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La Copa del Diablo por Orseth

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Notas del capitulo:

Capitulo final

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            El día viernes se lo pasaron haciendo un corral para unas gallinas pues frente  a la cabaña apareció una caja con tres gallinas y un gallo y el material para hacer el corral con las consabidas instrucciones.

            -Me siento un granjero –exclamó Draco sujetando la tela metálica de malla mientras Harry la clavaba en un madero.

            -¿Y eso es bueno o malo?

            -Pues ya no es tan malo como al principio, pero tampoco me encanta, prefiero a un elfo sirviéndome el desayuno y aseando mi cuarto.

            Cuando todo estuvo listo metieron las gallinas al gallinero pero el gallo se escapó, así que corrieron tras el huidizo animal hasta que fue acorralado.

            -¡Ay mierda, maldito pollo! –Gimió Draco dando un paso atrás- ¡me picó!

            -Buen plan Malfoy, sigue haciendo de carnada mientras yo lo atrapo.

            -Qué carnada ni que tus nalgas, agarra a ese maldito pollo o lo mato a escobazos.

            Cuando lo atraparon y lo metieron al gallinero ya era hora de entrar a la cabaña a esperar la cena.

            -Primero hay que darles de comer –dijo Harry agarrando un cubo con alimento.

            -Por mí que se mueran de hambre.

            -No seas rencoroso, solo fue un picotazo.

            -Que me sacó sangre, mira. –respondio enseñándole su dedo.

            -Lo dicho, eres un llorón.

            Cenaron en medio de una amena plática y así llegó el día sábado en el que las instrucciones fueron hacer sus alimentos de ese día con el fruto de su trabajo.

            -¿O sea cómo? –pregunto Draco.

            Sin responder Harry salió afuera seguido por Draco y pudieron ver su jardín hermosamente florido, con  arbustos llenos de tomates, patatas y cebollas listas para cosecharse, arbustos llenos de fresas, moras e incluso una sandía y un árbol de naranjas.

            -¡Y las gallinas pusieron huevos! –exclamó Harry sonriente.

            Pero quien no sonreía era Draco.

            -¿Y luego?... ¿pretenden que cocinemos?

            -Podemos hacer una tortilla de patatas.

            -Pero yo nunca he puesto ni siquiera una taza de agua  a calentar.

            -Es fácil, ve por un recipiente, también podemos hacer una ensalada de frutas.

            -Bien, pero tú te encargas de los huevos, ese mugroso pollo me odia, es capaz de sacarme los ojos.

 

______________________

           

 

            -¿Esta será nuestra comida y cena?

            -No se –respondio Harry lavando la tierra de las papas en tanto Draco lo hacía con las fresas- pero es divertido cocinar.

            -Yo no le veo nada de divertido.

            -Por Dios Malfoy, eres un perezoso.

            -No es que me de pereza, es que… ¡no sé hacer nada!

            -Vaya, hasta que lo aceptas.

            -Oye, tampoco es para que me critiques –respondio deteniéndose a mirarlo.

            -De acuerdo –respondio mirándolo también- pero entonces acepta que yo te enseñe.

            -¿Sabes cocinar?

            -Seguro.

            No muy convencido aceptó aquel término, así que entre varias cosas se dedicó a picar las patatas, lo que ocasiono un dedo cortado.

            -Voy a terminar en trocitos –masculló mientras Harry le ponía una bandita en el dedo.

            -Claro que no, esto le pasa a todos.

            Sin más remedio continuaron con los preparativos de su comida y cuando llegó la hora de comer tuvieron lista su tortilla de patatas, acompañado de agua de naranja y de postre una ensalada de frutas.

            -Se ve bueno –dijo Draco.

            -Está bueno.

            Comieron muy satisfechos de su trabajo y terminaron comiendo sus postres sentados en el sillón.

            -Todo estuvo muy rico, eso de cocinar no es tan malo.

            -¿Ya lo ves?

            -Tal vez… cuando regresemos me sigas enseñando a cocinar.

            -Podría ser.

            Para la cena nuevas legumbres aparecieron en su jardín que pudieron preparar con más huevos de su gallinero y así llegó el día Domingo.

            -Ya no te has quejado de la copa –dijo Harry mientras desayunaban.

            -Ya le agarre el modo, pero de hecho hoy ya no me la puse, creo que mi periodo terminó.

            -¿En serio?

            -Sí, es un alivio ¿no?... con esto ya no sé si hacerle un monumento a Pansy por vivir esto todos los meses o lanzarle un Crucio por no haberme prestado mejor una toalla femenina.

            -Mejor unas flores porque si no hubiera sido por ella, te hubieras echado mis camisetas también.

            -Cierto… ¿y qué haremos hoy? No ha llegado ninguna tarea.

            Pero ni bien termino de hablar, la campana volvió a sonar.

            -¿Y eso? –dijo Harry levantándose extrañado para abrir el gabinete.

            Sacaron una caja que llenos de curiosidad abrieron en la mesa de la cocina.

            -¡Son juegos! –dijo Draco sorprendido sacando una caja con un monopolio mientras Harry sacaba otra.

            -Y un Twister.

            -¿Qué juego es ese?

            -¿No lo conoces?

            -No.

            -¿Eres un marciano o qué?

            -¿De qué trata?

            En  menos de diez minutos ya estaban jugando Twister a media sala, riendo a carcajadas  mientras estiraban piernas y brazos para tocar los círculos de colores que marcaba el indicador; y así pasaron toda la tarde hasta que llegó la hora de comer.

            -¿Qué nos enviaron hoy? –pregunto Harry al ver a Draco abrir la canasta.

            -Estofado de carne.

            -Sí, ya me llegó el olor, que rico huele.

            -¡Y pastel de chocolate!

            -¿¡En serio?!

            Comieron entre risas comentando el juego y el resto del día siguieron jugando con más juegos después de darles de comer a sus animales.

            -Ya mañana regresamos al colegio –dijo Draco sentado en su cama con Harry a un lado, recargado en la cabecera desenredándole un mechón húmedo de cabello mientras él peinaba otro mechón.

            -Sí, la verdad esto no fue tan malo.

            -Para ti… ¡Auch!

            -Perdón –respondio mientras deshacía un nudo de cabello- pero no podrás negar que fue divertido.

            -Pues sí, no lo niego, pero hubiera sido más si no fuera una niña.

            -Creo que eso lo hizo divertido, es decir a lo mejor hubiéramos terminado asesinándonos.

            -Puede ser.

            Draco se sentó en la cama dándole la espalda, de modo que Harry pudo pasar el peine por todo lo largo de la rubia cabellera.

            -Listo, creo que ya está.

            -Hablando de cabello ¿tú nunca te peinas Potter?

            -Claro que sí, pero no sirve de nada ¿y qué dirás mañana cuando lleguemos al colegio y llegues así?

            -¿Y qué puedo decir? –respondio alzándose de hombros mientras se pasaba los dedos por entre el cabello- de inmediato sabrán que fue culpa mía, no tengo excusa.

            -¿Y si te castigan?

            -No habrá peor castigo que usar la copa del diablo, así que lo peor ya pasó.

 

___________________

 

           

            Cuándo los estudiantes de sexto y séptimo año regresaron de su semana de convivencia, los demás alumnos esperaban ansiosos para ver en qué actitud llegaban, pero no eran los únicos, pues los profesores a pesar de intentar disimular su ansiedad, también se acercaron al salón de entrada del colegio.

            -Al menos no hubo ningún herido –dijo Madam Pomfrey a la profesora Sprout.

            Muchos se arremolinaban y un murmullo creciente se dejó escuchar cuando Neville y Goyle llegaron riendo entre ellos haciéndose bromas, lo mismo cuando Hermione y Pansy llegaron y se despidieron con un abrazo antes de irse cada quien a su casa, pero nada causó más revuelo y estupefacción al mismo tiempo cuando vieron a Harry Potter aparecer junto a… una pequeña rubia de cabello largo.

            El profesor Snape solo exhaló un profundo suspiro cuando vio a aquella rubia de largas trenzas y ojos grises pararse frente a él.

            -Profesor…

            -A la enfermería.

            -Yo solo…

            -A la enfermería.

            -Pero es que…

            -¡A la enfermería dije! –dijo con voz fuerte haciendo dar un respingo a Draco, quien mirando a Harry solo rodó los ojos y valija en mano tomó rumbo a la enfermería.

            -¿Te fue bien Harry? –pregunto el profesor Dumbledore, quien estaba a un lado del profesor Snape recibiendo  a los estudiantes.

            -Sí señor.

            -Me da mucho gusto.

 

_____________________

            Ese día los estudiantes que regresaron de la convivencia lo tuvieron de descanso, así que los chicos de las mismas casas tuvieron tiempo de ponerse al corriente.

            -Es curioso –dijo Ron saliendo de la ducha y secándose el cabello con una toalla-  Blaise tiene un humor muy ácido, ahora entiendo porqué se lleva tan bien con Malfoy, pero aun así debo confesar que me divertí esta semana.

            -Igual yo –respondio Neville desde su cama- aunque el primer día estaba muy asustado, pero Goyle y yo tuvimos que entendernos si es que queríamos comer, el primer día no comimos nada.

            -¿En serio? –Exclamó Seamus- vaya experimento que hicieron con nosotros… ¿y a ti como te fue Harry?

            -Bien –respondio recostado en su cama con las manos detrás de su cabeza.

            -¿Solo bien? Tienes que contarnos como es que Malfoy regresó así.

            -Oh Harry –dijo Ron- sino supiera quién eres, pensaría que pasaste unos días muuuy buenos con una chica bonita, solos en una cabaña sin ningún adulto haciendo mosca, pero contigo ya no se sabe, seguramente fue el ser chica lo que le salvó el culo a Malfoy.

            -¿Crees? –preguntó riendo.

            -Ya, cuéntanos… -pidió Seamus sentándose en su cama- ¿Cómo te llevas ahora con Malfoy?

            -Bien, ya somos amigos creo.

 

_____________________

 

 

            Al día siguiente las clases fueron retomadas y cada estudiante se dedico a lo suyo, pero con nuevos amigos al parecer pues incluso Hermione y Pansy fueron vistas en la biblioteca estudiando juntas.

            -¿Cómo te va Potter? –pregunto Draco encontrándose con Harry camino al comedor a la hora de la cena.

            -¡Malfoy!... ¿ya recuperaste a tu dragón? O solo te desaparecieron los pechos.

            -Lo recupere por supuesto y más que listo para emprender el vuelo.

            -Lo imagino –respondio riendo.

            -Por cierto, le compre un ramo de rosas a Pansy, al final la conclusión fue darle mi admiración, descubrí que no es nada fácil ser mujer.

            -Y lo asumen con tanta normalidad… -completo sorprendido.

            -Cierto… a propósito… -exclamó poniéndole una mano en el hombro haciéndolo detenerse- dijiste que no besabas chicas…

            -Exacto.

            -Pero ya no lo soy.

 

__________________

 

            Entraron a un baño del quinto piso dando tumbos luchando por no separar sus bocas en medio de sus manoseadas; Harry empujo la puerta de un cubículo mientras le besaba el cuello a Draco e intentaba desabrocharse el pantalón.

            -Es-espera… -Exclamó el rubio cuando fue girado dándole la espalda a Harry, quien ya le desabrochaba el pantalón y le acariciaba el torso.

            -Qué… -respondio pellizcándole un pezón que hizo a Draco gemir.

            -Yo no… no me gusta hacerlo en los baños… -balbuceó sintiendo la mano del moreno tomar su pene y comenzar a masturbarlo.

            Harry detuvo sus avances pero sin retirar su mano dentro del pantalón de Draco y la otra sin dejar el pezón.

            -¿Y qué hay de Asher Cummings?

            -Ah bueno…

            -¿Y de Barclay Sander?

            -Eh…

            -¿Y de Abraham Webster?

            -¡Ok, ok!... pero ellos solo eran uno más… -respondio dándose vuelta- tú no.

            Una gran sonrisa fue dibujándose en el rostro de Harry, quien le plantó tremendo beso antes de tomarlo de la mano y salir de ahí.

 

Quince minutos después, en la sala de los menesteres…

 

            -¡Oh si Harry!... –balbuceó acostado en la cama con las piernas abiertas y Harry en medio embistiéndolo con ganas.

            Harry ondulaba su cadera sin dejar de besarle el cuello, lamiendo y chupando esa sedosa piel que desde que había chupado su seno femenino, no había dejado de imaginar que sería probar su piel de hombre, meter su lengua en esa boca ladina y acomodarse entre sus muslos.

            -Espera… -dijo entonces el rubio haciéndolo detenerse- quiero estar arriba.

            Con respiración acelerada y frente sudorosa, Harry solo asintió y se quito de encima, se tumbo de espaldas en la cama para ver a Draco levantarse y sentarse a horcajadas encima de su pene.

            -Oh si… -musitó al sentir su miembro ser aprisionado por el culo de Draco, quien al terminar de penetrarse a sí mismo, se inclinó para besarlo en la boca en tanto movía su cadera en un delicioso vaivén que hizo a Harry apretar los dedos en sus caderas.

            Pero después de un rato así, Draco se enderezó y se hizo hacia atrás recargándose en una mano en el colchón  y con la otra comenzó a masturbarse en tanto subía y bajaba la cadera sin dejar de penetrarse dándole la oportunidad a Harry de mirar directamente como acariciaba su propio miembro.

            -Déjame hacerlo… -dijo al cabo de unos minutos.

            Draco dejo de masturbarse para dejar que Harry le tomara el pene en tanto él recargaba sus manos en su pecho sin dejar de subir y bajar sobre el moreno.

            -Sí Draco… sigue moviéndote así…

            -Espera… -dijo después de unos minutos así- ya no me masturbes más o me voy a venir y todavía no quiero.

            Así que dejó su pene en paz mientras Draco se detenía y se levantaba haciéndolo sentir frustración.

            -Tranquilo… -dijo al ver su ceño fruncido mientras se levantaba- ven aquí…

            Harry obedeció para verlo poner las manos en el asiento de una silla y separar las piernas diciendo:

            -Hazlo Harry, métemelo ya y dame duro.

            Harry sonrió al ver ese par de redondas nalgas ofrecérsele con descaro, así que se acomodo y después de apuntar su pene le tomó de las caderas y se hundió con fuerza haciéndolo jadear  mientras apretaba los ojos.

            -Joder Harry… esta enorme…

            -Aguantas eso y mas ¿no? –dijo comenzando a embestirlo.

            -Sí… claro que si…

            -Dime… ¿se compara esto con la copa del diablo?

            -La maldita copa es una caricia comparado con tu polla… ¡Ah!

            Comenzó a escucharse el sonido húmedo del choque de Harry con las nalgas de Draco, quien cerraba los puños sobre el asiento de la silla en tanto Harry le acariciaba la cadera.

            -Oh Draco, estas tan apretado… que rico…

            Verlo así, tan dispuesto, tan ardiente… con su pálida piel solo para él en ese momento… hizo que de repente se detuviera haciendo a Draco alzar la cabeza extrañado.

            -¿Qué sucede?

            -Exclusividad, eso sucede.

            -¿Cómo? –pregunto girando el rostro.

            -No quiero que lo hagas con otro que no sea yo.

            Si el corazón de Draco ya estaba acelerado, con esas palabras hizo que su estomago diera un vuelco.

            -¿Sólo tú Potter? –preguntó enderezándose y girándose para verlo.

            -Sí, y con eso dejo de ser Potter… llámame Harry.

            Draco lo miró fijamente, buscando en ese sudoroso rostro alguna señal de broma o engaño, pero solo vio honestidad en esos ojos ardientes, por lo que una sonrisa se dibujo en su rostro antes de darle un beso y responder:

            -De acuerdo… pero será mutuo ¿entendido?

            -Lo mismo digo yo; no, no lo digo, lo exijo.

            -Ah ¿lo exiges? –Repitió alzando una ceja- ¿y si no cumplo que pasa?

            Harry lo giró de nuevo y lo empino otra vez sobre la silla para estamparle tremenda nalgada que hizo a Draco gritar al tiempo que se sobaba la dolorida nalga.

            -¿Eso responde tu pregunta?

            Draco se enderezó sin dejar de sobarse, pero lejos de enojarse se excitó mas al imaginar la clase de juegos que podría jugar con Harry y éste intuyendo la lasciva mirada del rubio le tomó la mano y lo hizo acostarse de nuevo.

            -Abre las piernas… -dijo subiéndose  a la cama.

            Draco obedeció y Harry se acomodó entre sus muslos separados, lo besó en la boca y en el cuello antes de levantar su cadera y acomodar su pene en la entrada del rubio, que sabiendo el tamaño del paquete que estaba a punto de entrarle solo atino a poner sus manos en los hombros de Harry antes de que éste se clavara con fuerza haciéndolo jadear.

            -¡Ah!

            Harry comenzó a ondular su cadera con energía, deseando entrar lo más posible en ese ardiente cuerpo que estaba volviéndolo loco.

            -Sí Harry, dame más… no… pares… ¡Ah!... ¡ah!... ¡ah!...

            Después de un rato así el rubio ya no aguantó y abrazó a Harry por el cuello diciendo:

            -Ya no Harry, ya… voy a… ya voy a…

            No hizo falta que dijera mas, Harry supo a que se refería, así que dejó ir el orgasmo que desde hacía rato pugnaba por salir en tanto Draco hacia lo mismo corriéndose los dos con un profundo gemido.

            Harry se quedó quieto sobre Draco, respirando entrecortadamente sin sacar su miembro y sin que Draco dejara de abrazarlo hasta que sus respiraciones fueron calmándose poco a poco y solo entonces el moreno se levanto saliendo del interior de Draco, quien cerró las piernas y se giró para mirarlo a su lado.

            Ambos se miraron con una sonrisa y sin decir más Harry jaló una manta para cubrirse y dormir en tanto Draco le encimaba una pierna y lo abrazaba.

            -He cogido con muchos, Harry… -dijo entonces ya con los ojos cerrados- pero no he dormido con ninguno.

            Harry sonrió mientras lo rodeaba con sus brazos y le besaba la coronilla.

            -Y yo nunca me quedo cuando ellos se duermen –dijo entonces- pero  cuando despiertes yo voy a estar aquí.

            Draco lo miró soñoliento y después de darle un suave beso en los labios se acomodaron de nuevo sumiéndose en un profundo sueño que los llenaría de energía para emprender al día siguiente la nueva y excitante aventura que significaba ser novio de Harry Potter y Draco Malfoy.

 

 

FIN

           

 

 

 


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