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BROTHERS'S LOVE por Alleisys

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Notas del capitulo:

 

 

Cuando tenía dieciocho solía acompañar a su padre a muchas reuniones de alta sociedad. A fin de cuentas, como su primogénito tenía que empezar a codearse con gente de su mismo estatus social, o al menos eso solía decirle Judge.

Bien, ni todas las fiestas a las que recordó haber ido ni a las que iría en un futuro, se compararían con lo que sus ojos estaban viendo. Si pensaba que los franceses eran estrafalarios a la hora de hacer celebraciones era porque estaba muy lejos de conocer el verdadero gusto Americano.

Apenas llego al Mandarin Oriental Hyde Park, pudo ver las filas de autos de diferentes marcas de lujo hacer cola solo para poder ingresar. Estaba infestado de reporteros con sus cámaras esperando la llegada de algunas de las figuras más influyentes del medio, expectantes como buitres en busca de carroña.

Al ingresar al salón principal, finalmente entendió lo que decían en su clase de historia, sobre el porque Estados Unidos se fue al fondo del poso con la gran depresión después de Los Maravillosos Años Veinte.

Todo el espacio estaba rodeado por pilares de estilo corintio, el techo de la estructura estaba lleno globos blancos y de estos sobresalían arboledas llenas de flores color lavanda que hacían un juego perfecto con los miles candelabros colgantes de cristal. Las paredes estaban bañadas en una cascada que simulaban diamantes y había miles de mozos que llevaban cuantas botellas de alcohol pudieran cargar en las bandejas de plata y estaban listas para servir a todos los comensales.

Había una banda de Jazz a un lado del escenario y todos estaban vestidos en ridículos trajes clásicos de color blanco. Por Dios, si hasta había una piscina enorme en el centro de la pista de baile, la cual era completamente negra y resaltaban líneas de color dorado; en el que se podía leer perfectamente el nombre Emperors.

Para rematar este derroche de dinero que hacía que Ichiji solo tuviera más ganas de vomitar.

Estaban todos los presentes; los cuales creían que estaban en una escena de Great Gatsby, bailando como idiotas al ritmo del Charleston, con trajes llenos de diamantes y perlas hasta los dientes. Las mujeres, iban vestidas como Flappers, con cada vestido incluso más extravagante que el anterior, sin contar a los hombres con típicos trajes con lazos y corbatas de los años veinte.

De verdad tenia suerte de que la moda masculina no haya variado mucho de un siglo a otro o de lo contrario hubiera llegado a desentonar bastante con el tipo de celebración.

Para su suerte Niji tenía un smoking negro, que había guardado en su habitación al no tener espacio en su armario compartido con Sanji. Le quedaba perfecto, aunque algo ajustado en la parte baja.

¿Qué más da? No es como que alguien me fuera a ver el trasero – Se dijo a sí mismo y hablando del peliazul, lo había llamado hace un par de minutos para gritarle por haberse ido, pero lo mando al diablo.

Empezó a avanzar hacia el gran salón, adentrándose cada vez mas a ese mundo en el que antes se sentía como pez en el agua, y ahora..

Ahora solo sentía que era un extraño.

–Al menos podre tomar un buen Brandy – era consciente de todo el estrés que cargaba con él, por lo que un par de copas no le harían daño.

 

………………………………………………………

 

Estaba anonadado, el lugar era impresionante; seguía preguntándose como había terminado en un evento de esa magnitud. Apenas bajaron del Aston Martin Vanquish de la castaña, todos los flashes se dirigieron a Pudding, la cual estaba magníficamente vestida con un vestido transparente de diamantes. Ignorando a las cámaras ingresaron el lugar y la toffe empezó a saludar a diestra y siniestra a todas las personas que se encontraban en el evento.

Por lo visto la familia de Pudding era muy conocida en todo Londres..

–¡Valla que tu hermano si que sabe cómo hacer una fiesta! – exclamo el rubio mientras terminaba de tomar una copa de Armañac.

Ella solo se rio – Me creerías si te dijera que hasta yo estoy sorprendida – le contesto muy animada Pudding. Sin duda esto es demasiado, creo que a Cracker se le fue la mano al momento de planear la fiesta; pensó para si la castaña.

–Debes estar muy acostumbrada a este tipo de celebraciones ¿No? – No le diría que él solía estarlo también, prefería escuchar la versión de la castaña.

–Al principio me parecían deslumbrantes, después las encontré un poco aburridas, supongo que la magia se acabó– le respondió soltando un bufido.

Estaba de acuerdo, nunca le encontró razón a esta clase de eventos que lo único que buscaban era generar una competencia de egos en un mundo lleno de hipocresía y sonrisas falsas entre los asistentes. Para su buena suerte, era Ichiji el que asistía a la mayoría de esas estupideces junto con Judge. Iba a preguntarle a Pudding si irán a buscar al hermano de esta para felicitarlo por su evento cuando alguien lo interrumpió.

–¿Pudding? ¿Charlotte Pudding? ¡No puede ser! – escucho el grito de una mujer y de entre la multitud de personas una pelirosa salió del público.

Por lo visto su amiga la conocía muy bien porque se soltó de su agarre en un instante y fue a abrazar a la joven, la cual llevaba un vestido negro de tiras y tenia una ostentosa pedrería de plata en el cuello.

–Eres una tonta ¿Por qué no me dijiste que habías vuelto a Londres? No fue nada lindo de tu parte – le reclamo molesta la recién llegada.

–Jajaja, discúlpame, pero en verdad fue una decisión de ultimo minuto. En fin ¿Cómo has estado, Perona? – Había conocido a la pelirosa en sus años en Cheltenham Ladies College, era una chica muy agradable, aunque algo extraña, pero a pesar de eso habían logrado formar una buena amistad.

El rubio se dio cuenta que estaba haciendo mal tercio, prefirió darles un poco de privacidad y fue a buscar un buen trago.

–Espera antes de nos pongamos al día te quiero presentar a San..– Se dio la vuelta y el rubio había desaparecido – ¿Sanji? ¡Sanji! ¿Dónde estás?

Perona también se percató que algo o mejor dicho alguien tampoco se encontraba a su lado – ¡Oh rayos! Este idiota se me volvió a perder ¡No ha cambiado nada! Sigue siendo el mismo despistado de siempre.

Tratando de buscar a Sanji que Pudding se dio cuenta de algo. En medio de los invitados de las mesas principales, se encontraba un rubio que ella conocía, pero no el que estaba buscando.

–¡Esto tiene que ser una maldita broma! – La castaña sentía que iba a explotar.

 

………………………………………………………

 

 

Acababa de llegar hace cinco minutos a la fiesta y ya necesitaba un trago. Cuando su hermana le pidió que fueran juntas a la fiesta, pensó eso.

¡Que irían juntas!

No se le paso por la cabeza que su querido cuñado las acompañaría.

 

–Te fuiste a Ibiza como si nada ¡Ni siquiera me dejaste un mensaje! – le grito su hermana al conductor del vehículo –

–Fufufufu ¿Celosa? – La situación le estaba causando mucha gracia.

–¡No digas tonterías!

–Vamos, no querrás hacer un escándalo con Rebecca aquí, si tanto deseas desahogarte espera a que volvamos a casa y te dejare hacer lo que quieras conmigo por haberte dejado abandonada.

¿Es que acaso no podía dejar de ser tan hijo de puta por solo cinco minutos?

 

Y después de eso, se tuvo que tragar treinta minutos de reclamos, acusaciones y peleas solo para llegar al Hotel y salir del Bentley para que la pareja se volviera automáticamente el matrimonio perfecto.

En verdad no entendía como Violet podía seguir casada con alguien como él. Aunque no negaría que Donquixote Doflamingo, era el encanto hecho persona y en eso radicara su mayor atractivo, en ser una ilusión destructiva; a la vez que adictiva pero sin restarle lo desgraciado y cínico que podía llegar a ser.

– Necesitare algo fuerte – También se preguntó dónde estaba el cerebro de galleta que tenía por novio. Tal vez debieron haber ido juntos al evento, pero no quería que la familia de él pensara que los quería opacar en su gran noche o su de por si mala relación con las hermanas de su pareja empeoraría más.

 

………………………………………………………

 

Había consumido aproximadamente unas siete copas de Brandy. Estar solo rodeado por todas estas personas carentes de materia gris lo estaba afectando de más.

¿Dónde estaban los grandes abogados a los que todos temían como Las Bestias?

Oh si, estaban bailando como locos y se estaban bañando con ropa en la piscina mientras cantan ebrios New York, New York.

Lo peor de todo, es que había un sujeto de largos cabellos negros con una risa demasiado extraña vestido en una horrible capa blanca y con los malditos labios morados, parado en uno de los pilares que sobresalía de la piscina y creyéndose Frank Sinatra no paraba de cantar a todo pulmón.

 

If I can make it there

I'm gonna make it anywhere

It's up to you, New York

New York

New York

 

Se tubo que tapar los ojos, era demasiado – Esto me da vergüenza ajena – Solo se quedaría allí un par de minutos mas y luego se largaría ¡Al diablo que Drake lo despida! Esto era patético.

–Concuerdo contigo, nunca pensé que extrañarían tanto América como para llegar a estos extremos – Ichiji soltó al instante un espasmo involuntario, estaba sorprendido, pero no se dio la vuelta.

Una voz muy profunda le respondió justo detrás de él y en sus veinticuatro años de vida, jamás había escuchado una voz así.

Mierda, tal vez tengo demasiado Brandy en la sangre

Igualmente decidió responder, más por educación que otra cosa – No entiendo porque una compañía tan importante como esta ha permitido que se celebre esta cosa, el CEO debe ser un verdadero idiota como para permitir esta clase de eventos – Trato de sonar seguro.

Pero no hubo respuesta, fue en ese momento en el que Ichiji se dio la vuelta, dándose cuenta que no había nadie. Sin embargo, el pelirrojo empezó a divisar luces de colores que llamaron mucho su atención, al principio pensó que le habían metido algo a su bebida y estaba alucinando cosas, pero lo que veían sus ojos no lo estaban engañando y callo en cuenta de que había sido muy imbécil.

¡La solución a todos sus problemas se hallaba frente a el!

–¿Cómo pude ser tan iluso? – dijo riendo mientras se formaba una gran sonrisa en el rostro y sin perder tiempo se dirigió hacia ese colorido lugar.

¡No! ¡No espera pelirrojo idiota!

Su subconsciente estaba tratando de advertirle sobre la gran estupidez que estaba a punto de cometer. Se detuvo un momento, si lo hacía se arriesgaba a perder lo poco que tenían, pero si salía a su favor, ya no tendría mas problemas, ni el ni su familia.

No es que no lo hubiera pensado antes, pero desecho la idea por el mismo hecho de que era muy peligrosa. Desgraciadamente Ichiji no se encontraba en completo control de sus sentidos por lo que su batalla mentar termino rápido.

Esto puede salvar a Reiju ¡Tengo que intentarlo!

–¡Dame 80,000 fichas! – le grito a la azafata mientras le entrega aquello que tanto le costo obtener, el cheque de Emperors.

Le hubiera dado su teléfono, pero esa consciente que no recibiría mas de 1.000 fichas por él y por la clase de lugar, era obvio que se estaban jugando cantidades mucho más fuertes.

Mejor para mí, pensó.

–M-mesa cuatro – le contesto asustada la pobre señorita, mientras le entregaba las fichas de colores.

Partió rumbo a la mesa del Gran Casino de estilo clásico que habían armado en esa zona de del salón, era perfecto.

Sabía bien que el Póker era un arma de doble filo, el mismo había visto a su padre perder millones en una noche, pero él no era ni de cerca como Judge y con esa confianza puso sus manos en el tablero. Habían otros dos hombres y una mujer, ya jugando.

–Oye niño ¿No eres aún muy joven para esto? – pregunto un hombre en un tono muy relajado, el cual estaba vestido con un traje amarillo y tenia unos lentes muy peculiares.

–Deja jugar al niño Kizaru, así los mocosos aprenden a no meterse en cosas de hombres – le hablo un peliblanco de piel pálida, el cual tenía un habano en la boca.

–Hijo, si sabes lo que te conviene retírate a la segunda jugada – recomendó una mujer con lentes oscuros y cabello rosa, tenía un cigarro en la boca que lo mareaba un poco – Estos hombres tienen trescientos mil en fichas cada uno.

En ese momento Ichiji sonrió como no lo había hecho en mucho tiempo – ¡Empecemos de una vez!

 

………………………………………………………

 

Se encontraba en la barra, por lo visto algunas personas se habían reunido en las mesas altas colaterales tratando de charlar tranquilamente entre todo el bullicio de la gran fiesta. Podía ver los miles de globos que empezaban a caer sobre la gran piscina como si de una cascada se tratara, asombrando a todos los asistentes.

–¡Aquí tiene joven, un Congnac Louis XIII! Tiene suerte, se lleva la última copa de la cosecha de ese año – El Barman le entrego la copa con una sonrisa.

–¡Muchas gracias! – contesto amablemente.

Estaba regresando por donde había venido, iría a buscar a Pudding hasta que se percató que la castaña se dirigía corriendo hacia las mesas principales del centro del salón y por lo visto estaba muy molesta, ya que apenas llego, comenzó a reclamarle a una chica pelinegra y a un rubio de largos cabellos, los cuales se encontraban sentados de lo más tranquilos.

¿¡Maldita mocosa como se te ocurre traer a este sujeto aquí!? – Sus gritos se escuchaban hasta donde el se encontraba.

¡Pudding! Nena no pensé encontrarte aquí, Oye ¿has engordado un poco?

–¡¡Cállate Cavendish!! ¡Flampe, tal vez Smoothie o Galette te dejen pasar muchas cosas pero conmigo te equivocaste Charlotte!

Cálmate hermanita, Cavendish me llamo y me dijo que se moría de ganas de venir conmigo a la fiesta, no le pude decir que no. No es mi culpa que el se haya aburrido de ti tan rápido.

¡Flampe te voy a..!

Fue en ese momento en el que el Sanji se dio cuenta que tenia que intervenir, acelero el paso para llegar donde Pudding, olvidándose que la copa estaba casi llena por lo que, al chocar con la persona que se estaba cruzando, el líquido de derramo completamente en la camisa del otro hombre.

¡Oh Maldita sea!

–Disculpa, en serio no me percate – escucho una melodiosa voz, mientras el chico intentaba limpiar inútilmente su traje azul.

–¡Eso es muy obvio idiota! – Lo que le faltaba, primero Shanks lo obliga a venir a este estúpido evento, luego su hermana intenta meterse en su vida nuevamente, apenas llegar a este enorme hotel se pierde y para rematar un rubio niñito de papá lo baña en Whisky.

–¡Oye! Tampoco es para que te exaltes tanto – le respondió molesto. Era consciente que la había cagado, pero de eso a que dejarse ningunear por este idiota era algo muy diferente.

–¡Mira niño, sino sabes tomar simplemente no lo hagas y ya! Pero no te pasees con una copa llena por todo el salón– Se relajo un poco, a fin de cuentas, el adulto aquí era el, tenia que controlarse.

–Perdón, no fue mi intención destruir tu traje – Sanji le desvió la mirada, se notaba que estaba avergonzado.

Fue en ese momento en el que lo vio detenidamente, era delgado y esvelto, llevaba puesto un smoking clásico color blanco, le quedaba muy bien. Era un poco más bajo que el, pero podía ver perfectamente sus ojos, azules, azules como un día de verano. Pero lo que mas le llamo la atención fueron esas particulares cejas.

Chasqueo la lengua y giro el rostro –¡Ya que! A fin de cuentas, me has dado una escusa para largarme de aquí – Al menos ya sabía que decirle a Perona para que lo dejara en paz y volver a su Hotel.

Estaba a punto de irse, pero el chico lo llamo por la espalda.

–Espera – lo vio fijamente, tenía que hacer algo por el peliverde al menos, a fin de cuentas, ya le había arruinado la ropa – Antes de que te vallas, al menos déjame invitarte un trago. Te prometo que no te lo lanzare en la ropa.

A Zoro le causo gracia su comentario y soltó un soplido, que más parecía una risa, e hizo pensar al rubio que era de las cosas más sexys que había escuchado.

No estaba del todo seguro de aceptar la oferta, a fin de cuentas, tenía una mancha amarilla enorme en su camisa, pero sus labios hablaron solos – De acuerdo.

 ¿Qué más da? A fin de cuentas, no he probado nada desde que llegué, con esto podre decirle a Shanks que no me morí de aburrimiento y no se pondrá a preguntar como loco – pensó detenidamente el peliverde

–Bien, emm.. –

–Zoro – fue directo y con una mirada que el rubio no supo identificar, pero muy dentro de él, le gusto – ¿Qué hay de ti?

– Soy Sanji.

 

 

………………………………………………………

 

 

Muchos de los asistentes se quedaron boquiabiertos al ver a una hermosa morena en un largo vestido blanco y un peinado Bob clásico. Deslumbrante era poco para describirla, pero se desanimaron al verla de la mano de rubio en un traje de época color vino, el cual era bien conocido por todos los presentes.

Donquixote Doflamingo era un hombre muy famoso en el ámbito social de Inglaterra, un gran diseñador de modas que había hecho millones con sus excéntricas y llamativas propuestas, llenas de plumas y brillos. Sin duda eran una pareja muy conocida y el hecho que el rubio estuviera presente en ese lugar era porque quería apoyar a su bella esposa con la firma para la que ella laboraba.

 

Nada podria ser más falso

–¡Que bien se ve el matrimonio Donquixote!

–¿Para cuándo los niños?

–¡Ustedes son la pareja perfecta!

 

Eran cumplidos a los cuales Violet estaba muy acostumbrada a recibir, pero era una lástima que ninguna de esas frases pasaría de eso, de simples palabras. Es como si ya estuvieran automatizados para saber qué decir y hacer, casi como robots. Se encontraban de los más tranquilos saludando a todas las personas que les dirigían la palabra cuando un hombre que la morena conocía muy bien se acercó a ellos.

–Señora Donquixote, se ve esplendida esta noche – reconocía muy bien ese tono frívolo y Violet pudo captar la acides de sus palabras.

–Muchas gracias Sir Crocodile, me alegra que haya podido venir a la fiesta – le respondió en el mismo tono.

–Jamás me perdería un evento de tal magnitud, sin duda Charlotte Katakuri es digno hijo de su padre, es un hombre increíble ¿No lo crees Violet?

Maldito sea este hombre

– La verdad que sí, es alguien increíble, pero no se confunda el no es su padre – Siempre era lo mismo con ellos dos, nunca podían tener una conversación que no incluyera algún ataque, directo o indirecto.

–Fufufu, juez Crocodile, espero que no esté incomodando de más a mi amada esposa – a Doffy como siempre la situación solo le causaba un morbo desmesurado.

–Para nada Doflamingo, tengo asuntos más importantes que hacer aquí – Ambos hombres chocaron miradas y se dio un silencio incomodo del cual Violet solo quería desaparecer.

–Mi hermosa Violet, necesito que el juez me dé una asesoría legal en cuanto a las nuevas telas que exportare desde Pakistán, en un momento te doy el alcance – sin decir más soltó la mano de la española y comenzó su retirada junto a Crocodile.

–¡Doffy! – antes de desaparecer de su vista, la morena lo agarro del brazo y le estampo un fogoso beso que Doflamingo acepto gustoso – Te veo después, esposo mío –Apenas pronuncio esas palabras pudo sentir la mirada lacerante del pelinegro sobre ella.

¿Cómo es que Doflamingo la había arrastrado a vivir una vida tan indeseable?

Siguió su camino sola, planeaba ir a saludar a Smoothie, hasta que unas manos le ofrecieron un Martini, haciendo que se tranquilizara un poco al ver el rostro de la persona que sostenía la copa.

–No pensé que vendrías – sonrió mientras le recibía la copa al recién llegado. Un pelirrojo de cabellera indomable, casi tan alto como su jefe con un traje negro y con una sonrisa muy altanera.

–Yo tampoco pensé asistir, pero es una noche importante para Dogtooth – le contesto mientras se terminaba su Martini en un instante– ¿y Donquixote? Pensé que estaría contigo haciendo el papel de hombre ejemplar, quería tomar un par de cortos con él.

–Se fue con su puta – estaba agradecida que el pelirrojo estuviera al tanto de toda la situación, así no tendría que guardarse nada.

–El pelirrojo soltó una aparatosa risa – Violet, en el mundo en el que nosotros vivimos, todos somos putas. De una u otra forma terminamos vendiéndonos como mercancía al mejor postor, ya sea brindando nuestros conocimientos, talentos o cuerpos.

–Que visión más excéntrica de la vida, Kid – le dijo con una mirada escéptica.

–¿Quién crees que me la enseño? – Le pregunto mostrándole una de esas sonrisas sádicas que siempre usaba.

Violet solo soltó una risa, quien más..

 

………………………………………………………

 

 

Cracker no podía contener su alegría. En verdad todo le estaba saliendo perfecto, cuando llegaron al evento casi la mitad de los asistentes se abalanzaron sobre Katakuri, por lo que el pelilila se salvó de la gran golpiza que le daría su hermano por haber exagerado, tal vez un poco, en el exuberante evento.

Luego sus hermanas decidieron entretener a toda la familia y a los presentes con un espectáculo digno de Stand up Comedy, en el que Pudding casi golpea a la fastidiosa de Flampe por haber traído al ex novio de la castaña a la fiesta.

Pagaría un millón de libras solo por volver a ver como Perospero y Mont-d Or intentaban separarlas sin éxito.

¡Como amaba ser un Charlotte. 

Y para rematar estaba Violeta, la cual estaba de lo más alegre junto a su esposo haciendo gala de toda su exuberancia. Hasta que llego el juez Crocodile y la cara de esa mujer paso de ser un lienzo a fuego puro.

Ahora solo tenía que encontrar a su sexy novia, ya que si Violeta estaba en el edificio, entonces ella también debía haber llegado. Estaba camino al centro de la fiesta, cuando se percató de cierto lugar al que le llamaba mucho la atención entrar. Por lo que aplazo la búsqueda de su amada y decidido ir a entretenerse un momento.

 

………………………………………………………

 

–¿Trabajas para la firma? – le pregunto mientras se sentaban en una silla alta de las mesas de cristal que había en esa zona.

–No, de hecho, llegue de improvisto por una amiga – En ese momento Sanji debió acordarse de Pudding y el escándalo que había hecho hace un rato, pero su cerebro simplemente formateo ese hecho, ya que estaba concentrado en cierto peliverde – ¿Qué hay de ti?

–Igual, de hecho, termine aquí porque me agarraron desprevenido – No le diría que cierto pelirrojo lo amenazó con llevarlo a rastras hasta la puerta.

El rubio soltó una ligera carcajada, tenía una risa contagiosa, pensó Zoro.

En ese momento llego la carta de cocteles y a Sanji casi le da un micro infarto ¡Todos los tragos especialmente preparados tenían el precio mínimo de trescientas libras!

¡Ichiji me va a arrancar los ojos! Pero… Ichiji no esta aquí.

Zoro se percató de la expresión del rubio. No fue difícil deducir por su rostro que no tenia dinero suficiente para pagar el consumo de ambos, era normal, la verdad pocas personas podrían costearse un vaso de Johnny Walker del sesentaicinco.

Entonces decidido entretenerse un poco con este niño, un par de juegos no le hacen daño a nadie ¿No?

El mozo llego y el peliverde le dio la carta – Tráeme un Ron Akagami y para él un Sex on the Beach – le pidió divertido.

¿Eso había sido una maldita indirecta o algo así? El rubio agradeció que estuviera oscuro, ya que pudo tapar su ligero sonrojo, pero si ese estúpido peliverde quería jugar, entonces que así sea – Que sean dos Akagamis – le corrigió el pedido al mesero.

Que Ichiji lo quemaría vivo,le daba igual.

Zoro sonrió divertido – Solo no me lo vallas a lanzar esta vez – le dijo mientras sacaba un rollo de billetes del bolsillo de su saco. Tenía suerte de haber cambiado sus euros antes de venir, era consciente que iba a necesitar dinero si es que a Perona se le ocurría consumir algo por el estilo.

–Son mil quinientas libras señor – le recordó el mozo mientras apuntaba el pedido.

Valla, eso le sorprendió un poco. Shanks había subido el precio de sus bebidas,  ya luego le pediré que me devuelva el dinero, a fin de cuentas iba a ser la primera vez que pagara por consumir un producto que hacia su propia familia.

–¡Oye espera! Yo iba a i– Zoro detuvo sus reclamos rozando sus dedos en los labios del rubio, hacía mucho que no hacía esto. Debía reconocer que eran muy suaves.

–Invitas la siguiente ronda – hablo divertido – Si llegas…

Sanji sintió el frio tacto de esas manos, pero eso fue suficiente para que el rubio se diera de que valió la pena el haber hecho esa maldita cola por el Congnac Louis XIII, y le devolvió la misma sonrisa confiada.

–Claro.

 

………………………………………………………

 

 

La Dealer coloco la última carta, el River, en la mesa. El Floop se había completado y el ganador fue nuevamente un pelirrojo con Full House.

Un golpe seco se escucho en la mesa, seguido de un fuerte grito –¡No puede ser! ¡Estas haciendo trampa maldito mocoso! –Ese niño les había ganado las siete ultimas partidas ¿En qué momento paso? Ya había perdido casi doscientas mil fichas.

–Vamos viejo no es para tanto, tampoco esperes ganarme con un mísero Par – Decir que estaba emocionado era poco – Sino sabes perder entonces no te metas en cosas de hombres.

–¿¡Que dijiste!? – sin duda el peliblanco estaba perdiendo el control.

–Estoy sorprendido jovencito, hace mucho tiempo no veía a alguien con tanta suerte en una mesa – le dijo el otro sujeto en su horrible traje amarillo – Mejor tranquilízate Smoker, este niño tiene mucho talento.

El que esos viejos estúpidos lo subestimaran por ser muy joven fue de mucha ayuda, había conseguido ya trescientos cincuenta mil fichas. Sin duda, el tenia una habilidad nata para estos juegos, pero no solía ir al casino, porque era consciente que también eran peligrosos.

Lo último que quiero es terminar igual que Judge.

Muchos de los presentes en el casino se habían amontonado alrededor de la mesa, para ver a ese brillante jovencito de ceja graciosa ganar partida tras partida, sin perder ni una sola ficha y avergonzando en el proceso a tres de los abogados más respetados se la firma.

–¡Vámonos Smoker! Ya fue suficiente – Hina estaba cansada, ese niño le había quitado todas sus fichas, no iba a esperar a que su marido despilfarrara lo que le quedaba por su maldito orgullo.

–¡Silencio mujer! – La callo con cólera.

Perfecto, ya perdió la concentración, si sigue así le podre quitar las otras cien mil fichas, pero lo importante aquí es el otro viejo que habla raro – Miro al tal Kizaru por unos segundos y después le devolvió la mirada al del cigarro – Solo le he podido ganar cuarentaisiete mil, tengo que hacer que juegue o de lo contrario estaré alargando esto demasiado.

–¡Caballeros! ¿Les importa si me les uno?

Ichiji levanto la vista, Era un hombre de cabellera pelilila, alto con una gran cicatriz en el ojo. Se presentó frente a ellos; y con otro horrible smoking ¿Quién demonios asistirá a una fiesta de este estilo con un traje color rosa?

–¡Cracker! Claro siéntate – Kizaru lo invito animado, por lo visto se conocían a pesar de tener una clara diferencia de edad – ¿Dónde esta tu hermano? – pregunto curioso mientras encendía un cigarro.

–Jajaja ¿Cuál de todos? – Ichiji no entendió el porqué, pero todas las personas que estaban rodeando la mesa empezaron a reírse.

– ¡Oye! – lo llamo serio el pelirrojo, provocando que el animado ambiente cesara– más te vale dejar de reírte y haber traído muchas fichas, porque te las quitare todas – Ichiji le dio una sonrisa orgullosa, a fin de cuentas, estaba en racha y lo que mas necesitaba en ese momento eran idiotas llenos de dinero.

El pelilila arrugo la nariz y afilo esos ojos rasgados que tenia – Maldita rata, vamos a ver cuánto te dura esa mugrosa sonrisa – Entonces Cracker saco de su bolsillo un par de fichas, pero no eran como las que los demás tenían. Eran fichas rectangulares, fue en ese preciso momento en el que a Ichiji se le fue el aliento.

¿Q-que? – estaba sorprendido, esas piezas eran especiales y solo se ofrecían en casinos realmente lujosos, ya que el valor de cada una era de un millón de euros.

El pelirrojo empezó a temblar, a pesar de tener un poco de alcohol en la cabeza era muy consciente de que frente a el se encontraba la cura para la enfermedad de su hermana.

–¿Qué pasa imbécil? Ya te asustaste – Ichiji le devolvió la mirada al pelilila, estaba con una sonrisa exageradamente grande en toda su cara.

Kizaru y Smoker se levantaron de la silla al instante de ver esas fichas plateadas. No había posibilidad alguna de jugar contra esa cantidad. Era como si una hormiga intentara hacerle frente a un elefante.

Cracker empezó a reírse, le encantaba ver esas expresiones de impo..

–¡Empecemos de una vez idiota! – Ichiji le grito desde el otro lado de la mesa interrumpiendo sus pensamientos.

Todos los presentes lo miraron anonadados, incluido los cuatro que se hallaban más cerca a la mesa ¿En verdad era tan tonto como para intentar hacerle frente a un hombre con dos millones de fichas solo con trescientos mil?

Soy consciente que la probabilidad de ganarle es casi nula, pero, si logro quitarle la mayor cantidad posible entonces habrá valido la pena – eran los únicos pensamientos que rodeaban la mente de Ichiji.

–¡Jajaja! Me agradas pelirrojo, las tienes bien puestas. Vamos ¡Lanza las cartaa..! – Cracker detuvo sus gritos súbitamente y sus ojos se abrieron a mas no poder.

Ichiji se percató que estaba empezando a sudar frio; y no solo él. Todas las personas alrededor del Vinsmoke se quedaron mudas; hasta los que estaban en otras zonas del casino.

–Cracker, finalmente doy contigo ¿Por qué no me sorprende encontrarte aquí? – Ichiji se tensó en la silla, él ya había escuchado esa voz hace un momento, pero pensó que el porcentaje de alcohol que tenía en la sangre simplemente le había hecho una broma a su cabeza.

Sin embargo, para su suerte o desgracia, esa voz si tenía un dueño.

Fue entonces cuando lo vio, era un hombre vestido en traje; con saco blanco y pantalón de vestir negro. Grande, era una palabra que no se podía usar para describir el tamaño de esa persona. Se notaba que el hombre era increíblemente fornido ya que esos hombros estaban muy bien marcados, al igual que todo su cuerpo. Pero lo que mas le sorprendió a Ichiji eran esos ojos color sangre y esa bufanda que le tapaba la mitad del rostro.

¿Quién era este hombre?

–H-hermano, justo te estaba buscando y e-empecé por aquí – soltó lo primero que se le vino a la mente, Cracker estaba visiblemente nervioso, no pensó que Katakuri iría por él.

¿Hermano? 

–¿Así? No me digas ¿Decidiste buscarme en el casino? – le pregunto escéptico

–Y-yo–

–Vámonos, tengo que hablar contigo, en privado – fue todo lo que dijo y se dio media vuelta.

La cara del pelilila era un poema, sabia la que se le venía.

Fue en ese momento, en el que Cracker se paró de la mesa tomando ambas fichas, en el que Ichiji simplemente actuó por instinto. Esta era una oportunidad que simplemente no podía dejar escapar.

–¿Qué pasa, te acobardaste? ¿Acaso tu hermanito tiene que venir a salvarte el culo? Son unos cobardes – Todos los presentes se quedaron viendo fijamente a Vinsmoke Ichiji, como si lo que hubiera dicho haya sido un sacrilegio contra la humanidad.

Cracker no lo podía creer, en un instante paso de la resignación a la rabia completa ¿Quién rayos se creía este pelirrojo para hablarles así? ¿¡A ellos!?

–¿¡Con quien mierda crees que estas hablan…¡?

–Cracker, dame las fichas – Katakuri le tendió la mano al pelilila y este se detuvo en seco, tenia la vista clavada en ese pelirrojo.

Ichiji sintió la penetrante mirada del granate en él, sentía que lo estaba quemando con esos ojos color fuego.

–¿Ka-? – Solo basto otra mirada de su hermano para que Cracker le entregara las piezas plateadas sin dudarlo y fue el mayor de los Charlotte quien se sentó en la mesa que antes era ocupada por él.

Había un silencio unisonó en todo el casino.

–Empecemos – Esa voz, lejos de amedrentar a Ichiji, lo emociono.

La dealer de la mesa, capto la indicación del moreno y lanzo los dos primeros naipes a los únicos jugadores que se encontraban en la mesa.

Ichiji dio un profundo respiro y observo sus cartas, as de corazones y as de diamantes.

¡Vamos!

Mejor dúo no pudo haber sacado, pero no lo demostró. En esta clase de juegos la calma era lo principal. Observo al granate, se veía impasible. ¡Maldición! sus ojos no podían ver nada tras esa mirada tan absorbente dirigida hacia él.

–Caballeros la ciega inicia con cincuenta mil – dijo la Dealer.

Ichiji dio setenta mil, necesitaba que ese intimidante sujeto siguiera aumentando el poso, pero no espero que la subiera a cien mil.

–Valla ¿Acaso no te enseñaron como se juega? –  hablo en un tono divertido dándole una sonrisa confiada. El hombre había colocado de golpe una gran cantidad de fichas, sin ni siquiera ver el Floop inicial.

–Digamos que confió en mi instinto – El desgraciado tenía una voz muy hipnótica.

Eso hizo que al pelirrojo le hirviera la sangre ¡Es un fanfarrón!

El Floop fue revelado y se colocaron las tres primeras cartas en la mesa; As de Trébol, J de espadas y cuatro de trébol.

Los ojos de Ichiji empezaron a brillar, cosa que no paso desapercibida por el Charlotte mayor, solo necesitaba un As mas para lograr su jugada, estaba a punto de subir el poso cuando escucho una leve risa del hombre frente a él.

–¿Qué es tan gracioso? – La gente a su alrededor solo contenía la respiración ¿Este niño estaba tuteando a Charlotte Katakuri?

–Eres un impertinente y cuando acabe esta partida te mostrare lo estúpido que has sido– El Charlotte hablo tranquilo, como si supiera desde ya el resultado de este juego.

Fue entonces que Ichiji la encontró, esa emoción única y excitante que te daba el Póker, el poder de controlarlo todo con unos simples naipes. Nunca había compartido ningún tipo de placer más allá del que tenia por el juego pero estaba seguro que nada se compararía a esta sensación – Quiero verte intentándolo – Lo dijo con tanta seguridad que el granate agudizo su mirada en él.

Él no le tenía miedo.

Ichiji decidió llevar el juego aun mas lejos y aumento la apuesta a doscientos mil, sorprendiendo a todos los presentes ¡Ese pelirrojo ya estaba apostando mas de la mitad de sus fichas!

Vamos aumenta el poso ¡Hazlo!

Parecía que Katakuri tuviera una especie de ventana a su cerebro ya que la jugada de Ichiji quedo en nada cuando doblo la apuesta a cuatrocientos mil.

Con el poso aumentado nuevamente. La penúltima carta, el Turn se revelo, era una K de espadas.

Katakuri no se veía sorprendido y solo le devolvió la mirada a Ichiji –Parece que llegamos al final del juego – El Charlotte hablo bajo, en un susurro imperceptible para todos menos para Ichiji.

–Exacto, así que terminemos con broche de oro ¿Quieres? – le siguió divertido el pelirrojo. No lo admitiría pero esta era le lejos la mejor partida que había jugado en su vida, ya que estaba apunto de hacer algo histórico. 

Fue entonces que Ichiji lanzo todas sus fichas a la mesa – All in – fue lo único que dijo.

Sabía perfectamente el peso de esas palabras, pero solo necesitaba el ultimo as y estaba seguro de que lo iba a conseguir, por él, por sus hermanos y sobretodo por Reiju.

–Eres alguien interesante – Le exclamo aquel intimidante hombre.

El pelirrojo no podía verlo, pero estaba seguro de que estaba sonriendo detrás de esa espesa bufanda.

All in – sentencio el Charlotte para finalmente lanzar esas dos preciadas piezas plateadas, ante la mirada atónita de los presentes.

Ichiji empezó a temblar ¿Qué rayos? No puede ser ¡Como se le ocurre apostar toda esa cantidad en una única partida! ¿Acaso está completamente loco?

Cerro los ojos un momento, si ese millonario idiota quería derrochar su dinero, allá él. Al menos yo le daré un mejor uso – Me pregunto quién será el estúpido cuando esto termine.

–¡H-hermano! ¿Q-que estas? –  Estaba apostando como si nada dos millones de libras ¿Qué rayos estaba pasando?

–Silencio Cracker – Le dio una mirada de muerte a su hermano menor, el pelilila no tenía ni voz ni voto en su decisión y regreso su vista hacia su contrincante.

Ambos hombres no podían quitarse la mirada de encima, Ichiji se mordió el labio inconscientemente de la emoción, provocando que las arqueadas cejas del Charlotte mayor se fruncieran, afilando la mirada.

Llego la hora de la verdad, el River fue finalmente revelado.

As denEspadas.

El pelirrojo ni siquiera se reconoció a sí mismo, ni lo que hizo después. Se paro de la silla, tirando sus cartas a la mesa, para que todos los presentes y ese estúpido de cabello granate lo pudieran ver, y empezó a reír como no lo había hecho nunca, jamás había reaccionado así.

Póker

Había logrado completar cuatro pares de ases.

¡Si! ¡Lo conseguí Joder! ¡Reiju lo conseguí!

Todos los presentes estaban con la boca abierta, hasta el mismísimo Cracker.

–¡K-katakuri! – No lo podía creer ¿Su hermano había perdido?

Dio un ligero respiro y llego a la conclusión de que ya había sido suficiente –En verdad eres un estúpido – fue lo único que pronuncio el Charlotte antes de mostrar sus cartas y que todas las personas del Casino soltaran exclamaciones de sorpresa e Ichiji dejara de reírse abruptamente y levantara sus espiraladas cejas a mas no poder, llevándose una mano a la cabeza para mirar atónito la mesa.

10 y Q de espadas

– ¡N-no! ¡No! espera e-eso no es…– fue lo único que fue capaz de articular el pelirrojo, ya que su voz se apago en ese preciso momento.

Royal Flush de espadas.

Todos los asistentes del casino empezaron a aplaudir, y es que no era para menos, una escalera imperial era algo prácticamente imposible de hacer en el Póker. El moreno había hecho la jugada más poderosa del juego y a pesar de que el pelirrojo tuviera un Póker, no había nada que hacer con la mano del Charlotte.

Ichiji no lo podía creer ¿Cómo era posible? La escalera imperial solo tenía una probabilidad de cuatro en más de dos millones.

¿Cómo lo había logrado?

Como si estuviera leyendo su mente el Charlotte se levantó de la mesa y le dijo – Te lo dije antes, confió en mi instinto.

Kizaru y Smoker estaban anonadados, ese niño que los había hecho ver como unos idiotas había sido humillado en un solo turno por el CEO.

En ese preciso momento, al pelirrojo lo golpeo la cruel realidad, sintió que la presión de su sangre bajaba lentamente, se tuvo que sostener de la mesa o caería al piso de rodillas.

¿Cómo era posible que haya perdido todo?

¿Cómo pudo ser tan idiota?

Nunca en su vida había perdido tanto en una partida de cartas y lo peor era que ni siquiera era su propio dinero, era el dinero que salvaría la vida de Reiju.

En ese momento sintió que había caído casi tan bajo como su padre.

Vio como Cracker se acercaba lentamente hacia el –Espero que esto te haya servido como lección estúpido, nunca le muestres los dientes al dueño del látigo – Se lo dijo justo en su oído, solo para disfrutar de la mirada de desesperación del pelirrojo.

Cuando Ichiji bajo la mirada se dio cuenta que no había absolutamente nada en su lado de la mesa.

El Charlotte mayor le dio una ultima mirada y se retiro del casino con Cracker cargando todas las fichas del pelirrojo mas las dos piezas plateadas.

 

………………………………………………………

 

Sanji nunca fue un gran fanático del alcohol, he hecho de entre sus cuatro hermanos, Ichiji y el eran de los que menos consumían esa clase de bebidas, gracias Judge. A diferencia de Yonji o Niji que podían tomar litros de Vodka en la noche y estar como si nada al día siguiente.

Pero eso no significaba que con la primera copa perdiera el conocimiento, de hecho, para estar en su tercer vaso de Ron aun se encontraba muy despierto y es que no era para menos.

–¿Entonces no te gusto Bulgaria? – soltó una risa curiosa. Zoro le estaba hablando de los viajes que realizo, por lo visto había viajado mucho los últimos años y a lugares muy extraños.

–La verdad no mucho, la comida era muy mala y era difícil entenderlos, solo fui a probar su famoso Yogurt y debo decirte que fue de las mejores cosas que comí.

El moreno no pensó que se explayaría tanto hablando de él. Es más, estaba seguro de que el rubio perdería el conocimiento después del primer ron y se iría tranquilo, pero, allí estaba el, hablando con un completo extraño de los viajes que hizo en los últimos diez años

No sabia porque pero hablar con ese rubio era tan natural.

Si Perona estuviera allí lo golpearía por hablar como si nada de su vida con alguien mientras que su hermana se desvivía para que se abriera con ella.

–Entonces aun no has probado el mío – Sanji interrumpió los pensamientos homicidas que se hacía sobre la pelirosa, hablando con mucha seguridad, pero por la cara de Zoro, lo había entendido de una forma completamente diferente.

–¿Ah? – estaba con una mueca de sorpresa

–Olvidado – ¿Qué rayos estaba diciendo? Seguro el ron ya se le había subido a la cabeza.

–¿Sabes hacer yogurt? – alzo una ceja curiosa

–¡No!, bueno, si, digo, no es difícil. Estudie gastronomía – y volvió a tomar su vaso para terminarlo de un solo golpe.

–No me digas, yo apenas y puedo freír un huevo – empezó a reír, la verdad no mentía – ¿Dónde?

 –Le Corden Bleu, en Paris – fueron buenas épocas, claro hasta que Judge se entero que el dinero que invertía en la “educación universitaria” de Sanji iba a parar a un asqueroso instituto de cocina como lo llamaba él. Una parte de él aun no le perdonaba a Niji el haber ido de soplón con su padre – No pude terminar, vine a Londres a dos años de graduarme.

No le explicaría la razón por la que termino en esta ciudad.

–Así que francés, me hacia una idea, tu acento es casi perfecto, pero – Se detuvo y la vista de Sanji fue a parar a esos ojos marrones – eres diferente a todas las personas que están en este lugar. 

Sanji sintió como algo en su pecho hizo Click y estaba a punto de responder cuando su teléfono sonó.

–Discúlpame – conocía el número y apenas lo leyó su respiración se volvió pesada, contesto con miedo – ¿Sí?

¡Sanji, por fin! Ninguno de tus hermanos me contestaba, soy Cossete, tienes que venir al hospital, es tu herman..– apenas escucho la voz de la enfermera del Saint Thomas Hospital, hablo sin si quiera dejarla terminar.

–¡Voy de inmediato! – y le corto la llamada.

–¿Paso algo? – El rubio había cambiado completamente su expresión, se notaba desesperado como si se le fuera a salir el corazón.

–T-tengo que irme – y sin más se paró, dispuesto a correr hacia la salida del hotel.

–¡O-oye! ¡Sanji espera!

Ni siquiera lo escucho y empezó a correr, pero algo no cuadraba ¿Por qué Cossete le dijo que ninguno de sus hermanos le contestaba el teléfono?

¡Se supone que Ichiji debería estar con Reiju!

No entendía nada de lo que estaba pasando, estaba por llamar a Ichiji cuando de la nada agarraron su brazo fuertemente, giro la cabeza dispuesto a gritarle al peliverde que lo soltara pero se sorprendió al encontrarse con Pudding.

–¡Sanji! ¿Dónde estabas? Me tenias preocupada, te perdiste la sacudida que le di a mi her..– la castaña se percato al instante de la mirada desespera del rubio – ¿Sanji? ¿Cariño, que paso? ¿Estas bien?

–M-mi hermana está en el Saint Thomas, t-tengo que ir a verla – Apenas podía formular palabras.

Pudding se llevo las manos al rostro – ¡Por Dios, Sanji! Déjame, yo te llevo.

–¡Yo me encargare Charlotte! – ambos giraron la vista hacia cierto hombre con la camisa llena de Whisky.

–¿Roronoa? ¿Qué haces tú aquí? ¿Se conocen? Y ¿Que te paso en la camisa? – miro escéptica al recién llegado, pero se dio cuenta que Sanji lo miraba fijamente.

–Dile a Perona que pasare por ella después – dirigiéndose a la castaña, la conocía era una vieja amiga de su hermana.

–¡Vamos Sanji! – el rubio solo asintió y salieron a toda prisa del lugar.

– ¡Espera! ¡S-sanji! – grito, pero era tarde, el rubio ya había desaparecido de su vista.

¿Pero que es lo que le pasa a Sanji? No lo conocía mucho pero nunca lo había visto así, siempre estaba con una sonrisa.

No negaría que estaba preocupada por él, lo llamaría luego para preguntarle por la situación de su hermanita, aunque ahora que lo pensaba. Sanji nunca le menciono que tenía una hermana.

Estaba pensando detenidamente en lo que acababa de pasar cuando pudo escuchar claramente una risa muy fastidiosa y escandalosa acercándose; la reconoció de inmediato y giro el rostro para encontrarse a dos de sus hermanos.

–¡Hermanita! No te imaginas lo que acaba de pasar ¡Katakuri hizo dos millones trescientos mil libras en cinco minutos!

–¿De qué demonios estás hablando Cracker? – Pregunto desconcertada. Siempre era lo mismo con ese idiota. Jamás iba a madurar, tenía suerte de tener a Katakuri de su lado.

–Ignóralo – Pudding puso sentir la mirada de su hermano mayor sobre ella – Explícame ¿Qué paso con Flampe? – Oh no, demonios.

–V-veras, ella trajo a Cavendish a la fiesta y..–

–Honestamente, no tengo ningún inconveniente con que tomes acciones por el proceder de esa niña pero no puedes ir y golpearla – Smoothie le dijo lo que paso y la verdad nada le podía importar menos que el tema del rubio al cual ni siquiera recordaba su nombre, pero no podía permitir que sus hermanas se sacaran los ojos. 

Al menos no en público.

–E-entiendo – le contesto nerviosa, su hermano era realmente intimidante cuando se lo proponía.

–¡Vamos no seas así! Es el riesgo que corres al tener a toda la familia junta. Piénsalo, tienes suerte que hayan sido solo ellas dos, hasta ahora.

–Eso me recuerda algo ¿Quién te autorizo a volver mi evento en un Bacanal?

A Cracker se le bajaron los colores del cuerpo. Estaba pensando que decirle para evitar no morir cuando fue salvado por la campana, o mejor dicho por el diablo. Pudding le hizo una señal y los ojos de los jóvenes Charlotte se vieron cómplices, dos personas muy conocidas para su familia se acercaron hacia su hermano.

–Finalmente te encuentro ¿Dónde te metiste Dogtooth? – dijo eufórico con una media sonrisa Eustass Kid.

–Estaba buscando a un idiota – Cracker pudo sentir la mirada de Katakuri sobre él.

–¡Hahaha! Creo que aquí hay varios. Apropósito, felicidades por la firma hermano – El pelirrojo se acercó al Charlotte y le dio una fuerte palmada en la espalda pero Katakuri ni siquiera se inmuto.

–Gracias – fue directo.

–Cuándo no con esa actitud ¡Maldito malagradecido! ¿Tienes idea de lo molesto que es usar este cochino corbatín? Al menos finge que estas feliz – Kid le dio una sonrisa homicida que Katakuri solo lo ignoro. 

Ambos se conocieron en la prestigiosa Universidad de Oxford, viniendo de realidades completamente diferentes y quizás esa fue la razón por la que ese pelirrojo se volvió lo mas cercano que Charlotte Katakuri tuvo a un verdadero amigo.

–¡Ten cuidado Kid! ese traje de Dormeuil cuesta un millón de dólares –Le resondro Violet mientras se acercaba a acomodar la bufanda de Katakuri, tenia suerte de tener tacos tan altos, de lo contrario no hubiera podido llegar hasta allí – Bien, en un rato te llamaran, debes verte perfecto y cambia esa cara por favor– Lo vio con una sonrisa.

– ¡Oye imbécil! Él no es tu hermano – Desgraciadamente para él, a Violeta la tenía que aguantar por las buenas o por las malas, no le quedaba otra, pero con ese pelirrojo la cosa era muy diferente.

–¡Cracker! No te había visto, valla que Katakuri en verdad en una buena persona, mira que cuidar de sus hermanos retrasados no es su responsabilidad pero aun así lo hace – Eso solo encolerizo al pelilila pero era consciente que si hacia algo mas para cabrear a Katakuri, terminaría muerto.

–¡Hola Pudding! La ultima vez que te vi fue en Nueva York ¿Cómo has estado? – La morena le pregunto tranquila. Pudding había trabajado infinidad de veces para Doffy, a fin de cuentas era una de las caras de su línea de ropa.

–Muy bien Violet, gracias – A diferencia de la gran mayoría de sus hermanos que tenían opciones encontradas con la española, a Pudding le daba absolutamente igual.

– Me alegro mucho – le dio una sonrisa y le devolvió la mirada a Katakuri. Violet se acercó un poco más para acomodarle el lazo de la camisa y susurrarle – ¿Paso algo interesante? Te veo mas pensativo de lo usual.

Esa mujer lo conocía bien – No, nada.

Termino de hacer el nudo negro, se veía increíble – Eso espero, Katakuri.

 

………………………………………………………

 

 

Caminaba hacia la salida del Hotel, no tenia nada mas que hacer allí. Se sentía como un completo estúpido ¿Cómo se los iba a explicar a sus hermanos?

El siempre era el responsable, el que les gritaba cuando gastaban dinero en tonterías. Nunca gastaba más efectivo del necesario para sus necesidades básicas y siempre ponía como principal prioridad a su hermana.

Por sobre todas las cosas, inclusive el mismo.

Todo era para Reiju

Tuvo la cura para su hermanita en sus manos, pero el destino disfrutaba haciendo mierda su existencia, y perdió la posibilidad de salvar a una niña inocente de tan solo nueve años.

Para empeorar las cosas no encontraba su Iphone, probablemente lo dejo en la mesa de póker, ya no estaba seguro de nada.

Supongo que volveré caminando, se dijo mentalmente.

Podía escuchar como la gente empezaba a aplaudir sin parar y gritar como locos, pero ni siquiera se molesto en darse la vuelta, estaba cansado.

 

<<Y ahora; presentamos al hombre que hizo todo esto posible, el CEO de la mejor firma de abogados del mundo>>

<<Charlotte Katakuri>>

 

Escucho ese nombre antes, pero ¿Qué importa ya? Tenia un largo camino a casa y ya casi eran la una de la mañana.  

 

………………………………………………………

 

Se encontraba con Cracker; escuchando atentamente las palabras que su hermano le dirigía a sus empleados, invitados y a la prensa. Desde el exterior todos podían ver a ese monumento de hombre y solo sentir o una gran admiración o una profunda envidia hacia él.

A sus treinta y cinco años había logrado lo miles de personas solo soñaban. Ser el dueño de dos de las empresas mas famosas y rentables de Reino Unido y Estados Unidos respectivamente. Hijo de dos titanes en la industria y la creación perfecta como lo suele llamar su madre. Una pena que ella se encontrara de vacaciones en Catar con su juguete de turno. Pero Pudding estaba segura de que era algo que Katakuri internamente agradecía.

Para Cracker, esto era solo protocolario, conocía muy bien a su hermano y era consciente que Katakuri odiaba mostrarse en público por mas de cinco minutos, ya pronto bajaría de allí y lo convencería de irse a..

–¿Dónde demonios estabas gilipollas? – De la nada le callo una cachetada tan fuerte que le rebobino todo el cerebro.

Instintivamente se llevo la mano al rostro – ¡Auch! Maldita seas ¡Eso duele! Y deja de insultarme en español que no entiendo nada.

–¡Cállate! Page me dijo que te vio entrando al casino ¡Pobre de ti que te hayas puesto a apostar como loco! – Conocía muy bien a ese idiota, cuando se lo proponía su novio era insoportable.

¡Mierda! Haría que Katakuri despidiera a ese estúpido, apostaba sus manos a que ese imbécil quería cogerse a su novia.  

–¡No sé de qué me hablas Rebecca! ¿Y que no ves que has dañado mi hermoso rostro? Ahora ninguna chica querrá salir conmigo nuevamente y me tendré que quedar estancado contigo para siempre.

Bien, no sabia si Cracker estaba intentando ser tierno o un cretino pero conociéndolo, aposto por lo segundo.  

– Como digas.. – Ella por naturaleza era una persona agradable y dulce pero si había alguien que la sacaba de sus casillas era ese hombre. En sus casi cuatro años de relación, había aprendido a la mala que con Cracker había que usar mano dura.

Pudding solo vio divertida la escena, luego le daría las gracias. De no ser por esa mujer y Katakuri, no se podria imaginar que sería de la vida del pobre Cracker – ¿Cómo estas Rebecca?

–¡Oh valla! Pudding no esperaba verte aquí, que bueno que pudiste venir – la pelirosa llevaba un hermosos vestido de plumas blancas, cortesía de Doffy, pensó – Si me disculpas, tengo que hablar con tu hermano un momento. Sin mas la particular pareja se fue con rumbo desconocido.

Devolvió su atención hacia Katakuri cuando todas las personas del recinto se alocaron nuevamente. Como si estuvieran en un concierto de Rock, únicamente para recibir a los socios de Emperors, además de padrinos de su hermano; Queen y King, el cual estaba visiblemente en estado etílico

Hubiera escuchado lo que sea que intentaba salir de los labios de King de no ser porque Perona la distrajo al tomarla por el hombro.

–Pudding ¿Dónde te metiste? Te vi corriendo hacia donde estaba tu hermana y luego te perdí.

La castaña se avergonzó un poco de que su amiga la haya visto en esa faceta, solo un poco –Peleas de hermanas, tu entiendes.

Perona empezó a reír –La verdad no, pero no creo que se comparen a las peleas que solía tener con mi hermano de niña.

Cuando su amiga le menciono a su hermano fue cuando Pudding recordó el mensaje que le dejo el peliverde –Apropósito, vi a Zoro, me dijo que pasaba por ti después, fue a llevar a un amigo al hospital.

En ese momento la risa de Perona se detuvo y abrió los ojos intempestivamente – ¿Q-qué? ¿¡A qué hospital!? ¿Te lo dijo?

Pudding se rasco la cabeza, no recordaba el nombre del hospital al que Sanji se dirigía, pero sintió las fuertes manos de su amiga agarrándola de ambos brazos

–¿Pero–?

–¡A que Hospital! – ¿Pero que le pasa? Pensó la modelo, Perona se hallaba muy alarmada – Creo que el Saint Thomas.

Fue entonces que los peores temores de Perona se hicieron realidad y la tomo de la mano –Tenemos que alcanzarlos, Pudding – Las palabras salieron de sus labios con tal determinación que asusto a Pudding.

 Zoro no puede cruzarse con ella, de lo contrario no quiero ni imaginarme lo que pasara.

 

………………………………………………………

 

Abrió bruscamente la última puerta de la casa; el cuarto de Yonji y fue recibido por un silencio de ultratumba. Ya había buscado por todas partes, pero no había señal de ninguno de sus hermanos ni de lo más importante; Reiju.

– ¿¡Donde están!? – grito desesperado el pelirrojo, el terror se estaba apoderando de él.

¿Dónde demonios estaban su hermanita y los otros estúpidos?

Acababa de llegar a su casa y lo único que quería era dormir pero antes de dirigirse a su habitación fue a ver a Reiju, como siempre hacia cada vez que llegaba tarde a casa y solo encontró la habitación vacía..

Había intentado llamar a sus hermanos desde el teléfono de su casa, pero lo mandaban al buzón o estaban apagados. Entonces decidió llamar al único número que le quedaba.

Buenas Noches Hospital Saint Thomas ¿En qué podemos ayudarlo? – Ichiji sintió que se le secaba la garganta al oír ese maldito nombre.

Tenia miedo de preguntar pero sino lo hacía sería peor – Quisiera saber si Redleg Reiju fue ingresada a su institución, soy su hermano mayor, Visnmoke Ichiji.

Un momento por favor – A medida que pasaban los minutos se inquietaba más y más, sentía que el tiempo se estaba haciendo eterno.

El ultimo registro de la paciente Redleg fue hace un semana Sr. Vinsmoke – Sintió que el alma le volvía al cuerpo, pero aun era muy temprano para celebrar ya que la recepcionista volvió a hablar – Sin embargo, hace dos horas ingreso a nuestra institución un hombre que necesitaba una cirugía neurológica de emergencia. Identificado como Vinsmoke Yonji ¿Tiene algún parentesco con usted?

¿Señor Vinsmoke? ¿Disculpe, Señor Vinsmoke?

Estaba sosteniendo el teléfono con tal fuerza que podía ver como sus manos se ponían cada vez mas rojas ¿Acaso estaban condenados a ser infelices hasta el final de sus días?  Ya ni siquiera lo podía entender.

– Voy para allá – Por primera vez en su vida, Ichiji se pregunto si iba a estar preparado para seguir aguantando todo esto.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gran depresión: Se refiere a la inflación económica sin precedentes que vivió Estados unidos en el año 1929

The Great Gatsby: Película del 2013, retrata la vida de la alta sociedad americana de los años 20.

Flappers: Mujeres de la época de los veintes, que usaban ropa muchas más esterilizada, consistía en vestidos cortos con grandes collares de perlas.

Armañac: Trago fino hecho en Francia.

Cheltenham Ladies College: Escuela para señoritas fundada en 1853 en Gloucestershire, Inglaterra.

Ron del Pelirrojo: No es una marca de Ron como tal, le pertenece a la destilería de Shanks.

Sex on the Beach: Bebida alcohólica de previa preparación a base de Vodka.

Scarface: Película de Brian de Palma, narra la historia del narcotraficante cubano Tony Montana, el cual le dicen Scarface por la cicatriz que tiene en el ojo.

Floop: Las tres primeras cartas que se muestran en la mesa de Poker.

Ciega: La ciega es la apuesta obligatoria que deben hacer todos los que desean jugar una mano de Póker, dependiendo de la exclusividad del casino, la ciega aumenta.

Poso: El acumulado total de toda la apuesta

Turn: cuarta carta mostrada del Floop, se tiene que subir la apuesta para revelarla.

River: Ultima carga mostrada en la mesa, se vuelve a subir la apuesta para revelarla

Dealer del Poker: Son las personas que están encargadas de controlar las cartas y fichas en los casinos

Full House: trio de cartas de igual valor y un par del mismo valor, pero diferente símbolo

Par: Dos cartas de igual número y tres diferentes

Póker: cuatro cartas de igual valor

Royal Flush: cinco cartas seguidas desde el 10 hasta el as y necesariamente del mismo símbolo.

Bacanal: Fiestas de la antigua roma, extremas, muy extremas.

 

En la última jugada, Ichiji pensó que había ganado porque necesitaba el as de espadas para completar su jugada de cuatro cartas de igual valor, pero Katakuri también necesitaba el as de espadas para completar su Royal Flush, al final Charlotte gano porque su mano era mas valiosa que la de la Vinsmoke.

 

 

 

N/A: Muchas Gracias por leer <3


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