Pov Meghan
- Lo siento de verdad- estaba llorando en lo que me besaba, yo estaba tan consternada que solo la pude ver subirse al avión y partir, esto era el Fin, Lylieth me había dejado.
Yo iba a la universidad, el trabajo día tras día, al departamento ni me paraba, realmente me la vivía en la oficina, no salía, solo trabajaba y trabajaba.
- Meghan- me llamo mi madre entrando a la oficina con un bonche de carpetas- hay que revisar esto, te pasaré unas cuentas que han quedado rezagadas y hay que revisar- dejó las carpetas, me da unas palmaditas en la cabeza y va hacia la puerta- por cierto mañana sales para firmar el divorcio, eso se tiene que hacer en Australia donde te casaste y finiquitar todo de una vez por todas, así dejas ya tus niñerías a un lado- y sale de mi oficina. Suspiro, veo el montan de papeles que revisar, a decir verdad me siento sin vida.
Layla entra con comida.
- Más te vale comértela o te la hago que la comas con un tuvo- me amenaza, yo ni puedo reír soy la amargura andando
- Está bien, déjala ahí- señalo una mesita
- ¿dormirás también hoy aquí?- me pregunta seria
- Sí, no hay razón de no moverme de aquí- y miro el sillón que ha sido mi cama desde que ella se fue y Layla suspira.
Llegué a la oficina donde firmaré el divorcio, esta su abogado, en eso la veo entrar tan bella como siempre, tomada de la mano de Peter y con un bultito en el vientre, espera ¿queeeee?
Brinco y veo todo oscuro, prendo la luz y estoy en mi cuarto con un fuerte dolor en mi abdomen.
- Rayos-digo bajo para no despertarla volteo a ver y no esta.
Me levanto y voy al baño para revisarme, mis ojos siguen llorosos y rojos, así no creo poder distinguir si sangré del brinco que di.
- ¿Estás bien?- escucho su voz detrás de mí y yo trato de normalizar mi voz.
- Si- creo que se escuchó bien, o eso espero, ese sueño me dejo muy mal.
- Mmmm que convincente suenas- me dice irónicamente- déjame verte- se acerca a mí y yo tiemblo, no quiero que me vea así.
- En verdad estoy bien- trato de huir, pero voy lento, estúpido brinco
- Te mueves lento, déjame revisarte- su voz es autoritaria, me toma delicadamente de la muñeca
- Solo tengo sueño, vine a hacer necesidades- miento
- ¿Y tú crees que dos años casadas no son nada?- ¿ah?- que te quedes quieta te digo
Yo como si me hubieran hechizado obedecí, ella me reviso subiendo la playera y yo sintiendo su mano como pequeñas descargas agradables en mi piel, quiero llorar, esto con mi sueño es mucho T.T, pero respiro profundo.
- Tienes sangre ¿Qué paso? ¿te duele?- escucha mi exhalación y sube su mirada, pone una cara de angustia al verme- ¿te duele mucho? ¿te lastime?
- No, duele pero no tanto, solo es incómodo- miento, puesto que lo último que tengo ahorita es el sentir esto
- Te ayudo a llegar a la cama- me lleva, al llegar al cuarto me da mi medicina y me cambia la curación y el vendaje.
- Gracias- me acuesto abrazando mi almohada, no quiero que me siga viendo en ese estado, pero siento su cuerpo acomodándose al mío y se siente genial, pero mi cuerpo inconsciente tiembla del miedo a que ese sueño se haga realidad ¿Qué voy a hacer sin ella? En verdad era alguien sin vida
- ¿Te sientes mal?- está preocupada- estas temblando, ¿tienes frio? ¿te tomo la temperatura?- yo niego con la cabeza- ¿Qué soñaste? Gritaste muy fuerte que hasta yo escuche- me abraza fuerte y yo no quiero hablar
- Nada importante, estoy cansada, dormiré- yo no dejo de abrazar la almohada ahogándome con ella, no quiero que me escuche llorar y yo no puedo parar, pero empiezo a sentir besitos en mi cuello y oreja
- Mi vida ¿qué pasa?- sigue su camino abriéndose paso de mi almohada a mi mejilla- ¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor?- me empieza a dar vuelta para seguir besando mi cara y mis ojos- ¿Por qué tus ojitos están tan mojados? ¿quieres que llame al doctor o vayamos al hospital?- su voz sigue preocupada pero no deja de besarme.
- No, estoy bien, solo fue un movimiento brusco- ella se detiene para verme
- Tu sueño ¿entonces? - me pregunta inquieta – dicen que si hablas de eso los temores se van- vuelve a darme besitos tiernos.
- Hum- sonrió bajo, ella me abraza.
- Mmmm anda dime- está haciendo esa mirada tierna que me enamora, derrite y que sabe que con ella no puedo negarle nada.
- No te va a gustar, mejor dormimos- le digo inquieta, sé que si le digo será presionarla y no quiero.
- Resúmelo- su voz suena molesta.
- Me dabas el divorcio- le digo más molesta yo y tratando de salir de la cama pero ella me detiene.
- No te muevas tanto o te vas a volver a lastimar- la miro fijo- y ¿Qué más paso en el sueño? Dudo que solo la firma te haya echo brincar- está más molesta.
- Tsk- volteo la cara- estabas embarazada de Peter- digo tratando de contener las lágrimas, ella me suelta y se hace para atrás.
- ¿Tú crees que yo te pondría el cuerno?- su pregunta suena más a reclamo.
- Yo no insinué nada ni lo creo, solo lo soñé- yo ya estoy de pie- no me gusto mi sueño, porque yo no supe vivir sin ti- le grito, creo que es la primera vez que le grito y ahora si Dios soy un mar de lágrimas, salgo corriendo del cuarto o lo que se le puede decir corriendo a la velocidad que iba y me encierro en el cuarto de Maia, donde me acosté lentamente en la cama y me quedé dormida.
Pov Lylieth
Cuando me gritó me quedé pasmada, se veía muy mal, era la primera vez que me gritaba y para cuando me di cuenta ya estaba encerrada en la habitación y no pude entrar. Me senté en la puerta esperando escuchar algo o que me abriera y nada, después de mucho rato me fui a nuestro cuarto y dormí un poco.
Al despertar vi que la puerta ya estaba abierta y la busque por todos lados, Meghan no estaba, le marque y nada, llame a su familia y nada, así que le marque a Nana.
- Dime linda- me contesta.
- Meghan ¿está contigo?- le pregunto al grano.
- No, pero te mando su ubicación- su voz no es la de siempre- Lyli preciosa.
- ¿sí?- tengo miedo.
- Más les vale arreglar todo pronto o las arreglo yo- creo que voy entendiendo el miedo que le tienen su voz te congela en ese tono.
- Si Nana- contesto rápidamente
- Es más, quédate en el departamento en 5 minutos te la entrego- y colgó
Dicho y hecho Meghan iba entrando con Nana
- Las llaves- nos exigió y se las dimos- bien al cuarto- entramos las tres- aquí hay comida y agua, yo saldré como por 4 horas y regreso- se acerca a la puerta- y para cuando vuelva- su voz otra vez da miedo- ya tienen que tener las cosas arregladas o decididas ¿en ten die ron?
- Si- asentimos a la vez con algo de miedo.
Nana cerró la puerta, se escuchó que metió llave y posteriormente oímos la puerta del departamento cerrarse, Meghan y yo volteamos a vernos.
- No la hubieras llamado- suspiró en lo que se sentaba en la cama- lo siento, anoche yo estaba mal- dio otro suspiro- yo quiero que tú seas feliz decidas lo que decidas- me miró en lo que yo me acomodaba en la silla frente a ella- si tú quieres, no –negó con la cabeza- solo diré que te amo, que el tiempo que pase a tu lado no lo cambiaría por nada, que agradezco tu tiempo compartido y tu amor por mí- dio otro suspiro, sus ojos miran los míos y brillan- que si tú decides seguir a mi lado hare que no te arrepientas nunca, que quiero formar una familia a tu lado y vivir donde tu desees y como tu desees- toma mis manos- en verdad te amo tanto, pero si creés que lo mejor para ti no soy yo o cualquier cosa- sale un suspiro amargo de su boca- yo lo aceptaré y te apoyaré- y me besa, yo le correspondo.
- Nunca te había visto como en la noche- le digo tomando su cara y ella se sonroja- ¿tanto miedo te da perderme?- hago que me mire a los ojos.
- Lyli, ayer yo no tenía miedo- me dice y yo alzo la ceja ¿ah no? entonces ¿eso que fue?- estaba aterrada, me aterra la idea- vaya eso si me sorprendió y no soporto mas para besarla.
- ¿una familia?- le pregunto, ella no sabe que- ¿Cuántos hijos quieres tener?- creo que no se lo esperaba.
- ¿mmm? 4 -dice rápido- no importa si son niños o niñas- le emociona decir eso sus ojos me lo dicen.
- Y ¿Quién los tendrá?- ni de chiste me aviento 4 embarazos.
- Pues dos y dos- me sonríe, ya la va agarrando- hay varios métodos- dice emocionada.
- Yo ya sé que método vamos a usar- me mira que no se la cree- así que la primera en embarazarse seré yo con tu óvulo en lo que acabas la carrera- sus ojos están enormes y llorosos
- Entonces- está llorando- ¿te quedas conmigo?- mi cabeza se mueve dando la respuesta y mi sonrisa es enorme.
- Sí, soy solo tuya- me besa y ese beso es más intenso, mas deseoso- espera- no me escucha- tu herida- le alcanzo a decir en lo que ella sigue besándome y empezando desvestirme.
- Tendrás que ser cuidadosa- adiós blusa y con ella mi autocontrol.
Tenía casi dos meses sin tenerla, que me es imposible decirle que no, con cuidado quito su ropa, ella está debajo de mí, se ve tan frágil y tan preciosa, que no aguanto y la pruebo, sus labios, su lengua, toda su boca. Recorro su cara y voy bajando poco a poco por su cuello sin dejar de pasar por su oreja, paso a su clavícula y sigo a sus pechos, esas dos hermosas montañitas a las que tenía tan abandonada. En lo que mi boca está dándole la atención que se merecían, mis manos le daban dulces caricias a todo su hermoso, delgado y bello cuerpo que tanto extrañaban, no dejaron lugar por reclamar como suyo, puesto que es solamente mía.
Después de todo Maia tenía razón, aun si fueran 1seg, por miedo no iba a dejar lo que se convirtió en lo más hermoso de mi vida.