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Capítulo 8- ellas creen que soy… un corderito indefenso
Bien... de nuevo estoy aquí sola, enfrentándome a las cosas, totalmente desarmada.
Príncipe de las rosas… estúpida Rosa. ¿Por qué tenía que ser yo el "chico"?
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Intenté manejar lo más lento que podía, ganándome recordatorios de mi santa madre en el camino de parte de los conductores que venían detrás de mí, pero a pesar de todo, no pude evitar llegar media hora antes.
Ahí estaba, dentro de mi camioneta, sin saber qué hacer, estacionada cerca de la esquina de nuevo para que Ally no supiera que ya había llegado…
Primero que todo, sé que debo ser sincera y pedir explicaciones, preguntar desde cuándo, ¿Cómo? y ¿por qué? Gustaba de mí, tal vez solo estaba confundida, quería experimentar y quien más estaba a la mano era yo, que inspiraba confianza en ella para llegar a esos terrenos.
Uf, mis manos sudaban. Bien, hora de dejar de ser marica.
Al mismo tiempo que unos de mis pies tocaban el frio asfalto Ally salió del local mirando a ambos lados, hasta que sus ojos por fin me encontraron.
Su sonrisa era hermosa y saber que esa sonrisa era solo por verme, me hacía sentir… bien, muy bien.
Caminó en lo que a mí me parecía cara lenta, ¿se había puesto más linda? O ¿yo la veía más linda? - Hola - saludó
-hola- contesté simple, ¿Qué más podía decirle?, ¿le doy un beso en la mejilla?
-Rosa me avisó que venias- ah… mi gran amiga enemiga- me dijo que olvidaste tu teléfono en…- intentaba recordar- ¿el bar? - cierto, ella aún no conoce a Cindy
- ah sí…- muy inteligente Rosa hija de puta- lo recordé a mitad de camino y no quise regresar, ya iré por el hasta su casa- para eso y patearle el trasero por secuestrar a mi bebé
- bien…- no podía evitar sentirme un poco incomoda- ¿nos vamos?
-ah, claro, claro- la animé a subir, ella ocupo el lugar del copiloto
-saliste un poco más temprano- aun no daban las seis, faltaban por lo menos unos veinte minutos
-sí, le conté a mamá que pasarías por mí y me dejó salir un poco después de leerle el mensaje de Rosa- ambas nos abrochamos el cinturón de seguridad
- ya…- no, no, silencios incomodos no por favor- le han gustado mucho las rosas a tu madre- dije en un intento de no dejar morir la conversación, pero solo logré avergonzarme de mi misma. Arranqué el motor y me puse en marcha
- bueno… no solo le han gustado a ella- tenía los ojos puestos en el camino, pero pude sentir su mano sobre la mía en la palanca de cambios
Ay, ay, ay, di un enfrenon repentino, por suerte no tenía coches detrás, si no hubiera chocado contra mí y sería 100% mi culpa. Ally soltó un pequeño grito que le hizo apartar la mano
-perdón- soy idiota, rápido, una excusa- un gatito paso corriendo- uf, buena esa Mag- ¿estás bien? - toqué uno de sus hombros y la examiné, tampoco quería desnucarla.
-si- apartó el cabello de su rostro- solo me sorprendí- puso una de sus manos en su pecho y comenzó a reírse.
Puede sonar extraño, pero eso me hizo sentir un poco más en confianza… no tenía a una extraña a mi lado, era mi amiga, mi mejor amiga, con la que había viajado miles de veces en su coche o en el mío, prendiendo la radio, pasándola bien… y eso no tenía por qué cambiar.
- okey - me permití reír con ella y soltarme un poco más - andando- como si de leer mentes se tratara, encendió el radio de mi camioneta.
Se puso un poco más cómoda quitándose los zapatos y subiendo los pies al asiento dejando sus rodillas cerca del pecho comenzando a cantar, toda desafinada, a mí eso no me molestaba, era justo como lo hacía siempre en los viajes en los que me tocaba conducir
Si… definitivamente, seguía siendo la amiga que conocía.
Decidí unirme a su canto, ¿Qué más da?, si no puedes con el enemigo, únetele.
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Ally era la única de nosotros que tenía una casa y no un departamento, pero poco nos importaba, nosotros les decíamos casas, aunque no lo fueran.
Entramos en ella, ya estaba obscureciendo- espera, buscaré a Tommy- la sensación de incomodidad había desaparecido por completo, me sentía bien de nuevo. Ally regresó con su gato en brazos
-eh, hola Tommy- saludé cuando tenía a ambos frente a mí, sentía como que no lo había visto en un mes, puse mi mano sobre su cabeza acariciándolo
-Saluda a tu otra madre Tommy- vaya, ese golpe en el estómago no lo vi venir… ¿su madre?, solía ser llamada su tía
-Ah…- me dejó sin palabras
-Mira qué guapo, igual que tú- Tommy era de un gris claro, justo el color de la chaqueta que yo llevaba puesta ese día. Se acercó a mi mejilla y dejó un tierno besito… bien, esto era lindo, pero tenía que detenerlo ya, antes de que fuera muy tarde
-Ally, necesito decirte unas cosas- la tomé de ambos hombros
- ¿es muy importante? - ¿Qué no me había hecho venir aquí para hablar?
-si- liberé sus hombros, ella dejó a Tommy en el piso
-bien, solo déjame ponerme algo más calientito- caminó lejos de mí- ya vuelvo- es verdad, llevaba ese vestido, debe tener frías las piernas, borré rápidamente esa imagen de mi mente
-concéntrate…- me había quedado sola en la sala, hasta el pequeño Tommy se había ido, decidí sentarme en uno de los sillones
Intenté aprovechar el tiempo y ordenar mis ideas un poco, tenía que ser cuidadosa con mis palabras, no quería que se causara otro mal entendido y hacer que Ally se apartara de mi de nuevo.
-listo- estaba sentada de espaldas y ella no pudo ver mi cara… rayos, no me había dado tiempo de pensarlo bien.
-Ally… yo- por Espartaaaaa
-Espera- por fin llegó hasta mí, se había puesto ya su pijama, rosada con azul en colores pastel, parecía una niña pequeña- mira lo que tengo- ay… no
- ¿vino? - había decidido ya no tomar más desde que olvidé donde estaba mi coche, el alcohol y yo ya no éramos amigos
Como dije, el karma me había hecho pagar aquella noche en la que todo se jodió y me hizo buscar por todos lados a Deisy, bien… normalmente, yo era la "Deisy". No era consciente de mi misma después de picarme a tomar y las chicas me llevaban arrastrando a casa después de una fiesta y al día siguiente no podía recordar las locuras que había hecho. Ally siempre se quedaba cuidándome, ella también toma, pero tiene muy buen aguante y parece permanecer sobria, ere una chica de estómago fuerte, lo que solo significaba algo… ¿quería emborracharme?
Puso las copas en la mesa- sí, es una buena cosecha- quitó el corcho con algo de dificultad
- Ally, vine en mi coche, no puedo tomar- otra buena excusa, estoy volviéndome una experta- y adem-
- huele- me cortó pasándolo por mi nariz… wow, que rico. NO, no, se fuerte Mag, FUERTE COMO LA MONTAÑA
- bueno, solo una copa- … marica
…
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Ya no quedaba más vino en la botella, me había dado algo de calor así que me quité la chaqueta quedándome solo en una camiseta de algodón manga corta. Por suerte seguía teniendo mis pantalones en su lugar
-No podré manejar así- la habíamos estado pasando bien, hablando como si nada hubiera pasado, recordando viejos tiempos, pero yo ya no sentía mi cara, eso era una mala señal
-No te preocupes, no me molesta que te quedes a dormir- Como dije, era una chica de estómago fuerte, a pesar de que habíamos tomado la misma cantidad de vino ella parecía estar como si nada
-hahaha y yo que había decidido no tomar más-
- ¿en serio? - asentí con la cabeza- vaya- se levantó del sillón individual para poder sentarse junto a mí- parece que he metido la pata- no percibía nada de arrepentimiento en su voz o no sé, ya estoy muy ebria para pensar con claridad
- ¿tengo la cara roja? - había recobrado la sensación en ella, pero me sentía algo caliente… de la cara, no me mal entiendan
- a ver…- mala idea, si hubiera estado sobria no hubiera hecho esa pregunta, estaba metiéndome en la boca del lobo.
Acercó mucho su cara a la mía y tocó mi mejilla con una de sus palmas, dio una suave caricia en el lugar
- ¿y bien? - no moví mi mirada de sus ojos
- solo un poco - ella en cambió seguía perdida mirando… ¿mis labios?
- Quería hablar contigo - estaba diciendo esto por puro instinto de supervivencia porque mi cerebro estaba un poco perdido también
-sigues viéndote bien… - ¿no había escuchado lo que dije?, me había ignorado
No había quitado su mano de mi mejilla y seguía acercándose peligrosamente milímetro a milímetro
-Ally
- ¿Cómo puedes seguir luciendo así, aunque estés borracha?, acomodó sus piernas para que no tocaran el piso y quedaran sobre el sillón
- ¿así como? - pregunté inocente
-así… de guapa- Tenia casi todo su cuerpo sobre mí
Rayos, definitivamente no estaba haciendo las preguntas correctas. Vamos Mag, apártala ya y dile que llamaras a un taxi para irte
-Creo que ya- no puede terminar de emprender huida porque sus labios cubrieron por completo los míos.
Wow, el alcohol aumentaba las sensaciones de mi piel contra la suya, se sentía… bien, me encanta, estando ebria y sin poder pensar excusas del porque no podía estar besando a mi mejor amiga me dejé llevar
Me rendiría por ahora, que la Maggie sobria se encargue de arrepentirse después, eso, o tener la suerte de no recordar.
Empujó un poco mi hombro izquierdo para que pudiera recostarme un poco en el brazo del sillón en el que estábamos, dejó caer su torso sobre el mío y aumentó el tono del beso
Tenía que aceptarlo, era una buena besadora
¿yo?
Yo parcia un indefenso corderito en las garras de un lobo…