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PRIMER AMOR por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola les traemos el capítulo nuevo, es el penultimo, ya mismo la historia llega a su fin, esperamos que les guste lo que viene

Capítulo 18.- Visitas inesperadas

 

El tiempo pasada demasiado rápido cuando somos felices, en especial cuando la vida que antes conocimos cambia y nuevas experiencias se asientan. Era una hermosa mañana de sábado, y aunque apenas eran las nueve el sol iluminaba todos los alrededores como se esperaba que sucediera en primavera. Saga caminaba junto a Mu por el parque de la ciudad, el mayor cargaba en sus brazos a una pequeña niña de dos años la cual sonreía al ver los pequeños pájaros que se posaban en el suelo o en las ramas de los árboles.

 

La pareja continuaba viviendo en Suiza, pero habían viajado a Japón para visitar a Kanon, hermano de Saga, quien debido a sus múltiples compromisos le era imposible visitarlos, así que aprovechando una semana de descanso decidieron hacerle una visita sorpresa, eso siempre era divertido, además que Mu se había comunicado con sus amigos de la secundaria y se reuniría con ellos luego de tantos años, este viaje era multipropósito, y hubiera sido perfecto pero… no todo en la vida sale como debería...

 

Caminar por ese lugar le traía muchos recuerdos felices a Mu, era a ese parque al cual su padre solía llevarlo a jugar cuando apenas era un niño, al ver como el viento movía suavemente las ramas de los árboles suspiró…, desde que cumplió los veinte años y Shion descubrió que Saga estaba haciendo su maestría en la misma universidad en la que él cursaba su carrera las cosas no fueron sencillas, tuvo que tomar decisiones dolorosas para él. Shion nunca aceptó la relación que él tenía con el mayor y por eso cuando Mu cumplió su mayoría de edad decidió mudarse con su novio, el problema fue cuando Shion lo supo, porque se dio una muy agria discusión y le dijo básicamente que no quería saber nada más de él. Pero por extraño que fuera su padre aún costeaba sus gastos universitarios, eso le hacía pensar que quizás Shion no lo odiaba como él pensaba, aunque le había asegurado que lo hacía por su difunta esposa, no por nada más.

 

- ¿Estás bien? – preguntó Saga cuando se sentaron en una banca frente a la fuente.

- Sí, es solo que este lugar me trae muchos recuerdos – le dijo Mu con una pequeña sonrisa, el peliazul lo conocía muy bien y sabía que en el fondo Mu no era completamente feliz, siempre le había hecho una falta terrible su padre

- ¿Por qué no aprovechas este viaje y tratas de hablar con Shion? – le propuso el peliazul acariciando su mejilla, sabía que lo que más deseaba el pelilila era volver a ver a su padre, Mu suspiró otra vez meneando la cabeza al decir:

- No creo que quiera verme, intenté llamarlo antes de venir y nunca respondió mi llamada – le recordó encogiéndose de hombros.

 

No pudieron seguir platicando porque la pequeña comenzó a removerse entre los brazos de su padre, veía los pájaros que extendía sus manos como si quisiera atraparlos, la pareja rió al ver esas reacciones en su hija, aun así Saga se levantó de su lugar y la llevó a jugar al arenero que estaba cerca, quizás y su hija tuviera una oportunidad de atrapar un pajarito si tenía suerte.

 

Mientras ellos jugaban Mu observó los alrededores, prácticamente nada había cambiado, seguía siendo el mismo parque de años atrás, en esos pensamientos estaba cuando vio a un hombre sentando en una banca a unos cuantos metros de él, la sorpresa no se hizo esperar porque el muchacho inconscientemente se llevó una mano a su pecho, ¿Acaso era su padre?, sí…, reconocería a Shion en cualquier lugar, se mordió el labio inferior y vio unos segundos a Saga junto a su hija, ¿no merecía ella saber que tenía un abuelo?, ¿No merecía él recuperar el cariño de su padre?, la respuesta a esas preguntas era una sola. Sí…, su padre siempre había sido una persona sumamente orgullosa al igual que él, pero uno de los dos debía dar el primer paso, y a Mu no le daba vergüenza ser él quien lo hiciera, no podía dejar que el orgullo los mantuviera separados, así que tomando coraje se levantó de la banca y caminó hacia su padre...

***

 

Shion ni siquiera comprendía porque esa mañana había decidido salir a caminar por ese lugar, había días en los que se sentía melancólico y le agradaba sentir el viento fresco en su rostro, en este parque usualmente recordaba sus momentos con Mu, ellos solían caminar por este parque cuando su hijo era pequeño y hasta su adolescencia, luego dejaron de hacerlo como dejaron de hacer todo lo demás, en este período de ausencia, Shion se había dado cuenta que tenía abandonado a su hijo en especial los dos últimos años del colegio, esa era la razón por la que el muchacho se involucró con su profesor… cielos… al hacerle falta un padre se buscó un sustituto en su novio, ¿sería eso lo que pasó con Mu?

 

Hacía dos años que no sabía absolutamente nada de su hijo, cuando el pelilila cumplió los veinte años tomó la decisión de ir a vivir junto a Saga, aunque ya pensándolo bien, al estar ellos dos en Suiza lo más probable era que ese fin de semana que fue a visitarlo de sorpresa y los encontró en la cama, solamente se enterara de lo que su hijo ya venía haciendo los últimos meses por lo menos. Mu al ser mayor de edad ya no estaba bajo su tutela y nada pudo hacer para impedirle que se marchara, su error fue no buscarlo y dejar que su orgullo se llevara a la única persona que amaba y quien representaba su vida entera pero a pesar de todo nunca dejó de apoyarlo económicamente, esa era a la final su obligación de padre, pero eso no le impedía pensar si su hijo estaría bien, si tendría problemas, si Saga era bueno con él, si continuaba o no su relación con ese mequetrefe… en fin… las preocupaciones de un padre nunca terminan…

 

Con el paso de los años comprendió que quizás había sido demasiado duro con la decisión que tomó, ni siquiera le había dado la oportunidad a su hijo de explicar lo que realmente estaba sucediendo, pero el shock había sido tan terrible que no había podido pensar en otra cosa que separar a su hijo de Saga, hoy comprendía que fue un gran error. Sacó su billetera y al abrirla sonrió al ver la fotografía de su hijo, era tan pequeño y su sonrisa inocente siempre iluminó su mundo entero, y ahora ya no lo tenía a su lado.

 

- Papá… hola papá – cuando escuchó esa voz pensó que era una mala jugada de su mente, pero no lo era, frente él se encontraba su hijo, se venía más maduro, pero aún lucía esa tierna sonrisa que él siempre recordaba.

- Mu… ¿Qué haces aquí? – la sorpresa era visible en el rostro de Shion, pero para complacencia de Mu no había rastro del resentimiento que había visto la última vez que hablaron, así que el chico sin dudarlo se sentó a su lado. 

- Estoy aquí visitando al hermano de Saga, supongo que los recuerdos me trajeron a este lugar, este a la final es nuestro árbol – Shion quiso hablar, pero su hijo se lo impidió al decir: - Déjame hablar primero por favor – le pidió y Shion asintió, Mu continuó: - Papá, sé que cometí muchos errores, no tenerte estos años me han hecho comprender que a pesar de todo te amo, eres mi papá, eso nunca cambiará, a pesar de que soy muy feliz con Saga me falta tu cariño, ese nunca lo podré reemplazar con nada, por favor, déjame demostrarte que mi relación con Saga es real y que nos amamos, ya no quiero estar lejos de ti, me gustaría que podamos ser todos una familia, solo… ten un poco de mente abierta, ¿podrías hacer eso? – Shion sintió su corazón estrujarse al ver la mirada dolida de su hijo, llevó sus manos al rostro del menor y le sonrió al decir:

- No tienes que demostrarme nada hijo, a la final es tu vida y bueno… este tiempo que hemos estado separados me ha hecho comprender que yo también cometí muchos errores, la verdad no puedo creer que estés aquí porque mira… yo tenía pensado ir a buscarte a fin de mes, seguimos estando conectados, ¿no lo crees? – Shion sacó de su billetera una reserva de pasajes de avión para Suiza, Mu miró la reserva y sonrió

- Entonces… ¿qué hacemos ahora? – preguntó el muchacho

- Bueno… me gusta creer en las segundas oportunidades y creo que la vida nos está dando una de esas a nosotros ahora, no sé tú pero yo me niego a desperdiciarla, podemos enmendar nuestros errores y recuperar el tiempo perdido, ¿qué tal suena?

- Suena genial papá… - los ojos de Mu se llenaron de lágrimas, Shion lo abrazó con fuerza y sintió que aquella parte de su corazón que había perdido al fin había regresado a su lugar

- Te quiero tanto hijo… – dijo el mayor acariciando la mejilla del muchacho, en ese momento se dio cuenta de cuanta falta le había hecho su abrazo en esos años.

- Yo también te quiero papá, eres una de las personas más importantes de mi vida – aseguró el muchacho y así estuvieron abrazados por lo que parecía mucho tiempo, cuando se separaron Mu se limpió unas cuantas lágrimas que no pudo evitar derramar y sonrió.

- ¿Sólo uno de los tantos?, y yo que pensé que era especial – bromeó el mayor

- Bueno… es que… te tengo una sorpresa –le dijo poniéndose de pie y tomándolo de la mano.

- ¿De qué se trata? – preguntó Shion, Mu sonrió al ver a Saga quien había visto todo lo sucedido desde lejos y también sonreía, él sabía la falta que a Mu siempre le hizo su padre y el ver su reencuentro ahora sabía que le traería complicaciones en su vida porque Shion era una persona complicada, pero eso palidecía ante la felicidad de su esposo, eso lo valía todo. Saga se acercó a ellos cargando a su pequeña hija, los ojos de Shion se abrieron con sorpresa

- ¿Acaso ella es?

- Si… es tu nieta, su nombre es Kaede y ya deseaba conocer a su abuelo – Saga se la entregó a Mu y él la puso en brazos de Shion, quien aún no cabía de la sorpresa

- No lo puedo creer, soy muy joven para ser abuelo, hola tú… si tú… ohhh eres tan hermosa - murmuró y miró a Mu que sonrió feliz, al mayor se le fue una lágrima cuando la pequeña le besó la mejilla, así que Shion rio y abrazó a Kaede besando también su mejilla

- Tiene una foto tuya en su mesita de noche, todas las noches se despide con un beso – explicó Mu, es que no era muy normal que digamos que una niña tan pequeña demostrara afecto a un completo desconocido, porque a la final Shion era un desconocido para ella

- ¿En serio tiene una foto mía?

- Claro que sí, nosotros sabíamos que algún día conocería a su abuelito y bueno… ahora va a tener la versión real de carne y hueso, eso es mucho mejor – dijo Saga con una sonrisa, Shion extendió su mano y apretó la de Saga al decir:

- ¿Has cuidado a mi hijo como debías haberlo hecho?

- Sí señor, pierda cuidado

- Ok., voy a creerte, y ya que estamos en esto, lamento todo lo que sucedió Saga… - el mayor empezó a decir pero el peliazul meneó la cabeza al responder:

- No se preocupe Shion, es mejor dejar el pasado en donde debe estar y concentrarnos en el futuro, aunque siempre nos puede invitar a almorzar – bromeó el peliazul, Mu lo codeó en el estómago y Shion rió con ganas

- Eso será un placer… ohhh tienes que probar todas las delicias culinarias de este país, espero que tus padres no sean desnaturalizados y te den comida chatarra, no no no, la salud es lo primero… - Shion le estaba hablando a la pequeña que le besó la punta de la nariz pero Mu palideció, él amaba a su padre pero al parecer su onda naturista no había acabado aún, Mu aún tenía el sabor del tofu en la punta de la lengua pero eso no era bueno…

***

 

Shun abrió los ojos cuando los molestos rayos de sol golpearon su rostro impidiendo que pudiera seguir durmiendo, se movió en la cama y sonrió cuando vio el brazo de Hades sobre su vientre impidiendo que se levantara, aún no podía creer que estuvieran viviendo juntos, a pesar de los años, el despertar junto a su moreno aún le parecía un sueño.

 

Su situación actual de vida le traía felicidad pero no fue libre de sangre, cuando cumplió veinte por segunda vez enfrentó a Ikky cuando decidió mudarse con Hades, por supuesto que a su hermano no le pareció la mejor noticia del mundo, se había negado rotundamente y hasta había amenazado con volver a encerrarlo, pero teniendo a Seiya como esposo eso no fue posible porque el castaño le amenazó con mandarlo a dormir en el patio, y ni siquiera le iba a dejar llevarse al perrito, así que con esas amenazas a Ikky no le quedó más remedio que hacerse al dolor, porque no lo iba a aceptar nunca

 

Con el paso de los meses Ikky fue comprendiendo que Shun ya no era su “hermanito bebé”, ahora era un hombre joven que sabía perfectamente bien lo que quería en su vida, era dueño de sus decisiones y seguramente cometería errores como todos lo hicieron alguna vez. Cuando Shun finalmente se mudó con Hades, Ikky le recordó que siempre podría contar con él y que las puertas de su casa estarían siempre abiertas. Hades también había tenido que escuchar un sermón demasiado largo de su amigo, en donde incluyó varias veces las palabras, “cuchillo” y “castración”. El moreno supo que cada palabra era dicha con verdadera sinceridad, así que le prometió no causarle ningún dolor a Shun, dentro de lo que le fuera posible claro está

- Hades, despierta amor, me muero de hambre, vamos a desayunar – Shun lo movió suavemente hasta que el moreno abrió los ojos y al ver a su pareja sonrió

- Buenos días pequeño. Mmmmm… no me quiero mover, estoy muy cómodo y calientito

- Yo también pero me muero de hambre, eso era en serio, no no no Hades… - Shun reía divertido porque su pelinegro literalmente se le abalanzó y le estaba besando el pecho

- Yo tengo hambre de ti, ¿eso cuenta?

- No… eso no cuenta, además luego de lo de anoche no puedo creer que sigas con ganas

- Yo siempre tengo ganas de hacerte el amor, eres tan adictivo…

- ¿Adictivo?, que genial, pero tu adicción tiene hambre, así que no… con hambre no juego

- Ok., ok., - Hades lo besó en el cuello pero aflojo su agarre en él, Shun rió al sentir estas caricias y más ante el hecho de que su novio cedió ante sus deseos, por sobre los propios, por eso amaba a Hades, así que se levantó de la cama y se volteó al decir:

- Iré a preparar el desayuno, te voy a hacer panqueques – Shun le guiñó el ojo a su novio que asintió y sonrió al ver el desnudo cuerpo de su niño que a la pasada tomó del suelo la camisa de su pijama y se la puso antes de entrar al baño

 

Cuando Shun salió del cuarto Hades suspiró, nunca pensó en ser tan feliz, Shun había llegado a su vida para completarlo y convertirlo en la persona que ahora era, sin duda jamás podría dejarlo ir, así que con esos pensamientos se levantó, se puso los primeros pantalones de pijama que encontró y fue rumbo a la cocina, pero antes de entrar alguien tocó el timbre, el moreno arqueó una ceja porque era bastante temprano como para visitas sociales, y al parecer si visitante estaba bastante ansioso porque el timbre volvió a sonar.  Hades abrió la puerta para encontrarse con un sonriente Ikky que entró a su casa prácticamente empujándolo y sin tomarlo en cuenta, esta no era la primera vez que su cuñado favorito lo hacía así que el pelinegro simplemente meneó la cabeza y sonrió porque tras Ikky venía Seiya con su hijo tomado de la mano, el castaño un tanto molesto dijo:

- Ikky, por favor, ten un poco de vergüenza, hola Hades disculpa la intromisión y el venir sin llamar – Seiya entró detrás de su esposo haciendo caminar a su muy renegado retoño, el pequeño Ryu estaba con sueño aún y caminaba de mala gana, en condiciones normales Seiya lo hubiera cargado pero no quería hacerlo porque nadie lo sabía aún, pero el castaño esperaba su segundo hijo, ni siquiera a Ikky se lo había dicho aún  

- Buenos días, pasen por favor que están en su casa, no faltaba más – dijo con sarcasmo Hades cuando cerró la puerta

- Siento haberlos despertado – dijo incómodo Seiya, él solía dormir tarde los sábados y moría de las iras cuando lo despertaban antes de hora

- No te preocupes, ¿Qué hacen aquí tan temprano? – preguntó el dueño de casa cruzándose de brazos, a la final él estaba usando únicamente sus pantalones flojos de pijama

- Nuestras casa tiene un problema con las tuberías así que nos quedaremos aquí por unos días, espero que no te moleste – dijo Ikky en el tono más natural del mundo, esta tampoco era la primera vez que Ikky hacía esto pero de solo pensar en la debacle que se armó la última vez que esto pasó, Hades palideció, en especial cuando fue evidente que el peliazul nada disimuladamente ya estaba recorriendo el departamento  buscando “algo extraño” que le permitiera llevarse a Shun con él.

- ¿La casa de Aioros no está más cerca?, no es que no me dé gusto tenerlos en mi casa pero… ¿la escuelita de Ryu no les queda más lejos? – preguntó Hades tratando de no sonar tan molesto por la situación

- Lo siento, trate de convencerlo pero no lo conseguí – se disculpó Seiya todo apenado, le avergonzaba reconocer que Ikky había destruido uno de las cañerías por “accidente”, el peliazul ni siquiera los estaba escuchando en ese momento porque se distrajo al sentir un delicioso aroma a café y sonrió, seguramente Shun estaría en la cocina, así que sin decir nada se encaminó hacia allá, pero cuando entró pensó que iba a desmayarse.

- ¡Shun! – gritó el mayor, el peliverde dio un brinco en su lugar y cuando se volteó palideció. ¿Qué demonios hacia Ikky ahí?

- ¡Ikky!, ¿Por qué estás aquí? – le preguntó a quemarropa, el mayor solo lo observaba incrédulo, fue en ese momento en que recordó su escasa vestimenta y tuvo ganas de que la tierra se abriera y lo tragara, Seiya entró a la cocina al escuchar los gritos y ante su incomprensión vio cuando su esposo le arrebataba el bolso del bebé y comenzaba a buscar en su interior, lo vio sacar una manta de color celeste y fue hacia Shun a quien intentó cubrir con ella.

- ¿Cómo puedes andar vestido así? – le dijo todo avergonzado, Shun no sabía si reír o llorar por lo que su hermano estaba haciendo en ese momento

- Estoy en mi casa y pudo vestirme como quiera,  ¿Crees que con esto vas a cubrirme? – señaló la pequeña manta azul e Ikky frunció el ceño al responder:

- Has perdido la vergüenza, yo no te eduqué de esta manera… - Ikky comenzó a sermonearlo en ese momento, Shun suspiró y miró a Hades quien estaba parado en el marco de la puerta, mientras Seiya se sentó en una de las sillas y le sonrió a su revoltoso hijo que prácticamente se acostó en la silla que estaba ocupando

 

Shun decidió dejar de escuchar a su hermano y ante sus gritos de protesta subió a su cuarto para vestirse de manera “decente”, diez minutos después regresó y todos se sentaron alrededor de la mesa para desayunar, Ikky no dejaba de observar a Hades con mirada de cuchillo mientras Seiya les contaba lo sucedido en su casa.

- ¿Qué hacemos ahora?, lo digo porque la habitación de huéspedes no está lista aun – dijo el peliverde porque hacía semanas habían decidido remodelar algunas habitaciones de la casa pero el trabajo no estaba terminado, Hades se cruzó de brazos, iba a hablar cuando Ikky lo interrumpió al decir:

- Sé que es una imposición de nuestra parte pero… ¿en verdad podrías mandar a tu sobrino favorito a dormir bajo un puente?, ¿en serio Shunny? – Ikky sentó a su hijo en sus piernas e hizo que el niño le sonriera a su tío, eso fue suficiente para hacer reír a Shun y a Hades, Ikky era un manipulador en todo el sentido de la palabra

- Siempre podemos dormir en la sala, ¿verdad?, tenemos ese futón que compramos hace no mucho y nos pareció súper cómodo – dijo Shun mirando a Hades que resignado asintió y dijo:

- Claro… el futón es mucho más cómodo que mi cama

- Perfecto… - respondió Ikky ignorando completamente el sarcasmo de Hades que volvió su atención a su café, Seiya miró a Shun con ojos tristes, él se moría de la vergüenza pero no había nada que podía hacer, Hades se dio cuenta y le hizo una seña con la cabeza, eso hizo que el castaño pudiera respirar con un poco más de facilidad

 

El desayuno transcurrió sin mayores eventualidades en este punto, aprovecharon para ponerse de acuerdo en un picnic que harían ese día, además de ellos Hades les dio la noticia de que Mu se encontraba en Japón, Seiya y Shun se alegraron mucho al escuchar eso y pensaron en que debían ponerse en contacto con su amigo, debían hablar sobre muchas cosas porque eran años que no se veían.

 

Luego del desayuno, Seiya e Ikky se instalaron en la recamara principal mientras Hades y Shun movían algunas cosas a la sala para acomodar el futón, la casa de Hades no era lo que se pudiera llamar grande, era bastante cómoda pero como estaba en reparaciones pues… ni modo… tocaba apretarse por esos días, por eso cuando el matrimonio se quedó solo en la habitación, el peliazul comenzó a revisarlo todo.

- Ikky, ya basta, te comportas como un niño  – suspiró Seiya que estaba ocupado desempacando su ropa

- ¡Mira esto! – Vociferó cuando al abrir uno de los cajones del closet encontró condones y lubricante de todo tipo

- Ayyy Ikky, es mejor que se cuiden, ¿no te parece?

- Claro que no, voy a matar a Hades – murmuró disponiéndose a salir de la habitación pero Seiya le salió al paso y le dijo muy serio:

- Tú no vas a matar a nadie, no tienes el menor derecho ni la calidad moral de criticar nada, ellos son pareja desde hace muchos años, además… son de la misma marca que nosotros usamos

- ¿Crees que me importa si los condones que ese degenerado usa son de buena marca o no?

- Pues debería, así se evitan accidentes, y a veces ni siquiera eso impide que ocurran, pero ese no es el punto, el punto es que deberías agradecer que tienes un hermano que se preocupa por cuidarse al momento de tener sexo, y ya que estamos hablando de eso, deberías dejar de tratar a Shun como un niño, porque ya no lo es - Ikky abrió la boca para replicar, pero la cerró rápidamente, dejó todo lo que tenía en las manos en el mismo lugar y se recostó en la cama poniendo el brazo sobre su rostro al decir en tono vencido:  

- Es mi hermanito bebé

- Pueda que sea tu hermano menor, pero está lejos de ser tu hermanito bebé, madura Ikky – le dijo Seiya acostándose a su lado, retirando el brazo de su cara y besando suavemente sus labios

- No me acostumbro a verlo como el hombre en que se ha convertido, siento que debo seguir cuidándolo, mis padres me lo encargaron – dijo Ikky, Seiya sonrió divertido y le respondió:

- Y lo has hecho, Shun es un hombre hecho y derecho que haría muy orgullosos a tus padres, así que no te estreses por lo que no hay necesidad, tú sabes que él es una gran persona, debes estar orgullo de saber que parte de eso es gracias a ti

- ¿Tú crees?

- Claro que si amor, pero debes estar consciente de que Shun ya no te necesita como te necesitaba antes, si lo amas, déjalo disfrutar su vida a plenitud, él es feliz con Hades, siempre lo ha sido, así que deja de jugar con las tuberías de nuestra casa que no hay necesidad – Seiya sonrió de lado e Ikky le hizo una mueca y luego suspiró, debía reconocer que realmente el moreno era la felicidad de Shun, durante todos esos años nunca vio a su hermano llorar o sufrir por Hades, el mayor había dedicado su vida a hacerlo feliz.

-Supongo que tienes razón, aun así los mantendré vigilados – advirtió Ikky, Seiya solo rio meneando la cabeza

- De acuerdo, tú vigílalos como halcón – bromeó Seiya pero se dieron un beso y luego ordenaron todas sus cosas en el lugar que Shun les había dejado en su closet.

 

Cuando Ikky bajó las escaleras a buscar un vaso de jugo encontró a Shun y Hades sentados en el sillón con varios papeles a su alrededor, el mayor le estaba explicando algo mientras el peliverde lo miraba absorto en concentración, Ikky sonrió de medio lado, él sabía que Hades era un buen hombre, él sabía que siempre había cuidado a su hermanito bebé, él sabía todo eso pero su sentido de protección no podía desparecerse, por lo que no fue sorpresa para nadie que durante la noche se paseara por toda la casa fingiendo hacer dormir al pequeño Ryu.

 

Notas finales:

Chan chan chan... ya falta solo el final, queremos agradecerles mucho el que nos hayan acompañado hasta aqui, esperamos que les guste en lo que acaba en el capítulo final del domingo en la noche

 


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