No sé si Kyu Jong está jugando o va en serio, mucho menos sé lo que pasa por la cabeza de Nicole. Está sentada sobre el regazo de ese hombre mayor hace un buen rato sin importarle realmente los demás aunque tampoco hay demasiadas personas pero… los veo yo y eso me incomoda, no sé si pedirle a Kyu Jong que nos vayamos dejara en evidencia a su hermana, no sé si él lo ha notado y solo quiere… no lo sé.
-¿Un batido? Chocolate, ¿Cierto? – Suena emocionado al preguntarlo, bajo la mirada a la carta tratando de olvidar la situación en la que me encuentro.
-Quiero un poco de menta – añado… y él también, levanto la cabeza y soy capaz de ignorar al resto cuando me sonríe.
-¿Este es un almuerzo o un desayuno? – Pregunto al ver la hora y al mesero que se acerca a nosotros.
-Lo que quieras Heo. Solo pide – Asiento ante sus palabras, es capaz de calmarme.
-¡Pollo frito! Y, ramen…
-Sin picante por favor – asiento riendo.
-3 órdenes de ramen.
-2 batidos de chocolate con menta, 1 sándwich – me mira interrogante y niego – solo uno, y… - vuelvo a negar – 2 refrescos, todo para llevar – le dice al mesero, yo me sorprendo porque no lo esperaba – Iremos a mi casa, es hora de …
-La cuenta – es una voz muy aguda, algo así como la falsa voz de Nicole. Kyu Jong gira entre sorprendido y divertido al escucharla, yo recuerdo tarde que es lo que se supone que pasaba a mi alrededor y me doy cuenta que mi amigo no estaba jugando. Nicole aún está en el regazo del hombre pero al vernos se aleja de él de inmediato, se aleja por completo y se pone pálida. Kyu Jong tiene una gran sonrisa en el rostro, una sonrisa que de pronto me da miedo, de pronto parece que va a levantarse así que me apresuro y lo cojo del brazo.
-¿Iremos a tu casa y… - Se sorprende por mi atrevimiento pero no está enojado más, vuelve a mostrarme su sonrisa de siempre. Acerca su silla más cerca de mí y me explica sobre los instrumentos que tiene y que asegura me harán muy feliz. Ambos ahora ignoramos a su hermana.
*
Es una casa muy grande, no nos cruzamos a nadie así que no tengo que pasar el incómodo momento de saludarlos, su habitación está en el primer piso… en el sótano, me doy cuenta que hay unas escaleras tras la primera puerta y luego otra puerta que si da a su habitación. Incluso de esta forma mi apartamento llega a parecer más deprimente. Hay tantas cosas por todos lados y es tan grande como mi sala, tengo ganas de rebuscar entre todo como un niño pero me obligo a quedarme quieto mientras miro a Kyu Jong.
-Heo no te traje como modelo, ven aquí – Él siempre intuyendo todo, deja la comida en el pequeño espacio de su mesa entre tantos papeles y luego me atrae a su cama, hay muchas fotos ahí… de él y la que supongo es su madre, sobre todo una en especial muy grande pero ninguna con su padre, decido no preguntar pero sí mirar la carpeta que trae.
-Me gusta coleccionar dibujos… ¿callejeros? – Ríe por su explicación – Quise aprender a dibujar pero parece que solo me va bien el canto – Este – es el primero que aparece – es de hace 10 años, cuando empecé – efectivamente tiene la fecha en una esquina, en el centro hay una mujer bailando, o al menos en la pose de una bailarina… lleva un vestido que está coloreado de rojo. Es una mujer que se parece a Kyu Jong – Es mi madre – explica sin perder la sonrisa – es a la primera presentación que me llevo, la dibujo una señora que a veces me cruzo, te llevaré alguna vez ahí – Y entonces no puedo dejar de mirarlo, no parece triste solo un poco nostálgico – Y lo siguiente es…
-¿Dónde está ella? – Kyu Jong ahora sí parece dolido, quiero abrazarlo así como él lo hizo hace horas.
-Ella está bien – es todo lo que dice, se aclara la garganta y prosigue – el siguiente es solo un parque pero… - Asiento dándole a entender que estoy prestándole mucha atención, Kyu Jong me ignora esta vez y sigue hablando.
-¡Heo!
-¡Kyu Jong! – su sonrisa se borra ante ese grito, hay alguien tocando su puerta con ganas. Es fácil que yo me asuste así que pasa, me aferro a su brazo primero sin darme cuenta y luego sin querer soltarlo – Niño del demonio, que demonios… - Kyu mira enojado la puerta y a mí con calma, como si no pasara nada.
-Es mi madrastra, seguro Nic le dijo algo sobre hoy. Hablare un poco con ella, puedes ir comiendo – asiento pero sigo sin soltarlo – Está bien Saeng – me aparta con cuidado y luego hace otra cosa que me sorprende aún más, deja un beso en mi frente – Solo le diré que se largue y podremos comer, arregla un poco ese desastre por favor – Sonríe como siempre y luego se aleja.
*
El espacio es corto pero se siente como un abismo mientras me alejo, Heo empieza a mirar los papeles en la mesa pero también a mí, mi madrastra vuelve a tocar la puerta y eso me recuerda que pasa. Estoy dispuesto a abrir y mandarla con el mismísimo demonio sin embargo no es ella quien está ahí, o bueno, no está sola.
-¿Qué paso con Nicole?
-¿Por qué se supone que yo debo saberlo?
-Golpeaste a mi niña, deberíamos…
-largarse de la casa, gran idea – no entiendo que está pasando y lo único que quiero ahora es comer y seguir hablando con Heo.
-Papá, no sé qué pasó con Nic y no me importa sabes. Lo sabes – repito – No sé quién demonios la golpeo o que les dijo… - ella y el hombre mayor de hace rato vienen a mi mente – No vuelvas a hacer eso Hyesun, ni siquiera te me acerques. Solo cuida más a tu hija – Y soy libre de cerrar la puerta y volver con Heo.
-¿Está todo bien? – Asiento sin problema… aunque no lo esté, aún estoy confundido sobre lo que sea que haya pasado pero decido solo disfrutar de la comida -Casi está fría – dice Heo, la mesa ahora está muy ordenada… y mi cama ya no, empiezo a reír de manera escandalosa, él entiende tarde.
-De hecho tengo un microondas por aquí.