no sabia ni quien era y ya la odiaba.

–Él es uno de los nuevos jefes de departamento en la firma; Visnmoke Ichiji. Ichiji, te presento a… una amiga, Monet Hazard.

¿¡Ella era la susodicha “Señorita Hazard”!?

¡Si claro! Quizás Katakuri tuviera un concepto muy distorsionado de lo que era la amistad, pero esa mujer no se veía como la clase de «amigas» a las que solo le contabas tus problemas…

–¿No es demasiado joven para ocupar un puesto tan importante?

–No me hagas preguntar por tercera vez… – A pesar de estar asesinando con la mirada a Monet desde que ingreso a su oficina, para ella sus amenazas no surtían efecto. Se conocían demasiado bien como para que él lograra asustarla.

–Sera mejor que yo me retire – No era lo mas sano que el continuara en ese lugar, había tenido suficiente y a decir verdad no sabia porque, pero no deseaba compartir el mismo espacio con esa mujer.

Pero antes de que siquiera pudiese levantarse, la simple mirada de Katakuri debuto en seco a Ichiji. Podia leer lo que le trataba de decir atravesó de aquellos penetrantes ojos ígneos: “Ni se te ocurra moverte...”

Monet se percató del particular lenguaje corporal entre ambos, pero como siempre astuta e inteligente, lo dejo pasar. Aunque eso no significase que no se lo mencionara a Katakuri cuando estuvieran solos.

–No sé si lo recuerdas, pero te dije que vendría a visitarte seguido a este desdichado y lluvioso país. ¡Dios! No puedo creer que prefieras este lugar por sobre California o Nueva York, es tan tétrico. También acordamos que iríamos juntos a la muestra de Cracker, pero cuando llega el día ¿Qué es lo que haces? Me dejas con la palabra en la boca y solo te justificas diciendo que “Hubo un inconveniente con las negociaciones”. Para tu información el vestido borgoña de Fendi, era de colección. Además, ¿Tienes idea del ridículo que hice al llegar sola a la exposición? Y por cierto me debes una, Cracker estaba al borde del colapso cuando supo que te habías ido sin darle ninguna explicación.

«–Hubo un inconveniente con las negociaciones–»

Ichiji parpadeo infinidad de veces por segundo, recordaba que Katakuri menciono esas palabras cuando estaban en su Pent-House y los chillidos de una mujer mientras el mayor hablaba por teléfono.

 ¿Así que se trataba de ella?

Pero.. no lo comprendía ¿Iban juntos a eventos? ¿Viajaba desde América solo para verlo? Y esa relación tan estrecha entre ambos – porque era imposible que cualquier persona con dos dedos de frente le hablara a Katakuri de la forma en la que ella lo hacía –¿Quién era esa mujer exactamente?

–¡Oye! – Con solo ver la mirada homicida que le dedicó una enfurecida y recién llegada Rebecca a Monet, el pelirrojo lo supo. Esa mujer seria de todo, menos agradable... – ¡Te dije que no podías ingresar sin el consentimiento del jefe! No tienes ningún derecho a–

–Katy, dile a la cachorra española que deje de ladrar – Ichiji pudo reconocer el perfecto español con el que escupió esas peyorativas palabras – ¡Es más! No entiendo que rayos hace aquí ¡Pensé que a estas alturas ya la abrías echado de la firma!

–¡Como te atreves a hablarme de esa forma, maldita arpía! ¿Acaso crees que-?

–¿A qué te refieres, Monet? – De haber sido otro el escenario, a la que hubiera echado de su oficina hubiera sido a la misma Monet, pero desgraciadamente tenía que darle el beneficio de la duda a esa mujer. Ella jamás soltaba sus mordaces comentarios sin antes contar con una base que le diera fundamento a sus palabras.

Además, con solo ver como el rostro de Rebecca perdió el color cuando ella lanzo sus dardos, supo que había algo que el desconocía.

Y si existía una sola cosa que Charlotte Katakuri odiaba con toda sus fuerzas; era que le ocultaran cosas..

Instantáneamente la mirada de águila de Monet se percato de como las manos de Rebecca empezaron a temblar, no resistió la tentación de reír de forma satírica – …No puedo creerlo ¿Trabajas para Katakuri y no te has atrevido a decírselo? Gracias a él, tu vida volvió a tener algo de sentido luego de ese accidente, le dio un nuevo rumbo a tu existencia y tu se lo devuelves de esa forma ¡Veo que no eres más que el fehaciente retrato de la descarada de Violeta!

–¡Guarda silencio! – Trato de detenerla, pero era simplemente simposible que esa mujer cerrara la boca una vez empezaba a hablar.

–Y por lo visto Cracker tampoco te lo menciono, Katy. Lo comprendo, de seguro fue influenciado por el miedo de Rebecca a que la despidas.

–¡Monet, no te atrevas–!

–Permíteme anunciarte que el día que te ausentaste a la tan soñada exposición de tu hermanito en la Real Academia de Artes de Londres, por estar en nosedonde. Fui testigo de cómo Cracker le propuso matrimonio a Rebecca y ella, ni tonta ni perezosa, acepto casi instantáneamente. Hubieras visto la cara que puso tu madre o Cusart y Angel cuando la dulce galletita se arrodillo frente a todos ¡Fue tan romántico! ¡Parece que pronto habrá una nueva Charlotte! Ya que su boda se llevará a cabo este fin de semana ¿Acaso no es lindo, Katy?

 

 

Notas finales:

Aclaraciones del Capitulo:

Isuka: Personaje exclusivo de la novela de Ace; es una marine que se día a la misión de seguir a Ace por el Grand Line; algo así como Smoker con Luffy.

Osteoclastos: Es una célula multinucleada que degrada, reabsorbe y remodela los huesos, lo que significa que se encargan de eliminar la materia ósea, pero cuando se presenta algún tipo de producción excesiva de estos; a causa de algún tipo de cáncer óseo, estos pueden llegar a dejar un hueso como un cascaron vacío, ya que elimina no solo la materia restante de los huesos sino a las mismas partes sanas.

Hipercalcemia: Es un nivel mas alto de lo normal de potasio en la sangre y el potasio permite que las células funciones debidamente, pero si se tiene una sobredosis de este puede llevar a una arritmia cardiaca y por consecuente, la muerte.

Hematología: Es la especialidad medica que se dedica al tratamiento de enfermedades relacionadas con la sangre.

Medicina intensivista: Es una especialidad medica que se dedica a dar soporte vital a los pacientes críticamente enfermos, se podría decir que es una de las pocas especialidades que ocupa todos los campos. No confundir con la especialidad de emergenciología.

Universidad de Cambridge: Universidad publica inglesa fundada en 1209, una de las dos grandes de Inglaterra junto con Oxford.

Johns Hopkins: Nombrado por muchos años consecutivos como “el mejor centro medico de los Estados Unidos”. Es el hospital pionero en la innovación y avances médicos por excelencia en el mundo. Law hizo sus tres especialidades en este hospital, pero de esa etapa de su vida hablaremos mas adelante..

Premio Lasker: Son como los globos de oro del campo médico, el segundo reconocimiento a la medicina mas famoso del mundo después del nobel y conocidos popularmente como “Los nobel americanos”

Haber, vamos a explicar un poquito mas del trasplante de medula ósea. Como dije antes, es un proceso realmente extenso y a medida que los capítulos vallan avanzando les daré cada vez más y más información, porque de lo contario se pueden confundir un poco – Para mí fue algo muy complicado entender – y no hubiera podido escribir esta capitulo sin la ayuda de mi hermano que esta en su segundo año de residencia en Oncología.

Verán el trasplante de medula ósea consiste en que un porcentaje de células hematopoyéticas del cuerpo de un donante – las cuales se encuentran en la espina dorsal – son removidas de su cuerpo y para eso tienen que hacer un ligero agujero dentro de los huesos para retirar este líquido. A continuación, literalmente, se destruye toda la medula ósea del paciente que recibirá el trasplante, ya que sus células se encuentras completamente mutadas y por consiguiente, inservibles. Nos ahorraremos todo el proceso de la cirugía porque es algo que Law explicara después. Vallamos directamente al post-operatorio, como mencione antes, el nuevo contenedor de estas celulas completamente sanas, virtualmente no cuenta con una medula ósea, por consiguiente no cuenta con un sistema de defensa contra ningún virus o bacteria. Por eso se tiene tanto cuidado con esta cirugía, es muy posible que se presenten infecciones, casi en un 98% de los casos, por eso esta cirugía es de alto riesgo para el paciente y el trabajo de los hematólogos e inmunólogos es mantener a los paciente estables hasta que las nuevas células hematopoyéticas se adapten a su nuevo receptor y generen un nuevo sistema de defensa. Bien por ahora esto esta bien, como dije en un primer momento, mas adelante seguiré expandiéndome con este tema para que nadie se confunda. Apropósito, con respecto a Marco, el solo se esta muriendo de dolor porque tiene un bendito agujero en el hueso de su columna, pero no es nada grave.

Momonga: Creo que todos lo recordamos como el vice-almirante que fue a buscar a Hancock a Amazon Lily para que fuera a la guerra de Marineford.

Marcapasos: Aparato generador de impulsos eléctricos, es muy útil para los paciente con afectaciones cardiacas.

Supositorio: Digamos que es un medicamento que se introduce por donde no te cae el sol, son como unas capsulas que miden de 3 a 4 centímetros y contienen varios principios activos.

Dislexia: Es un trastorno del aprendizaje, representa la dificultad para leer la raíz de las palabras o números y esto se debe a que afectan a zonas del cerebro que procesan el lenguaje.

Common Daisy: También conocidas como margaritas, son flores nativas de Europa y en Inglaterra son muy comunes, por eso también es llamada como Daisy común o Daisy inglesa.

NHS: Servicio nacional de salud del Reino Unido, entidad que controla y regulariza las actividades sanitarias publicas dentro de UK.  

Apis: Personaje no-canon que aparece en la saga del dragón milenario, quizás lo recuerden por ser el primer “relleno” de OP.

Melanoma: Uno de los muchos tipos de cáncer de piel (Ya es verano en mi bella Latinoamérica, así que con mayor razón, por favor usen bloqueador)

Porta sueros: Estoy segura de que tod@s los han visto, son los fierritos con rueditas en la base en donde las enfermeras cuelgan los sueros o soluciones salinas que le colocan a los pacientes.

Rogue, bleu, jaune, vert. Allons á la maison, ¡Sil vou plait!: Rojo, azul, amarillo, verde. Vamos a casa ¡Por favor!

Vos souhaits sont des ordres, mademoiselle : Sus deseos son ordenes, señorita (Que bello es nuestro Ichi)

 

Tolstoi, Gorki y Dostoyevski: Grandes escritores rusos, los tres son unos prodigios.

 

La madre: Obra prodigio que muestra la gran opresión y salvajismo del régimen zarista a través de los ojos del personaje de la madre, obra cruda e hipnotizante. Recomendada totalmente, exceptuando el final en el que a mi me dieron ganas de quemar a Gorki.

 

Crimen y Castigo: La primera obra rusa que leí, y creo que mi favorita del género. Nos da a uno de los mejores protagonistas en la historia de la literatura, al atormentado y paranoico Raskolnikóv, el cual cometerá un acto que lo hará replantearse contantemente su visión de si mismo y del mundo que lo rodea. No digo mas porque en verdad se las recomiendo completamente, una obra de arte por donde se vea.

 

Drury Lane: Teatro real, también conocido como Drury Lane. Es el mas antiguo de todos los escenarios ingleses.

 

Bolshói: Bien aquí si tenemos que hacer una pausa. El Bolshói de Moscú es “el teatro” literalmente significa Gran teatro. De los mas bellos del mundo y es de los dos teatros más grandes e históricos de Rusia junto con el Mariinski de San Petersburgo.

 

Arbat: Distrito que se podría describir como Los Hamptons de Moscu.

 

COO: Chief operating officer, se traduce como Director de operaciones y se podría decir que son los que manejan las sucursales de la firma en nombre de la junta directiva. Bien de esto no voy a hurgar mucho en esto, porque estaría haciendo un spolier fatal, pero solo diré que estas personitas van a ser, como dijo Drake, un verdadero dolor en el trasero.

 

Weisswurst: Son salchichas blancas muy consumidas en la región de Baviera en Alemania, y muy ricas por cierto.

 

Espinela: Creo que esto jamás explique esto – y la verdad no tengo idea de porque no lo hice – Verán, esta piedra es muy famosa y es porque en la época medieval muchas personas engañaban a la gente vendiéndoles espinelas que hacían pasar por rubíes. Ya que eran mucho más fáciles de encontrar y extraer que aquellas bellas piedras preciosas. Llegaron a tener tal fama que hasta incluso hay muchas espinelas en las joyas reales de la familia real británica y la espinela mas conocida es la que se uso para la corona de la emperatriz Catalina II de Rusia.

 

Ahora a que se refiere Katakuri cuando llama a Ichiji, su espinela… ustedes díganme.

 

N/A:

 

Uff.. eso fue largo ¿No? Haber primero lo primero, la decisión que han tomado los chicos, sé que es algo sorpresivo pero luego de todo por lo que han pasado ¿Ustedes que harían estando en su lugar? Ellos ya han soportado demasiado y es completamente entendible que ya no quieran mas tormento para Reiju. Luego, tenemos a Zoro, que es otra de mis grandes debilidades en este fic. Zoro a cometido muchos errores en su vida pero esta tratando de arreglarlos, a su manera claro esta, además la aparición definitiva de Marco nos dará un panorama mas extenso del pasado del peliverde y también ¡Ya salió nuestro bello Ace! ¡Ace es amor, Ace es paz! Y… hay un gatito que se está acercando.. pero aun llegara en unos cuantos capítulos mas (Lo siento chicas, yo también lo quiero ver pero aún no, aun no). Ahora Law, se que muchas deben estar con grandes interrogantes por nuestro medico favorito, pero descuiden pronto el mismo pelinegro nos explicara todo.. y ¡Monet! Este personaje nos va a sacar risas por montón – yo misma me he matado de la risa con sus comentarios – pero también vamos a desear matarla en más de una ocasión (En especial Ichiji). pero que puedo decir, ella y Katakuri tienen una historia muy divertida e interesante, que pronto se explicara. Solo voy a describirla en tres palabras «una maldita desgraciada». Monet es como el Joker pero sin la cara pintada, solo quiere el mundo arder. Finalmente, pero no menos importante ¡Tendremos boda! ¿…O no? Me encantaría hablar un poco más sobre la relación de Cracker y Rebecca, y como terminaron estando juntos porque en verdad es de las historias más bonitas que hay en el fic, pero desgraciadamente, esos dos están íntimamente ligados con un tema muy delicado, que pronto saldrá al descubierto ¿Sino por qué creen que los Charlotte o Monet, no soportan a Violeta?

 

Se que quizás tengan muchas dudas, porque lit. han pasado demasiadas cosas en este cap. y como siempre les digo, cualquier interrogante, ¡Aquí estoy para responderla! Espero que no me maten por el final y por cortar al exquisito y ardiente KataIchi pero descuiden, de esos dos tendremos de sobra 7u7 y para las que preguntan para cuando ZoSan ¡Paciencia! ¡Paciencia! Que la espera valdrá la pena.  

 

Y ahora… para terminar nuestra “corta” charla. Bellezas, se que esto sonara algo extraño, pero necesito su ayuda. Estoy buscando un beta <3 asi que, si hay alguna alma caritativa que este dispuesta a apoyarme con esta increíble historia, yo no podre estar mas que agradecida. Si hay alguna interesad@ porfis, mándenme un mensajito por privado y podremos tener un conversación re linda.

 

Bueno les mando besos enormes a todos y nos leemos en el siguiente cap <3


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