POV Meghan
Vamos en el avión ¬¬ particular, camino hacia Grecia, Lyli va dormida en mi hombro, aún sigue cansada por lo de anoche.
Para ser honesta, pensé que si iba a tener que usar en ella como mínimo el lubricante que mando Nana ¬¬, pero afortunadamente no fue necesario, me daba un poco de miedo que fuera alérgica o algo así.
La bendita prueba se la envié a su abuelo, la sabana manchada, bueno en si solo un pedazo, con una nota de que eso era más que suficiente y cuidado se pusiera con sus cosas ¬¬, viejillo pervertido.
Uff, Lylieth anoche estuvo sensacional, tanto que ya me volví a prender pero debo contenerme, solo ayer lo hicimos por que había que mandar esa mae a su abuelo, de otra forma no la hubiera tocado y sé que ella jamás me tocaría, después de todo ella es heterosexual.
Ahhh de verdad que quiero darle una paliza al bruto de Peter, aunque claro también las gracias por dejarme el camino libre, pero uff, esto se va a poner difícil, porque de repente me dan ganas de conquistarla, aunque sé que sería en vano, ya que ella no me ve así y está enamorada de alguien más, que por otro lado pues yo también estoy con sentimientos confusos gracias a Munir y Lylieth.
Bueno de todos modos con Munir no iba a pasar nada estuviera o no Lylieth, esas ideas tontas que tiene de ser fiel a ayudar a su amigo “amo”, es nefasta. Es un caso perdido y por eso acepte a Lylieth, ya Luca había hecho su sacrificio y ahora me tocaba a mí, aunque afortunadamente mi esposa es un encanto con un carácter bastante determinado jajajaja, aún recuerdo lo petulante que fue al entrar a la oficina la primera vez, me causo tanta curiosidad esa personalidad determinada y ahora que la tengo a mi lado y la veo tan frágil.
- Ya casi vamos a llegar Srita- me dice la azafata- ¿podría ayudarle a abrochar los cinturones?- me pregunta con una sonrisa
- Oh está bien, no se preocupe, yo puedo ponérmelo y el de mi esposa también- le digo amablemente, a mí se me hace que quiere tocar a mi esposa ¬¬
- Claro, si necesita ayuda no duce en decirme- se da la vuelta y se va, creo que no entendió la palabra esposa, tal vez si se lo digo en otro idioma le quede claro.
Ya en el hotel, nos muestran la habitación, esta sin duda la escogió Nana, es de las más altas pero la vista es sensacional.
- Lyli mira! Esta preciosa la vista- le digo toda emocionada
- Un segundo ahora voy- noto molestia en su voz, creo que no le gusto lo de ayer y me agüite toda
No tardó tanto y se acercó pero no permitía que yo le tocara, esto va a ser incomodo porque solo es una cama.
- Tienes razón, esta precioso- dice con una sonrisa admirando el lugar
Yo siento como mi corazón se acelera y sin darme cuenta tome su mano, en el acto la quito, yo no dije nada, solo mostré una sonrisa que creo no me salió y me metí.
- Iré a la alberca un rato en lo que da la hora de la comida- le digo quitándome la ropa para ponerme el traje de baño- ¿vienes?- cuando volteo a verla esta rojísima
- Esp, espera- me dice acercándose a mí- tienes muchas marcas, no vas a poder ponerte el bikini
- Oh- me miro al espejo. Tengo solo una en el cuello, pero en el pecho tengo más, aunque algunas si las tapa el bikini, eso sin olvidar que tengo una marca de mordida en la pierna que creo yo, será la que más tarde en desaparecer- pues ni modo- digo como si nada abriendo la maleta para buscar la prenda
- ¿Co co, como que ni modo?- pregunta pasmada, creo que mi tartamudez se le está pegando y me rio para mis adentros.
- Pues, así sabrán que tengo dueña y no me estarán fastidiando, bueno mínimo no directamente-digo pensativa y me rio, ella está que no se la cree
- Ah, entonces ¿ya tuviste suficiente con la azafata, la de la recepción o el joven que nos ayudó con el carrito?- me dice molesta
- Eh?- yo no entendí- ¿de qué hablas?
- Todos te coqueteaban- se voltea, yo estoy con la boca abierta, no me la puedo creer, ella está ¿celosa?
- Espera- la tomo del brazo y la volteo hacia a mí para que me mire a los ojos- yo no coquetee con nadie, jamás lo haría aunque no estuvieras tú, tu eres mi esposa y siempre- le digo sin perder sus ojos de los mío y engrosando un poco más mi voz- escúchame, siempre te voy a dar tu lugar- respiro- aparte yo no me di cuenta que ell@s me coqueteaban.
Se queda pensativa y pasa su vista sobre mí poniéndose roja nuevamente y es cuando yo recuerdo que solo ando en ropa interior
- Lo siento, la costumbre,- me disculpo- deja me voy a cambiar al baño- digo separándome de ella y agarrando la maleta conmigo- así no te incomodare
- No me incomodas- suelta el comentario aun roja y yo ya no entiendo nada- de verdad no me incomoda.
- Pensé que estabas de mal humor por lo de anoche- le digo cabizbaja, solo siento como ella toma mi mano jalándome hacia la cama y haciendo que nos sentemos en esta.
POV Lylieth
- No, no estoy molesta por lo de ayer- le digo, en realidad de solo tenerla así tengo unas ganas de besarla y tomarla de nuevo.
- ¿Entonces?- me pregunta y sus ojitos tan lindos demuestran tristeza y yo solo quiero hacerla feliz, ahhhhh no entiendo que me pasa y ¿por qué me puse celosa?
- Solo pensé que tú a lo mejor querías ir y salir de un lado a otro, después de todo tu- volteo hacia otro lado- nosotros nos casamos por mí y sería injusto exigirte respetes el solo estar conmigo- digo triste, ¿Por qué estoy triste? ¿Por qué la simple idea de que ella este con alguien más me molesta?
- Pensé que había sido clara cuando hice mis promesas o hace rato- me dijo enderezando mi cara para que yo la viera- no tengo intenciones de buscar a alguien más, yo prometí respetarte y cuidarte, solo tenerte a ti y sobre todo hacerte feliz y soy mujer que cumple lo que promete- me mira con ternura- por favor, aunque solo sea un contrato para ti, yo no voy a romper ni el contrato ni lo dicho- suspira- y espero que podamos ser sinceras en todo.
- Yo- no sé qué decir sus ojos son como imanes para mí- no quiero obligarte a nada, en este tiempo te he conocido mejor, la convivencia me ha mostrado que eres una mujer que vale la pena y te amarre- suspiro y al ver que ella va a decir algo, agarro fuerzas para continuar, sin dejar que ella hable- aparte, me confundes- digo casi en susurro- no sé cómo haces, pero me confundes.
- Per perdón- dice arrepentida y avergonzada aunque se ve que no me entiende.
- No creo que lo hagas con querer- digo viendo el cuarto y me paro para verla otra vez- me haces sentir cosas que no sabía que podía sentir y me inquieta, aunque sé que el abuelo sería muy feliz- sus ojos brillan como si le hiciera feliz mis palabras
- Tu ¿estas confusa en lo que sientes por mí?- me pregunta sin cambiar la mirada
- Si- contesto en monosílabo
- Okey, - dice como maquilando las cosas- yo estoy igual- me confiesa y mi corazón se acelera, estoy feliz, feliz por lo que dijo-y con lo de anoche lo termine de afianzar- dice apenada- tenía miedo que hoy despertaras asqueada- me dice triste y volteando hacia otro lado, yo no aguanto más y la abrazo, ella se sorprende.
- ¿Cómo podría sentirme de esa manera si fuiste tan dulce y tierna?- le pregunto tomando su cara con mis manos para que me vea- te la pasaste cuidándome, me sentí amada – y ahora sí, mi cabello y cara son del mismo color, puedo jurarlo- solo pensaste en mí, dime ¿Cómo podría sentirme de esa forma cuando lo único que hiciste fue enamorarme?-Acerco mi cara a ella y la beso.
Vaya! Que adictivos son sus labios, hoy lo eh comprobado, el beso cada momento se volvió más pasional, mis manos comenzaron a bajar a su cintura sintiendo la suavidad de su cuerpo y el cómo se estremecía en ellas, pero por falta de aire nos separamos.
- Tenemos que terminar de aclarar esto- me dice tratando de mantener el control
- Dime - le digo mirando sus labios que me están llamando.
- Pasando los dos años, con todo la sinceridad del mundo me dirás si estas enamorada de mi como para seguir casadas de por vida o si no para divorciarnos- me dice seria, eso no me gustó tanto
- Y ¿qué pasará contigo y tus sentimientos?- le digo incomoda
- ¿Qué pasa de qué?
- Pues si yo estoy enamorada pero tú no, seria obligarte a estar a mi lado- me estoy empezando a enojar- o si es al revés y tu estas enamorada y yo no, solo ¿te dejo y ya?- creo que mis ojos ya están inundados.
- No llores hermosa- me limpia los ojos- yo también seré sincera ese día- me dice con voz segura- si tú me amas, ¿crees que yo no lo hare?- yo asiento- pero mira como me tienes, ¿crees que eso será posible?- pone mi mano en su corazón en lo que me hacia la pregunta con una sonrisa- y si tu no me quisieras, mmm, bueno- dice aun con la sonrisa en sus labios y acercándonos cada momento- que te parece si eso lo vemos hasta ese día- me dice guiñándome un ojo y dándome un beso casto.- de todos modos tenemos dos años para conocernos, explorarnos y ver si esto que estamos sintiendo solo es confusión, el inicio de una gran amistad o un amor bello para vivirlo- me dice con una risita nerviosa.
Se separa de mí y va a su maleta.
- ¿Qué buscas?- le pregunto
- Mi bikini- me dice como si nada, de verdad tiene muchas marcas y a esta mujer no le importa- y una playera, si no creo que te sentirás incomoda si me ven- dice riéndose.
- Lo siento, de verdad- le digo avergonzada
- No importa- voltea a verme con la ropa ya en la mano – ¿si vendrás? ¿o me dejaras sola allá abajo?- me pregunta incitándome
Voy a mi maleta, saco mi bikini y me meto al baño a cambiarme. Ni de loca la dejo sola con tod@s esos que se la han pasado coqueteándole, después de todo es mi esposa y quedé con mis padres que trataría mi matrimonio como primordial.
Bajamos y ella no se separa de mí, en realidad cada vez que puede me toma de la mano o hace alguna galantería, sin ser muy obvia o incomoda tanto como para mí como para los demás, esta mujer es un haz de la discreción, estoy asombrada.
A veces pienso que escucha la plática de los demás, por expresiones que hace, porque evitamos o vamos a ciertos lugares, me gustaría preguntarle, pero creo que me tomaría de loca.