Costo pero por fin. Después de tanto tiempo y tantas discusiones con la pareja caramelito en la cual Lan Zi Shui terminaba siempre llorando y alterado, Ze Wu Jun convenció a su novio bebé para que vuelva a dar clases, sabe que no va hacer fácil para su joven amor continuar con su vida pero tampoco es bueno dejar que se siga hundiendo en la oscuridad de la desolación ni en la autocompasión.
-¡para mi no es un reto!- acaricia el cabello del menor
-¿entonces...?- los ojos del menor no se despegan del rostro de su hermoso jade.
- ¡es amor!- toma una de las manos de su novio bebé, la lleva a sus labios para besar uno a uno esos delgados y fríos dedos, esta acción no solo saca mas de un suspiro al tercer jade, le causa un enorme dolor.
- ¡duele mucho!- los ojos de Lan Si Zhui se cristalizan- ¡y se vuelve insoportable!- al fin una lagrima hace aparición perdiéndose en algún lugar de su barbilla- ¡insostenible!
- todos percibimos el amor de distintas formas- limpia la segunda lagrima que rodo por la mejilla del chico- en ocasiones es tanto que algunos no saben como expresarlo, a otros les causa miedo o simplemente no pueden decir te amo por que se van en negación.
- ¡a mi me duele el pecho y mi garganta se aprieta!- sonríe quedo- se supone que el amor no debe doler....¡no quiero que pienses que no te amo!
- veo en tus ojos, en tus labios y en tu rostro en si, todo el amor que me das y no necesitas esforzarte ni desesperarte- le acaricia rostro- eres todo lo que deseo y en mis brazos siempre encontraras amor, apoyo... ¡vida mía estaré junto a ti, hombro con hombro!
-¡gracias!- sonríe dulcemente.
- en este momento seré tu pilar y tú fuerza. no estas solo- le sujeta de los brazos y gira poniéndolo delante de él- tú sabes que hacer, no te detengas y continua sin miedo- lo insto a regresar al salón.
el primer día de su regreso fue el mas difícil, con mucha anticipación Ze Wu Jun hablo con los jóvenes y pidió paciencia y comprensión para con su maestro, si bien los menores no saben lo sucedido con Lan Si Zhui, están consciente de que algo grave le ocurrió y por lo tanto están dispuesto a esperar y a cooperar. El maestro al entrar al salón, pararse frente a sus discípulos y ver los ojos de cada uno mirándolo a él, prestando atención como es debido se sintió flaquear con el miedo revoloteando por todo su ser y sin pensarlo escapo a toda prisa. El primer jade que estaba junto a él, salió persiguiéndolo hasta que lo alcanzo y convenció de regresar. A pesar de no haber superado los sentimientos y recuerdos tormentosos, saco valor desde sus entrañas para regresar al salón donde sus discípulos lo esperan. Volvió a dar clases, pero ahora es diferente, ya no es más un amigo, es solo un maestro. ya no esta esa cálida sonrisa que lo caracterizaba, ahora es más serio y distante, sus clases ya no son divertidas pero aun así sus alumnos no dejan de ser los mejores, los niños extrañan a su adorado y amoroso maestro, pero ellos dentro de sus jóvenes corazones no saben que llevó a Lan Si Zhui a cambiar del cielo a la tierra, ignorantes al respecto añoran que vuelva a ser el de antes. El problema del tercer jade es que las voces en su cabeza no lo dejan de atormentar diciéndoles cosas como: ellos también te van a traicionar, te van a abandonar, saben lo que te paso y se burlan, saben lo que te paso y te culpan, nadie te quiere, tu padre te dio la espalda y lo volverá hacer, les estorbas, eres asqueroso, Ze Wu Jun solo siente lastima por ti.... y cosas por el estilo. En ocasiones todas esas voces lo acosan al mismo tiempo con palabras dolorosas, tanto que en momentos y en plena clase se queda en blanco o sale corriendo para poder tomar bocanadas de aire y poder calmarse. Por culpa de estas voces desconfía del resto en Gusu por que piensa que lo culpan de todo lo que paso y por eso va hacer muy difícil volver a ser el maestro de antes.
Como siempre y antes de comenzar con sus deberes, Ze Wu Jun pasa por el salón donde su novio bebé da clases, no puede evitar sentirse orgulloso por los logros de su pequeño prometido, ver a Lan Zi Shui impartiendo clases le causa ternura por que es ver a un niño enseñando a otros niños y por eso no puede evitar expresar una radiante sonrisa, entre todos sus sentimientos aparece ese que le causa molestias y no es la primera vez que le pasa, por lo tanto antes de cumplir con sus deberes decide ir con su hermano, por que necesita ayuda urgente para comprender lo que le esta pasando.
- hermano- saluda con una reverencia Ze Wu Jun- ¡hermano!- el jade se ve compungido- hay algo que me molesta desde hace tiempo y no se como explicarlo ni a que asociarlo... ¡no lo entiendo!- suspira.
-mnnn....- invita a un té al mayor- ¿qué es?
-¡no es algo!- toma la mano del menor- es mas bien, una especie de sentimiento...
-¿qué es lo que sientes?- bebe de su té.
-rabia, impotencia, frustración... a veces quiero estrangular a alguien, golpear y en ocasiones la ira me invade- el jade menor lo observa calmadamente, si bien su hermano mayor es bueno para leer sus pensamientos él es bueno para interpretar los sentimientos del mayor cuando este se bloquea, se ahoga y no sabe como entenderlos, pero el menor ya se dio cuenta de todo- ¿por qué? no lo entiendo.
-¡hermano! ¿esos sentimientos son por algo o por alguien y bajo que circunstancias se manifiestan?
-la primera vez fue cuando llegaron cartas de otras sectas cuyos lideres ofrecían a sus hijas en matrimonio para con A-yuan- bebe de su té- otro ejemplo fue cuando Su She pidió cortejar a mi novibebé, otro es cuando los discípulos piden su atención...
-ya veo.
-¡...!
- sientes que quieres arrancarle los ojos a todo aquel que se atreve a mirarlo- comenta el menor.
-si, y deseo apartar a todo el que se le acerque- le sigue el primer jade.
- para que no respiren el mismo aire que él.
-deseo tomarlo en mis brazos y llevármelo lejos.
-y esconderlo para que solo te vea a ti.
-no quiero que escuche a nadie más.
- y siempre cantarle las más hermosas canciones para que tu voz quede gravada en su memoria.
- para que solo tenga oídos para mi.
Después de haber empezado su conversación tranquilos bebiendo sus respectivo té, sentados sobre sus cómodos cojines, terminan parados con un pies cada uno sobre la mesa, uno de sus puños presionados en alto, con sus ojos llenos de ilusiones mirando al cielo completamente emocionados.
- celos- termino diciendo Lan Wang Ji en un tono frío, típico en él y guardando compostura mientras que su hermano se arregla su hanfu.
-¡...!- vuelven a tomar sus respectivos lugares junto a la mesa para continuar bebiendo de sus té.
-....
-yo...¡así que siempre fueron celos! ahora entiendo muchas cosas, estos sentimientos son nuevos para mi, jamás los asocie a que eran celos.
- un mal habito- hace ver Lan Wang Ji
- debemos eliminar esta clase de sentimientos, no es bueno...- medita el mayor.
- te aconsejo a que aprendas a vivir con ellos.
- ¡ya veo!- sorbetea su té- es mejor que no se enteren de esto, no queremos que nos teman, la idea es que nos amen...
-mnnn.
Es verano y por los pasillos de las residencias de las familia principal, se ven corriendo un par se pies entorpecidos por el largo del hanfu, el pequeño choca con todo el mundo que no alcanza a esquivarlo, ni que decir de los pobres sirvientes, ellos con más razón sufrían por que al cargar con cosas en sus manos hacen malabares para esquivarlo y al mismo tiempo impedir que se lastimen con los utensilios con los que cargan. Estos detalles para un niño de cuatro años al ser ignorante de ellos no tenían relevancia, lo único importante para él es llegar a su destino y ahí estaban, iluminados por la luz del sol aquellas dos personas resplandecían convirtiéndolos en seres mágicos a su vista, estando a punto de llegar uno de ellos extiende sus brazos y con una voz melodiosa y llena de amor lo llama por su nombre un par de veces antes de tomarlo entre sus brazos y alzarlo, mientras que la segunda persona le acaricia la cabeza y mostrando la sonrisa mas radiante que un ángel pudiera expresar. Quien le sostiene de los brazos lo alza aun mas por sobre su cabeza, entonces el pequeño también extiende sus manitas queriendo tocar el cielo.
Lan Jingyi nació una año después de que sus padres se casaron, fue un matrimonio arreglado la doncella escogida pertenece a la misma secta, desde su niñez fue educada y entrenada para ser la esposa del futuro líder, los jóvenes se conocieron el día de la ceremonia que los uniría de por vida. no había amor por ninguna de las dos partes pero a pesar de eso, Lan Xi Chen se enamoro de ella con el paso del tiempo y llego amarla y le dio el lugar que le corresponde como la esposa del líder. pero ella, Lan Yin jamás llego amarlo, odio su vida des de su pubertad etapa en que comprendió por que vivió en completo aislamiento y encerrada, el día en que se caso obtuvo algo de libertad, odio la noche de boda en que se vio obligada conocer a su esposo, odio el momento que que las sabanas manchadas con su sangre después de haber perdido su virginidad fue expuesta a los ancianos en el pabellón de los ancestros solo para ser reconocida como digna esposa de Lan Xi Chen, la mujer era la esposa ideal para cualquier cultivador, atenta, servicial, educada pero no había amor a su esposo, solo respeto y su beber de cumplir como esposa, el joven a pesar del ciego amor hacia ella, jamás obtuvo su corazón y él estaba consiente de eso.
Una sonora cachetada se escucho en todo el Hanshi junto al llanto de un pequeño niño que desesperado trataba de contenerlo para que su madre no lo escuchara y volviera a pegar, pero era imposible, cada vez que Lan Yi perdía la cordura expresaba todas sus frustraciones agrediendo a su pequeño niño de cuatro años cada vez que se encontraban solos.
- maldito, te odio- decía la mujer sin piedad- eres mi desgracia- grita mientras ella misma se jala del cabello- te odio, eres una calamidad- agarra al menor de cabello y arrastra hasta al rincón mas cercano donde lo arroja con violencia y termina dándole una patada. Lan Jingyi tenia toda su carita enronchada producto de sus lagrimas y cachetadas recibidas, los únicos quejidos que se escuchaban por su parte eran los que no podía contener y lograban escapar de entre sus labios, el pequeño temblaba pero no de frío y en su pequeña cabecita no concebía el hecho de que su madre, la criatura mas hermosa que debía ser para un niño, quien debía protegerlo y amarlo lo castigara de esta forma tan cruel por algo que ni siquiera sabe si tiene la culpa y no logra comprender. De pronto la mujer llevo a su hijo contra el suelo, se sentó sobre él llevando todo su peso a su pequeño estomago, desquiciada ejerció con ambas manos presión en aquel pequeño y frágil cuello, a Lan Jingyi cada vez le resultaba difícil respirar, su vista se nublaba y estaba viendo oscuro- eres una maldición, mi sentencia, eres el ser mas despreciable que pude haber engendrado- empezó a gritar la mujer- muérete- repetía una y otra vez ya fuera de si.
Lan Jingyi, a lo lejos ve una luz entrar por una puerta que se abre, escucha pasos y gritos que no logra distinguir, en lo que supone ser su ultimo aliento se deja ir, lacio e inconsciente de lo que esta ocurriendo a su alrededor. Cuando abrió los ojos tenia miedo sobre todo de aquellos que trataron de acariciarlo por que cada vez que extendían sus manos para hacerlo el pequeño se sobresaltaba del susto pensando en que lo iban a golpear, cuando abrió los ojos le dijeron que su madre se volvió loca y termino muerta, a sus cortos años mas que los golpes, le dolió y sufrió por la perdida de su ser mas amado, su adorada madre. Su padre era el único que lograba calmarlo, era al único a quien dejaba acercarse y cada vez que lo apartaban de su lado el pequeño Jingyi entraba en crisis gritando desesperado y aunque ,los ancianos trataron de llevarlo al sector de los infantes por que lo consideraban un estorbo para el líder, este jamás permitió que lo apartaran de su hijo, no lo dejaría solo, en su estudio cuando tenia que revisar sus papeles el pequeño despierto o durmiendo se mantenía quieto en el regazo de su padre chupándose un dedo, también lo mantuvo a su lado cuando tenia una reunión con sus íntimos amigos lideres, ya cuando no podía enfrentarse en esa situación a los que no eran cercanos, su tío o hermano lo reemplazaban, para el pequeño heredero esta situación cambio cuando conoció a su primo Lan Si Zhui, desde entonces el menor se apego al mayor y siempre andaba detrás de él como si fuera un pequeño cachorro que va detrás de su mamá, y por supuesto que si, esos dos niños estaban carente de una figura materna y estaban dispuesto a amar a cualquiera que quisiera amarlos y los instintos maternales de A-yuan aparecían cada vez que el menor estaba con él, su lado maternal son los sentimientos que recuerda de su propia madre, recuerdos que con el tiempo fueron quedando atrás, ahora el tercer jade se comportaba como todo un hermano mayor, protector.
Como un vendito aniversario, desde entonces y en la misma fecha durante un par de días, Lan Jingyi siempre cae enfermo, con una fiebre alta llena de delirios, pesadilla y dolor. A pesar de haber olvidado aquel terrible recuerdo en donde casi muera acecinado por su madre, su padre cree que su subconsciente no le deja olvidar aquella fecha que al igual que los años anteriores se cumple uno más de aquel fatídico día. Ze Wu Jun esta con su hermano junto a su hijo, el segundo jade toca su instrumento para calmar la mente del menor mientras que el jade mayor cambia las comprensas frías para bajar la fiebre, el hechizo que usaron en el adolescente para olvidar aquel día no sirvió de nada. En sus delirios, Lan Jingyi no deja de llorar ni de llamar a su madre, al escucharlo su padre no deja de sentir como su corazón se quiebra y no sabe como consolarlo.
Al otro día durante la mañana el joven heredero despierta como si nada le hubiera pasado, algo complicado se sienta en la cama, queriendo encontrarse con su primo, pero esta vez a diferencia de los años anteriores, su primo no esta, su mirada se pierde en el paisaje que se deja ver a través de la ventana, el joven percibe que alguien entra.
- una pesadilla, al igual que los años anteriores- suspira- y al igual que las veces anteriores lo olvido.... pero la sensación horrible queda....
- es solo eso- el jade se sienta en la cama- no debes tomar gran importancia.
- cuando mas pequeño no entendía- dijo aun con la vista hacia el exterior- pero he llegado a pensar de que no es una pesadilla si no que algo importante de mi vida que olvide y se quiere manifestar.
- de ser así, lo olvidaste...
- padre, ¿ qué me ocultas?
- no hay nada que ocultar....
- tiene que ver con la muerte de mamá, acaso yo soy el culpable....
- no eres culpable de nada- atrajo a su hijo y lo escondió entre sus brazos y beso su frente.
-padre... A-yuan esta enojado con migo.
- por que piensas esos.
- me evita y si me acerco huye y si lo toco se sobre salta y me aparta... ya no me mira como si fuéramos familia...
- ustedes dos son unos niños muy sensibles, cualquier cosa por muy mínima que sea les afecta... ya sabes lo que ocurrió con él, recuperarse le va a costar demasiado y no lo puede hacer solo, necesita de su familia y nosotros debemos tener paciencia.
- entiendo- se acomoda aun mas para quedar en mejor posición y permitir que su padre le siga mimando.
Últimamente, las voces que persiguen al tercer jade no lo dejan en paz, a veces son llantos, en otra alaridos, susurros a coro repitiendo una y otra vez lo mismo.
- aléjate de ellos.
- te van a traicionar.
- no los toques, estas sucio y ellos son almas puras.
- inmundo.
- mátalos a todos.
- no confían en ti.
-Ze Wu Jun no te ama, solo te tiene lastima.
- eres un estorbo para tu padre.
En ese momento mientras el joven jade, observa a la distancia a todo el mundo en Gusu haciendo vida social el siente que no merece estar ahí. Siente rabia, desprecio hacia si mismo, quiere arrancarse la piel. En silencio y con calma se dirige a la salida, los guardias lo llaman pero no escucha, las voces no se lo permiten y no pretende detenerse, a unos cuantos escalones lejos de la entrada, Lan Si Zhui comienza a correr, los guardias al ver al joven en un estado inquietante van corriendo para avisar a uno de los padres o al líder, en el camino se encuentran con Wei Wu Xian a quien le avisan sobre el extraño comportamiento de su hijo, el indomable no lo duda y va tras su bebé sin antes ordenar de que le avisen a su esposo en cuanto se desocupe. Al salir se da cuenta que no podrá solo, así que llama a Wen Ning quien no se demora nada en aparecer.
- Qiong Lin.
-mmaestro.
- mi hijo salió, no se encuentra bien y no creo poder dar con él.
- yo lo puedo ayudar.
- necesito que localices a mi hijo, rastreando su segundo cultivo.
A Wen Ning no le costo demasiado concentrarse y en menos de un minuto frente a sus ojos el rastro de aquella energía oscura que su sobrino dejo atrás apareció.
- ya esta lejos, debemos ir rápido antes de que el rastro desaparezca- como siempre cargo con su maestro a su espalda y salió.
En un pueblo, muy apartado, un montón de ancianos junto a un hombre que le faltaba de todo, una de sus manos, un ojo, una oreja, una pierna, varios dientes y otras cosas que no están a la vista, también había una mujer que en sus ojos solo hay ira y locura, todos ellos estaban reunidos en una cabaña, odiando y maldiciendo, hablando de venganza.
- pobres ilusos- interrumpió un hombre, con una voz melosa, varonil, no se puede distinguir bien por que se oculta detrás de ese largo velo sostenido con ayuda de un sombrero, lo único que pueden distinguir es un figura imponente, por supuesto solo para ese grupo que carecen de núcleo o cuyo poder espiritual no es nada- no podrán hacer nada, todos aquí son solo insectos.
- ¿cómo te atreve....?- alzo la voz un viejo decrepito
- no, ¿ como te atreves tú hablarme de ese modo?- aquel hombre se quito el sombrero con velo y todo- los presentes quedaron sorprendidos, aquel hombre a sabido conservar su bella juventud gracias a su cultivo y por ser quien es no dudaron en reverenciarlo- todos a qui quieren venganza, estúpidos y mil veces estúpidos, si fracasaron una vez, quien les garantiza que no volverá a ocurrir- el cultivador cerro su abanico- son unos miserable, pobres y tristes ingenuos.... ninguno de ustedes tiene el poder para enfrentarse a nadie, pero yo tengo algo que les puede ayudar aun sin la necesidad de tener un núcleo dorado- arrojo al suelo un montón de pergaminos- ahí esta todo lo que deben saber, va en ustedes si le sacan provecho... tienen prohibido hablar de mi, mis torturas son las peores- eso fue lo ultimo que salió de los labios de aquel hombre quien les dio la espalda y simplemente así como llego, se fue.