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EL DESPERTAR DE LA LLAMA por Artemisa El Britannia

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Notas del capitulo:

Buenas noches!!!!

 

Lamento la tardanza, pero pasaron tantas cosas que si las pongo en lista no terminó.

 

Esta historia no pienso dejarla a medias, tranquil@s a comode lugar la terminó si o si, soy fan de esta, cada que la leo me emociono.

 

jajajaja

 

Bueno ya dejando todo de lado.

 

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 14.

 

Tsuna estaba preocupado por sus amigos, no habían aparecido en una semana aproximadamente y las aterradoras personas que habían llegado a ayudarlo también estaban desaparecidas, Reborn le había dicho que no volverían hasta que terminaran su entrenamiento, pero le preocupaba que sus guardianes se pusieran igual de mal que la última vez que no lo vieron por 3 días, si eso pasaba en poco tiempo no quería imaginarse el estado en el cual se encontraban en ese momento.

 

-         Tranquilo, les di fotos tuyas para que puedan sobrevivir – Tsuna se sonrojó cuando su tutor le había soltado tremenda revelación, ¿cuándo le había tomado fotos y qué clase de fotos tenían en su poder?

-         ¿Qué clase de fotos les diste? – Reborn sonrió con arrogancia y mostró una baraja de fotos infraganti del castaño, quitándose la playera, dormido, desnudándose en el baño y más fotos vergonzosas que no sabía en qué momento habían sido tomadas.

-         Ves, tiene material de sobra para poderse mantener motivados – Tsuna se sonrojo, ya que el tono en el que lo había dicho era demasiado sugerente para su gusto, así que le arrebató las fotos y las destruyo, pero a pesar de destruirlas no sentía que su vergüenza bajara, al contrario, subían más los tonos rojos de su piel, no quería imaginarse que hacían sus guardianes con sus fotos para motivarse.

 

Salió de su casa acompañado por el pelinegro, ya que al no tener a sus guardianes Reborn era su única línea de defensa por el momento, además como tenía prohibido hablar con alguno de ellos hasta que concluyeran su entrenamiento exprés, él se había encargado de mantener a la ciudad a salvo, cada que tenía una visión de que algo malo pasaba Reborn lo llevaba a rastras para poder obtener “experiencia en el campo de batalla”, según él era importante saber enfrentarse a enemigos reales, pero tal experiencia era casi nula, al parecer el poder de Tsuna actuaba antes que sus puños, solo tenía que encender su llama para que las personas terminaran arrepentidas y empezaran a cambiar.

El castaño veía esto como una buena señal, con suerte no pelearía con Byakuran y lograría proteger a todos aquellos que había lastimado sin pelear, pero al ver la cara que ponía Reborn o Giotto al mencionarles esa posibilidad podía notar que ellos no tenían ese positivismo, casi podía jurar que ellos pensaban que pronto ambos se golpearían hasta por debajo de la lengua.

En su escuela mientras tanto ya era una celebridad, todo el mundo quería ser su amigo, a todos les agradaba, las chicas hacían cola para poder entregarle cartas de amor y bueno él odiaba esa atención, al punto de que siempre que llegaba se escondía por mucho tiempo evitando a todas las personas que querían alagarlo, no se sentía cómodo, había soñado con ese momento tantas veces en su vida que cuando lo vivió pensó que iba a ser el mejor día de su vida, pero paso todo lo contrario, se sintió cansado, agobiado, le dio un fuerte ataque de ansiedad 2 horas antes de salir de clases y solamente había logrado escapar gracias a la ayuda de Kusakabe. Según la mano derecha del presidente tenía la orden de mantenerlo a salvo y de asegurarse de que nadie, ya fuera hombre o mujer se acercará a él, pero se volvía difícil tomando en cuenta el tipo de figura pública que ahora era.

A Tsuna esa revelación le sacó un sonrojo, ya que significaba que el presidente aún de lejos lo cuidaba, recordaba que Reborn lo había llamado la nube que protege a la familia desde la lejanía, no había entendido en su momento a que se refería, pero ahora era más claro, a pesar de que el presidente no estaba cerca siempre lo iba a proteger usando cualquier medio.

Al salir de clases Reborn lo llevó de nuevo al estadio para seguir entrenando, pero justo cuando iban a estacionarse una llama roja poncho la llanta del lado del copiloto y descontrolo el carro, Reborn por instinto con su mano izquierda sostuvo a Tsuna para evitar que se lastimara y con la derecha trató de controlar el carro mientras frenaba de golpe. El castaño abrió los ojos y delante de él estaba uno de los secuaces de Byakuran, era un pelirrojo con sonrisa retorcida que parecía querer devorar al mundo de una mordida. Al parecer no podía ver dentro del auto, ya que empezó a gritar solamente el nombre de su tutor.

 

-         Reborn, no deberías usar carros tan caros en una zona tan pobre, llaman la atención y hacen que te pueden encontrar más fácilmente – el pelirrojo empezaba a caminar hacia delante y tenía llamas rojas en las manos, era la primera vez que veía que alguien más aparte de él podía manejar las llamas de esa manera.

-         Tsuna el carro está blindado y tiene vidrios polarizados, él no puede verte, así que aun estas a salvo al igual que tu familia y amigos, pero tengo que sacarte de aquí lo antes posible, así que voy a salir y el carro se moverá completamente solo y te llevará a un lugar donde estarás seguro, debes confiar en mí, yo voy a proteger a tu mamá, así que hagas lo que hagas no bajes de este maldito auto y quédate en el lugar a donde te va a llevar – Tsuna vio a su tutor con miedo, pero al verlo a los ojos se dio cuenta de que podía confiar en él ciegamente, así que se abrocho mejor el cinturón y antes de que Reborn saliera del auto lo tomó de la mano.

-         Confió en ti, pero prométeme que volverás a salvo – Tsuna quería tener la certeza de que Reborn estaría a su lado hasta el final y no lo dejaría solo en un momento tan crucial en su vida.

-         Soy el mejor asesino del mundo, este niño no me va a ganar, así que se bueno y espérame hasta que llegue – y sin pensarlo mucho le dio un beso en la frente para sellar el pacto, Tsuna quedó impactado, pero a la vez despertaron varios sentimientos en su interior, se parecía al momento en el que Hibari le dijo que se vistiera o cuando se le había quedado viendo, también se parecía al día en que Mukuro le había marcado el cuello… era aterradora esa sensación.

-         Vaya, tardaste mucho en bajar, acaso traes contigo a cierto usuario de la llama del fénix – Reborn no hizo ningún ademan sospechoso solamente apuntaba al sujeto con el arma, se podía oler su sed de sangre a kilómetros.

-         Pensé darte unos minutos de gracia para que pudieras huir, pero veo que eres muy tonto para enfrentarme solo – el hombre de las llamas sonreía de manera más psicópata que antes y se le quedó viendo al carro, sentía el calor que emanaba, estaba seguro que ahí estaba el niño, solo necesitaba verlo una vez y tendrían todo el juego a su favor.

-         ¡No me mientas! – corrió directo hacía el carro, si lograba volar el cristal vería la cara del chico y podrían tomar rehenes para hacerlo salir, la desventaja de esos usuarios de la llama era que no toleraban ver el dolor humano, así que al igual que Yuni sacrificarían su vida con tal de ver a las personas a su alrededor felices. No llegó muy lejos cuando Reborn lo paró sorprendiendo al pelirrojo, empezaron a pelear y se notaba que el pelinegro tenía toda la ventaja y aprovechando eso en un momento de distracción del pelirrojo accionó el piloto automático del auto y sacó a Tsuna de escena – sabía que estaba ahí, no creas que ese niño huira tan fácil – empezó a reírse – ellos vienen en camino y no podrás contra todos, tendrás que moverte para poner a salvo al mocoso y aquellos que valora, porque de no hacerlo perderás ventaja táctica – Reborn volteó al cielo y notó que había una niña con cola de sirena volando sobre ellos – sigue el carro negro.

-         No deberías de sentirte muy seguro de ti mismo niño, te faltan 300 años de experiencia para vencerme – el pelinegro sin siquiera voltear a ver a la chica disparó al aire una bala de color dorado y dio de lleno en su cola causando que la chica callera al suelo y con otra bala logró que el pelirrojo quedara con ambos ojos dañados al igual que el tabique de la nariz.

-         ¡MALDITO! – el pelirrojo empezó a atacar sin saber a qué le disparaba, Reborn sonrió y salió del lugar, había logrado vencer a dos, pero lo demás no debían de estar lejos y tenía que asegurarse de tenerlos a todos juntos para evitar que lo siguieran y poner en riesgo a las personas de ese lugar.

 

 

 

Por su lado Tsuna veía el camino asustado, ya que jamás había dejado que un carro lo llevará a su destino, más que nada porque no viajaba mucho en automóvil, de hecho, la primera vez que lo hizo fue junto a Reborn, además no sabía que la tecnología para manejar un carro de manera remota existiera. El carro condujo por aproximadamente 2 horas y ya se encontraba en una zona boscosa lejos de la ciudad, no había más luz que la del automóvil por ahí, cosa que ya le estaba aterrando, a donde lo iba a esconder Reborn, además estaría solo en ese lugar, que tal si también estaba oscuro, aún le temía a la oscuridad, siguió por el camino una hora más y entonces llegó a lo que parecía la entrada de una cueva, la boca de la cueva medía lo necesario para que entrara el auto, pero antes de entrar se apagaron las luces del mismo y no se veía nada en la parte de afuera, el auto frenó y pensó que debía de bajar, pero un golpe en la parte de abajo lo zangoloteo y del susto se aferró a su asiento, entonces se oyó como si se abrieran unas puertas mecánicas y el carro al parecer empezó a descender en un elevador, volvió a escuchar las puertas y al parecer cuando se cerraron se encendieron las luces en la parte de afuera dejando ver 6 pisos de estacionamiento con varios carros caros estacionados, se sentía como en un juego para Hot Wheels, el auto detuvo su descenso y la parte de abajó lo acomodó en uno de los espacios vacíos.

Bajó del auto y entonces la plataforma donde estaba disminuyó la luz y se iluminó un camino de flechas verdes, así que las siguió hasta llegar a una puerta con una pantalla en medio con una mano dibujada en la misma, él jamás había estado ahí así que no sabía qué pasaría si ponía su mano en el lector, pero eso era mejor que esperar a que alguien llegara a salvarlo, además Reborn lo había mandado a ese lugar, significaba que era seguro, así que tocó la placa y la enorme puerta se abrió en tres secciones diferentes y mostró un pasillo que al igual que el estacionamiento te guiaba con unas flechas color verde.

Se sorprendió de que la puerta reaccionara a su mano y decidió seguir su camino ya le estaba dando miedo no ver a nadie, caminó aproximadamente por 3 minutos y se topó 3 puertas diferentes y las flechas ya no señalaban ningún caminó, así que solo quedaba él su intuición y todo lo desconocido que estaba dentro del lugar. Así que siguiendo su intuición abrió una de las tres puertas nuevamente las flechas verdes empezaron a guiarlo por toda la instalación hasta una nueva puerta, pero más chica y esa tenía el nombre de “Ingeniería” escrito en la parte de afuera, tocó la puerta y no se escuchó nada, volvió a intentar, pero ahora con más fuerza y entonces escuchó como algo en la parte de adentro se caía de manera estrepitosa, además de que alguien parecía quejarse por la situación.

 

-         Espero que tengas una excelente razón para… - el chico de cabello rubio vio al castaño desconocido en su puerta, volteó a ver a todos lados esperando a que Giannini o Shoichi salieran de algún lado y dijeran “caíste”, pero nada - ¿hola?

-         Ah hola… yo no sé dónde estoy – el chico rubio levantó una ceja, al parecer no era una broma.

-         Es obvio que estás perdido, ven entra – le abrió la puerta y mientras él limpiaba lo que había tirado por el susto, el chico se sentó en una silla esperando ordenes, o al menos eso parecía - ¿Cómo llegaste aquí? El sistema de seguridad de la base lo fabricó uno de los mejores ingenieros del mundo, así que debes ser muy listo o tener mucha suerte – dijo mientras seguía limpiando todo.

-         Bueno, es que el auto me llevó al estacionamiento gigante que está escondido en la montaña de piedras, puse mi mano en la cerradura y se abrió, así que seguí las fechas verdes, pero este lugar está vacío, eres la primera persona que encuentro.

-         Espera – el de cabello rubio quedo perplejo – ¿tu mano abrió las cerraduras dactilares? – el castaño asintió asustado, tal vez debió quedarse en el auto – eso no es posible, solamente hay 10 personas registradas para poder acceder a este lugar, de las cuales solo conozco a 5 y tú no eres parte de esas 4 personas – el castaño se encogió en su lugar.

-         Reborn dijo que aquí estaría a salvo – el rubio se sorprendió.

-         Espera, ¿Cuál es tu nombre?

-         Sawada Tsunayoshi – cuando pronunció su nombre el rubio se fue de boca, ¡estaba hablando con el hijo del jefe! Se quedó pasmado y entonces su boca se movió sin decir palabra, durante todo el tiempo que llevaba trabajando para Vongola le habían dicho que habían personas intocables en la familia, personas que debía de proteger y de ser posible dar su vida por mantenerlas a salvo, le habían dicho que no importaba que pasara no debía de dirigirles la palabra, debía de ser invisible y entendía el porqué de esa regla tan estricta, todos ellos eran seres brillantes, podías quedar ciego de solo verlos más de un minuto, cuando llegó a Japón le presentaron a Iemitsu el asesor externo y le pidieron que hiciera una base impenetrable para él y su familia, conocerlo había sido como un milagro, no solo había sido amable, había cautivado toda su atención y ahora estaba enfrente de su hijo, uno de los últimos portadores de la llama y heredero absoluto de todo Vongola a palabras de Reborn.

-         Ay Dios - fue lo último que dijo antes de salir corriendo por Shoichi, él si sabía tratar con esa clase de gente, había estado al servicio del anterior líder de la familia y seguro sabría qué hacer – ¡SHOICHI, TE NECESITO AHORA! – entró al cuarto de manera estrepitosa logrando tirar todo a su paso, el chico de cabello rojizo volteó a ver a su compañero para reclamarle, pero no tuvo tiempo, ya que literalmente lo levantó en el aire para cargarlo y llevarlo corriendo.

-         ¿Qué rayos te pasa Spanner? – al terminar de preguntar lo bajó de manera estrepitosa cayendo sobre el piso – ¡eso me dolió! – no pudo reclamar más cuando el rubio lo tomó de las mejillas, causando que se sonrojara y entonces le volteó la cara para que viera al desconocido en la silla, se asustó al ver al chico dentro de la base, así que saltó, tomó una barra de hierro y lo amenazó tartamudeando - ¿qué… haces… aquí?

-         No, ¿qué pretendes? – Spanner le estaba tratando de quitar la barra de hierro.

-         Es un intruso tonto, debemos de hacer algo – seguían peleando frente a la cara de susto del castaño, ¿A dónde lo había mandado Reborn?

-         Baja ahora mismo eso, no estas entendiendo – entonces mientras peleaban entró un robot enorme que se encargaba de la seguridad del lugar.

-         Gole Mosca aniquila a la amenaza – el castaño abrió los ojos y con miedo vio al robot de la entrada, el pelirrojo lo había mandado a matar, ni siquiera a capturarlo, entonces asustado cerró los ojos, pero el robot se puso frente a los hombres que peleaban, dejando en claro que estaba protegiendo al menor.

-         Aniquilando a la amenaza – apuntó a Shoichi que era el que sostenía la barra en contra del menor.

-         ¿Qué rayos haces Gole Mosca? – el pelirrojo se quitó a su amigo de encima – la amenaza esta atrás de ti.

-         Mi sistema indica que él usuario de la llama tiene prioridad para ser protegido, si el creador busca dañarlo, entonces mi deber es aniquilar a mi creador – Shoichi quedó con la boca abierta hasta el suelo y volteó a ver al rubio el cual asintió con la cabeza.

-         Estabas amenazando al hijo de Iemitsu – dijo el rubio y el pelirrojo entonces empezó a sentir que le tronaba el estómago, había amenazado al portador de la llama… iban a matarlo si se enteraban… vio al chico asustado escondido entre sus manos y rodillas, se escuchaban sollozos y supo que Reborn lo haría dormir con los peces dentro de muy poco tiempo.

-         Ay Dios….

 

Continuara…

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW.


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