--Ring ring ring ring--
Un pequeño salto de yoowi basto para que el despertador golpeara contra el piso y dejara de hacer ese sonido molesto
-bien hecho pequeño- dijo una adormilada Daniel
Desde ese punto comenzó la rutina, la ducha, los dientes, la ropa, un buen café, la banana y la comida de yoowi
Ya en el trabajo me encontré a un par de enfermeras
- hola Ellen, hola Ally- saludo a sus compañeras de turno
- que tal Daniel- respondió Ellen
- ¿ya escuchaste del paciente con apendicitis? - siguió Ally un poco impaciente por ser la primera en contarle a Daniel la noticia
- sí, ya lo escuché, pobre hombre, ¿qué pasará con el doctor Octavio? Dejar utensilios dentro del paciente que acabas de operar es algo muy grave y con su muerte anoche no creo que Octavio se libre de esta - Daniel estaba preocupada, no le agradaba la gente que no se comprometía con su trabajo y cometía esos "pequeños errores", que idiota.
-lo posiblemente la familia del paciente lo demande- comento Ellen con un sentido de justicia
- no, el paciente era un señor que vivía solo- le seguía Ally- no pudimos contactar con familiares, parece no tener.
- qué pena, morir y no ser llorado por nadie- por un momento guardaron silencio- bueno nos vemos luego chicas -Daniel se despidió y siguió su camino hasta la habitación de la señora Karla, tal vez hoy si le cuente sus aventurillas de joven virgen
Entro a la habitación, nadie visitaba a Karla, tal vez tampoco tenía familia, nunca se atrevió a preguntar, puede que sea muy dolorosa la respuesta y no quería hacerla sentir peor, ya estaba muy delicada
-buenas y deliciosas tardes señorita Karla- Daniel entró con una sonrisa agradable en su rostro, tenía ganas de conversar con aquella viejecilla a veces de joven actitud
- buenas tardes Daniel, los pájaros cantan alegres porque dios les sonríe con gracia - Daniel por un momento se quedó pensativa
Y susurro- los pájaros cantan- sin que Karla lo escuchara - tú y tu dios señorita Karla, espero que algún día él se digne a dejar de ser tan malo con usted y la saque de aquí para que usted pueda seguir disfrutando de la vida – dije un poco enojada, tal vez me había pasado un poco, la miré mientras preparaba los medicamentos
- ohhh no joven Daniel, al contrario, dios me quiere aquí, tiene una misión para mí, yo soy indispensable para él, me lo han dicho los ángeles- Daniel detallo sus palabras, últimamente veía afectada la lucidez de Karla- después de todo, los pájaros cantamos alegres al sonreír de nuestro dios
Daniel dejo de prestar atención a lo que Karla decía para hacer que esta tomara sus medicamentos, tal vez estaba exagerando las cosas y Karla solo quería hacer lo que su madre a intentado muchas veces, hacerle creer que dios está allí, y que puede ser su guía
Que palabras más lindas, graciosa descripción de alguien que arrebata vidas sin importar nada
A Daniel nunca le quitaran de la cabeza que si dios existiera seria tal vez la "cosa" por llamarlo de una manera, mas hipócrita del mundo
Por fin conversaba de las aventurillas de Karla en su juventud cuando Mark interrumpió la platica
- Mi querida Karla, enfermera Daniel- saludo el barbudo hombre
- buenas tardes doctor - saludaron las dos mujeres
Daniel se despidió y dejo a los dos hablar mientras ella iba a medicar a sus demás pacientes
Él te observa Daniel, máscaras, piel, personas que merecen morir, bastardos pidiendo perdón, gente inocente, ese es dios
... Te observa Daniel
pego un pequeño brinco al sonar la pequeña alarma de su teléfono, indicándole que les tocaba la segunda dosis a sus pacientes - rayos- recordó lo que su madre le dijo ayer, como también recordó que ayer fue al súper y no pudo ir hasta la plaza y comprarle algo lindo a su padre
Salió del pequeño cuarto donde algunos enfermeros dormían entre ratos
- auch- chocó con alguien que iba pasando justo al frente de la puerta
- perdón enfermera Daniel - dijo un Mark algo apenado
- ah, es usted, no se preocupe Mark - Daniel se dio cuenta de que se le habían caído unos papeles a Mark, y le ayudo a recogerlos, eran archivos de pacientes, pudo leer un nombre "Henry"
- que amable Daniel, bueno si me permites- y Mark continuó caminando por el pasillo a veces lúgubre
Admiraba a ese hombre, a pesar de tener a su padre y llevarse bien, Mark tenía un espacio importante en su corazón, era su mentor de vida, un hombre sin duda admirable que mostraba ser fuerte, quería ser como él
Terminaron sus horas, recorría con un poco de pesadez los pasillos, subió al ascensor y toco el botón para la planta baja y ahí estaba… la capilla, se sintió tentada a entrar, últimamente no hacía más que cuestionarse y tener sueños extraños, tenía que aceptar que se sentía un poco bacía, miro a ambos lados y sin pensarlo mucho entró
Se sentó en la primera banca adelante, la capilla se encontraba sola, Daniel dijo
- a menudo te culpo, pero también te llevas gente mal nacida, solo desearía que mostraras un poco de esa misericordia de la que tanto dicen que tienes para esa gente buena y sola… ¿por qué no me dejas verte? - espero más de 30 minutos, era ridículo obviamente no recibiría respuesta alguna, quizá solo Karla puede hablar con él… o quizá le estaba haciendo la ley del hielo
Le hizo un poco de gracia, si, tal vez le caía mal a dios.
Salió del hospital y se dirigió a la plaza para comprarle un regalo a su padre, la fiesta sería este sábado, y no podría faltar si no quería morir a manos de su madre
Se detuvo en un aparador donde exhibían relojes algo caros pero lindos para caballeros, parecía que también vendían joyas costosas, pero un reloj tal vez sería un buen detalle
- ¿un regalo para tu novio? - dijo la encargada del local, Daniel ni siquiera la observó
-no, es un regalo para mi padre - dijo aun observando los relojes finos
- creí que tendrías un novio- comentó con un tono juguetón
A Daniel le pareció muy extraño el tono de voz de la vendedora acaso estaba coqueteándole, o simplemente era de esas personas que se tomaban libertades sin conocer a la gente - Daniel levantó la vista y se dio cuenta del porqué la vendedora le hacia ese tipo de comentarios
- Alice - no puede decir que no, se sorprendió de verla allí
- Daniel - repitió el tono de voz de la nombrada y sonrió
- oh trabajas aquí, vaya esto es genial ¿sabes lo que significa? - Alice negó con la cabeza - significa que puedes ayudarme a elegir el regalo de mi padre- explicó emocionada entrando por completo a la tienda
--Blick—
Sacó del bolsillo de su pantalón su teléfono para leer el mensaje
"Daniel necesito que vengas, tu padre quiere mostrarte la casa del árbol que hizo con el pequeño Enrique"
Enrique, el pequeño sobrino de Daniel, un chiquillo al que le gusta pasar sus tardes con su abuelo, el padre de Daniel
- ¿tu novio? - parece muy insistente con el tema
- no, es mi madre, dice que quiere que vaya a la casa de ellos para ver una casa del árbol- hablaba mientas contestaba el mensaje
- ah, ya veo- parecía decepcionada por la respuesta, tal vez porque no consiguió tanta información como esperaba o la que le interesaba
-bueno y que dices ¿me ayudaras? - pregunto Daniel
- claro que sí, te daré un trato especial por una módica cantidad - bromeó Alice frotando sus dedos frente la cara de Daniel
Esta última parecía divertirle la broma - bueno necesito algo que a mi padre le guste, pero que él no tenga idea de lo que será - dijo una interesada Daniel observando toda la joyería
- ¿segura que un reloj estará bien para tu padre?
La más alta pareció pensárselo un poco más -tienes razón, no acostumbra a llevar esas cosas-
- ¿por qué no le compras un anillo?
- quiero darle un regalo, no pedirle que se case conmigo- rió Daniel
- no, no habló de eso, digo que puedes comprar dos anillos iguales uno para ti y otro para él, y grabarle algo que los una como padre e hija ¿no crees que sería lindo?
Daniel se quedó en silencio por un momento- que buena idea - soltó- es muy buen detalle- pero hay un problema, ¿cómo hago para saber qué tan grande es su dedo? Soy pésima calculando
Alice sonrió viendo su oportunidad- no te preocupes, soy experta en eso, solo me basta con una foto de su mano, una referencia y sabré que talla ponerle para que quede perfecto, ya lo he hecho antes
-no tengo fotos de él…- dijo algo apenada – y no puedo pedírsela, es muy obvio- rasco su barbilla – y mamá, bueno, digamos que ella no guarda bien los secretos- Alice la escuchaba atenta- es muy inteligente, el sabría que tengo pensado regañarle un anillo
- pues no se me ocurre nada - Alice se recargo sobre el mostrador quedando un poco más cerca del costado derecho de Daniel- es una lástima, mmh hueles a vainilla- dijo dejándose llevar un poco para acercarse mas
Pero Daniel tenía un debate en su mente, y no prestó absolutamente nada de atención a los movimientos de la pelinegra
- ESO ES!! - grito, y asustó a Alice
- ¿eso es qué? - pregunto Alice tocándose el pecho por el susto, le cortó el rollo y ni siquiera se dio cuenta
- acompáñame a casa de mis padres, te presentó como mi amiga y así tendrás mucho tiempo para observar las manos de mi padre- dijo emocionada
- la idea me gusta, justo para mi hora de salida - dijo Alice observando el reloj, en eso entró una chica pelirroja algo torpe y tropezó con Daniel
- oh disculpa - ajustó sus lentes y observó mejor a la chica que tenía delante
- hola – soltó con un tono bobo distraída por la chica tan linda - no te preocupes no pasó nada - sonrió Daniel
- ujumm- Alice se hizo notar - de nuevo tarde Brenda, te dije que son 20 minutos antes- dijo Alice saliendo de detrás del mostrador
- perdón Alice - ajusto de nuevo sus gafas e ignoro como le miraba Daniel
- no importa ya, bueno te dejo a cargo, nos vemos mañana, solo habla con pedro cuando venga, le dejé unos papeles en su escritorio - se despidió de la chica y casi arrastro a Daniel fuera del local - sigues embobada
- tu amiga es muy linda-
- lo sé – puso los ojos en blanco sin que Daniel la viera
Caminaron hasta la parada de taxis, Daniel dio la dirección al taxista
- es el plan perfecto- dijo Daniel
- ya lo creo- dijo Alice acercándose a Daniel, ese olor a vainilla era atrayente en verdad
- solo intenta no levantar sospechas, se muy natural- parecía planearlo todo en su cabeza
- lo tengo, ser natural, astuta, pan comido- un delicioso pan de vainilla
Llegaron a la casa de los padres de Daniel
- tu casa está algo lejos de la ciudad- dijo Alice bajando del taxi
-no te preocupes mis padres llamaran a algún chofer que nos lleve de regreso - Alice se abrazó del hombro de Daniel, pero esta seguía sin inmutarse
- se me ocurrió algo divertido- la más alta la miró con curiosidad, pero no alcanzó a preguntar a que se refería
-querida - saludo una regordeta mujer de cabello castaño claro, similar al de Daniel
- mamá estoy aquí como lo prometí- dijo, pero fue ignorada por su madre quien estaba más ocupada observando a la chiquilla que venía abrazada del hombro de su hija
- oh hola, soy Alice - saludo cortes - soy la novia de Daniel- estrecho la mano de la madre de la antes mencionada
- ¿eh? - respondió Daniel confusa
Su madre le dio una sonrisa complacida con lo que escuchaban sus oídos- es un placer, tu padre estará orgulloso de que por fin le presentes a alguien con quien sales, y estará aún más orgulloso de que sea una chica tan linda- dijo mirando con picardía a una aturdida Daniel
Su madre se alejó de ellas para avisar a su esposo de que su hija había llegado con compañía y que compañía
- ¿pero qué rayos haces?
- dijiste que fuera natural, y estoy siendo natural -
- esto no es ser natural - se alejó de Alice
- no me digas que no te gustan las chicas, porque por lo que dijiste en la joyería no voy a creer te heterosexual
- lo sé, pero ni siquiera se lo había contado a mis padres- parecía nerviosa
-tranquila, levantaremos menos sospechas así- entrelazó sus dedos con los de la castaña menor- además, a ella no pareció desagradarle la idea
El padre de Daniel llegó como si nada y saludo a la "novia" de su hija con una alegría inigualable platicaron toda la tarde, prácticamente ignoraron a Daniel, ni siquiera le mostraron la casa del árbol, todos hasta el pequeño Enrique dejó de jugar, para ir a hablar con la interesante Alice, al parecer su familia la adoraba
Después de todo el problema que Alice le dio, se fueron de la casa de sus padres, Alice pidió su número para avisarle cuando se reunirían para hablar del modelo y lo que le grabaría en el anillo que le regalaría a su padre, se despidió de Alice
Llego a casa muy cansada ni siquiera se ducho, solo dejo que el pequeño yoowi subiera en su espalda y se quedara dormido igual que ella
Dios me ha dado una misión, estoy aquí por y para servirle a dios, mi único pecado, no poder ver la gracia de dios antes
Dios me observa...
Soy uno de sus pajarillos que cantan con su gracia Y me ha depositado su confianza en mí, soy uno de los elegidos