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Buscando la belleza por OldBear

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Cuando Steve llegó, unos diez minutos después que sus padres, se encontró no solo con el enojo de su prometida, sino también con la mirada desaprobatoria de su madre quien gracias al recuento de T´Challa le recriminó a Steve el que desatendiera sus obligaciones de pareja.

Steve intentó explicarle que no la estaba dejando a un lado, sino que simplemente el trabajo había aumentado demasiado y siendo su primera gestión como presidente, aun habían demasiadas cosas que debía aprender. Arrojó la toalla después de más de cinco minutos en los que su madre siguió discutiéndole en voz baja en un rincón de la fiesta y se escabulló como pudo. Se dirigió a una de las ventanas del salón y vio que Tony estaba ahí solo, escribiendo en su teléfono. Steve se acercó a él, a lo lejos vio que Bucky estaba con Wanda, y aun sin saber por qué, después de su mejor amigo sentía facilidad de estar con su asistente. Quizás era el hecho de que prácticamente era su mano derecha y trabajaban mucho tiempo uno junto al otro. De todas formas no lo pensó demasiado, en ese momento solo quería un poco de paz.

— ¿Reportándote con la novia? —preguntó Steve cuando se acercó a él. Aquella sería una de las pocas preguntas personales que le hacía, y ni siquiera sabía por qué rayos le preguntó eso.

—Oh no…yo no—Tony guardó rápidamente su celular, no se había dado cuenta cuando el otro se había acercado—no tengo novia.

—Bueno, mejor así. Las mujeres son demasiado complicadas—suspiró pensando en Sharon, la veía hablando con T´Challa y Nébula al otro lado del salón. — ¿no lo crees?

—Bueno, no se mucho de eso. A mí no me gustan las mujeres.

—Oh—dijo Steve, fijando su vista en él.

Tony no había estado muy seguro de admitirlo, ya había tenido una mala experiencia cuando en su universidad se habían enterado de su preferencia sexual, ¿pero para que ocultarlo ahí? Ciertamente Steve no sería homofóbico —o por lo menos eso esperaba—, estaban Bucky y Loki, que según lo que había escuchado uno era bisexual y el otro era abiertamente gay.

Aunque en la forma en que Steve lo estaba mirando era extraña, y ya estaba dudando de si había sido buena idea contárselo.

—Espero que eso no sea un problema—dijo desviando su vista al salón. Esperaba que las cosas no cambiaran entre ellos.

—Oh no, en lo absoluto, es solo que… me tomó por sorpresa.

Steve quiso agregar algo más viendo que quizás Tony había malinterpretado su reacción, pero antes de que pudiera hablar escuchó que alguien hablaba por encima de las voces de los demás. Thanos pidió un poco de silencio y atención subiéndose en la tarima de modelaje para poder hablar y ser visto por todos.

—Un poco de atención un segundo por favor. Creo que ha llegado el momento de repartir los regalos ¿o no? —Todos estuvieron de acuerdo y Quill, quien era el que más apoyaba a Thanos se puso a aplaudir haciendo que Gamora se muriera de vergüenza — gracias Quill, tú y yo somos los únicos que tenemos el espíritu en esta empresa. Antes de empezar, esta vez quiero proponer que hagamos algo un poco diferente, —exclamó con gesto ansioso — ¡esta vez todos sabremos quién nos regaló!

— ¿Como? —preguntó Bucky con cierta alarma en su rostro, aquella idea no le parecía para nada.

Y mucho menos le parecía a Tony.

—Sí, —respondió Thanos bajando de la plataforma—cada quien que busque el regalo que trajo y se lo dé directamente a quien le toca.

—Es una excelente idea, así no hay que matarse la cabeza pensando quien regaló a quien. —Nébula era una de las que siempre quería saber quién le había regalado a quien, y aquello iba a ayudar a calmar su curiosidad.

Tony entró en pánico, la nota que le había puesto a su regalo era demasiado, no podía dejar que Steve la leyera si iba a saber quién le había obsequiado.

—Vamos, vamos—exclamó Thanos frotando sus manos—comencemos con esto, ya quiero ver los regalos.

Resultaba como un niño jugando con sus compañeros de salón ¿pero cómo contrariarlo? Tony intentó mantener la calma mientras se acercaba con cierta rapidez a donde estaban los regalos para buscar el que debía regalar a su jefe, necesitaba quitarle aquella nota comprometedora antes de nadie más viera el paquete.

Tomó el regalo entre sus manos y arrancándola rápidamente puso la nota en su bolsillo trasero.

— ¿Por qué le quitas eso? —le preguntó Loki haciendo que se sobresaltara. El regalo de Loki estaba cerca del de Tony, así que no perdió detalle de las acciones del asistente de presidencia.

—Nada que te incumba—dijo un poco exaltado por ser descubierto arrancando la nota, pero no se detuvo demasiado y se alejó de la mesa viendo como los demás tomaban sus regalos para entregarlos.

Bucky pasó a un lado de ellos sin prestarles demasiada atención, tomó su regalo y fue caminando directamente donde Sam. Como el juego era completamente secreto, siempre le regalaba detalles especiales valiéndose del anonimato, y como no se esperaba que cambiaran las reglas del juego estuvo muy tentado a decir que se le había olvidado traerle el regalo y que se lo daría en la semana. Pero recordando que ya era un hombre adulto, se armó de valor y le entregó el presente.

—Oh, a mí también me toca regalarte—exclamó Sam intercambiando los regalos.

Bucky sonrió ante aquello, el había hecho trampa para que Steve y Tony se regalaran entre ellos, y se había quedado con el nombre de Sam para él mismo, pero no se esperó nunca que a Wilson le saliera su nombre. El primero en abrir su regalo fue Bucky, era algo ligeramente pesado, y tuvo cuidado cuando el otro le dijo que era de cerámica.

Dentro había una extraña planta que no lograba reconocer en una hermosa maceta de cerámica en tonos grises.

—Es una suculenta—dijo Sam cuando Bucky tuvo la planta entre sus manos—no sabia si te gustaban las plantas, pero las veces que he estado en tu departamento he visto que no tenías ninguna y pensé que esta te gustaría. Esta es… especial.

— ¿Especial en qué sentido?

—Creo que puedes buscarlo tú. —dijo con una sonrisa mientras abría el regalo que le había dado Bucky. Y entonces notó algo que le sorprendió. Las últimas navidades había recibido regalos que parecían venir siempre de la misma persona. Nunca pudo saber quién era, y en verdad se moría de curiosidad por saber quién era la persona que le regalaba esos detalles tan hermosos. —Tú eres quien me ha estado regalando las últimas veces.

—Supongo que de algo sirve ser quien lo organiza. — Admitió sintiéndose feliz de saber que siempre le había gustado lo que le regalaba— Aunque nada tengo que ver con que me regales.

Sam sonrió, siempre recibía esos detalles junto a una nota que rezaba “Eres demasiado especial para mi” escrita a mano.

— ¿Y qué significa todo esto?

Bucky miro a su alrededor, sería imposible hacer lo que quería frente a tanta gente, así que sonrió y dijo: —Cuándo todo esto acabe, si quieres saber, te esperare en el estacionamiento ¿sí?

Sam asintió, y entendiendo el mensaje de que ya debían separarse dio media vuelta con su regalo en mano y fue en busca de Natasha.

Un poco alejado de ellos, Thor había visto ligeramente la escena de Sam y Bucky, y estaba preocupado por saber cómo le había ido a su amigo. Suspiró y tomó su regalo para ir directamente donde Gamora a entregárselo, la vio abrirlo con entusiasmo para darle luego las gracias con un abrazo, luego de unos minutos, ella se alejó un poco para ir donde Nébula y darle su regalo. Thor la vio alejarse y una presencia tras su espalda le hizo girarse para encontrarse con la mirada fija de Loki. Sin mediar palabra, el hombre de cabello negro estiró la pequeña caja de su regalo en dirección del rubio y este lo tomó sorprendido de ser a quien Laufeyson le regalaba.

— Es una gran sorpresa que tú me regales. —admitió Thor con una sonrisa recibiendo la caja en su mano.

—Por supuesto, yo me sorprendí bastante cuando vi tu nombre. —Loki parecía no estar muy interesado en la reacción del otro, pero la verdad es que ya quería ver la expresión de Thor cuando viera lo que le había comprado para saber si era de su agrado.

El rubio terminó de abrir la caja y se quedó sorprendido por unos segundos.

—No puedo aceptar esto—dijo viendo el costoso brazalete que había dentro—es obvio que supera por mucho el costo designado para los regalos.

Loki rodó los ojos, como si aquel brazalete fuera demasiado caro para él costearlo.

—No te preocupes, cuando vi que eras tú, tomé algo de mi joyería que no uso. —dijo intentando quitarle el significado al detalle.

Aquello era una completa mentira, y Thor lo sabía, se notaba a leguas que el brazalete era nuevo y, sin miedo a equivocarse, era de oro blanco. ¿Por qué le regalaría algo tan costoso?

Iba a volver a quejarse de que en verdad no podía aceptar algo tan caro, se sentiría mal usándolo, pero Loki se adelantó y quitándole el brazalete de las manos, se lo puso al rubio en la muñeca.

—Te queda bien—dijo intentando mantener un rostro serio— te lucen este tipo de cosas.

—Loki yo…

Sabiendo lo que podría decirle, Loki dio media vuelta y se alejó dejándole solo. No permitiría que Thor le devolviera el brazalete bajo ningún motivo. Mientras veía a los demás intercambiando sus regalos, vio a Tony acercarse a Steve, y una pequeña idea surgió en su mente.

Anthony se acercó a Steve con una media sonrisa y le dio su regalo. El presidente lo vio con asombro para sonreír ligeramente.

—Oh, también me tocó regalarte—le dijo estirando la mano con el obsequio para entregárselo. —Lo abriré ahora, ya quiero ver que es. —Steve desenvolvió el paquete, era cuadrado y grande, casi pensó que era alguna especie de cajas de rompecabezas como le habían regalado el año pasado, pero no pudo sorprenderse más ante lo que tenía entre manos —Oh—dijo e inmediatamente se sintió avergonzado por los simples chocolates y el peluche que le había dado a Tony—Esto es…

Tony le había regalado un estuche de pintura en madera, estaba cerrado pero la imagen que tenía el estuche por fuera describía el contenido. Hacia tanto tiempo que no tenía algo así entre sus manos, y no pudo evitar sonreír con nostalgia.

—Barnes me dijo que te gusta mucho dibujar, —dijo Tony desviando la mirada para ver el resto de personas que entregaban sus regalos—espero que te guste.

¿Gustarle? Steve estaba encantado. Debido a los compromisos con Shield y con su novia hacía mucho tiempo que no pintaba, demasiado quizás. Y ahora no podía evitar sonreír como un bobo ante aquello. El sonido que hizo Tony abriendo su regalo lo trajo de vuelta a la realidad. Ahora tenía ganas de quitárselo de las manos y decirle que le conseguiría algo mejor, el poco esfuerzo que había puesto al comprarle eso le estaba pesando. Se notaba que el chico se había esforzado en buscar algo que le gustara.

Y él le hizo el regalo más cliché y básico del mundo.

—Ah, mi regalo es algo malo en comparación con el tuyo—se excusó sinceramente.

Verdaderamente aquello no le importó en nada a Tony, había hecho su regalo sin esperar nada, y ni siquiera sabía que era Steve quien le regalaría. De todas formas Steve había atinado con sus chocolates favoritos, así que la sonrisa y el agradecimiento que le dedicó fueron totalmente sinceros.

Bucky se acercó a ellos y con una sonrisa le pidió a Steve hablar un segundo aparte. Cuando se quedó solo Tony se agachó para recoger del suelo un pedazo de papel que se había caído del envoltorio de su regalo y no se dio cuenta que la tarjeta que le había escrito a Rogers salió de su bolsillo sino hasta que se levantó. Se apresuró a agacharse nuevamente para tomarla, pero Loki fue más rápido.

—Eso es mío—murmuró Tony tan bajo como pudo para que solo el de cabello negro pudiese escucharlo.

— ¿Ah sí? —se burló Loki, había visto la acción de Stark de retirar la tarjeta rápidamente del regalo, y en verdad quería saber por qué. Una rápida lectura a las palabras en el pedazo de papel le hizo abrir los ojos, eso era más de lo que se había imaginado—Tu estas…

—Oh Loki, ¿Qué es eso? —Thanos se había fijado de la sonrisa en aumento en la cara del genio creativo al leer un trozo de papel que tenía entre las manos, y no podía mentir al diciendo que no tenía curiosidad. Aquello también había llamado la atención de Steve, Bucky y Sharon, e incluso de Thor, que había estado hablando con uno de sus compañeros.

Loki miró detenidamente a Tony, deleitándose en el claro miedo que inundaban sus ojos. Sabía que tenía al pobre chico en sus manos, y le dedicó una sonrisa que Tony, aun entre sus nervios y su ansiedad, supo distinguir como la sonrisa más maligna que jamás vio en su vida. Pero tragó duro, preparado para que el otro le delatara, enfrentaría la idiotez que había hecho como un adulto.

Aun sabiendo lo jodido que estaba, era Anthony Stark, y no se dejaría humillar más de ninguno de ellos.

—Es una carta para mí—terminó diciendo Loki, sorprendiendo a Tony quien estaba esperando que el otro le delatara—al parecer tengo un admirador que no se anima a hablarme.

—Eso es excelente, el romanticismo se ve muy poco en estos tiempos—celebró Thanos. Él era un ridículo creyente en las cosas cursis y románticas, con una clara diferencia con Nébula, quien era mas fría. —Pero debería decírtelo en persona, quien sabe si le correspondes.

—Quizás tenga miedo de que Loki lo asesine—exclamó Steve a un lado, siendo coreado por Bucky. —o algo peor, que en verdad le corresponda.

Loki no se sintió ofendido ante esas palabras poniendo toda su atención en Tony, quien lo veía casi desafiante. Quizás por eso se perdió la extraña mirada que se instaló en los ojos de Odinson.

— ¿Un admirador? —Thor no pudo evitar sentirse incomodo al escuchar aquello.

—Si, al parecer adora mis ojos azules y muere por probar mis labios algún día. —Loki no se dio cuenta que sus palabras estaban molestando a Thor en cierta forma, todo lo que quería era molestar a Tony, pero solo estaba consiguiendo hacer que el rubio se sintiera peor.

—Oh vaya, es todo un romántico—celebró Thanos queriendo acercarse a leer la nota—espero que se anime a acercase a ti algún día.

—Sí, yo también lo espero. Y espero que no se ahogue en tus hermosos ojos—dijo Thor de mala gana, y se alejó de ellos hasta donde estaba otro grupo.

Loki frunció el ceño, sin entender aquella acción de su asistente. Decidió ir a ver que rayos le había sucedido para ese cambio tan drástico, pero primero tuvo que enseñarle la carta a Thanos, quien estaba realmente feliz de ver muestras de amor en las épocas navideñas.

……………………………………..

Tony no quiso acercarse a Loki mientras este estaba rodeado de Thanos, el genio creativo le dedicó una mirada de superioridad y, antes de irse a buscar a Thor, paso por su lado y le dijo “hablaremos en la semana”.

Stephen había tenido razón, jamás debió haber escrito esa ridícula carta. Le dieron unas inmensas ganas de irse a su casa, pero sus compañeros lo retuvieron y se le hizo casi imposible marcharse antes, aunque debía admitir que gracias a ellos se pudo olvidar un poco de que Loki había descubierto su secreto y disfrutó del resto de la fiesta. Ya para el final, cuando comenzaron a marcharse y él decidió irse también, Steve se le acercó y le tomó del brazo.

— ¿Puedes hacerme un favor?

Steve no había querido molestar a Tony cuando se suponía que no estaba en horas laborales, pero cuando Bucky le tomó para hablarle en privado se trataba de un tema de negocios. Genner Smith, el gerente de Greco Group le había mandado un mensaje acerca de unos datos que necesitaba confirmar.

— ¿Tú tienes el documento modificado con las últimas cifras en tu computadora?

Tony asintió y con su regalo en mano acompañó a Steve al ascensor, subirían al sexto piso a buscarlo.

Era extraño ver el piso tan vacío y oscuro, Steve encendió la luz del pasillo principal pero aun así se veía algo tétrico.

—En verdad perdón por molestarte—dijo mientras abría la puerta de la oficina de presidencia. Tony volvió a ver el muérdago que habían puesto encima de casi todas las puertas de la oficina y se preguntó si algún día llegarían a besarlo bajo un muérdago. Luego caminaron a la oficina de Tony—ya sabes cómo son los negocios.

Tony asintió sin darle demasiada importancia al asunto y se sentó tras su escritorio para encender su computadora. Como no había más sillas, Steve decidió sentarse en el escritorio a esperar.

—Te agradezco nuevamente por el regalo. —dijo rompiendo el silencio que se había formado entre ambos. Aun se sentía un poco culpable de no haberle regalado al otro algo mejor.

—No fue nada en verdad. —respondió sin dejar de ver la pantalla, si veía directamente a Steve sabía que se sonrojaría, y no quería eso.

—Para mí es mucho, yo antes pintaba bastante, incluso quería ser artista ¿no es chistoso?

— ¿En serio? —Preguntó con genuina curiosidad ¿Cómo sería un Steve artista?— ¿Y por qué no hiciste una carrera en artes?

—Lo pensé en verdad—admitió recordando aquellos tiempos en los que a sus 17 años solo vivía para la pintura— Pero tuve que afrontar que tenía que seguir con el negocio, supongo. Mi madre estudio economía, Thanos junto con los padres de Sharon y T´Challa construyeron esta empresa desde cero. —Steve hizo una pausa, rememorando las veces que Sharon le había dicho que tenía que ser más realistas en cuanto a su futuro—Luego cuando crecí vi que T´Challa seguiría los pasos de nuestros padres, y Sharon también, realmente no hablaban más de otra cosa que de los negocios, de ser exitosos, de… no sé, supongo que yo no me quería quedar atrás. Y así convertí mi pasión en un simple hobby. —Sonrió intentando recordar la última vez que había dibujado algo, no lo logró— Creo que ni siquiera recuerdo como hacer un simple boceto.

—Creo que todos deberíamos tener la oportunidad de seguir nuestro sueño, —Tony había sentido ganas de acercarse y abrazarlo, pero se detuvo. En verdad le habría gustado poder ver alguna pintura de Steve, seguramente habría sido genial— tengo la certeza de que serias un gran artista.

—No lo sé, supongo que nunca lo sabré. —dijo encogiéndose de hombros.

Por un segundo solo se escuchó el sonido de la impresora, y Tony se quedó viendo como las hojas impresas se amontonaban en la bandeja.

—Nunca es tarde para las cosas que de verdad nos gustan—terminó diciendo, y Steve le sonrió sin decir nada más.

Cuando terminó de imprimir, le paso los papeles a su jefe para que los revisara mientras él apagaba la computadora. Al salir, justo cuando pasaron por debajo de la puerta de la oficina de presidencia, Steve detuvo los pasos de Tony sujetándolo con una mano y, tomándolo por sorpresa, le dio un suave beso en la mejilla.

—Muérdago—se explicó Steve señalando hacia arriba, en el marco de la puerta—los amigos también se dan besos ¿o no?

Mierda pensó Tony, había entrado directamente a la zona del amigo gracias a ese beso. Aunque pensándolo bien ¿no era eso más de lo que esperaba?

Sí, lo era. Y debía estar feliz.

……………………..

Bruce estaba más que ansioso, cuando ya todos se estaban marchando quedó con Natasha en la parte delantera del edificio para llevarla a dar una vuelta, y así él podría darle el regalo que le había comprado. Aparcó su moto frente a la puerta principal y la esperó. Natasha le pidió un segundo y le explicó que necesitaba hablar con Loki antes de salir. No entendía para qué, pero esperaría por ella así le tomara toda la noche en eso.

¿Era normal sentirse como un adolescente ansioso emocionado por darle un regalo a la chica que le gusta? Porque él se estaba sintiendo de esa misma forma.

Apoyado en la moto, vio la hermosa figura de Romanoff atravesar la puerta y dirigirse hacia él con una enorme sonrisa y algo negro —que no lograba distinguir bien— entre las manos.

— ¡Mira lo que tengo! —dijo ella emocionada terminando de acortar la distancia entre ambos.

— ¿Qué es eso? —preguntó Banner, solo lograba distinguir que era una tela negra.

La emoción de Bruce se quebró cuando vio que ella le enseñó lo que traía, y resultó ser el mismo vestido que él había comprado.

—Logré quitarle esta preciosidad a Loki ¿Verdad que es hermoso?

—Sí, —respondió sin ganas, viendo como su oportunidad de sorprenderla se había esfumado en pocos segundos.

—Seguramente me quedará genial.

El dio un suspiro derrotado, para luego sonreírle de medio lado.

—A ti todo te queda bien. — En verdad que sabía que ese vestido le quedaría hermoso, — Natasha eres preciosa, incluso podrías ponerte un saco de papas y aun así te verías espectacular.

Natasha lo miró con ojos brillantes, Bruce siempre le hacía sentir tan especial.

—Gracias Bruce— ella señaló la moto con el índice, queriendo pasar un rato más en compañía de Banner— ¿damos la vuelta que me prometiste?

— ¿Por qué no?

Bruce encendió la moto y le dio el casco a ella para que se protegiera. Cuando ella se subió y lo envolvió con sus brazos para no caer, salieron del estacionamiento mientras él se decía a si mismo que quizás no todo estaba arruinado si aún podía pasar un rato con Romanoff.

……………………………………..

El estacionamiento estaba vacío. Solo quedaban un par de autos estacionados pero aparte de él, no había más nadie en el lugar. Bucky estaba recostado de su propio auto, esperando la llegada de Sam y temiendo que este se arrepintiera y no apareciera. Así que sintió un gran alivio cuando lo vio llegar y acercarse a él.

—Pensé que no vendrías— exclamó Bucky cuando lo tuvo lo suficientemente cerca.

—Los regalos que me has dado hasta ahora, esas cartas… ¿Qué significan? —preguntó Sam directamente no queriendo prolongar más la espera.

Sam se había detenido muy cerca de él, Bucky estiró la mano y tomándolo del brazo tiró de él hasta pegarlo a su cuerpo. Le sonrió tristemente, contestando así su pregunta. Sam le devolvió la pequeña sonrisa y su jefe, sin poder evitarlo, se acercó a él en un profundo beso que el contrario correspondió en un segundo.

Que gracioso era todo lo que tuvo que resistir aquella semana para caer ante esa simple pregunta. Pero sin tener que decirlo con palabras, era obvio que no podrían estar más en aquel plan de “imaginar que nada sucedía”.

Bucky no se haría falsas ilusiones, aun con todo lo que sentía por Sam no rompería su racha de relaciones infructuosas, eso era imposible. Dos meses, como mucho durarían tres, y eso sería todo. ¿Y luego? ¿Qué haría cuando inevitablemente terminara rompiéndole el corazón a Sam? porque era lógico que eventualmente lo haría, lo lastimaría ya sea engañándolo con alguien más que fuera novedad o demostrándole que se estaba metiendo con un simple patán. O quizás lo lastimaría cuando le tuviese que explicar que ya no aguantaba seguir con la misma persona tanto tiempo o porque simplemente se aburría de todo aquello. ¿Qué haría cuando la apatía le hiciera decirle a Wilson “dejemos esto hasta aquí”?

Era un bastardo que probablemente le rompería el corazón a una hermosa persona.

¿Pero que más podía hacer?

— ¿Vamos a mi departamento? —preguntó al romper el beso. Sabiendo de antemano la respuesta del otro.

 Y Sam asintió con la seguridad de saber que estaba jugando con fuego y que prontamente resultaría quemado.

 

Notas finales:

 Hi! Lamento haber tardado tanto en publicar y espero ya no volverme a atrasar tanto. Este capitulo resulto ser uno de los mas largos, incluso dividido en dos partes, así que espero que les guste por que me pase bastante reescribiéndolo XD

Por si a alguien le salto  la duda, recuerden que en los primeros capitulos mencione que los ojos de Loki eran azules, asi que por eso nadie dudó que la carta fuera para él. Nos vemos en otro cap pronto!


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