II.Besos
Que placentera y rica es la sensación de dar y recibir un beso, sobre todo si se trata de tu persona amada. Rememorar cada uno de aquellos que te hicieron estremecer o que simplemente te llenaron de ternura. Lástima que para conocer ese placer y dicha, tuvieron que pasar unos antes de esos.
— ¿Recuerdan como fue su primer beso? — con palpable emoción Sakura les preguntaba a sus amigos.
— Yo recuerdo el mío — con evidente entusiasmo y con su característica energía, Rock Lee alzó la mano — fue tan mágico e irreal, además de que tenía un dulce sabor a fresa — expresó emocionado, sonrojado y dedicándole una amplia sonrisa a la chica que hubo hecho la pregunta. Sakura atinó a reírse nerviosamente y mandarle un beso al aire.
— Mi primer beso fue un caos — dijo Kiba con despreocupación — por querer hacerme el galán termine chocando nuestras narices, para después chocar nuestros dientes — rio, ya sin avergonzarse como en antaño lo hubiera hecho.
— Y ¿qué tal el tuyo Hinata? — le cuestionó Sakura, mientras se recargaba en el hombro de Lee.
Los colores se subieron rápido a su rostro, mientras que los nervios se apoderaban de ella, logrando a penas musitar un “dulce" entre tantos tartamudeos. Los demás reían disimuladamente.
— Si que son malos con Hinata, reírse de ella dattebayo — Naruto salió en su defensa, ganando así la atención del pequeño grupo.
— Pero como olvidar el primer beso de ustedes — la mofa por parte del castaño era más que evidente — de seguro fue fantástico, ¿a qué sí? Sasuke.
El nombrado que trataba de mantenerse al margen de la conversación no le quedó más que de otra responder — fue único — apático como siempre y prestando de nueva cuenta atención a su móvil.
De un salto, Naruto se puso de pie, para encaminarse y confrontar a su azabache amigo — ¿cómo que único bastardo?
— ¿A qué no lo fue? Por qué recuerda que de ese le siguieron muchos más — ladeando una sonrisa socarrona y mirando fijamente sus ojos, Sasuke retó al blondo.
— ¡Como que muchos más! — se alteró el de cabellos amarillos — ¡sí solo fue otro y ese también fue un accidente!
— ¿Qué fue un accidente? — aquella grave y tranquila voz se escuchó, mientras que Naruto se ponía rígido sin apartar la mirada de Sasuke y mientras que el resto de los muchachos, que ya mostraban caras de asombro al enterarse del otro beso entre los mejores amigos, ahora mostraban estupefacción y cierta burla ante la llegada del mayor de los Uchiha.
— El beso, bueno, los besos que hubo entre el dobe y yo — dirigiéndole a penas una mirada a su hermano y emitiendo a penas una risita, Sasuke se desentendió de la pregunta volviendo su atención al móvil.
Los demás solo pudieron exclamar un “oh" por el aparente valor que mostró Sasuke al declararle a su hermano que antes que él, Naruto había probado sus labios. El rubio mientras tanto mostraba ira hacia su mejor amigo, pero incapaz de moverse al tener a su pareja a sus espaldas.
Itachi a penas y contrajo las cejas, dedicándole una mirada fría al menor, mirada que el más joven ignoró y que hasta en cierto punto le divirtió. El resto solo miraban ya curiosos como terminaría todo.
— En serio fue un accidente — con los nervios a flor se piel y volteando a ver a Itachi, Naruto trato se excusarse — el primero fue en el colegio, me empujaron y bueno eso y el otro fue en una salida al lago, en donde había la pequeña cascada, ¡de verás! — exclamó, al notar la seriedad de su pareja — además eso fue antes de que empezáramos a salir — hizo un mohín al sentir que no le creía.
— Lo sé — suavizó sus facciones, dedicándole una suave sonrisa. Se acercó a su pareja y tomándolo de las manos lo atrajo hacia él para inclinarse un poco y darle un pequeño beso sobre sus labios.
Las mejillas de Uzumaki se tiñeron de un suave rosado, apartando al mayor un poco — bueno chicos, ya vinieron por mí — sonrió bobamente, al sentir aún ese cosquilleo en sus belfos — no se olviden del material para la exposición de mañana.
— Eso debería aplicar para ti, dobe.
— Si serás teme — refunfuñó.
Itachi tomó la mano del enfurruñado rubio y así ambos emprendieron su partida del parque que estaba cerca del campus en donde estudiaban los chicos.
Sasuke mientras tanto miraba como la pareja se retiraba hasta que se perdieron de su vista.
— ¿Estás bien, Sasuke? — pregunto Hinata al ver como el azabache no apartaba la mirada de aquel punto.
— Estoy bien — tomando sus pertenencias se puso de pie, para emprender marcha hacia su domicilio. Un agradable calorcito lo invadió y una pequeña sonrisa formó mientras con sus dedos tocaba apenas sus labios, y la palabra “único” pasaba por su mente.