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Historias perv-didas. por SigmaIII

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Notas del capitulo:

Hola, por fin otro capitulo de esta historia. 

No es la cañaba del misterio. 4to. Capítulo. 

 

Luego de hacer unas compras Stan regresaba a su apartamento. Un lugar pequeño en un tercer piso. Subió las escaleras furtivamente para no ser pescado por su vecino parlanchín. Encendió la luz. 

-¡Aahh! ¡Quita ese ojo, te ves espantoso! ¡Casi me matas!- El triángulo estaba en una esquina de la habitación meditando. Flotaba, brazos y piernas cruzados, ojo abierto con una mirada fija y penetrante. Había aumentado su tamaño, media lo que el refrigerador. -Te ves horrible, sólo... permanece pequeño y todo estará bien. - Ya llevaba semanas así pero este día en particular daba más miedo. -Oye comienzo a preguntarme qué gano yo de esta sociedad. Sería bueno unas respuestas-La mirada de Bill era tenebrosa, más con la delgada y roja pupila; por momentos en su cuerpo se dibujaban imágenes de personas, animales, lugares y acontecimientos. Stanley lo cubrió con una sábana para dejar de verlo- Mucho mejor. Bien Stan, peleaste con Ford, vives con esta cosa que da escalofríos y por la que no puedes apagar la luz en la noche, si, has estado peor. Solo relájate. Pasala bien hoy, preocúpate mañana-

Stan siguió haciendo. Guardó los víveres en la cocina. Luego se cambió por ropa más cómoda. Cuando salió del dormitorio miró a Bill quitándose la sábana de encima. 

-¿Terminó tu acto de terror? 

-Estudiaba, pero sí. Bueno, ya me cansé, ¡Dime que hacen en esta espantosa dimensión para divertirse!

-Oye, oye si crees que soy tu entretenimiento estas en un error, si quieres permanecer aquí tendrás que seguir las reglas. 

-¿Enserio vas a ordenarme?- Bill lo tomó por el tronco con una sola mano y lo alzó, cambio a una espantosa forma piramidal, con muchos brazos y bocas, tan grande que apenas cabía en la habitación - ¿Dime por qué crees que no te desmembrare?

-Por la misma razón que aun no lo has hecho o no te has ido. La que sea de todas- Se miraron durante segundos hasta que Bill cedió y lo soltó, Stan se dio palmadas para limpiarse la ropa. Sin dejar de fruncir el ceño siguió - Ahora mismo saldré al cine, solo quiero ver una película en paz. Puedes acompañarme y comportarte o puedes quedarte aquí haciendo lo que fuera que hacías- 

Bill quería evaporarlo o ignorarlo por completo (también funciona), pero tras esta meditación, donde ninguna respuesta era la que quería estaba muy enfadado y harto de estar en interiores. Quería distraerse con algo, lo que fuera que valiera la pena. Consciente de que no debía perder a su socio, Bill volvió a su forma triangular de siempre sin perder el tinte rojo del cuerpo. 

-Bien- Concluyó Stan, el hombre se recuperaba de los nervios, si bien Bill daba miedo. También tenía el presentimiento de que no lo dañaría. 

……...

Ir al cine, disfrutar la función. Como es temprano hay poca gente. 

Cuando terminó regresaban a casa, Stan comentaba la película. Bill aún se preguntaba qué pensar. El veía, creaba o manipulaba los sueños. Pero esto fue una experiencia diferente y no terminaba de decidir si le gustaba o no.  

Siguieron su camino cuando fueron detenidos por policías. 

-¡Stanley Pines alias Stanford Pines, mejor conocido como Señor Misterio! ¡Queda bajo arresto!- El comisario Blubs se plantó frente a él. 

-¿Qué? ¿Por qué?- Dos policías se acercaron por cada lado con esposas y porra en mano.  

-Por infligir la ley. 

-¿Puedo saber cuál crimen fue?- Ya lo tenían rodeado. 

-Fraternizar con el ser que ignoramos porque no existe. 

-Oh. Eso….- Sí, era una ley. Un decreto del alcalde. 

-Fue denunciado, y por fin tenemos pruebas. - Le mostró el registro del cine, una compra por dos boletos y una foto donde se les veía salir juntos de allí- La ley es la ley. Tendremos que llevarlo preso. 

-¡Pero, pero todo esto es un malentendido!

-¿Entonces no está fraternizando con el ser que ignoramos porque no existe? 

-Ehmm...yo…- Stan miró cómo más gente llegaba y se congregaba a su alrededor. Lo miraban con reprobación. Bill indiferente, miraba sus garras.- Lo que quiero decir es que, señores oficiales, niño y señoras del cotillón….ehmm tu...

-Ian. 

-¡Ian! Si, lo que quiero decir es…- Stan buscó como librar esta, miró a los presentes, había una mujer con un bebé, luego divisó una máquina expendedora- ¡Que todo esto fue un gran y absurdo malentendido! Verán, ehmm, Bill- Algunas personas gritaron al oírlo nombrar- Quiero decir- Ya fastidiado- Todo lo que ocurrió, el incidente que no pasó, pasó por un gran malentendido- Se acercó a la máquina, metió una moneda y seleccionó una botana, cuando la recogió la abrió y le mostró a todos.

-Señor Misterio, eso solo es una fritura a base de maíz. 

-¿Lo es? 

-Sí. 

-¡Ah claro que lo es! ¿Pero pueden ver su forma?- Los presentes murmuraron entre sí. 

-Triangular. 

-¡Así es!, es una botana triangular, ¡Para nosotros los humanos! pero para la criatura que no existe este es un bebé- Tras esta aseveración los presentes dieron un rápido vistazo a Bill, aun sabiendo que con esto podrían ganarse una multa.- Pensó que nosotros nos estábamos comiendo a un montón de bebés. Él sólo iba de paso por su dimensión nerd pero cuando vio a unos chicos comiendose estos-Agitó la bolsa-  Decidió rasgar el cielo para rescatarlos. 

-¿Es eso cierto? -Silencio- Es lo que yo preguntaría a la criatura que no existe si es que existiera- Siguió el comisario Blubs sin mirar a Bill. Stan le hizo un gesto para que reaccionara y le siguiera la corriente debía ser convincente, de lo contrario a él lo llevarían preso. 

-Eh..¡Sí! ¡Yo solo quería salvarlos! -Dijo sin convencerse de que decía esta tontería. Levito hasta donde Stan y tomó la bolsa de frituras, luego la abrazo. -¡Amo a los bebés! ¡Y odio cuando se los comen! A veces- Por lo bajo- Creí que si los esclavizaba, atormentaba y destruía su pueblo podría salvar a los bebés. Pero Stanley me explicó que los humanos aman comer bebés...digo…. comida con forma de cosas vivas- Antes de que el oficial refutará Stan continuó. 

-¡Así es!, a los humanos nos encanta la comida con forma de cosas vivas como ¡Las galletas de animalitos! -Los pueblerinos coincidieron- Gominolas con forma de oso, tiburón…-Movió las manos para incitar a que los demás hablaran. 

-Gusanos de dulce. 

-¡Deliciosos hipopótamos y sapos de chocolate!- Gritó una joven de voz gruesa.  

-¿Y a quién no le encanta un delicioso hombre de jengibre?- Concluyó Stan. 

Todos aplaudieron el discurso. El amor de Gravity Falls por las golosinas convenció a los pueblerinos de que Stan tenía un punto. Si las personas comían cosas con forma de cosas vivas, y si Bill es un ser vivo con forma triangular de otra dimensión, era comprensible que confundiera unas frituras con neonatos. ¿Quién no haría por defender a un inocente bebé cuando está por ser comido? Sin duda lo haría un héroe. 

Bill abandonó su forma física para explotar a carcajadas en el plano extracorporal y no arruinar el momento. Su forma física permaneció inerte cual estatua. Cuando se calmó regresó a su cuerpo. 

-Hace eso cuando siente vergüenza.-Siguió Stan-  Se siente tonto y muy apenado por confundir una fritura con triángulos bebés. Está arrepentido por lo que hizo.- 

Bill lo miró enfadado. Tuvieron un prolongado enfrentamiento visual, finalmente Stanley ganó. Bill se vió obligado a pedir disculpas. 

-Lo siento. Claro- Se cruzó de brazos detestando a todos.

-Awwww- El ajetreo y bullicio ceso- ¡Que hermoso!- Todos miraron a quien exclamó con ternura. Era el alcalde Tyler, llegaba para mirar a qué se debía la congregación. Se limpió una lágrima después de escuchar la historia. 

 

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Se convocó a una reunión inmediata. Los involucrados se encontraban sobre una tarima. 

-Lamentamos mucho esta confusión. De ahora en adelante se revoca la ley del hielo contra la criatura hipotética que nunca existió y se prohíben los alimentos con forma triangular-Clamó el alcalde. 

El tipo fanático de la pizza bajó la cabeza decepcionado. 

-Señor Bill, Stan- Tyler les dio la mano y se despidió. Los presentes aplaudieron y poco a poco se dispersaron. 

Regresaron al cuarto. 

-Que pesadilla. Por poco y me encierran. -Stan se dejó caer en el sofá y se aflojó la camisa. Bill aún llevaba la bolsa de frituras. Le parecieron fascinantes, para él eran como muñecos. Le encantó tomarlos uno por uno para sacarlos de la bolsa, comenzó a acomodarlos en el suelo. -Ayudo que te disculparas. Mejor quedate pequeño, así no das miedo. Nada de poderes raros….-

 

 Continuará...

Notas finales:

Saludos, gracias por leer. 


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