POV Meghan
Solo alcancé a escuchar a lo lejos un “buenos días bella” y me sacudieron el cabello, yo estaba tapada con las cobijas hasta la cabeza y aún seguía muy cansada.
- Lyli, -dije pesadamente- sabes que tardo cinco minutos en arreglarme- y me volví a acomodar hacia su lado.
- Yo sé que te arreglas en cinco minutos, pero antes de que salga tu mujer del baño quiero que te pruebes esto- abrí los ojos como platos, esa no era la voz de mi esposa si no que, era la de mi mama, voltee a verla aun cubierta por las cobijas.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunte y después vi a más gente, estaba mi suegra con su mamá, Nana y Carlos.
- Si se le verá excelente- decía Carlos con la prenda en las manos y mi mamá tratando de quitarme las cobijas de encima.
- No mamá, espera- le decía luchando
- Espera que, somos mujeres y tu pijama si da oso, pero Carlos ya te ha visto en peores condiciones- me decía jugando y forcejeando
- De verdad espera- le rogaba, pero ella gano y me quito TODAS las cobijas de encima
- Ups, lo siento- dijo y se puso toda roja al igual que mi suegra y su mamá, Nana se sorprendió, Lylieth estaba saliendo del baño con una bata y solo paro en seco cuando vio la escena y a tod@s ahí, Carlos muerto de la risa dijo.
- Lylieth, no sabía que fueras tan posesiva- le dijo pícaro en lo que señalaba mi cuerpo que yo estaba tratando de cubrir- mira que tiene casi el mismo número de marcas que tú de pecas y tu- volteo a verme coqueto- ¿Qué no a ti supuestamente no te gustaba que te marcaran?- se reía.
- Cállate- le dije toda avergonzada y es que Lylieth ayer se puso celosa de Carlos, apenas iban bajando de tono las marcas que me había hecho en Japón y con lo de ayer ya tenía más.
- ¿No te gusta que te dejen marcas?- pregunto sorprendida y más apenada Lylieth
- De seguro tu hija le enseño a la mía- le dijo mi suegra a mi madre- mi pobre niña ha de tener la piel peor- estaba rojísima mi suegra pero no dejaba de reírse por la escena
- Ya ya, dejen que se terminen de arreglar- dijo la abuela de Lylieth- vamos a la cocina, el vestido tendrá que esperar- lo dijo tratando de aguantar la risa- a excepción de estas dos- nos señaló- los demás a la cocina, que se nos hace tarde- y salieron del cuarto.
Lylieth se me acerco toda sonrojada y el nudo de la bata se abrió dejando ver su cuerpo con la ropa interior que ya llevaba puesta (una rosa muy sexy por cierto) y alcanzamos a escuchar.
- No sabía que fueras la pasiva- dijo Nana con toda la burla posible, volteamos a ver y todas nos veían de nuevo.
- N n no lo soy- respondí molesta por el tartamudeo, apenada y sonrojada
- Al parecer mi hija no le enseño nada- Le dijo mi madre a mi suegra
- Ya veo que no- contesto sonrojada- las marcas que trae solo son sus pequitas.- Lylieth inmediatamente se tapó, me pasó mi bata y corrí al baño para asearme y vestirme.
Pov Lylieth
El desayuno fue de lo más incómodo, no pararon de hacernos burla. Yo miraba a Meghan aún más avergonzada, creo que me voy a tener que contener de hacerle marcas, pero ¡Osh! ¡Es que es tan delicioso! Carlos no dejaba de molestar a Meghan, aunque para fortuna nuestra teníamos que ir a trabajar haciendo visitas a otras empresas y comercios como marcaba el plan para ejecurtar, reparar y hacer nuevos negocios.
Con el nombre de la compañía de Maghan respaldándonos, no hubo tantos problemas, la mayoría fue muy amable, entendió que con el cambio de dueño y el plan que se tenía para hacer los negocios. En estos dos días, pude mostrarle a Meghan que tan bien me manejaba en el negocio, espero con esto confíe más en mí y me suelte más cosas de la empresa.
Domingo ya y regresábamos al departamento después de una cena de negocios, estábamos agotadas y mañana teníamos que regresar a Japón. La ventaja es que no teníamos que hacer maletas, al llegar al edificio Meghan me tomó de la mano y fuimos al elevador, me sujetaba firme pero dulcemente, se le veía ansiosa.
- ¿Todo bien?- le pregunte, a lo mejor aún seguía inquieta por lo de Peter, aunque eso ya había quedado claro y arreglado, hasta él sabía que a donde se iría seria a México.
- Si- dijo viendo cómo se abría la puerta del elevador para jalarme rápidamente y llegar a nuestra puerta.
- ¿Segura? – ella abrió rápidamente la puerta y me volvió a jalar adentro del departamento, pero esta vez también acercándome a ella y me beso, se sentía acelerada y su beso era demandante.
Su pie cerró la puerta en lo que seguía besándome, cada vez más apasionado, mordía y lamía mis labios y su lengua hacia lo que quería con mi boca, sus manos también estaban inquietas, ya iban y venían en mi cuerpo y me fascinaba, porque a pesar de lo apremiada que estaba no dejaba de ser dulce en el tacto.
Empecé a sentir como desabrochaba mi vestido, pero no había intención mía de quitarla, me sentía tan caliente ya y eso que ella solo empezaba, sus besos habían hecho que todo mi cuerpo y mi ser la deseara, anhelaba que ella siguiera sin detenerse.
- No sabía que mi esposa fuera una empresaria tan sexy- decía besando mi cuello en lo que sus manos quitaban por completo mi vestido- estuviste increíble estos días- decía con sus manos en mi espalda desabrochando mi bra- desde el primer trato que cerraste te quería hacer mía- dijo cargándome para yo enredar mis piernas en su cintura y sentir como su boca iba a mis clavículas y disponerse a bajar más- eres ¡TAN SEXY! Tuve que hacer lo imposible para no robarte de ellos y estropear tus negocios – sus labios ya estaban en mi pezón derecho que demandaba ya su atención.
- Nmmgghh Meghan- yo ya no podía más su ropa me estaba estorbando demasiado- mañana hay que madrugar- decía apenas pudiendo articular.
- Pues nos tocará irnos en vivo- seguía con lo suyo- en el avión podemos dormir- su boca no me soltaba y sus manos en mis glúteos me estaban dando demasiado placer.
- Entonces- uff que difícil era poder decirle las cosas- tu ropa- como pude articule.
Me dejó en la cama que no supe en que momento llegamos hasta acá y se quitó la ropa super rápido para ponerse sobre mí y la bese, sus manos hacían su recorrido entre mis piernas y mis glúteos deteniéndose en mis bragas.
- Creo que falta quitar esta para estar en igualdad de términos- me dijo entre besos bajando por mi cuello y sus manos deslizando la última prenda que traía mi cuerpo, sacando de mi suspiros con el contacto de sus manos en mi cuerpo- estas deliciosa- succionaba nuevamente mi pezón derecho- quiero comerte toda- me dijo mordiéndolo poniéndolo duro.
Pasó al otro seno para darle atención pero en su camino se entretuvo en medio dándome lamidas y chupetones, marcándome y yo encendiéndome más, llegó a mi pezón izquierdo para darle las atenciones en lo que su mano derecha se dirigía a mi entre pierna, mis manos ya estaban inquietas en su espalda dándole ligeros rasguños.
- Ah, que mojada estas querida- decía sin soltar mi pezón- te sientes exquisita- yo no aguante más tenia sed de su boca, así que tome su cara en mis manos y la dirigí a mis labios.
- Meghan yo ah- me estaba masajeando TAN rico el clítoris y su lengua experta en mi boca me robaban la razón- por favor-suplique llevando mi mano al cajón de mi buro a como pude.
Al parecer ella entendió muy bien porque llevo mi mano a su glúteo en lo que ella sacaba el dildo, pero ella saco los dos y yo la mire con sorpresa pero aun en el deleite de lo que me hacía.
- Hoy jugaremos,-dijo sonriendo- creo que será un viaje donde dormiremos mucho.
Se separó de mí y se puso el arnés doble en lo que yo me daba la vuelta para quedar en 4.
- hum- dijo al sentir el dildo entrando en ella, volteo a verme sonrojada -¿lista amor?- me preguntó con una mirada deseosa, yo asentí. Y poco a poco fue entrando en mí.
- ah, estas- suspire sintiendo como entraba- muy nmmm juguetona hoy- dije como pude al sentir que ya estaba dentro de mí.
- Hummmm- su gemido me excita más- debimos de comprar estos juguetes antes- y comenzó a moverse.
Sus movimientos comenzaron lentos, pero con ritmo.
- Oh, Meg, mmm así así- decía yo cortado- siento como sus pechos están en mi espalda y eso hace que mi lujuria crezca- ah Megh, mas, mas nmmmm-
- Lyli umhh te mueves delicioso- sus besos estaban en mi espalda y me encantaban.
Para ser honesta no se cuento duramos con el arnés o el dildo doble, lo hicimos tantas beses que agotada era poco a como yo estaba.
La luz del sol comenzaba a asomarse en el día, yo estaba en los brazos de Meghan, su respiración ya se había tranquilizado, pero no dejaba de darme besitos en la frente, me sentía tan a gusto y protegida en sus brazos, la verdad es que no cambiaría esto por nada del mundo.
No sé y no entiendo en que momento me empezó a atraer, si fue su amabilidad, ternura, inteligencia, esos detalles que tenía conmigo, el estar al pendiente de mis necesidades o el impulsarme sin ser grosera, tal vez su belleza, su buen cuerpo, su paciencia, no lo sé, lo único que sé es que solo quería estar con ella y nadie más.
Subí mi cara para que nuestros labios quedaran cerca y la bese, fue un beso tierno, corto, pero empecé a intensificarlo, quería que ella pudiera sentir lo que provocaba en mí, que sintiera como la quería y necesitaba que ya me era muy difícil estar sin ella.
Y entonces en esos besos dije:
- Te amo- “¿qué? ¿Por qué lo dije?”, afortunadamente la alarma sonó en ese momento, me pare como resorte y fui lo más rápido que pude al baño poniéndole seguro, Meghan estaba boquiabierta pero feliz.
El chofer nos llamó antes de que yo saliera del baño haciendo que Meghan no tuviera tiempo de intercambiar palabras conmigo.
En el avión como íbamos muchos no dijo nada y nos quedamos muy dormidas en todo el viaje, pues claro si no dormimos nada y estábamos más que cansadas era de esperarse.