Desde que había llevado el cuerpo de Eijiro a casa, su investigación de como traerlo de nuevo no había cesado. Tanto así que su repentina desaparición de los medios y de su vocación como héroe eran un enigma para el público como para sus amigos y compañeros de escuela.
Por supuesto todos lo atribuían en parte a la muerte de su compañero, pero esos eran las pequeñas consecuencias de ser un héroe.
Aquello había llevado a cierto chico de pelo verde a preocuparse por su amigo de la infancia. Sabía que el vínculo de Bakugo y Kirishima había sido más que una buena amistad, o por lo menos lo sospechaba y realmente estaba preocupado por la repentina desaparición de Katsuki al mundo, luego de ser uno de los más grandes y prometedores héroes. Era el sueño y ambición del rubio desde que era un niño, por lo cual no habría motivo para la repentina desaparición.
Y allí se encontraba, en el departamento del rubio o por lo menos en el que hace pocos días había sido el departamento del rubio.
El espacio estaba perfectamente ordenado, a excepción de la cantidad de botellas de licor que se apilaban en el suelo, pero ningún rastro de que alguien hubiese estado allí en algunos días.
La comida en el refrigerador comenzaba a descomponerse y la única planta que decoraba el espacio (obsequiada por Mina) comenzaba a parecer seca.
Izuku se dirigió a la habitación del rubio, encontrando su habitación igual que la sala, en perfecto estado pero vacía y sin rastros de actividad por algún tiempo.
-A donde fuiste Kachan….
Murmuro el chico dejándose caer sin ninguna delicadeza sobre la cama, haciendo que esta por el excesivo peso y fuerza la cual había ejercido al sentirse agobiado, cayera desarmándose.
-Con un carajo!!! Que!....
Midoriya se sentó sobando su adolorida espalda la cual había recibido un buen golpe contra algo que no era precisamente el colchón de lo que parecía ser la mullida cama.
El chico había descubierto camuflado entre el colchón, un maletín con un montón de papeles y documentos, algunos tenían extraños símbolos y otros estaban escritos en un idioma que él no conocía.
Después de un rato de examinarlos, volvió a colocarlos en la maleta, ahora notando otros detalles muy obvios que no había visto al entrar al departamento, todo parecía abrirse en torno a su descubrimiento.
En la mesa de noche había una foto de Kirishima, la cual estaba rota, además el suelo estaba extrañamente limpio, como si alguien se hubiese esmerado en limpiar algún… rastro?
Izuku continuo explorando la casa hasta llegar al baño, todo parecía estar perfecto, pero la minuciosa investigación de Midoriya llego hasta la bañera, donde un leve rastro de tierra dañaba la inmaculada perfección de la limpieza y algunos cabellos rojos estaban atorados en la rendija del desagüe.
Definitivamente algo no andaba bien con su amigo y él se encargaría de descubrir que era lo que estaba sucediendo.
Tomo la maleta que había encontrado y dando una última mirada al lugar, salió de allí.