Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ese demonio... Me pertenece por SebbyPhantomhive

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Gracias por leer este capitulo

El joven y novato demonio no sabía como reaccionar ante tal cúmulo de inesperadas emociones que le invadían, además se sorprendía de una sensación que no había sentido antes con tanta profundidad, los celos.

Admitía que cuando era humano era un poco receloso con respecto a su demonio pero suponía era por el contrato que los unía, esos celos fueron intensificados al máximo cuando escuchó esa confesión de Sebastian quien con una tonta y un tanto cínica sonrisa no dejaba de verlo.

Ciel se había desprendido de gran parte de su humanidad en este nuevo pacto pero aún aguardaba dentro de su ser algunos sentimientos y emociones que al parecer permanecerían adheridos a él por la eternidad, entre ellos su orgullo casi innato se manifestaba disimulando su molestia con una falsa sonrisa.

—¿Por qué no me dijiste algo así antes?

—Tu nunca preguntaste —Con una sonrisa el mayor le respondía en un tono algo burlón.

La reacción de Ciel era de esperarse  chasqueando la lengua desviaba la mirada porque ciertamente el nunca mostró de forma abierta interés en la vida de su demonio, aunque sentía curiosidad por ello nunca preguntó. La respuesta de Sebastian era válida pero eso no restaba que era estúpida y un poco descarada pensaba el joven que no se dejaría dominar por sus emociones al reprenderlo por su secreto porque era evidenciar sus celos.

Su demonio ya no era solo suyo ahora en el infierno pero todavia le pertenecía de alguna manera así que no tenía más opción que compartirlo o desaparecer a quien se interpusiera en su relación de amo y mayordomo. Por qué era solo ese tipo de relación que compartían... ¿No?

Ese pensamiento extraño, siniestro y confuso que se fijó en la mente del joven, por ahora toda aquella confusión tendría que ser  disimulada, ya que debía plantearse la estrategia antes de entrar al juego. El paso número uno sería conocer a su dichosa familia que nunca fue mencionada, si nunca la nombró seguramente era porque no era importante pensaba para si mismo.

—Ciel estás haciendo unos gestos raros... Y te has quedado muy callado. —Hablaba sin borrar su sonrisa el demonio— Lamento si no te lo dije antes pero la vida infernal de un demonio no puede ser divulgada.

—No me molesta Sebastian, solo me sorprendió un poco.

Por dentro Ciel se remordía el coraje ante tan falsas palabras que se obligó a pronunciar.

—Eso me alivia, nunca imaginé que tu vendrías al infierno conmigo no de esta forma.

—Claro, se suponía que vendría dentro tuyo como comida digerida. —Musitó con resignación el ex conde.

El demonio sonrió ante la aclaración algo jocosa de su amargado amo, poco a poco la molestia que sentía antes iba opacándose, ya que de todas formas hizo plácida su estadía en el mundo humano tal vez no sería tan mala su compañía en el infierno.

—No te me quedes viendo como idiota quiero conocer a tu familia.

Sebastian asintió con su cabeza así que comenzaron a caminar, Ciel muy despacio daba unos pasos no estaba acostumbrado al camino frío del infierno, sentía como unas pequeñas punzadas en sus pies que le dolían sutil que le hacian tropezarse un poco.

—Te acostumbrarás a esto... —Le decía el demonio volteando a verlo esperaba que se le acercara.

Ciel nervioso le dedicaba una mirada de enojo cuando sintió la mano de su mayordomo tomar la suya de forma inesperada cuando se le acercó.

—No me mires así te estoy ayudando para que no caigas, pero si quieres caerte puedo soltarte.

—Solo cállate y sigamos el camino, estoy cansado. —Le ordenaba con su característica seriedad pero sin soltar su mano siguieron caminando.

—¿Cansado? Pero si casi todo el camino has venido en mis brazos —Refutaba con burla Sebastian mientras sonreía miraba de reojo a su amo que con el ceño fruncido también le dirigía la mirada.

—Como sea tienes mucho que explicarme de este mundo tuyo.

—Tenemos toda la eternidad para eso así que no hay apuro en querer saber todo ahora, poco a poco te lo iré enseñando.

—Primero que todo y antes de llegar a tu casa ¿Por qué tienes esposo no debería ser esposa? —Curioso el joven le cuestionaba.

—Ya sabía que preguntarías eso y la respuesta es simple entre demonios no hay una definición específica de género —Hacia una breve pausa— Tu conoces mi verdadera forma ¿No? ¿Defines algún tipo de sexo en mi?

—Esa es una pregunta estúpida, obviamente no se puede definir nada en una masa oscura sin forma.

—Ya ves, entonces no tenemos sexo definido pero hay ciertas castas aquí que podrían definirnos como "machos" y la mayoria en el infierno lo somos... —Notaba la mirada un poco confusa de su amo— Es un tema complicado para resumirlo ahora que estamos a unos pasos de mi humilde morada.

—¿Esa es tu casa? — El joven cuestionaba con curiosidad, rasgo humano que aún parecía conservar, mientras señalaba una especie de silueta de casa entre las sombras.

—Si esa es... No es una mansión como la que tenías pero creo que será de tu agrado.

Ciel estaba receloso de conocer al demonio que compartía su vida con el que era y seguía siendo su mayordomo, además de esto estar frente a su hijo. Todo le parecía tan extrañamente al estar al pie ya al pie de esa puerta.

—No estés nervioso por conocerlos ellos son tan agradables como yo.

—En primer lugar no estoy nervioso y por lo último que dijiste, tu no eres agradable.

—Me ofendes Ciel... Yo soy considerado uno de los demonios más simpáticos del infierno.

—Pues que infierno tan estúpido... Y...

El joven fue interrumpido de su conversación con tintes de discusión cuando la puerta se abrió de repente apareciendo frente a ellos una presencia oscura.

—Como siempre tan bullicioso ¿No? —Hablaba de forma animada esta presencia a Sebastian.

—¿Puedes adoptar tu forma humana? —Con una sonrisa este le sugería en respuesta— Por favor.

—¿El pequeño se puede asustar...? Si es asi lo haré, no quiero que se lleve una mala impresión de mi ya que igual viviremos juntos.

El joven no acertaba que decir para interrumpir la conversación de los dos, además ya este demonio se había ganado su antipatia de antemano al tratarlo como pequeño.

—El odia que le digan así... —Alegaba Sebastian con una sonrisa notando la mala cara del joven.

—Vaya ahora veo porque no habías venido en todo este tiempo, este niño te gusta ¿No?—Le insinuaba con aparente seriedad esta presencia— Ni siquiera se sueltan las manos, yo no te veo en tantos años y a mi ni la mano como saludo me das, solo me presumes como a tu lindo amante si lo tienes agarrado.

Ciel se quedó confundido ante esa insinuación en que claramente lo habían involucrado soltaba con prisa la mano de su demonio mientras agachaba la mirada.

—No es lo que cree... —Murmuraba apenado y un tanto sonrojado ante las palabras de este celoso demonio mirando de reojo a Sebastian notaba su sonrisa que parecía disfrutar esta incómoda presentación.

¡No soy y nunca seré amante de este idiota!

Con enojo el joven aclaraba la situación un tanto avergonzado ¿Podía asegurar con tal vehemencia que aquello no se cumpliría?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).