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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Aquí esta, como prometí el capitulo 11  

Capítulo 11: Marca de posesión

 

 

Estaba fuera de sí, sus sentidos se dispararon en un segundo, aquel niño estaba lastimando a su Ryoka. Sin importarle que el atacante tan solo fuera un niño, sujeto el mango de la espada con fuerza. Nadie, el no dejaría que absolutamente nadie le pusiera un dedo encima a ninguno de sus hijos.

 

Lo pateo por el estómago tan fuerte que rodo a más de cinco metros de distancia, una vez que le había quitado esa alimaña de encima se acercó preocupado a Ryoka, tenía los ojos cerrados y por más que lo movía no reaccionaba. ¿Qué le había hecho?

 

- Ryoka… Ryoka… - sus ojos se aguaron en preocupación, acerco su oído al pecho, sintiendo como subía y bajaba en una lenta respiración… aún seguía con vida – solo se desmayó –

 

Rui se levantó del suelo con una cara muy molesta, definitivamente no había visto aquello venir. Primero un estúpido niño intentaba vencerlo y ahora venía un omega, un simple omega a defenderlo… pronto la rabia se apodero de él.

 

Tanjiro sujeto entre sus brazos al peli negro dispuesto a salir de allí, estaba invadido de culpa, porque si él no hubiera insistido en regresar entonces Ryoka no hubiera salido lastimado.

 

Aquel chiquillo se había puesto de pie. Tanjiro estaba en conflicto, no quería tener que pelear con un niño, no era algo muy justo que se diga. Sin embargo ese supuesto “niño”, no daba la sensación de ser uno, podía detectar sus feromonas a esa distancia… lo cierto era que aquel niño olía a un alfa adulto.

 

El pelirrojo sujeto la nichirin con una mano y con el otro brazo carga a Ryoka.

 

- ustedes dos… me hicieron molestar -

 

 

-.-

 

 

Kocho atraviesa la garganta con una fina espada, haciendo un hueco en el fino cuello, escupió sangre mientras se retorcía de dolor, aquella mujer le miraba con odio y rabia en sus últimos segundos de vida. lo que recibía era una sonrisa, una bonita y cruel sonrisa.

 

- Kocho-sama… aquella mujer nos servía para el interrogatorio –

 

La mayor sacude la espada y la vuelve a meter en la vaina.

 

- no me interesa interrogarla para que desaparezca misteriosamente… además, no nos servirá de mucho si está marcada – con la punta de su arma levanta un mechón de cabello cerca de su nuca, revelando una profunda y desagradable mordida – quien haya hecho esta mordida no es un alfa común… esas marcas son de posesión y de seguro ella sufrió mucho al tenerlas. Capaz y la silencio con la voz de mando, no sabemos… pero no se deshagan de su cuerpo – justo a su lado pasaba la otra chica con cara bastante pesimista casi como si no le importara ser esposada – ella por otro lado, puede sernos útil –

 

El resto de los Kakushu volvían a tomar el orden en el mercado, atendiendo a los civiles lesionados, la mayoría parecía estar bien, salvo unas marcas en varios sitios de su cuerpo, todo parecía estar en orden… aquello fue bastante fácil, tal vez demasiado. Alguien había hecho un verdadero espectáculo solo para que sean atrapados tan fácilmente… algo no andaba bien.

 

El centro fue tomado con poca resistencia, aun que aun buscaban a los otros tres miembros de la banda que eran más peligrosos según los testigos, miro la cabeza de uno de los ciudadanos, desperdigada por el suelo como si de una sandía aplastada se tratara… no se quería ni imaginar el tamaño del sujeto que hizo eso.

 

Afortunadamente no era la única encargada en esa misión.

 

 

-.-

 

 

- NO NESECITABA DE TU AYUDA – Inosuke pataleaba y sacudía, fue amarrado de un árbol como piñata después de intentar golpear al alfa que había vencido a su oponente, se suponía que él era el más fuerte y venia ese alfa a interponerse en sus planes. – YA VERAS… TE VOY A MATAR- Inosuke estaba dispuesta en dejar en claro que el más fuerte allí era él.

 

Aquel sujeto le ignora, en realidad no le importara la amenaza de un chiquillo.

 

Camina con lentitud hacia el cadáver del gran gigante y saca su espada que estaba atorada entre las costillas del sujeto. Antes de irse pudo observar aquella rustica arma que manejaba ese extraño chico, estaba astillada, con dientes… pero a pesar de su extraña forma, Tomioka pudo reconocer que era una nichirin.

 

Aquel sujeto era orgulloso, aun después de ser amarrado y vencido tan rápidamente seguía tratando de luchar. Giyuu no sabía si en realidad era valiente o estúpido.

 

- DIABLOS…debo ir con Gompachiro – se escuchaba desesperado – Gompachiro está en problemas… su celo… déjame salir de aquí alfa tonto… el necesita de mi –

 

Tomioka volteo finalmente, algo curioso por lo que decía.

 

- ¿en celo? –

 

- debo… debo ir con él –

 

 

-.-

 

 

La piel de ese niño era dura, aun cuando trataba de cortarlo Rui simplemente paraba su espada con el lateral de su brazo, a veces incluso con la palma de la mano, burlándose de él. Le era difícil pelear con Ryoka en brazos, aquel niño era tan rápido que ni siquiera podía pensar en cómo poder huir, se defendía a duras penas.

 

Los ojos azules agua no se despegaban de aquel omega, aun teniendo la oportunidad de dejar de lado a ese mocoso, aquel sujeto se aferraba, protegiendo al niño de sus ataques a veces prefiriendo ser lastimado el antes que al menor. Aquello solo le irrito más aún…

 

- no te será fácil vencerme con ese estorbo encima –

 

- no pienso soltarlo –

 

Rui chasqueo los dientes y le hizo un corte en el brazo.

 

- ¿Por qué te aferras a él?... es solo un niño, ellos son remplazables – sonrió con algo de malicia al ver como se detenía, aquel ultimo corte había dolido – si yo lo llegara a matar puedes tener otro… después de todo para eso existen los omegas – Tanjiro no podía creer lo que acababa de escuchar… ¿Cómo alguien de tan corta edad podía ser tan cínico? – Tal vez debería liberarte de ese problema –

 

Rui era alguien bastante caprichoso, siempre tuvo lo que él quiso, a la fuerza si era necesario. Con el tiempo, su comportamiento muto en algo más perverso y como era un pequeño alfa tan poderoso nadie solía hacerle frente.

 

Mentiría si decía que aquel comportamiento tan protector no lo había conmovido, aquel omega se aferraba a su cachorro como si fuera más importante que su propia vida, le agradaba ese sentimiento… además ese omega no era alguien débil, lo había atacado, cortado y golpeado, para su grata sorpresa siempre se levantaba, como ahora.

 

Era incluso un mejor omega que la que marco con anterioridad.

 

Para Tanjiro las cosas no estaban yendo fácil, su respiración era cada vez más errática, esto no estaba bien, él era más fuerte… entonces ¿Qué le estaba pasando?

 

- estas equivocado – pero aun con la desventajas que tenía no pensaba ceder – no podemos remplazar a nuestros hijos… nadie los remplaza, no se puede simplemente suplantar el cariño por otro – enfrento al otro – y que no lo entiendas es realmente lamentable – los ojos rojos miraron a Rui con determinación.

 

Ese coraje, esa valentía…realmente le gustaba.

 

Al principio había sido bastante tenue y Rui lo había pasado de largo por que le molestaba que lo hubieran pateado y golpeado. Pero conforme la pelea avanzaba podía detectarlo, era el olor de aquel omega, seduciendo sus sentidos.

 

Ese omega estaba expulsando feromonas. 

 

- lo quiero – sus dientes se mostraron filosos y en una mueca algo desquiciada – te quiero como mi omega –

 

Alzo su mano, enterrando las uñas afiladas en su brazo, removiendo la piel, algo que parecía sumamente doloroso Rui no había ni pestañado, dejando caer las gotas de sangre al suelo.

 

El olfato de Tanjiro fue fuertemente golpeado con feromonas alfas, sus pupilas se dilataron y su respiración fue más rápida. Su cuerpo comenzó a reaccionar ante aquel olor acido… ¿no podía ser posible?... La sangre solo esparcía más feromonas en el ambiente, haciendo más fuerte su esencia.

 

Rui era un niño, asique era bastante ingenuo con la idea de tener un omega, no le interesaban en absoluto, porque eran seres inferiores a él. Solo marco a un par por obligación. Se había sobrepasado a la hora de morder a la primera, aquella joven no aguanto sus feromonas y murió poco tiempo después de marcarla, solo confirmando su idea de que los omegas eran débiles… la segunda omega era una adulta hecha y derecha, Muzan no quería cometer el mismo error dos veces. La mujer que marco después pudo sobrevivir, hasta ahora.

 

El vínculo se desvaneció en el momento en que ella dejo de respirar.

 

Rui no le dio importancia… porque ahora podría marcar a alguien mejor.

 

Para Tanjiro no era nada fácil aquello.

 

Había bloqueado por temporadas su celo con la medicina y ahora que sus hormonas eran estimuladas, su cuerpo era más difícil de controlar. Le negó por mucho tiempo a su naturaleza omega aparearse y ahora le costaba volver a tener el control. Sus piernas flaquearon tumbándolo al piso, sentía como sus mejillas ardían y el calor en su cuerpo comenzaba a esparcirse. Tanjiro entro en pánico, era las señales claras de que su cuerpo quería sucumbir.

 

- deja… deja de hacer eso – se aferró con una mano a su espada y con la otra a Ryoka.

 

- vamos… solo suéltalo… una vez que te marque te daré todos los bebes que quieras – las pálidas mejillas de Rui se entintaron en rojo, mientras inhalaba aquel olor a duraznos frescos, jamás había deseado tener a un omega como a ese chico frente a él.             

    

Muzan se lo advirtió, que algún día querría marcar a un omega con todo su ser y que en ese momento no debía dudarlo.

 

Tanjiro aún mantenía su raciocinio, aunque ya no podía pelear… Intento lastimarlo, intentar que se fuera, pero solo logro perforar la palma de su mano. Rui se vio incluso divertido ante esa acción, simplemente apretó el filo y termino por quitarle el arma.

 

Tanjiro no quería eso así que su cuerpo y su razón entraban en conflicto, la cercanía de Rui ponía su cuerpo en tensión, sus músculos rígidos y debía hallar la forma de escapar de esas feromonas o solo seguiría sufriendo los efectos. Se comenzó a arrastrar para alejarse de aquel sujeto… ese no era un niño normal.

 

Pero sus piernas no hacían caso, era una batalla titánica luchar contra su propia naturaleza. Solo pensar que ese niño quería marcarlo le daba nauseas, mucho más que fuera contra su voluntad. Su labio tembló, pensando en la pequeña Ume, que aun dependía de él… si su olor cambiaba repentinamente es posible que ella lo rechace, pensar eso lo destruía.

 

Vio la pálida mano sujetar la tela de la ropa de Ryoka, comenzando a jalarlo. No dudo en sujetar ese pálido brazo y morderlo.

 

- mierda… - Rui maldijo mientras se alejaba y veía como aquel omega abrazaba protectoramente a ese niño – mientras no estés marcado no me dejaras quitártelo… ¿no es así? – Aquel alfa estaba totalmente convencido en tener a ese omega para él, aunque tenga que matar a su hijo – bien… entonces te marcare primero y luego lo matare –

 

No era nada nuevo que pasara aquello, cuando llegaba un nuevo alfa a dominar a un omega, si este tenía hijos estos eran automáticamente rechazados por el alfa y posteriormente por el omega marcado. El olor del omega cambiaba y se volvía la posesión del alfa, dejando a las crías anteriores fuera, habían dos opciones… si los niños tenían suerte eran criados por otro omega, si no… eran asesinados por el alfa que mordió al omega.

 

Los hijos de otros alfas eran un recordatorio que aquel omega no siempre le perteneció… y los celos de un alfa dominante eran muy peligrosos.

 

Para Rui era muy sencillo, él quería a ese omega y ese omega tenía un hijo de otro alfa. Quitarlo del camino era su única respuesta. Que se negara a hacerlo y luchara por aferrarse a ese niño solo hacía que lo deseara más.

 

Tanjiro llevo su mano a su cuello, tapando su nuca en un intento desesperado por evitar aquella abominación.

 

La pequeña mano de ese niño fue a la muñeca del mayor, su fuerza era tal que no importaba que tanto se aferrara a su cuello, termino por apartar la mano, dejando expuesto en su nuca aquel punto sensible que era donde debía estar la marca de un omega… estaba pulcra y virgen, como si esperara al alfa que lo marcara.

 

Rui prácticamente podía saborear la piel del pelirrojo, con ese hermoso tono bronceado y suave al tacto, se le hizo agua a la boca… sus feromonas de alfa comenzaron a descontrolarse y sintió como sus caninos crecían en su mandíbula. 

 

Tanjiro no podía creer lo que estaba a punto de pasar.

 

- no lo hagas… -

 

La sangre salió a borbotones mientras que el sonido de una espada rompía el aire. Tanjiro apretaba su mandíbula esperando que aquello pasara rápido, pero un grito gutural lo despabilo.

 

El brazo de Rui cayó al piso justo al lado de un enorme charco de sangre, los ojos aguamarina casi saliendo de su cuenca y un alto y frio alfa protegiendo la espalda de aquel omega que tenía la intención de marcar.

 

Tanjiro quería llorar.

 

- Tomioka-san –

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

Sé que me pase con Rui, nos salió medio defectuoso la verdad… pero que les puedo decir, su mamá no lo quería así que no sabe diferenciar entre el amor de familia y el amor de pareja. Además, ya estaba muy rosa la historia XD

 

Tomioka salvándole el trasero a Tanjiro por segunda vez… esperemos que no se haga costumbre.

 

Jajaja, ahora sí, gracias a todos por sus lecturas, nos vemos el 30, si es que el trabajo no me castiga XD.     


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