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Capítulo 11- ellas creen que soy… una Maggie cobarde
genial, esperaba que Maggie haya logrado lo mismo.
Venga Maggie, demuéstrale a Ally quien es la verdadera hembra…
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Nuestro beso era lento, casi podía sentir el empeño y cariño que estaba poniendo en él. Le respondí sin reparos, con todas las letras.
Que sea mi amiga ¿lo hace más especial?, no lo sé, tal vez sí.
En eso se podía resumir mi vida en esta última semana, en un simple "no sé". No sabía cómo actuar, como empezar a explicarle a Ally que no soy gay, como no lastimarla con mis palabras, como decirle que debíamos detener aquello para solo ser amigas…
Y lo peor de todo.
No sabía cómo explicarme a mí misma el porque estaba disfrutando tanto de aquel beso, causándome sensaciones que creí ser capaz solo de sentir al lado de chicos.
¿De qué tenía miedo?
¿Qué me detenía?
¿lo que piense y diga la gente?, no…
Las personas ya hablaban de mí saliendo con chicos, que los cambiara ahora por chicas no haría tanta diferencia, tal vez sería la novedad del momento, pero eventualmente continuaría todo normal. Ellos no me importan, no lo hicieron antes, ¿debía importarme ahora?, no lo creo.
¿de cómo reaccionaría mi madre?, tampoco.
Ella me ama, nunca tuvimos la necesidad de hablar de la aceptación sobre las personas con gustos homosexuales, pero sabía que ella me apoyaría si era lo que me hacía feliz. Aparte de amar a Ally como si fuera mi hermana.
¿Entonces?...
Si, si tenía miedo, pero no de esas cosas… tengo miedo del cambio, tengo miedo del fracaso, tengo miedo del distanciamiento.
No soy una chica que mantiene relaciones largas y duraderas, no soy una chica que quiera que le lleves flores, no soy una chica que quiera seguir viéndote después de acostarnos, no soy una chica de compromisos…
Ally lo sabe, yo intenté instruirla en este arte de "salir de casería" pero eventualmente buscó algo estable con su ex… seis meses pueden decirse fáciles. No para mí, que solo duraba una semana a lo mucho antes de que me aburrieran y solo yo era la culpable del rompimiento.
No quería que eso pasara con Ally, no quería verla llorar por mi culpa al aburrirme de todo esto en una semana, no quería que se fuera de mi lado, que terminara odiándome.
Si… en esos dos únicos besos que me ha dado me ha hecho sentir tantas cosas, me obligo a pensar que solo es por mi confusión y el hecho de experimentar cosas nuevas, que es solo porque es mi amiga y la quiero
Pero, está más allá…
A pesar de eso, de todo lo que me provoca… no es suficiente para contrarrestar el miedo que siento.
-Ally…- fue casi un susurro que dejé en sus labios.
Se separó de mi para verme mejor. Al principio mantenía esa sonrisa que ya me hacía sentir mariposas en el estómago desde que pude verla en el local de su madre, pero cambió ese rostro alegre para denotar algo de desconcierto al ver mi cara por fin.
-hey… estas llorando- me mantuve en la misma posición, no hice ningún movimiento- ¿estas bien? -me miró preocupada y limpio delicadamente las lágrimas de mis mejillas
Decidí contarle… decirle un poco de la verdad mientras este arrebato de lucidez me dejara
- Tengo miedo Ally…- no pude mirarle más a los ojos
- …sé que puedes estar confundida- se dejó caer delicadamente en mi pecho- y que todo esto te tomó por sorpresa, entiendo tu miedo porque…- se abrazó de mí, yo le respondí al instante cubriéndola con mis brazos- yo también tenía miedo, sigo teniendo miedo de hecho
Ahí lo comprendí, estaba siendo una egoísta.
Pensando solo en mí, en como yo me sentía, con como yo quería que fueran las cosas, sin tener a Ally en cuenta. Me sentí una persona horrible, ella debe estar pasando por lo mismo, pasando sola ese temor de la incertidumbre de lo que pasará en el futuro.
Basta ya, callar solo nos hará más daño. Le diré todo lo que estaba sintiendo, todo lo que pasaba por mi mente, usaría mi ebriedad para darme valor
- una de las cosas que me daba más miedo…- al parecer ella también tenía más por decir- era que en serió le tuvieras asco a la idea de estar con chicas… de que solo pensar en la idea fueras capaz de vomitar- comenzó a darle carisias a mi hombro derecho
- No pienso de esa forma…- no soy homofóbica- solo lo dije porque creía que era lo que tu querías escuchar. Pensaba que eras tú la que me tenía asco después de encontrarme en esa situación con Deisy, lo dije sin pensar… sin saber lo que de verdad sentías- aun me sentía culpable por causarle tanto dolor con aquellas palabras que lamento que salieran de mi boca
- ahora lo sé…- sus respiraciones eran tranquilas… era momento de decirle
- Ally
-¿Mmm?
- yo - vamos Maggie, ponte esos pantalones y se una mujer - aun no sabía que te gustaba cuando fui a verte a la tienda- Detuvo al instante las carisias de mi hombro
- ¿Qué?
- Eso - mantente firme Maggie- que no sabía que… estabas, enamorada… de mí- se separó por completo, rompiendo nuestro abrazo y dejándome una sensación de frio en todo el cuerpo
- me llevaste flores - sé que lo que dije la tomó por sorpresa, era evidente que ella creía que yo había ido en un plan romántico
- Rosa me dijo que lo hiciera - se sentó correctamente en el sofá y peinó su cabello con sus dedos
- Me dijiste que volverá contigo - en ese momento no me miraba, su vista estaba sobre las baldosas con un grabado falso de madera obscura
- no me refería que fueras mi pareja - también me acomodé bien sobre el sofá
- te besé - volteo a verme con cara enojada - me besaste - me señaló
- No sentí correcto rechazarte - no, no era esta sensación al hablarlo lo que quería
- que no lo sentiste correcto dices- se puso de pie mirándome -
- Ally, yo…
- No, de eso nada - su enojo solo aumentaba - de "Ally yo" nada Maggie- comenzó a caminar de un lado a otro - Nos hemos estado besando, es nuestro jodido segundo beso ya Maggie- se detuvo un momento para golpear una mano en su palma dando énfasis a cada silaba de ese "jodido"
- estoy ebria
- Maggie - se paró delante mío- Maggie, mírame - sostuvo mi rostro en sus manos para que hiciera lo que me había pedido- Llevamos casi una maldita hora besándonos de, un modo, en el que no puedes negar que te gustó, Maggie- buscaba respuestas en mis expresiones- que estabas disfrutándolo tanto como yo
- estoy confundida -
quería llorar, no tenía las fuerzas para negar lo que estaba diciendo porque era verdad. Había seguido el beso por el tiempo que dijo con la misma intensidad que ella ponía, no tenía excusa, ni siquiera el alcohol de mi sangre cuando yo sabía que en el fondo era lo que quería hacer en ese momento.
- lo sé Maggie- tranquilizó su tono de voz y liberó mi rostro
- No quiero lastimarte Allison- oculté mi rostro detrás de mis manos y comencé a llorar, con tanto creo que ya hasta se me había pasado el efecto del alcohol
- lo harás solo si comienzas a negar tus verdaderos sentimientos, Maggie- no respondí, seguí llorando- ambas tenemos miedo - continuó - pero si tu estas a mi lado, si te quedas junto a mi… sería capaz de mantenerme firme a cualquier cosa que nos viniera.
- ¿y que si no funciona? - basta ya de llorar - ¿te iras?, ¿me dejaras sola? - no pude evitar gritar aquello un poco, me sentía desesperada porque entendiera lo que me pasaba
- … habrá problemas Maggie- se acercó a mí y tomó mis manos- pero lucharemos contra ellos, justas y los resolveremos
- ¿y si no podemos?
- Maggie, no se puede ir por la vida pensando en que simplemente no se podrá y hacer de ello una excusa que valga para no ir por lo que quieres
- ¿funcionará?
- No lo sé… ninguna de las dos lo sabe- limpió de nuevo mis lágrimas- pero no lo descubriremos nunca si no lo intentamos - acomodó un poco de mi cabello detrás de mi oreja- …te amo Maggie
- Ally, yo no sé…
- ¿si tu sientes lo mismo? - asentí con algo de pena - está bien - su voz no cambió a un tono de tristeza o decepción- sé que no se puede ir de cero a cien contigo en un momento
- ¿eso no te importa? - ya nos habíamos controlado ambas por completo
- claro que me importa - dijo con voz chillona - a lo que me refiero es que no esperaba que tú me amaras de vuelta exactamente
- no entiendo
- digo que puedo conformarme con que yo te guste, Maggie- ahí estaba su sonrisa de nuevo, pequeña, pero hermosa- al inicio claro… es un buen comienzo, por supuesto que deseo que te enamores de mí con el tiempo
- enamorarme - repetí en un susurro. No tenía planes ni de enamorarme de un chico por ahora… ¿sería capaz de hacerlo por Ally?
-si…- se movió para quedar más cerca de mí- que…- inició lento- nos tomemos el tiempo de querernos… besarnos, que te enamores de mí- sonaba tan ilusionada- que formalicemos nuestra relación- sus ojos se habían perdido en el techo para fantasear un poco- darnos más besos - eso me hizo reír un poco- que…- hizo una pausa- que me hagas llamarme tu esposa- seguía perdida- que formemos una familia…- regresó a la tierra y me miró- que seamos felices, Maggie.
Reí un poco junto a ella- vaya, casi no quieres nada- era gracioso escucharla decir todo eso después de decirme que no esperaba un 0 a 100 conmigo
- lo quiero todo, Maggie…
- todo -…
- sí, quiero todo- apretó mis manos- quiero a la Maggie cobarde- comenzó a enlistar- la Maggie cabezota, quiero a la Maggie ebria- no beberé más, lo juro- quiero a la Maggie fuerte, a la decidida, a la romántica - sé que recordó las rosas- las quiero todas…
¿Cómo podía sonreír de esa forma?... tan linda
- prometo no beber más- exterioricé mi propósito
- no me importa- acarició mi mejilla, sin querer, me acostumbraba a esos pequeños gestos- siempre y cuando me dejes estar a tu lado para cuidarte
-gracias- puse mi mano sobre la que ella mantenía en mi mejilla
…
Nos quedamos un momento en silencio, solo mirándonos, sintiéndonos, haciéndonos compañía. Fue ella la que rompió esa calma
- ahora, quiero que me digas Maggie- detalló mi rostro con sus ojos- tú… ¿estas dispuesta a querer a todas las Allison?
- ya lo hago - bromeé
- muy lista - pellizcó mi cachete
- auch
-Maggie…- se acercó a mi cara, parecía que iba a besarme, pero se detuvo a pocos centímetros dejándome sentir su respiración- ¿te gusto? - no era justo preguntar eso de esa forma- ¿eres capaz de sentir esto? - ¿a qué se refería? ¿a los escalofríos que pasaban pos todo mi cuerpo? - ¿también quieres terminar la distancia? - y lo hizo, unió nuestros labios dejándome sin aliento- ¿eres capaz de darte cuenta que encajamos perfectamente? - dijo sobre mis labios sin separarse- Maggie- susurró mi nombre- ¿eres capaz de sentir lo adictivo que es?
Ya no quería que hablara más e interrumpiera el sabor de su saliva en mi boca, así que tomé de ambos lados su rostro y la obligué a permanecer unida a mí por nuestros labios.
Ella sonreía, mi respuesta era clara…
Me había hecho quitarme de encima un peso enorme.
Tenía claro lo que quería hacer, tal vez no dejaría de sentir miedo de la noche a la mañana, pero… su forma de decirme que estaría conmigo ayudándome a vencerlo me hacía sentir protegida.
Aún no se si resulte, pero estoy dispuesta a hacer las cosas diferentes esta vez y poner de mi parte, lucharíamos juntas para llevar esto…
Nos pusimos cómodas y nos quedamos ahí, besándonos como al principio… casi parecía que no había pasado nada.
Pero había cambiado todo…
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Un nuevo día se alzaba hermoso, algo calientito, diferente al frio que podía sentirse ayer.
Los rayos de luz que daban en mi rostro me obligaron a buscar refugio en el pecho de Allison, ella soltó una pequeña risa al sentirme, creo que le hice costillas sin querer. No sabía que horas era y tampoco tenía la intención de abrir los ojos y descubrirlo.
- Mmm -ella olía delicioso.
Era total mente diferente de todas las veces en las que habíamos dormido juntas al quedarnos en casa de la otra. La atmosfera había cambiado y… no se sentía tan mal, de hecho, no se sentía nada mal, no podía recordar la última vez que me sentí tan en paz.
No me suelen gustar las cosas dulces, pero el aroma que Allison tenía, algo dulzón, Mmmm, hace que me la quiera co…
- grrr grrr
-oh, vaya- ese había sido mi estómago que había reaccionado aun sin haber terminado de pensar en la palabra "comer"- ¿tienes hambre?
- ujumm- no salí de mi lugar
- ¿quieres que te haga algo de desayuno? - ¿Cómo reúno el valor para decirle que la quería a ella de desayuno?
- no quiero que te vayas - mi voz sonaba algo cortada por su ropa
- está bien, solo será un momento ¿sí? - besó mi frente - si quieres, podemos quedarnos juntas todo el día hoy - no me parecía mala idea - anda - dio unas palmaditas a mi espalda - ve a lavarte los dientes, te prepararé algo rico,
Muy a mi pesar decidí hacerle caso, no sin antes robarle un pequeño pico en los labios para después salir corriendo como un niño que había hecho una travesura, la escuché reír en el cuarto.
Bien, era un nuevo día y al parecer también una nueva Maggie, estaba dispuesta a disfrutar todo el día con Allison, dejarme aún más claro a mi mista de que esto era lo correcto y lo que de verdad quería.
Busqué mi cepillo de dientes, como dije antes, las pijamadas entre las dos eran comunes, tenía mi propio cepillo en su baño para cuando me quedaba, así no tenía que andar con el de un lado para el otro. Bien, ahora la pasta…
- Mmm, ¿Dónde está? - la había cambiado de lugar al parecer- ah, aquí- se había caído por accidente, estaba ahí, en el piso, justo al lado de la…
De la…
-AHHHHHHH- pegué un grito horrible que no había sonado para nadaaaa femenino
- ¿Qué?, ¿Qué? - llegó Allison al baño- ¿Qué paso? - tenía un cucharon en la mano
- una, una, una- repetí sin poder decir la palabra ocultándome detrás de ella. Era una escena graciosa si la veías desde afuera, porque Ally era considerablemente más pequeña y yo que soy más alta estaba ocultándome detrás de ella muriéndome del miedo
- una ¿Qué? Mi amor- no tuve tiempo de disfrutar aquello que había dicho, lo ignoré y señalé a cosa asquerosa que estaba en el piso y me miraba descarada con sus ocho ojos- hahaha - comenzó a burlarse de mí
- mátala, mátala- le ordené
- es solo una pequeña araña, Mag- intentó tranquilizarme- solo quiere ser tu amiga
- amiga mis ovarios- ¿Qué dice? - mátala- seguía muy asustada
- a ver, toma esto- me dio el cucharón y se acachó a tomar la araña con sus manos, UY NO, UY NO.- ¿ves?, no hace nada- la acercó a mí, yo me alejé rápidamente hasta la esquina
- quita, quita
-haha, está bien- se resignó, odio a las arañas- dile a dios a Mag, pequeñita- y salió del baño.
La seguí desde una distancia considerable hasta que salió de la casa y liberó la araña en el jardín.
Eso no me dejaba tan tranquila la verdad.
-ya, ¿contenta? - regresó hasta mi
- no, hubiera preferido que la mataras
- hay no, pobrecita
- ¿y que si se vuelve a meter? - va a asustarme de nuevo
-oye, no seas marica- se reía de mí
- dijiste que querías también a la Maggie cobarde - me crucé de brazos enojada, ¿Dónde estaban esas palabras ahora?
- por supuesto que la quiero- se acercó a darme un beso
Intenté resistirme un poco pero no pude, había descubierto una debilidad nueva, no podía estar enojada con ella
- claro que quiero…
A mi Maggie cobarde.