Pov Meghan
Ha sido el mes más feo de mi vida y he traído un genio de perros, aunque estoy más libre ya que no me ocupo de los asuntos y educación de Lylieth esto es nefasto, donde mire hay algo que me recuerda a ella, tuve que irme a dormir a otro departamento, me queda más lejos pero mínimo así no ando tan deprimida.
Nana al verme como ando volvió a meter en los asuntos de la empresa de investigación, bueno eso mínimo me ha tenido con la mente ocupada, las llamadas con Lylieth no han podido ser diarias o a veces son cortas porque sigue en la oficina, eso me molesta, sumándole que la última vez que fui en vez de despejar esos días para nosotras no los atasco de trabajo cuando eso me lo podía mandar, ni romance hubo y Peter no se le despega, aunque prometió portarse bien me inquieta que Lyli pueda seguir sintiendo algo por él, si bien han sido dos años de estar juntas me da miedo.
Mis amigos de la universidad me han invitado a una fiesta y decidí ir, traigo mis jeans rotos una blusa de cuello redondo negra lisa y una chamarra que me hizo Alice que parecía plastipiel, pero era una espacial de seguridad.
La fiesta es en una casa que a decir verdad se ve de mala muerte, pero hay carros muy caros afuera, y la música se escucha muy fuerte, traen una electro que se ve que el DJ es bastante bueno.
Entré y el lugar tiene luces que cambian de color, se nota que acá hay de todo, pero me dejo llevar por el ambiente disfrutando de la compañía de mis amigos, dejo que el alcohol me haga olvidar un poco, aunque no funciona mucho, el líquido este no me hace casi nada, me pongo a bailar sin pareja, esto me sienta bien, en eso veo como un hombre robusto como de 2m se acerca a mis amigos tomando a Yoshi de la muñeca y jalarla, mis amigos tratan de evítalo pero se ve que no pueden, voy y me le pongo enfrente.
- Ella no te pertenece, así que mejor suéltala- le digo sarcasticamente amenazante y él se ríe de mi
- Mocosa, muévete, decidí que me voy a divertir con ella y una pequeñuela como tú no podrá detenerme
- No me tientes gigantón- veo a mi amiga que se ve está temblando, el me empuja pero no me logra mover mucho- te dije que la sueltes- le grito
- ¿Tú y quien me detendrá? ¿acaso no sabes quién soy? –sonríe victorioso
- Me importa madres quien seas,- me le acerco altaneramente- tu tampoco sabes quién soy y no ando presumiendo- suelta a mi amiga y me levanta del suelo, sacándome del lugar para aventarme y caigo de espaldas
- Te arrepentirás-me amenaza
- Ya veremos quien se arrepiente- le digo parándome y sacudiéndome.
- Te doy una última oportunidad, soy yakuza y aquí mando yo- lo miro y no lo reconozco
- Creo que eres del tipo achichincle, porque si fueras de los jefes sabrías que no me puedes tocar- se me queda viendo
- Soy mano derecha- dice orgulloso- si me haces algo a mi, mis jefes se irán contra ti- se lanza a golpearme.
Para ser grande es bastante ágil, pero no tanto como yo, sé que con fuerza no podría ganarle, pero bien diría mi abuela “niña, más vale maña que fuerza”. Lo tomé del brazo haciendo una llave judo, pasando golpes en puntos de nervios y al estar en el suelo retrocedí, lo que menos puedo hacer es confiarme.
- Te digo que te conviene ver quien soy primero- me mofo de el- te podrás meter en grandes problemas Ryota- se me queda viendo él nunca dijo su nombre y se para
- ¿Cómo sabes mi nombre?- pregunta yendo por mí de nuevo pero más lento, los puntos de presión que golpee están haciendo efecto
- Porque ya me acorde donde te vi- lo pateo en la pierna en el nervio paso por debajo de sus piernas antes de que caíga y ahora golpeo su espalda, siempre en los puntos de nervios clave, no por nada me pase todo un año aprendiéndome esas cosas- a decir verdad tu jefe es mi amigo- le digo y el muy tramposo saca una glock 26 dando vuelta para dispararme pero alcanzo a golpear el nervio mediano haciendo que el arma caiga pero al golpear el suelo el arma se dispara.
Pov Lylieth
He tenido tanto trabajo que apenas he podido hacerle las llamadas a Meghan y la última vez que vino la puse a ayudarme, estaba tan agobiada que no me quedo de otra y mi esposa muy linda me ayudo, en realidad su ayuda fue tan buena que me redujo el trabajo a la mitad.
Peter también me ha ayudado mucho, aparte de que me sigue cuidando mucho, no deja que me salte comidas y me corre cuando ya es muy tarde. Ahora recuerdo porque me enamoré de él, siempre al pendiente de mí, además es bastante guapo.
Trato de no estar siempre con él, pero a veces es imposible y no puedo negar que de vez en cuando llegan a mí pensamientos confusos, espero esto sea pasajero, ya quiero ver a Meghan, creo que organizaré todo para ir a verla, ella siempre viene, aunque es difícil.
Caí rendida en la cama del departamento quedandome profundamente dormida, hasta que a lo lejos alcanzo a escuchar un celular, mis parpados me pesan mucho pero con trabajo los abro y busco el sonido, está dentro de mi cajón lo abro y veo que el celular de Japon suena.
- Si diga- contesto a duras penas.
- ¿La sra de Boñels?- preguntan
- Si ella habla- en verdad estoy cansada- ¿Qué se le ofrece?- digo bostezando
- Hablamos del hospital Aiiku, su esposa está aquí por recibir una bala y un golpe en la cabeza- ¿queeeee? Ahora si estoy despierta- queríamos notificarle- no le deje terminar
- ¿ella está bien?- digo alarmada
- Si, solo que- vuelvo a interrumpir
- No estoy en este momento en el país pero voy para allá, en su celular está el teléfono de su madre ella llegara antes que yo- le digo colgando
Agarre el celular de Australia llame para organizar el viaje, en menos de media hora yo ya estaba en el aeropuerto, tenía un miedo de perderla, apenas pude avisarle a mi mama ya que yo estaba en el avión.
Pensar en perderla me aterraba, ¿Qué iba a hacer yo sin ella? Y recordé nuestra primera navidad juntas
Flash Back
Llegamos a México el mero 24, la casa de sus abuelos que ha decir verdad era enorme era un caos, todos iban y venían, aunque estaba adornada muy colorida, había un árbol pino falso enorme en la sala adornado con luces de colores y esferas de cristal doradas y plateadas, también de colores vivos, aun lado un enorme nacimiento, cuando lo vi me fascino, Meghan me explico que todo era artesanal y que si teníamos tiempo íbamos a comprar el nuestro. En eso nos cacho la tía más Joven de Meghan.
- No anden haciéndose tiololo- dijo Amelia- a la cocina mujeres que hay que preparar el ponche, la pierna, los tamales, el pozole, la ensalada de manzana, las chuletas, el bacalao y lo que se le llegue a ocurrir a mi santa madre- dijo haciendo caras y nos reímos
- Ya vamos, apenas venimos llegando- le dijo Meghan en lo que la seguimos.
Si afuera era un caos, en la cocina era peor y eso que era una cocina enorme, fácil del tamaño de mi departamento.
Todas las primas y nueras estaban ahí, ayudemos en lo que nos dijeron y pusieron, para cuando dieron las 6pm nos mandaron a bañar y cambiar para ir a misa a las 9, todos fuimos, según las ordenes de la Sra Catalina, quien hasta el Sr Boñels, su esposo, no le refutaba nada.
Saliendo de misa Meghan me tomó de la mano y me subió a un carro que no reconocí.
- Ah, lo que me faltaba, ahora me llevas de chofer- al voltear a ver quién era vi a Carlos y lo salude alegremente
- No te quejes que vamos a pasar por tu novio- le reprochó Meghan
- Aun no es mi novio y no la sales- se quejó- ¿a qué hora tenemos que estar con tu santa abuela?- pregunto con temor
- Dijo que si llegábamos 11 estaba bien- contesto Meghan
Pasamos por un tal Roberto, bastante apuesto y que a comparación de Carlos a él si se le notaba que era homosexual, fuimos a dar un paseo para que conociera un poco y regresamos a casa de sus abuelos.
Cuando llegamos mis papás y abuelos estaban ahí y me alegro mucho, fui a abrazarlos
- Estas fiestas en México son únicas, pon atención- me dijo mi abuela contenta- estos latinos en fiestas son una cosa incomparable y más con esta familia
El dar y recibir regalos fue larguisimo, aunque había alguien que tomaba la caja o bolsa nombraba de quien para quien de uno en uno y darse un abrazo, fue largo pero emotivo y digo largo por que esta familia es grande.
Después fue la cena, el ponche estaba delicioso y quitaba el frio, Meghan me sirvió literalmente probaditas de todo y me moleste al principio pero después entendí porque, debo decir que aunque picaba estaba delicioso, la pierna en adobo, las chuletas dulces, el pozole, los tacos, los tamales, era tanta comida como para un ejército., pero para esta familia que todos son de piernas huecas, estuvo bien.
Al terminar la cena pusieron la música y el baile no falto, en realidad la amanecimos con una fogata en el jardín, mi abuela tenía razón la celebración era incomparable.
Fuimos a dormir y a la hora de la comida nos despertaron para el recalentado en el cual ahora si escogí lo que más me había gustado.
El conocer sus tradiciones y la forma en que se mueve en su familia fue encantador, es muy linda con todos ellos, aunque mas con su nucleo familiar y a mi nunca me dejo desatendida.
Fin Flash back
Al llegar a Japón ya tenía yo todo preparado para que me llevaran al hospital lo mas rápido posible.