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Papás primerizos por Sora Hatake

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Notas del capitulo:

Actualice de golpe 4 capítulos, si seguias la historia te recomiendo volver al capítulo 21 para que no te spoilees (? 

Si ya lo leíste, entonces debo hacerte una advertencia porque este capítulo tiene contenido sensible, nada explicito, pero aún así lee con discreción

Las manos de Asuma se deslizaban bajo la ropa del castaño, sin ningún tipo de pudor o pena, sintiendo como la piel de este reaccionaba a su toque, mientras soltaba suspiros involuntarios por el roce de otra piel sobre él, todas y cada una de sus reacciones eran embriagantes para el Sarutobi, al fin tenía el tan anhelado fruto prohibido entre sus manos y aunque a él lo excitaba por completo se tomaría todo el tiempo del mundo para disfrutarlo, no dejaría que sus ansias por comerlo no lo dejaran dedicarle el tiempo que merecía por fin tenerlo, al final de cuentas no sería justo si no pudiera disfrutarlo por un poco más que unos minutos, no después de todo el tiempo que invirtió y trabajo por este momento.


Poco a poco le fue sacando la camisa, recorriendo con sus grandes manos todo su torso. Asuma no había sido consciente de que la diferencia de tamaño con Tenzō fuera tanta, una sola de sus manos cubre casi la mitad de su torso, la diferencia de tamaño es algo que siempre le ha gustado, la vulnerabilidad y la sumisión que le agrega a la relación le resultaba fascinante. Él es consciente de que Tenzō es tan chico como Kurenai, una sola de sus manos podía cubrir todo el vientre de la chica, pero el abdomen marcado y los pectorales le resultaron una buena compensación. Se dio cuenta que si ejercía presión en sus manos podría conseguir juntar sus dedos, aplicó más presión de la necesaria con la esperanza de que le dejara marca y así Kakashi notará como le había quitado lo que tanto celaba. Aprovechando la posición en la que estaba se colocó sobre él por completo para cubrirlo y así poder acercar su rostro al cuello de su presa. Inhaló con fuerza para poder disfrutar de su aroma, una mezcla entre alcohol y ¿madera?, era un poco extraño, pero no le disgustaba para nada, quería llenarse de ella por completo. Hundió su rostro tanto como pudo para seguir disfrutando del aroma, mientras sus manos bajaban desesperadas por su torso, hasta que por fin encontraron lo que buscaban, el filo de sus pantalones. Estaba hambriento y desesperado, no iba a esperar más; era el momento de disfrutar por completo su premio.


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Kakashi siempre fue conocido por ser un ninja tranquilo, que pocas veces era imprudente y se dejaba llevar por sus emociones; Era alguien sigiloso, que sabía elegir el momento perfecto para actuar. Pero en esa noche, las cosas no eran así.


Saltaba de forma rápida por los tejados de la aldea, no sabía que ocurría, pero como si de alguna forma estuviera conectado con Tenzō, sabía que algo andaba mal.


Cualquiera que se atreviera a mirarlo a los ojos en ese momento se encontraría con una mirada furiosa, como la de un lobo buscando a su presa, y cuando vio la residencia de los Sarutobi supo que la había encontrado.


La puerta corrediza se abrió de golpe, sus instintos ninja parecieron manejar su cuerpo y le permitieron reaccionar con rapidez, apartándose de encima de Tenzō, girándose un poco para ver quien había llegado, al hacerlo se encontró con una Kunai apuntando entre sus ojos y el sharingan fijó en él.


—¡¿Qué carajos te pasa Kakashi?! —exclamó molestó, sintiendo que ante el mínimo movimiento en ninja frente a él lo mataría.


—Eso debería preguntar yo, ¿qué carajos te pasa a ti, Asuma? —La voz de Kakashi sonaba fría, sin emoción, lo cual confundía al Sarutobi; no sabía que era peor, que Kakashi estuviera molesto, o que no manifestara emociones, porque eso significaba que no dudaría ni un segundo en matarlo.


—Este es un malentendido Kakashi —dijo mientras intentaba distraerlo un poco, lo suficiente como para poder tomar el arma de su pantalón.


Kakashi frunció aún más su ceño y apretó los dientes, realmente estaba dando todo de sí para no matarlo en ese mismo instante.


— ¿Malentendido? ¿Acaso crees que soy un imbécil? ¡Estaba a punto de abusar de Tenzō, lo veo con mis propios ojos!


—Pues tal vez tus ojos te engañan —contestó Asuma apretando la cuchilla en su mano para con un movimiento rápido desviar la kunai de Kakashi.


Tenzō estaba aturdido, pero el ruido hizo que se levantará e hiciera su mejor esfuerzo para entender qué pasaba a su alrededor.


Kakashi levantó la mano derecha para sujetarla con la izquierda, Asuma de inmediato entendió lo que significaba aquella posición: el chidori, debía pensar en algo rápido.


—Escucha Kakashi, creo que es mejor no hacer más escándalo y dejar pasar esta situación, porque estás en una clara desventaja si atacas al hijo del Hokage en su hogar.


—No me importa el hijo de quien seas, estabas a punto de atentar contra Tenzō —Kakashi comenzó a concentrar el chakra en su mano.


—¿Eso paso? Porque lo que yo recuerdo es que él me sedujo —Asuma apuntó con su mano al castaño. —Y luego tú, en un acto de celos, me atacaste. ¿Qué palabra crees que valga más? ¿La de alguien que está en un estado inconveniente como él, o la mía, hijo del hokage y uno de los 12 guardianes del señor feudal?


Kakashi perdió la concentración, era incapaz de hacer el chidori, su cabeza le daba vueltas del coraje y sentía su visión borrosa, era incapaz de discernir a quien tenía enfrente; ¿era el enemigo o era Asuma, su amigo?


—Kakashi-senpai.


La voz de Tenzō llamándolo lo sacó de sus pensamientos, estaba confundido, intentaba cubrir su pecho con sus brazos.


¿Qué debía hacer? ¿Permitir que Asuma se saliera con la suya o defender a Tenzō sin importar las consecuencias? Ver a Tenzō tan vulnerable hizo que su cuerpo actuara por sí solo, y finalmente lanzó un golpe.


Asuma pudo esquivarlo, respondió lanzando un corte al rostro del Hatake quien se cubrió con su brazo.


—Kakashi-senpai, detente Kakashi-senpai —decía Tenzō mientras los veía intercambiar golpes. Estaba confundido, todo le daba vueltas, pero tenía una cosa clara; no quería que lastimaran a Kakashi.


Asuma logró darle una patada empujándolo hacia la salida, si llevaba la pelea afuera iba a ser más fácil atraer la atención de su familia y que todos se fueran contra Kakashi. El Hatake se reincorporó de forma rápida, iba a devolver el golpe pero Tenzō se abrazó a él.


—Quiero ir a casa... ¿podemos ir a casa?


Kakashi pudo sentirlo temblar, era la primera vez que lo sentía de esa forma. Ni siquiera en aquellas situaciones extremas donde su vida peligraba siendo ANBU lo vio así. Vio a Asuma, estaba listo para seguir el enfrentamiento, y él deseaba darle su merecido, pero no podía, no dejaría a Tenzō así.


Lo abrazó con fuerza y se fueron del lugar de forma fugaz.


Asuma suspiro aliviado, de alguna manera había conseguido salirse con la suya. Giró la mirada a su cama, la ropa de Tenzō estaba ahí. De haber sabido que las cosas se iban a poner así, habría actuado antes. Si de todas formas iba a perder la amistad con Kakashi, hubiera preferido haber probado a su preciado Tenzo primero.


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Kakashi fue directo a su habitación, llevó a Tenzō a la cama pero no lo soltó. El castaño estaba acurrucado en sus brazos, pegado a su pecho.


—No me siento bien Kakashi-senpai.


—Debes dormir para que se te pase —contestó Kakashi.


— ¿Te quedarás a mi lado hasta que esté mejor? —preguntó Tenzō acomodándose.


—No te volveré a dejar solo, Tenzō —dijo Kakashi sujetándolo un poco más fuerte.


Aquella noche no pudo dormir. Su mente no dejaba de pensar en el hubiera. Que hubiera pasado si no llegaba a tiempo, si hubiera acompañado a Tenzo, si se hubiera encargado de Asuma y lo hubiera matado.


Su cabeza estaba llena de pensamientos negativos; se sentía agotado pero aun así no pudo dormir. Vio por la ventana como salía el sol. Ojalá pudiera detenerlo un poco más, no quería comenzar un nuevo día y enfrentar lo que se vendría.


Recostó a Tenzō en la cama y lo cubrió con una manta, estaba bien si lo dejaba ahí, estaba a salvo dentro de la casa. Fue a la cocina para preparar el desayuno de los niños y de paso algo para la posible resaca de Tenzō.


— ¡Buen día! —Naruto iba en pijama hacia el comedor, Sasuke lo seguía bostezando. — ¿Qué haremos hoy? —preguntó mientras tomaba asiento y veía a Kakashi servir la comida.


—Nada, es día de descanso —contestó Kakashi sin ánimos.


—Pero dijiste que nos ibas a ayudar a entrenar para las pruebas que se vienen —le recordó Sasuke.


—Ah, es verdad, les dije eso, pero es que hoy me siento muy cansado, así que será otro día.


Sasuke hizo una mueca de disgusto, odiaba esa frase "será otro día", le recordaba a lo que Itachi le decía. Esa frase siempre significaba que para él no había tiempo, pero eso no era lo único que le disgustaba, también era el tono en que Kakashi hablaba.


—¿Podemos entrenar nosotros solos? —preguntó Naruto, él estaba muy concentrado en el entrenamiento para notar lo que estaba pasando.


—Si, si pueden, solo no se alejen mucho, ya saben —contestó Kakashi.


— ¡Bien! Hay que darnos prisa en comer Sasuke, para ir —dijo Naruto.


—Mi cabeza me está matando —decía Tenzō caminando hacia el comedor.


—Tomate esto —Kakashi puso una pastilla y un vaso de agua sobre la mesa, ya lo tenía listo y prefirió no cuestionar o señalar nada más.


—Gracias —dijo el castaño para obedecer.


El Hatake regresó a la cocina, cosa que extraño un poco a Naruto y Sasuke; lo normal era que, si uno de los dos se sentía mal el otro se pegaba a su lado hasta que estuviera mejor, no dejaban de cuidarse y preocuparse por el otro si se encontraban en una situación como esta, pero en cambio las cosas estaban tan frías que incluso sentían una leve distancia entre ellos. Sasuke negó con la cabeza, quizá solo eran imaginaciones suyas. No quería darle tanta importancia, apenas se estaba acostumbrando a su situación familiar y aceptar que está bien sentirse cómodo, no quería pensar en que las cosas estaban por terminar.


Kakashi le sirvió el desayuno al castaño, que a diferencia del de los niños era una sopa, y se fue, dejándolo comer solo.


Sasuke prestaba atención a todo, y ahora si estaba preocupado, no sólo evitaban hablar. Todo su lenguaje corporal denotaba que no se querían ni mirar.


—Estoy listo, vamos a entrenar Sasuke —lo llamó Naruto corriendo hacia su habitación para cambiarse.


—Allá voy —Sasuke fue tras él no sin antes verlos de reojo, el día anterior estaban bien, ¿Qué había pasado mientras él y Naruto dormían?


Naruto iba energético como siempre, corrió al lugar en el patio donde Tenzō les había acondicionado un par de troncos para que entrenaran el lanzamiento de shuriken.


—¿Crees que hayan peleado? —preguntó Naruto mientras estiraban.


—No, están diferentes a esa vez —señaló Sasuke. —No sé qué paso, pero no hay que meternos.


—Pero-


—No sabemos nada de lo que haya pasado, parece ser algo de ellos dos, así que no nos involucremos esta vez, si están juntos de seguro tiene solución.


—Está bien —dijo Naruto, aunque en el fondo no estaba convencido de no intervenir, pero si Sasuke lo creía, entonces era lo mejor, así que le haría caso.


Tenzō salió de bañarse, se sentía un poco mejor, al menos el dolor de cabeza había disminuido. Se recostó en la cama para ver al techo, no podía recordar mucho de lo que pasó el día anterior y eso no estaba bien.


Bebió mucho, no se sentía bien, así que Asuma se ofreció para llevarlo a casa, ¿y luego? Apretó sus ojos para forzarse a recordar, de forma visual no lograba hacerlo, estaba en negro, pero su cuerpo si que recordaba. La sensación de ser tocado por todo su pecho lo alertó.


—"¿Lo estas disfrutando, Tenzō?" —Le susurraba alguien sobre su cuerpo, aun podia sentir la sensación de su aliento sobre su pecho.


Se sentó de golpe en la cama mientras respiraba agitado, esa voz no era la de Kakashi, era más profunda, como la de Asuma... ¿Qué había hecho? ¿Cómo llego a eso? ¿Acaso él...?


— ¿Te sientes mejor? —preguntó Kakashi parado en la entrada de la habitación.


—Kakashi —Tenzō se giró a verlo, en el momento en que sus miradas se conectaron sintió como sus ojos se aguaron, lo había engañado, había traicionado a la persona que más amaba.


No necesito decir más, Kakashi se abalanzó sobre él para abrazarlo. —¿Qué pasó, Tenzō? ¿Qué fue lo que te hizo?


—No lo recuerdo, pero yo-


—No, no, no te culpes por esto —dijo Kakashi acariciando su espalda buscando darle confort.


—Pero...


—No sé qué paso, pero si de algo estoy seguro es que no fue tu culpa. Confió en ti más que en nadie Tenzō, y sé que no harías algo así.


Tenzō se aferró a Kakashi, escondiendo su rostro en el hombro de su senpai. Se sentía indigno de esa confianza que le daba.


No sabía que paso, pero si estaba seguro de que las cosas no volverían a ser como antes después de ese día.

Notas finales:

Gracias por todo el tiempo que esperaron, creo que la web ya se arreglo, espero que no me haya saltado de publicar algun capítulo (? 

Agradezco mucho que hayan leído y si me dejaron un comentario les agradezco el doble. 

Nos vemoooooooooooooooooooos


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