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PRIMER AMOR por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traemos el capítulo nuevo, aqui se ve como avanzan las cosas, esperamos que les guste lo que viene

Capítulo 8.- Confesiones

 

Shun pasó las horas de clase con una sonrisa en el rostro, aunque estaba preocupado por Seiya, la felicidad llegó a él ahora que volvieron a ser amigos, se propuso ya no hacer preguntas ni tratar de darle consejos, él estaría al lado del castaño para apoyarlo y escucharlo cuando Seiya tuviera ganas de hablar. Tampoco había dejado de pensar en Hades y en lo que había sucedido, el sólo hecho de recordarlo hacia que sus mejillas se sonrojaran y su corazón latiera rápidamente.

 

Las palabras del moreno resonaban en su cabeza, Hades realmente lo quería y eso hacía que su corazón se llenara de alegría, jamás pensó en vivir algo así pero sin duda era un sentimiento maravilloso y valía la pena luchar por lo que sentía.

 

Volteó su mirada y vio a Mu, su amigo estaba molesto con él por lo sucedido y tenía razón, él le había prometido no decir nada sobre lo que él le había contado, pero había roto su promesa y ahora se sentía culpable por eso. Suspiró, definitivamente no podía estar bien con todo el mundo y eso a él no le agradaba. Cuando la última clase finalizó, los estudiantes comenzaron a salir, Shun se apresuró a guardar sus cosas y corrió para alcanzar a Mu.

- Mu, espera —llamó, y el nombrado se volteó a verlo.

- ¿Qué sucede? —preguntó MU, Shun se llevó una mano a su pecho y respiró, definitivamente el deporte no era lo suyo.

- Yo sólo quería disculparme por ser boca floja, sé que no debí hacerlo, pero Seiya es mi mejor amigo y no podía callarme sabiendo lo que sucedido, tenía que ir a hablar con él, no podía dejar las cosas así, no quería que se sintiera solo — Shun en verdad lucía arrepentido y eso hizo sonreír a Mu, había que contar con Shun para subirle el tono a lo dramático

- Ya no importa Shun, no tienes que sentirte culpable, pero siempre me puedes invitar al cine uno de estos días — Mu guiñó el ojo y Shun asintió, la paga no era tan cara por romper sus promesas de mantener la boca cerrada

- De acuerdo.

 

Ambos jóvenes sonrieron y salieron del instituto entre risas y pláticas sobre todo lo que había sucedido ese día, sin duda no resultó un día cualquiera, estuvo lleno de acontecimientos tantos buenos como malos. En la salida se despidieron ya que a Mu lo esperaba el chofer de la familia, mientras Shun caminó hacia la estación de trenes. A esa hora las unidades iban colmadas de personas y siempre resultaba incomodo, pero simplemente no había otra forma de volver a su casa porque no le agradaba caminar solo hasta allá, cuando caminaba con Seiya se le hacía corto el camino, pero solo… como que no. Mientras viajaba no podía evitar sonreír de sólo recordar cómo se molestaba Seiya de tener que viajar en el tren a esa hora cuando les tocaba hacerlo por el fuerte sol o por la lluvia.

 

Cuando llegó a la estación correspondiente salió del lugar y caminó hacia su casa la cual se encontraba a unas cuantas cuadras de distancia, mientras caminaba pensó en que ese día iba a visitar a Seiya, tendría que pedir una pizza antes para llegar con ella sino su amigo iba a matarlo. Cuando pasó cerca de un callejón algo llamó su atención, se detuvo y observó la pequeña caja de cartón que estaba a unos cuantos pasos de él, iba a continuar su camino pero vio como esta se movía así que sin pensarlo fue a ver de qué se trataba.

 

Cuando vio el interior se sorprendió al ver un pequeño cachorro, estaba sucio y parecía débil, a Shun se le encogió el corazón, con cuidado lo tomó en sus brazos y el pequeño animal lo miró y se acurrucó en su pecho. Shun sonrió, no podía dejarlo abandonado a su suerte, alguien podría hacerle daño y eso sería una pena porque era un perrito muy dulce, así que decidió llevarlo a su casa, seguramente Ikky podría el grito en el cielo pero ya pensaría la forma de convencerlo de que lo dejara quedarse con el cachorro.

 

Al llegar a su casa Ikky aún no había llegado así que Shun fue primero a la cocina y buscó algo para darle de comer al perrito.  Le puso un pocillo pequeño con leche, sacó unas galletitas saladas e hizo pedazos un pedazo pequeño de carne que descongeló, el perrito devoró todo contento, al parecer no había comido en algún tiempo, luego fueron a su cuarto, dejó su maleta en la silla del escritorio y caminó hacia el baño, allí abrió la regadera y dejó correr el agua, cuando pensó que era suficiente para darle un baño a su nueva mascota se aseguró de que no estuviera demasiado caliente, finalmente cuando todo estuvo listo colocó al cochorro dentro del agua.

- Vamos a darte un baño, si queremos que Ikky no nos bote a ambos de la casa tienes que dar tu mejor impresión — dijo con una sonrisa y el animal dio un pequeño ladrido, Shun pensó que era un perro de raza pequeña, éste no debía tener más que algunas semanas de nacido, pobrecillo… la vida en las calles para los animalitos de compañía era siempre dura.

 

Shun lo bañó con sumo cuidado, y unos minutos después toda la suciedad había desaparecido de su pequeño cuerpo revelando un pelaje blanco como la nieve. Cuando estuvo listo lo sacó y lo envolvió en una toalla, lo llevó de regreso al cuarto y comenzó a secarlo con cuidado, decidió usar su secador de cabello para que fuera más rápido y en cuestión de minutos el cachorro ya estaba limpio y seco.

- Ahora estás mucho más lindo que antes, lo malo es que no podré convencer a Ikky de que serás un perro guardián porque das todo menos miedo — dijo Shun con una sonrisa para luego dejarlo sobre su cama.

 

El cachorro dio unas cuentas vueltas y para luego echarse en el centro de la cama, dio un pequeño suspiro y cerrando sus ojitos se quedó profundamente dormido. Shun sólo sonrió y mientras descansaba él se fue a cambiar, su uniforme estaba mojado así que tendría que lavarlo más tarde, cuando ya estuvo vestido con ropa cómoda le envió un mensaje a Hades junto con una foto de su nuevo “amigo”, el mayor le respondió al instante y le dijo que debería llamarlo Cerbero, Shun sólo rio, aunque no era una mala idea, tal vez lo consideraría, le parecía gracioso poner nombres temerarios a perritos pequeñitos, Tiberio o Calígula también cruzaron por su mente

 

Shun se puso a hacer su tarea, quería estar libre para ir a visitar a Seiya en la noche, una hora después sintió la puerta principal abrirse y supo que Ikky ya había llegado, respiró profundo, era el momento de hablar con su hermano, sólo esperaba que aceptara a Cerbero en casa, sino él no tendría corazón para abandonarlo como lo había hecho otras personas. Tomo al perro en brazos y de esa forma salió de su cuarto, bajó las escaleras y fue hacia la cocina en donde el mayor se encontraba.

- Hola Ikky — saludó Shun en tono por demás fresco, por dentro se estaba muriendo pero por lo menos fingiría calma

- Hola… ¿Cómo te fue en…? — su pregunta se quedó a medias cuando vio a su hermano sosteniendo un cachorro que estaba despertando —. ¿Qué es eso? —señaló al animalito que estaba lamiendo la mano de Shun

- ¿Un cachorro? — respondió con inocencia Shun, Ikky frunció el ceño. Cuando Shun hablaba de esa forma tan inocente era porque algo iba a pedirle, él ya conocía muy bien a su hermano.

- No juegues conmigo Shun, ¿Qué haces con ese animal? - El menor se mordió el labio inferior y miró por unos segundos los ojos esperanzados del cachorro.

- Lo encontré cuando venía camino a casa, estaba sucio y abandonado en un cartón. No podía dejarlo porque al verlo tan solito e indefenso alguien podría haberle hecho algo, los niños de la otra manzana la semana anterior le prendieron fuego a unos cohetes que ataron en el lomo de un gatito, solo míralo Ikky… no podía dejar que le hicieran lo mismo a este perrito, el gatito se murió, la señora Son me lo dijo ayer que nos encontramos en la tienda, entonces… por favor Ikky no me pidas que lo abandone a su suerte, yo nunca te pido mucho y siempre he querido un perro, por favor, deja que se quede con nosotros, puede ser nuestro perro guardián - Ikky se llevó una mano a su frente y se dejó caer en una de las silla de la cocina, Shun tenía razón, él jamás le había pedido nada, aún recordaba cuando sus amigos comenzaron a usar celulares, él era el único que no tenía uno, pero jamás le había insistido vehementemente para que se lo comprara. Tal vez su forma de ser se debía a que luego de la muerte de sus padres tuvo que comenzar a trabajar para mantener a su hermano, Shun era testigo de lo agotado que solía llegar su hermano del trabajo, y era por eso que nunca pidió nada, él era feliz con lo que el mayor le daba, por lo que al verlo indeciso siguió presionando para ver si le resultaba y dijo:  — Además pienso que Seiya podría animarse al verlo, hoy iré a su casa — comentó con una sonrisa, esa sonrisa le hizo entender al de cabello azul que ambos ya se habían reconciliado y eso sin duda era algo muy bueno. El mayor suspiró y finalmente habló.

- Está bien, puedes quedarte con él, pero tendrás que hacerte cargo de todas sus cosas, tú lo tienes que alimentar, bañar y limpiar la casa porque los boto a los dos si esta casa comienza a oler a perro, mañana mismo lo llevaremos al veterinario para que lo revisen y le coloquen sus vacunas y eso – Ikky dijo todo esto con resignación en cambio Shun asintió con entusiasmo.

- Muchas gracias Ikky, esto es genial, ya eres parte de la familia Cerbero —dijo levantando una patita del cachorro, Ikky arqueó una ceja al escuchar esa extraño nombre

- ¿Le pusiste Cerbero?, ¿en serio?, pobre perro – Ikky acarició la cabecita del cachorro y sonrió divertido

- Pensé en Tiberio, ¿te gusta Tiberio? – preguntó Shun alzando al cachorro y mirándolo a los ojos, el perrito sacó la lengua y estornudó, al parecer no estaba tan seco después del baño

- Creo que Cerbero le gusta más, ¿Hiciste tu tarea? — preguntó el mayor ladeando la cabeza para ver mejor al perro, si lucía adorable.

- Sí, antes de que llegaras termine con ella, quiero llevarle los apuntes a Seiya cuando vaya a visitarlo más tarde, me dijo que le lleve pizza, ¿quieres que te pida una pizza para ti esta noche?, me asusta que llegaras temprano la verdad — dijo Shun y era verdad, de un tiempo a esta parte Ikky siempre llegaba tarde

- Si, pide la pizza más grande porque hoy solo me quiero bañar y me quiero acostar, no quiero hacer nada más, saluda a Seiya de mi parte, y me parece perfecto que le hagas compañía, eso es lo que necesita en estos momentos, solo no lo atosigues mucho

- ¿Que no lo atosigue?, ¿a qué te refieres?

- Asumo que Seiya ya te lo contó todo, ¿verdad?

- Mu me lo contó de hecho, me dijo que tú lo acompañaste a la enfermería y que te quedaste con él hasta que llegó su papá, que los líos legales están horribles, no sé todos los detalles

- Sabes más que suficiente, cuando bajé con Mu y Seiya a la enfermería, Seiya me dijo que había discutido contigo en la mañana, que por eso subió a la terraza porque necesitaba aire y para su muy mala suerte se encontró con Milo ahí, y fue donde todo se fue al diablo, estaba asustado porque iban a llamar a su papá y en verdad que estaba todo pálido, así que le hice conversación y le pregunté por qué no te lo había contado a ti, me dijo que lo revoloteas mucho y que lo atosigas a ratos, que lo juzgas y él eso lo resiente porque su padre le hace lo mismo pero a mayor escala, ¿entiendes?

- No es mi intención atosigarlo – respondió Shun bajando la mirada y dejando ir al perrito que luchaba por soltarse de sus brazos, Ikky se levantó, lo abrazó y le besó la frente al decir:

- Claro que no fue tu intención pero… no todas las personas reaccionan de la misma manera a las actitudes del resto, Seiya necesita espacio, tiempo y mucho cariño para reponerse, me dijo que va a terapia y esas cosas, entonces trátalo como siempre no como víctima, y llévale al perro, eso le alegrará porque Aioros nunca le ha dejado tener uno

- De acuerdo - Ambos hermanos continuaron platicando, Shun miró al cachorro que estaba entretenido deambulando por el lugar haciendo un reconocimiento por lo que ahora sería su nuevo hogar.

 

A las siete de la noche Shun estaba listo para ir a casa de Seiya, había pedido la pizza, pero como iba a llevar a Cerbero ordenó que la enviaran directamente a casa del castaño, el chico se despidió de su hermano y cruzó la calle hacia la casa de su amigo, tocó el timbre y unos segundos después Aioria abrió la puerta, el mayor le sonrió y le permitió la entrada.

- Buenas noches Aioria— saludó Shun sonriendo ligeramente

- Hola Shun, ¿Cómo estás? — preguntó el mayor sonriendo también

- Estoy bien ¿y usted?

- Todo bien por aquí, gracias por preguntar – a Aioria siempre le cayó bien Shun, era un niño educado y lo conocía desde que era pequeño, pero el de cabello verde siempre se negó a tratarlo de tú, y siempre le hablaba de usted, el respeto ante todo solía decir Shun

- ¿Seiya está?

- Si, está en su cuarto, mi hermano está trabajando pero no debe tardar en regresar – Aioria señaló la planta alta que es donde estaba la habitación del castaño menor, Aioria estaba en la sala mirando televisión porque un pocillo grande de palomitas estaba abandonado en el sillón, Seiya usualmente veía películas con su tío pero aparentemente no había estado de humor hoy

- De acuerdo, ordené una pizza, seguramente llegara pronto ¿podría recibirla?

- Por supuesto, en cuanto llegue les subiré unos refrescos para que puedan cenar.

- Ordené la más grande entonces hay suficiente para usted y para el Sr. Hyuga

- No tenías que molestarte, muchas gracias, ve a ver a Seiya que está escuchando Black Sabath, así que… anímalo un poco, ¿sí?

- Haré todo lo posible

 

Shun subió las escaleras, él ya sabía cuál era el cuarto del castaño, golpeó la puerta y cuando escuchó la voz de su amigo entró al cuarto. Seiya estaba en su cama y por su rostro parecía estar muy aburrido, cuando vio entrar al de cabello verde se puso rápidamente de pie y fue hacia él.

- Al fin estas aquí, creí que iba a morir de aburrimiento, ohhh por dios, ¿es mi reemplazo? — Seiya tomó al perrito en brazos y lo miró apreciativamente, él hubiera preferido tener uno de raza un poco más grande para salir a correr con él, pero este perrito esta dulce, Shun meneó la cabeza y sonrió al decir:

- Nadie podría reemplazarte amigo— dijo y el castaño sonrió

- ¿Ikky te lo compró?

- Claro que no, lo encontré hoy, Ikky me dejó quedarme con él, la verdad si me sorprendió pero mi hermano ha estado de mejor humor últimamente — explicó, Seiya acarició al cachorro, él siempre había querido un perro, pero su padre le decía que si no podía cuidar de él mismo, ¿Cómo iba a cuidar de un cachorro que necesitaba atención siempre?, en ese tiempo estuvo molesto, pero luego comprendió que él tenía razón.

 

Ambos fueron hacia la cama y se sentaron en ella, Cerbero se quedó dormido en el centro de esta mientras Seiya y Shun platicaban, el de ojos esmeraldas sacó sus cuadernos y le explicó a Seiya todo lo que habían hecho ese día en clases, el castaño resopló, no quería estudiar pero debía hacerlo por la salud mental de su papá, las cosas con Aioros estaban complicadas y se complicarían mucho más cuando las cosas se asentaran. Unos golpes en la puerta los sacó su concentración.

 

Aioros entró al cuarto cargando una bandeja, sonrió al ver a Shun y más aún al ver que estaba ayudando a su hijo con la tarea del colegio, el menor rápidamente se puso de pie y lo saludó con respeto como siempre. Aioros vio al perro pero no dijo nada, y es que simplemente no le molestaba porque sabía que el perro no era de su hijo, así que decidió dejar a los chicos seguir con lo suyo, si Seiya estaba con Shun no había nada de qué preocuparse.

- ¿Cómo están las cosas con tu papá? —preguntó Shun mientras acariciaba a Cerbero, Seiya suspiró.

- Más o menos… supongo. Ha puesto nuevas reglas y ya no podré salir como antes, así que tendrás que venir seguido a casa para que no muera de aburrimiento o hambre — le advirtió mientras tomaba un pedazo de pizza

- Claro, para eso soy tu amigo — le recordó con una sonrisa, continuaron haciendo la tarea, Shun le ayudaba en algunas cosas que no entendía y en menos de una hora Seiya terminó con todo. Sin duda tener a Shun era de gran ayuda. Mientras hablaban Seiya notaba algo extraño a su amigo, como si quisiera contarle algo pero le diera vergüenza hacerlo.

- Ya escúpelo Shun — dijo Seiya como quien no quiere la cosa

- ¿Qué cosa? – la pregunta de Seiya le cayó como balde de agua fría

- Lo que sea que quieras decirme, solo si es algo de Milo por favor ahórrate tus comentarios, para lo demás… soy todo oídos, ¿Qué te preocupa? – Seiya lo miró y Shun suspiró, a veces Seiya lo conocía demasiado bien o era adivino

- Nada me preocupa

- A mí no me engañas, ¿Tienes problemas con Ikky? – Seiya preguntó y Shun negó con la cabeza, pero al hacerlo suspiró y se mordió el labio inferior, necesitaba hablar con Seiya y contarle todo lo que estaba sucediendo con Hades, sabía que Seiya no iba a juzgarlo y realmente necesitaba sentir que contaba con su mejor amigo en este momento en donde estaba tan confundido y lleno de miedos por lo que pudiera suceder.

- No… nada con Ikky, cuando se entere me va a querer matar pero por el momento nada, lo que pasa es que… Seiya, tú dijiste que yo jamás haría algo estúpido ¿lo recuerdas? — preguntó el muchacho de ojos verdes algo inseguro

- Shun, no quiero hablar de eso, sé que te dije cosas horribles y yo…

- No, eso ya no importa, Seiya, yo ahora estoy haciendo algo que tal vez para muchos sería estúpido o un locura — dijo, y al castaño no le gustó ver los ojos llenos de preocupación y vergüenza y su amigo, para ese momento ya estaba preocupado.

- Shun, ¿Qué estás haciendo? - el chico respiró profundo y se preparó para revelar su secreto.

- Seiya, yo… bueno…  estoy saliendo con Hades, el profesor Hades de literatura — dijo Shun como si pensara que Seiya le fuera a preguntar qué Hades, y la verdad se preparó para lo peor que podría venir, el castaño permaneció en silencio unos segundos intentado procesar lo que Shun acababa de contarle, todo parecía un sueño, ¿Shun estaba saliendo con el profesor de literatura?

- ¡¿Qué?! ,  ¿Cómo paso?, ¿Cuándo fue?, cuéntame todo desde el principio —aquello sonó más como una orden que un pedido, Shun asintió y comenzó a contarle todo lo que sucedido en las últimas semanas, desde el momento en que se chocaron cuando él salió del salón deprimido por su pelea, el beso que Hades le había robado en la biblioteca, el día que lo encerró con mentiras en el salón de profesores y finalizó con lo sucedido ese día después de que Seiya se marchó con su papá, para cuando Shun terminó de  hablar tenía las mejillas completamente sonrojadas y su mirada baja, se estaba muriendo de vergüenza luego de terminar su relato.

- Seiya, dime algo por favor — el castaño no decía nada, estaba procesándolo todo al parecer

- ¿Estás enamorado de él? — preguntó Seiya, Shun asintió muy avergonzando por contar lo que sentía.

- ¡Eso es fantástico! — gritó Seiya sorprendiendo a Shun.

- ¿En serio lo crees? – Shun preguntó todo inseguro y Seiya sonrió al tomarlo de las manos y decir:

- Es fantástico que estés enamorado, pensé que nunca habría alguien que te hiciera hacer locuras, debo darle las gracias a nuestro profesor, nunca pensé tener vida para verte salir de tu estructurado molde y comportarte como un adolescente normal, eres igual de atarantado que el resto de nosotros, eso cambia la perspectiva de nuestra vida — bromeó.

- Seiya — susurró Shun para luego lanzarle la almohada que tenía a su lado. Seiya no se quedó atrás y también lo golpeó con una

- Anímate amigo, el primer amor es el más importante y nunca se olvida y más si es con el profe de literatura que es tan sexy

- Seiya, tengo miedo de lo que está pasando —confesó.

- ¿Por qué?

- Si esto se llega a saber Hades estará en problemas y mi hermano nunca me perdonara —su mirada se llenó de tristeza, sin pensarlo Seiya tomó su mano y la apretó, intentando con ese gesto darle ánimos a su amigo, sabía cómo era el carácter de Ikky y sabía que cuando supiera lo que estaba pasando querría matar a Hades y encerrar a Shun para siempre.

- Tranquilo, todo saldrá bien. Yo estaré a tu lado cuando llegue el momento de decirle la verdad a Ikky, es tu hermano y por muy sobreprotector que sea no te va a hacer nada, no te apures — prometió, Shun sonrió al escuchar sus palabras. Cuanto había necesito escuchar esas palabras de una de las personas más importantes de su vida.

- Te quiero Seiya, nunca lo dudes, Ikky suele decir que eres el hermano que no tengo y tiene razón — le dijo.

- Y yo a ti…

 

Permanecieron de esa manera, tomados de la mano y compartiendo el silencio del lugar. Cerbero se echó en medio de ellos y se durmió nuevamente. Compartir ese momento entre ellos era lo que más había extrañado durante esos días que estuvieron peleados. Para Shun era muy importante contar con el apoyo de Seiya y para el castaño era importante que Shun hubiera tenido la confianza de contarle lo que estaba sucediendo, ahora apoyaría a su amigo en todo. Porque lo que más deseaba Seiya era que Shun fuera feliz y si su felicidad era Hades pues él sería su aliado.

 

Cuando fueron las diez de la noche Shun se despidió de Seiya y su familia, antes de macharse a su casa se pusieron de acuerdo para ir juntos a clases al día siguiente. Ya en casa Ikky lo esperaba para cenar, Shun le dio a Cerbero un poco de leche ya mañana compraría lo que necesitara, ambos hermanos platicaron, e Ikky se sorprendió al volver a escuchar a Shun hablar de su clase de Literatura.

- Shun, mañana es mi día libre, pero iré por ti a la escuela para llevar a Cerbero al veterinario

- ¿Para qué lo vamos a llevar?, él está bien – preguntó el menor mirando a su perro que le parecía sumamente inofensivo como para llevarlo al veterinario

- Porque si lo encontraste en la calle, necesita vacunas, desparasitantes, shampoo antipulgas y esas cosas

- Ohhh… está bien — aceptó el menor.

 

Una vez al mes su hermano tenía un día de descanso y eso era muy bueno, Ikky trabajaba demasiado y era un alivio poder pasar un día sin estar rodeado de jóvenes que sólo le sacaban canas de todos los colores posibles. Cuando terminaron de cenar, Ikky se fue a su cuarto a terminar de revisar unos documentos mientras Shun se encargó de lavar los platos y luego acomodar todo en sus respectivos lugares.

 

Cuando terminó tomó en brazos a Cerbero y fue a su cuarto, mientras se cambiaba de ropa para ponerse su pijama, su celular comenzó a sonar, era un mensaje de Hades en el cual le deseaba dulces sueños. Shun sonrió y le respondió rápidamente. Caminó hacia la cama y se recostó para luego cubrirse con las mantas, Cerbero se acurrucó cerca suyo y Shun lo abrazó, ese había sido un día muy largo y lleno de acontecimientos, y lo mejor era que a pesar de todo lo malo había recuperado su amistad con Seiya, tenía un nuevo amigo, y las cosas con Hades iban muy bien, Shun sólo podía pedir que todo siguiera así por mucho tiempo. Cerró sus ojos y unos minutos después estaba profundamente dormido.

 

Al día siguiente Seiya y Shun se reunieron en la casa del castaño, se despidieron de Aioria y comenzaron a caminar hacia la estación de trenes. El viaje era un poco largo y Seiya se pasó los minutos quejándose de lo incomodo que era viajar a esa hora.

 

Cuando llegaron al salón de clases Mu y Shaka se acercaron  ellos para saber cómo se encontraba Seiya, el castaño les respondió que estaba bien y que no había nada porque preocuparse. Cuando la clase de Literatura comenzó Hades informó sobre la situación de Milo, no dio detalles, simplemente les comunicó que él ya no regresaría a la escuela por problemas familiares. De esa forma la clase comenzó y Shun observaba cada movimiento que el mayor hacía, Seiya lo miraba desde su lugar y sonreía con malicia, era realmente divertido ver a Shun enamorado. Porque el de cabello verde se ponía muy nervioso cada vez que Hades pasaba a su lado o le hacía alguna pregunta.

 

Las horas pasaban lentamente,  cuando el receso comenzó Seiya como siempre se negó a ir a la biblioteca junto a Shun, así que se marchó junto a Mu y Shaka al coliseo a ver la práctica de futbol del equipo de la escuela. El chico llegó al lugar y no había muchos estudiantes, los pasillos entre los estantes estaban vacíos y él comenzó a recorrerlos buscando un libro para su clase de Ciencias. Repentinamente sintió unas manos que se posaron en su cintura y se sobresaltó, al darse vuelta se encontró con un sonriente Hades.

- Hades, me asustaste  — le dijo con un suspiro de alivio pero mirando el desierto pasillo por si acaso alguien estuviera por ahí, pero no… estaban solos

- Lo siento mi ángel, pero no podía estar un minuto más sin verte — le respondió con una sonrisa la cual hacia que el corazón de Shun latiera con violencia

- Yo también quería verte — confesó abrazando el libro que había tomado de la estantería.

 

El moreno sin perder más tiempo lo besó y Shun correspondió, pero tuvieron que separarse rápidamente ya que alguien podría verlos. Tal vez eso era lo que a Shun no le gustaba, el no poder salir con Hades como una pareja normal porque podrían tener problemas, eso de los deportes extremos no iba con él, ¿sería que esto era un noviazgo riesgoso?, bien podría ser…

 

Ambos platicaron unos minutos pero el mayor tenía que marcharse ya que debía revisar unos documentos. Se despidió de Shun con un último beso y luego el chico lo vio alejarse, suspiró. Y finalmente fue hacia una de las mesas para comenzar a leer el libro y estar listo para su clase.

 

Cuando a las tres de la tarde la campana sonó anunciando el final de las clases Seiya salió en compañía de Shun, ambos se sorprendieron al ver a Ikky platicando con Aioros, los chicos intercambiaron miradas y el castaño suspiró, no pensaba que su papá cumpliera la promesa de irlo a buscar al finalizar sus clases.

- Buenas tardes señor Hyuga — saludó como siempre Shun al papá de su amigo

- Hola profe, si es su día libre, ¿qué hace aquí?, no me diga que nos extraña, hola papá – Seiya también saludó pero su tono y forma de hablar era completamente diferente, Aioros sonrió al ver a su hijo tranquilo, una de las cosas en las que Seiya había insistido era que no quería que su vida cambiara radicalmente, se negaba a ser tratado como víctima ni mucho menos

- Hola chicos, ¿Cómo les fue en clases? — preguntó el castaño mayor tomando la mochila de Seiya y poniéndola en el asiento trasero de su auto

- Shun se distrajo en clase de Literatura, salvo eso todo estuvo normal, no… no hicimos ningún escándalo, no… no nos llamaron la atención ni nada de eso, si… Milo si se cambió de colegio y el profesor Hades hizo el anuncio, no… no dijo nada más de lo que debería haber dicho, entonces todo bien papá —respondió Seiya encogiéndose de hombros, eso no impidió que Shun se sonrojara al escuchar sus palabras mientras Ikky arqueó una ceja al decir

- ¿Cómo así que distraído en clases?, no no no Shun, eso no se vale - advirtió el de cabello azul tomando también la mochila de su hermanito que dijo

- Es que estaba aburrida la clase y yo ya leí  “La metamorfosis”, entonces sí… si me distraje, no que lo notara el profesor Hades ni mucho menos – Shun codeó a Seiya que sonrió y ya no dijo nada más

 

Aioros lo miró y sonrió, a pesar de ser joven Ikky tenía una figura de autoridad imponente y sabía perfectamente cómo tratar a su hermano, eso era muy bueno, unos ladridos llamó la atención de los más jóvenes y sonrieron al ver a Cerbero dentro del auto del peliazul, Shun rápidamente lo sacó y comenzaron a acariciar al cachorro que estaba muy feliz por verlos, unos minutos después Aioros y Seiya se marcharon ya que el castaño tenía una reunión muy importante. Ikky y Shun hicieron lo mismo y su destino era la veterinaria.

 

Al llegar al lugar una joven muy bonita los atendió, tuvieron suerte de que a esa hora no se encontraba nadie así que atendieron a Cerbero rápidamente, la veterinaria lo revisó y el pequeño estaba en buen estado, le colocó las vacunas correspondientes a su edad y también unas gotas para desparasitarlo. Shun escogió una correa en color azul con pequeños huellas estampadas y por supuesto Ikky tuvo que pagar por ella, así también como pagó el alimento que llevaron y una pequeña cama para el animal. Cuando la revisión terminó la joven les dio un turno para la fecha en la cual debían volver a vacunarlo. Salieron del lugar y subieron nuevamente al auto.

- Gracias Ikky — agradeció el menor con una sonrisa, el perrito estaba todo emocionado mirando la ciudad por la ventana

- Por nada, ya sabes que yo siempre voto por la buena salud, y si Cerbero es parte de la familia pues él también entra en todo — respondió el mayor con la mirada en la carretera, mientras avanzaban Shun desvió su mirada y la centró en el parque por el cual están pasando en ese momento, y no pudo evitar sonreír, a ese lugar Ikky solía llevarlo a jugar cuando era pequeño.

- Ikky, ¿podemos caminar un poco? — pidió Shun, Ikky asintió, no siempre tenía mucho tiempo para pasarlo con su hermano, así que ese era un buen momento para ellos dos, usualmente el mayor siempre estaba ocupado o Shun estaba con sus amigos, entonces era agradable tener esos ratos para ellos dos nada más. El de cabello azul parqueó el auto y Shun le colocó la correa nueva a Cerbero, salieron de auto y comenzaron a caminar, cruzaron la calle y llegaron al parque, a esa hora había muchas personas y niños jugando en el lugar.

 

Ambos recorrieron el parque con cierta nostalgia, era ese lugar al que Ikky llevaba a Shun cada vez que se sentía triste al recordar a sus padres, caminaron por un rato hasta que terminaron sentados en un banco frente a la fuente. Shun se sentía bien en compañía de su hermano e Ikky se sentía de la misma forma. Shun se perdió en sus pensamientos por algunos minutos, el pensar en lo que estaba pasando con Hades le hizo pesar en su hermano, Ikky no tenía novia o novio, y jamás le había platicado sobre eso. Su hermano era bueno, amable y una gran persona aunque muchos no lo creyeran por su mirada fría  y exigente, pero detrás de todo eso está el hombre que lo formó a base de esfuerzo y disciplina, y entonces se decidió a hacer una pregunta que nunca le había hecho a su hermano.

- Ikky ¿puedo preguntarte algo?

- Sabes que sí, ¿Qué sucede?

- Tú, ¿Por qué aún no te has casado?, lo que pasa es que nunca me has presentado a nadie que fuera tu pareja, ¿es por mí? — susurró con algo de tristeza.

- ¿Qué? ¡Por supuesto que no! —Respondió él rápidamente

- ¿Estás seguro?

- Claro que sí, Shun, tú eres lo más importante y valioso que tengo en la vida, y si no te he presentado a mis parejas pues… cuando lo haga será con la definitiva, yo no apoyo en eso de dejar entrar a casa a todo el mundo, no te voy a presentar con todas las personas con las que he salido, ¿no crees?, pero no… jamás pienses que es tu culpa porque eso nunca sería verdad — dijo él, Shun se mordió el labio inferior.

- Pero tú has tenido que sacrificar muchas cosas por mí — le recordó.

- Ok., no te ofendas pero la verdad es que todo lo que he hecho no ha representado un sacrificio, pueda que tú lo veas así pero yo no, me siento orgulloso de mí y de ti, es verdad que me costó cursar la universidad mientras trabajaba pero… eso a la final ha dado sus frutos, yo me gradué y ahora trabajo en lo que amo, estoy pensando en estudiar un posgrado, Shun… mi vida va por donde quiero que vaya y tú nunca has sido impedimento para ello, además, eres mi hermano favorito y les prometí a nuestros padres cuidarte así como tú también me cuidas a mí, somos familia tonto, es lo que se supone que debemos hacer el uno por otro – Ikky sonreía mientras hablaba, Shun no tenía idea de esto y eso hizo que admirara aún más a su hermano mayor, él a la final siempre se había sentido una carga en la vida de Ikky pero él no lo consideraba así

- Pero tú no tuviste la oportunidad de… no se… salir con amigos, irte de farra, hacer algo además de estudiar y trabajar

- Ohhh… ¿tú crees que no tuve oportunidad de ser joven y estúpido como tú sí lo eres? – Ikky codeó a Shun y le sonrió muy divertido, Shun abrió la boca todo ofendido y eso hizo que Ikky se carcajeara con ganas

- Wow… gracias por lo que me toca Ikky

- Ya no te enojes Shun, pero mira… el hecho de que a mí no me guste irme de farra o de borrachera con mis amigos no significa que haya tenido una vida sacrificada, a mí me gusta la vida hogareña, nunca me han gustado los tragos ni esas cosas, yo soy como soy y siempre he sido, mi vida sería igual si nuestros padres no hubieran muerto, bueno… tal vez no hubiera tenido que trabajar en la fábrica y estaría menos endeudado pero… no es algo de lo que me arrepienta, ¿has pensado mucho en esto verdad?

- Solo un poco – admitió el hermoso muchacho con una sonrisa triste en su rostro, Ikky lo abrazó y le dijo:

- No te sientas nunca culpable por nada Shunny, tu bienestar y el mío han sido una de mis preocupaciones pero tú has sido fácil de cuidar, no me has dado mayores problemas y nuestra vida aunque a veces limitada ha sido cómoda y plena económicamente hablando, tal vez no tengamos todos los lujos que tiene Seiya por ejemplo, pero nunca nos ha faltado comida en nuestra mesa, nos iría mejor con menos deudas pero eso es solo dinero, ya cuando te gradúes de la Universidad y consigas trabajo me mantienes tú a mí, mira… como te dije antes, tú eres mi hermano, y les prometí a nuestros padres que te cuidaría y protegería siempre, yo mataría por ti si alguien te hiciera daño, ya te dije que eres mi hermano favorito y me tienes tranquilo porque jamás has hecho algo por lo que tuviera que preocuparme, eres bueno y responsable. Cada día haces que me sienta más orgulloso de ti — Ikky puso su mano en la cabeza de Shun y lo despeinó un poco juguetonamente, Esas palabras hicieron eco en la cabeza de Shun, Ikky estaba orgullo de él por cómo era, ¿Qué iba a hacer cuando supiera la verdad?, la situación Iba a ser la mayor decepción para su hermano y él no quería eso.

 

En ese momento Shun deseó con todas sus fuerzas que Ikky nunca se enterara de la verdad de lo que estaba pasando con el profesor Hades, Shun no iba a soportar ver la mirada llena de decepción de su hermano cuando se entere de su muy ilícito romance, así que Shun simplemente le dio las gracias a Ikky y se dedicaron a caminar por las caminerías charlando de todo y nada mientras Cerbero lo olía todo e iba de aquí para allá en lo que le permitía su correa.

 

Media hora más tarde emprendieron la marcha a su casa, mientras Ikky conducía Shun observaba el paisaje a través de la ventana, repentinamente su celular comenzó a vibrar y al verlo era un mensaje de Hades, por primera vez Shun no respondió y apagando el aparato se encogió en su asiento y cerró sus ojos. Simplemente no sabía que iba a hacer después de escuchar las palabras de Ikky…

 

Notas finales:

Chan chan chan... y ahora que va a pasar con Hades y Shun???, será que Ikky sin saberlo logra separarlos???

No se pueden perder el proximo capítulo, del que les dejamos un pequeño extracto:

- Hades, no pensé que vendrías hoy, estaba esperando un pedido del Deli de abajo – Saga había abierto la puerta sin ver o sin preguntar quién era, eso no debía haberlo hecho, si era el padre de Mu que venía a buscarlo antes de hora, podría darse por muerto.

- Sí, pasaba por aquí y quise traerte los documentos que me prestaste – explicó el pelinegro encogiéndose de hombros

- No era necesario que te molestaras, te dije que… - pero sus palabras se cortaron con la voz de alguien más, Hades extendió la cabeza para ver de quien se trataba y pensó que se iba a morir de un infarto al ver a Mu caminando por el lugar vistiendo solo una camisa que le tapaba lo justo y necesario y que por su color estaba seguro pertenecía a Saga.

- Yo, lo siento, no pensé que estabas ocupado —dijo en tonó ladino, Saga se pasó la mano por su cabello y sonrió.

- Solo guarda el secreto 


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