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Te Alcanzara Mi Corazón por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Hola, mis terrones de azúcar.

Aquí mamá terrón publicando un nuevo capitulo de este hermoso fanfic, Dioses... Este momento tan dulce.

Pero como ya ando a punto de irme a trabajar, a poner todo rápido jajajaa

En fin, voten por Tiempo de votaciones…

Esta vez tocan a las parejas que hasta el momento yo he sentido que tienen química y posibilidad de algo más… Aunque una no ha tenido interacción mucha, pero… Me gusta fantasear…

Así que. Esta vez… Escogerán que pareja les gusta o mejor dicho es su favorita de Next Dimensión…

Claro que los dorados de esa época… Los de otros rangos ya vendrán para que escojan jajjajja.

Saben que me encantan los dorados jajjajjaa.

Bueno…

Recuerden solo un voto por terrón en cada de los cinco fanfic’s que publicó o en su defecto en mi tablero de Wattpad.

Así que escojan su favorito…

Obvio no pongo a los mandamases, por que ellos ya salieron en la primera ronda de todo jajajaj.

Aquí se los dejo:

ShijimaXCardinale

ÉcarlateXMystoria

KaiserXDeathtoll

OxXIzo

OdysseusXCain

Esas son las parejas que yo considero hasta el momento…

 

Jajjajjaja aun no termino de leer Next Dimensión y bueno puede llegar a que en el futuro tenga otras shipps… Pero al menos estas no cambiaran para los especiales… Pero en otras circunstancias si. 

Mis terrones de azúcar, les diré que ayer no puse la opción de votaciones en Wattpad, por lo cual por sola esta excepción ya que fue mi responsabilidad, le dejare votar hasta el día domingo hasta la 1:15 pm... Tanto en los fanfic's como e al lista de Wattpad, en cualquiera de la votaciones, por ende tienen aun mucho tiempo para escoger su preferido.

Por su comprensión, muchas gracias. 

Disfruten mucho la lectura terroncitos.

Sin embargo aunque se sienta realmente cómodo entre los brazos del pontífice, de quien acaba de saber una verdad que no esperaba conocer nunca…

Su mente aún está bastante confundida, en un estado realmente caótico por todas esas palabras y acciones, que en ese instante una reacción tardía se hace presente…

Sonrojándose por la posición en que se encuentran, sin tomar en cuenta que descansar su cabeza sobre el regazo del peliverde es algo que solo él podría tener derecho.

De repente solo se levanta, apoyándose de sus manos, para alejar su rostro de las piernas del mayor, y como puede ponerse de pie. Ya que claramente no es digno de un soldado este comportamiento, y más teniendo a alguien cerca que podría dañar al peliverde.

Claramente esto desconcierta a los dos adultos, al solo ver la reacción del menor, que con esa energía vital tan débil, no le ayudaría en nada para estar por completo de pie por mucho tiempo.

-Lo… Lo… Lo siento… Patriarca…- Su rostro nervioso, rojo, bajando la mirada por su atrevimiento al estar dormido, poniendo sus manos delante, su mente es un caos, pero intenta mantenerse coherente –Yo…- Desde luego debe entender intentar tomarse todo con calma, ya que…

Su vista se nubla un poco, el rostro proyecta signos de mareos al solo intentar equilibrarse mejor en sus dos pies, su cuerpo claramente aún no está del todo bien.

Esta débil, su energía vital apenas se está recuperando para que esté consciente… Claramente aún le falta mucho para tener una resistencia que iguale a los soldados más experimentados.

Nota que empieza a tambalearse, sabiendo que podría caer… Se da cuenta de esto desde un primer instante, y sin importar que pueda ser algo que alarme al pelilila, su actuar es sumamente rápido para sostenerlo, pasado su mano por detrás de los delicados hombros, mirándolo fijamente, sabiendo que aún está lejos de estar por completó recuperado.

-No te excedas aun- Esa voz que es nueva para Mu, se escucha tan preocupada y suave –Debes descansar, mi querido hijo- No puede evitar decir esto, sonreírle para que confíe, y comprenda que las cosas ahora serán así.

-¿Hijo?- Confundido, solo pronuncia estas palabras, sin saber qué hacer, o cómo reaccionar, pues su debilidad es mucha ahora, pero es allí que cuando todo lo que escucho comienza a tener sentido, aunque sea muy doloroso y sin lógica para él.

-Mu…- Es extraño no tenerlo entre sus brazos, aunque estén en la misma habitación y claramente solo poca distancia los sepa, sus manos tiemblan al solo no tenerlo cerca, al no poder tocarlo, intenta juntar brevemente ambos extremidades, pues entiende que ahora es el momento de explicarle las cosas a su hijo viene de nuevo, pero esta vez será en calma.

No con un caos en su propio corazón, en donde sabe que actuó mal por haberlo asustado, y prohibirle algo que es tan hermoso, y lo merece tener.

Sus esmeraldas se fijan en el pontífice, nota ese rostro que deja ver un semblante de preocupación y ternura, el cual no lo puede dejar de apreciar, aun así una sonrisa ve dibujada, como si estuviera pensando en cómo iniciar la conversación…

Para el pelilila, este ambiente es extraño… Se estremece un poco, porque puede sentir el clima frio un poco molesto, pero… El tener cercas a un ángel, que en cierta forma lo abraza y procura que no se caiga lo hace sentirse intimidado, cuando no debería haber permitido eso…

Algunas veces le dijeron que los Ángeles no eran buenos, pero ¿Porque con él no siente nada de temor?

No es el mismo sentimiento por conocer y ver a Shaka, sino… Es uno diferente…

Sin embrago no es el tiempo correcto de pensar en eso, pues… Una idea lo atormenta de inmediato, que solo lo hace sorprenderse, siendo aún apoyado por los brazos del castaño que igual rodean sus hombros por detrás y la cintura al frente, sus ojos se llenan rápidamente de lágrimas, aterrado por lo que más teme –Pa… Patriarca…-

Ese llamado que tartamudea, creía que lo llamaría como siempre deseo, pero… Solo fue para nombrar su título. Verlo derramar lágrimas de repente, le causa una enorme impotencia, queriendo volverlo a tener entre sus brazos.

Para el castaño, este comportamiento le causa una enorme intriga, pensando que las cosas fueran diferentes, claramente no sabe la verdad de todo.

-¿Es… Es... Verdad… Lo que dijo… El anterior patriarca, Hakurei?- Baja su mirada con confusión, ahora mismo ni siquiera sabe cómo es su nombre real –O… Sage… Yo…- Traga saliva, sintiendo la boca seca, pero el medio de que aquellas revelaciones, sobre todo la última fuera verdad -Mi... Mamá… ¿Ella… Está bien? ¿Cierto?- Sus ojitos cristalizados, el rostro en un puchero, con las mejillas rojas por el esfuerzo que hace, mientras espera una respuesta que solo creerá si el peliverde se la responde.

La sorpresa en el rostro del pontífice, sabe que la precaución de su amado hijo va directamente a ese demonio, a quien… Le dio el amor que él no pudo…

Obviamente, Shion no deprecia a quien lee salvo la vida a su niño, cuando lo aceptó cuidar… Y lo protegió tanto… Simplemente tal vez un poco de envidia… Sin embargo él no querría que ella estuviera muerta…

La confirmación, esas palabras… Mu no debía porque escucharlas, sin siquiera… Haberlo preparado…

Que crueldades aún sigue cometiendo ese maldito Demonio que se supone debería haber velado y cuidado de su propia sangre, pero solo provoco devastaciones…

Su corazón está lleno de furia también, pero ese odio que se formó… Fácilmente pude ser eliminado con el hecho de saber que ahora tiene a Mu y a Dohko a su lado, que si bien, las cosas no son como desearía, aun así son sumamente perfectas.

Por ahora… Debe ser sensato, y pensar muy bien las palabras, el cómo decir esa parte de su verdad a su amada familia…

Lanza un suspiro discreto, para ver ese rostro que más se cansara de contemplar, junto al de alas blancas, que igual esta conflictuado, claramente… No comprende a que se refiere Mu, al decir esa palabra…

En la mente de Dohko… No debería ser mamá… Sino Papá… Ese es el nombre del cual Shion debería gozar para que el pelilila se refiera a él.

Pero, guardara silencio solo un momento más, para así darle una explicación a su amado.

-Hijo, mi pequeño… Tu madre... Yuzuriha…- Desvía su mirada levemente, no se siente capaz de continuar, el causarle un peor dolor del que ya debe estar experimentando por ese terror que ve en su preciosa carita. Jamás… Jamás querría que vuelva a sentirse así… Nunca más… Debe solo tomar una decisión –No hemos tenido noticias de que… Algo le pasara al pueblo donde vivías…-

¿Cómo podría decirle en este momento que la muerte de ese Demonio femenino se ha confirmado, solo al intentar buscarla?

Que sucedió todo porque él descubrió a su hijo… Y decidió mantenerlo cerca…

El castigo por desobedecer al anterior pontífice aún sigue siendo terribles actos…

Escuchar aquellas palabras, son una mezcla de confusión y algo de calma, dándole una pequeña esperanza que la proyecta, al alzar sus brazos al nivel del pecho, flexionados y en puño, con las cejas en forma de punto juntas, la boca ligeramente abierta, y sus ojitos aun con brillo de tristeza –Entonces… Aquellas palabras de esa proyección ¿Fueron mentira?- Solo eso quiere confirmar, solo que ella este a salvo, y aceptará lo que sea.

Mentirle… Solo para no herirlo, sabe que es la peor decisión que pudo tomar, pero verlo derrumbarse de nuevo… No podría soportarlo, necesita que este bien.

-Solo… De que ella fuera asesinada…- Aunque su rostro este dirigido hacia el pelilila, sus pupilas por un microsegundo miraron hacia otra parte, para no mentirle en la cara aunque lo ha hecho –Lo demás… Es por completo cierto…- Sonríe, también dejando escapar algunas lágrimas, aprecia a su pequeño que al fin esta con él.

Jamás se cansara de seguir gradeciendo esta fortuna de tenerlo de nuevo cerca, con él y ahora a Dohko igual.

En su sonrisa se refleja, sintiendo alivio… Simplemente las cosas van a ser mejor cada día a lado de quienes ama.

Al igual que aquella pose que Shion deja ver, Mu también lleva sus manos a su pecho en puño, sintiendo que la clama vuelve a su pequeño corazón, aunque las lágrimas caigan, ya está tranquilo, confiando en que al menos ella está a salvo…

Pero no todo podría ser calma desde luego.

-Espera…- No deja de ser quien ahora mantiene en equilibrio a su pequeño, pero con esta conversación que no entiende nada, se le olvido que sería mejor idea hacer que se siente en algún lugar para que se recupere –Mi príncipe de pesadillas, ¿De qué está hablando, nuestro hijo?- Ahora es él quien reclama sobre aquella persona que menciono el pelilila, dejándolo bastante consternado, al grado de solo pedir una explicación son su tono y mirada seria.

Ahora sí, ya estando un poco más calmado, y escuchar que de nuevo lo llame hijo, sabiendo que en realidad… El Demonio que lo trajo a este mundo es el mismo pontífice de los suyos, quien no deja de mirarlo con esa ternura y cariño únicos, que lo hace sentir nervioso, pero a la vez… Recuerda sus palabras, y aquellas que le revelaron hace poco.

Simplemente, se gira levemente sin salir por completo del agarre del otro, cosa que quería un poco, pero Mu comprende que su propia fuerza no le ayudara para nada -¿Usted es el padre de Shaka? ¿Cierto?- Las primeras palabras que el pelilila le dedica, y tienen que ser el mismo mal entendido.

-Mi pequeño bebé de pesadillas, te tengo que explicar muchas cosas, pero… Te aseguro que no es como lo crees- Rápidamente y sin pensarlo, menciona un sobre nombre que ha estado pensando, de hecho se le ocurrió en los momentos que paso a solas con ambos estando inconscientes, además que aunque sea algo repentino, no niega, ni deja de sonreírle al menor. -¿Verdad, mi príncipe de pesadillas?-

El hibrido, se queda más confundido por como el ángel lo ha llamado, solo mira al peliverde, para que él pueda darle una explicación de todo esto…

Aunque lo sepa con anterioridad por aquella proyección, no deja de ser impactante y algo muy lindo.

-Dohko…- Sus mejillas sonrojadas, pero también sonriendo levemente, porque su ángel sigue siendo igual de tierno e impluvio en su manera de expresarse y referirse a los que ama –Pará de llamarme así… Solo un momento…-

-Pero… Eso es lo que eres para mí, mi príncipe de pesadilla que solo tú tienes lugar en mi corazón, y ahora también nuestro pequeño…- Sin pensarlo mucho, abraza con cuidado al pelilila, para irle de una vez demostrando el inmenso cariño que ya le tiene, al solo saber que es su hijo que fue concedido con el inmenso amor que le tiene y siempre le tendrá a su amado Demonio –Además… Quiero saber ¿Quién es Yuzuriha? ¿Por qué nuestro bebé de pesadillas la llama mamá?- Preguntas que claramente son un conflicto en el corazón del castaño, pero no va a reaccionar mal, aunque si este bastante confundido, y ahora es él quién se aferra a cuidar de Mu.

Sabe que llegaría este momento al fin… Es doloroso tener que volver a repartir en voz alta los tormentos que padeció, pero… Nadie lo volvería a herir, porque al fin esta con su familia…

Su pequeña y rota familia que se vuelve a unir… Aunque el pelilila este confundido, y desee irse… Se detiene por sus pocas fuerzas, y por un sentimiento tan cálido en su corazón.

Verlos a ambos, los mismos ojos, las expresiones similares, esas miradas que siempre dejan ver lo que en sus corazones se esconde…

No puede creer que debió pasar años sin poder tener cerca a su niño, y ahora… Casi lo pudo haber perdido, no hubiera podido resistirlo, no de nuevo.

-Les explicare todo… Sé que…- No puede evitar tener el sentimiento de vacío de nuevo en su ser –Deben tener una más dudas… Aunque…- Su rosto se frunce con la tristeza, apretando sus labios, reteniendo cualquier lágrima que desee salir.

-Patriarca…- La voz suave de Mu, es tan dulce y delicada, queriendo trasmitir un único sentimiento –Usted, no debe explicarme nada, yo… Creo entender y…- No puede soportar que el mayor este mal, puede sentir como su energía vital revela una mezcla de tristeza y confusión, le desea evitar cualquier martirio.

No lo puede soportar más… Sonríe, dejando que algunas lágrimas se escapen de sus cuarzos, cierra sus ojos, para dirigirse al pelilila –Por favor…Pará de decirme patriarca…- Su tono se quiebra ante esto, porque sabe que debería esperar hasta que nazca del mismo joven en decirle de otra forma, pero es difícil que su corazón lo comprenda –Sé que durante toda tu vida, te dijeron una cosa, te enseñaron que debes respetarme, y llamarme por mi título, pero… A ti… Mi pequeño y amado hijo, no aplica esa regla… Tú, puedes llamarme papá… Sé… Que es difícil, pero… No soporto que me llamas de esa forma… Yo sé que es complicado para ti, pero…- Respira profundamente, entiende que debe ser un desastre ahora mismo, pero es su corazón quien habla… -Lo siento… Es solo que… Todo es tan irreal y hermoso, que quisiera que así hubiera sido siempre… Yo…-

-Mi amado Shion… ¿Qué fue lo que paso?- Entrecierra sus ojos, sintiendo igual sus ojos cristalizarse, por ver de esa manera a quien adora… Solo podía imaginarse por todo lo que debió pasar.

Con solo verlo y no tener sus preciosas alas negras… Pero no sabía cómo tocar el tema… Supo de ese suceso, ya que aún conserva la pluma que siempre mantiene a su lado…

El pelilila, simplemente al ver como logro lastimar al pontífice, se siente avergonzado por estar fallando como un futuro soldado, y un buen disculpó del mayor…

Intenta controlarse, tampoco tiene las suficientes fuerzas para ponerse de pie… Pero aun estando mejor en su vitalidad, manteniéndose sentado en la orilla de la cama ajena, erguido, sin flaquear en su postura –Les diré ahora lo que sucedió en esos trece años… En que no separaron a los tres…- Calla un momento, para sonreírle de nuevo al menor, intentado que sus lágrimas desaparezcan de a poco –Pero antes… ¿Puedo seguir abrazándote, Mu?- Pregunta, estirando los brazos en dirección del pelilila.

Impresionando al menor, quedándose bastante abrumado por la pregunta, aunque sabe muy bien que su sangre es la misma que corre en las venas de ambos seres… Sin embargo aún se siente bastante cohibido para un acercamiento así, ya con la información nueva y consciente de todo.

-Sé que es extraño, pero… No puedo sentirme tranquilo, sino te tengo cerca… Tengo miedo… De perderte… Y… Que me vuelvan a arrebatar  mi hijo… A…- Mira a Dohko, sonriéndole, mientras se limpia las lágrimas de nuevo –Nuestro hijo… Yo… Sé que puede ser raro para ti… Pero, solo pido eso… Por favor…-

El rey simplemente siente que su corazón se destroza, al ver en qué estado se encuentra su amado príncipe de pesadillas, el cómo todo se debió desarrollar, para que aun sigua sufriendo tanto…

Siente deseos tan fuertes de solo tener a ese patriarca, y a su propio padre de frente para hacerlo pagar…

¿Cómo pudieron hacerles tanto daño?

Simplemente Dohko no los podría perdonar nunca…

Mirar como el peliverde se comporta y actúa.

Comprende todo aun con su corta edad…

Se crearía que debería estar tal vez reclamándoles, odiando a todo el mundo, reaccionando de la peor manera…

Sin embargo, su instinto y naturaleza es diferente…

Con solo sentir que su corazón no desea ver herido o mal al pontífice, querer hacer lo que sea para verlo feliz y tranquilo…

Aunque su madre sea Yuzuriha para él, no puede evitar también sentir una conexión con ambos allí presentes…

Sobre todo con el patriarca, que lo hizo sentir muy feliz al escogerlo como alumno… Ahora entiende por qué lo hizo, pero… Eso no le molesta.

Aunque el hecho de saber que Shaka y él… Están emparentados por ese ángel que aún lo sostiene en sus abrazos… Sí que lo hace enojar.

Aun débil… Sus pasos se alejan simplemente del castaño, para tímidamente, acercarse al peliverde y sin pensarlo mucho… Titubeante y sonrojado, con la cabeza baja… Correspondiendo a los brazos abiertos del contrario, escuchando el latir desbocado del otro, al solo posar su cabeza en ese pecho.

¿Tal vez sea por que debe acatar cualquier orden del mayor?

O

¿Qué igual… Desea sentir este contacto con quién es su papá?

Aquel demonio que le dio la vida y sabe que lo ama, por su acciones y como lo ha protegido…

Shion, simplemente sonríe, pues…Que su pequeño venga a él para abrazarlo, es algo hermoso, sin embargo entiende que esto llegara a tardar mucho para que sea algo espontaneo, sin que se lo tenga que pedir, pero… Se conforma con esto por ahora…

Sonríe, solo quiere sentir a ese pequeño ser que le corresponde el abrazo, siente que no puede retener sus lágrimas, al querer cubrirlo con sus brazos por completo para que no sienta frio, aunque su cuerpo está un poco más cómodo con este clima… Por su condición de hibrido.

Dohko al verlos, al solo contemplar a su pequeña familia… Aquella que siempre debió permanecer unida… Pero que fue separada por la crueldad de otros. Ahora ya no lo permitirá que nada los aleje, sin importar que deba traicionar a los suyos.

Su corazón se derrite al ver como su príncipe de pesadillas vuelve a sonreír de verdad, y que el pequeño ser que ambos crearon esta con ellos…

Las esmeraldas notan con más detenimiento esas pequeñas alas grises de su veredero y único primogénito, simplemente para el ángel esto tiene una explicación, que solo corresponde a su genética, pero… Ahora mismo no es el momento de decir algo al respecto.

De forma cautelosa… Toma una de las innumerables sabanas y frazadas que tomo para cubrirlos a ambos para que el frio no les hiciera daño…

Con delicadeza posa una de esas telas sobre los delgados hombros del pelilila y brazos de su amado, para cubrirlos más del frio y a la vez que sus alas estén tibias, no quiere que algo malo les pase, sin siquiera haber hecho la bendición para hacerlas crecer.

Esto solo estremece al pelilila, que… Aunque no se sienta tan incómodo con el frio… Si, algo con el abrazo del pontífice y ese gesto del castaño, que solo piensa que este momento es extraño, pero… Muy lindo a la vez.

-Cuando te sientas listo… Dinos que sucedió, mi hermoso, Shion- Mucho más comprensivo se nota a comparación de como actuó el pontífice antes, pero no va a ponerse a exigir nada, ya que se da cuenta que esto no fue algo que planeo su adorado Demonio.

¿Se podría ser más feliz, aun sabiendo que existen miles de cosas que deben revelarse?

Solo abrazar a su hijo, y tener cerca al castaño, que sin titubear ni un segundo, se acoda para quedar junto a ambos, también abrazarlos… Ya que esta sería la primera vez de muchas, que esto llegara a pasar.

Solo con unos breves minutos, el peliverde se comienza a sentir mejor, tranquilo, sin temer que alguien le arrebate a su pequeño y destruya su felicidad.

Sera muy difícil aliviar ese dolor, pero lo intentará… Su mirada admira el cabello lila, su sonrisa se deja ver, aunque este por hablar de algo bastante cruel en su vida –Después de aquella vez que nos encontraron…Fui encerrado… Azotado… Y bueno…- Su voz suena aun con tanto rencor, pero solo quiere hablar de aquello para que ambos conozcan más de su verdad -Cómo pueden ver… Mis alas fueron arrancadas-

Escuchar aquello… Sabía la información en cierta forma, por aquel último enfrentamiento en donde debió tragarse su desesperación para no provocar más al anterior patriarca, pero…No puede evitar sentir como sus puño se aprietan, mordiéndose los labios por la rabia que va creciendo –¡¡¡ESE MISERABLE… TE CASTIGO… Y YO… NO PUDE HACER NADA…!!!- Como se sigue lamentando por no haber hecho algo para evitar que eso ocurriera.

-No te preocupes…- Una sonrisa le dedica al castaño, mientras puede sentir como el menor levanta un poco su confundida mirada, para contemplarlos mejor –El hecho de que mis alas fueran arrancadas, no me importa… Yo hubiera elegido mil veces más perderlas antes de que… No te permitirán nacer mi niño…- Le confiesa aquello, mientras admira sus pequeñas esmeraldas, que se contraen al solo escuchar aquello.

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿CÓMO?!!!- El castaño solo frunce el ceño, ya estaba muy furioso por lo que debieron pasar ambos, y ahora esto -¡¡¡¿ACASO, NO SE SUPONE QUE ESO YA ES UN CASTIGO?!!! ¡¡¡¿CÓMO QUE DEBISTE ELEGIR?!!!-

Asiente, lanzando un suspiro cansino –El patriarca… Sage… Se enteró que estaba esperando a nuestro hijo… A Mu…- No puede evitar sonreír cada que pronuncia ese nombre –Me advirtió que no permitiría que naciera… Pensó que dándome la elección de conservar mis alas a cambio de la vida de mi pequeño, sería buena idea… Pero no conto, conque yo jamás me elegiría por sobre lo único que me quedaba de ti en ese entonces…-

Al fin se entera de esta parte de la verdad… Las alas del patriarca… No fueron arrancadas en una batalla o como un castigo por desafiar al anterior, sino… Que fue una decisión… En donde lo eligió a él, sin importar el dolor de lo que eso representaba…

La sorpresa insuperable en su rostro, en donde no sabe cómo reaccionar, solo con los ojos bien abiertos y unos labios tembloroso.

Se da cuenta de cómo esto es un impacto muy fuerte para el pelilila. Le sonríe y acaricia sus cabellos, por sobre la espalda, mientras acomoda esa frazada tibia en el pequeño cuerpo –Escogiera mil veces que a mí me pasara lo que fuera, si eso… Te mantiene a salvo a ti, mi hermoso y amado hijo- Su corazón late, queriendo confortar al otro para que no sienta mal.

-¿Por qué debían ser tan crueles? Si el patriarca Sage, era su tío… ¿Cómo es que… Le hizo ese daño?- Para Mu, la maldad de ese anterior Demonio en el poder no tiene lógica, sabe la relación y verdad de ellos.

-¿Tu tío?- La pregunta y confusión en Dohko se nota demasiado.

Asiente tranquilo, calmando su respiración y con las lágrimas seca en sus mejillas, pues la alegría de tenerlo a ambos anula el dolor que sintió antes –Dejo un mensaje en la sala principal del patriarca, para que al momento en que Mu y yo nos encontráramos… Supiéramos la verdad- Guarda silencio un instante, mientras abraza con mayor fuerza a su hijo, aunque ahora mismo puede sentir como su amado ángel posa una mano en su hombro, acercándose más a él, para verlo a los ojos –Allí supe también parte de mi origen… Que yo no era un simple huérfano como me hizo creer… Sino que soy el hijo del verdadero patriarca de aquella generación, Hakurei era su nombre, pero Sage robo su identidad para que nadie sospechara, al ser gemelos… Bueno… El resto creo que se cuenta por si solo… Además que, mi papá fue una leyenda de entre los Demonios, Avenir… Yo…- Suspira, aun esta conflictuado por esta realidad.

Nota este semblante que indica una enorme desesperación, como dolor –Si es demasiado para ti, está bien… Yo… Puedo esperar a saberlo después…-

-Está bien… Quiero hablar de esto de una vez, y jamás tener que volver a mencionar nada de esto- La decisión se ve en sus cuarzos, pues es algo que le duele tanto, así que solo vuelve a tomar aliento y decide seguir –Supe de la barrera… Que sería imposible atravesarla para cualquiera… Los Ángeles y Demonios estarían separados para siempre… Y aun así… Yo creía que eso no importaría, pues… Mientras tuviera a Mu entre mis brazos tendría las fuerzas necesarias para continuar luchando… Aunque en ese momento aún estaba creciendo en mi vientre, pero soñaba con el día de conocerlo, y saber… ¿Cómo sería?- Su ser se estremece, solo al pensar que al fin lo puede ver, saber cómo es… Ya que es la combinación perfecta de ambos.

Al ver como su amado Demonio habla del hijo de ambos, es algo que lo hace caer hipnotizado de amor, sin dejar de lado esa furia por solo pensar todo lo que debió pasar, y eso que aún no llegaba a la peor parte de escuchar.

Mu, como lo había hecho antes, solo guardaba silencio y oía todo, para de vez en cuando conectar con los cuarzos del patriarca y al intentar esquivarlos, aprecia las esmeraldas de su padre, simplemente aun es complicado sentirse en competa comodidad.

Pero… Una parte de él, se siente tranquilo… Al solo escuchar ese latir, como si en su inconsciente recordará que alguna vez ese corazón lo calmo y ayudo a dormir… Aunque fuera un recuerdo de hace tantos años…

Sin embargo, aun con su felicidad y sonrisa, que se expresa en líquido, su mirada se ensombrece, y aprieta sus dientes repentinamente, tan solo por recordar uno de los peores momentos de su vida… Le hace hervir la sangre.

-Aquella noche… En que Mu nació… Albafica estuvo conmigo… Me ayudó mucho… Aunque fue sumamente doloroso y me sentía tan débil, solo pensaba en verte y conocerte, Mu…- El tono rápidamente volvió a cambiar, para estar acorde con su rostro embravecido –Pero… ¡¡¡ESE MALDITO… SE INTERPUSO... CUANDO APENAS ME IBA A ENTREGAR A MI HIJO…!!! ¡¡¡LLEGO PARA HERIR A MI AMIGO, Y ARREBATARLE A MI PEQUEÑO…!!! ¡¡¡SIN DEJARME CONOCERLO, SIN DEJARME… CARGARLO, Y CALMAR SU LLANTO…!!!- Sus manos, sus garras, solo se aferraban al delgado cuerpo que tiene de frente, cuidaría de no lastimarlo, pero… De tan solo recordar sus lamentos, el llanto de su hijo y como los separaron, lo llena de una gran furia que solo se compara con la tristeza en ese entonces –Sentía que iba a morir en ese momento… Deseaba que si fuera, pensaba que te mataría… Solo rogaba que eso no fuera verdad…-

-Fue allí… Cuando me entregaron a mi mamá Yuzuriha…- El menor habla con algunas gotas de sal que brotan de sus ojos, son tibias… Resbalando por sus mejillas.

-Si… Si no hubiera sido por que ella… Fue valiente y no permitió que te… Hiciera daño…- Sus lágrimas son calientes, aunque quisiera cuidar de que no caigan sobre su pequeño, ya entendió que no le hacen nada, no queman a Mu –Por eso… A ella le estoy muy agradecido, ya que sé que te dio tanto amor… Que yo no pude darte, pero… Ahora te juro que tendrás todo mi amor y atención… Que nadie nos separar mi pequeño… Mi amado hijo, mi todo…- Ya no puede resistir hablando de ese cruel pasado…

¿De qué serviría seguir?

Ya fue suficiente…

Sin embargo, alguien no reacciona de la misma forma.

-¡¡¡ESE MALDITO!!! ¡¡¡ESE IDIOTA TE HIZO TODO ESO!!!- Grita desesperado, mientras sus puños arden de cólera, al igual que su energía vital se muestra embravecida por todo lo que el peliverde y el menor debieron pasar -¡¡¡¿CÓMO PUDO HACERLO?!!! ¡¡¡SI QUERÍA HACERLE DAÑO A ALGUIEN, DEBIÓ HACÉRMELO A MÍ!!! ¡¡¡YO TUVE TODA LA CULPA… YO!!!- Su impotencia de no haber evitado todo ese martirio, de no haberse enfrentado a su padre y al anterior patriarca, de no haber podido evitar la formación de la barrera…

Pero en ese momento que vio las preciosas plumas de Shion caer delante, el saber que eso sería uno de los terribles castigos que le depararían a su amor, no sabía que más hacer, se sentía culpable de todo el mal cometido contra su amado.

-Si tan solo… Yo… No hubiera…- Por primera vez, se siente arrepentido de haberse atrevido a posar sus ojos en su demonio, por el dolor que le hizo pasar y no pudo estar con él.

-No te arrepientas de que nos conociéramos…- Las voz de su príncipe de pesadillas es tan cálida y suave, aunque tenga dolor y furia, es tan reconfortante –Por qué… Aunque ese sufrimiento que pasamos… Dolió tanto, que es desgarrador aun…- Sus manos siguen aferradas a su pequeño –Pero, gracias a que nos conocimos, Mu está aquí, con nosotros, y eso… Es lo que importa ¿No crees?- Hace su esfuerzo, ya basta de tanto dolor en un reencuentro que debería ser alegre.

-Pero…- Consternado, aprieta su mandíbula, dejando escapar lágrimas de odio e impotencia por su incapacidad de proteger a los que ama en aquella época –Yo debí haber luchado más por ti… Yo… Debí haberte llevado lejos en cuando nos descubrieron o antes. Era preferible huir juntos, a que pasaras por eso…- El saberlo, el entender que les hizo falta su presencia, como se arrepiente de no haber hecho nada al respecto…

-Dohko… No llores… ¿Si?- Igual hace un esfuerzo por mantenerse estoico, cuando también deja ver su dolor y tristeza… Abrazando más a su hijo –Aunque pasáramos por cosas terribles, que lo único que yo agradezco es que Mu este bien, que no padeció nada malo… Que el hecho de tener que vivir trece años… Soportando chantajes, solo para que él estuviera bien, valieron la pena…- Sonríe amargamente, admirando ahora a su amado ángel que lo mira con compasión absoluta -El saber que… Aquellas sospechas mis eran mentira, que tú jamás me traicionaste que… Aun me amas, como yo a ti… Es…-

Simplemente el dolor sigue su curso… Su lamento y lágrimas igual… Porque al fin de cuentas, el recordar pedazos de ese pasado… Que se esté hablando es tan terrible, que Mu lo escuche y ahora conozca detalles de sus padres, la confusión provoca que su corazón duela. Al igual que el de su padre, que siente solo la impotencia crecer por no haber evitado el infierno que vivió su amado.

Ver que a su precioso Demonio, fue a quien le toco la peor parte…

El rey de los Ángeles, no puede resistir más este sentimiento…

Solo deja que su instinto hable, con un abrazo en donde envuelve a ambos, sus alas que demostraban su furia al extenderse, ahora solo lo hacen para cubrirlos, la forma en que un ángel demuestra que está dispuesto a proteger a quienes tiene bajo de su protección.

-Tienes razón…- Entre la tristeza, alegría y furia, habla conteniendo su enorme enojo para mantenerse calmado, solo quiere tranquilizar a quien ya ha sufrido demasiado dolor –Ese pasado ya no importa, porque ahora estamos los tres juntos, y… Les juro que haré todo para cuidarlos, ahora yo estaré protegiéndolos en todo momento, nada les pasara, no lo permitiré…- Sus palabras son la promesa que Shion quiere escuchar, y la sorpresa en el rostro del menor.

Sentirse envuelto en ese instante familiar, que… Se siente tan diferente a aquellos que tenía con su madre, en donde… Ella con un abrazo también lo envolvía, y le hacía sentir mejor, pero… Al estar entre los brazos de ambos hombres que le quieren demostrar su amor, cariño y el enorme deseo de protegerlo, es algo que… Lo conmueve y hace entender de a poco, que es allí a donde pertenece…

Que el hecho de haber vivido otra vida, no fue culpa de ninguno de ellos, sino… De personas malintencionadas que los separaron, seres con un corazón cruel, y que lamentablemente eran parte de su familia… Eso es lo peor que logra entender, las terribles circunstancias que tuvieron que experimentar, pero que lograron al final hacer que este instante fuera un remolino de emociones, que los hace estar unidos.

-Gra… Cias…- Es un susurro lo que pronuncia, para hablar, entre unas pequeñas lágrimas y una calidez única, porque su corazón late, sus mejillas se sienten arder, y una felicidad lo inunda de repente.

Llama la atención de ambos hombres, por esta palabra tímida.

-Sé que… Me tomará mucho para entenderlo… Pero… Sigo sin saber por qué… Escucharlos y… Saber que… Sin conocerme bien, me quieren… Yo… Estoy muy confundido… Pero no quiero herirlos porque no entienda nada, yo solo… No sé… Gracias… Por qué… Sin ustedes, yo… No hubiera nacido y… No estaría aquí… Yo…- Sus palabras entrecortadas, sin mucho sentido, solo habla un niño de trece años, que intenta comprender su alrededor, agradeciendo que… Aunque sean dos extraños en su vida y que él lo sea en las suyas en cierta forma, lo estén llenando de mucho amor sin saber cómo devolvérselo.

Sus manos se aferran al pontífice, ocultando su rostro en el pecho ajeno, y sintiéndose seguro ya que no niega que el hecho de ser arropado por esas alas blancas, que lo cobijan con cuidado, mientras siente también como la mano del castaño, acaricia su cabeza, con mucha delicadeza para no alarmarlo.

Además que al aparecer Mu no se ha dado cuenta que ahora posee una preciosa aureola de un color blanco brillante con destellos de peculiares colores.

Ambos líderes de sus razas, saben que esto tomara mucho para hacer que el menor lo comprenda del todo, pero ahora estarán con él para secar sus lágrimas, conocer la sonrisa y risa de su hijo, saber todo lo que le gusta, le disgusta, demostrarle el amor que se les negó darle a alguien que es fruto de su amor, que al fin conocen… Y pueden permanecer por siempre unidos…

Pues los trece años del pasado… Ya no seguirán guiando sus acciones, sino el amor que los tres se tienen, claro que aún falta, que Mu conozca que puede amar libremente a Shaka, pero eso… Ya es algo que pude intuir por ciertas palabras del pontífice.

-No te reocupes Mu, todo estará bien… Veras que nada amalo sucederá, nada podrá separarnos, los tres… Seremos la familia que siempre… Siempre estuvimos destinados a ser…- El de cuarzos habla, entre felices lágrimas, por ser abrazado por los dos seres más valiosos en su vida.

-Así es, nuestro pequeño bebé de pesadillas, no te preocupes… Todo estará bien… Vamos a consentirte tanto… Además…- No va a permitir que se haga una idea errónea –Debes saber que yo solo he amado a tu papá toda mi vida, y que tú, eres mi único hijo…- Ya no puede esperar más para dejárselo en claro -¿Lo entiendes?-

Puede escuchar esas palabras y solo asiente, pero en ese momento se entrega a derramar lágrimas sin fin, pues así lo siente en su corazón, deseando solo dejar escapar su dolor, por las hermosas palabras que ambos le dedicaron, el conocimiento doloroso, que todo fue guiado y soportado por el amor…

Dohko, no sabe por completo las amenazas y el tormento de “Colmillo Rojo, pero ese tema no tardará mucho en salir a la luz, ya que…

Muy pronto deberán enfrentarse a la cruda realidad, que los espera afuera del resguardo de estas cuatro elegantes paredes.

Ya que justo en ese momento, el llamado a la puerta de los aposentos del rey es escuchado por unos fuertes golpes.

Esto alerta a los tres allí presentes… O mejor dicho de los dos adultos, que aunque sea un momento muy hermoso, ninguno permitirá que nada, ni nadie les arrebate a su amado hijo.

Las esmeraldas del rey se posan de inmediato en la puerta, sabe perfectamente que el reino se encuentra en estado de alerta por lo ocurrido con la barrera, su presencia debe ser requerida de inmediato.

Claro que preferiría pasar más tiempo con su familia, pero al pensarlo bien… Debe mantenlos a salvo, por completo ocultos hasta que se le ocurra una buena idea…

-Iré a ver quién es… Quien sea, no le permitiré entrar.-

-Debe existir un caos por la caída de la barrera- La realidad los golpea de repente para hacerlo reaccionar, recodando como dejo aquellos territorios que le corresponde proteger.

-Tranquilos mis amores… Voy a hacer todo para que estén a salvo- Frunce su ceño, levantándose de su posición, dejando un momento a su familia, sin su abrazo y que sin sus alas los cubran, pero debe deshacerse de quien desesperado toca a su habitación.

Los cuarzos igual se posan en aquel fuerte llamado, siente que deberá irse si esto se pone peligroso para su hijo, pero… Aunque no está del todo bien… Debe ahora pensar en una manera de escape, solo por si la situación se lo amerita…

Sabe que Dohko los protegerá, confía en que lo hará. Entonces… Si es así… Podrían huir por el balcón los tres…

Sin embargo su análisis se ve interrumpido, cuando una ligera tos de parte del menor se hace presenté, que incluso pareciera que se esté ahogando.

-Mu, ¿Estas bien?- Pregunta algo alterado, nervioso, porque algo malo le estuviera pasando a su pequeño.

Niega rápidamente con la cabeza, separándose levemente del contacto con el mayor, avergonzado por manchar la túnica del pontífice con sus lágrimas y fluidos nasales –Solo… Tengo… Un poco de sed…- Su mirada baja, sin lograr conectar con el peliverde.

Es allí que reacciona que eso es bastante obvio, ya que Mu estuvo en un momento que casi lo lleva a la muerta…

Es tan difícil mantener la calma siempre… Ya que era la segunda vez que pudo haberlo perdido desde que se volvieron a reencontrar y conocer su rostros, como si el mismo destino le digiera que el que estén juntos puede ser una sentencia de muerte para el menor.

Sin embargo, nubla esos pensamientos de inmediato, para sonreírle, limpiando sus lágrimas con su dedo índice, girando su vista hacia la mesa que está a lado de la cabecera de esa cama –Perdón por no darte agua antes…- Se disculpara cada que pueda, quiere ser el mejor papá para su hijito toda la vida.

Sin dudarlo, y sin importar que no sea digno de un patriarca, sirve un vaso de agua para un novato a soldado, aunque Mu no es solo eso, si no… Su pequeño niño. Ofreciéndosele de inmediato al tenerlo casi lleno.

Mientras tímidamente, sonrojado y aun temeroso, el pequeño hibrido lo toma entre sus manitas, para beber aquel líquido vital que se siente tan refrescante, y que al solo saborearlo en sus boca es reconfortador.

Es mejor prestar atención a esto, aunque… Shion está aún atento a ese ruido que se hace demasiado demándate.

Dohko se posiciona delante de aquella puerta, listo para atacar, si es que sus aliados descubren a su familia, e intentan hacer algo estúpido -¡¡¡¿QUIÉN SE ATREVE A MOLESTARME?!!! ¡¡¡ORDENE QUE NADIE VINIERA A IMPORTUNARME!!!- Habla firme y serio, en este momento los dos seres que protege con su vida, son lo más importante para él.

Incluso, le da igual todo lo que esté pasando afuera.

Aun teniendo la puerta de por medio, quien ha llamado sabe que debe hablar primero antes de poder abrirla -Lamento la interrupción… Rey Dohko, pero… Necesito hablar con usted…- Una pequeña mentira, todo para que ese obstáculo sea abierto y le permita pasar.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están terrones?

Kiaaaaa, nuestro Mucito bebé, sabe mas de la verdad, pero... Quien ahora sabe lo que le ocurrió a su amado es Dohko, que de verdad esta hirviendo de furia.

Dioses, sabemos que esta muy mal que Shion le mienta a Mu, traerá problemas, pero... Si lo hacia, las cosas habrían sido mucho pero.

Penso en el bienestar de su hijito.

El sobrenombre que Dohko le da a sus amados, jajajajaja es que si es un amor y super adorable ángel.

¿Quien habrá llegado?

¿Que sucederá?

Pues ya lo verán en el siguiente capitulo.

Me paso a despedir, no sin ante recordarles que deben votar.

Bueno mis terrones de azúcar, me paso a despedir que ya voy mega tarde.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medida de higiene.

No se expongan de mas.

Ammu se va. 


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