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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Jejeje… y con un tiempito libre, aquí les traigo el capítulo 21. 

Capítulo 21: Dignidad de Alfa  

 

 

Sus respiraciones subían y bajaban, el sudor recorría todo su cuerpo mientras la adrenalina permanecía en su sangre.

 

Ambos estaban uno frente al otro, mirándose de manera amenazante. Los cuerpos de los alfas más débiles en el suelo, algunos con golpes y algo maltratado, otros noqueados, pero nada más grave de allí… no quedaban ninguno que pudiera pelear a parte de ellos dos.

 

Inosuke tenía que reconocer que ese sujeto era fuerte, había lanzado y noqueado a muchos con un solo brazo… casi vence a tantos como él, y dice casi, porque era obvio que él era mejor.

 

- ¡devuélveme a Monitsu!... o juro que te arrancare esa mata de cabello para que quedes totalmente calvo – el olor se volvía cada vez más intenso, sabía que mientras Zenitsu estuviera más tiempo en el celo sin ningún tipo de consuelo sería más difícil para el ayudarlo.

 

Si tan solo ese gran idiota se muriera de una vez.

 

- no llegaras al omega – no dudo ni por un segundo.

 

Sus pupilas pequeñas y negras se fijaron en aquel alfa, era más pequeño que él, sin embargo era por mucho la persona más salvaje que él hubiese conocido, sus movimientos ridículamente flexibles, era absurdamente fuerte de una manera extraña.

 

Él conocía la naturaleza de un alfa, no dejaría que nadie tocara a un omega en esas condiciones, un celo era un estado en el que el omega no estaba en si, por que era vulnerable, aun que deseen tener sexo para saciar su instinto reproductivo no significaba que estuvieran de acuerdo con hacerlo con cualquiera que se les cruzara por al frente y existían muchos alfas que se aprovechaban de esa situación… tomar a un omega en su celo sin su consideración no era muy diferente de una violación.

 

Por eso el no dejaría que ningún alfa le pusiera ningún dedo encima a ese omega.

 

Por más que Zenitsu escuchara aquel estruendo no podía siquiera ponerse de pie, se sentía realmente mal, el calor le envolvía todo el cuerpo como si estuviera dentro de un verdadero horno.

 

A penas podía recordar lo que pasó… ese extraño té tenia hierbas extrañas que hicieron que sus feromonas comenzaran a aflorar, haciendo que todo se fuera a la mierda. Aquel joven y estúpido alfa creyó que lo estaba incitando algo, insinuándosele, Zenitsu le dijo que no, pero intento forzarlo, tratando de quitarle la ropa, incluso le daño su haori el muy mal nacido. Se defendió, tumbándole un par de dientes… hasta que su estúpido celo apareció.

 

Creyó que iba a ser su fin, todos los alfas allí llevaron su atención a él, el omega en celo, no sabía dónde meterse para poder escapar.

 

Sería estúpido no estar asustado… lo estaba, estaba realmente asustado. Lo estaba desde que había traído a esa pequeña a la vida, tenía miedo de esa niña, de lo frágil que era y de que podía arruinarlo todo, tenía miedo de esa marca que latía constantemente día a día, de que en algún momento dejara de latir y el muriera de tristeza… o peor, que en algún momento él se apareciera.

 

A penas pudo ver a través de sus húmedos ojos, no supo cuándo comenzó a llorar.

 

Entonces apareció ese sujeto… con su casi dos metros de alto y cien quilos de musculo termino golpeando a casi todos los sujetos que intentaron aprovecharse. No sabía porque, ya que no lo conocía de nada. Tampoco sabía quién era…Pero lo cierto es que estaba aliviado de cierta manera.

 

Pudo ver tras la figura de una enorme espalda, una estúpida mascara de cerdo y escuchar claramente al idiota más grande que hubiera conocido en toda su desdichada vida.

 

- Ino… suke –

 

Recordaba vagamente a ese idiota, siempre proponiendo hacer estupideces, siempre molestando e insistiendo aunque no quería verlo, aun cuando lo ignoraba. ¿Por qué siempre tenía que ser salvado por alguno de esos dos? ¿Cómo no se cansaban de recoger sus pedazos todo el tiempo?

 

Con la calentura del celo sus sentidos se volvieron más agudos, incluso su audición aumento en gran manera. El ruido se volvió cada vez más insoportable, casi con ganas de querer huir de nuevo se levantó lo más rápido que sus piernas, se ajustó el haori, la única prenda que le quedaba en un estado decente… y comenzó a caminar sujetando de la pared.

 

Si los dejaba volverlo a salvar los volvería a meter en problemas, y no quería eso.

 

Continuo su paso lentamente, intentando que los alfas estuvieran tan concentrados en retarse que no se dieran cuenta de su huida, a pesar de que a cada paso aquel estruendo que hacían las personas por alguna razón no disminuía, siguió caminando, hasta escuchar algo pequeño, pero familiar.

 

El sujeto más alto sintió como lo apartaban de un solo empujón, quedando algo pasmado de que aquel omega tuviera tanta fuerza.

 

- ¡Inosuke!... ¡tú gran bastardo! – Zenitsu sacudió al alfa demencialmente, a ver si así se le quitaba lo bruto - ¡¿Cómo te atreves a traerla gran animal?! –

 

- ¡fue idea de Gompachiro! –

 

- ¡claro que no!... ¡yo sé que él no es tan idiota! –

 

- ¡Asco!... ¡Aléjate hueles asqueroso Monitsu! – Inosuke trataba de quitarse de encima al rubio, pero este parecía querer sacudirlo hasta sacarle los brazos.

 

Definitivamente no esperaba que su encuentro terminara de esta manera.

 

- ¿ustedes… se conocen? – el otro sujeto no estaba entendiendo nada.

 

- desgraciadamente así es – responde a regañadientes el omega.

 

La furia se va momentáneamente y el celo aprovecha para cubrir todo su cuerpo con una oleada de calor. Sus piernas fallaron y estuvo a un segundo de caer al piso si no fuera por Inosuke.

 

- Monitsu idiota… te caes – a pesar de la queja, deja que el omega se aferre a él.

 

- ¿estas… bien? – el más alto parece preocupado, pero al sentir esa nueva oleada de feromonas parece que su tolerancia comienza a flaquear… retrocede unos pasos, queriendo guardar su distancia y eso pone en guardia al chico bestia – lo siento… tu olor –

 

- no maldición… casi diez meses sin un celo, se me olvido lo infernal que se siente – sus mejillas arden por el calor y sus musculo se vuelven gelatina sin su permiso, cualquiera que dijera que el celo es un paraíso, jamás había tenido uno. Se pega más a su amigo, buscando algún soporte – quiero bajarme -   

 

- tal vez saltando del… -

 

- ¡dije que quería bajarme no matarme! –

 

Aun no podía entender como en medio de ese calor, esos dos pueden hablar como si no ocurriera nada.

 

- ¿Cómo… como es que su celo no te afecta? – su cuerpo estaba sudando más, mientras trataba de no moverse demasiado… ese olor lo estaba volviendo loco, en cambio ese alfa, gritaba y se movía como si ese olor no existiera. 

 

- ¡Pues porque soy el gran Inosuke Hashibira y ningún omega en celo me controla! – Se enorgullece de gritarlo a los cuatro vientos – incluso sin esas mini comidas… soy un alfa superior, soy el jefe… - De un solo salto Zenitsu lo tumbo al suelo, de nuevo.

 

- ¡mini comidas! – El cerebro del rubio se prendió al instante - ¡¿Qué mini comidas?! – Zenitsu comenzó a buscar entre los pantalones del alfa sin pena alguna.

 

Conocía a sus dos amigos como la palma de su mano y sabía que exactamente podían ser esas minis comidas, lo sacudió y tanteo tan brusco que casi le saca la máscara a la bestia idiota.

 

- ¡¿Qué mierda Monitsu?!... ¡no me toquetees!... ¡no pienso complacerte en tu celo! –

 

- ¡ni en tus más locos delirios de bruto salvaje me atrevería a conformarme contigo! – respondió algo ofendido mientras metía una mano bajo la tela del pantalon.

 

El otro alfa se ve bastante confundido.

 

Entre tanto ajetreo un pequeño frasco cae al suelo, llamando la atención de ambos alfas y haciendo los ojos del omega brillar.

 

- ¿Qué es eso? – pregunta el más alto.

 

- es la mini comida –

 

- son supresores de alfa idiota – dijo mordaz el rubio.

 

Sin siquiera pensar en los efectos segundarios de aquella medicina, abrió el frasco y se tragó dos al seco.

 

Los efectos eran rápidos, aunque el olor seguía pululando por el ambiente, a los pocos segundos dejo de ser tan fuerte, su temperatura comenzó a bajar, así como las defensas de Inosuke al ver que el otro sujeto se había relajado.

 

El más alto se tumbó al piso, ya podía respirar normal, sintió como el peso se bajaba de sus hombros, el omega ya no estaba en peligro.

 

- Gracias… - observo ese Haori de color amarillo con estampados en triangulo, el rubio le sonrió mientras ofrecía su mano sin completar la frase.

 

- Genya… Shinazugawa Genya –

 

 

-.-

 

 

- ¡déjenme ir! – Tanjiro se sacudió, molesto y alterado. Lo habían amarrado como cerdo y arrastrado por ese par de alfas - ¡ya dije que iría!... ¡quítenme esto! -

 

- ya cállate y deja de quejarte – la voz del capitán sonó molesta mientras le miraba de reojo – tú fuiste el que dejo escapar esas feromonas… querías que te notáramos – aquellos labios se estiraron en una sonrisa mientras sujetaba el rostro del menor – no tienes derecho a quejarte –

 

El soldado más joven olisqueo un poco la nuca de ese omega, le era curiosamente extraño, no lucia como un omega, pero olía como uno, su olor era sumamente atrayente… sonrió, teniendo una idea algo traviesa.

 

Pero antes de que pudiera ponerle una mano encima el capitán lo detuvo.

  

- será mejor que ni se te ocurra – su voz era seria, la orden era absoluta – este chico es para Hairo y al general no le gustan los omegas manoseados -

 

Sin embargo el subordinado sujeto a Tanjiro por la espalda, metiendo sus mano entre el haori, tocando más de lo debido. El pelirrojo le piso un pie con fuerza y le dio un cabezazo tan duro que lo empujó hacia atrás.

 

- mierda… me rompió la nariz – el Kamado sonrió de lado, en definitiva ese sujeto lo pensaría dos veces antes de querer propasarse.

 

- al parecer el chico sabe defenderse – se burló su capitán.

 

Sin embargo, antes de que el soldado pudiera tomar represalias unos gritos desgarradores inundaron el pasillo… llamando la atención de los soldados.

 

Ambos alfas se miraron entre sí, era obvio que algo pasaba… así que uno de ellos sujeto a Tanjiro por el haori verde, jalándolo con él, mientras el otro sacaba su espada.

 

Tanjiro se iba a resistir de nuevo, pero un inmenso olor a sangre lleno sus fosas nasales.

 

- es… sangre – su nariz estaba perturbada, algo horrible estaba sucediendo en ese lugar – no entren allí, hay demasiada sangre -

 

- cállate – le dijo uno de mala gana.

 

Pero Tanjiro tenía razón… lo que ocurría tras esa puerta era una verdadera masacre.  

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

Post: ¿no se esperaban que fuera Genya verdad? XD. Él es un buen chico y estoy segura que se hará amigo de ellos muy rápido… amo la relación entre Inosuke y Zenitsu, le dan humor esta situación. Tanjiro está a punto de entrar en la boca del lobo T.T… que alguien lo ayude.

 

Estos capítulos me ponen súper nerviosa, XD… ya termine una buena cantidad, pero al releerlos para corregirlos siento que a veces soy muy maquiavélica. ¿Qué opinan?...

 

El capítulo 22 estará para el sábado 16, nos leemos.


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