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:Corazón Resiliente: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Capítulo 24 listo.

Capítulo 24: Deber de Pilar

 

 

Tanjiro respiraba profundo, aguantando el dolor de su pecho, de seguro tenía unas costillas rotas.

 

Cuando Enmu le ataco, lo golpeo tan fuerte que terminó arrastrándose para escapar de él hasta casi caer cerca de los rieles, se golpeó con una barra de metal tan fuerte que perdió el aliento. Si no fuera alguien entrenado de seguro su cuerpo estaría siendo destrozado por el metal caliente… su única oportunidad de escapar fue subirse al techo a ver si lo podía perder.

 

Pero Enmu lo siguió.

 

El viento golpeaba contra su cara con violencia y el techo bajo sus pies temblaba a cada segundo, el solo podía sujetarse con fuerza de las ranuras mientras que el otro le miraba con rencor.

 

Enmu no mostraba con frecuencia sus emociones. Pero en ese momento, viendo a ese chico frente a él le daba tanto coraje que le gustaría lanzarlo del tren y que los rieles partieran su cuerpo en millones de pedacitos.

 

Pero no lo haría, sería una muerte demasiado rápida.

 

Al principio ninguno de los dos pudo reconocer al otro por el estruendo, pero Tanjiro conocía esas marcas en el rostro y esa piel de color extraño, ese omega era uno de los macabros experimentos del norte. Enmu era demasiado nuevo para conocerlo, muchos hablaban de él entre los pasillos y a espaldas de Muzan-sama, esos pendientes Hanafuda… era ese omega.

 

- eres… a quien Muzan-sama busca -

 

- Y tu uno más de sus desagradables títeres – se sujeta con las uñas de aquellas ranuras, era difícil tener equilibrio en el techo de un tren que se descarrilaría en cualquier momento.

 

- no mereces el favor de Muzan-sama – sujeto con fuerza el borde, la furia siendo su motor para avanzar.

 

- prefiero morir antes de recibir su favor – Tanjiro se puso de pie finalmente, no tenía armas ni nada con que defenderse, pero no dejaría que aquel sujeto se saliera con la suya.

 

Una explosión suena, estremeciendo el tren a sus espaldas, otro vagón se incendiaba.

 

- ¿sabes?… Muzan-sama no merece a un sujeto como tú, quien cayó en brazos del enemigo – mira de nuevo al rostro de Tanjiro y se mofa incrédulo – ese Pilar es capaz de quemar el tren para encontrarte – es tan rápido que el menor no puede ver cuando se acerca sino hasta que lo tiene en la punta de su nariz. Sujeta el rostro del menor con algo de fuerza, enterrando sus uñas en aquella mejillas – iba a llevarle un Pilar a Muzan-sama… pero estoy seguro que si te llevo a ti estará más agradecido –

 

 

-.-

 

 

- ¡juro que no se!... ¡yo no vi nada! – Rengoku alzo al pobre hombre hasta que sus pies no pudieran tocar el suelo a pesar de sus heridas. El solo estaba cumpliendo la misión de llevar a ese omega a la sala, no sabía quién era el sujeto del norte, Hairo no le confiaba a cualquiera la información.

 

Pero el Pilar le tenía cierto recelo, por que pudo reconocer su olor sobre Tanjiro, de solo imaginarse que ese insignificante alfa toco al Kamado inapropiadamente lo sacaba de sus casillas.

 

- no es muy difícil… solo tienes que decirme lo que sepas antes de que te arranque un brazo – una vena se estaba asomando en su frente mientras sujetaba con fuerza el mango de su espada. – es imposible que no hayas si quiera visto por donde se fueron –

 

- creo que en este momento es irrelevante su ubicación… el tren se está por descarrilar, hay civiles y jóvenes militares a su cargo que no tienen idea de lo que pasa… – el capitán que parece tener la mente en frio, habla a Rengoku con mucho respeto y seriedad. – la vida de uno no vale más que la del resto… Rengoku-sama, tiene que detener el tren -

 

La furia que venía desde el mismo instante en que ese omega desapareció, fue mermada por la razón, aquel capitán estaba en lo cierto. Pero Rengoku no podía darse el lujo de razonar, no había siquiera superado la primera vez que lo perdió para aceptar perderlo otra vez… Solo sabía que su chico, Kamado estaba en peligro y él no estaba para protegerlo.

 

No podría perdonarse otra vez si cometía de nuevo el mismo error.

 

Sujeto con fuerza el brazo del alfa que tenía ligeramente el olor de Kamado sobre su chaqueta, tenía ganas de romperle un hueso. 

 

Respiro profundo y termino por soltar al novato.

 

- el tren y sus pasajeros están en peligro… - el pobre soldado volvió a la vida una vez que el alfa lo soltó, Rengoku le dio la espalda. - así que ustedes van a pasar por cada vagón y reunir a todos los pasajeros que queden en dos vagones disponibles al centro del tren… encuentran hombres que les ayuden a cortar los extremos traseros, aligeren lo que más puedan esos dos vagones… tenemos que hacer que frene lo más rápido posible –

 

Rengoku entre cerrojo los ojos, no tenía mucha paciencia. El capitán asintió y jalo al pobre y pálido alfa que si hubiera sabido que aquel chico le pertenecía al Pilar jamás se le habría ocurrido ponerle un solo dedo encima.

 

- Rengoku-sama… ¿y usted que hará? –

 

- cortare los extremos delanteros, separando los vagones principales de la locomotora, hare que deje de acelerar – el hombre no dijo nada, era una hazaña muy pesada para un solo hombre, pero había visto como incendio un vagón en su totalidad y mato a más de diez personas en una sola estocada de su espada… si alguien podía cumplir lo que decía, ese era Rengoku.

 

 

-.-

 

 

Zenitsu definitivamente estaría en desacuerdo con aquel que le dijera que había una persona más estúpida que Inosuke.

 

- es una idiotez – dijo sin el más mínimo tacto.

 

- ¡no te pregunte! –

 

- ¡debemos encontrar a Tanjiro! –

 

- ¡Gompachiro me matara si no te pongo a salvo a ti y secuas número siete!... ¡mi plan es infalible! -

 

- ¡no pienso saltar del tren con una bebe en brazos!... ¡demente! – el omega va y le grita - ¡y no es una discusión! –

 

Genya veía todo eso con aparente calma, al parecer era la manera en la que se trataban entre si ese par y era algo en donde no iba a meter sus narices. La discusión volvió a llegar a gritos histéricos entre los dos, lo que hizo suspirar al más alto, así no estaban llegando a ningún lado.

 

- oigan… aún estamos en peligro… - trata de hablar con ellos, pero le ignoran – oigan… aún podemos morir, dejen de pelearse – pero por cada que le ignoraban una vena nacía en su cien – de verdad… los golpeare a los dos –

 

- ¡asno!… -

 

- ¡no me amenaces con palabras que no conozco! –

 

- CALLENSE – el mayor tomo sus cabezas, sus músculos tronaban y un aura oscura lo cubre, estaban colmando la paciencia de Genya.

 

Todos guardan silencio, un hombre con uniforme comienza a gritar instrucciones de manera rápida y acelerada, haciendo que todos a su alrededor se paren y obedezcan sin chistar… la gente estaba alterada y comenzaban a empujarse entre sí por quien llegaba primero.  

 

- ¡todos los civiles deben moverse hacia el vagón siete y ocho!… ¡no debe de quedar nadie en otros vagones!… ¡son órdenes del Pilar! – Las personas  comenzaron a correr de manera masiva – ¡todos los alfas deben ayudar! –

 

Aquellos tres se miraron entre sí, Inosuke y Genya eran los alfas allí y al parecer coincidían en una idea en concreto, ninguno de los dos estaba dispuesto a dejar al único omega sin vigilancia. Zenitsu llevaba consigo a una bebe y lo cierto es que ninguno de los dos estaba totalmente seguro del bienestar del rubio… había salido repentinamente de un celo a punta de supresores de alfa, sin efectos segundarios o algún otro problema, por ahora.

 

Ninguno de los dos quería arriesgarse.

 

Y Zenitsu los entendía.

 

- estaré bien… - les dice orgulloso – soy un ex soldado, no pienso perder el control de nuevo… - miro a la bebe, que parecía estar ahora en un profundo sueño y sonríe – encontrare a Tanjiro… así que vayan y detengan este tren infernal –

 

 

-.-

 

 

Enmu escupió sangre mientras intentaba sostenerse de la primera barandilla que encontró para no caer, la velocidad del tren comenzaba a disminuir. Pero iba tan rápido que todo el tren comenzó a sacudirse violentamente, enviando a los dos casi al borde de su muerte…

 

Tanjiro se sujetó con mucho esfuerzo, sus nudillos estaban hinchados y sangraban, le dolía la mayor parte de su mano, miro al otro omega que se sujetaba justo delante de él para no caer… se encontraba aún más lesionado que él. Enmu no era bueno peleando cuerpo a cuerpo, en realidad el mocoso le había dado una buena paliza, había subestimado al chico, era más fuerte de lo que pensó, por lo que una confrontación directa no sirvió de mucho.

 

Iba a tener que deshacerse de él de otra manera.

 

- es interesante… como es que aún no te rindes – sus palabras sonaron frías y calculadoras aún bajo esa situación. – sabes… puede que ese alfa no lo notara… pero yo si –

 

Tanjiro normalmente tenía compasión con las personas, incluso por la gente mala. Pero ese sujeto era realmente desagradable, estaba seguro que ese tipo era la peor clase de persona que jamás hubiera conocido. Manipular a las personas de esa manera, aun siendo un omega, el pelirrojo se le hacía difícil no querer matarlo a golpes.  

 

- no se de lo que hablas – pero Enmu sonrió prepotente, claro que lo sabía.

 

- si eres un omega lo has sentido en algún momento de tu vida… - Tanjiro cerró los ojos fuertemente mientras se sostenía con más fuerza, sentía otra sacudida del tren – sientes repulsión cada vez que te toca… sientes tu piel ponerse fría… le tienes miedo –

 

- no… no es cierto… – sus manos estaban blancas de tanto que las presionaba contra el metal.

 

- claro… porque para ti esos recuerdos son totalmente distintos – sus manos se despegaron de la baranda lentamente, avanzando, sabiendo que esas palabras desenterraban unos oscuros recuerdos – Rengoku-san te recuerda con pación y felicidad… pero tú no –

 

Sus manos dolían, pero se negaba a soltarse, se negaba a siquiera abrir sus ojos, no quería tener que recordar esos momentos… pero ellos llegaron bruscamente a su mente.

 

Volver a verlo lo dejo tan impactado que su cuerpo se paralizo, lo sabía, lo había escuchado antes, él estaba con los otros Pilares. Tanjiro creyó que su malestar se debía a los efectos segundarios de la droga, pero no fue así… su cuerpo se había dado cuanta antes que él.

 

- ¡cállate!… ¡no es cierto! –

 

- ya todo tiene sentido… - fue jalado, esos mirada lo escrudiñaba con perversidad, aquella mueca macabra se extendió por el resto de su rostro, Enmu amaba esa expresión desencajada en el rostro de Tanjiro – tú fuiste su víctima ese día… del celo de Rengoku-san -

                             

 

 

Continuara…

Notas finales:

Nos vemos el 27 para el siguiente capítulo, el último de la saga del tren en esta historia.   


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