Capítulo 16.- La boda
Un par de semanas luego de la graduación, Shun estaba ocupadísimo llenando aplicaciones para la beca que quería obtener en la Universidad Nacional de Tokio, Seiya estaba ocupadísimo con los planes de su boda, Ikky estaba preparando los temarios y mallas curriculares para sus nuevas clases y Hades le estaba ayudando con eso, Hades ya había sido docente universitario antes y ya tenía experiencia en esa área así que estaba ayudando a su cuñado favorito en todo lo que podía
Su paz fue interrumpida cuando se enteraron de las extrañas noticias, el mismísimo Saga les había contado que Shion descubrió su relación con Mu, así que primero lo despidió y luego se llevó a Mu a Europa y no sabía a ciencia cierta su destino, Seiya estaba muy triste porque le hubiera gustado que su amigo asistiera a su boda, en cambio Shun estaba triste porque no sabía en dónde estaba Mu, y no tenían idea de si lo volverían a ver o cuándo
En la secretaría del colegio solamente les informaron que Shion se encontraba fuera del país y no sabían cuando regresaría, aun así los planes de boda siguieron su curso, entre discusiones varias decidieron a quienes invitarían, que servirían a sus invitados, las bebidas, vinos, bocaditos y demás detalles. También acordaron que la ceremonia sería sólo para la familia, así que no serían más de veinte personas, pero eso no era lo importante, sino el hecho de que dos personas hubiera decidido unir sus vidas para siempre.
El día de la boda llegó, desde la mañana comenzaron los preparativos para el enlace que se llevaría a cabo a las doce del mediodía, se había decidido realizar la ceremonia en el jardín de la casa de Aioros ya que el lugar era amplio y todos estarían cómodos, habían ubicado algunas mesas en distintos sectores del lugar mientras que en el centro se encontraba una mesa principal que correspondía a los novios. Ese era el lugar destinado para el banquete que empezaría al terminar la ceremonia nupcial.
El altar donde se realizaría el enlace matrimonial se encontraba ubicado cerca de la piscina a un lado del jardín, todo aquel lugar se encontraba cubierto de hermosas flores escogidas cuidadosamente por la familia Fuwa, floristas reconocidos en la zona, todo estaba listo, solo faltaba que el evento comenzara, luego podrían disfrutar de la recepción.
Seiya se encontraba en su cuarto, no podía negar que estaba nervioso, miró un par de veces por la ventana y vio que todo ya se encontraba preparado, además de que en la última media hora había visto que algunos invitados ya había llegado. Él ya estaba listo sólo que aún no quería bajar. Unos toques en la puerta lo hicieron quitar su mirada de la ventana, cuando la puerta se abrió Shun entró al cuarto con una sonrisa, su amigo también vestía elegante ese día.
- Seiya, te vez muy bien – dijo el muchacho de ojos verdes al abrazar a su mejor amigo
- Gracias, pero estoy algo nervioso, no se me nota, ¿o sí? – suspiró al voltearse y mirarse por enésima vez en el espejo de la habitación, Seiya decía que ya se le notaba la pancita pero Shun no le notaba nada, a la final el castaño estaba casi de tres meses de embarazo,
- No… no se te nota nada – dijo Shun volteando a Seiya y acomodándole la corbata de mejor manera, era el día de su boda y debía lucir regio
- Estoy pálido, ¿crees que estoy pálido?
- No… estás normal, ¿te sientes mal?, ¿quieres algo? – preguntó Shun tomando las manos de Seiya que meneó la cabeza al responder:
- Sólo estoy nervioso, no puedo creer que esté nervioso, voy a casarme con uno de los buenos, con mi mejor amigo, con el mejor hombre que he conocido, ¿y si lo arruino?, ¿y si Ikky se da cuenta que soy inmaduro e infantil?, ¿o si piensa que por lo que pasó con Milo yo…? – pero ya no pudo continuar con sus preguntas retóricas porque Shun lo abrazó al decir:
- Mi hermano te ama con pasión y locura, él sabe perfectamente cómo eres y precisamente por ello se enamoró de ti, todo va a salir bien no te estreses ni te preocupes sin necesidad – las palabras de Shun venían cargadas de sentimiento y sinceridad, eso reconfortó a Seiya más que cualquier otra cosa, le dio confianza y en verdad que lo tranquilizó, el castaño sonrió al decir:
- Gracias Shun, una de las cosas buenas de casarme con Ikky es que tú y yo seremos familia, serás el tío de mi bebé, siempre estaremos cerca
- No podría desear alguien mejor para mi hermano que tú, seré el mejor tío para tu bebé ya lo verás, sabes que te quiero muchísimo Seiya y siempre podrás contar conmigo pase lo que pase, si Ikky te hace sufrir tú me lo dices y yo lo boxeo por ti
- No creo que eso pase, me caso con uno de los buenos
- Si… dímelo a mí…
Seiya ya no se contuvo, no sabía si eran las malditas hormonas o sus nervios, pero abrazó con fuerza a su amigo, agradeciendo con ese gesto el tenerlo a su lado, Shun acompañó a Seiya hasta que fue la hora en la que la ceremonia debía comenzar, así que cuando Aioros los llamó, salieron del cuarto y bajaron las escaleras, allí Aioros ya esperaba a su hijo, Shun le dio un último abrazo a Seiya y se dirigió hacia el jardín, el castaño lo vio reunirse con Hades y tomados de la mano caminaron hasta su lugar asignado para la ceremonia.
Aioros sonrió al ver a su hijo, y simplemente lo abrazó, el mayor se moría de la tristeza al tener que dejar ir a su único hijo pero… esa era la ley de la vida
- Que seas muy feliz hijo – Aioros abrazó a su retoño y susurró estas palabras, al mayor se le quebraba la voz pero no quería mostrarse tan sensible, Seiya correspondió a la muestra de cariño de su padre y lo abrazó con fuerza
- Te amo, papá… siempre lo haré – prometió el muchacho
- Yo también Seiya, siempre estaré para ti – Seiya asintió y luego de unos segundos se separaron.
Aioros le ofreció su brazo y Seiya lo tomó, junto a su padre caminó hacia el altar en donde Ikky ya lo esperaba, vio a su familia y amigos, y una parte de él extrañaba a Mu, sólo podía pedir que estuviera bien, el dulce aroma de las flores lo reconfortaba, y el ambiente estaba lleno de buena vibra.
Cuando finalmente llegó al lado de Ikky este le sonrió, Aioros le dio un último abrazo a su hijo y luego Ikky tomó su mano, no hacía falta que dijeran nada, con sus miradas era suficiente para reconocer el amor que había entre ellos.
La ceremonia comenzó de inmediato, y todos escuchaban con atención las palabras del juez que fueron muy hermosas y breves, finalmente fue hora de las firmas, los testigos de Seiya fueron su padre y tío, y por parte de Ikky firmaron Hades y Saga, a Ikky le hubiera gustado que Shun fuera su testigo pero su hermano aún era menor de edad y por eso se lo había pedido a su antiguo compañero de trabajo y amigo. Los novios intercambiaron anillos, firmaron el acta de matrimonio, el juez los declaró unidos en matrimonio y sellaron su enlace con un suave beso.
Los aplausos no se hicieron esperar y luego llegaron los abrazos, los buenos deseos a la nueva pareja, las fotos, en fin… todo estaba saliendo acorde a lo planificado, los novios hablaban con los invitados, Ikky al fin conoció al famoso abuelo de Seiya y pudo darse cuenta las razones por las que su joven esposo lo quería tanto, era un anciano muy simpático que tenía dichos muy divertidos y hacían reír a todos los que estaban cerca. Suave música se hizo escuchar Ikky no perdió la oportunidad de bailar junto a Seiya, quien sin dudarlo aceptó y salieron a la pequeña pista de baile en donde bailaron tranquilamente al compás de la música, Seiya apoyando su cabeza en el hombro del mayor mientras se dejaba llevar por sus brazos
- Te amo, Ikky — susurró el castaño.
- Yo también — respondió el peliazul besándolo suavemente en los labios
Hades y Shun desde su mesa sonreían al verlos tan felices, el moreno tomó la mano de su novio y la besó, haciendo al chico suspirar y pensar que tal vez algún día Hades y él podrían vivir algo tan hermoso al unir sus vidas para siempre. En la recepción Shun y Hades también bailaron, al principio Shun estaba aprensivo por ello pero Hades puntualizó que ellos ya no eran profesor y alumno, ellos ya no estaban vinculados por el colegio, Hades ya no tenía riesgo de perder el trabajo e Ikky ya sabía que ellos eran novios, Shun sonrió al darse cuenta de esto y abrazó a Hades con fuerza mientras bailaban, se sentía completamente feliz, al fin su relación podía ser pública, y en eso estaban cuando Ikky se acercó y les dijo:
- Por favor no tan pegaditos, eso es… separándose un poquito bailan mejor – el peliazul le dio una copa de champagne a Hades que solo sonrió y tomó la copa, había que contar con Ikky para que hiciera algo como esto
- ¿Así está mejor Ikky? – Shun y Hades si se separaron un poco para dar gusto al novio que asintió y dijo:
- Perfecto, los estoy mirando, perdón… Seiya me está llamando – Ikky dejó a la pareja y se acercó a su esposo que lo recibió con un beso y le enseñó algo que tenía en las manos, Ikky abrazó a Seiya primero y luego al abuelo de Seiya, al parecer les había dado su regalo de bodas
Las horas trascurrieron con tranquilidad y cuando la noche comenzó a caer los invitados comenzaron a marcharse. Seiya ahora viviría en casa de Ikky y Shun, así que en los días anteriores había mudado la mayor parte de sus cosas allí. Cuando dieron las diez de la noche, el castaño se despidió de su familia y también se marchó a la que sería su nueva casa, al llegar Shun se quedó en la sala con Hades, le había ofrecido un café aparentemente, Ikky no hizo mayores comentarios porque en cambio Seiya estaba cansado y dijo que le dolía todo el cuerpo, así que Ikky en medio de las protestas del castaño, lo cargó y subió las escaleras con Seiya en sus brazos, Hades los miró y sonrió, tomó el jarro de café que su novio le trajo y se acomodaron en el sillón para conversar otro poquito, el tiempo juntos usualmente volaba y tenían que aprovechar cuando estaban juntos.
Seiya abrazaba a Ikky y sonreía, a la final su esposo lo estaba cargando a través del umbral de su habitación, al llegar lo depositó en la cama, Seiya se acomodó y suspiró al decir:
- Creo que no habrá noche de bodas, no me siento bien, lo siento – Ikky se acercó y le dio un suave beso al decir:
- Duerme tranquilo amor, tenemos toda la vida para nuestra noche de bodas
Seiya asintió y cerró sus ojos, tal vez no era la mejor noche de bodas, pero realmente estaba muy cansado, se llevó una mano a su vientre y lo acarició, con una sonrisa en sus labios se quedó profundamente dormido. Ikky al verlo tan relajado sonrió, le quitó la ropa y le puso su pijama, luego él hizo lo mismo y finalmente se acostó al lado de su esposo, lo abrazó y colocó una mano en su vientre. Ahora si podía decir que su familia estaba completa, y él lucharía para que siempre fueran felices a su lado. Le dio un beso y luego cerró sus ojos, cayendo profundamente dormido unos minutos después.
Cuatro meses después…
El sol brillaba en lo alto del cielo, Ikky estaba en la planta baja de su casa afanado haciendo el desayuno, Shun no había visto tan feliz a su hermano en mucho tiempo, y él aún no lo podía creer, Seiya estaba viviendo en su casa y aun así no lo podía creer
- ¿Batido de coco con piña?, ¿en serio Ikky? – Shun se había acercado hasta su hermano y frunció el ceño al ver la mezcla toda tropical que su hermano mayor estaba preparando
- No es mi primera opción de jugo pero a Seiya le gusta, yo no se lo discuto, él puede tomar lo que quiera, ¿quieres probarla?, pueda que te guste a ti también
- No no no… eso se ve raro
- Abre la boca Shun y toma un poquito, solo un poquito, eso es… buen chico – Ikky sonrió porque Shun haciendo caras tomó un sorbito del vaso que Ikky había servido, y en contra de todo pronóstico estaba rico el batido
- Está bueno… - dijo Shun mirando a ver si había quedado un poco
- Te lo dije, sírvete un vaso pero déjame un poco a mí, voy a llevarle esto a Seiya y bajo más luego, ¿lavas los trastos?, gracias Shun – Ikky puso el vaso de batido en una charola que tenía cereales mixtos, una tostada de pan blanco y una manzana, Seiya estaba comiendo mejor estos últimos días e Ikky lo estaba consintiendo, así que fue al segundo piso con la charola en las manos, entró a su habitación y sonrió al ver a su castaño profundamente dormido
Ikky dejó la charola en el escritorio y fue hasta su cama, se sentó en el filito y acarició suavemente la mejilla del dormido muchacho que abrió pesadamente los ojos pero sonrió al ver que Ikky le sonreía también
- ¿Qué hora es? – preguntó Seiya en medio de un bostezo
- Las nueve, no quería despertarte pero tienes que tomar tus vitaminas, ten… - Ikky puso un par de pastillas en la mano de su esposo y le alcanzó un vaso con agua, Seiya se incorporó mejor en la cama y las tomó, le dio el vaso vacío a Ikky y luego lo jaló suavemente para besarlo en los labios
- ¿Y eso? – Seiya señaló la bandeja que estaba en el escritorio e Ikky sonrió al decir:
- Sé que los batidos no me quedan como a ti pero… le puse mi mejor esfuerzo, ¿lo quieres probar?
- Pero por supuesto – Seiya sonrió ampliamente al acomodarse de mejor manera en la cama y tomar el vaso de batido que Ikky le dio, lo probó y sonrió, estaba buenísimo
- ¿Te gusta?
- Está espectacular, ¿qué le pusiste?, porque tiene algo además de la piña, ¿verdad?
- Le puse unas cuatro frutillas, por eso está medio rosadito, es que como también es tropical pensé que quedaría bien
- Mi amor, creo que erraste la profesión, no deberías ser profesor de matemáticas, hacer batidos es lo tuyo
- ¿Ah sí?, tendríamos que vivir en la playa para tener éxito en ese negocio
- Sería lindo – Seiya entrelazó los dedos de su mano con los de la mano de Ikky que le quitó el batido y lo puso en la mesita de noche
- Sí, pero no, tú pronto vas a entrar a la universidad, yo tengo trabajo, no hay chance… ¿te traigo la tostada?
- No…
- ¿No tienes hambre?
- Sí, pero no de tostada
Seiya jaló a Ikky y lo besó con pasión en los labios, el castaño se resbaló en la cama y lanzó una de las almohadas que estaba por ahí y jaló a Ikky para poder continuar con sus besos, el peliazul destapó a Seiya y se acomodó de mejor manera sobre él, sin recargarle su peso claro está, el castaño se desabotonó la camisa de su pijama y se la sacó, desabotonó la camisa de Ikky y se la sacó, el peliazul se sacó los zapatos y gateó en la cama hasta quedar arrodillado entre las piernas de Seiya, las que acarició antes de tomar la pretina de su pantalón de pijama y jalarlo conjuntamente con su ropa interior
- ¿Crees que me veo gordo? – preguntó Seiya acariciando su pancita, el castaño estaba en su entrado a su séptimo mes de gestación y tenía una pancita no muy grande, como no había podido comer nada los primeros 4 meses de su embarazo, no había subido mucho de peso
- No… te vez apetitoso, muy muy hermoso – Ikky se sacó los pantalones quedando igual de desnudo en la cama
- No es verdad, estoy hecho bolita – Seiya sonrió cuando dijo esto
- No le digas bolita a mi hijo, levanta ese traserito… eso es… - Ikky había acomodado una almohada en la espalda baja de Seiya, de esa forma el castaño tenía levantada un poco la cadera y se encontraba más cómodo y seguro, además esa había sido una recomendación de su médico
- No le dije bolita a mi bodoque, yo soy el que está hecho bolita – Seiya abrazó a su pancita y sonrió muy divertido
- No le digas bodoque a mi hijo, o tendré que darte de nalgadas – Ikky acarició los muslos de su esposo y besó su vientre, Seiya sonrió y enredó sus dedos en la azulada cabellera, Ikky amaba esto por lo que fue llenando de besos el vientre y el pecho de su esposo que se estremeció entero cuando Ikky besó y lamió sus pezones
- Mmmm… Ikky… - la respiración de Seiya era agitada en este punto, Ikky había tomado su miembro y lo estaba frotando suavemente mientras le mordía su pezón derecho
- ¿Sensible?
- Ajá… pero una muy buena sensibilidad, cielos Ikky!!!!! – el peliazul sopló el pezón de su esposo y complacido vio cómo se retorció de placer en la cama
- Me encanta verte sonrojado, abre las piernas amor… eso es… - Seiya cerró los ojos con fuerza cuando sintió como un lubricado dedo se abría paso en su interior, Ikky le estaba besando el cuello mientras lo dilataba
- Solo tú me haces sonrojar… mmm… ahí Ikky… así… ohhhh… - Seiya arañó la espalda de su esposo que le seguía besando el cuello, la comisura de sus labios y sus orejas
- Eres tan sexy… gime para mi ricura…
- Mmmm… Ikky… mmm…
Seiya se arqueó en la cama cuando su esposo acabó la tarea de dilatarlo y sin demora lo penetró completamente, Ikky sostenía a Seiya de las caderas y le mantenía una pierna flexionada y la otra estirada y apoyada en su hombro, de esa forma las penetraciones eran más profundas
- Dale Ikky… muévete… muévete… mmmm…
- Me encanta… como te… muerdes los labios…
- Ikky… dioses…
El peliazul empezó sus movimientos de cadera los que volvieron loco a su joven esposo, Seiya se contorsionaba en la cama de placer, se mordía los labios, sostenía su pancita y miraba a Ikky que lo miraba también, sus ojos llenos de lujuria y deseo, ellos tenían una relación por demás ardiente, el sexo entre ellos siempre fue fantástico, se complementaban maravillosamente y se daban placer como solo ellos sabían hacerlo
Ikky flexionó la otra pierna del castaño y eso le permitió agacharse un poco y buscar sus labios, la pareja se unió en un desesperado beso mientras seguían sus movimientos de cadera, estaban cerca de llegar a la cima del placer, Ikky aprovechó para frotar el miembro del castaño que en ese punto estaba hablando palabras inentendibles y tenía los ojos fuertemente cerrados, Ikky estaba fascinado al ver la manera en la que Seiya perdía el control y lo llamaba por su nombre
Con un hondo gemido de satisfacción Seiya llegó a la cima del placer, su cuerpo entero se contrajo en respuesta al orgasmo que lo atravesó entero, al sentir sus contracciones, Ikky se vino también derramando su semilla dentro de su castaño que tenía la respiración agitada y su corazón latía con fuerza
Ikky se dejó caer junto a Seiya y ambos estuvieron mirándose y mimándose por varios minutos sin moverse mucho, estaban exhaustos pero plenamente satisfechos
- Oye Ikky, ¿crees que Shun nos escuchó?, ¿en dónde estaba?, ¿en su habitación?
- No… estaba en la cocina y luego me dijo que se iba a ir a correr con Hades, que iban a llevar a cerbero al parque o algo así
- Ohhh… genial… ¿me pasas una cobija?, tengo frío – Seiya acarició la mejilla de Ikky que sonrió y lo besó en los labios primero antes de moverse, luego se incorporó, quitó la almohada de debajo la cadera de Seiya, acomodó las sábanas y mantas de la cama y cubrió a Seiya completamente, se acurrucó a su lado y lo abrazó al decir:
- Te amo, ¿te lo dije hoy?
- Si, si me lo dijiste hoy, yo también te amo, y mi bodoque también
- Que no le digas bodoque a mi hijo
- Tienes que ver la Era del Hielo – Seiya sonrió divertido al abrazar a Ikky y acurrucarse en él.
Hades había llevado a Shun a correr al parque que se encontraba a tres cuadras de su casa, era una buena manera de hacer que Cerbero estuviera al aire libre y que su novio hiciera un poco de ejercicio. A Shun le gustaba mucho el caminar al aire libre, eso de trotar no iba con él pero lo hacía para darle gusto a su muy atlético novio, los primeros minutos no representaron ningún problema para el muchacho de ojos verdes, pero luego de quince minutos sentía que iba a desmayarse, miraba el piso y parecía que este se movía bajo sus pies, vio pasar corriendo a su lado a Cebero y no lo podía creer, ¡el perro era mucho más rápido que él!, y qué decir de Hades, ya lo había pasado más de tres veces
Ahí fue que Shun decidió que ya no podía más, su estómago dolía y tenía miedo de vomitar en cualquier momento así que detuvo su marcha y fue a sentarse en uno de los bancos del lugar, respiró con calma intentado recuperar el aire que había perdido. Una botella de agua apareció frente a él y no dudó en tomarla, el moreno se sentó a su lado.
- Eres muy malo en esto — le dijo Hades en tono divertido, Shun rió para luego beber un poco de agua.
- No es verdad, soy genial – respondió Shun con una sonrisa ladina
- La verdad no pensé que aceptarías salir a correr, a ti no te gusta el deporte – esa no era pregunta, era afirmación
- Sí, pero pensé en darles un poco de espacio a Ikky y Seiya, a veces creo que para ellos es complicado llevar una vida de casados estando yo en casa – Hades asintió, sabía perfectamente bien a lo que su novio se refería.
Las cosas con los meses habían cambiado y mejorado para bien, Seiya había decidido esperar a que su hijo naciera para ingresar a la carrera de arquitectura, mientras Shun ya cursaba su primer año en Literatura Inglesa, debía admitir que había sido una gran elección, no solo le agradaban todas sus clases, sino que con el pretexto de ayudarlo en algunas de sus materias Ikky les permitía pasar una que otra noche en el departamento de Hades, eso había ayudado mucho a que su relación se fortaleciera. Aun así Hades tenía en mente una propuesta desde hacía mucho tiempo pero aún no había encontrado el momento adecuado para hacerla.
- Shun… durante mucho tiempo he querido proponerte algo – le dijo y sonó algo serio al hacerlo
- ¿Qué cosa? – preguntó intrigado el muchacho
- Pues me gustaría que consideraras mudarte a mi departamento – sonrió, era una gran ilusión para Hades tener a Shun todos los días a su lado. La mirada del peliverde se iluminó al escuchar eso, ¡Hades le estaba proponiendo vivir juntos!, la idea lo hacía sumamente feliz, pero luego a su mente llegó la imagen de Ikky y suspiró con desilusión.
- Me encantaría vivir contigo pero… no creo que Ikky lo acepte. Aún no soy mayor de edad y no puedo decidir por mí mismo – Shun ya quería cumplir 20 años, entonces podría ser responsable de sus propias decisiones, pero por el momento no era posible.
- Sí, no había pensado en Ikky, pero es que mira… mi departamento está más cerca del campus y no tendrías que viajar horas en tren todos los días, te podrías llevar mi auto a clases porque a mí me gusta más manejar mi motocicleta, podría ayudarte de mejor manera con tus trabajos y cosas, hay muchas ventajas si vivimos juntos, mira… si quieres le prometemos a Ikky que tu dormirás en el cuarto de visitas, lo prometemos lo que él quiera, ¿qué dices?, ¿lo pensarás? – Hades estaba todo emocionado con la idea, a Shun también le emocionaba pero… Ikky era su problema
- Yo me iría contigo ahora mismo pero… mejor pensemos que le vamos a decir a mi hermano
- Ok., yo hablo con tu hermano, y cambia de carita porque no quiero verte triste, ya tendremos tiempo para hacer todo lo que deseamos – lo animó.
- Lo sé y gracias por entender mi situación y por aguantar a Ikky con todas sus locuras y por querer a mi perrito, y por todo Hades – Shun sonrió y el moreno le dio un beso en los labios al decir:
- Te amo tonto así que no me agradezcas nada, mejor volvamos a lo nuestro, pueda que el ejercicio ayude a aclarar nuestra mente y nos de las palabras correctas para convencer a tu hermano — Antes de que pudiera replicar ya estaba siendo arrastrado nuevamente para continuar con la rutina. Estaba seguro de que es noche sus piernas dolerían como el demonio.