—¿Seguro que no quieres venir? —preguntó Tenzō mientras terminaba de arreglarse.
—Seguro, ya te dije que está bien que vayas solo—contestó Kakashi que estaba en la cama leyendo.
—Pero senpai...—Tenzō hizo una leve pausa, sabía que sonaría como un niño caprichoso, aun así, siguió con su petición —, quiero que vayas, aunque Asuma haya dicho que fuera solo, me siento más cómodo si vas conmigo.
Kakashi bajó su libro para dirigir toda su atención en el castaño—Vamos Tenzō, te hará bien ir solo, podrás interactuar con más gente por tu cuenta, ¿No era eso lo que querías?
—Sí, pero no en una fiesta por mi cumpleaños.
—No te preocupes tanto y déjate llevar, solo será un rato, cuando termine te estaré esperando aquí junto a los niños; toma en cuenta que no los podemos dejar solos, así que alguien debe quedarse con ellos.
—Está bien —soltó Tenzō con resignación para respirar hondo y relajarse, Kakashi tenía razón, él quería ser un poco más independiente y se le estaba presentando la oportunidad perfecta de serlo, debía aprovecharla al máximo. —Volveré temprano —aviso mientras salía de la casa.
—No te preocupes en hacerlo, solo disfruta de la celebración —dijo Kakashi antes de darle un beso en la mejilla de despedida.
Tenzō sonrió con un poco de vergüenza, no importaba cuánto tiempo llevarán juntos, aquellas muestras de afecto lo seguían poniendo nervioso.
—Nos vemos más tarde, senpai.
—Nos vemos, Tenzō —se despidió Kakashi mientras lo veía marcharse.
Era un poco extraño que se sintiera tan nervioso. Solo era una fiesta, había estado en fiestas antes; el cumpleaños de Gai, el ascenso de Kurenai a Jounin, uno que otro cumpleaños de Kakashi, ¿Qué era distinto está vez? Quizá el hecho de que él fuera el centro de atención de alguien más que Kakashi, pero eso estaba bien, merecía ser reconocido también, ¿No?
Llegó finalmente al bar para entrar, escuchó risas que provenían de una mesa al fondo y entonces vio a Asuma que parecía esperarlo.
—Al fin llegó nuestro cumpleañero, ven aquí Tenzō — Asuma le hacía señas con la mano para que se acercará.
—Parece que llegue un poco tarde —comentó mientras tomaba asiento en uno de los lugares vacíos.
—Nada de eso, no tiene mucho que llegamos también —respondió Asuma que estaba a su lado.
Tenzō vio a su alrededor, se sintió más aliviado al notar rostros conocidos en la mesa; Genma, Aoba, Raidō, Ebisu, incluso Iruka estaba ahí.
—Comencemos brindando por nuestro cumpleañero —dijo Asuma rodeando con su brazo el hombro de Tenzō mientras que con la otra sostenía un vaso con sake.
Tenzō se sintió un poco incómodo, Asuma estaba demasiado pegado a él, pero recordó las palabras de Kakashi y solo se dejó llevar; el Sarutobi probablemente solo estaba siendo amigable y él se vería mal si lo repelía. Tomó su vaso y se unió al brindis, sabía que con el alcohol sería más fácil relajarse.
La primera botella se terminó rápido, Tenzō se mantenía callado la mayor parte del tiempo escuchando al resto hablar, él no sentía que tuviera nada interesante que aportar, prefería mantenerse como espectador.
Apenas su vaso se vaciaba, Asuma lo llenaba de nuevo, estaba siendo demasiado servicial con él.
Con el pasar del tiempo comenzó a sentir sus mejillas calientes, pudo entablar una charla casual con Iruka sin ningún problema. Comenzaron hablando de los niños, luego del trabajo, y ahora lo hacían sobre su día a día. Al fin había logrado mantener una plática cotidiana con alguien más.
Una vez más, Asuma destapó una botella y estaba dispuesto a llenar su vaso, pero está vez lo detuvo, sentía que ya había bebido demasiado.
—Así está bien Asuma.
—Vamos Tenzō, no puedes estar sin tomar nada mientras nosotros bebemos —insistió Asuma.
—Creo que pediré una soda entonces, ya tomé demasiado —contestó Tenzō tirándose hacía el Sarutobi para quedar frente a él.
—Una más y ya, por tu cumpleaños —Asuma, ignorando su petición sirvió el alcohol.
—Ya no puedo tomar más —dijo Tenzō.
—Que sea el último, ¿Sí? No me dejes tomar solo —insistió Asuma con vaso en mano.
Tenzō suspiro resignado —Bien, pero...este y ya —dijo haciendo un poco de esfuerzo, sentía su lengua dormida.
—Entonces, Tenzō, ¿Te la pasaste bien hoy? —preguntó Asuma acercándose más al castaño.
—Si, ha sido divertido —respondió Tenzō con una sonrisa para beber de su vaso—aunque hubiera estado mejor con senpai.
Asuma frunció levemente el ceño—Pues a mí me ha gustado más que vinieras solo, creo que Kakashi a veces te limita mucho.
—No, no, no, nada de eso, senpai es muy bueno, él siempre me apoya en todo.
—Ya veo—Asuma rodó los ojos con fastidio, no podía disimular la molestia que sentía —¿Qué tal si mejor hablamos de algo que no involucre a Kakashi?
—No puedo, Kakashi-senpai lo es todo para mí, mi vida gira en torno a él.
—¿Eso no te parece molesto? Creo que tú eres algo más que "el kōhai de Kakashi".
—Lo soy, pero... Le debo tanto a Kakashi-senpai, que me es imposible hablar de mí sin meterlo a él, ¿Me explico? —Tenzō arqueó la ceja, aunque en su mente lo que decía tenía mucho sentido, se sentía borracho, así que no estaba completamente seguro de que lo tuviera.
—Si, si, ya entendí —Asuma desvío la mirada, pensaba que, estando borracho, Tenzō olvidaría a Kakashi, ahora se daba cuenta de que era todo lo contrario. Necesitaba hacer algo más si quería tener a Tenzō para él, pero ¿qué podía hacer?
El castaño se quitó su protector y lo puso al lado mientras bostezaba, comenzaba a tener sueño.
—¿Te sientes bien? —preguntó Iruka.
—Si, yo solo... Creo que ya es hora de irme a casa.
—Te puedo acompañar si quieres —se ofreció Genma que igual estaba a nada de irse.
—No, yo me encargo —se adelantó Asuma para levantarse de su lugar.
—¿Ah? Espera, no puedes irte así —habló Aoba—Si se va el cumpleañero y quién organizó la fiesta, entonces qué chiste tiene que el resto nos quedemos.
—Solo sigan tomando, yo invito —Asuma puso un fajo de billetes en la mesa.
—Estoy bien, puedo irme solo —decía Tenzō.
—No dejare que te vayas así, es peligroso, además de que ya es tarde, así que vamos —Asuma lo ayudó a levantarse.
—Estás siendo muy amable, Asuma-senpai —dijo Tenzō con una leve sonrisa en el rostro.
Asuma abrió los ojos con sorpresa, era la primera vez que lo llamaba así; Tenzō solo se refería como senpai a Kakashi, que lo usará con él debía significar algo ¿No?
—Nos vemos luego chicos —se despidió Asuma.
—Gracias por todo a todos —dijo Tenzō para irse junto al Sarutobi.
—Con cuidado —dijo Genma.
—Que extraño, Asuma casi siempre es un poco tacaño y está vez nos dejó dinero de sobra —comentó Raidō.
—Parece que Tenzō le agrada mucho —dijo Aoba.
—Demasiado —dijo Iruka que había notado un comportamiento extraño en Asuma en esa noche, parecía querer acercarse demasiado a Tenzō.
—Puedo andar solo, en serio —decía el castaño.
—Yo no estaría tan seguro de eso —contestó Asuma que llevaba la mano de Tenzō sobre su hombro para sostenerlo. Puso su mano en la cintura del Jounin apegándose más a él.
—Ah, me siento mal, solo quiero llegar a casa y dormir —decía Tenzō que iba con la mirada en el piso, sentía el estómago revuelto, había cruzado su límite con el alcohol.
—Tranquilo, llegaremos pronto —Asuma veía a su alrededor, eran altas horas de la noche así que no había gente en las calles de Konoha, ningún testigo que notará como se desviaba del camino.
—Quiero llegar a dormir... con senpai —soltó Tenzō cabeceando.
—Estamos cerca, solo espera un poco más —dijo Asuma viendo la residencia Sarutobi a unos cuantos metros de él.
Tenzō comenzaba a respirar cada vez más lento, dejando caer más peso en Asuma.
—Oye, no te duermas, aún tenemos cosas que hacer.
—Estoy muy cansado...senpai.
—Lo sé, pero la noche todavía no termina para nosotros —. Asuma abrió la puerta de su hogar y con cuidado metió a Tenzō, sonriendo triunfante por lo que había hecho. Lo recostó con cuidado en su cama. —¿Tienes calor, Tenzō? —preguntó, y sin esperar a la respuesta desabrochó su chaleco. —No sabes lo mucho que he esperado este momento. De tenerte solo para mí, de esta forma.
Tenzō intento abrir los ojos, pero sus párpados le pesaban, su vista estaba borrosa, solo veía una sombra grande acercándose poco a poco a su rostro.
—¿Senpai?
—Si, soy tú senpai, de alguna forma —contestó de forma burlona Asuma.
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Iruka se llenaba su vaso cuando noto el protector de Tenzō en la mesa.
—Vaya, parece que se le olvidó esto, ¿Debería llevárselo?
—Hazlo mañana, no creo que lo use ahora —contestó Aoba.
—Ni mañana, tomó mucho, la cruda que tendrá será mortal —bromeó Raidō.
—Es verdad, tomo demasiado, y se ve que no era muy tolerante al alcohol, quizá si es mejor que se lo lleve y de paso me aseguro de que este bien —dijo Iruka mientras se levantaba.
—¿Entonces te vas? íbamos a pedir algo de carne —comentó Genma.
—Si, quiero asegurarme de que haya llegado bien a casa, los veo luego —se despidió Iruka tomando el protector de Tenzō para salir del bar e ir rápido con la esperanza de encontrarlo en el camino, aunque llevaba rato que se fueron, de seguro con lo borracho que iba Tenzō todavía tenía oportunidad de alcanzarlos, aunque no fue capaz de encontrarse con ellos en el camino.
Tocó la puerta del hogar de Kakashi, vio como las luces en el interior se iban encendiendo conforme escuchaba pasos acercándose más cerca hasta que finalmente el Hatake abrió la puerta.
—¿Iruka? ¿Qué haces aquí tan tarde? ¿Paso algo? —cuestionó Kakashi.
—Solo vine a traerle su protector a Tenzō y ver qué tal está, ¿Pudo llegar bien?
—Él aún no llega —contestó Kakashi confundido.
—¿No? Pero si ya tiene rato que salió junto con Asuma, y no los vi en el camino —dijo Iruka.
—Así que con Asuma —Kakashi vio al interior de su hogar, los niños parecían seguir durmiendo, tomó su calzado y cerró la puerta.
—¿A dónde vas?
—¿No es obvio? Voy a buscar a Tenzō —Kakashi tenía una mala corazonada, así que antes de que Iruka pudiera decir algo más, se había esfumado, yendo lo más rápido que podía en la búsqueda de Tenzō.